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En el último tiempo, la constante desinformación terminó siendo funcional al uso indebido de herramientas jurídicas para la persecución política de dirigentes de la región.

El uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales en las últimas décadas fueron tomando cada vez más protagonismo y contribuyendo en un mundo cada vez más globalizado. En América Latina se observa cómo en los últimos años estas deterioran el orden democrático cuando sirven como vía de difusión de fake news, utilizadas luego en procesos judiciales que impactan de manera contundente en los sistemas políticos de la región.

El caso del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) es un claro ejemplo de lo que es ser víctima de las fake news y de la judicialización de la política en la región. Recientemente recuperó sus derechos políticos debido a la anulación de las condenas por la causa Lava Jato, proceso en el que el propio Lula reconoció ser “víctima de la mayor mentira jurídica contada en 500 años de historia”. Las fake news son mucho más que noticias falsas. Son socias indiscutidas del lawfare, que es el uso indebido de herramientas jurídicas para la persecución política del adversario.

No sólo los medios de comunicación son reproductores de información falsa, sino que a partir del impacto de las redes sociales son los mismos ciudadanos y ciudadanas quienes viralizan, comparten y van construyendo supuestas realidades a partir de una mentira.

Según un estudio de la compañía global de ciberseguridad Kaspersky y la consultora CORPA, alrededor de un tercio de las y los latinoamericanos utiliza solamente las redes sociales para informarse a diario y sólo un 17% lo hace a través de los sitios de medios de comunicación tradicionales. Los países que usan en mayor medida las redes sociales para informarse son: México (35%), Brasil (33%) y Chile (32%). Luego siguen Perú (31%), Argentina (28%) y Colombia (26%). 

En el 2018 un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) reveló que las fake news –término que popularizó el expresidente Donald Trump para criticar a los medios de comunicación opositores en Estados Unidos-  tienen un 70% más de posibilidades de ser reenviadas y viralizadas que las veraces y son distribuidas más rápidamente y con mayor impacto que las noticias verdaderas. El uso de las noticias falsas tiene el objetivo de manipular a la opinión pública o perjudicar a una persona con intereses políticos y/o económicos. Según los especialistas, y teniendo en cuenta que en estos tiempos hay mayor sensibilidad social, el contenido falso apela a las emociones más inmediatas de las personas, confirmando una convicción, o un prejuicio, que ya existe en ellas.

Alrededor del 70% de las y los latinoamericanos no sabe detectar las noticias falsas y tampoco está seguro de reconocerlas en Internet. Quienes en mayor medida no logran identificarlas son las y los peruanos, con 79%, las y los colombianos (73%), y las y los chilenos (70%). En Argentina y México el 66% no puede discriminar entre una noticia falsa y una verdadera, y en Brasil, el 62% está en la misma situación, según la publicación que dio a conocer en febrero del año pasado Kaspersky y CORPA.

Otro dato para destacar es que el 2% de las y los latinoamericanos cree que las fake news son sólo un juego y no perjudican a nadie, aunque la gran mayoría piensa todo lo contrario. Un 72% afirma incluso que se viralizan porque alguien busca dañar o conseguir algo a cambio. No obstante, el 46% de los encuestados pone en duda -de vez en cuando- o simplemente no cuestionan lo que lee en la web.

Según el Observatorio de Infodemics COVID-19 de la Fundación Bruno Kessler, debido a la pandemia, América Latina es la región del mundo más afectada por la cantidad de noticias falsas sobre el coronavirus. Sin dudas, esto aumenta la desconfianza en las instituciones y debilita el cumplimiento de las medidas para enfrentar a la enfermedad. Podemos decir que también los partidos opositores a los gobiernos de turno, aprovechan y fogonean la “infodemia”.

De 83 países bajo estudio, los 15 en los que la fiabilidad de las informaciones sobre la enfermedad difundidas a través de medios digitales es más baja se encuentran en la región, donde el 59% de lo que allí se publica puede ser considerado “confiable”. En países como Perú y Venezuela la proporción de noticias confiables es del 25%, es decir que sólo uno de cada cuatro tuits responde a criterios de validación, corroboración de evidencia o con origen en una fuente rigurosa y confiable.

Recientemente el papa Francisco, en su mensaje por la 55ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, valoró la contribución de Internet, a través de la cual se permite multiplicar la capacidad de compartir historias con “información de primera mano y oportuna”, sin embargo, alertó sobre los riesgos de la comunicación social sin controles, especialmente en tiempo de pandemia.

Cada vez son más los espacios e iniciativas dedicados a hacer frente a este fenómeno: la Unesco y Chequeado crearon recientemente PortalCheck, un sitio que recopila una serie de herramientas para poder verificar datos y combatir la desinformación frente al COVID-19 exclusivamente en América Latina.

En este sentido, Google también anunció el lanzamiento de DigiMente, un programa con el objetivo de capacitar a niños, niñas y adolescentes sobre la desinformación, ética de la información, pensamiento crítico, reflexión e interpretación de las noticias. Más de la mitad de los estudiantes tampoco sabe cómo detectar noticias falsas. Este proyecto piloto comenzará en la Argentina, Colombia y México, y pretende luego convertirse en una plataforma de educación en línea.

Las fake news en los procesos electorales
La libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos (Artículo 19), la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Resolución 104 adoptada por la Conferencia General de la UNESCO, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como en otros instrumentos internacionales y constituciones nacionales.

En año pasado, el Relator Especial de las Naciones Unidas (ONU) para la Libertad de Opinión y de Expresión, el Representante para la Libertad de los Medios de Comunicación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) realizaron una declaración conjunta sobre libertad de expresión y elecciones en la era digital, donde realizan recomendaciones a los Estados y actores no estatales.

En la misma reconocen la importancia para la democracia de un entorno de medios dinámico, con un debate público sólido al que la audiencia tenga acceso a un abanico diverso de información e ideas; así como el rol de los medios de comunicación durante los procesos electorales para brindar a los candidatos y partidos acceso equitativo al público, una plataforma para el debate político e información imparcial y precisa sobre cuestiones vinculadas con los comicios.

A raíz de la evolución de los medios de comunicación, el avance de la era digital y la aparición de las redes sociales, se abre el espectro de oportunidades para que los votantes accedan a información, expresen opiniones, y tengan la oportunidad de interactuar directamente con candidatos y partidos. Sin embargo, han surgido nuevos desafíos en materia de libertad de expresión, visibilizando la necesidad de adaptar los marcos normativos vigentes con el fin de supervisar de manera transparente y responsable los contenidos virtuales.

Las investigaciones existentes muestran evidencia contradictoria y mientras algunas señalan que no existen efectos significativos, otras han encontrado que la desinformación tiene un efecto en la determinación de la agenda informativa, que se amplifica en los medios la existencia de la desinformación e incluso puede estar conectada con la erosión de la confianza en las instituciones democráticas.


Cómo afectaron las fake news los procesos electorales en nuestra región

Ecuador

El pasado 7 de febrero se realizaron elecciones en Ecuador y en los últimos días de la campaña se multiplicaron las noticias falsas.

La colombiana Semana aseguró que el correísmo, ahora agrupado en el espacio Unión por la Esperanza (UNES), habría recibido 80 mil dólares de la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN) para financiar su campaña electoral. Según la nota, el recientemente abatido líder de la guerrilla, Andrés Vanegas -alias "Uriel"-, habría mantenido conversaciones con el expresidente Rafael Correa, según datos extraídos de equipos informáticos del líder guerrillero.

Tanto Correa como el candidato a Presidente, Andrés Arauz, y el ELN salieron a desmentir tal información, manifestando que nunca tuvieron conversaciones entre sí.

La Fiscal General del Estado de Ecuador solicitó a su par de Colombia el informe completo sobre los hallazgos de los investigadores en las computadoras de Vanegas.

A nueve días de las elecciones, el consejero Luis Verdesoto ingresó una denuncia al Tribunal Contencioso Electoral (TCE) por la supuesta entrega de dádivas a los votantes, a través de la entrega de pruebas de COVID-19 gratuitas en las sedes de la alianza UNES en la ciudad fronteriza de Tulcán y en Quito. La denuncia fue archivada el día posterior a los comicios por no presentar los fundamentos de su acusación con detalles específicos sobre los daños que ha causado la entrega de dádivas, sin pruebas ni documentos que respaldaran esta denuncia.

También en los primeros días de febrero, se replicó otra noticia falsa sobre la presunta vacunación del candidato Arauz en su viaje a la Argentina, donde tuvo reuniones con el presidente Alberto Fernández y su vice, la expresidenta Cristina Fernández, a principios de diciembre. Lo cierto es que las vacunas llegaron a nuestro país recién a fines de ese mes y la vacunación comenzó el 29 de diciembre.

Asimismo, desde Argentina se publicó información relacionada a un video falso que circuló en redes sociales sobre la supuesta entrega de 250 dólares a los votantes antes de las elecciones en Ecuador. En un video de poco más de 30 segundos, que se comprobó luego su falsedad, se ven imágenes del candidato y una voz que decía a la población que podían pasar por las sedes partidarias en todo el país para retirar 250 dólares a cuenta de un subsidio que les prometió a todas las familias si llegaba a ganar la presidencia.

Estos ejemplos son una muestra más de que uno de los principales fines de las fake news es perjudicar a los candidatos durante los procesos electorales, llevando este fenómeno a que sean los mismos candidatos los que deban pensar en desarrollar plataformas o generar mecanismos para desmentir y comprobar el contenido de esas noticias falsas, como lo hizo Arauz a través de su plataforma web recientemente.

Este año, a principios de febrero, la Cámara Nacional Electoral (CNE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentaron la campaña digital #YoMeInformo, buscando hacer frente a la desinformación en redes sociales y/o medios digitales, fortaleciendo el proceso electoral y democrático en Ecuador, y generando conciencia en la ciudadanía. Durante el proceso electoral ecuatoriano han salido a desmentir varios contenidos circulados en redes sociales.

Bolivia
En octubre del año pasado, el mismo día de las elecciones en Bolivia, según el portal Bolivia Verifica la primera imagen falsa que circuló con supuestos resultados de la votación en Japón donde se atribuía la victoria a Luis Fernando Camacho (Creemos). Anotaron más de 2.000 votos a favor de ese partido cuando en todo el país había sólo 196 inscriptos. Claramente una fake news.

Los candidatos también fueron blanco de desinformaciones: se publicaron fotos manipuladas de Luis Arce (Movimiento Al Socialismo) y Carlos Mesa (Comunidad Ciudadana) en las que supuestamente muestran sus votos.

Hubo más desinformaciones sobre Mesa, ya que a la mañana del mismo día de la elección se difundió la imagen de portada de un diario de La Paz en la que se modificó el titular y decía, falsamente, que Mesa había renunciado a su candidatura.

Brasil
Para las elecciones municipales 2020 en Brasil, el Tribunal Superior Electoral (TSE) realizó una alianza con Twitter y Tik Tok, más nueve servicios de verificación de noticias, a fin de combatir la supuesta "desinformación" durante los comicios municipales y la acción de "milicias digitales". También firmó un convenio con Google para brindar contenido confiable e información oficial sobre las elecciones.

La Corte Suprema de Brasil investiga presuntas campañas de desinformación y difamación en las presidenciales de 2018 a través de mensajes masivos por Whatsapp, supuestamente financiadas por empresarios favorables a Jair Bolsonaro, quien terminó imponiéndose en las urnas.

Las fake news o noticias falsas no fueron un caso aislado, sino que fueron protagonistas de la campaña electoral. El equipo de Bolsonaro ha sido acusado formalmente de emplear noticias falsas contra el candidato del PT, Fernando Haddad. La mayoría de las noticias falsas eran difundidas por Whatsapp, consumidas y compartidas por el 66% de los electores.

Varios observadores han criticado la lentitud y la tibieza con la que ha actuado el TSE, que el 15 de octubre determinó la retirada de 50 posteos de Facebook con informaciones no verídicas contra el candidato Haddad y su vice, Manuela D'Ávila. Pocos días antes, la Corte, responsable del correcto desarrollo del proceso electoral, lanzó una página web para ofrecer aclaraciones a los votantes brasileños sobre informaciones falsas que circularon en las redes sociales.

Chile
A principios de enero de este año el periodista venezolano y activista de ultraderecha Casto Ocando elaboró un pormenorizado reportaje -“Las cuentas secretas de la política chilena”- en el que daba a conocer la existencia de cuentas bancarias en paraísos fiscales de 12 políticos chilenos, entre las que se destacaban las del candidato presidencial del Partido por la Democracia (PPD), Heraldo Muñoz, más las del candidato presidencial de Renovación Nacional, Mario Desbordes.

A principios de febrero se republica en otro medio, acompañado de una extensa campaña de viralización por redes, a través de cuentas ligadas a activistas del Partido Republicano y cercanos a la Unión Demócrata Independiente (UDI).

Ambos desmienten de manera categórica las afirmaciones y las califican de fake news. Desbordes autorizó al Ministerio Público a levantar su secreto bancario para despejar cualquier duda, en una denuncia penal por los delitos de falsificación de instrumento privado y usurpación de nombre. En el caso de Muñoz, se ofició a los bancos en cuestión, los que le confirmaron que las cuentas eran falsas, además de elevar una denuncia en Estados Unidos ante la Federal Trade Commission.


Regulación de las fake news


La falta de legislación y el intento de regulación de las noticias falsas causa polémica y contradicciones.

En Nicaragua, el año pasado el Parlamento aprobó una ley contra los ciberdelitos con penas de hasta diez años de prisión, entre los que se encontraban -con penas de dos a cinco años- aquellas personas que "difundan información falsa" que produzcan "temor, zozobra o alarma en la población", perjudiquen el honor, prestigio y dignidad de otras y pongan en peligro el orden público o la "seguridad soberana". Esta normativa fue criticada por sectores de la oposición, la prensa independiente y organizaciones defensoras de derechos humanos, argumentando que limita la libertad de expresión y amenaza el ejercicio del periodismo.

En un estudio desarrollado por un conjunto de organizaciones de la sociedad civil ligadas a los derechos humanos en el entorno digital se plantea que las noticias falsas se encuentran amparadas por la libertad de expresión (salvo casos excepcionales). En la declaración conjunta de Viena de 2017, los cuatro relatores para la libertad de expresión (ONU, OEA, OSCE y la Comisión Africana CADHP) indicaron que la prohibición de difundir información basada en conceptos imprecisos y ambiguos como el de noticias falsas es incompatible con los estándares internacionales sobre libertad de expresión.

Además, plantea la necesidad de que la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión – CIDH establezca una definición clara de fake news y bots.

En nuestro país la Cámara Nacional Electoral (CNE) propuso en 2018 un “registro de cuentas de redes sociales y sitios web oficiales de los candidatos, agrupaciones políticas y máximas autoridades partidarias, para publicarlas en el portal del organismo, y la obligatoriedad para los partidos de adjuntar en sus informes de campaña el material audiovisual que vayan a utilizar en Internet y redes sociales. Además, de auditar las campañas digitales desarrolladas por las agencias publicitarias y consultoras”, y realizó una auditoría sobre el comportamiento de cuentas automatizadas (bots), ataques (trolls) y difusión de información falsa (fake news) durante las semanas de campaña electoral, algo que también fue realizado durante las elecciones legislativas de 2017.

Si de algo estamos seguros es que sin dudas las noticias falsas en la región (y en el mundo), y sobre todo en los procesos electorales, socaba la democracia. El gran escollo para sortear la desinformación y las fake news tiene que ver con el empoderamiento ciudadano. Y en los procesos electorales las noticias falsas dañan principalmente a la ciudadanía -además de a los candidatos y a las instituciones- porque no se le está dando la posibilidad de elegir en libertad a la hora de inventar noticias falsas sobre determinado candidato de determinada fuerza política o incluso de algún órgano electoral, que cada vez es más frecuente en la región.

Las noticias falsas y la judicialización de la política son parte, muchas veces, del mismo entramado. Las fake news y el lawfare son las dos caras de la misma moneda, que se empoderan mutuamente y socavan el derecho de las ciudadanos y ciudadanas a elegir con libertad.

(*) Directora del Observatorio Electoral de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América latina y el Caribe (COPPPAL). Doctoranda en Ciencia Política (UNSAM), Profesora de Relaciones Internacionales (USAL).

FUENTE: Cenital

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hola@fundamentar.com (Dolores Gandulfo (*)) Opinión Fri, 23 Apr 2021 17:10:46 -0300
Dos Derrotas Obligan a Macri a Dejar el Marketing y Hacer Política https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5640-dos-derrotas-obligan-a-macri-a-dejar-el-marketing-y-hacer-politica https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5640-dos-derrotas-obligan-a-macri-a-dejar-el-marketing-y-hacer-politica Dos Derrotas Obligan a Macri a Dejar el Marketing y Hacer Política

“Seguir como hasta ahora poniendo el eje de la política en un lugar y el de la comunicación en otro sería suicida”, señala el autor en referencia al gobierno de Mauricio Macri. Define que “el marketing político es un elemento y no puede ser nunca un argumento”.

El fin de año siempre viene con sorpresas. Lo saben los más chiquitos que esperan esta época con envidiable ansiedad. Los adultos también. Cuando faltan algunos meses en todas las conversaciones se empieza a aludir a este período del año en que —al menos en este rincón del mundo— una especie de condensación emocional comprime buena parte de la vida cotidiana.

Para la política el efecto es del mismo tenor, los analistas lo escriben, los actores políticos y sociales especulan con el efecto “fin de año” como una variable más de su acción cotidiana. Ya leímos sesudas interpretaciones de situaciones que podrían estar sucediendo en municipios populosos. Desde planes para movilización en busca de comida en supermercados, supuestamente motorizados por organizaciones sociales, hasta autoridades que acopian pertrechos para calmar los ánimos.

En eso estábamos al terminar 2016, con el oficialismo haciendo fulbito discursivo para entretener a su parcialidad y los medios de mayor circulación gritando ole desde sus tribunas para ampliar la cobertura. Pero de a poco, en los últimos treinta días, se fue colando la política. Y para Macri —también para Durán Barba y Marcos Peña— se frustró la posibilidad de llegar al récord de un año sin hablar de política.

Comunicación de campaña, comunicación de gobierno

Siempre es un desafío el pase de la comunicación de campaña a la comunicación de gobierno. Luego de triunfar en las elecciones la estrategia discursiva suele acompañar los movimientos que se organizan en torno a la realpolitik. Habitualmente es una etapa de rupturas más que continuidades, por la diferente naturaleza de esas instancias y lleva un tiempo acomodar el paso.

El trío aludido sorprendió con un manejo hasta aquí nunca visto en estas tierras. Inauguró un estilo de comunicación gubernamental que hizo gala de un virtuoso manejo de los medios sociales y el mundo digital y una estrategia simple y plana en los medios analógicos y tradicionales. Mucho movimiento en los primeros y campañas despolitizadas, ausentes de sorpresa, en los segundos. Poca interacción con periodistas (con periodistas que hagan periodismo). Mucha propaganda. Poca comunicación política. Marcos Peña explicó que se trataba de una comunicación horizontal, con mucha imagen y conceptos simples y concretos. Que utiliza interacciones directas, mediante timbreos y correos electrónicos. Que aprovecha de las apariciones sorpresivas de Macri —al estilo del falso viaje en colectivo, o pidiendo ir al baño en la casa de algún vecino, agregamos nosotros—.

Las metáforas banales como la luz al final del túnel, las dos pizzas, los brotes verdes, la revolución de la alegría, poblaron un discurso más cercano a la autoayuda que a lo político que es novedoso en la instancia nacional pero no lo es en referencia al macrismo. Desde que se puso en campaña para gobernar la Ciudad de Buenos Aires las referencias deportivas fueron moneda corriente en el universo Pro, no son los únicos que las utilizan en política. Ahora nos hemos acostumbrado a “retiros espirituales” donde se esfuerzan en mostrar que son un equipo, con eso de vestirse todos parecidos, hablar en el mismo tono y homogeneizar lo que se dice.

Se trata de un universo feliz en el que se pregona la posibilidad de una vida de goce, siempre y cuando se condene al kirchnerismo al último lugar de la escala social, y se cuente en ese objetivo con la complicidad de la mayor parte del arco político y social. Hubo momentos en este 2016 que parecía que lo lograrían. Hicieron su aporte denuncias a granel que siempre encuentran un fiscal dispuesto y un juez pronto. Declaraciones de compromiso de referentes y dirigentes que quizá aspiraban a una sobrevida política a la sombra de un macrismo hegemónico, conformados con poco más que un hueso.

De la autoayuda al pedido de ayuda

Pero llegó el fin de año sin que hayan logrado meter presa a Cristina. Con poco más para decir de José López sin que aparezca manchado Angelo Calcaterra (el primo presidencial). Para colmo de males Milagro Sala sigue presa en una situación que es denunciada en cuanto ámbito internacional participa nuestro país. Y el presidente puesto a elegir entre mantener su alianza con el radicalismo y cumplir con los derechos Humanos, optó por lo primero. Cantado. Pero no cómodo.

Es en este panorama que se colaron los dos importantes traspiés legislativos en sendas iniciativas del Poder Ejecutivo: voto electrónico frenado por el Senado, impuesto a las Ganancias en Diputados. Con el primero se les cae un anhelo sospechado de todo tipo de negociados. Con el segundo queda expuesta, una vez más, otra promesa de campaña incumplida.

Pero además se vino diciembre y el sinceramiento se sintió fuerte en “la víscera más sensible”. Se filtran opiniones negativas por todos lados, las encuestas por más amañadas que estén no se pueden dibujar tanto y los dueños de los medios no hacen nada por evitar que a sus conspicuos escribas se les cuelen referencias al espanto que produce la incapacidad de la tribu gobernante. De todos modos se esfuerzan —ya se ha dicho—, y sobre todo, les queda mucho por sacarle antes de volcarse a la oposición. Pero ese es otro tema y quizá la moneda de cambio haya que buscarla por los ignorados Panamá Papers.

Decíamos que se metió la política en el medio y ya no pudieron patear la pelota afuera con frases de ocasión. Tuvieron que salir a hablar de política los que trataban de esquivarla. Vimos a Peña y Frigerio en la Sala de Prensa de la Casa Rosada amenazando de seguidismo a Cristina a quienes no quisieran tratar el Voto Electrónico y luego de sucedido el fracaso, el gobierno el pleno acusando de “feudales” a los gobernadores. Con ganancias llegó el golpe para Massa, a quien luego de ensalzar como futuro líder del peronismo en Davos el mismo presidente acusa de impostor, por ser parte de un acuerdo opositor. Michetti hablando de veto a la posible Ley, luego desmentido. Bienvenidos a la política.

Veremos cosas de este tipo de aquí en más si es que el gobierno quiere dar batalla política y no se entrega. Seguir como hasta ahora poniendo el eje de la política en un lugar y el de la comunicación en otro sería suicida. Porque el marketing político es un elemento y no puede ser nunca un argumento.

 

FUENTE: Vaconfirma.com

 
 
 
 
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hola@fundamentar.com (Gonzalo Carbajal) Opinión Tue, 13 Dec 2016 09:44:32 -0300
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“Privado, y a espaldas de los ciudadanos, es el modo en que se deciden las cosas en el gobierno que encabeza la Presidencia de la Nación desde el 10 de diciembre”, según el autor de esta columna en la que refiere hechos que avalan la idea.

Mi abuelo Ernesto era recurrente cuando le preguntaba algo, miraba a la biblioteca y me mandaba a consultar el diccionario de la Real Academia Española. No olvidaré nunca el olor de aquel mamotreto de papel de seda, pero hoy escribo conectado a Internet y su sucedáneo electrónico me entrega lo siguiente:

  1. adj. Que se ejecuta a vista de pocos, familiar y domésticamente, sin formalidad ni ceremonia alguna.
  2. adj. Particular y personal de cada individuo.
  3. adj. Que no es de propiedad pública o estatal, sino que pertenece a particulares.
  4. adj. Can. Muy contento, lleno de gozo. Estar privado.
  5. m. Hombre que tiene privanza.

Estas son las primeras cinco acepciones del término “Privado” que viene del latín privātus y con el que el gobierno de Macri insinúa tener algo especial.

Es que privados son los barrios de las periferias de las metrópolis, lugares donde habitan porciones mayoritarias de sus adherentes, también responsables de provocar y agravar las inundaciones en muchas barriadas linderas.

Privado, y a espaldas de los ciudadanos, es el modo en que se deciden las cosas en el gobierno que encabeza la Presidencia de la Nación desde el 10 de diciembre. Prueba de ello es su insistencia en eludir las Audiencias Públicas obligatorias para establecer aumentos de tarifas de los servicios públicos.

Así también es la propiedad de los activos que los seguidores del PRO defienden con pasión. De esa manera - aseguran- el capital (privado también) invierte y maximiza sus beneficios, lo que a la postre derramará en riqueza para todos y todas (riqueza privada también). Para el Estado hay reservado un lugar, será el canchero que cortará el pasto para que los privados jueguen su partido.

Como contrapartida, por ejemplo, tenemos los espacios públicos a los que en cuanto se puede los vuelven menos públicos y los encierran detrás de corralitos o rejas. Así pasaron a ser las plazas de la Ciudad de Buenos Aires desde que Macri asumió la Jefatura de Gobierno.

Privada es la escena de los feriados nacionales. Para participar de ellos hay que tener pulserita, ser VIP. Así sucedió el 25 de mayo con la Plaza de Mayo cercada por vallas, el 20 de junio en el Monumento a la Bandera de Rosario y en la Plaza Independencia de San Miguel de Tucumán el 9 de julio (además privada de naranjas).

Privado para los argentinos es el acceso a las costas del Lago Escondido. Así lo mantiene el magnate Joseph Lewis en su estancia de la Patagonia, contra la voluntad de la Justicia. Justamente allí pasó Mauricio Macri sus vacaciones el verano pasado. Teniendo amigos con lagos privados, ¿por qué privarse de un descanso privado?

Privada es también la comunicación que el macrismo quiere imponer para nuestra sociedad, y por eso los cambios a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tienden a facilitar los negocios de los privados en detrimento de los servicios públicos. Así es que la calidad de las transmisiones de la Televisión Digital Abierta (TDA) decae, al tiempo en que el espectro radioeléctrico en el que deberían circular los canales de TV abiertos libres y gratuitos es concesionado a empresas privadas para servicios privados y cerrados de telecomunicaciones.

¿De qué otra manera, si no es porque bajo su mirada la Radio y la TV Privada es mejor que la TV Pública, se podría entender la falta de interés en sostener el importante rating que tenían los medios públicos hasta diciembre del año pasado? No se sabe aún qué opinan los periodistas que dejaron sus trabajos en emisoras privadas para pasar a Radio Nacional, pero la audiencia que los sigue no ha parado de caer y en la actualidad está en la tercera parte de lo que supo ser.

Privados son los canales de televisión que recibieron por unas pocas monedas los principales partidos de fútbol del torneo que acaba de finalizar. Y privados serán quienes gestionen el fútbol a partir del retiro del Estado y la eliminación del Fútbol para Todos.

Privado es el contenido de una comunicación que viaja por un sistema telefónico. Y ahora será igual de privado el contenido de los canales de la TV por cable ya que Macri con su DNU 267/2015 lo transformó en lo mismo. El problema ahora es que los privados que nos dan contenidos privados no tienen las obligaciones que antes tenían como limitar la inversión extranjera o no pasar de 24 licencias en todo el país. Esas y otras más, justamente para defender al público.

Mauricio Macri reunido con Satya Nadellla, Ceo de Microsoft.   

Cuando en enero Macri se reunió con la número dos de Facebook, Sheryl Sandberg para acordar el uso de Facebook at Work en el Estado, algunos se escandalizaron. Es que si se lleva a cabo los datos del Estado pasarán a estar en “la nube”, en un almacenamiento privado.

También en los comienzos de este año el Ministerio de Educación desmanteló el Plan Nacional de Inclusión Digital Educativa, que articulaba con el plan Conectar Igualdad para proveer netbooks y contenidos educativos a los alumnos de escuelas públicas y fue el creador del Huayra, el sistema Linux que competía en los dispositivos con el tradicional Windows. Ya en marzo algunos medios habían denunciado que se venía el reemplazo del sistema público por el privado. Los primeros días de agosto nos enteramos que el ENACOM firmó un convenio con Microsoft, esta empresa privada “pondrá a disposición contenido educativo a todo el país a través de programas de capacitación y herramientas informáticas”.

Privados son los datos de los ciudadanos que la ANSES cederá a la Secretaría de Comunicación Pública -y cualquier otro organismo del Estado- si no prosperan las denuncias que procuran que la Justicia lo impida.

Y privada de libertad injustamente está Milagro Sala desde el 16 de enero de este año.

Es que el gobierno está constituído por CEOs que vienen de las empresas privadas. Su preocupación principal es el mundo privado, para que prosperen los negocios del capital privado. Y la cabeza es una persona que estuvo procesada por ordenar escuchas a conversaciones privadas.

Algo importante debe pasar con esa palabra. Por algo la canciller Susana Malcorra cuando le preguntaron sobre la empresa offshore que le descubrieron a Macri en los Panamá Papers lo calificó como “un asunto privado”.

Quizá tenga que ver con la última acepción que me entrega el diccionario, dice ahí que “privado” también puede ser “Plasta grande de suciedad o excremento echada en el suelo o en la calle”.

 

FUENTE: VCF

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hola@fundamentar.com (Gonzalo Carbajal) Opinión Mon, 15 Aug 2016 12:19:04 -0300