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Fundamentar - Artículos https://fundamentar.com Thu, 25 Apr 2024 16:33:59 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Desarma y sangra https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6809-desarma-y-sangra https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6809-desarma-y-sangra Desarma y sangra

Miro alrededor, heridas que vienen,
sospechas que van y aquí estoy,
pensando en el alma que piensa
Y por pensar no es alma, desarma y sangra…

“Desarma y Sangra” - Serú Girán

Diferencias expuestas a la luz pública. Chicanas divertidas y peyorativas que esconden diferencias profundas de antaño. Papelones institucionales que no se recortan sólo al plano interno sino que alcanzan al ámbito de las relaciones internacionales. Idas y venidas con temas sensibles que en poco menos de 72 horas cambian sin mayores explicaciones. Todo eso ofrece el mundo libertario en este puntual otoño del 2024. Con el intento permanente y sistemático de “re” institucionalizar procesos que se sustancian en décadas de lucha social, la semana estuvo plagada de esa esencia mileista de instalar novedades que mueren al poco tiempo de nacer. Días de desavenencias profundas y una esperanza con vestido de domingo. Pasen y vean. Son todos bien recibidos en un banquete así.

Es indudable que la sorpresa es un gen constitutivo de Javier Milei en tanto líder libertario del presente siglo XXI. Si bien esa característica de su personalidad política no es extensible a casi ninguno de sus funcionarios, en la presente coyuntura le alcanza para no perder centralidad, factor definitivo cuando se conduce un espacio desde la más elemental condición de minoría.

Algo de todo ello sucedió en la semana con el anuncio de la propuesta de los dos nombres que actuarían como candidatos para integrar Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ariel Lijo por un lado y Manuel García Mansilla por el otro, ganaron los títulos de diarios, noticieros y portales a partir del anuncio promovido desde la virtual Oficina de Prensa de Presidencia. El primero de ellos ocuparía el lugar que quedó vacante a partir de la salida de Elena Highton de Nolasco y el segundo, y aquí lo distintivo del caso, resulta propuesto con una anticipación de más de nueve meses ya que el Dr. Juan Carlos Maqueda, uno de los cuatro integrantes actuales, cumple 75 años en diciembre, edad límite que impone la Constitución Nacional para el ejercicio del cargo.

En algún momento sabremos si Maqueda había pre anunciado de manera reservada su salida o si, el nombre de García Mansilla termina siendo un señuelo para apurar la eyección del experimentado cortesano. Decimos esto dado que vale recordar los casos de Carlos Fayt (que administró justicia hasta los 97 años, puesto que había jurado por la Carta Magna anterior que no imponía límites etarios) y la nombrada Highton de Nolasco que supo obtener un amparo de primera instancia que, bajo el argumento de que los constituyentes se habían excedido en sus atribuciones al reformar el artículo 99 de la CN, le permitió continuar en el cargo hasta el año 2021, quedando por encima de la renovada Constitución y por la cual había jurado. Deleites del institucionalismo argento.

https://twitter.com/OPRArgentina/status/1770489402050945372

Más allá de que el hombre antiguamente vinculado al duhaldismo acepte o no su jubilación de facto, no deja de ser evidente el intento mileista de empezar a delinear una corte más cercana a sus intereses y espectro ideológico. Si ponemos en la balanza las coincidencias con el actual decano de la Universidad Austral, referente del Opus Dei que supo afirmar que “el aborto es un delito, que tiene algunas causales de no punibilidad previstas en el Código Penal”, y que el nombramiento de Lijo supone un acuerdo con Ricardo Lorenzetti, personaje que quedó definitivamente herido de la componenda entre Carlos Rozenkrantz y Horacio Rosatti, circunstancia que lo alejó de la conducción del máximo tribunal de justicia; veremos para qué lado se puede empezar a mover el péndulo. “Cambia, todo cambia” habrá pensado el rafaelino y mientras intenta descubrir si es real o no, que la venganza es un plato que se sirve frío.

Pero la duda principal no radica ni en Balcarce 50 ni en el cuarto piso de Talcahuano 550, sino a unas escasas cuadras de allí, en el edificio del Congreso de la Nación, ya que nadie sabe a ciencia cierta, cuánto respaldo podrían obtener estos nombres. Recordemos que se necesitan de las 2/3 partes de los miembros del Senado para promover a un juez de la Corte Suprema y que los nominados enfrentan tres condicionamientos:

1. Lijo supo ganarse la enemistad de buena parte del sistema político, con acciones funcionales al Lawfare pero también con la decisión de no haber cerrado la causa Correo, factor que inquieta al ex presidente Mauricio Macri.

2. Si García Mansilla es un convencido defensor de la causa anti aborto, en una cámara de Senadores que hace muy poco tiempo modificó su composición, pero no lo suficiente para cambiar el clima de época que impuso el triunfo feminista de transformar en ley la interrupción voluntaria del embarazo; cuesta imaginar que esa misma institución habilite la designación de alguien que quedaría en condiciones de decretar la inconstitucionalidad de la norma sancionada a finales de 2020.

3. No han sido pocas las voces que se han quejado de la falta de perspectiva de género en esa hipotética configuración cortesana de futuro, cuestión que bien reconocía el ya famoso Decreto 222/03 que supo imponer Néstor Kirchner, y que se transformó en la institucionalización de una sus mejores políticas y que, de acuerdo a lo que dejaron trascender desde el oficialismo, se apostaría por su modificación. Desarmar para volver, de alguna manera, décadas atrás.

Pero el anuncio de los hipotéticos futuros cortesanos no vino acompañado del conjunto libertario sino de la decisión individual del propio Milei, cuestión que quedó evidenciada en lo que reconoció la propia vicepresidenta Victoria Villarruel, cuando en una nota brindada al comunicador oficialista Jonatan Viale, reconoció que, en la previa, no estaba enterada de la propuesta presidencial, como así tampoco ninguno de los siete senadores con que cuenta La Libertad Avanza en la cámara alta. 

Pero la entrevista con el hijo de Mauro, no quedó solo en eso. Más allá de algún comentario divertido (“jamoncito del medio”), la cual sólo puede ser utilizada para alguna chicana de ocasión, la nota televisada por TN sirvió como demostración palmaria de las diferencias que subsisten en el mundo oficialista, ya que Villarruel no se privó de cuestionar el proyecto ideado por el ministro de Defensa Luis Petri, que habilita a que las fuerzas armadas puedan intervenir en la lucha contra el narcotráfico.

En las antípodas del sentido de la ley, pero con la misma conclusión final, la vicepresidenta afirma que el flamante proyecto se aplicaría sobre la población civil y que por lo tanto, las fuerzas armadas no están preparadas para tal fin. Como militante defensora de genocidas, y en clara referencia a lo sucedido desde marzo 1976, se preguntó en voz alta dónde estaban aquellos que intervinieron la última vez en la lucha contra civiles, y se respondió a sí misma: “presos”.

https://twitter.com/todonoticias/status/1770966031416078594

Más allá de la fluidez de la entrevista, de las anécdotas simpáticas y del poco formalismo de la misma, el encuentro sirvió para saldar viejas “cuitas” con Patricia Bullrich y Petri, y por elevación, con el primer mandatario. Recordemos que el acuerdo de campaña suponía que la actual vice manejaría esas áreas. Si la foto trucada de comienzos de semana (que llamativamente mostraba a un Milei más alto), intentaba mostrar que todo estaba bien en el binomio, los dichos vicepresidenciales lograron desactivar el virtual intento.

Lo llamativo del asunto, y a contramano de lo sucedido días atrás con el anuncio del tratamiento del DNU 70/23 en el Senado, cuando un ejército de trolls salió a vituperar a Villarruel, en esta ocasión la entrevista no fue revisada por las tropas libertarias de redes. ¿Aprendizaje o datos reservados de que “Vicky”, hoy, mide mejor que el presidente? Vaya uno a saber. A veces algunos silencios dicen demasiado.

En la soledad de su construcción, y acá no nos referimos solamente a su centralidad, sino a la falta de “cuadros” que hagan política más allá de cierto institucionalismo que tiene proa al 25 de mayo, Milei no se priva de las contradicciones. De las que vienen del período electoral y de esas que viran el sentido de las afirmaciones en cuestión de horas.

Si la promesa de campaña hacía referencia a “vouchers” que se otorgarían para que cada uno eligiera libremente a qué escuela mandar a sus hijos, en la semana conocimos que los dichos referían a un simple subsidio que sólo alcanza a una porción muy pequeña del universo prometido.

https://twitter.com/OPRArgentina/status/1771334724948001156

Para mayor demostración de los vaivenes discursivos, si el fin de semana se declaraba que el gobierno intentaría aprobar una reforma en el cálculo del pago a jubilados vía ley sancionada por el Congreso de la Nación, el viernes a la noche se anunciaba, vía comunicado de la OPRA, que se emitiría un nuevo DNU que otorgará “un aumento jubilatorio para el mes de abril, a partir de la licuación ocasionada por la fórmula sancionada por la anterior administración”. Nada dice de la propia inflación generada a partir de la asunción de Javier Milei (60%, sin contar marzo) y si eso tendrá algún tipo de compensación.

Desarmar un entramado legal, alcanzado con los consensos que impone la democracia, y no pensada para la inflación galopante que hemos sabido conseguir y que expresa la voluntad de UNO en nombre de cierta celeridad, se parece más al intento desesperado de evitar un acuerdo legislativo (que no está lejos) que le imponga al oficialismo otro marco legal que no sea de su agrado.

Se avecina el 24 de marzo y ante lo que será, seguramente, una movilización de proporciones, el oficialismo hizo circular el globo de ensayo de que se prepara un indulto para el conjunto de represores juzgados y encarcelados, como así también para aquellos que aún están en proceso. Rápidamente, buena parte del entramado del sistema político y de la sociedad civil, recordó el carácter ilegal de la medida, violatoria de no pocos acuerdos y tratados internacionales que ha suscripto el Estado nacional. Parece que la contundente respuesta sirvió para sacar el tema de agenda, no sin antes haber eliminado el acto oficial que era costumbre, a la par de desechar la idea de cualquier sorpresa que termine activando mayores malestares, circunscribiéndose el aporte oficial a un mero video que intentará reflotar la teoría de los dos demonios. Más allá de los intereses de la vicepresidenta, el mundo libertario no tiene ningún interés en el tema y lo más seguro es que, velozmente, quiera pasar pantalla.

https://twitter.com/abuelasdifusion/status/1771879620687593854

El mileismo se considera protagonista de un momento único e histórico. Creen en la versión antojadiza que llegó para refundar la Argentina desde sus cimientos y en ese devenir, desarmar todo atisbo de vida comunitaria, plena y para todos. Por estas horas asistimos a la temeraria promesa de la eliminación de miles de puestos de trabajo en el sector estatal. Por goteo que incluyen cientos de telegramas, que se dirigen a personas que exceden la lógica de la planilla de Excel, decenas de áreas del Estado que no casualmente han adolecido de los nombramientos políticos de rigor, se enfrentan al dilema de su desaparición. Medios oficiales incluidos, eliminando la posibilidad de otra forma de comunicación que existe, que es real y que refiere a la Argentina profunda que nada tiene que ver con el día a día de las grandes urbes.

Desarman un país, para que nosotros sangremos. Tal vez el domingo, con el inconmensurable ejemplo y guía de Madres y Abuelas, encontremos algo de calma y regocijo. A tientas, sin saber del todo que trole hay que tomar para seguir, pero con la inocultable convicción del NUNCA MÁS. Aunque ahora crean que puedan reversionar la historia a su antojo.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 24 Mar 2024 09:22:51 -0300
Señales https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6601-senales https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6601-senales Señales

Amores invisibles, no dejan de danzar.
Danzan con sus padres, sus niños también.
Y con sus esposos,
en soledad, en soledad.
Sting

Tanto en la práctica de la política como en su análisis, parte del juego trata de saber leer de antemano las jugadas del resto o del conjunto de los actores, como así también de descubrir aquellas señales que, de alguna manera, se adelantan a los tiempos que podrían venir y para los cuales se debe estar preparado. Pero, también, nos sirven para explicar algo del aquí y ahora. Como pocas veces suele suceder en cuestión de días, varios protagonistas del juego político nacional, sentaron sus bases discursivas de lo que esperan (y desean) para el futuro mediato. Nadie podrá argumentar que no fuimos avisados. Pasen y vean.

Si pudiéramos tomar como válida la idea de un tiempo corto y un tiempo largo, para el oficialismo, el primero de ellos trajo novedades que pueden servirnos para el devenir cotidiano pero que, indudablemente, no rompe la rigidez de ciertas diferencias que no parecen que vayan a ser zanjadas en lo inmediato. Más allá de las oportunidades que “el sistema” brindó, no aparecieron a la luz pública señales de recomposición en un Frente de Todos donde algunos protagonistas parecen regodearse de cierta lógica internista.

El día martes el presidente de la Nación Alberto Fernández brindó una larga entrevista al periodista Roberto Navarro en el medio de comunicación El Destape. Si la expectativa estaba puesta en comenzar a emitir claras y contundentes muestras de distensión, más temprano que tarde se esfumaron en el ida y vuelta radial. Tal vez la definición más contundente refirió a que escucha a todos pero que es él quien toma las decisiones dado que en la Argentina, “la presidencia no se ejerce de manera colegiada”. Eso es inexorablemente cierto, ya que así lo demuestra el espíritu y la letra de la Constitución Nacional. Pero tan real como eso es que su llegada a la primera magistratura no se produjo sin contar con elementos que le dan una especificidad única: la nominación de Cristina Fernández y su posterior aceptación de parte del conjunto del peronismo exigía (y exige) un desafío inédito para una fuerza política que a lo largo de su historia se vertebró detrás del dirigente que tenía más votos. Nadie puede mirar al costado y desconocer el peso político de una vicepresidenta que, allá por mayo de 2019, cedió, pero sin retirarse.

https://www.youtube.com/watch?v=TbxMfbYo04k

Del otro lado tampoco se trataron de achicar las distancias políticas. Si una fecha tan simbólica como la del 24 de marzo podía servir para mostrar cierta unidad de criterio, el acto oficial por un lado y la enorme movilización de La Cámpora a Plaza de Mayo devinieron en un fenómeno de diferenciación muy evidente. A las poco felices declaraciones de Andrés Larroque, uno de los referentes de la agrupación, vinculando al presidente con un 4% de votos (porcentaje que obtuvo Florencio Randazzo en 2017, teniendo a Fernández como jefe de campaña), se sumaron las afirmaciones de un exultante Máximo Kirchner quien, encabezando una multitudinaria columna, no dudó en diferenciar que, entre los estudios de televisión y la calle, él prefiere a esta última para hacer política.

Y aquí también conviene revisar no sólo dichos sino también conceptos. Al actual ministro de Desarrollo Social bonaerense convendría recordarle que fue la propia Cristina Fernández quien nominó al protagonista del 4%, foto vieja si se quiere, ya que atrasa nada más y nada menos que casi cinco años.

No queda exento el ex jefe de bloque del Frente de Todos de cierta crítica ya que, si bien es cierto que la política exige “poner el cuerpo” y estar en la calle, en tiempos de posmodernidad y redes, los estudios de televisión sirven para llegar a un público que no necesariamente se interesa en poder manifestarse. Si en una democracia todos los votos se cuentan de a uno, vale lo mismo saber hablarles a TODOS, estableciendo estrategias múltiples de comunicación.

Vaya de ejemplo una muestra: el 9 de diciembre de 2015 la ex presidenta supo despedirse de la gestión frente a su pueblo, ante la friolera de 700.000 personas que se movilizaron sin ningún tipo de estructura de apoyo. Al día siguiente, quien la sucedía en el cargo, asumió ante un escuálido grupo de personas que lo vivaba frente a la Plaza de los Dos Congresos, mientras se lamentaba que “el día no había acompañado”. ¿Hace falta recordar la manera brutal en la que Mauricio Macri ejerció el poder, construyendo una administración donde el delito y la estafa fueron moneda de cambio? La política, la real, la que busca el poder para transformar positivamente la realidad, no se construye con el mero romanticismo de lo que la calle dice. Es una conjunción de factores. Tan antigua como aquel instante en que los ciudadanos encendían primero la radio y luego los televisores para escuchar, ansiosos, las buenas o malas nuevas que sus líderes tenían para comentar. Hablarles a los propios siempre es importante. Pero nunca debe ser excluyente, ya que si no ¿qué deberíamos hacer los no camporistas?

En ese devenir de una política endogámica que reduce sus agendas a lo que sucede en los límites que impone la General Paz, se pierde y mucho. Vale el ejemplo de la fenomenal muestra de madurez política que se dio en la ciudad de Rosario, en el mismo horario y revisando la historia como cada 24 de marzo. Decenas de miles de ciudadanos, jóvenes, no tan jóvenes y aquellos a los que de alguna manera la dictadura marcó definitivamente con su reguero de sangre, impunidad y muerte; supieron dejar de lado diferencias que son, si se quiere, menores.

 Así como muchos usuarios de Twitter podrían morir de literalidad aguda ya que no saben decodificar finas ironías, los argentinos nos enfrentamos al riesgo de morir de la combinación de bonaerensitis y capitalitis fulminantes ya que la defectuosa conformación demográfica, mediática y política nos impone discutir todo el tiempo lo que las tierras gobernadas por Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof deciden. Raro para un país federal.

https://twitter.com/INDECArgentina/status/1506707491530412037

Pero la confusión oficialista no se detiene allí. En la semana se conoció un número que debería servir (y mucho) para explicar cómo se gobierna la Argentina. El Indec acaba de informar una baja del desempleo al 7% para el último trimestre de 2021. Si se busca en los antecedentes comparativos de 2019, una vez llegado el Frente de Todos al poder, esa misma tasa llegaba al 13,1%. Es cierto que el nivel inflacionario hace mella. Es cierto que hay cientos de miles de argentinos que no la pasan bien. Y mucho más cierto es que un movimiento político construido como referencia del mundo del trabajo nunca puede resignarse a un escenario del 50% de inflación.

Ahora bien, y dicho lo anterior, bueno sería saber por qué el oficialismo deja ese dato de la economía real de lado, lo minimiza, no lo trabaja en términos comunicacionales y no lo pone en la agenda de cada día. Dirán los especialistas que ese nivel de empleo se alcanza con salarios bajos y seguramente será cierto. Pero no menos verdadero que eso es que si un punto de empleo supone el dato de 45.000 personas ingresadas al mundo del trabajo, la diferencia de los dos últimos años representa que 270.000 argentinos tienen un empleo con el que antes no contaban. Con pandemia del Covid incluida.

Es tal la debilidad comunicacional y de construcción política gubernamental que en la agenda mediática e institucional prevalecieron las señales de un tiempo largo, el que viene y el que indudablemente propone la derecha argentina y ese conjunto de violentos e irrespetuosos que dicen llamarse libertarios.

Macri apuntando a la privatización de Aerolíneas Argentinas, Javier Milei invocando una dolarización que solucionaría el problema inflacionario y que sería lapidaria para la industria argentina (revisar ejemplo ecuatoriano), seguidores de Patricia Bullrich vandalizando la estación de subte Rodolfo Walsh, la oposición parlamentaria cambiemista discutiendo en el Congreso Nacional la posibilidad concreta de derogar el Decreto de Necesidad y Urgencia que habilitó el aumento de las retenciones a la harina y al aceite de soja, la conducción de la Mesa de Enlace propiciando la eliminación de las retenciones por la vía del Poder Judicial y, finalmente, el negacionismo desembozado de cierta derecha (con versión santafesina incluida de parte los legisladores Lisandro Enrico y Gabriel Chumpitaz) que viene a intentar poner en discusión la política de Estado sobre los derechos humanos en la Argentina, ejemplo inexorable de cara al mundo desarrollado y en vías de desarrollo.

https://twitter.com/lisandroenrico/status/1506942884758450176

Esas son las señales que propone una derecha que a lo largo y ancho del mundo y desde hace unos cuantos años ha salido del closet y que ha sabido instalar supuestas soluciones que traen más exclusión y miseria, corriendo el eje de cierto sentido común construido a partir de las bonanzas que el siglo XX supo imponer. El enemigo está allí, acecha de cara al futuro y se corporiza en propuestas irrealizables, mientras buena parte del oficialismo gobernante se mira el ombligo y pierde el tiempo dando por cerrados escenarios que aún deben construirse.

Hablamos de tiempos cortos y de tiempos largos. De lo que la política es y de lo que podría ser en el futuro. Y tal vez, como mejor ejemplo de resiliencia, compostura y templanza debamos tener en cuenta a las “locas de los pañuelos blancos”. Las más cuerdas de todas. Las madres y abuelas. Esas que supieron enseñarnos que Memoria, Verdad y Justicia eran valores irrenunciables. Y tal vez, por qué no, podamos aplicarlos a los demás valores de nuestra vida comunitaria. Memoria para saber de donde venimos. Verdad para reconocer todo lo que falta. Justicia para socorrer al que padece las injusticias de un mundo desigual. Ellas, hace rato, ya no bailan solas.

https://www.youtube.com/watch?v=-P9m-3mrflo

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez 

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sat, 26 Mar 2022 23:11:09 -0300
Memoria y olvidos https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6449-memoria-y-olvidos https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6449-memoria-y-olvidos Memoria y olvidos

Los viejos amores que no están,
la ilusión de los que perdieron.
Todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.
Todo está guardado en la memoria
sueños de la vida y de la historia.

León Gieco

Debo ser honesto. Desconozco qué sucede en otras, pero debemos tener en cuenta que en no muchas sociedades la memoria se ejercita de manera tan marcada en el lapso de dos semanas como sucede en la Argentina.

Cada 24 de marzo y cada 2 de abril suponen fechas que, además de ser muy “caras” para los sentimientos de los argentinos, tienen la inmensa virtud de ser revisadas constantemente, una y otra vez, como una búsqueda de certidumbre para que ello no vuelva a suceder. Algunos a eso lo llaman atraso, quedarse en el pasado o simplemente “curro”. Nosotros reivindicamos esa visita a esos tiempos (supuestamente) idos. No porque nos guste envolvernos en el dolor sino justamente lo contrario. Nos moviliza la posibilidad concreta de que, al mirar hacia atrás, podamos evitar tragedias de ese calibre y tengamos un mejor presente.

Son fechas con obvios puntos de encuentro. Una misma unidad temporal, con unos cuantos protagonistas coincidentes y con responsables que se regodearon con el dolor y la muerte ajena. En una etapa con la aniquilación del “enemigo” interno. En la otra intentando justificar un conflicto bélico absurdo que le dio marco a la muerte de 649 combatientes en el escenario de la guerra y a otros tantos más que no soportaron el día después.

También hay que decir una verdad que duele: ambos procesos contaron con el apoyo inicial del pueblo argentino. Algunos prefieren pensar al autodenominado Proceso de Reorganización Nacional como el mero producto de un grupo de militares asesinos. Hace tiempo que esa mirada ha quedado demostrada como incompleta. Al agregar el aditamento de dictadura militar, civil y eclesiástica, damos cuenta de un entramado que no se agotó en la violencia conocida.

Si miramos con atención, las torturas, muertes y desapariciones fueron un instrumento más de un proceso que dejó un endeudamiento externo sin precedentes hasta ese momento, la capacidad industrial severamente comprometida y a toda una generación política gravemente disminuida. El resultado es tal, que previamente era imposible de imaginar y de poner en práctica sin la dosis de violencia aplicada. Pero para poder llevarlo adelante se necesitaba de la “construcción” de un enemigo interno. Y la violencia instalada en el seno del sistema político argentino sirvió como elemento justificador de lo que vendría después. Acostumbrada a la inestabilidad de más de 40 años, el 24 de marzo de 1976 fue mirado con alivio por no pocos sectores de la sociedad.

Y aquí llegamos a una dificultad no menor en el análisis político: en qué medida, el silencio o la ausencia de protesta, puede ser mirado como un consenso implícito para que las “autoridades” hicieran lo que debían y querían hacer. Si bien alguien puede confundirse y pensar que el terror instalado habría hecho imposible cualquier tipo de resistencia, no podemos dejar de observar que el día a día siguió siendo “normal” para la mayoría de los argentinos. Había una vida social que no se detuvo, un aura de cotidianeidad que no se alteró y que explica que muchos ciudadanos se dieran por enterados del horror a partir de la llegada de la democracia y los consiguientes juicios a las Juntas de Gobierno.

El “yo, argentino” no fue una simple frase de ocasión sino la más acabada expresión del desinterés por lo que era público. Y en eso encontró su razón de ser la dictadura que, a poco de desandar su gobierno, necesitó de la construcción de nuevos enemigos para su sobrevida de desapariciones, torturas y muertes. “Los argentinos somos derechos y humanos” surgió como respuesta a una de los primeros cuestionamientos que se recibían en el plano internacional (fundamentalmente de Europa occidental) sobre lo que sucedía en el país. De alguna manera, buena parte de lo extranjero comenzaba a mirarse con desconfianza y servía como un elemento justificador de lo que pasaba en el país.

Con el devenir de los años, las sucesivas crisis económicas que afectaban la vida de los argentinos, el creciente malestar social y el continuo cuestionamiento extranjero a la falta de libertades (cada vez más) ostensibles en el país, imponían que el grupo de militares en el poder debían legitimarse en el poder a como diera lugar. Y eso fue la invasión a Malvinas: la necesidad de ganar un apoyo que disfrazara el desastre social que, además de ser cada vez más evidente, se reflejaba en hechos muy puntuales como en aquella histórica marcha por Pan, Paz y Trabajo que encabezó un movimiento obrero dispuesto a ser la cara visible de ese descontento.

Si, arbitrariamente, tomáramos las dos fotos del 30 de marzo y del 2 de abril en la Plaza de Mayo, nos costaría entender qué sucedía en el seno de esa sociedad. La respuesta no resulta tan compleja: la dictadura había decidido legitimarse con una medida que estaba en lo profundo del anhelo argentino. Malvinas siempre había sido una causa que combinaba el más acabado ejemplo de imperialismo y de tierra arrebatada injustamente.

A la mala lectura gubernamental, suponiendo que Gran Bretaña no se iba a someter a una guerra que se desarrollaría a miles de kilómetros de distancia, le siguió el error de cálculo de suponer que, si había un conflicto bélico de proporciones, EE.UU. no participaría en favor de ninguno de los dos bandos. Se esperaba que, de alguna manera, a partir de los “servicios prestados” en la aniquilación de parte de la militancia setentista, sirviera como condicionante para un involucramiento del gran país del norte. Pero ya lo sabemos, los imperios no suelen mostrarse agradecidos frente a súbditos, plebeyos y alcahueterías de ocasión. Evidentemente la ignorancia histórica y política de la cúpula militar de aquel entonces, hizo el resto.

Pero ambos procesos, la dictadura iniciada el 24 de marzo y los hechos que se desencadenaron a partir de aquel 2 de abril, si bien tienen como punto común el apoyo social tienen recorridos posteriores diversos.

La dictadura, que pasó a tener fecha de vencimiento a partir de la humillante derrota bélica, comenzó a tener un desgaste político del que nunca se recuperó. Desastre económico, cuestionamientos que se fueron sucediendo a partir de que comenzaban a hacerse públicas un sin número de denuncias de la violencia acaecida y la derrota bélica actuaron como referencias insoslayables para el descrédito y el desprecio.

La democracia argentina se animó a dar una respuesta inédita en el mundo al juzgar a sus verdugos, transformándose en un ejemplo y referencia de aquello que podía realizarse institucionalmente si había consenso social y decisión política.    

Ignacio Elías lustra cada Domingo las placas de granito del Monumento a los Caídos en Malvinas
Ignacio Elías lustra cada Domingo las placas de granito del Monumento a los Caídos en Malvinas

La otra parte del asunto la pusieron las víctimas de la dictadura y sus familiares (también víctimas) que supieron transformar el dolor de las pérdidas en militancia y construcción de un sentido común que, a la vez que inhabilita cualquier sueño dictatorial, se transformó en una referencia (aún mayor que en el caso del Juicio a la Juntas) de cómo se construye un movimiento social de abajo hacia arriba, de manera transversal y durante muchos años, sin el acompañamiento del Estado, como refuerzo de esa lucha.

Pero seamos certeros. Esa falta de acompañamiento del Estado, no fue un hecho casual, inocente ni irracional. Se tradujo en omisiones flagrantes y en acciones concretas que, en el fondo, apuntaban al olvido de lo que había sucedido. Los claroscuros de la democracia argentina, para recordarnos una vez más que lo social está lejos de encaminarse siempre en un mismo sentido de las cosas, parieron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, como así también el indulto dispuesto por un presidente constitucional como Carlos Menem.

Si los doce años de gobiernos kirchneristas fue llamada la década ganada entre otras cosas por los logros en materia de Derechos Humanos, la de los 90’ puede ser llamada como una década perdida, que intentó garantizar la impunidad en nombre de una hermandad falsa, equivocada y que jamás tuvo como muestra un verdadero arrepentimiento de los verdugos. Desde el mejor de los cristianismos: perdonar al que no se arrepiente terminaría siendo el mejor cheque en blanco que se le puede entregar a asesinos y torturadores para que repitan sus aberraciones.

Pero el intento de olvido no fue exclusivo de lo que dejó como saldo el 24 de marzo de 1976. En el caso de la guerra de Malvinas, apenas finalizada la misma, la orden impartida desde las mismísimas fuerzas militares fue que no se hablara del tema. El ejemplo del retorno al continente de quienes participaron del conflicto bélico, de madrugada y escondidos en camiones especialmente camuflados, reflejan el espíritu de que, a la derrota, además, se le debía añadir el sentimiento de culpa.

Silencio y olvido no operaron sólo en la orden verticalista que impone cualquier estructura militar. Sino que también se plantearon con aires legitimantes desde la propia democracia recién iniciada. Si al horror del período 76’ – 83’ se lo debía ventilar para que se entendiera la gravedad de los acontecimientos, incluso a riesgo de poner en juego la muy frágil estabilidad democrática; a la guerra de Malvinas, con sus horrores y dolores, se la debía invisibilizar. El proceso de desmalvinización (que incluyó hasta el detalle de poner en las efemérides una fecha que estaba muy cerca de la derrota en el calendario) fue una estrategia que de alguna manera se adelantó a lo que en los 90’ comentamos respecto de los derechos humanos. El olvido, también aquí, como una forma de construcción social que tenía al Estado como ariete fundamental.

Otra vez las voces disidentes pudieron más. El trabajo de hormiga de los veteranos para que le sean reconocidos algunos derechos que podríamos llamar naturales, su capacidad para vincularse comunitariamente en algunas ciudades del país (Rosario no deja de ser un ejemplo digno de mención) y la enorme dignidad de algunos de ellos en animarse “a hablar” sobre los horrores de la guerra, abrieron una puerta desde donde asomarse a un mundo que, a veces por culpa, otras por respeto y otras por miedo, habíamos preferido no mirar.

Da la sensación, y si es que se me permite hablar de sensaciones en un texto de análisis político, que ambas luchas, la de las víctimas del 24 de marzo y la de los veteranos de Malvinas, hermanadas en cuanto al intento de olvido que intentó llevar adelante el Estado con la complacencia de ciertos poderes y de parte de la sociedad, se encuentran en estadios diferentes. Si a la primera le falta confirmar con condenas todo el entramado civil que le dio sustento (beneficiarios ineludibles) y disputa públicamente por aquellos espacios institucionales que miran para el costado o ralentizan definiciones concretas, a la segunda parece faltarle que mucha verdad se conozca y que mucho del dolor acumulado salga a la luz. Es cierto que el Estado deberá ser, como siempre, un actor indispensable de esos logros. Pero también la sociedad civil tendrá que replantearse hasta donde quiere escuchar, hasta donde quiere saber.

La guerra de Malvinas y el movimiento surgido a partir de lo que fue el 24 de marzo nos interpelan cotidianamente. En sus víctimas, héroes y herederos que tomaron la posta está buena parte de la argentinidad de las últimas tres décadas. Son ejemplo y referencia. Y nos muestran el camino. Si, como dijo el poeta, las utopías sirven para caminar, andemos, orgullosos, por esos senderos.

(*) Analista político de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 04 Apr 2021 16:24:31 -0300
Miles de Rosarinos Marcharon por la Memoria la Verdad y la Justicia https://fundamentar.com/articulos/noticias/item/5673-miles-de-rosarinos-marcharon-por-la-memoria-la-verdad-y-la-justicia https://fundamentar.com/articulos/noticias/item/5673-miles-de-rosarinos-marcharon-por-la-memoria-la-verdad-y-la-justicia Miles de Rosarinos Marcharon por la Memoria la Verdad y la Justicia

Diferentes organizaciones sociales, partidos políticos y ciudadanos comenzaron a marchar minutos antes de las 18 desde la plaza San Martín hacia el Monumento a la Bandera.

Miles de rosarinos marcharon por las calles de la ciudad por "la Memoria, la Verdad y la Justicia" al cumplirse el 41º aniversario del golpe de estado que dio lugar a la última dictadura militar.

Minutos antes de las 17, miles de rosarinos comenzaron a congregarse en torno a la Plaza San Martín, epicentro de una de las movilizaciones más grandes de los últimos tiempos. De a poco la plaza comenzó a cambiar su fisonomía habitual. Es que primero llegaron de a pocos, pero luego fueron llegando masivamente para ponerle un gran marco, multitudinario en el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia.

Diferentes organizaciones sociales, representantes de partidos políticos y ciudadanos comunes se fueron acercando minutos antes de las 17 a la Plaza, desde donde minutos antes de las 18 comenzaron a marchar hacia el Monumento Nacional a la Bandera por "la memoria, la verdad y la Justicia" y decir "Nunca Más".

La caravana primero tomó por Santa Fe hasta Oroño, de ahí pasó por los Tribunales Federales y luego retomó por San Luis hasta Buenos Aires, para luego congregarse en el Monumento Nacional a la Bandera.

"Estamos marchando junto a los organismos, las Madres y las Abuelas, planteando fuertemente que tienen que seguir los juicios a los genocidas, que tienen que continuar las políticas de Memoria, la Verdad y la Justicia, y también de cara a los conflictos sociales, el gobierno tiene que dejar de reprimir las protestas sociales y garantizar las políticas púbicas que defienden los empleos, los salarios y los trabajos. Por todo eso y para defender la Memoria, la Verdad y la Justicia es que estamos marchando", sentenció Sonia Alesso, secretaria General de Amsafe y de Ctera.

DECLARACIONES

La diputada Alicia Gutiérrez dijo durante la marcha: “No queremos que se banalice el número de compañeros y compañeras desaparecidos”. Además, la legisladora pidió “que sigan los juicios y se profundicen”. “Desde el gobierno nacional se están desmantelando muchos juzgados federales”, manifestó en diálogo con el Tres. 

Por su parte, la titular de Ctera y secretaria general de Amsafé, Sonia Alesso, sostuvo que los maestros participaron este viernes de la marcha como lo hicieron el 22 de marzo en la plaza de Mayo porque “la pelea contra el ajuste se une con la defensa de los derechos humanos”.
 
La intendenta Mónica Fein participó de la marcha hacia el Monumento y dijo que lo hizo por el pedido común de “Memoria, Verdad y Justicia y también para comprometernos en defender la democracia”.
 
“Es un año de cambio y de nuevos debates. Creo que el mayor debate que tenemos que tener como sociedad es decir «Nunca Más» a lo que pasó en la dictadura con la desaparición forzada de personas y exigir que el Estado vuelva a cuidarnos en todos sus estamentos”, dijo la intendenta rosarina.
 
 
FUENTE: Notiexpress
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hola@fundamentar.com (Luciano Herrero) Rosario y la región Sat, 25 Mar 2017 10:45:22 -0300
En Multitudinaria Marcha, Organismos de DDHH Lanzaron Duras Críticas al Gobierno https://fundamentar.com/nacional/item/5672-en-multitudinaria-marcha-organismos-de-ddhh-lanzaron-duras-criticas-al-gobierno https://fundamentar.com/nacional/item/5672-en-multitudinaria-marcha-organismos-de-ddhh-lanzaron-duras-criticas-al-gobierno En Multitudinaria Marcha, Organismos de DDHH Lanzaron Duras Críticas al Gobierno

A 41 años del último golpe de Estado, organismos de derechos humanos y agrupaciones sociales protagonizaron un multitudinario acto en Plaza de Mayo por el Día de la Memoria, en el que dedicaron duras críticas al Gobierno y su política económica y afirmaron que "nadie ni nada desde el Estado puede poner en duda que son 30 mil" los desaparecidos.

Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y la agrupación HIJOS, entre otros organismos, encabezaron el acto central por el Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, en el que ratificaron el "repudio a los crímenes de lesa humanidad" y "las miles de desapariciones forzadas" durante la dictadura que se extendió desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983.

No obstante, en el documento que elaboraron los organismos, también se refirieron a la controversia que abrió meses atrás el Gobierno respecto del número de víctimas de la dictadura al tiempo que señalaron que "el plan económico del Gobierno tiene los mismos objetivos que el de (José) Martínez de Hoz" y pidieron "libertad a Milagro Sala".

Las Abuelas, encabezadas por Estela de Carlotto, y las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, referenciadas en Taty Almeida, subieron al escenario montado delante de la Casa Rosada cuando la histórica plaza ya estaba colmada de gente.



"A 41 años del golpe de Estado genocida, de las Fuerzas Armadas, de los grupos económicos, la corporación judicial, la embajada de Estados Unidos, venimos nuevamente a esta plaza a repudiar los crímenes de lesa humanidad, las miles de desapariciones forzadas y presos políticos", comenzó el comunicado que leyeron las agrupaciones.

Allí indicaron que "el funcionamiento de centros clandestinos de detención, la censura, la mentira organizada, la pobreza programada, una guerra por Malvinas con delitos de lesa humanidad" y "la deuda externa que causó hambre por décadas" fue "el terrorismo de Estado".

"Este año además venimos a denunciar los enormes retrocesos en materia de derechos humanos. Persecución política, represión, encarcelamiento de militantes, pérdida de soberanía política y económica", agregaron, en lo que fue la primera alusión al gobierno del presidente Mauricio Macri.



Mientras en remeras y banderas podía leerse la frase "Son 30 mil", en el documento manifestaron el "repudio todo lo que sea negacionista" y aludieron a la polémica que abrieron funcionarios como José Gómez Centurión o Darío Lopérfido al relativizar el número de pérdidas humanas provocadas por la dictadura. Al respecto, sentenciaron: "Nadie ni nada desde el Estado puede poner en duda que son 30 mil y en esta plaza gritamos presentes, ahora y siempre".

Tras calificar a la gestión de Macri como un "gobierno antipopular", advirtieron que seguirán "denunciando los despidos, el hambre, el ajuste, la persecución política" y afirmaron que "la carta (a las Juntas Militares) de Rodolfo Walsh hoy se puede volver a leer, porque el plan económico del Gobierno tiene los mismos objetivos que el de Martínez de Hoz".

Para cerrar el acto, Carlotto se aproximó al micrófono para gritar la arenga que caracteriza a las movilizaciones por el Día de la Memoria: "30 mil compañeros desaparecidos, presentes, ahora y siempre".

 

FUENTE: Ámbito

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hola@fundamentar.com (Luciano Herrero) Argentina Sat, 25 Mar 2017 10:27:00 -0300