Warning: Undefined array key 0 in /home/fundamen/public_html/plugins/system/jblibrary/jblibrary.php on line 380
Fundamentar - Fundamentar https://fundamentar.com Wed, 08 May 2024 19:41:52 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Si el Mercosur se Opone, Se Negociará Unilateralmente con la Alianza del Pacífico https://fundamentar.com/internacional/item/5300-si-el-mercosur-se-opone-se-negociara-unilateralmente-con-la-alianza-del-pacifico https://fundamentar.com/internacional/item/5300-si-el-mercosur-se-opone-se-negociara-unilateralmente-con-la-alianza-del-pacifico La canciller argentina, Susana Malcorra, y su par chileno, Heraldo Muñoz

Mediante una lógica inversa a la del anterior gobierno, el presidente Mauricio Macri podría avanzar en un acuerdo comercial con la Alianza del Pacífico en forma unilateral, en caso de que el Mercosur se cierre a las negociaciones en bloque.

Así lo confirmó ayer la canciller Susana Malcorra, tras una reunión con su par de Chile, Heraldo Muñoz, al anunciar que “el Presidente está convencido de que esta integración (con la Alianza del Pacífico) es absolutamente necesaria. Creemos que es una gran oportunidad plantearla desde el Mercosur como bloque; creemos que eso maximiza las chances de éxito”. No obstante, dejó en claro que “si no pudiéramos avanzar, nos plantearíamos algo a título individual”.

Consultada por el viaje a Davos, Malcorra señaló que “la visita es muy importante para nosotros, porque es la plataforma en la que podemos presentar la nueva administración y sus proyectos de manera muy productiva, encontrándose con muchos interlocutores en el área política, en el sector privado y en el área financiera. La idea es contarle al mundo cuáles son las prioridades que tiene la Argentina”.

Fuentes oficiales explicaron ayer a BAE Negocios que “la idea que prima es avanzar en negociaciones interbloque, pero no descartamos (como ocurría con la administración de la ex presidenta Cristina Fernández) acuerdos bilaterales o de la Argentina con bloques, como la Alianza del Pacífico”.

En los últimos años la Argentina se oponía a una flexibilización política o normativa del Mercosur, sosteniendo al bloque como el eje de cualquier negociación externa. “Esto ya fue conversado con el resto de los miembros del bloque”, indicaron las fuentes.

En un seguimiento de las directrices trazadas por Macri y la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ambos cancilleres acordaron ayer explorar vías para agilizar el intercambio comercial, turístico y de inversiones entre los dos países.

Entre los puntos consensuados figuran la integración en materia energética, la eventual creación de parques nacionales conjuntos y el diálogo sobre políticas en torno de la lucha contra el narcotráfico, especialmente sobre la situación transfronteriza entre la Argentina y Chile.

Asimismo, Malcorra y Muñoz se comprometieron a avanzar en el sistema de libre circulación de personas y en la simplificación de trámites fronterizos, sobre todo en la provincia de Mendoza.

COMPRAS DE ACERO CHINO SUBEN 441% DESDE 2014

La importación de acero desde China creció en América Latina el 2% interanual, entre noviembre pasado y este mes, y la Argentina figuró entre los país que más incrementaron esas compras con un aumento del 441 por ciento.

Según un informe de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), la Argentina figuró entre los países que más incrementaron sus importaciones de laminados con un aumento del 441%, comparando ese período con el mismo del 2014. A la Argentina le siguieron Cuba, con un aumento del 166%, la República Dominicana, con una suba del 162%, Venezuela, con un 30% y México, con incremento en sus compras de acero al exterior del 25 por ciento.

El trabajo destaca que entre noviembre y enero, China embarcó 7,6 millones de toneladas de acero laminado hacia América Latina.

 

FUENTE: Bae Negocios

]]>
hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Internacional Tue, 19 Jan 2016 09:33:54 -0300
Primera Reunion de Cancilleres del Mercosur y la Alianza del Pacifico https://fundamentar.com/internacional/item/4248-primera-reunion-de-cancilleres-del-mercosur-y-la-alianza-del-pacifico https://fundamentar.com/internacional/item/4248-primera-reunion-de-cancilleres-del-mercosur-y-la-alianza-del-pacifico Es destacable el contacto de ambos esquemas para el devenir de la región

La Alianza del Pacífico y el Mercosur se sentaron este sábado frente a frente por primera vez con la intención de conocerse y dialogar sobre las posibilidades de cooperación entre los modelos que representan esos dos mecanismos latinoamericanos.

El encuentro de las dos iniciativas regionales de integración se dio a nivel de cancilleres en Cartagena, donde las partes coincidieron en la importancia de seguir dialogando sobre los puntos en común.

“Coincidimos en la importancia de que este diálogo se preserve, en la importancia de que el diálogo se dé reconociendo la buena voluntad y los objetivos que ambos estamos persiguiendo”, dijo a periodistas al concluir la cita el canciller mexicano, José Antonio Meade.

“Coincidimos en la importancia de que este diálogo se preserve, en la importancia de que el diálogo se dé reconociendo la buena voluntad y los objetivos que ambos estamos persiguiendo”, dijo a periodistas al concluir la cita el canciller mexicano, José Antonio Meade.

La cita fue convocada por la Alianza del Pacífico, grupo creado hace sólo tres años por Chile, Colombia, México y Perú, que se ha convertido en un modelo de integración a partir del libre comercio al eliminar en pocos meses los aranceles del 92 % de los bienes y servicios que negocian entre ellos.

Al otro lado de la mesa estuvieron los cancilleres del Mercosur, la unión aduanera compuesta por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, que en sus 23 años de existencia no ha logrado avanzar en sus objetivos con la misma velocidad de sus vecinos.

“Damos la bienvenida a todo organismo, a toda institución que busque la integración, el diálogo y el desarrollo económico social y político de América Latina, por lo tanto hemos dado la bienvenida a la Alianza del Pacífico y continuaremos dialogando y buscando puntos en común”, expresó por su parte el canciller argentino, Héctor Timerman, cuyo país tiene la presidencia semestral del Mercosur.

Este primer encuentro fue de carácter exploratorio para que los ministros de Relaciones Exteriores de cada bloque explicaran a sus interlocutores su funcionamiento y objetivos con el propósito de identificar posibles áreas de cooperación para fortalecer la integración regional.

“Ahora cada uno de los grupos se va a reunir y al interior de ellos discutir cómo podemos seguir avanzando, si es de avanzar, o simplemente hacer diálogos periódicos de comunicación”, dijo por su parte la canciller colombiana, María Ángela Holguín, anfitriona del encuentro que tuvo lugar en la Casa del Marqués de Valdehoyos, una construcción del centro histórico de Cartagena de Indias.

Holguín destacó que la Alianza del Pacífico basa su fortaleza en “la libre circulación de bienes, personas y capitales”, con proyección al bloque Asia-Pacífico y “no es un mecanismo de concertación política”, pese a lo cual ha ampliado su radio de acción a la cooperación académica y cultural entre sus socios.

El Mercosur, en cambio, tiene un componente político, con un Parlamento y una Secretaría General, y en materia comercial se rige por normas menos liberalizadoras que las de la Alianza del Pacífico.

Por su dinamismo en materia comercial, la Alianza del Pacífico ha atraído en sus tres años de existencia en calidad de observadores a 32 países de los cinco continentes, entre ellos a Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia o España.

“Ha sido un diálogo entre hermanos latinoamericanos”, dijo a periodistas el canciller venezolano, Rafael Ramírez, quien subrayó sin embargo que su país tiene un punto de vista en “donde el tema social es un elemento fundamental para nuestro planteamiento económico”.

“Ha sido un diálogo entre hermanos latinoamericanos”, dijo a periodistas el canciller venezolano, Rafael Ramírez.

Según Ramírez, “de lo que se trata es de escucharnos respetando las posiciones de cada quien y seguir en un diálogo que debe ser constructivo para la región”.

Con una población de 214 millones de personas, la Alianza del Pacífico representa el 37 % del Producto Interior Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe, concentra el 50 % del comercio total y atrae el 45 % de la inversión extranjera directa.

El Mercosur, por su parte, suma 275 millones de habitantes, tiene el 83 % del PIB suramericano y con la incorporación de Venezuela en 2012 pasó a tener el 19,6 % de las reservas probadas de petróleo del mundo.

Al encuentro en Cartagena acudieron también los cancilleres de Chile, Heraldo Muñoz, y de Perú, Gonzalo Gutiérrez, ambos de la Alianza del Pacífico, así como los de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo; Paraguay, Eladio Ramón Loizaga, y Uruguay, Luis Almagro, por el Mercosur.

 

RELEVAMIENTO Y EDICION: Maria Belen Serra

FUENTE: Nodal

 
]]>
hola@fundamentar.com (Maria Belen Serra) Internacional Mon, 03 Nov 2014 17:19:19 -0300
Chile Celebra Integración de Alianza del Pacífico y Mercosur https://fundamentar.com/internacional/item/4244-chile-celebra-integracion-de-alianza-del-pacifico-y-mercosur https://fundamentar.com/internacional/item/4244-chile-celebra-integracion-de-alianza-del-pacifico-y-mercosur Cancilleres de Alianza del Pacífico y Mercosur

En la jornada reflexionaron sobre los objetivos, logros y planes que permitirán la integración entre los países miembros.

El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, celebró este domingo “el espíritu de integración y entendimiento” que hubo durante la primera reunión informativa ministerial de Alianza del Pacífico y Mercosur, realizada el sábado en Cartagena de Indias (norte de Colombia).

La reunión dio inicio a las conversaciones que continuarán en el Seminario de Alianza del Pacífico y Mercosur, a escala de Cancilleres, que se realizará en Chile el próximo 24 de noviembre.

Por medio comunicado de la Cancillería de Chile, Muñoz destacó que “ha sido una reunión muy positiva, donde ambos grupos intercambiaron información y reflexionamos sobre las posibilidades de avanzar en un diálogo que se pueda materializar en algunas acciones concretas”.

En el encuentro presentaron las modalidades de trabajo, los logros, perspectivas y los objetivos para identificar las áreas potenciales que permitan avanzar hacia una mejor relación y cooperación.

La reunión dio inicio a las conversaciones que continuarán en el Seminario de Alianza del Pacífico y Mercosur, a escala de Cancilleres, que se realizará en Chile el próximo 24 de noviembre.

La Alianza del Pacífico es una estrategia de integración pragmática, innovadora y flexible. La conforma Chile, Colombia, México y Perú, y busca convertirse en una plataforma de integración profunda, con énfasis especial en el Asia-Pacífico y el Mercosur está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela y Uruguay.

 

FUENTE: Telesur

]]>
hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Internacional Sun, 02 Nov 2014 20:50:50 -0300
Culmina IX Cumbre de la Alianza del Pacífico en México https://fundamentar.com/internacional/item/3816-culmina-ix-cumbre-de-la-alianza-del-pacifico-en-mexico https://fundamentar.com/internacional/item/3816-culmina-ix-cumbre-de-la-alianza-del-pacifico-en-mexico De izquierda a derecha los presidentes de los países miembros de la Alianza del Pacífico: Michelle Bachelet presidente de Chile, Manuel Santos presidente de Colombia, Ollanta Humala presidente de Perú y Enrique Peña Nieto presidente de México

En su estreno en la Alianza, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, pidió una mayor apertura al otro gran bloque regional y de talante más proteccionista, en una propuesta que eludieron directamente el resto de presidentes pese a que se fijó una reunión ministerial exploratoria para julio.

Los presidentes de la Alianza del Pacífico, el bloque de libre comercio que forman Chile, Colombia, México y Perú, cerraron este viernes su IX cumbre en la costa mexicana de Nayarit con avances en movilidad y con Chile insistiendo en reclamar un diálogo con el Mercado Común del Sur (Mercosur).

También trabajará en la identificación de nuevas áreas de trabajo como la minería, integración turística, transporte aéreo, el rol de la mujer y el impulso a las pequeñas empresas.

En su estreno en la Alianza, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, pidió una mayor apertura al otro gran bloque regional y de talante más proteccionista, en una propuesta que eludieron directamente el resto de presidentes pese a que se fijó una reunión ministerial exploratoria para julio.

Al dar a México el relevo de la presidencia pro témpore, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, indicó que se construye una identidad conjunta, en la que no se pierden las singularidades que identifican y hacen únicos a los latinoamericanos.

Durante su alocución, Santos sostuvo que “El mundo está viendo una Alianza cohesionada y seria, que hoy hace presencia a través de siete sedes diplomáticas compartidas en países como Ghana, Marruecos, Argelia, Azerbaiyán, Vietnam y Singapur, así como en la OCDE”, dijo.

“Tenemos que seguir en ese proceso de integración que sin duda alguna tiene una gran importancia para nuestro desarrollo y la creación de prosperidad. El motor del desarrollo de América Latina está trabajando a toda marcha y el mundo así lo está reconociendo”, destacó el mandatario.

A su turno, Peña Nieto, presidente pro témpore del bloque, señaló que si bien se trata de una alianza joven esta va avanzando "viento en popa" para asegurar mayor prosperidad y desarrollo en Perú, Chile, Colombia y su país. "Lo avanzando permitirá generar un mayor comercio entre nuestras naciones, con la complementariedad en las cadenas de valor, la generación de producción de distintos bienes y movilidad de capitales", señaló al término del encuentro.

 

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Priscila Pretzel

FUENTE: Telesur
 

 
]]>
hola@fundamentar.com (Fundamentar) Internacional Fri, 20 Jun 2014 20:09:44 -0300
América Latina: ¿Qué Integración Quiere la Región? https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/3449-america-latina-que-integracion-quiere-la-region https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/3449-america-latina-que-integracion-quiere-la-region Segunda Cumbre de la CELAC, La Habana, Cuba, 2014

La integración regional en América Latina fluctúa entre intereses nacionales y profundización de las alianzas. Benjamin Reichenbach, experto en América Latina, analizó la pugna entre pragmatismo e ideologías en los procesos de integración regionales

Brasil y la UE se aproximaron este lunes (24.02.2014) en negociaciones bilaterales. También bi y no multilaterales fueron los acuerdos de libre comercio concluidos por la UE en 2013 con Perú y Colombia. Simultáneamente, la cumbre del Mercosur se ha aplazado “hasta que la situación en Venezuela se calme”. Hechos sintomáticos en los procesos de integración en América Latina y su relación con el resto del mundo. Benjamin Reichenbach, observador de la integración latinoamericana da claves para su comprensión.

¿Cuáles son hoy los más importantes proyectos de integración en América Latina? ¿Qué futuro les ve?

Los dos proyectos de integración económicamente más importantes son el Mercosur y la Alianza del Pacífico. El Mercosur, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, fue creado en 1991. La Alianza del Pacífico, integrada por México, Colombia, Perú y Chile, fue creada en 2012. En los últimos años han surgido también instituciones regionales que tienen un carácter más bien político: la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC). Paralelamente existen también otras varias alianzas, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), la Comunidad Andina (CAN), el Sistema Centroamericano de Integración (SICA), la Comunidad del Caribe (CARICOM) y la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA).

El Mercosur parece debilitarse cada vez más. Mientras Argentina y Venezuela llevan adelante una política proteccionista y dirigista, Brasil y Uruguay apuestan más por una apertura e integración en los mercados mundiales. ¿Tiene futuro el Mercosur?

El Mercosur continúa siendo el proyecto con mayor profundidad de integración en América Latina. No obstante, nunca ha alcanzado su objetivo: la creación de un mercado común. Hasta hoy continúa siendo una unión aduanera incompleta con numerosas excepciones. El Mercosur fue creado como un proyecto regional abierto y dirigido a los mercados mundiales. Luego de primeros éxitos, entró en profunda crisis, con las turbulencias monetarias en Brasil y Argentina alrededor del año 2000. Uno de sus problemas estructurales centrales es que Brasil, en su calidad de socio más importante, es económicamente mucho menos dependiente del Mercosur que el resto de sus integrantes. El ingreso de Venezuela en 2012 tuvo lugar por motivos puramente políticos. El estancamiento del Mercosur a nivel de política económica, que también se debe a Brasil, se profundizó así aún más. Si los socios no logran hallar una línea de política económica común a largo plazo, sería pensable una flexibilización de los mecanismos del Mercosur en interés de Brasil y Uruguay. Para los países socios –también el ingreso de Bolivia fue firmado ya en 2012– el proyecto de integración como unión aduanera continúa teniendo un gran valor, que otros proyectos de integración no ofrecen.

El Mercosur continúa siendo el proyecto con mayor profundidad de integración en América Latina. No obstante, nunca ha alcanzado su objetivo: la creación de un mercado común.

A menudo se habla de la creación de una moneda común del Mercosur. ¿Cuán realista es esa idea, en vista de que los diversos países que lo componen no se ponen de acuerdo en una política económica común?

Una unión monetaria del Mercosur es actualmente impensable. La crisis del euro ha demostrado que para ello es imprescindible antes una armonización de políticas económicas y financieras. De eso están muy lejos los países del Mercosur.

¿Qué perspectivas tiene la Alianza del Pacífico? ¿Está orientada solo hacia el comercio libre y la exportación de materias brutas, como se afirma a menudo, o tiene también una dimensión política y social?

La Alianza del Pacífico, compuesta por México, Colombia, Perú y Chile, ha ganado últimamente gran dinámica como acuerdo de libre comercio. Costa Rica se ha propuesto formar también parte de ella a más tardar en el 2015. Alemania es uno de 30 países con estatus de observador. La Alianza del Pacífico suma 210 millones de habitantes y representa casi el 35 por ciento del PIB latinoamericano. Si bien existen planes de crear un Parlamento, visados unitarios y representaciones diplomáticas comunes, en primer plano se hallan los intereses comerciales, con una clara orientación hacia Asia. Gran parte de las exportaciones de Chile y Perú ya van en esa dirección, México y Colombia quieren seguirlos. China es uno de los socios comerciales más importantes de los cuatro países. El comercio intrarregional de los países miembros entre sí está, no obstante, poco desarrollado, lo que podría dificultar a largo plazo los esfuerzos de integración.

"...la crisis de la Unión Monetaria europea ha hecho perder crédito a la UE como modelo de integración regional, por lo que los países latinoamericanos desarrollarán cada vez más formas propias de integración, que eventualmente dejan fuera la renuncia a competencias nacionales."

Mientras que las tensiones entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico son insoslayables, parecen que países de ambos proyectos han encontrado una plataforma común en UNASUR. ¿Cómo se explica?

Las aspiraciones y la realidad en relación con UNASUR han cambiado desde su creación. La idea original, poco realista, fue que el Mercosur y la Comunidad Andina se fusionaran. Como no funcionó, UNASUR fue adaptada a las realidades políticas y –a diferencia del Mercosur y la Alianza del Pacífico, que están orientadas hacia la integración económica– ha adquirido un carácter más político. La identidad de UNASUR, de la que son miembros todos los doce países sudamericanos, se alimenta de su pertenencia geográfica a América del Sur, mientras que ALBA posee una orientación más ideológica. Uno de los objetivos de UNASUR es justamente proporcionar impulsos a la integración física. Si bien es legítimo preguntarse si para ello se necesita una organización regional, UNASUR ha probado en los últimos años ser un buen mecanismo de solución de conflictos políticos, lo que ha justificado plenamente su existencia.

UNASUR ha probado en los últimos años ser un buen mecanismo de solución de conflictos políticos, lo que ha justificado plenamente su existencia.

¿Qué papel desempeña la Comunidad Andina? ¿Son las numerosas superposiciones de las diversas alianzas sensatas y prácticas?

La Comunidad Andina (CAN) prácticamente solo existe sobre el papel. Luego de la salida de Venezuela, en 2006, se produjo una división de la CAN en países orientados hacia el libre comercio (Perú y Colombia) y países críticos con el libre comercio (Bolivia y Ecuador). Con la creación de la Alianza del Pacífico por parte de Colombia y Perú, así como una aproximación de Bolivia y Ecuador al Mercosur, la CAN está prácticamente muerta. Recientemente, los Estados miembros han resuelto ya disolver el Parlamento Andino, que existía desde 1984.

¿Falta en algunos países la convicción de la necesidad de proyectos de integración? ¿Son los objetivos de largo plazo sacrificados en el altar de los intereses nacionales de corto plazo?

La Unión Europea surgió en una situación histórica particular luego de la Segunda Guerra Mundial, que llevó a una mayor disposición a integrarse y a renunciar a parte de la soberanía nacional. Muchos de las alianzas latinoamericanas tienen, por el contrario, un carácter intergubernamental. Es correcto que en muchos casos los intereses nacionales impiden una profundización de la integración regional. Simultáneamente hay que tener en cuenta que las democracias latinoamericanas se diferencian en parte fuertemente, tanto en su estructura institucional como en su concepción de la democracia, de la situación europea, lo que dificulta una renuncia a partes de soberanía y su transferencia a instancias superiores. Además, la crisis de la Unión Monetaria europea ha hecho perder crédito a la UE como modelo de integración regional, por lo que los países latinoamericanos desarrollarán cada vez más formas propias de integración, que eventualmente dejan fuera la renuncia a competencias nacionales. Si así pueden evitar déficits de legitimación por una falta de inclusión de la población, eso no tiene por qué ser una desventaja.

¿Qué relaciones desarrolla la UE con las diversas alianzas regionales y con qué objetivos?

Si bien la UE es el más importante socio comercial del Mercosur, las negociaciones UE-Mercosur para llegar a un acuerdo de libre comercio, que tienen lugar desde el año 2000, no han sido exitosas hasta ahora. Luego de una pausa de seis años, fueron retomadas en 2010, pero avanzan con muchas dificultades, por lo que probablemente no se llegue a acuerdo alguno. Entre la UE y el SICA, por el contrario, fue firmado en 2012 un Acuerdo de Asociación, con el objetivo de favorecer el comercio bilateral y abrir los mercados, lo que beneficia sobre todo la exportación de productos europeos a América Central. Temas sociales y políticos fueron mayormente excluidos. Con respecto a la CAN, la UE ha contribuido claramente a su división. Mientras que oficialmente apoya el fomento de los proyectos regionales, inició negociaciones bilaterales con Colombia y Perú, que, a pesar de críticas de organizaciones de defensa de los derechos humanos y ONG, concluyeron en 2013 en acuerdos bilaterales.

A la UE se la acusa una y otra vez de exigir la apertura de los mercados de otros países, pero proteger los propios. ¿Qué hay de cierto en eso?

Los acuerdos comerciales bilaterales tienen básicamente la desventaja de que el socio más fuerte puede inclinar a su favor las condiciones de un acuerdo. Eso hace justamente la UE en negociaciones bilaterales, al igual que los Estados Unidos. El menor nivel de desarrollo de los interlocutores más débiles no es tomado en cuenta. La UE descuida también aspectos políticos y sociales, que en parte no interesan a los gobiernos interlocutores, pero que en última instancia van en contra de los intereses de la población de esos países. La retórica pública y la acción política de la UE divergen mucho en eso.

Benjamin Reichenbach es Representante de la Fundación Friedrich Ebert (FES) en Venezuela.

FUENTE: DW

]]>
hola@fundamentar.com (Luciano Herrero) Opinión Tue, 25 Feb 2014 11:18:19 -0300
Empresarios Crean la “Unión Intracameral China-Alianza del Pacífico” https://fundamentar.com/internacional/item/3126-empresarios-crean-la-union-intracameral-china-alianza-del-pacifico https://fundamentar.com/internacional/item/3126-empresarios-crean-la-union-intracameral-china-alianza-del-pacifico Empresarios Crean la “Unión Intracameral China-Alianza del Pacífico”

En el marco de la VII Cumbre Empresarial China, América Latina y el Caribe se pactó conformar una Unión Intracameral de interés mutuo y beneficios compartidos.

En el marco de la VII Cumbre Empresarial China, América Latina y el Caribe, los Presidentes de las Cámaras binacionales de Comercio e Inversión con China domiciliadas en Chile, Colombia, México y Perú pactaron conformar la “Unión Intracameral China-Alianza del Pacífico” – UICAP -, con el objetivo de articular esfuerzos conjuntos de integración, incentivo y promoción de la cooperación económica, de interés mutuo y beneficio compartido, entre empresarios de China y sus homólogos en los países de la Alianza del Pacífico.

Considerando que China ha sido admitida como país observador en la Alianza del Pacífico y que Costa Rica ha iniciado el proceso formal de admisión como miembro pleno, el acta de formalización de la unión contó con la Cámara de Industria y Comercio Chino-Costarricense y el Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional (CCPIT) como observadores y testigos de honor.

Las Cámaras unidas bajo la UICAP, incluyendo a Costa Rica, representan a cerca de 1000 empresarios afiliados con intereses con China, ubicados en los países de la Alianza del Pacífico y un intercambio comercial global de US$117 billones.

Los miembros de la UICAP se comprometieron a elaborar y ejecutar agendas, programas, proyectos y actividades para fortalecer el intercambio comercial, aumentar las inversiones recíprocas, compartir experiencias de innovación y tecnología; e impulsar el entendimiento cultural entre empresarios de China y los países miembros de la Alianza del Pacífico.

El Presidente de la Junta Directiva de la Cámara Colombo China de Inversión y Comercio, Ricardo Duarte, señaló que “esta unión se constituye en una gran plataforma ágil y dinámica para promover y colaborar con las visitas en doble vía de las delegaciones empresariales China-Alianza del Pacífico con miras a profundizar el desarrollo de la cooperación económica, comercial, de inversión o de financiamiento recíproco”. La secretaría ejecutiva de la UICAP estará a cargo de Daniela Sánchez, Directora Ejecutiva de dicha cámara.

Por su parte, José Tam, Presidente de la Cámara Peruano China, dijo que “una de las modalidades de cooperación será el intercambio de información sobre todas aquellas actividades, seminarios, o conferencias de promoción comercial y de inversiones con China que tengan lugar en los países de la Alianza del Pacífico”. Recalcó que ese esfuerzo fortalecerá la profundización de los negocios y la inversión recíproca de China con los países de la Alianza.

Juan Esteban Musalem, Presidente de la Cámara Chileno China de Comercio, Industria y Turismo, afirmó que este “esfuerzo mutuo ayudará a las organizaciones financieras y económicas y empresas industriales, agrícolas, comerciales y de servicios para que establezcan relaciones de encadenamiento global entre China y los países de la alianza”.

Rafael Valdez, uno de los fundadores de la Cámara de Comercio de México en China, enfatizó que “el intercambio constante de las experiencias e información sobre la promoción del comercio y la inversión con China será un valor agregado para todos los afiliados de todas las cámaras binacionales”.

En señal de respaldo e interés por el desarrollo de esta iniciativa, el señor Yu Ping, Vicepresidente del Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional, comentó que “estas iniciativas favorecen una mayor integración empresarial de los países miembros de la Alianza con China”. A su vez, Godwin Tang, Presidente de la Cámara de Industria y Comercio Chino-Costarricense afirmó “estar listos a cooperar con esta Unión y apoyar los esfuerzos de articulación empresarial recíproca”.

Las Cámaras Binacionales con China domiciliadas en Chile, Colombia, México y Perú que formalizan la unión han señalado que este será un mecanismo de cooperación incluyente, para articular y promover mayor movilidad de bienes, servicios, personas y capitales entre China y los países de la Alianza del Pacífico.

Las Cámaras unidas bajo la UICAP, incluyendo a Costa Rica, representan a cerca de 1000 empresarios afiliados con intereses con China, ubicados en los países de la Alianza del Pacífico y un intercambio comercial global de US$117 billones.

Con una población de 209 millones, la Alianza del Pacífico representa la 8ª economía y la 7ª potencia exportadora a nivel mundial. Contribuye con el 36% del PIB de América Latina, realiza el 50% del comercio de la región con el mundo y recibió más de 70.000 millones de dólares en inversión extranjera directa en 2012. Los países de la Alianza han concluido negociaciones comerciales para alcanzar el 100% de la desgravación arancelaria, 92% de manera inmediata y el 8% a corto y a mediano plazo. Chile, Perú y Costa Rica ya tienen Tratados de LIbre Comercio (TLC) vigente con China.

 

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Carolina Martínez

FUENTE: Nodal

]]>
hola@fundamentar.com (Carolina Martínez) Internacional Thu, 28 Nov 2013 11:58:46 -0300
La Integración Verdadera No Vive Solo de Intenciones https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/2744-la-integracion-verdadera-no-vive-solo-de-intenciones https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/2744-la-integracion-verdadera-no-vive-solo-de-intenciones La Integración Verdadera No Vive Solo de Intenciones

Se afirma que el Mercosur constituiría, hoy, más un obstáculo que un catalizador del desarrollo. Sería mejor, dicen, hacer que el bloque retroceda de unión aduanera a área de libre comercio, a ejemplo de lo que se propone la Alianza del Pacifico. La realidad no se corresponde con esta percepción

La realización, el pasado 23 de mayo (Cali, Colombia), de la VII Cumbre de la Alianza del Pacífico está despertando un interés creciente. Al alegado carácter “concreto”, “moderno” y “dinámico” del grupo, se contrapondría la supuesta dimensión “retórica”, “pasada de moda” y “atorada” del Mercosur. Se afirma que el Mercosur constituiría, hoy, más un obstáculo que un catalizador del desarrollo. Sería mejor, dicen, hacer que el bloque retroceda de unión aduanera a área de libre comercio, enfatizando la liberalización comercial y de inversiones con terceros, a ejemplo de lo que se propone la Alianza. La realidad no se corresponde con esta percepción.

LOS RESULTADOS DEL MERCOSUR SON POSITIVOS, CONCRETOS Y REALES

A pesar de la crisis del 2008, el desempeño del intercambio entre los países del Mercosur es superior al del comercio internacional: mientras los intercambios mundiales aumentaron un 13% en el periodo 2008-2012 (de USD 16,1 tri a USD 18,3 tri), el comercio intra-Mercosur creció más del 20%, de USD 40 bi a USD 48 bi. En 22 años de existencia, el valor del comercio intra-Mercosur creció más de 9 veces, mientras el intercambio del bloque con el resto del mundo se multiplicó cerca de 8 veces.

Para Brasil, el Mercosur es un importante instrumento de expansión de las exportaciones, sobre todo de manufacturados.

En el 2012, el bloque se erigió como el cuarto destino de nuestras mercaderías, detrás de la Unión Europea, China y Estados Unidos. Si consideramos el rubro de las exportaciones, la relevancia del Mercosur se destaca aún más: la industria brasileña encuentra en el Mercosur a su mercado externo más importante. Cerca del 90% de las exportaciones hacia el bloque fueron de manufacturados; hacia la UE, China y Estados Unidos los porcentajes representaron el 36%, el 5,75% y el 50%.

Gracias a los acuerdos de liberalización comercial firmados en el ámbito de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), ya existe libre comercio entre Brasil y casi todos los países de América del Sur.

En el caso de los miembros plenos del Mercosur, la reducción a cero de los aranceles aduaneros ya es efectiva para el 99,9 % de los productos con Argentina, para el 98,4% con Uruguay; para el 93,5% con Paraguay; y será del 91,9% con Venezuela, en el 2019. Con los otros vecinos, ya es del 99,9% con Chile; del 91,9% con Bolivia (previsión del 100% en el 2019); y llegará al 94,4% con Ecuador, al 99,8% con Perú y al 83,6% con Colombia, ese mismo año.

El Mercosur sigue comprometido no solamente con la eliminación arancelaria en la región, sino también con la negociación de acuerdos extrarregionales. La apertura de mercados, sin embargo, de poco servirá si no va acompañada de aumento de la competitividad de la producción nacional, lo que le permitirá al sector productivo brasileño poder aprovechar efectivamente el acceso logrado.

EL ÉXITO DEL MERCOSUR TAMBIÉN VA MÁS ALLÁ DEL TERRENO COMERCIAL

En la economía, crecen las inversiones productivas entre países miembros y asociados. La amplitud y la diversificación de las iniciativas empresariales en variados sectores de la actividad ponen de manifiesto la importancia que la perspectiva del mercado ampliado del bloque tiene para las decisiones de expansión, modernización e integración de las unidades productivas en los países miembros y en los países vecinos.

El Mercosur constituye la iniciativa más exitosa de integración profunda y amplia que jamás se haya emprendido en América del Sur. En los más de veinte años de progreso desde el Tratado de Asunción, logró incorporar la expansión sustentada del comercio a las dimensiones económica, social y ciudadana, consagrando un proyecto común de prosperidad compartida en la región.

En lo que se refiere a la reducción de las asimetrías entre los países miembros, el Mercosur dispone, desde el 2007, del Fondo para la Convergencia Estructural (Focem) –único mecanismo regional de financiamiento de América Latina con recursos íntegramente donados–, sin necesidad de pago de intereses o reembolso del capital principal. Los proyectos sometidos a consideración del Fondo deben fomentar la convergencia estructural, la competitividad o la cohesión social, en particular de las economías menores y regiones menos desarrolladas, y apoyar el funcionamiento de la estructura institucional y el fortalecimiento del proceso de integración.

Desde que comenzó a funcionar, se aprobaron 43 proyectos en un total de USD 1,38 mil millón (USD 961,8 millones pertenecientes al Focem). A ejemplo del Focem, la Alianza del Pacífico tiene la intención de constituir un Fondo de Cooperación –con un valor anunciado de USD 1 millón–, de los cuales corresponden aportes de USD 250.000 a cada país miembro.

La importancia del Mercosur para la región se observa, además, en la participación de la sociedad civil en el progreso de la integración. Desde el 2006, paralelamente a las Cumbres de Jefes de Estado, se realizan las Cumbres Sociales del Mercosur. La XIV Cumbre Social, realizada en Brasilia, en diciembre pasado, tuvo como temas principales la libre circulación de personas y el reconocimiento de diplomas escolares, inclusive universitarios, objetivos que constan en el Plan de Acción para el Estatuto de la Ciudadanía del Mercosur.

En lo que atañe a la libre circulación de personas, están vigentes en el Mercosur Acuerdos de Residencia, Acuerdo de Seguridad Social y el Estatuto de la Ciudadanía.

Todos estos avances reales y concretos en la construcción de un proyecto de integración profunda y multifuncional despiertan el interés no solamente de los Estados Asociados al Mercosur, sino también suscitan la aproximación de los demás países de América del Sur –por medio de adhesión formal (Venezuela y Bolivia)–, incorporación a acuerdos originados en el ámbito del Mercosur (Chile, Perú, Ecuador, Guyana y Surinam) y estrechamiento de las relaciones económicas y comerciales (Colombia).

Con Venezuela, el Mercosur pasó a integrar un área que representa en el 2012 cerca del 80% del PIB regional, 72% del territorio, 70% de la población, 58% de los ingresos de inversión extranjera directa y 65% del comercio exterior de América del Sur.

Estos números serán aún más significativos cuando se concluyan los procesos por los cuales Bolivia y Ecuador se conviertan en miembros plenos del bloque. La culminación exitosa, en Montevideo, el pasado día 11 de julio, de las negociaciones para el efectivo ingreso de Guyana y Surinam en la condición de países asociados también da fe del vigor del Mercosur.

El Mercosur constituye la iniciativa más exitosa de integración profunda y amplia que jamás se haya emprendido en América del Sur. En los más de veinte años de progreso desde el Tratado de Asunción, logró incorporar la expansión sustentada del comercio a las dimensiones económica, social y ciudadana, consagrando un proyecto común de prosperidad compartida en la región.

 

(*) Embajador del Brasil ante la ALADI y el Mercosur.

FUENTE: ULTIMAHORA.COM

 

]]>
hola@fundamentar.com (RUY PEREIRA (*)) Opinión Sun, 08 Sep 2013 10:33:23 -0300
Ecuador no Integrará la Alianza del Pacífico Mientras Correa sea Presidente https://fundamentar.com/internacional/item/2469-ecuador-no-integrara-la-alianza-del-pacifico-mientras-correa-sea-presidente https://fundamentar.com/internacional/item/2469-ecuador-no-integrara-la-alianza-del-pacifico-mientras-correa-sea-presidente Ecuador no Integrará la Alianza del Pacífico Mientras Correa sea Presidente

El presidente ecuatoriano Rafael Correa aseguró que mientras él esté en el poder, Ecuador jamás será parte de la Alianza del Pacífico, que busca crear un área de libre comercio

"Mientras yo sea presidente, Ecuador no entrará en ninguna de estas aventuras", declaró el gobernante en una rueda de prensa con ocasión de la visita de su homólogo de Bolivia, Evo Morales, a Quito.

Correa, quien se opuso a suscribir acuerdos de libre comercio con EE.UU. y la Unión Europea (UE), desestimó que su país vaya a formar parte del nuevo bloque solo por estar en el Pacífico.

"Yo entraré a la Alianza del Pacífico (integrada por Chile, Perú, Colombia y México) cuando Alaska y Siberia tengan también un tratado porque están cerquita los dos", ironizó el mandatario.

Según el jefe de Estado, "el Socialismo del Siglo XXI" ha demostrado ser lo más adecuado para Latinoamérica "porque el socialismo se puede sintetizar en dos palabras mágicas: justicia social, y eso es lo que más necesita nuestra América, no necesita competencia, necesita cooperación, planificación y justicia".

 

FUENTE: RT

]]>
hola@fundamentar.com (Luciano Herrero) Internacional Wed, 24 Jul 2013 13:11:07 -0300
El Sueño Bolivariano de Brasil https://fundamentar.com/internacional/item/2239-el-sueno-bolivariano-de-brasil https://fundamentar.com/internacional/item/2239-el-sueno-bolivariano-de-brasil El Sueño Bolivariano de Brasil

Patrones, sindicalistas, movimientos sociales, altos funcionarios… En Brasil, como en el resto de América del Sur, el proyecto de integración regional cuenta con un respaldo unánime, o casi. La emancipación de la tutela estadounidense es uno de sus objetivos centrales. Aunque podría facilitar la emergencia de una nueva hegemonía, en este caso regional. 

Apriori, todo los opone. João Paulo Rodrigues milita desde su más tierna infancia en el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil. Rubens Barbosa, embajador de su país en Londres y luego, entre 1994 y 2004, en Washington, pone su red de contactos al servicio de las empresas. El primero nos citó en una pequeña casa discreta de un barrio residencial de San Pablo. Ni carteles, ni banderas rojas, un simple timbre anónimo. El segundo decidió instalar su oficina en la muy chic avenida Brigadeiro Faria Lima, donde zumban los helicópteros que conducen de un rascacielos a otro a los siempre apurados directivos de empresas. Cuando nos encontramos con él, el dirigente del MST termina una sesión de formación militante. El ex diplomático, por su parte, “logró escaparse algunos instantes” entre dos llamados de clientes que, según un testigo indiscreto, parecen querer conocer –¿un poco antes que el resto?– las modalidades de una licitación del gobierno.

Sin duda, estos dos hombres no se parecen en nada. No obstante, en ciertas ocasiones sus comentarios se hacen eco uno del otro. Cuando menciona el proyecto político de su organización, “la sustitución del neoliberalismo por un sistema económico más solidario”, Rodrigues identifica una urgencia: la integración regional. Por su parte, el embajador Barbosa sueña con que su país “transforme su geografía en realidad política”. Ahora bien, América Latina constituye, según él, “el patio trasero de Brasil, el espacio natural de expansión de sus empresas”. Mientras manipula maquinalmente una pequeña caja que representa una jauría de perros de trineo, coronada por el eslogan “Cuando no sos el primero, la vista es monótona”, el ex embajador también define una prioridad: “Defender nuestros propios intereses –dice– y reforzar el proceso de integración regional”.


Antiimperialismo


Desde el sueño de unidad del libertador Simón Bolívar (1783-1830), muchas iniciativas intentaron promover la colaboración de los países latinoamericanos, su integración en un conjunto más vasto, de contornos variables según los objetivos: luchas por la independencia en el siglo XIX, industrialización de la región después de la Segunda Guerra Mundial (véase “Los archivos de Le Monde diplomatique”), alineamiento neoliberal durante los años 90…

Aunque hoy la misma ambición los reúna, Rodrigues y Barbosa negarían cualquier alianza política. Y, sin duda, no mentirían. “Es la especificidad del proceso de integración que promueve hoy Brasil –explica Armando Boito Júnior, profesor de Ciencia Política en la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp)–. Se trata de un proyecto impulsado por fuerzas políticas antagónicas, con intereses contradictorios. Pero, por ahora, las agendas de unos y otros se muestran compatibles, incluso convergentes.” Por ahora…

Primer punto de acuerdo: el rechazo a ingresar en la órbita estadounidense. Sin embargo, durante los años 90, la idea parecía convencer a la elite. El presidente Fernando Henrique Cardoso (1994-2002) no escatimó esfuerzos a su país para tratar de alcanzar el sueño de Washington: el de una inmensa Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), desde Alaska a Tierra del Fuego. Pero su frenesí liberal molestó a la franja industrial de la burguesía. Sus políticas de apertura del mercado brasileño llenaron al país de importaciones, precipitando la quiebra (o el rescate) de cientos de empresas. Un proceso de desnacionalización lo suficientemente audaz como para azorar hasta a la muy liberal revista Veja, que concluyó: “La historia del capitalismo pocas veces vio una transferencia de control tan intensa, en un período tan corto”.

Mientras el sector financiero prosperaba, la poderosa Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP) se endureció. En 2002, realizó un estudio que analizaba el impacto del ALCA sobre la economía brasileña. Éste confirmó “lo que muchos empresarios temían”: un acuerdo de libre comercio continental acarrearía “más riesgos que ventajas a la economía brasileña”. Ese año, para las elecciones presidenciales, los industriales apoyaron a un antiguo obrero metalúrgico, Luiz Inácio Lula da Silva que, desde su llegada al Palacio del Planalto, puso trabas a las negociaciones con Washington. En 2005, durante las manifestaciones que celebraron el entierro del ALCA, la FIESP se mostró discreta. Pero no deja de ser cierto que tuvo su parte de responsabilidad.

Lejos de las fronteras brasileñas, la opción librecambista buscó una segunda vía. Especialmente en el marco de la Alianza para el Pacífico, firmada en junio de 2012 por Chile, Perú, Colombia y México y detrás de la cual Valter Pomar, dirigente de la Articulación de Izquierda, una tendencia interna del Partido de los Trabajadores (PT), ve la mano de Washington: “No cabe la menor duda”. Todos los países involucrados ya firmaron acuerdos de libre comercio con Estados Unidos.

Pero en los salones de Brasilia y en la Bolsa de San Pablo, la crisis llamada “de 2008” contribuyó a calmar la fiebre neoliberal. Hoy hay que dirigirse al círculo más cercano al ex presidente Cardoso, siempre muy influyente, o golpear la puerta de un gran banco como el HSBC, para escuchar a un poeta (del mercado) celebrar, con ojos soñadores, el acercamiento de México y Washington: “Estados Unidos es un poco como el Sol, y México como un planeta que gira alrededor del astro central”. Una órbita que le costó a la población mexicana 6,7 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) en 2009 –realidad que ni siquiera desconoce la formación de Cardoso, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB)–.

“Existen otras maneras de encarar la integración regional –estima Rodrigues–. Por ejemplo la que defiende el MST a través del ALBA”, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América promovida por Venezuela, a la que Brasil nunca adhirió. Una integración basada en la solidaridad más que en la competencia, y orientada hacia la búsqueda de un “socialismo del siglo XXI”. “Pero esta visión sigue siendo muy minoritaria en Brasil –admite Rodrigues–. A pesar de las quejas de un puñado de iluminados de extrema izquierda que estiman que sin las ‘traiciones’ del PT el socialismo llegaría mañana, la lucha por una transformación social radical dispone aquí de una base social relativamente reducida”. El día anterior, los estudiantes chilenos habían juntado seiscientas mil personas en las calles de Santiago: “¡La última vez que hicimos algo parecido en Brasil fue en Carnaval!”, dice Rodrigues.

De allí la necesidad para el MST de identificar los vínculos políticos entre su propio proyecto y el modelo de integración hegemónica en el país, aprovechando las contradicciones que atraviesan a este último. “Son muchas –sonríe Rodrigues, antes de enumerar los integrantes de un frente heteróclito–: el gobierno y sus aliados, algunos sectores industriales, empresas multinacionales, altos funcionarios y también amplios sectores de la clase obrera, particularmente a través de las grandes centrales sindicales.” En suma, una versión moderna del consenso “fordista”, al servicio de un proyecto geopolítico regional.

Primer ingrediente de este cóctel: la búsqueda de autonomía. Samuel Pinheiro Guimarães, ex secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores, luego ministro de Asuntos Estratégicos del presidente Lula da Silva (2003-2010), figura entre los intelectuales brasileños más reconocidos. Lo que quizás explique que, en 2009, se le haya confiado la redacción del “Plan Brasil 2022”, que fija los objetivos estratégicos del país de aquí al Bicentenario de su Independencia.

Este diplomático de casi 75 años ya no se vale de estereotipos. “¿Cuál es, para usted, el interés de Francia o Alemania de integrarse con un país como Malta?”, pregunta el 9 de abril de 2013, algunos instantes antes de partir hacia Caracas para observar un escrutinio presidencial que estima “crucial para el futuro de la integración regional”. “¡Ninguno! A excepción de que se trata de un país soberano y que, como tal, Malta dispone de un voto en las instituciones internacionales.” En momentos en que en el mundo se constituyen grandes bloques, “Brasil debe, a su vez, proceder como los otros” y crear “su” región. No América “Latina”, ya que México y América Central “votan con Washington”; la del Sur, que debe volverse “el eje central de nuestra estrategia de rechazo a toda sumisión a los intereses de Estados Unidos”.

El antiimperialismo de las fracciones más progresistas de la alta función pública brasileña coincide con el de Pomar. Independientemente de las convicciones políticas de sus promotores, una dinámica que saque partido de esta retórica hostil a Estados Unidos podría, según él, servir para avanzar hacia la transformación social: “Todos los procesos de construcción de un campo socialista en América Latina chocaron con dos obstáculos: el poder de la burguesía interna y el de la Casa Blanca. Ciertamente, la integración defendida por Brasil no elimina la injerencia exterior, pero reduce su impacto, permitiendo así a dinámicas nacionales seguir su curso de manera más autónoma”. Las firmes tomas de posición de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) –nacida en 2008– contribuyeron, sin duda, a enfriar las ambiciones de los golpistas bolivianos y ecuatorianos en 2008 y 2010. Y, mientras que la oposición venezolana y Washington ponían en duda la elección de Nicolás Maduro, la organización prestó su apoyo al delfín de Hugo Chávez. “Antes, estas cuestiones se resolvían en la Organización de los Estados Americanos (OEA). Vale decir: en la Casa Blanca”, suelta Pinheiro Guimarães. Quizás un poco irritado, el secretario de Estado estadounidense John Kerry sugirió recientemente que América Latina era claramente un “patio trasero”, pero el de Estados Unidos.

Según la estrategia de Pomar, entre dos ataques del águila imperialista, no quedaría más que confrontarse al segundo obstáculo: la burguesía interna. Pero, concede de buena gana, esta batalla deberá ser postergada, sin duda, para más tarde.


Los “campeones nacionales”


Privilegiados por la riqueza de su subsuelo, y en condiciones de recuperar el control de sus recursos naturales, los diferentes países de la región se esfuerzan para diversificar sus economías y reforzar sus aparatos productivos. Así, Maduro se lamentaba durante la reciente campaña presidencial en Venezuela: “Nuestro país no dispone de una verdadera burguesía nacional”. Caracterizados por su comportamiento rentista, “los sectores que se consagran a la actividad económica son extremadamente dependientes del capital estadounidense”. Maduro lanzó entonces un “llamado” a toda fuerza capaz de ayudar al país “a echar las bases de una economía productiva”. Aunque se dirigía al “sector privado nacionalista”, esperaba sin duda que su botella al mar fuera a parar a una costa brasileña: los industriales son considerados allí más “progresistas”.

Pues, lejos de desvanecerse con Lula da Silva en el poder, la alianza entre el PT, las grandes centrales sindicales y la patronal industrial se perpetuó a través de una actualización de la tradición “desarrollista” del Estado brasileño. En un contexto internacional caracterizado por la incapacidad de los dirigentes para plantear otras respuestas a la crisis del liberalismo que no impliquen una profundización de las reformas liberales, la aparición de un programa que apunta a desarrollar el mercado interno a través del pleno empleo, la suba de salarios, los programas sociales y el relanzamiento de la producción (en detrimento de la especulación) constituye probablemente una de las opciones más revolucionarias que el planeta conozca en la hora actual...

Sin contentarse del todo, muchos militantes de izquierda observan: “Sigo creyendo que hay que luchar para alcanzar el socialismo –explica Artur Henrique, ex presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT) y artífice de la alianza ‘neodesarrollista’–. Pero no formo parte de los que creen que el socialismo llegará el próximo domingo, después de la misa de la tarde. No, quiero cambiar las cosas, pero soy consciente del contexto en el que trabajamos. A nivel regional, lo que tratamos de hacer es abandonar el neoliberalismo, pero sin creer que estamos en condiciones de acabar con el capitalismo. Tratamos más bien de promover una versión regional, no nacional. Es decir, un capitalismo que tome en cuenta las necesidades de los otros países de América del Sur”.

¿Caracas necesita un subterráneo? Podrá contar con la empresa brasileña Odebrecht y con un ventajoso financiamiento de Brasilia. ¿En Venezuela hay escasez de productos alimentarios? Los industriales brasileños se encargarán de aprovisionarla: ya proveen a su vecino del Norte casi todo el pollo que consume. El comercio entre ambos países se multiplicó por ocho desde la llegada de Chávez al poder, en 1999.

“Para nosotros, América del Sur constituye el mercado más importante del mundo – explica Carlos Cavalcanti, de la FIESP, cuyas cuerdas vocales descienden una octava para remarcar la naturaleza superlativa de su comentario–. Todavía somos competitivos en relación con los productos chinos, y es una región hacia la cual exportamos una gran mayoría de productos manufacturados.” Estos últimos representan el 83% de las exportaciones hacia América Latina contra el 5% de las exportaciones con destino a China. Además en un contexto de desaceleración económica general, el envío de mercaderías hacia los vecinos cercanos saltó de 7.500 millones de dólares en 2002 a más de 35.000 millones en 2010. Mientras se alisa el cabello con una mano, Cavalcanti observa satisfecho: “Los países de la región adoptan políticas de aumento del ingreso de sus poblaciones. Para nosotros, son mercados en crecimiento”. Nadie sugirió jamás que antiimperialismo y buenos negocios fueran incompatibles: en un documento de 2012, la FIESP describió el proceso de integración sudamericana como una “ruptura” en una historia de “cinco siglos” marcada por la “sumisión de nuestros intereses nacionales a las potencias mundiales dominantes”.

Pero es en el área de las infraestructuras donde encajan con mayor armonía las exigencias de desarrollo industrial de la región, de refuerzo de su autonomía geopolítica y de expansión del capital brasileño.

El 30 de octubre de 2012, UNASUR definía los recursos naturales como “eje dinámico en la estrategia de integración y en la unidad de [sus] países”. Esta misma lógica había justificado un poco antes la “continuación del trabajo de la IIRSA”. ¿IIRSA? La Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana, una serie de grandes ejes viales, ferroviarios y fluviales que atraviesan el subcontinente de Este a Oeste y de Norte a Sur. Soñado por Cardoso en 2000, como una etapa en el camino que conduciría al gran mercado “libre” de las Américas, el proyecto no había convencido a Chávez. En 2006, en una reunión de los jefes de Estado de la región, el difunto presidente venezolano denunciaba su “lógica neocolonial”.

Pero, de las raíces neoliberales de la IIRSA a las promesas de la UNASUR, “las cosas han cambiado”, aseguran en coro la mayoría de nuestros interlocutores. No se trata ya de crear “una sola economía” sudamericana, sino de trabajar por el “desarrollo interno”, la “sustentabilidad ambiental”, en resumen, concebir las infraestructuras “como un instrumento de inclusión social”, promete María Emma Mejía, la secretaria (colombiana) de la UNASUR entre mayo de 2011 y junio de 2012.

En la región, las necesidades en infraestructura son inmensas. Para tratar de calmar las críticas de los ecologistas, el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera promete que la explotación de los recursos naturales permitirá industrializar el país. Es cierto que la debilidad del equipamiento tecnológico amenaza con desmentirlo. Al igual que Perú, Venezuela debe equiparse de nuevas redes portuarias o viales. En Brasil, la producción de cereales creció cerca del 220% entre 1992 y 2012, pero las redes viales y férreas no evolucionaron ni un ápice. Resultado: en abril último, la ruta BR 364, que lleva a la terminal ferroviaria que comunica con el puerto de Santos, tuvo un embotellamiento de camiones que se extendió por más de cien kilómetros y generó un retraso de sesenta días en el exportación de la producción. “Nuestro agrobusiness se beneficiaría con el acceso al litoral Pacífico –observa el embajador Barbosa, recordando que el país no dispone de uno naturalmente–. Después de todo, China es hoy nuestro primer socio comercial”. Sin contar que las empresas brasileñas desean también tierras más allá de las fronteras de su país.

Concebida en un contexto de idolatría liberal, la IIRSA confiaba el financiamiento de sus obras a los mercados, como también al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Un fracaso, admite el millonario argentino Eduardo Eurnekian: “No pienso ni por un segundo que los empresarios deban encargarse de conectar a los países entre sí”. En ese nivel, la responsabilidad de hacer concluir las obras corresponde “a los Estados, no al sector privado”.

El mensaje pasó. Hoy, la integración física de la región puede contar con gran cantidad de financiamientos nacionales. De hecho, Brasilia dispone del Banco de Desarrollo más rico del mundo: el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). En 2010, prestó más de 100.000 millones de dólares, contra 15.000 millones del BID y 40.000 millones del Banco Mundial. Un detalle: sus estatutos solo lo autorizan a financiar a las empresas brasileñas. Una suerte para Odebrecht, Camargo Corrêa, etc., los “campeones nacionales” que el país quiere promover.

En las oficinas de estas multinacionales de la construcción, sin duda se aplaudió la adopción por parte de la UNASUR, en noviembre de 2011, de la primera Agenda de Proyectos prioritarios de Integración (API). Ésta prevé la construcción de 1.500 kilómetros de gasoductos, 3.490 kilómetros de vías fluviales, 5.142 kilómetros de rutas y 9.739 kilómetros de vías férreas. Una inversión de más de 21.000 millones de dólares para los proyectos prioritarios y de 116.000 millones de dólares en total.


Pase de testigo


Entre los vecinos, los sentimientos están más divididos. El 22 de abril de 2013, durante el primer encuentro de la organización de los “Estados latinoamericanos afectados por Intereses Transnacionales”, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, República Dominicana, San Vicente y Granadina, así como Venezuela, denunciaron el poder económico de “algunas empresas”, que amenazaría la soberanía de “algunos Estados”. A pesar de lo impreciso de la formulación, las miradas apuntaron en la misma dirección.

Para el intelectual uruguayo Raúl Zibechi, la integración que promueve Brasilia podría resumirse en un pase de testigo: un capital llegado del “Norte” habría cedido el lugar a otro sito en el “Sur”. “Los ingleses construyeron las primeras líneas de ferrocarril para exportar minerales y Estados Unidos deseó la ruta Cochabamba-Santa Cruz […]. Ahora, Brasil impulsa sus propios corredores de integración”.

Pinheiro Guimarães presenta las cosas de otra manera. Según él, el problema es sobre todo geográfico: en América del Sur, Brasil representa la mitad del territorio, de la población y de la riqueza producida cada año. En 2011, el PIB del país era cinco veces superior al de Argentina, el segundo país más próspero de la región. Y cien veces superior al de Bolivia. “Y además, algunas capitales de América del Sur sólo recientemente introdujeron el impuesto a las ganancias. Solas no disponen de recursos necesarios para poner en marcha su desarrollo”. Conviene pues “ayudarlas”.

¿Explotación o solidaridad? Las opciones parecen coexistir, tanto en el plano regional como dentro de un poder brasileño que ambiciona “reconciliar” sindicatos y patronal. ¿Hasta cuándo?

El 1 de abril pasado, Pinheiro Guimarães ilustraba la solidaridad regional con un ejemplo: “Bajo el gobierno de Lula, pasó algo extraordinario: una subvención brasileña permitió lanzar la construcción de una línea de transmisión eléctrica entre la usina hidroeléctrica paraguaya de Itaipú y Asunción”, poniendo término así a los cortes de corriente que sufría la capital paraguaya.

Dos días más tarde, los patrones de San Pablo sacaban otras conclusiones del mismo acontecimiento: “Las industrias nacionales intensivas en mano de obra, como la textil o la confección, mejorarían su competitividad frente a sus competidores asiáticos en el mercado interno brasileño si deslocalizaran una parte de su línea de producción hacia Paraguay, [donde] los costos salariales son inferiores en un 35%”.

 

 

* Jefe de redacción adjunto de Le Monde diplomatique, París.

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Rafael Pansa

FUENTE: ElDiplo

]]>
hola@fundamentar.com (RENAUD LAMBERT*) Internacional Mon, 17 Jun 2013 22:15:49 -0300
La Alianza del Pacífico Busca el Desarme Arancelario https://fundamentar.com/internacional/item/2125-la-alianza-del-pacifico-busca-el-desarme-arancelario https://fundamentar.com/internacional/item/2125-la-alianza-del-pacifico-busca-el-desarme-arancelario La Alianza del Pacífico Busca el Desarme Arancelario

Los mandatarios reunidos en Cali abren la puerta a la adhesión de Costa Rica al nuevo bloque comercial

Los socios fundadores de la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, Colombia y México) han acordado en la cumbre de Cali (Colombia) darse hasta el 30 de junio para acordar los detalles del desarme arancelario, que debe afectar en una primera fase al 90% del comercio entre los cuatro socios.

El colombiano Juan Manuel Santos, anfitrión de la cumbre, fue el más optimista, al dar por sentado que a partir de julio más de la mitad de los productos tendrán arancel cero, mientras que el chileno Sebastián Piñera matizó que los próximos 37 días servirán para “afinar” el acuerdo, concretando la lista de productos excluidos, y el mexicano Enrique Peña Nieto indicó que no hay plazo para cumplir los trámites internos de ratificación del acuerdo. El propio Santos tuvo que calmar la inquietud de los agricultores y ganaderos de su país al asegurar que el desarme arancelario en ningún caso será “más rápido” ni “más agresivo” que lo ya previsto en acuerdos con terceros países. El horizonte final será, en todo caso, la eliminación de todas las barreras, incluidas las fitosanitarias.

La cumbre sirvió para dar un impulso a este ambicioso proceso de integración regional y no solo en el área del comercio. Los mandatarios acordaron crear un visado único de turismo con validez para los cuatro países y realizar campañas conjuntas de promoción turística. También estuvieron de acuerdo en compartir embajadas (la primeras serán Ghana y Singapur) y ampliar la red de oficinas comerciales conjuntas. Entre la batería de acuerdos figura la creación de un fondo de cooperación o el lanzamiento de una segunda convocatoria de becas para los estudiantes de los cuatro países. De la cumbre salió también el compromiso de promover mecanismos de intercambio de información fiscal para luchar contra la corrupción y la evasión de impuestos.

Mientras avanza en la integración, se abre la puerta a nuevos socios. El primero será Costa Rica, con quien se ha acordado abrir conversaciones formales de adhesión, después de que su presidenta, Laura Chinchilla, firmara el miércoles un acuerdo de libre comercio con Santos, lo que era requisito previo. La lista de países observadores se ha ampliado con Francia, Portugal, Ecuador, El Salvador, Honduras, Paraguay y República Dominicana; lo que eleva a 16 los países que tienen tal condición. Los mandatarios se felicitaron del acercamiento de Quito, formalmente encuadrada en el eje bolivariano, en las antípodas ideológicas de la Alianza. Humala, a quien inicialmente se suponía próximo al ALBA, aseguró que se siente “cómodo” en la alianza, aunque busca relaciones amistosas con todos los países de la región.

La cumbre ha servido para que los presidentes aborden disputas bilaterales, como la que enfrenta a Perú y Chile por el límite de sus aguas y que ha llegado al Tribunal de La Haya. Santos no quiso revelar si había hablado con Mariano Rajoy sobre el secuestro de una pareja española en la región colombiana de La Guajira y se limitó a señalar que “desde el principio” las autoridades de su país se mantienen en permanente contacto con las españolas “de forma discreta y prudente”.

 

 

 

 

EDICIÓN Y RELEVAMIENTO: Rafael Pansa

FUENTE: ElPaís

]]>
hola@fundamentar.com (Fundamentar) Internacional Fri, 24 May 2013 16:52:06 -0300