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Lunes, 27 Mayo 2019 12:38

Elecciones en India: entre el nacionalismo hindú y la inestabilidad interna

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India es la democracia más grande del mundo. El conteo de votos duró seis semanas. India es la democracia más grande del mundo. El conteo de votos duró seis semanas.

Tras ocho días de comicios el pueblo indio logró expresarse en las urnas y reelegir al siempre vigente primer ministro, el conservador Narendra Modi (BJP), como favorito frente a Rahul Gandhi del Congreso Nacional Indio (INC). De las 543 circunscripciones que posee el sistema electoral del gigante asiático, el nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP) aspira a retener sus 269 bancas, así como a mantenerse en el poder bajo el liderazgo de Modi.

Dentro de este escenario, estados como Maharashtra, Bengala y Uttar Pradesh son los que poseen la mayor cantidad de bancas, siendo un dato no menor que el mas del 70% de la población en dichas regiones es de creencias hinduistas, estableciéndose como los distritos fuertes del BJP. Sin embargo, a diferencia de Maharashtra y Uttar Pradesh, Bengala se ha establecido como el bastión del All India Trinamool Congress, un partido de corte regionalista y opositor al BJP, el cual se posiciona como la cuarta fuerza a nivel nacional.

Contexto interno y perspectivas internacionales

En este panorama, el sistema de alianzas del BJP le permite posicionarse como la principal fuerza nacional en un contexto multicultural en regiones donde la etnia y la religión hindú son minoritarias.

Sin embargo, mas allá de las alianzas políticas y las cuestiones identitarias, el contexto interno se enmarca en una económica desacelerada, sumado a un presupuesto deficitario y el aumento en el nivel de desempleo. A pesar de que el gobierno indio no provee estadísticas oficiales, se estima que un 6,9% de la población se encuentra desempleada, según el Centre for Monitoring Indian Economy Pvt (CMIE). Por su parte, el INC propone medidas como el Ingreso Básico Universal, medida que apunta a erradicar la pobreza en una sociedad con más de 50 millones de personas bajo la línea de la indigencia, según informes del Brookings Institution.

En lo que respecta al escenario internacional, en plena guerra comercial entre EE. UU. y China, el comercio indio sufrió un freno en su crecimiento, que había sido el más veloz desde 2002 en el sistema internacional. Desde el ejecutivo se ha optado por una reducción de las importaciones y un impulso de la exportación, para contrarrestar el déficit de la cuenta corriente, el cual alcanzó niveles equivalentes al 2,5% del PBI hace seis meses atrás, según estadísticas de CEIC Data.

Por otra parte, el siempre presente conflicto con Pakistán logró alcanzar un nuevo pico a partir de escaramuzas en la región fronteriza de Cachemira. Estos hechos se enmarcan en un nuevo episodio de la rivalidad entre las dos potencias nucleares, generando inestabilidad en una región de alto interés, no solo para las partes, sino también para China.

Rumbo incierto: ¿A qué se enfrentará el nuevo gobierno indio?

Los resultados de los comicios se sabrán hoy, aunque diversos sondeos y medios auguran la continuidad de Modi al frente del gobierno indio.

Sin embargo, debemos tener en cuenta una serie de consideraciones a la hora de analizar el porvenir de la política india. El gobierno a formarse tendrá que tener en consideración factores como el desempleo, que viene en alza, a pesar de que la reducción de la pobreza en el último decenio arrojó resultados positivos; gran parte de la juventud india se encuentra atravesando serios problemas para consolidar su inserción en el mercado laboral.

En lo que respecta al comercio internacional, factores de índole interno como el malestar de los sectores rurales por malas cosechas y precios bajos en los commodities, atentan no solo al plan del gobierno indio de reestructurar su balanza comercial, sino también dentro de la esfera política. Esto se vio reflejado en las elecciones regionales, celebradas el Diciembre pasado, en donde el BJP perdió los Estados de Chhattisgarh, Madhya Pradesh y Rajasthan; dichas circunscripciones no solo representan el corazón de la comunidad hindú sino que también sus economías se sustancian a partir del sector agrícola.

Retomando la cuestión fronteriza de Cachemira, el reavivamiento del conflicto indio-pakistaní ha de ser un as bajo la manga dentro de la estrategia política de la coalición liderada por el BJP. La disputa de Cachemira ha de ser esgrimida como un elemento de la defensa y de la identidad nacional, logrando apoyo en diversos sectores de la sociedad; a su vez, es un tópico que genera fervor dentro de los sectores hinduistas más conservadores, así como displicencias en la población musulmana.

A modo de conclusión, consideramos que Modi como Primer Ministro, deberá afrontar con sensibilidad, no solo lo que respecta a cuestiones comerciales y geopolíticas, sino también el complejo escenario social y económico en el cual se encuentra la sociedad india. A su vez, deberá consolidar más que nunca sus alianzas dentro del Lok Sabha (Cámara Baja), ya que las elecciones regionales han manifestado que el electorado se ha mostrado sensible frente a las fluctuaciones de la economía y ello podría repercutir en el esquema parlamentario actual, generando un escenario adverso para la coalición liderada por BJP y dando paso a un posible viraje hacia políticas más progresistas como las impulsadas por el INC de Rahul Gandhi.

Fuentes:

Centre for Monitoring Indian Economy Pvt

Brookings Institution

CEIC Data

 

(*) Analista del Centro de Estudios Políticos Internacionales (CEPI)

 

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