Maia, que apoya a Temer y respaldó el impeachment a Dilma Rousseff, fue elegido tras la renuncia la semana pasada del polémico legislador Eduardo Cunha, principal arquitecto del proceso de destitución contra la presidenta suspendida.

Temer evitó celebrar de manera directa la victoria de Maia, aunque conmemoró la “armonía interna” y la “distensión” que se ha respirado en el Congreso tras la salida de Cunha, quien lucha por mantener su banca. “Tendremos más armonía, lo que será muy útil para el Ejecutivo. Particularmente en el caso del Ejecutivo es necesario tener el apoyo del Legislativo, sin él es difícil gobernar”, aseguró Temer. Maia se impuso en una segunda y definitiva votación por 285 votos a 170 a Rogério Rosso, del Partido Social Democrático (PSD). Rosso fue apoyado por Cunha, acusado de beneficiarse de la red de corrupción enquistada en la petrolera estatal Petrobras.

Maia será el primero en la línea de sucesión de Temer. “Acompañé con mucho cuidado, mucho interés y verifiqué una cosa curiosa: hemos pedido la pacificación y la armonía entre los Poderes y asistimos ayer una armonía interna, una distensión”, señaló Temer. Agregó que esa “distensión que está viviendo Brasil quedó reflejada en el momento en el que Maia y Rosso se abrazaron tras concluir la votación”.

FUENTE: Nodal