Viernes, 22 Mayo 2015 17:42

El Empleo Informal No Moviliza a las Centrales de Trabajadores

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Operativo de AFIP en un taller clandestino Operativo de AFIP en un taller clandestino

El paro del pasado 31 de marzo, realizado por algunas de las principales centrales obreras, generó un cese extensivo de las actividades al afectar el trasporte de pasajeros transformándolo en un paro general. El motivo que esgrimieron los gremios para tomar la medida de fuerza fue la situación que afrontan los trabajadores que pagan impuestos a las ganancias. Estas mismas centrales convocan ahora a un nuevo paro en la primera semana de junio.

Los gremios que fueron al paro en marzo, lo hicieron para reclamar por una situación que afecta a 1 de cada 10 trabajadores, casualmente quienes tienen los salarios más altos. Esta bandera que alzaron las centrales para motorizar reclamos pareciera no ser la principal problemática que tienen hoy los trabajadores. De hecho, las entidades que se encargan de defender y promocionar los intereses de los trabajadores poco se están ocupando de una problemática que afecta a 1 de cada 3 trabajadores en nuestro país: el empleo en negro.

El empleo informal, según datos que se extraen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) para el 2do cuatrimestre de 2014 afectaba al 33,1% de los trabajadores. Si bien la Argentina ha experimentado uno de los crecimientos económicos más importantes de su historia, permitiendo reducir de forma innegable el desempleo y la informalidad, las dificultades para perforar los actuales valores de empleo irregular muestran el carácter estructurar de la problemática producto de años de políticas anti-populares.

En 2003 la informalidad afectaba a la mitad de los trabajadores, un 49,1%. Luego, gracias a la reactivación de la economía y a las políticas aplicadas, el 85% de los más de 5 millones de puestos de trabajo que se crearon fueron en blanco. Sólo el 15% se creó de manera informal. Un porcentaje diametralmente opuesto a lo que ocurrió en los 90, cuando de cada 100 empleos que se creaban, 95 eran de manera informal y sólo 5 en blanco. Sin contar que el balance en la década de los 90 fue claramente negativo, siendo más los empleos que se destruyeron que los que se crearon.

Hay que destacar las terribles consecuencias que tiene la informalidad para aquellos trabajadores y sus familias que la padecen. El empleo informal dificulta el reconocimiento de derechos laborales y está asociado con la pobreza en sus diversas dimensiones. Los trabajadores informales no cuentan con la protección necesaria frente a los diversos riesgos sociales, como pueden ser los accidentes laborales, el desempleo, la pobreza en la vejez, entre otros. La informalidad laboral afecta a la equidad tanto del trabajador como para su familia porque se ve imposibilitado de recibir aportes jubilatorios, no tiene obra social, ni está protegido por ningún convenio colectivo de trabajo, las paritarias son algo que queda a criterio del empleador, no tiene seguros de trabajos como son las ART ni perciben asignaciones por hijo.

ANÁLISIS DE LA COMPOSICIÓN DEL EMPLEO NO REGISTRADO 

Según los datos del Ministerio de Trabajo se encuentra en situación de informalidad más de 4.106.000 trabajadores. Afectando en términos de genero más a las mujeres que a los hombres.

Si realizamos un análisis etario, afecta principalmente a los jóvenes menores de 24 años. Más de la mitad de los jóvenes que se encuentran trabajando están en situación irregular.

El nivel de formación incide fuertemente en la informalidad. Aquellos trabajadores que no han terminado la primaria, más de 6 de cada 10, se encuentran no registrados. Con primaria terminada, 5 de cada 10 trabajadores. Igual número para aquellos que tienen el secundario incompleto. Distinto es el caso para los trabajadores más formados. De aquellos que tienen los estudios universitarios y terciarios completos, sólo el 13 de cada 100 se encuentran en situación irregular.

Si analizamos las ramas de actividad vemos que 8 de cada 10 trabajadoras de servicios domésticos se encuentra en situación informal, más de 945.000 trabajadoras. Hablamos en femenino, ya que más del 90% de los trabajadores de este rubro son mujeres. Este rubro representa por si sólo el 25% de la informalidad. De las mujeres que trabajan en el servicio doméstico, el 38 % ocupa la posición de jefa en el hogar siendo 303 mil los hogares que tienen como ingreso principal el sueldo de empleadas domésticas.

En el caso de la construcción 7 de cada 10 trabajadores se encuentran bajo informalidad y en hoteles y restaurantes 4 de cada 10. Si bien el comercio tiene un nivel de informalidad de casi 4 de cada 10, por la gran cantidad de personas que se desarrollan laboralmente en este rubro, afecta a más de 658.000 trabajadores.

Si tomamos el tamaño del establecimiento laboral, 7 de cada 10 de los empleados de empresas que emplean hasta 5 personas se encuentran en la informalidad. Caso contrario se observa en las empresas que emplean a más de 40 empleados, donde sólo el 8,5% de los mismos se encuentra en situación informal.

La informalidad también golpea más a los trabajadores de menores ingresos. El 60% del 10% de los que menos ganan están en situación de informalidad. Situación que se va reduciendo a medida que va mejorando su ingreso. La mitad de los trabajadores informales están dentro de los 3 deciles más bajos de la distribución del ingreso. En el plano salarial, los trabajadores informales reciben la mitad del ingreso promedio de los registrados.

CONSIDERACIONES FINALES

El análisis vertido sobre la informalidad permite tener una visión más cabal de una de las principales problemáticas que afecta a los trabajadores en nuestro país. La intención de este artículo es presentar la situación actual del empleo en negro y mostrar que hay otros flagelos más importantes para los trabajadores que el monto que se debe pagar por el impuesto de 4ta categoría de ganancias. Correspondería, por su génesis, que las centrales obreras que han tomado como principal bandera de reclamos un impuesto que sólo afecta al 10% de los trabajadores, también tomen otras, como la informalidad laboral, que afecta a 1 de cada 3 trabajadores en nuestro país. Más aún cuando éstos son los trabajadores que menos ganan y que por lo tanto se encuentran más desprotegidos. Y si los afiliados a sus centrales no tienen esta problemática sí podrían tener el gesto de solidaridad extensiva que tuvo el conjunto de los trabajadores el pasado 31 de marzo para con una reivindicación que no los contenía. 

 

(*) Licenciado en economía de la Fundación para la Integración Federal

 
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