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Fundamentar - Noticias https://fundamentar.com Thu, 28 Mar 2024 13:23:47 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Justicia brasileña prorroga indagación contra Jair Bolsonaro https://fundamentar.com/internacional/item/6651-justicia-brasilena-prorroga-indagacion-contra-jair-bolsonaro https://fundamentar.com/internacional/item/6651-justicia-brasilena-prorroga-indagacion-contra-jair-bolsonaro Justicia brasileña prorroga indagación contra Jair Bolsonaro

Durante varios meses, la Comisión Parlamentaria investigó la gestión del Gobierno con la pandemia del coronavirus.

El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil comunicó este martes que se extienden por 60 días más la investigación contra el presidente Jair Bolsonaro, por posibles noticias falsas con relación a la administración de vacunas contra la Covid-19 difundidas por el mandatario durante el contexto epidemiológico.

De acuerdo con el Poder Judicial, el juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes decidió prorrogar la causa abierta por la Comisión Parlamentaria sobre la crisis del coronavirus ante la necesidad de proseguir las investigaciones, en los términos solicitados por la Policía Federal y la Ley interna del Tribunal Supremo.

Vale recordar que el jefe de Estado brasileño cometió decenas de trasgresiones, entre ellas las noticias falsas divulgadas que relacionaban el uso de las dosis anticovid con la probabilidad de contraer enfermedades de transmisión sexual como VIH/SIDA.

“Es una acción consciente y confesada, hay más de 200 videos adjuntos a los expedientes en los que el presidente de la República, de forma metódica, ensayada, preparada, organizada, utilizando las herramientas del Estado, hizo que los brasileños se protegieran menos”, señaló el senador Alessandro Vieira.

En este sentido, la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), asumió la investigación de caso contra el mandatario, indagando durante un período de seis meses sobre el desempeño del gobierno federal en la crisis sanitaria.

Así pues, la junta de 11 senadores verificó graves anomalías que la indujeron a enunciar nueve imputaciones contra el presidente Jair Bolsonaro, entre ellas, crimen contra la humanidad, violar las medidas de prevención sanitaria, genocidio contra los pueblos indígenas y remedios fraudulentos contra la enfermedad.

 

FUENTE: teleSUR

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Dana Vazquez

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Internacional Wed, 15 Jun 2022 10:39:39 -0300
Inocentes https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6585-inocentes https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6585-inocentes El Silencio de los Inocentes

Inocente, me has contado,
tu manera de sufrir.
Y no sabes, que conozco,
cómo te gusta vivir.

La Delio Valdez

Hasta el momento, el 2022 se ha presentado a los argentinos como un año de récords. Temperaturas extremas, casos de Covid que triplican los peores números de 2021 y una temporada turística que, a fuerza de Pre Viaje y cierto espíritu de época que nos impone “salgamos que se acaba el mundo”, contextualizan un escenario político que no pocos imaginaban de otra manera. Repasemos.

De cara a la última semana de enero, tres temas centralizan la atención de medios, analistas y la corporación política: la situación de la pandemia, el posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el escándalo por lo que muestra el video de la “Gestapo” que involucra a la ex gobernadora porteña, perdón bonaerense, María Eugenia Vidal (MEV).

La cuestión del Covid ha ganado, otra vez, una centralidad que nadie deseaba a estas alturas. Con alrededor del 80% de la población con esquema de vacunación completa (la envidia de no pocos países), y más allá de algunas estrategias comunicacionales erradas (como el concepto de plantear que nos empezábamos a dirigir hacia un escenario endémico, antes que pandémico), lo que paralelamente muestra cotidianamente el altísimo amesetamiento de casos, es el beneficio innegable de las vacunas que se desarrollaron a escala mundial.

Las autoridades gubernamentales (en sus tres niveles) apostaron a la vacunación como instrumento que permitiría una vuelta a cierta normalidad que se había perdido. Mientras estallan contagios a diestra y siniestra, nótese que la fortaleza de esa estrategia es lo que de alguna manera impuso cierto espíritu de que lo peor ya había pasado. Con un porcentaje de fallecidos diez veces menor que en la ola anterior (0,17% contra 2% de los casos confirmados), la coincidencia de las cepas Delta y Ómicron, conviven con una sociedad que parece dispuesta a pagar el costo que supone la masividad de contagios.

Mar Del Plata - Enero 2022 - Foto: Pablo Funes | @dronmardelplata
Mar Del Plata - Enero 2022 - Foto: Pablo Funes | @dronmardelplata

Atravesamos una temporada turística con niveles altísimos de ocupación hotelera. Más allá de los vaivenes del dólar y de las limitaciones para vacacionar en el exterior, todos los destinos nacionales, los tops y los no tanto, muestran una masividad pocas veces vista. Venimos de unas fiestas de fin de año con buenos niveles de venta y de recuperación económica que se distinguen, con un saldo a favor, de lo sucedido en 2019 y 2020.

Por todo ello es que ha desaparecido de la gran escena de la política nacional, la discusión sobre la responsabilidad gubernamental de la pandemia. Si todo el 2020 y buena parte del 2021 estuvieron signados por las diferencias de qué debía hacerse con las restricciones o no a la movilidad social, en este 2022, esas diferencias brillan por su ausencia. Más allá de la estupidez que supone la desproporcionada difusión que tienen los movimientos antivacunas en la Argentina, promovidas por un conjunto de medios que en algunos casos tienen los intereses cruzados a tal punto que, a la vez que sus dueños poseen acciones en prepagas y laboratorios, pagan enormes salarios a portavoces de la no vacunación; lo real y concreto es que la mirada ya no se pone sobre los dimes y diretes de los gobiernos.

Al igual que sucede con la obligatoriedad en niños y adolescentes, hemos naturalizado el proceso vacunatorio, sin tener del todo en cuenta lo que está ocurriendo en otras partes del globo. Punto para los gobiernos. Pero es indudable que eso que es virtud no alcanza, necesariamente, a transformarse en una demanda cumplida que les aporten beneficios políticos a los oficialismos.

Algo parecido le sucede a la administración de Alberto Fernández en su búsqueda de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. A lo largo del 2021, el gobierno puede mostrar unas cuantas variables con mejora notable en la macroeconomía: baja del desempleo, incremento sostenido de la actividad industrial, crecimiento anual del PBI que puede ser histórico y una reducción, no menor, del déficit. A la vez, el dólar con el supuesto atraso de la cotización oficial y la brecha con el paralelo, no dejan de ser un problema que ocupa una centralidad que para cualquier extranjero recién llegado y que no conozca a fondo la idiosincrasia argentina, le parecería un exceso.

Esos buenos números son, de alguna manera, lo que fortalece al gobierno en una negociación llena de obstáculos, y es lo que le permite suponer al FMI, con sus recetas de siempre, que el país tiene margen para un ajuste que solo cierto romanticismo liberal puede suponer como viable.

Hubo hasta ahora una doble situación que resulta evidente. Por un lado, un optimismo previo en los negociadores argentinos que venían planteando una supuesta comprensión del organismo, que no se ha reflejado en ninguna medida y que el acuerdo podía alcanzarse antes de fin de año.

Y, por otro lado, los negociadores internacionales que se imaginan inocentes del descalabro de la economía macrista. Más allá de las revisiones de lo hecho en 2018, de las declaraciones oficiales, la insistencia en la propuesta de un ajuste sobre determinadas áreas de la economía refleja, mas temprano que tarde, que ciertos corsets ideológicos son más fuertes que algunos arrepentimientos y lábiles autocríticas.

En esta semana que pasó, el gobierno argentino se esforzó por demostrar que el acuerdo ya no aplica en las oficinas del organismo, sino en la zona de Avenida Pensylvania al 1600, en Washington DC, sede de la Casa Blanca. Según lo que dejaron trascender las voces cercanas al Ministro de Relaciones Exteriores Santiago Cafiero, la reunión con Antony Blinken, Secretario de Estado de la administración que conduce Joe Biden, habría sido positiva. Veremos como se traduce ese buen clima en medidas que potencien un arreglo. Cada vez resulta más evidente que los técnicos tienen sus propios límites.

Y si hablamos de inocencia, arrepentimiento y autocríticas no deja de llamar la atención lo sucedido con la “Gestapo” de María Eugenia Vidal y asociados. Recordemos el caso: funcionarios vidalistas se reunieron con empresarios y espías de la Agencia Federal de Inteligencia en la sede capitalina del Banco Provincia para armar causas en contra de sindicalistas, más concretamente, Juan Pablo “Pata” Medina.

De lo que se desprende en el video, estamos ante una red de espionaje que demuestra, cuanto menos cuatro cosas: a) que nada de ello podía hacerse sin un guiño del Poder Judicial, b) que el Lawfare, otra vez, existió, c) que el gobierno de la ex gobernadora es responsable legal y político de lo que allí sucedía y d) que las propias autoridades bonaerenses eran espiadas por el organismo de inteligencia que conducían Gustavo Arribas y Silvia Madjalani con la anuencia, nuevamente, de un tal Mauricio Macri.

María Eugenia Vidal había intentado construir una carrera política donde aparecía como una “distinta”. Con un tono más parecido al de una maestra de nivel inicial antes que al de una dirigente que gobernaba un Estado en sí mismo como lo es la provincia de Buenos Aires, a su alrededor se intentó mostrar un aura de ciudadana comprometida que daba todo de sí, en virtud de que porteños y bonaerenses vivieran mejor: fue candidata (y ganó) en una jurisdicción donde no había descollado y construyó un relato donde supuestamente enfrentaba a mafias que la habrían llevado a vivir en un cuartel militar junto a su familia.

Pésima administradora, el resultado no pudo ser peor. Más allá de no desmontar una sola red de las que mantienen con vivitos y coleando a los mafiosos que viven en zonas exclusivas, que tienen doble vida y acceso al verdadero poder, en octubre de 2019 los bonaerenses le notificaron, haciéndole perder nada más y nada menos que 400.000 votos entre una elección ejecutiva y otra.

Hasta aquí las explicaciones de su acción gubernamental habían oscilado, de manera cómplice, entre el “no supo, no pudo, no la dejaron”. Subyace en esas justificaciones que no son nuevas en la Argentina (buena parte del radicalismo explica sus crisis gubernamentales terminales desde esa triada), una desvalorización del ciudadano en tanto persona que comprende los hechos políticos de su comunidad. Nada más alejado de la realidad. Ningún dirigente que se precie puede argumentar que “no lo dejan”. Si se enfrentan mafias, la lucha es descarnada y desigual. Tal vez y sólo tal vez, la vuelta a los cines que se anuncia para el mes de febrero para esa obra de arte llamada “El padrino”, pueda darles mayores datos a sus “voceros”, del verdadero poder de algunos delincuentes.

Las formas discursivas de MEV mostraban una candidez que no era tal. Y el delito cometido por sus funcionarios en el mismo edificio donde ella tenía sus oficinas, confirman que la inocencia vale para los 28 de diciembre, pero no para explicar cómo sucedieron las cosas en ciertas instancias del poder.

A partir de que el caso se hizo público, si algún desprevenido pretendía insistir sobre ese perfil vidalista ya no le alcanzará para conocer la realidad. Además, su respuesta, tres semanas después pareció tardía, errónea y condicionada políticamente. Al insistir sobre la idea del cuentapropismo afista, donde la conducción política de la central de inteligencia no habría sabido nada al respecto; da la peor explicación para la lógica del día a día de un dirigente político: que sus subalternos hacen cualquier cosa sin la más mínima conducción.

Quedan dos aseveraciones finales. La primera es que la explicación de que el video es ilegal porque no había orden de ningún juez que lo habilitara, podrá servir para el derrotero judicial, pero no para la justificación de cierta inocencia política. Y la segunda, que cualquier sueño político de MEV en el mediano plazo y que suponga el cruce de la General Paz, aparece vedado. Nada malo para sus potenciales adversarios en la interna del PRO primero y de Juntos por el Cambio después.

En la hermosa voz de Ivonne Guzmán, vocalista de la Delio Valdez, nos enteramos de la pretendida inocencia de un amor, que vive a contramano de lo que la otra parte pretende. En ese devenir, se reconoce más fuerte para no vivir de penurias e ilusiones que la alimenten. Algo parecido podríamos aplicar los argentinos: la historia de un organismo internacional de crédito que no ha cambiado un ápice y la ilusión frustrada del período 2015 – 2019, tal vez podrían mostrarnos el camino.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez(*)) Opinión Sun, 23 Jan 2022 12:50:15 -0300
Política Exterior. Destacados de la semana https://fundamentar.com/nacional/item/6545-politica-exterior-destacados-de-la-semana https://fundamentar.com/nacional/item/6545-politica-exterior-destacados-de-la-semana Política exterior argentina de la semana.

Te presentamos los hechos más importantes de esta semana de la política exterior argentina desde una mirada analítica.

Vacunas contra el Covid-19

El canciller Felipe Solá participó el jueves pasado del primer Foro Internacional sobre Cooperación en Vacunas contra el COVID-19. El evento fue organizado por la República Popular China y encabezado por el canciller chino Wang Yi. La iniciativa es parte de una propuesta presentada por el presidente Xi Jinping, quien dio el discurso de apertura del Foro, en ocasión de la Cumbre Global de Salud del G-20 celebrada en mayo, de la cual participó el presidente Alberto Fernández.

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1423326869798199296

En su intervención, el canciller afirmó que  la vacunación universal es la única alternativa capaz de minimizar los inmensos costos humanos y socioeconómicos que se proyectan para los próximos tiempos  y reafirmó la convicción de la Argentina de que las vacunas deben considerarse bienes públicos globales. Por eso, nuestro país apoya, en el ámbito de la OMC, la exención de los derechos de propiedad intelectual de vacunas, medicamentos y tecnologías relativas al COVID-19.

https://twitter.com/ChinaEmbArg/status/1423448897872175107

Además, luego de la llegada de 3.500.000 de dosis de la vacuna Moderna, debido a la donación realizada por Estados Unidos (en el marco de diversas donaciones a distintos países), el presidente Alberto Fernández envió a su homólogo estadounidense una carta de agradecimiento. 

https://twitter.com/alferdez/status/1423742494202908678

 

Reunión con el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos

El presidente Alberto Fernández recibió el viernes pasado al asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos Jake Sullivan, como parte de su gira que también incluyó a Brasil. "En su primer viaje a la región, Sullivan se reunirá con líderes de los principales países aliados en América, no pertenecientes a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)", detalló la representación diplomática al reproducir una declaración de la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), Emily Horne.

https://twitter.com/alferdez/status/1423764821565128706

El asesor mantuvo reuniones en Quinta de Olivos con Alberto Fernández, el canciller Felipe Solá, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el embajador en Estados Unidos, Jorge Arguello. En su agenda en el país está la discusión sobre el fortalecimiento de los lazos estratégicos con respecto a las prioridades bilaterales y regionales, incluida la recuperación pandémica, la cumbre climática regional, el crecimiento económico compartido y la seguridad en nuestro hemisferio y en todo el mundo.

https://twitter.com/felipe_sola/status/1423790713213497347

 

Cooperación de Argentina con América Central

Con la intención de dar seguimiento a diferentes proyectos de cooperación de la Argentina con países de América Central, el canciller Felipe Solá se reunió este lunes con una delegación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), encabezada por Susana Mirassou, con quien avanzó en las estrategias para ofrecer paquetes tecnológicos a esa región.

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1424866163125886984

Luego de la gira que realizó Jorge Neme hace dos semanas por Guatemala, El Salvador y Honduras, durante la cual mantuvo reuniones con altas autoridades políticas y económicas, se analizaron con el INTA las posibilidades concretas de brindar know how argentino y transferencia tecnológica, relacionadas con el desarrollo rural y la agricultura familiar, y orientados a pequeños y medianos productores. Las autoridades del INTA coincidieron con Solá y Neme en las oportunidades de complementación con dichos países y de mejoramiento de la productividad a través de siembra directa, tecnología en semillas, silobolsas, manejo de suelos, genética animal, biotecnología e ingeniería satelital, entre otros mecanismos. Consideraron también las oportunidades que se abren en la región para incrementar la presencia argentina de maquinaria agrícola, vehículos, alimentos y servicios.

 

Relaciones con Portugal

El canciller Felipe Solá mantuvo ayer una reunión de trabajo con el embajador de Portugal en Buenos Aires, José Frederico Viola de Drummond Ludovice, a quien le reiteró la invitación que formuló en su momento el presidente Alberto Fernández al primer ministro António Costa y al presidente Marcelo Rebelo de Sousa para que visiten la Argentina. El encuentro, desarrollado en la representación diplomática de Portugal, se produjo a días de conmemorarse los 200 años del reconocimiento de la República Portuguesa a la independencia de la Argentina.

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1425195412722442246

En el encuentro, el canciller Solá destacó la "hermandad" que une a ambos pueblos y los "profundos lazos que vinculan nuestras identidades, culturas y una visión en común del mundo", informó el Palacio San Martín en un comunicado. La agenda de temas que analizaron ambos funcionarios incluyó además las coincidencias en diversas cuestiones como la necesidad de profundizar la cooperación global para enfrentar la pandemia y sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas, impulsar el multilateralismo, y profundizar un trabajo global serio y concreto contra el cambio climático, según se indicó.

 

(*) Analista de Fundamentar.

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hola@fundamentar.com (Camila Elizabeth Hernández (*)) Argentina Wed, 11 Aug 2021 15:03:33 -0300
Resumen semanal https://fundamentar.com/internacional/item/6539-resumen-semanal https://fundamentar.com/internacional/item/6539-resumen-semanal Resumen semanal

Noticias internacionales destacadas de la semana del 24/07 al 30/07

Perú

El miércoles 28 de julio, en el marco de las celebraciones por la conmemoración del Bicentenario de la independencia del Perú, Pedro Castillo, presidente electo en las pasadas elecciones, docente y sindicalista nacido en la zona alto andina de Cajamarca, dio su primer mensaje a la nación. En el mismo, sostuvo: “(…) debemos dejar de lado las diferencias ideológicas, las posiciones políticas e intereses personales, para poder arrancar a nuestra patria de las graves crisis que la agobian (…) convocó a todos los hombres y las mujeres del Perú sin distingos de ninguna naturaleza, para decirles que ahora es el tiempo de la reconstrucción de la unidad nacional. Esta es una tarea que nos compromete a todos; lo haremos en democracia buscando la concertación nacional”.

https://www.youtube.com/watch?v=fhFCHCqH9O8

A la ceremonia de posesión asistieron Alberto Fernández, el rey Felipe VI de España, los presidentes de Bolivia, de Colombia, de Chile, y de Ecuador, el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, y el expresidente boliviano Evo Morales, entre otros invitados. En su primer día como presidente, el presidente electo sorprendió con el nombramiento de Guido Bellido como primer ministro y generó un intenso debate sobre el rumbo que tomará su gobierno. Las consecuencias de esta primera crisis ministerial se expresaron en el hecho que las carteras de Economía y Justicia quedaron vacías, ya que Pedro Franke y Aníbal Torres se retiraron del lugar de la juramentación antes que esta se inicie, al parecer como señal de desaprobación del nombramiento de Guido Bellido como Premier de la nación.

https://twitter.com/presidenciaperu/status/1420959844690014209

 

China

En China se detectó un nuevo brote de coronavirus por primera vez la semana pasada en la ciudad de Nanjing, el cual ya se ha propagado a cinco provincias y a Pekín. Casi 200 personas han sido infectadas desde que el virus se detectó en el congestionado aeropuerto de la ciudad el 20 de julio. Todos los vuelos del aeropuerto de Nanjing han sido suspendidos hasta el 11 de agosto. Los funcionarios creen que el actual brote está ligado a la altamente infecciosa variante Delta del virus. La mayoría de los infectados habían sido vacunados, según las autoridades de Jiangsu, lo que despierta preocupación sobre la eficacia de las vacunas chinas contra esta variante del SARS-CoV-2.

https://twitter.com/SCMPNews/status/1421109575655333896

Aunque el recuento nacional está bastante por debajo del informado de 86 casos -el mayor desde enero-, la propagación del virus entre provincias disparó la alarma en el país luego de más de un año con cifras muy bajas y de vuelta a una normalidad casi total. La situación actual constituye una gran amenaza, ya que Nanjing, capital de la provincia de Jiangsu, es un importante centro industrial de China, habitada por 9,3 millones de personas y con importantes conexiones de transporte con el resto del país. También se presenta como una prueba de fuego para la eficacia del inmenso programa de vacunación de China, que ya aplicó más de 1.500 millones de dosis, a una escala y velocidad que no tiene paralelos en el mundo. Pese a las medidas tomadas por el gobierno, al parecer el virus ya se propagó más allá de la provincia de Jiangsu.

https://www.youtube.com/watch?v=IycGPBFLO8M

 

Estados Unidos - Irak

Al igual que en Afganistán Joe Biden confirmó el lunes que las tropas de combate de Estados Unidos dejarán Irak a final de año, aunque permanecerán en el país un número indeterminado de soldados para asesorar y entrenar al Ejército iraquí. "No vamos a estar a final de año en una misión de combate (en Irak)", dijo el mandatario estadounidense en declaraciones a la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca y en presencia del primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi. "Estamos comprometidos con nuestra cooperación en materia de seguridad. Nuestra lucha contra el Estado Islámico (EI) es vital para la estabilidad de la región y nuestra cooperación contra el terrorismo continuará mientras entramos en esta nueva fase", indicó Biden para explicar por qué a pesar del retiro de tropas seguirán en ese país soldados estadounidenses.

https://twitter.com/POTUS/status/1419776011366019078

Sin embargo, distintos analistas señalan que el viraje no supondrá grandes cambios a efectos prácticos. En los últimos años, el Ejército estadounidense ha reorientado el grueso de su función al entrenamiento de las fuerzas armadas iraquíes. Por otro lado, Washington no ha especificado cuántas tropas mantendrá en territorio iraquí al tiempo que se firma el acuerdo. La mayoría de las tropas estadounidenses enviadas en 2014 como parte de una coalición internacional para ayudar a Bagdad a derrotar al EI fueron retiradas bajo el mandato del presidente Donald Trump. Los cerca de 2.500 soldados estadounidenses que siguen desplegados en el país, oficialmente, no combaten sino que tienen tareas de “asesoramiento” y “formación”. Con este anunciado fin de la “misión de combate”, el primer ministro iraquí espera recuperar un poco el dominio sobre las poderosas facciones pro-iraníes reunidas dentro de Hachd al Chaabi, una coalición paramilitar.

https://www.youtube.com/watch?v=FHGjElZDvpM

 

Europa

Los incendios forestales en varias regiones del sur de Europa continúan ardiendo, impulsados por las altas temperaturas y los vientos fuertes, un gran contraste con algunos países del norte europeo que se recuperan de jornadas de lluvia torrencial e inundaciones. Los bomberos en Grecia llevan combatiendo durante los últimos días alrededor de 50 incendios, aseguró el primer ministro Kyriakos Mitsotakis, y es probable que se produzcan más ante una nueva ola de calor que se avecina de acuerdo a la información meteorológica. 

https://www.youtube.com/watch?v=lr0rWSqm6LM

La costa sur de Turquía sufre también el azote de los incendios. Al menos tres personas fallecieron en la madrugada del jueves en la turística provincia de Antalya. Las viviendas de cuatro barrios fueron evacuadas el miércoles por la amenaza del incendio forestal, avivado por fuertes vientos, arrasaba una zona boscosa cercana a la ciudad mediterránea de Manavgat. Más de medio centenar de personas han resultado heridas y se han registrado importantes daños materiales. Se han desplegado 450 trabajadores entre bomberos y guardas forestales, acompañados por 19 helicópteros y más de 30 vehículos de extinción de incendios. El fuego, cuyo origen aún no se ha identificado, afecta a cuatro zonas diferentes del distrito que se extienden a alrededor de 1.500 hectáreas.

https://www.youtube.com/watch?v=WDYjTmZag7I

 

(*) Analista de Fundamentar.

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hola@fundamentar.com (Camila Elizabeth Hernández (*)) Internacional Fri, 30 Jul 2021 14:08:19 -0300
Los dueños de las vacunas: Inequidad, mercado y geopolítica https://fundamentar.com/internacional/item/6505-los-duenos-de-las-vacunas-inequidad-mercado-y-geopolitica https://fundamentar.com/internacional/item/6505-los-duenos-de-las-vacunas-inequidad-mercado-y-geopolitica Falta de vacunas en el Sur Global

Al sur del mundo le faltan las dosis que sobran en el norte. Patentes y nacionalismo, las principales causas de una catástrofe que pone en riesgo millones de vidas.

Protector solar, agua fría, paquetes de snacks y una camioneta con vacunas refrigeradas esperan a los bañistas bajo la sombra de una gran carpa instalada en las playas de South Beach, en Miami. Desde las 10 de la mañana, una breve fila de personas de todas las edades aguardan su turno frente al puesto montado por el Gobierno local. La escena, con variaciones, se repite en todas las ciudades de los Estados Unidos. El país está inundado de vacunas y se multiplican, junto con los puestos de inmunización al paso, incentivos de todo tipo para convencer a los indecisos: entradas para partidos de hockey y béisbol, cerveza gratis, donas ilimitadas o el derecho a participar de la lotería Vax-a-Million, una iniciativa del gobernador de Ohio que sortea todas las semanas un millón de dólares y una beca universitaria completa.

En Manhattan, según informa The New York Times, uno de los sitios de moda es el Museo de Historia Natural. Bajo la réplica de una ballena azul de casi 30 metros de largo, un puesto de vacunación intenta atraer visitantes ofreciéndoles cuatro entradas gratis para futuras visitas. «La imagen será, en el futuro, una postal del momento en que las cosas empezaron a mejorar», asegura Ellen Futter, la presidenta del museo. En efecto, las cosas parecen estar mejorando en la ciudad que apenas un año antes amontonaba los cuerpos de las víctimas del COVID-19 en camiones refrigerantes estacionados en la calle. El 52% de la población del país recibió al menos una dosis y el número total de nuevas infecciones se redujo a la mitad durante el mes de mayo.

Del otro lado del Atlántico también se experimenta el alivio de una tregua. El Reino Unido, tras una intensa campaña de inmunización, celebró el 31 de mayo el primer día sin muertos por COVID-19. En tanto, Israel, con más del 60% de su población vacunada, levantó la obligación de usar barbijo en lugares abiertos.

Las primeras imágenes de una primavera sin tapabocas recorren el mundo como la promesa de un futuro que, sin embargo, parece estar muy lejos de los 5.500 millones de personas que aún no han sido vacunadas: nada menos que un 74% de la humanidad. En América del Norte, quienes no recibieron ninguna dosis representan menos del 50% de la población, proporción que asciende al 72% de América del Sur, llega al 77% en Asia y alcanza un escandaloso 97,6% en África. De los 2.000 millones de dosis que se administraron en el mundo hasta el 1° de junio, 1.500 millones fueron a parar a tan solo diez países. África, Asia y América Latina son destinatarios sobre todo de las vacunas producidas por Rusia y China, cuyo interés por estos territorios ignorados por las multinacionales no logra compensar, sin embargo, la enorme desproporción entre países ricos y pobres.

Está claro que al sur del mundo le faltan vacunas que le sobran al norte. Mientras las cadenas de farmacias estadounidenses CVS y Walgreens lamentan haber tenido que desechar 182.874 vacunas vencidas, países como Siria, Haití, Camerún, Mali y Nigeria no llegaron a aplicar la primera dosis ni al 1% de sus habitantes. La situación fue definida por el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, como un «catastrófico fracaso moral» cuyo costo, además, se pagará con vidas humanas.

Sálvese quien pueda

«La pandemia viene a visibilizar las desigualdades que ya existían», asegura Belén Herrero, investigadora del área de Relaciones Internacionales de FLACSO Argentina. «Se suele decir que las enfermedades no conocen fronteras, y es probable que inicialmente no las conozcan, pero después encuentran canales específicos que están marcados por las desigualdades: desigualdades sociales, desigualdades en las capacidades de respuesta de los sistemas sanitarios, en el acceso a los recursos y, por supuesto, a las vacunas. Las vacunas vienen a profundizar esa situación de inequidad global». Herrero, doctora en ciencias Sociales e investigadora adjunta de CONICET, destaca el carácter inédito del contexto actual: «Tenemos vacunas que han mostrado que son eficaces y seguras en menos de 12 meses. Eso no ocurrió nunca para una enfermedad desconocida. Pero hoy estamos lejos de los primeros anuncios que prometían que la vacuna sería declarada como un bien público global. Hoy las vacunas son un bien de mercado, están disponibles para aquellos que tengan recursos y mayor poder de negociación con las grandes farmacéuticas».

Hace poco más de un año, el 18 de mayo de 2020, mientras los casos de COVID-19 en todo el planeta traspasaban la barrera de los 5 millones, 193 países participaban de la primera asamblea virtual de la historia de la OMS. No fue la primera vez que en un foro internacional se escuchó la idea de que las vacunas deberían ser consideradas como bienes públicos, comunes a toda la humanidad, pero la gravedad de la crisis sanitaria le daba a la iniciativa un carácter necesario y urgente. Así lo planteó el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, y luego los presidentes de China, Xi Jinping; de Francia, Emmanuel Macron; y de Corea del Sur, Moon Jae-in. Pese a las declaradas buenas intenciones, la resolución redactada en conjunto terminó recurriendo a una solución abstracta e inocua al definir como bienes públicos globales no a las vacunas sino a «la inmunización a gran escala». Puede parecer irrelevante, pero lo que estaba en juego era más que un matiz semántico. El mundo debía decidir si el conocimiento producido en infinidad de laboratorios públicos y privados, fruto a su vez de la acumulación de saberes a lo largo de la historia, sería un bien compartido por toda la humanidad o terminaría apropiado por empresas farmacéuticas para su propio beneficio.

Los meses anteriores habían sido escenario de una disputa entre estos dos modelos antagónicos. «Durante los primeros días de la pandemia se vivieron destellos auspiciosos de una respuesta cooperativa», recuerda el periodista Alexander Zaitchik en un artículo del diario The New Republic. En efecto, en febrero de 2020, un mes antes de que la OMS declarara oficialmente la pandemia, cientos de especialistas se reunieron en Ginebra para elaborar un plan que permitiera enfrentar a la crisis sanitaria. «La premisa subyacente era que el mundo se uniría contra el virus. La comunidad internacional de investigadores mantendría canales de comunicación amplios, ya que la colaboración y el intercambio ayudan a evitar la duplicación de esfuerzos y aceleran los descubrimientos. En lugar de crear muros de propiedad alrededor de la investigación y organizarla como una “carrera”, los actores públicos y privados recopilarían el conocimiento y la propiedad intelectual asociada en un fondo global mientras durara la pandemia», explica Zaitchik. El modelo cooperativo tomó forma institucional a fines de mayo de 2020 en la iniciativa C-TAP (Grupo de Acceso a la Tecnología COVID-19), propuesta por el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado.

«La idea era establecer un pool de tecnologías para que las empresas compartieran sus conocimientos patentados o no, incluyendo el know how, a efectos de facilitar la producción, que ya se sabía que iba a ser insuficiente, de vacunas, medicamentos y kits de diagnósticos –explica el argentino Carlos Correa, director ejecutivo de la organización intergubernamental South Centre, con sede en Ginebra–. Cerca de 40 países apoyaron su creación pero, no sorprendentemente, ninguna empresa farmacéutica ha participado de ese pool o ha manifestado su interés en participar en él. Por el contrario, expresaron que estaban en oposición a esa idea y que en cualquier caso harían licenciamientos voluntarios de la tecnología, lo cual no ha ocurrido tampoco», explica Correa en un conversatorio virtual organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).

Empresas y gobiernos de los países centrales apoyaron, en cambio, otra iniciativa impulsada en el marco de la OMS y conocida como «Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19», que terminó imponiendo un modelo de gestión de la pandemia basado en la visión empresarial y filantrópica encarnada por el magnate Bill Gates, cuya fundación tuvo una participación decisiva en la puesta en marcha del programa. Al igual que el Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas (Covax), estas iniciativas representan «una trama donde se garantizan los derechos de patentes de las vacunas bajo la lógica de mercado y solo se comprometen a donar una porción mínima que supone más un sentido de beneficencia y caridad global con el sur que un derecho colectivo», como subraya una declaración del Grupo de Trabajo CLACSO Salud Internacional y Soberanía Sanitaria.

Máxima velocidad

El modelo colaborativo, de ciencia abierta y conocimiento compartido, fue rápidamente desplazado. «Los esfuerzos por fortalecer la cooperación sanitaria tuvieron en la comunidad internacional consecuencias más retóricas que políticas, y el nacionalismo de las vacunas fue la prueba de ello», explica el politólogo brasileño Henrique de Menezes en un trabajo de la organización South Center. El ejemplo más claro fue, sin dudas, la llamada «Operation Warp Speed» implementada por el entonces presidente Donald Trump, quien destinó 18.000 millones de dólares para desarrollar vacunas y tratamientos a través de la financiación anticipada de investigaciones o adelantos sobre acuerdos de compra de futuras potenciales vacunas. La compra anticipada embarcó a los gobiernos occidentales en una carrera por asegurarse las vacunas necesarias para inocular a su población, e incluso más. A mediados de diciembre de 2020, una investigación del New York Times informaba que los países más ricos habían reservado dosis suficientes para inmunizar varias veces a todos sus habitantes. Canadá había realizado acuerdos de precompra por una cantidad equivalente al 600% de su población; Estados Unidos, casi al 200% y el Reino Unido, al 300%. «Los países de altos ingresos se pusieron primeros en la cola y vaciaron las góndolas», ilustraba Andrea Taylor, una investigadora de la Universidad de Duke.

«La industria farmacéutica en ningún momento asumió ningún compromiso o demostró voluntad de contribuir a establecer algún mecanismo de distribución más equitativo. Al contrario, vendió por anticipado miles de millones de dosis», señala Herrero. Junto con estrategias para reforzar posiciones monopólicas, aumentos de precios y solicitudes de nuevas patentes, recurrieron a cláusulas abusivas en negociaciones secretas con los gobiernos y establecieron precios diferenciales. Sudáfrica, por ejemplo, tuvo que desembolsar más del doble del precio pagado por la Unión Europea por la vacuna de AstraZeneca, en lo que la ugandesa Winnie Byanyima, secretaria general adjunta de las Naciones Unidas, definió como un «apartheid de vacunas que solo sirve a los intereses de las poderosas y rentables compañías farmacéuticas». En tanto, una investigación del Bureau of Investigative Journalism, con sede en Londres, y el medio digital peruano El Ojo Púbico reveló las exigencias desmedidas de la multinacional Pfizer con los gobiernos latinoamericanos, como la solicitud de que los Estados pusieran sus activos soberanos –edificios de embajadas, bases militares y hasta recursos naturales–, a modo de garantía ante posibles futuras demandas.

La asimetría de las negociaciones entre los Estados y la gran industria farmacéutica, explica Herrero, no proviene solo de la posición dominante de las empresas en un mercado cada vez más concentrado, sino también del desmantelamiento de mecanismos de integración regional. «La pandemia irrumpe en un momento en que la región está fragmentada. Esto debilitó muchos mecanismos que podrían haber fortalecido a los países de nuestra región. UNASUR, el caso más emblemático, tenía una agenda muy activa y muy dinámica en salud. Algunas iniciativas, como las compras conjuntas o los bancos de precios, podrían haber sido muy interesantes». En este escenario adverso, agrega la investigadora, «el país ha sabido implementar acuerdos beneficiosos, y ha logrado una cantidad importante de dosis en un escenario global de escasez de vacunas». Además, el convenio con AstraZeneca para la producción de la vacuna de Oxford y el acuerdo con el instituto Gamaleya para filtrar, envasar y producir localmente la vacuna Sputnik (ver Made in Argentina) podría colocar al país a fin de año, según estimaciones de la consultora Airfinity, en el noveno lugar entre los productores mundiales de vacunas.

Por otra parte, en el plano internacional, el desarrollo de vacunas públicas, como la Sputnik, la Sinopharm (China) y la Soberana (Cuba), no solo representó un contrapeso, aún parcial, a la hegemonía de las multinacionales, sino que puso en cuestión el principal argumento de las grandes farmacéuticas para defender su sistema de privilegios: que el régimen de patentes gracias al cual conquistaron posiciones monopólicas es imprescindible para promover el avance científico. Para Lorena Di Giano, de la Fundación GEP (Grupo Efecto Positivo), que viene trabajando desde hace más de 15 años por la eliminación de las barreras de acceso a los medicamentos, «la pandemia nos ha llevado a una reflexión muy profunda en materia de desarrollo y producción de tecnologías médicas, y a preguntarnos cuál es el modelo que queremos. El COVID-19 nos encontró con un sistema basado en el lucro, creado por las empresas y para las empresas, que les permite aumentar de una manera desmedida sus ganancias a costa de nuestra salud. Quizá pueda ser también una oportunidad para transformarlo».

En octubre de 2020, India y Sudáfrica presentaron una propuesta sobre la suspensión de las normas de propiedad intelectual de vacunas y medicamentos para el COVID-19 que está sumando apoyos impensados, como el de los Estados Unidos (ver El aliado inesperado). Mientras un conjunto de voces cada vez más numerosas y potentes reclaman la liberación de las patentes, la humanidad asiste a la ironía de que el futuro de la pandemia –y las vidas de millones de personas– no se juegue en los foros internacionales de salud o derechos humanos sino en la Organización Mundial de Comercio.

(*) María Belén Herrero es Socióloga y Doctora en Ciencia Sociales (UBA). Se ha especializado en Epidemiología (UNC). Actualmente es Investigadora Asistente del CONICET en el Área de RRII de FLACSO Argentina. Participa en proyectos en el IIGG-UBA, en el CIECS y en la UNL. Co-coordina el Grupo de Trabajo de CLACSO “Salud Internacional y Soberanía sanitaria”. Ha sido investigadora en CEDES, consultora en la OPS, Ministerio de Salud de la Nación y docente en Salud Pública en la UBA.

FUENTE: Acción

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Elizabeth Hernández

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hola@fundamentar.com (María Belén Herrero (*)) Internacional Mon, 14 Jun 2021 14:21:25 -0300
Covid-19 y sus efectos medioambientales: ¿una bendición disfrazada? https://fundamentar.com/internacional/item/6470-covid-19-y-sus-efectos-medioambientales-una-bendicion-disfrazada https://fundamentar.com/internacional/item/6470-covid-19-y-sus-efectos-medioambientales-una-bendicion-disfrazada Contaminación ambiental en China

El aceleramiento del crecimiento económico suele ir acompañado de incrementos en los índices contaminantes, presentándonos ante una ecuación tramposa de beneficio económico traducido en mayor perjuicio del medio ambiente. Esta hipótesis fue confirmada tras la llegada de la pandemia del COVID-19.

El aceleramiento del crecimiento económico suele ir acompañado de incrementos en los  índices contaminantes, presentándonos ante una ecuación tramposa de beneficio económico traducido en mayor perjuicio del medio ambiente. Esta hipótesis fue confirmada tras la llegada de la pandemia del COVID-19. El peligro que la pandemia implica para la salud pública derivó en la implementación de políticas de confinamiento,  involucrando restricciones de circulación, el cierre temporal de comercios e industrias no esenciales, y de fronteras. 

Las restricciones temporales, y en algunos casos todavía en vigencia, tuvieron efectos en el transporte local, regional e internacional y, consecuentemente, esta situación repercutió en los indicadores medioambientales, observándose bajas en los índices de contaminación. De acuerdo con un estudio, las medidas adoptadas producto de la pandemia han reducido la movilidad mundial en un 90%, siendo el transporte aéreo el más afectado (recortado en un 96%), lo que ha resultado en una disminución del 30% en los niveles de contaminación ambiental (Muhammad, Long, Salman, 2020). En el informe emitido por United Space in Europe (2020), por ejemplo, se indica que el descenso de los niveles de dióxido de nitrógeno coincide con el período de confinamiento.

La pandemia del COVID-19 es considerada por algunos como una bendición disfrazada por su impacto positivo en la reducción temporal de la contaminación. Las agencias especializadas de la ONU en general no ponen el acento en la incidencia que factores exógenos y no planificados pueden ejercer sobre el medio ambiente, sino que se posicionan a favor de la elaboración de políticas planificadas para combatir la contaminación y el cambio climático. En este sentido, la UNEP ha elogiado políticas planificadas de reversión de la contaminación en diversas ciudades, como es el caso de Beijing.

Presencia de dióxido de nitrógeno antes y después de las medidas de confinamiento en Beijing (2020)

En la República Popular de China los índices de contaminación ambiental son muy serios, siendo que provocan un estimado de 1.1 millones de muertes al año y significan $38 billones a la economía nacional (Muhammad, Long, Salman, 2020). El medio ambiente en el país ha sufrido mucho debido a la sobreinversión en una rápida expansión industrial. Gran parte de la producción industrial y el sistema de la ciudad de Beijing se llevaba a cabo mediante la combustión de carbón, siendo uno de los mayores factores de contaminación a nivel regional. 

Desde el año 2005, la ciudad ha mantenido una política  de reemplazo de la combustión del carbón a la de gas mediante medidas de control de calderas de carbón, uso de combustibles limpios para el sector residencial y optimización  de la estructura industrial (UNEP, 2019).  Son pocos los casos de las ciudades chinas que han mantenido un crecimiento sostenido de su economía y una disminución de su contaminación ambiental.

La capital china nos presenta ante un caso único. Beijing ha visto en los últimos veinte años un crecimiento  económico de un promedio anual de 6,5%, incrementándose 10,8 veces. Mientras tanto, la ciudad fue la primera en el mundo en lograr en cinco años revertir gran parte de su  polución ambiental. Mediante la implementación de políticas de prevención de la contaminación y de saneamiento, la presencia de partículas contaminantes en el aire se redujo en un 35% a nivel local y un 25% a nivel regional entre 2013 y 2017, sobrepasando el promedio anual de concentraciones de PM 2.5 de 89.5 a 58µg/m3 (UNEP, 2019). 

Esto fue logrado mediante el lanzamiento a nivel ejecutivo nacional de las estrategias de  control de la contaminación, la sanción de la Ley de Calidad del Aire, penalidades por incumplimiento, planes de saneamiento ambiental y las iniciativas a nivel local de la ciudad (Ídem, 2019). La experiencia de Beijing es uno de los casos más aplaudidos por la UNEP como ejemplo de desarrollo económico y contención de la contaminación  ambiental.  

Aunque ha realizado pasos hacia la mejora de la calidad ambiental, Beijing ha tenido en 2020 un nuevo respiro y mejora en la calidad del aire debido a un acontecimiento no programado como la pandemia (MEE, 2019; MEE, 2020). Al igual que el plan de cinco años de medidas de saneamiento y reversión de la contaminación, la pandemia provocada por el COVID-19 significó un alivio reciente a la contaminación de la ciudad y mejores índices de calidad del aire, no obstante, de acuerdo con la OMS dichos índices pueden revertirse una vez que se retome la actividad económica de manera regular. 

La advertencia de la OMS con respecto  a los efectos medioambientales del COVID-19 se basa en que estos son causales y esporádicos, y su posición coincide con los Objetivos de Desarrollo Sustentable que comprenden una interpretación integral de protección medioambiental y a largo plazo. En el caso de Beijing, se ha demostrado que los daños ambientales pueden revertirse mediante políticas poco flexibles. Si bien los índices alcanzados por la ciudad  fueron favorables, durante los primeros meses del 2020 los niveles de contaminación fueron nuevamente reducidos, esta vez en un tiempo récord. 

Dichas razones son las que han llevado a titular a la pandemia como una bendición disfrazada para el medio ambiente, ya que los índices favorables se revertirán una vez que se alteren las medidas de confinamiento.  A pesar de esta situación, el COVID-19 ha reactualizado el tema medioambiental en la agenda internacional. Mediante la baja en la producción y circulación, noticias sobre la caída de la polución en las ciudades fueron frecuentemente repetidas. Esto ha dejado en evidencia la interrelación incuestionable entre crecimiento económico y contaminación.  

El trabajo de organizaciones internacionales como la ONU será indispensable para la guía e implementación de políticas medioambientales sustentables y con efectos a largo plazo. Aunque la pandemia actual redujo los niveles de contaminación, la desactivación económica es un costo demasiado alto. Por lo cual, se estima que la reducción deberá ser llevada a cabo mediante planificaciones sustentables, no obstante el caso de saneamiento ambiental de la ciudad de Beijing es un recordatorio de que sí es posible sostener al crecimiento económico y tener mejores parámetros de calidad ambiental.

FUENTE: Politólogos al Whisky

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Elizabeth Hernández

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hola@fundamentar.com (Rocío Camerlengo Demmler) Internacional Mon, 03 May 2021 16:16:20 -0300
Estados Unidos sale a la cancha de la "diplomacia" de las vacunas https://fundamentar.com/internacional/item/6464-estados-unidos-sale-a-la-cancha-de-la-diplomacia-de-las-vacunas https://fundamentar.com/internacional/item/6464-estados-unidos-sale-a-la-cancha-de-la-diplomacia-de-las-vacunas Biden lanza campaña para exportar y compartir su stock de vacunas

Biden lanzará una campaña "lo antes posible" para compartir su stock de vacunas y evitar que China y Rusia sigan acaparando las relaciones en América Latina.

Estados Unidos sale a la cancha tarde, con el partido empezado, y dos goles abajo en el marcador. Durante su ausencia, sus competidores tomaron confianza y se florearon en el campo de juego. China y Rusia desplegaron en América Latina una intensa diplomacia de las vacunas, calificada por la Casa Blanca como “mercantilismo”, mientras Estados Unidos se abocaba a un America First sanitario que inmunizara rápidamente a su población. Pero finalmente las imágenes de decenas de cargamentos de vacunas enviados por Xi Jinping y Vladimir Putin calaron hondo en Washington, que siente que su “Patio Trasero” empieza a ser disputado por potencias extraregionales. En respuesta a esos goles diplomáticos, Estados Unidos lanzará “lo antes posible” una campaña global para exportar y compartir su stock de vacunas. 

Según fuentes consultadas por PERFIL, Biden anunciará su iniciativa en junio, fecha en la que las autoridades esperan terminar de vacunar a la población adulta. Según informó ayer el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 129,5 millones de personas recibieron en Estados Unidos al menos una dosis de vacuna contra el Covid-19, de los cuales 82,5 millones fueron inoculados completamente. A ese ritmo, la campaña de vacunación estadounidense culminará antes del próximo 4 de julio, cuando el país conmemorará el Día de la Independencia y, tal vez, del fin del coronavirus. Biden quiere que Estados Unidos juegue un rol central en el combate global contra el coronavirus. 

El prestigio e influencia de la superpotencia están en juego, ante el ascenso global de China y su penetración comercial y sanitaria en el hemisferio occidental. Juan González, Director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, deslizó en su paso por Buenos Aires detalles del plan en el que trabaja su Gobierno para distribuir vacunas. “Latinoamérica tiene una prioridad bastante alta dado el impacto de casos, el número de variantes que se han expandido aquí, pero también porque son nuestros vecinos”, aseguró. “El tema principal del viaje de Juan González fue la diplomacia de las vacunas. Hay mucha preocupación sobre los avances que están logrando Rusia y China en distintas partes de la región”, afirman desde Washington. 

La competencia comercial, tecnológica y geopolítica entre Estados Unidos y China también será influenciada por la capacidad de provisión de bienes públicos globales. En las últimas semanas, Biden ensayó modestos gestos políticos para diferenciarse de Donald Trump, que aún no supo explotar narrativamente ni capitalizar diplomáticamente.

USA apunta a "capitalizar" la distribución de vacunas

El presidente no repitió lo suficiente que su administración donó 4 mil millones de dólares –más que cualquier otro país– para la iniciativa Covax de la Organización Mundial de la Salud. Además, envió vacunas a México y Canadá, los socios regionales con los que mantiene relaciones bilaterales más importantes y con los que integra el T-MEC. Hace una semana, el demócrata también levantó la prohibición de exportación de filtros de vidrio, una medida ordenada por Trump en 2020 que había sido refrendada por el actual presidente apenas asumió. Esa decisión permitiría que las primeras vacunas de Oxford AstraZeneca, cuyo principio activo produce mAbxience en la Argentina, lleguen al país a fines de abril.  A la hora de formular su diplomacia de las vacunas, Biden tendrá en cuenta la teoría de juegos de negociación de dos niveles trazada por el profesor de la Universidad de Harvard Robert Putnam. De un lado, la necesidad política de afianzar la recuperación económica de los Estados Unidos antes de las elecciones de medio término en 2022, donde estará en juego el control del Capitolio. Esa urgencia lo impulsa a diseñar políticas públicas reclamadas por su electorado, por la oposición republicana, y por lobbies sectoriales. Por el otro lado, la necesidad de preservar y maximizar su influencia global y regional para reforzar la capacidad de satisfacer esas presiones internas.

El ascenso económico, tecnológico y geopolítico de China, la única superpotencia con capacidades e intenciones de competir por el liderazgo mundial, hace que Biden tampoco pueda descuidar el tablero internacional para preservar los intereses nacionales. Donde más queda explicitada esa curiosa intersección entre política doméstica y exterior es en la frontera sur. El senador republicano Lindsey Graham urgió el 5 de abril en una carta al Dr. Anthony Fauci a viajar allí, argumentando que la llegada de inmigrantes propagaría el Covid-19 en Estados Unidos.  Si bien el mensaje buscaba endulzar los oídos del electorado trumpista, también desnudaba un punto débil: la falta de cooperación de Estados Unidos con sus países vecinos para evitar el surgimiento de nuevas cepas que disminuyan la efectividad de las vacunas y generen una nueva disrupción económica en casa. En la era de la pandemia, ningún Estado está totalmente a salvo hasta que todos inmunicen a buena parte de sus poblaciones. 

Mientras la principal preocupación de la política exterior estadounidense hacia México y el Triángulo Norte pasa por la migración, en Sudamérica y el Cono Sur el foco está puesto en la competencia estratégica con China, el principal socio comercial de la mayoría de los países de la región. Argentina no es una exepción. Las visitas del almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur, y de González, el principal asesor de Biden para la región, indican que el país está en el radar de las superpotencias, atrapado en la lógica de la competencia estratégica. Mientras la temperatura de la relación entre Biden y Jair Bolsonaro es más fría que las vacunas de Pfizer, Argentina, sin ser un estrecho aliado político como Colombia, puede erigirse en un interlocutor de la Casa Blanca. En el Gobierno de Alberto Fernández destacan como un activo que “el presidente tenga diálogo con todos los líderes de la región”. Esa teoría insufla optimismo en las negociaciones con Biden. 

Cuando la Casa Blanca se lance a la diplomacia de las vacunas, Argentina y otros países de América Latina y Asia Pacífico harán fila para recibir una porción del abundante stock. “La producción creciente de las dos vacunas más exitosas del mundo hará posible exportar dosis de Pfizer y Moderna a países como Argentina que están sufriendo una nueva ola de esta pandemia devastadora”, afirma Benjamin Gedan, subdirector del Programa Latinoamericano y director del Proyecto Argentino del Wilson Center. A cinco semanas de junio, Washington se aboca a diseñar una inmensa logística global para lanzar su plan. El objetivo será mostrar que China y Rusia no son los únicos que acuden al rescate de la región. Pasar de la “periferia penetrada” por potencias extraregionales a la “fortaleza asediada”, defendida con vacunas, retórica democrática y la siempre omnipresente Flota del Comando Sur. 

“America is back”.

(*) Leandro Dario es subeditor de Internacionales en el Diario Perfil. Se formó en universidades públicas y privadas de Argentina y del exterior. Se licenció en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es magíster en Relaciones y Negociaciones Internacionales, egresado de Flacso y de la Universidad de San Andrés. 

FUENTE: Perfil

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Elizabeth Hernández

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hola@fundamentar.com (Leandro Dario (*)) Internacional Wed, 28 Apr 2021 16:10:05 -0300
El año de las certezas https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6448-el-ano-de-las-certezas https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6448-el-ano-de-las-certezas El año de las certezas

Defender la alegría como una trinchera,
defenderla del caos y de las pesadillas,
de la ajada miseria y de los miserables,
de las ausencias breves y las definitivas.
Joan Manuel Serrat

Hoy, sábado 20 de marzo, se cumple un año de la imposición de las restricciones del Coronavirus en la Argentina. Dejamos de lado el término cuarentena por razones obvias: ni han sido cuarenta días, ni hemos tenido que estar encerrados al punto de perder nuestras libertades más básicas.

Cuando imaginaba la línea de análisis para el artículo de cada semana, pregunté en uno de mis grupos de WhatsApp preferidos, compuesto por profesionales de las relaciones internacionales, de la economía y de la comunicación, cómo definirían en no más de dos o tres palabras el año transcurrido. La requisitoria refería a tratar de conocer en muy pocas palabras y, si se quiere, de alguna ilusa manera, cuál era el sentimiento imperante en un grupo que tiene a la coyuntura como eje central de sus vidas.

“Aprendizaje, replanteos e interpretación” disparó el primero. “El año de la distancia” y “el año que vivimos en peligro” no demoraron en llegar. “El año del pesimismo” tiró alguien y “orgullo y prejuicio” fue el último en aparecer. No profundicé repreguntando a los fines de tener detalles ya que, me parece, uno y cada uno de los mensajes son, además de honestos, precisos y concretos: con los sentimientos de estas horas, pero, seguramente, con los de los últimos 365 días que atraviesan 2020 y 2021.

Hemos aprehendido a relacionarnos, a cuidarnos más. De hecho, bajaron de manera notable el número de enfermedades respiratorias. Nos hemos replanteado nuestra cotidianeidad y hemos sabido interpretar los momentos más íntimos de nuestro cuerpo para ver si nos daba señales de la presencia del virus, como así también de todo aquello que nos rodeaba.

También hemos estado más distantes. Confieso no saber cómo sobrellevan las restricciones aquellas comunidades menos afectas a ciertos contactos (perdón por el prejuicio). Pero para sociedades como las nuestras, que hacemos un culto del encuentro y de los abrazos, la tecnología no ha logrado reemplazar la cercanía y la calidez de un abrazo.

Hemos sentido que estamos en peligro. Y lo seguimos sintiendo. No sólo por nuestra salud y la de nuestros afectos, sino también porque, por momentos, ha entrado en un cono de sombras la vida de cada uno de nosotros que, sin ser perfecta, la reconocíamos como propia. Y con eso estaba todo dicho.

Es obvio que, a partir de ello, también nos ha ganado el pesimismo. No sólo por todo aquello que entraba en una zona de riesgo sino además (y aquí hago una libre interpretación de la opinión de uno de mis consultados) por las miserias humanas que han quedado expuestas a la luz pública. Una de ellas resulta el prejuicio que ha cuestionado a la ciencia de una manera tan definitiva como tal vez no se recuerde en muchas décadas.

Por mi parte prefiero hablar del año de las certezas. De las negativas y de las positivas. De lo que estaba a la vista de un buen observador, pero también de las que pudimos descubrir en cada día a día. Confirmamos la existencia un mundo bipolar, no refiriéndome a ninguna categoría del análisis político internacional que habla de la multilateralidad y “demás yerbas”, sino a esos casos donde la miseria humana quedaba claramente expuesta, como así también la visibilidad de aquellos profesionales de la salud que hasta entregaron su vida para defender o cuidar la de los otros.

El virus deja una certeza no menor. Vivimos un mundo absolutamente injusto. Vaya novedad. Donde muy pocos países concentran para así la adquisición de vacunas que superan en varias veces la población que habita en sus territorios. Y esa injusticia tiene como protagonistas a los países más poderosos, a los que cuentan con mejores y más perfeccionados sistemas de salud.

El egoísmo y el individualismo se han enseñoreado. Se han hecho carne a tal punto, que asistimos impávidos a la inexistencia de ninguna cumbre de ningún tipo que nos permita pensar en una salida más o menos coordinada de la pandemia más importante de un siglo a esta parte. Ni los vestigios del Estado de Bienestar europeo han servido para dar una señal en un sentido distinto de lo que propone el neoliberalismo más rancio y abyecto. Con el correr del tiempo hemos conocido de la existencia de encuentros por la paz, por el desarme nuclear y por el calentamiento global, pero pareciera que nada tiene para decirse de las muertes del aquí y ahora de una supuesta “gripezinha”.

Pero también hay certezas de las otras. De las que abrigan el alma y alguna llama de esperanza. La ciencia ha sido, evidentemente, el factor que la alimentaba. Desde las respuestas iniciales al comportamiento del virus, hasta el hallazgo, prueba, producción, reparto y aplicación de un buen número de vacunas como nunca antes había conocido la humanidad. Si las vacunas de antaño tardaban lustros en su proceso de desarrollo, aquí asistimos al inestimable fenómeno que en poco menos de nueve meses conocíamos una posible solución al problema.

La medicina ha actuado como un refugio de nuestras mejores ilusiones. Si hablamos de orgullo, el comportamiento de médicos, enfermeras, sanitaristas, infectólogos y epidemiólogos (por nombrar a parte del sistema) ha demostrado que queda un resquicio desde donde mirar nuestras rutinas con otra perspectiva.

Hemos asistido también, a enormes muestras de solidaridad humana. De ayuda entre semejantes que emocionan y contagian, pero, (nuestros lectores saben que siempre hay un pero), ha abundado mucho de lo individual, de lo inorgánico. De eso de ayudar a un vecino, a un familiar o a un amigo, pero nos ha faltado honestidad y voluntad política para reclamar por todo y para todos.

Y nuestro sistema político no ha sido la excepción ni muy distinto de aquello que reclamamos para los demás. El comienzo fue ilusorio: la llegada de un nuevo gobierno coincidente con la irrupción del virus permitía suponer un tiempo de, tal vez, concordia. Algo de eso pareció trasuntarse en aquella coincidente tapa de los diarios que afirmaba que “al virus lo frenamos entre todos”

Pero los cuestionamientos no tardaron en llegar: la “cuarentena” afectaba a la economía y, supuestamente, a las libertades de cada individuo y por lo tanto debía ser dejada de lado. Como si los casos de lo que sucedía en Italia y España no bastaran (hoy están a las puertas de la tercera ola), se ejemplificaba con países como Suecia (que apostó a la responsabilidad individual y a una “inmunización del rebaño”), Brasil y Estados Unidos que tuvieron en sus presidentes a los voceros más famosos de que la economía no podía ser parada ante la situación de una enfermedad menor. El país escandinavo debió volver sobre sus pasos, reconociendo su errada estrategia. Nuestro vecino es, hoy, el escenario mundial de la pandemia, y la potencia más importante de occidente además de contar sus muertos por cientos de miles, atravesó un proceso electoral que derivó en la derrota de quien, unos meses antes, era candidato seguro a ganarlo.

En la Argentina se sucedieron las movilizaciones y reclamos. Libertarios, conspiranoicos y antivacunas tuvieron su agosto. Como en ningún país occidental de importancia, esos reclamos encontraron su institucionalización en el derrotado Juntos por el Cambio. Había una doble necesidad allí: olvidar rápidamente la desastrosa gestión de lo social y lo económico en el período 2015 – 2019 y no perder densidad política a manos de una derecha libertaria que no tiene un surgimiento exclusivamente argentino, pero que sí responde a características distintivas.

Tempranamente se habló de infectadura y con el correr de los meses, cuando la vacuna rusa Sputnik V, comenzó a ser la primera muestra de ese desarrollo científico del que hablamos más arriba, se habló de “veneno”. Con denuncia penal contra las autoridades incluida.   

Las certezas que dejó este primer año de restricciones fueron, indudablemente, un sinsentido de planteos que variaban constantemente. Si las restricciones afectaban la vida y la libertad, el incremento del número de muertos eran responsabilidad del gobierno. El veneno de unas pocas semanas atrás se transformó en reclamo de una vacunación masiva.

¿Qué deseaban? ¿Qué hubieran hecho distinto? Hasta hace unos pocos días, cualquier cosa que afirmáramos respondía a una cuestión contrafáctica, algo que no había existido, que no se había dado en la realidad. Pero llegó la declaración de la presidenta del Pro y reconoció que una segura decisión hubiera sido la posibilidad de la compra de la vacuna para todos aquellos que la hubieran podido pagar y quienes no tuvieran los recursos podían acceder a un subsidio o a esperar específicamente su turno. Huelgan las palabras.

También existieron errores que marcaron a fuego al gobierno. El caso del llamado vacunatorio vip no lo dejó bien parado, debiendo entregar la cabeza de un ministro que contaba con un enorme prestigio entre propios y extraños. Los hechos hablan por sí solos, pero también deberá tenerse en cuenta que todo aquello que se preanunció referido a la existencia de unos 3000 casos de vacunados de excepción, era falso. Cuando se ve la lista de los beneficiados sin justificación alguna, el número no supera el 1% de todo lo que se había denunciado. No existió investigación periodística ni judicial (con hipotético Lafware incluido), que diera cuenta de ese número.

La práctica política en la Argentina dejó varias certezas. Una, la negativa, la falta de un diálogo consensuado entre las dos fuerzas políticas más importantes a nivel nacional (de eso que pasa en el microclima de Buenos Aires y que se extiende al conjunto del país cual mancha venenosa). La racionalidad estuvo lejos de ocupar el centro de la escena.

La otra, la positiva, el buen clima recreado entre la administración nacional y las provincias. No exento de diferencias, el poder que encarna Alberto Fernández, pudo establecer una comunicación honesta y sincera con un conjunto de gobernadores que, en muchas ocasiones, son propensos al cuidado de la “quintita” propia antes que a ceder a algo de aquello que llegue desde el centralismo porteño.

El virus llego para quedarse. Al punto que todavía no tenemos muy en claro de qué hablamos cuando nos referimos a la “nueva normalidad”. Si teníamos la esperanza de que 2021 sería el año en que dejaríamos todo atrás, hemos terminado de comprender, antes de que culmine su primer trimestre, que el asunto viene “para largo”. Los límites en la producción de las vacunas, los problemas de logística que tienen la mayoría de los países para asegurar la inoculación y el interés material desproporcionado de los grandes laboratorios muestran un escenario sino sombrío, cuanto menos de precaución y de cuidado.

Empieza a resultar legítimo preguntarse por cuan delirante resulta la idea de que los laboratorios entreguen sus patentes de manera excepcional a los fines de una fabricación intensa que ayude a acortar tiempos y distancia. Pero eso necesitaría una respuesta de “la política” que no se aprecia ni en las más arriesgadas utopías, porque justamente eso es lo que ha fallado: la construcción de un “nosotros” inclusivo que se extienda a lo largo y ancho del planeta.

Tal vez el contexto nos dice que, una vez más, debamos tener en cuenta aquella máxima gramsciana que nos hablaba del pesimismo de la inteligencia y del optimismo de la voluntad. Y con alegría, defendiéndola (también) como una certidumbre, más allá del dolor de estar absurdamente alegres. Es aquí y ahora. Nos lo debemos nosotros. Se lo debemos a los nuestros y a los de más allá porque, como bien nos enseñó un tal Aristóteles, un hombre sólo se realiza en comunidad. A no olvidarlo.

(*) Analista político de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sat, 20 Mar 2021 14:40:04 -0300
Tranquilidad y Acción Política https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6433-tranquilidad-y-accion-politica https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6433-tranquilidad-y-accion-politica Tranquilidad y Acción Política

Te comportas de acuerdo
Con lo que te dicta, cada momento
Y esta inconstancia, no es algo heroico
Es más bien algo enfermo.
Gustavo Cerati

Esta semana de noviembre que acaba de concluir, tal vez pueda ser pensada como la primera en mucho tiempo en la cual el gobierno nacional puede sobrellevarla sin grandes sobresaltos y con la mirada puesta un poco más allá del día a día. No las tuvo todas a su favor, pero la importancia de las elecciones en los EE.UU., el alivio que empieza a mostrar en algunas regiones del país el comportamiento del Coronavirus y cierta acción política consolidada, parece haberle otorgado algo del oxígeno político que resulta fundamental para lo que viene.

La semana comenzó con el dato confirmado del viaje de la viceministra Carla Vizzotti a la Federación Rusa, para conocer de cerca los detalles y el comportamiento de la vacuna Sputnik V que parece tener una buena evolución en su clínica. No resulta casual que, a una vacuna que se aplica desde el 10 de agosto en aquel país, se le haya prestado tan poca atención por estos arrabales del mundo. A mitad de camino de cierta desprolijidad rusa en el proceso científico de notificación de su comportamiento en humanos (la ya famosa fase III) y de los intereses occidentales que afecta, la noticia del viaje de la funcionaria pasó a ocupar buena parte del centro de la escena política y mediática.

A partir de allí apareció el cúmulo de hechos que parecen acompañar a cada decisión relativamente trascendente que se tome desde el gobierno. Como parece comentarnos el genial Gustavo Cerati en el epígrafe, parte de la sociedad y su consecuente representación política, se comporta de acuerdo a lo que dicta cada momento: oposición a ciertas restricciones de circulación a partir de la presencia del virus, severos cuestionamientos a la implementación del impuesto a las grandes fortunas que afecta a nada más que 12.000 personas y ahora, la furibunda negativa a la posibilidad de la aplicación de una vacuna “rusa”.

Lo que demostró el dato de la potencial vacunación con la Sputnik V, es el grado de prejuicio, desinformación y analfabetismo político de buena parte de esa misma población que mira de manera crítica y deslegitimante el acuerdo entre ambos Estados. Algunos siguen imaginando que la URSS existe y que Vladimir Putin sigue siendo el mismo agente de inteligencia de la KGB de hace varias décadas. Desconocen lo más elemental de las noticias de los últimos lustros: la Federación Rusa es un país capitalista con sus particularidades y detalles.

Serko
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Es atendible la preocupación por ciertos procedimientos que han sido cuestionados por la comunidad científica internacional, pero de allí a desconocer el desarrollo que ha tenido esa región en materia de investigación en salud durante todo el siglo XX, justamente en plena vigencia del comunismo, es desconocer la historia mínima de una nación que no las tuvo todas consigo para haberse convertido en una gran potencia.

Pero en este tema el saldo es a favor del gobierno de Alberto Fernández. La discusión está puesta sobre el eje de contar con la vacuna y no precisamente con su ausencia. Más allá de la existencia de negociaciones para acceder a otras investigaciones, en términos políticos, la aparición de ciertos plazos en el horizonte de semanas, no deja de ser una noticia que brinda cierto beneplácito y que fuerza a pensar en un cambio de ejes discursivos.

Parte de esa calma también viene alimentada por el frente financiero y el comportamiento del dólar ilegal y del CCL (contado con "liqui"), los cuales han tenido una marcada baja en las dos últimas semanas. Lejos de dar una interpretación macroeconómica del asunto, digamos que la estrategia de corto plazo al ministro Martín Guzmán le está dando el resultado esperado y ello ha servido para aflojar “tensiones” y no exclusivamente cambiarias.

A tal punto se ha fortalecido el hombre formado junto a Joseph Stiglitz, que pudo decirles en la cara a los propios empresarios que integran la siempre poderosa Asociación Empresaria Argentina, donde revisten Paolo Rocca y Héctor Magnetto (entre otros), que deben entender que las elecciones las ganó el Frente de Todos para hacer exactamente lo contrario a lo que pregonaba el macrismo que tanto protegieron. Cuestión de cumplimiento de contratos se le dice. Pero en este caso, de contrato social, algo no escrito en formato papel, pero con la suficiente importancia para debilitar o fortalecer gobiernos. Un contractualista a la derecha, por favor.

Incluso, aquellas que no fueron del todo buenas noticias dejaron mejor parado al oficialismo de lo que se esperaba. Es el caso de la Corte Suprema de Justicia de la Nación con el fallo de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi. Lo dijimos hace varias semanas: la decisión que tomaría el máximo tribunal vendría en formato salomónico. No acertamos porque tuviéramos una primicia ni mucho menos, sino porque en tiempos de grietas sobredimensionadas, lo que hace preservar a una institución con claro perfil político como la Corte, es la equidistancia.

El fallo no dejó conforme a ninguna de las partes. A los demandantes les concedió legitimidad en todo lo actuado, a la vez que les puso fecha de vencimiento en el cargo una vez que se terminen de implementar los concursos respectivos, a los cuales también deberán someterse. Parece demasiado para jueces que están cerca del retiro jubilatorio.

Al oficialismo le dijo que, si bien la situación del dúo BB no es eterna, el procedimiento por el cual se determinó su salida vía Consejo de la Magistratura y Senado de la Nación, no es el correcto y por lo tanto los desplazados podían volver a ejercer sus funciones.

No hubo sobreactuaciones gubernamentales ni mucho menos. Tal vez porque se entiende que, a la luz pública, a veces no conviene dar ciertas discusiones o, tal vez, porque lo que a partir de ahora deberán convalidar los demandantes, en su rol de integrantes de la Cámara que revisa el accionar de jueces que investigan los casos de corrupción en la primera instancia, sean las demandas que involucren a ex funcionarios macristas. Y revisar causas que alcanzan a funcionarios “cercanos”, tal vez resulte un factor contraproducente para ciertos intereses. Es por ello que no parece extraño el dato de los últimos días y que refiere a las hipotéticas renuncias del dúo Bertuzzi – Bruglia. Habrá que darle tiempo al tiempo.

De las migajas que deja el asunto, parece recoger su alimento el PRO (o parte de él), que en voz de su presidenta Patricia Bullrich, rápida de reflejos, anunció una nueva movilización, ahora en defensa del dúo demandante. En el contexto de lo que ha sido la semana, la medida aparece como destemplada y carente de todo sentido de oportunidad política en un contexto muy particular, donde ciertas resoluciones de la “alta política” como supone el fallo de la Corte (ponele), están muy lejos del interés general de los argentinos.

Varios datos objetivos deja la semana que pasó: los oficialismos de AMBA anuncian el corrimiento del aislamiento social hacia el distanciamiento, las vacunas empiezan a tener fechas temporales de cercanía y los cataclismos económicos que se anunciaban por las corridas en los mercados, parecen haber perdido la potencia de antaño.

Nada mal para un gobierno parido bajo el influjo pandémico. Aunque algunas inconstancias que no son heroicas tampoco sean algo enfermo. Refieren a la sobrevida política. Y ya sabemos todos que la necesidad, tiene cara de hereje.

(*) Analista político de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sat, 07 Nov 2020 18:55:04 -0300
Escucharnos entre el ruido https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6383-escucharnos-entre-el-ruido https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6383-escucharnos-entre-el-ruido Escucharnos entre el ruido

El hombre tiene miedo de ver la verdad,
de ver que él era algo que no podía definir..
de ver que al fin su sexo pudo ser o no ser
que no era absoluto, que podía ser la flor...
(“Escúchame entre el ruido". Moris, 1970)

Como pocas veces ha sucedido en el último tiempo, la semana que pasó se llenó de ruido. Tal vez porque alguna comunicación oficial no fue la más acertada, tal vez porque el tiempo de la cuarentena hace mella en diversas personas, tal vez porque ciertos actores creen encontrar un resquicio desde donde socavar la buena imagen presidencial, o tal vez, por una mezcla de cada una de estas razones. Los últimos días de mayo transcurrieron con una multiplicidad de voces que se parecieron más a griterío generalizado, antes que al dinamismo que supone la vida en una sociedad democrática. Tal vez sea hora de empezar a escucharnos entre ese ruido.

Separemos las cosas. En una sociedad que vive en una libertad fundamentada y sostenida desde hace varias décadas, la cuarentena representa un problema en sí mismo. No es ésta una situación exclusiva de nuestro país ni mucho menos, pero dados ciertos comportamientos sociales y culturales, típicos de cierta argentinidad al palo, quedarse encerrados en casa, no se parece en nada a esa vida que deseamos vivir.

No debería tener mucho sentido ahondar en esta columna si la cuarentena provoca o no angustia y de qué tipo, ya que las condiciones materiales de vida, pero así también el carácter individual de cada uno de nosotros, nos predispone de manera diversa ante un fenómeno absolutamente desconocido para el ser humano occidental post moderno. Dicho esto (y pudiendo aceptar algunos espíritus angustiados), lo que sí podría definirse como mayoritariamente común es la sensación de preocupación e incertidumbre que nos abarca a todos. Por si hemos perdido algo, o si por el hecho de que eso no esté TAN garantizado para el futuro inmediato, se me concederá una verdad de Perogrullo: la cuarentena ha trastocado nuestras vidas.

Protesta de colectiveros de la UTA en Rosario. Llevan más de 3 semanas de paro | foto: Rosario3
Protesta de colectiveros de la UTA en Rosario. Llevan más de 3 semanas de paro | foto: Rosario3

Pero en su esencia, su imposición desde aquel 20 de marzo, la tornó definitivamente eficaz. Estamos atravesando una pandemia sin precedentes donde nadie sabe muy bien a ciencia cierta por qué caminos transitar. La multiplicidad de opciones que tomaron las decenas de países que componen nuestro planeta así lo certifican. Sanitariamente, la cuarentena tenía un objetivo central: evitar la mayor cantidad posible de muertes. Podrán tomarse todas las referencias posibles, las variables que nos gusten, las estadísticas que encuadren en nuestros preconceptos, pero lo real y concreto es que aquella medida dispuesta en la previa del comienzo del otoño, fue, repito, EFICAZ.

Desde las distintas posturas sobre el tema, parece políticamente correcto afirmar que la díada salud/economía es falsa. Y es verdad. Pero en lo que no se insiste demasiado es en que esa veracidad se complementa con el hecho de que todas las economías del mundo caen (y caerán) en niveles, hasta ahora, desconocidos. Como bien pudo escucharse durante el “ruido” del fin de semana, lo que perjudica a la economía y deteriora nuestra calidad de vida, no es la cuarentena sino la pandemia. Y esta, a su vez, es consecuencia del virus. Elijan el modelo de país que quieran, con el modelo sanitario que mejor los represente y verán que a la hora de mirar la economía en el presente (y fundamentalmente) en el futuro, nadie sabe muy bien por dónde va la cosa.

Por lo tanto, resulta legítimo preguntarse qué estamos discutiendo en este contexto en la Argentina. Y aquí se me permitirá la digresión de que, para saber qué discutimos, identifiquemos a quienes son los que plantean los cuestionamientos desde el anticuarentenismo (el término no existe, pero mis estimados lectores sabrán disculparme dado que, si 300 supuestos intelectuales nos pretenden hacer discutir sobre la infectadura, no pretendo ser menos en la creación de conceptos con “punch”).

Protesta de la Red de Trabajadores Precarizados en Rosario | Imagen: El Quid De La Cuestión
Protesta de la Red de Trabajadores Precarizados en Rosario | Imagen: El Quid De La Cuestión

Podríamos decir que existen dos grandes grupos que reniegan de la cuarentena. El primero de ellos es el que está atravesado por el matiz ideológico. Causalidades de la vida, donde mayormente impera es en la ciudad de Buenos Aires. Síntesis perfecta de la mayor presencia del virus y de una ciudad que, siendo la más rica del país, resulta en esencia conservadora y clasista. Podrán atraernos sus luces, su magnificencia y enorme variedad de propuestas, pero en el fondo subyace una estructura social que lejos está de definirse como socialmente solidaria. En su seno pululan reaccionarios, libertarios, individualistas, y personajes que se creen autosuficientes. Eso se refleja, irremediablemente, en los grandes medios que, no casualmente, responden a la lógica de una concentración obscena que se proyecta al conjunto del país. Si no fuera por que resultan penosas, las imágenes vistas el día sábado desde el Obelisco podrían ser definidas como divertidas, típicas de algún sketch inspirado en la genialidad del dúo Capusotto–Saborido. Pero no lo es. Y ese rejunte, el cual no puede ser llamado colectivo, deberá ser observado con atención por el propio gobierno, no tanto porque pueda convencerlo de nada sino para que, fundamentalmente, su estropicio ideológico no se propague al conjunto social cual virus Covid 19.

Y hay un segundo grupo al que los gobiernos de todos los niveles del Estado, deberían prestar especial atención. Aquel que está integrado por los sectores que han sido efectivamente afectados por la caída de la economía: profesiones liberales, actividades vinculadas con el esparcimiento, grupos de la salud que se encuentran en situación de precarización laboral; son todos parte de un mismo problema al que, según las regiones, la respuesta no puede ser unívoca. Es sabido que el mayor problema sanitario reside en la zona metropolitana de Buenos Aires y nada tiene que ver con lo que ocurre en buena parte del resto del país. Así las cosas, tal vez algunos gobiernos como el de Rosario y de Santa Fe, dejaron de estar atentos a esos reclamos. No porque las administraciones no estén necesariamente pensando en cómo resolver esas tensiones, sino porque ante la multiplicidad de reclamos que vimos en nuestra región durante el fin de semana, pareció que nadie estaba escuchando a estos sectores. Tal vez sea hora de la convocatoria a estos grupos, dejando deslizar cierta planificación que los incluya, alivianando temores e incertidumbres naturales.

Tal vez en este contexto, todos tengamos miedo de ver la verdad. Pero si los gobiernos y nosotros, en tanto ciudadanos, nos escuchamos entre el ruido, probablemente podamos sobrellevar mejor nuestra carga.

(*) Analista político de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Mon, 01 Jun 2020 18:19:14 -0300