Viernes, 30 Junio 2017 14:54

Duelo y Paro en la Anses Después de la Tragedia

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Un jubilado se suicidó en una sede marplatense y los trabajadores denunciaron las políticas de ajuste del sector. El hombre, de 91 años, dijo que estaba “cansado de luchar” y se disparó dentro del edificio en medio de la gente. Los gremios denunciaron que la política oficial “atenta contra la vida de los jubilados”. “No queremos ser cómplices”, dijeron y convocaron a una medida de fuerza para hoy.

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Un jubilado de 91 años se suicidó en una sede de Anses en Mar del Plata, luego de concurrir a la sucursal para realizar un cambio de domicilio. Rodolfo Oscar Estivill había llegado a la agencia estatal a las diez de la mañana junto a sus dos sobrinas para cambiar la dirección de cobro. Antes de irse, les pidió a ellas que esperaran en la entrada porque “conocía a alguien del primer piso” que ayudaría. Al bajar de las escaleras, sacó un arma, dijo estar “cansado de luchar” y se disparó ante la mirada de empleados y vecinos que realizaban diligencias. Los tres gremios que agrupan trabajadores de la Anses decretaran un paro nacional por 24 horas. “Las políticas de este Gobierno atentan tanto a la vida de los jubilados como a las condiciones de los trabajadores y trabajadoras”, declararon en conjunto. Anoche, decenas de marplatenses se reunieron en la puerta de esa sede, en avenida Independencia y San Lorenzo, para protestar por el recorte a jubilados.

Sandra Mayol entró, como todos los días hace 30 años, a las siete y media de la mañana a la Oficina de Atención Integral (UDAI) de la Anses de la avenida Independencia 3151, en la ciudad de Mar del Plata. Saludó a sus compañeros, se sentó y esperó media hora para el comienzo de la atención al público. “Era una día normal, gente que venía a acreditar certificados para que no le quiten la pensión, otros que cobraban jubilaciones y algunas consultas. Es decir, un día más en la oficina”, relató la empleada a PáginaI12. Dos horas después de la apertura de la sede, Nora Leydet y Valeria Cabral llegaron al local en compañía de su tío Rodolfo Estivill. El martes pasado, explicaron las sobrinas, llegaron a la ciudad para ayudar con la mudanza de su tío. “Era algo decidido. Él se venía a vivir a Capital con nosotras”, comentaron. La visita a la oficina de la Anses se enmarcaba en ese plan ya que necesitaban que hiciera tanto el cambio de domicilio como el de entidad bancaria y, así, cobrar la jubilación en la Ciudad de Buenos Aires. “Averiguamos el cambio pero como no pudimos completar el trámite le dijimos que lo mejor era irnos. El (Estivill) nos dijo que esperemos en la puerta, que conocía a alguien en el primer piso que lo podía ayudar. Después, sólo escuchamos el disparo”, explicó Cabral.

A diferencia de las sobrinas, Mayol, empleada hace 30 años en Anses, recuerda toda la secuencia dentro de la sede. “Lo vi justo bajar de la escalera, con una angustia increíble. Él soltó su bastón y le pidió atención a todos los que estaban ahí”, sostuvo Mayol. El jubilado aseguró no aguantar la situación y sacó el arma (calibre 38) de su gamulán beige. Mientras él movía su mano apuntando a toda la sala, empleados y personas que aguardaban ser atendidos comenzaron a correr y a tirarse al piso. Otros, como se observa en un video rápidamente viralizado, le exclamaron a Estivill que no lo hiciera. El jubilado giró su mano, apuntó a su cabeza. “Estoy cansado de luchar”, gritó y disparó su arma.

“Algunos compañeros se dieron cuenta de que respiraba y llamaron a la ambulancia”, dijo Mayol. Al escuchar el disparo, sus dos sobrinas se acercaron a la escalera para comprobar si era su tío la persona baleada. Luego de cinco minutos, la ambulancia llegó y Estivill fue trasladado al Hospital Interzonal General de Agudos, donde falleció al mediodía. “La decisión fue puramente personal. Él nunca no nos advirtió nada”, comentó su sobrina. Estivill vivía solo en Mar del Plata y había quedado viudo hace varios años. “Cuando falleció su último amigo hace un mes, no tenía a nadie más. Por eso mismo iba a venir a Buenos Aires”, cerró Leydet.

“Fue un caos total. Tuvimos que tirarnos al piso y muchos de los abuelos que estaban esperando se descompensaron y tuvieron que ser trasladados en ambulancias”, relató a PáginaI12 Ana López, otra empleada de la oficina.

Tras la muerte de Estivill, el director de la Anses, Emilio Basavilbaso, escribió en su cuenta personal de Twitter que “la situación afecta a todos” y agregó que lamentaba el “uso político” del suicidio del jubilado. A su vez, por medio de un comunicado oficial de la Anses, se confirmó que “la oficina no abrirá sus puertas este viernes y durante el lunes 3 de julio se llevará a cabo una jornada de contención para los empleados que presenciaron el hecho”. La jefa regional de la Agencia Nacional de Seguridad Social, Débora Spina, refirió que la escalera donde se suicidó el jubilado no está habilitada para hacer trámites. “No es común que la gente suba ahí. De hecho, personal de seguridad no le tendría que haber permitido el ingreso. Pero dijo que fue a saludar a alguien que conocía arriba”, comentó Spina.

“El suicidio de un jubilado de 91 años en una UDAI de Mar del Plata desnuda la triste realidad que atraviesan los jubilados y jubiladas de todo el país. Las políticas de este Gobierno atentan tanto a su vida como a las condiciones de los trabajadores y trabajadoras”, declararon en conjunto los tres gremios que tienen afiliados a trabajadores de la Anses, Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Asociación del Personal de los Organismos de Prevención Social (Apops) y Sindicato de Empleados de la ex Caja de Subsidios Familiares para el Personal de la Industria (Secasfpi). Los sindicatos decretaron un paro nacional para hoy: denuncian los recortes en jubilaciones, pensiones y en programas como Procrear y Progresar, y aseguran que el Gobierno “va a ir por más: elevar la edad jubilatoria, volver a las AFJP y desguazar todo el sistema de Seguridad Social Público”.

“Yo he escuchado abuelos decirme que si le quitaban la pensión se iban a matar. El grado de angustia que cargan los jubilados es increíble, pero lo peor de todo es la indiferencia dirigencial ante el ese dolor”, aseguró Mayol, quien también es delegada gremial de Apops en Mar del Plata. Leonardo Fabre, el titular del gremio, dijo que hay un “plan de exterminio” hacia los jubilados y hasta habló de “genocidio”.

“Este combinación de violencia y angustia que se vive día a día en la Anses, producto de las medidas actuales del gobierno, me hace recordar a los noventa, cuando los jubilados estaban totalmente desesperados”, dijo a este diario Carlos Ortega, secretario general del Secasfpi. También describió los desafíos que transitan actualmente los jubilados, pensionados y discapacitados para mantener sus beneficios: “Hay gente que viaja 200 kilómetros sólo para presentar una fecha de nacimiento o de defunción de su pareja. Acá se hizo todo al revés, en vez de revisar los casos que podrían ser dudosos, se les recortó a todos, sin hacer ninguna evaluación”, indicó Ortega y agregó que “estamos en un retroceso notable, similar a los años noventa cuando se crearon las AFJP. Esta gestión vacía el Fondo de Sustentabilidad con la simple excusa de que hay personas que no deben ser beneficiadas. Obviamente con estas revisiones injustas las personas se desesperan”.

Cuando cayó la noche en Mar del Plata, un centenar de vecinos se acercó a este local ubicado en la avenida Independencia, entre las calles San Lorenzo y Avellaneda, a unas pocas cuadras de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Las flores en homenaje a Estivill y los carteles de protesta contra el recorte a los jubilados se multiplicaban cada vez más: “El neoliberalismo mata”, “No a la suba de la edad jubilatoria”, “Los abuelos no somos descartables”, fueron algunos de los mensajes que dejaron los marplatenses.

 

FUENTE: Página 12

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