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Fundamentar - Artículos https://fundamentar.com Wed, 03 Jul 2024 00:26:54 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es La contracara de la baja inflación que celebra Milei https://fundamentar.com/nacional/item/6858-la-contracara-de-la-baja-inflacion-que-celebra-milei-mas-desocupacion-sin-rebote-a-la-vista https://fundamentar.com/nacional/item/6858-la-contracara-de-la-baja-inflacion-que-celebra-milei-mas-desocupacion-sin-rebote-a-la-vista La contracara de la baja inflación que celebra Milei

El presidente celebra los datos del INDEC, pero consultoras están atentas a la repercusión en el IPC que puede tener las tarifas. Baja el consumo y se contrae la economía.

El autoproclamado precandidato al premio Nobel de Economía Javier Milei festeja la baja de la inflación, principal sostén de su apoyo en materia económica. Esta vez, ponderó un relevamiento de Econométrica que marcó que la inflación de alimentos fue de 0% en la tercera semana de junio. El informe se conoció poco tiempo antes de que el INDEC difundiera una suba de la desocupación de casi 1 punto interanual, producto de una caída del PBI del 5,1% en el primer trimestre.

Son dos fotos “viejas”, de hace casi tres meses, pero la dinámica continuaría por ese trayecto, según indicadores de ventas y producción conocidos en los últimos días. Todo mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) presiona para que el Gobierno levante el ancla cambiaria que mantuvo los precios a raya hasta ahora y los inversores comienzan a percibir que la dinámica es difícil de sostener, lo que se traduce en la suba de los dólares paralelos.

El presidente y su equipo económico se subieron al reporte de la consultora que dirige Ramiro Castiñeira, economista alineado a la administración Milei. Econométrica relevó que los precios de los alimentos no aumentaron en la tercera semana de junio, en lo que fue el mejor registro de la era Milei y más allá. Según el indicador, la inflación de alimentos viaja a un promedio del 2,4% mensual, que desciende semana a semana.

Otros estudios que siguen la evolución de los precios de los alimentos muestran tendencias similares, aunque con números algo mayores a 0. LCG, por ejemplo, midió una inflación del 0,9% en la tercera semana, pero su indicador había tocado 0 en la primera e incluso perforó a -1% a comienzos de mayo.

Las mediciones semanales son volátiles, pero sirven para leer tendencias. El indicador de LCG se mantiene debajo del 2% semanal desde mediados de marzo. También cae regularmente la cantidad de productos que registran incrementos por semana. En la última medición, pasó del 25% al 19% del total. Sin embargo, LCG ve una señal de alerta: “Por cuarta semana consecutiva, la inflación promedio mensual se aceleró”, indicó. Alimentos llegó así al 4,1% promedio mensual.

Milei sabe que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio será mayor al 4,2% que marcó el mes previo, porque impactarán las subas de tarifas de los servicios públicos que el Gobierno demoraba en implantar, para así mostrar, justamente, una inflación descendente. La expectativa oficial es que los alimentos “domados” compensen los tarifazos en el promedio general y que este no pase del 5%. Los consultores creen estará por encima de ese número. Según el último relevamiento de Eco Go, el IPC general será de 5,7% en junio y Alimentos subirá 3,2%.

El FMI proyectó que la inflación llegará a diciembre a un ritmo de 4% mensual. Significaría una baja importante desde el final de la era de Alberto Fernández y el salto devaluatorio del tándem Milei-Caputo, pero con un costo en términos de actividad. En su reciente staff report, el Fondo auguró una contracción económica del 3,5% para este año (contra el 2,8% que esperaba hace unos meses) y una suba de desempleo hasta 8%. Y eso sin considerar el impacto que suelen tener en el país devaluaciones como la que el Fondo comenzó a reclamar.

Goles en contra

Si el presidente festeja los IPC como goles en redes sociales, mira para otro lado cuando llegan datos oficiales que muestran la consecuencia del ajuste recesivo que contiene los precios y que incluso provoca deflación en algunos rubros como bebidas. Como la venta de gaseosas, vinos, cervezas y otras caen a un ritmo superior al 20%, los fabricantes, distribuidores y comercios minoristas rebajan los precios para sacarse la mercadería de encima. Hoy, stockear no es negocio, porque nadie espera un repunte en las ventas.

Las ventas de supermercados y autoservicios cayeron 7,8% anual entre enero y mayo, según la consultora especializada Scentia. La baja es más pronunciada en las grandes cadenas, quizás porque la situación actual contrasta con el control de precios pleno (en ese canal de ventas) de la gestión Fernández-Massa. Pero no hay indicios de recuperación. “Junio viene más o menos igual”, anticipó una fuente del sector. La inflación baja, pero los ingresos no acompañan y no traccionan una recuperación del consumo masivo.

Hay casos hiperbólicos que dan cuenta del impacto social de la recesión, como las caídas en los consumos de carne y lácteos. Según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), el consumo de carne vacuna se contrajo 14,9% anual entre enero y mayo. “Dejando de lado los primeros cinco meses de 2020, esta fue la menor cantidad de las últimas tres décadas”, indicó. Los precios de los cortes cárnicos siguieron una trayectoria similar al IPC general. La caída de los ingresos hace que se dejen de consumir productos básicos.

Entre enero y abril, las ventas de productos lácteos cayeron 17,2% en el mercado interno, según el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA). La venta de leche refrigerada (en sachet, básicamente), cayó 14%, mientras que otros productos más caros, como leches no refrigeradas, yogures y quesos sufrieron bajas mayores. Si bien la industria celebró la eliminación de retenciones y controles de precios, “la fuerte inflación generalizada y el deterioro del poder adquisitivo de la población (sobre todo su estrato medio que define los mayores niveles de consumo), abren un gran interrogante respecto al comportamiento del consumo interno, sobre todo la convalidación de las importantes subas de precios”, indicó.

El Índice de Producción Industrial (IPI) de Orlando Ferreres echó por tierra cualquier expectativa de rebote. La medición marcó una caída del 9,8% anual en mayo, pero también un retroceso del 1% desestacionalizado contra abril, para volver a los pisos de actividad de marzo. Si las caídas más pronunciadas se dan en las industrias “pesadas”, como maquinaria agrícola, la elaboración de alimentos –descontado el rebote del sector oleaginoso post sequía– tampoco repunta. “Para los próximos meses anticipamos que continúe la oscilación de la actividad industrial en torno a los niveles bajos actuales. Esperamos que un eventual cambio de tendencia y comienzo de recuperación se produzca cuando la desaceleración de la inflación dé lugar a una mejora de los ingresos de las familias y a una recomposición de la demanda interna”.

Milei repite que la inflación es un fenómeno monetario y que tenderá a cero si se frena la emisión de dinero. Para Epyca, datos dispares sobre la evolución de los precios mayoristas importados y nacionales, la construcción y el IPC son muestra de que la inflación baja por el combo de recesión y ancla cambiaria. “Esto no quiere decir un proceso de deflación, para lo cual se requiere que esa caída sea sistemática y generalizada, pero abona la hipótesis de que la caída en los precios está principalmente siendo posible gracias a la caída en el nivel de actividad (y la apreciación de tipo de cambio)”, escribió la consultora que dirige Martín Kalos.

La recesión permite sostener el ancla cambiaria que contiene los precios sin que se deteriore la balanza comercial. “Los datos de intercambio comercial de mayo publicados por el INDEC muestran que, en lo que respecta al intercambio con el mundo, el tipo de cambio permanece lo suficientemente competitivo. Al menos mientras la economía argentina mantenga estos niveles de contracción que hacen disminuir el nivel de importaciones”, analizó la consultora Vectorial.

Pero la floja liquidación de agrodólares complica la acumulación de reservas del Banco Central y mete presión sobre el dólar oficial que contiene los precios. “Sin perspectivas concretas de un ingreso de dólares extraordinario y con un tramo largo hasta concretar un nuevo acuerdo con el Fondo, es dudoso cuánto podría resistir el BCRA un cambio de flujos sostenido”, sostuvo Vectorial.

Destruir empleo

En este contexto, la caída del empleo que cristalizó el INDEC este martes no tiene terreno para repuntar. El desempleo llegó al 7,7% de la población y 1,7 millones de personas que buscan trabajo no lo encuentran. En comparación con el último trimestre de 2023 (estacionalmente, más alto en términos de actividad), hay unos 450.000 nuevos desocupados, en parte por la destrucción de puestos de trabajo y en parte porque nuevos trabajadores no encuentran puestos.

En comparación con el primer trimestre de 2023, el desempleo creció 0,8%. Según Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA-Autónoma, la caída no fue tan pronunciada como en la recesión de 2018-2019. Otros datos muestran lo precario de la situación. Uno: la cantidad de ocupados demandantes de empleo (porque necesitan un ingreso adicional o buscan un trabajo mejor pago) hizo saltar la presión sobre el mercado laboral del 26,9% al 29,5% en un año. Dos: la suba del desempleo entre jefes de hogar fue de 1,2% en un año y llegó al 5%. El salto fue mayor entre los varones de hasta 29 años.

“Tanto la tasa de ocupados demandantes, como la tasa de subocupación, registraron incrementos interanuales”, indicó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). “Estas variaciones, sumadas al incremento en la tasa de desocupación, resultaron en un crecimiento en la presión sobre el mercado de trabajo de 9,5 puntos porcentuales”, añadió.

Feredico Pastrana, de CP Consultora, lo resumió así en X: “El desempleo es desigualador: pega más en los estratos más débiles. La informalidad por ahora no aparece como refugio. La crisis es por desempleo (más intensa)”. El especialista notó que se destruye empleo no registrado y que, entre los trabajos formales, los que más caen son los de menor calificación.

«Ahora que estamos bajando la inflación, sí, claro, se genera desempleo. Obvio, si estamos limpiando la basura que se estuvo haciendo los últimos 20 años, si no fuera por decir desde 1930 en adelante», dijo Milei en el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), a fines de mayo, cuando datos oficiales mostraban la destrucción de unos 100.000 puestos de trabajo formales en el sector privado en cuatro meses.

FUENTE: Cenital 

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hola@fundamentar.com (Esteban Rafele) Argentina Wed, 26 Jun 2024 11:39:37 -0300
Buenos deseos https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6854-buenos-deseos https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6854-buenos-deseos Buenos deseos

Mientras el oficialismo a nivel nacional se apresta a iniciar una semana que podría ser fundamental para sus intereses al darle tratamiento en la Cámara de Diputados a la ley Bases, y en la previa a un nuevo viaje presidencial para recibir premios de dudosa valía y sin reuniones con actores políticos de relevancia (la excepción vendría dada con un breve encuentro sabatino con el Canciller alemán Olaf Scholz); en Rosario se vivió la celebración del Día de la Bandera, con la presencia de las máximas autoridades de los tres niveles del Estado. Como suele suceder en estos casos y más allá de las formalidades de rigor, los discursos de cada uno de los protagonistas, dejaron varios elementos que valen la pena de ser revisados. Pasen y vean. Recorrido por afirmaciones que tienen, en su razón de ser, los buenos deseos de que la realidad política y social no se transforme, pese a los indicadores que lo pre anuncian, en una crisis agravada. Sean bienvenidos y bienvenidas.

La llegada del presidente Javier Milei en un día tan emblemático para rosarinos y rosarinas fue saludada por buena parte del sistema político local y regional. El propio primer mandatario arengó en los días previos a la ciudadanía a concurrir al Monumento a la Bandera (“sacarle el tinte ideológico partidario a las fechas patrias”) para recordar a la figura de Manuel Belgrano. Junto con ello, el conjunto de trolls libertarios que anidan en Casa Rosada, se encargaron de agitar el tema de manera que apareciera una masividad popular que, finalmente, el acto no tuvo.

Tiempos extraños los que vivimos: mientras las movilizaciones populares son ninguneadas desde cierto establishment analítico, al punto de ser desechada por representar algo arcaico, el presidente se jacta de haberle ganado la calle a sus opositores a partir de la represión ejercida hace un par de semanas nada más en la plaza de los Dos Congresos y en simultáneo, convoca a la ciudadanía rosarina que, de alguna manera, le termina sacando el cuerpo al convite. De yapa, a través de las fuerzas de seguridad, se encarga de impedir la llegada al parque nacional de un conjunto de organizaciones que sí tienen mucho para expresarle a Milei.

Al discurso presidencial no le faltaron las contradicciones de siempre. Ponderó la valentía política de Manuel Belgrano cuando hace 212 años desoyó la orden del Triunvirato que le impedía izar lo que luego sería nuestra bandera; se quejó de cierta casta política que no cumplió con el pedido de nuestro prócer de fundar cuatro escuelas públicas (tres en el territorio nacional y una en Bolivia) y convocó al Pacto de Mayo que se celebraría en julio (no es hay error querido lector, estimada lectora), incluyendo en la invitación a figuras tan contrapuestas como Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri.

Los dichos del jueves reflejan una doble contradicción. La primera, de tipo histórica, desconoce al propio Belgrano ya que, si bien nuestro prócer puede ser considerado como un liberal en términos ideológicos, no es menos cierto que en su ideario, toda acción de desarrollo debía pensarse con la presencia del Estado. El caso de la no construcción de las escuelas es un buen ejemplo de ello. La segunda, de estos tiempos, refiere a cuál sería el sentido de firmar un acuerdo con ideas tan antitéticas como la que expresan Milei y Fernández de Kirchner. Si el presidente viene de autodefinirse como un topo que tiene como máxima misión la aniquilación del Estado, no aparece el punto de encuentro con una corriente ideológica y con una dirigente que entiende al Estado como un actor central para el desarrollo humano. La invitación representa más un “fulbito para las tribunas”, antes que una muestra honesta de unidad.

Pero quienes sí recogieron el guante del “diálogo” y el acuerdo, fueron las autoridades locales encarnadas en las figuras de Pablo Javkin y Maximiliano Pullaro quienes, con diferentes tonos y credibilidades a cuestas, supieron matizar un encuentro de poca ciudadanía pero de muchos silbidos.

El intendente de Rosario sobre abundó en el agradecimiento a las autoridades nacionales en general y a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich en particular por la llegada de las fuerzas nacionales que, según el ex dirigente de la FUR, han permitido la reducción abrupta del número de crímenes en los barrios rosarino allende los bulevares.

Con un tono de sobre actuación evidente, abucheado profusamente, insistió con la idea de una Rosario auto suficiente, hecha con el único esfuerzo de sus habitantes, territorio plagado de “gente buena y de laburo”; línea discursiva conceptual que tanto rédito le ha dado a las fuerzas gobernantes de las últimas tres décadas en la región.

En esa actitud “generosa” de Javkin, no hubo tiempo para el reclamo de la eliminación de los fondos para el transporte público de colectivos, lo que incrementó su valor en un 392% en poco menos de seis meses, ni para aquellos ciudadanos y ciudadanas que han dejado de recibir asistencia para enfermos oncológicos, como así tampoco para las obras que el Estado nacional ha dejado de ejecutar para el desarrollo de la ciudad, Monumento a la Bandera incluido. Anida en el intendente una forma de lucha federalista selectiva, que se pone en práctica cuando los tiempos sociales no han virado hacia la derecha. Cosas que pasan.

Aunque el recitado preámbulo nacional le haya quedado algo grande (casi 41 años atrás, en el mismo lugar un tal Raúl Alfonsín emocionaba a unos 400.000 rosarinos cuando lo exponía como decálogo de principios de la democracia que deseaba e imaginaba); Pullaro pareció más relacionado con su recorrido político de los últimos años.

Pese a los silbidos editados en redes por parte del mundo libertario, el gobernador de Santa Fe, que también agradeció por la llegada de las fuerzas de seguridad, referenció el trabajo de la pampa gringa, ser parte del corazón productivo del país, reclamó por obras de infraestructura para el desarrollo de parte del Estado nacional e insistió con la idea de vincular el sector educativo con el mundo del trabajo como forma de crecimiento social. Más allá de los buenos modos de ocasión, nada más alejado del mundo libertario que imagina al problema de la educación como una cuestión de adoctrinamiento y vouchers que permitiría elegir a qué escuela mandar a nuestros hijos y con qué contenidos.

En todo ese entramado se juegan las tensiones de ambos modelos. Más allá de las urgencias, estrategias y tácticas de cada momento, reivindicar al Estado como actor del desarrollo, nada tiene que ver con su eliminación.

Pero más allá de lo ideológico, la realidad regional comienza a marcar ciertos límites que habrá que prestar atención en qué momento ambos jóvenes radicales de antaño, se animan a denunciar. En este tiempo, el campo no liquida porque espera (y desea) una nueva devaluación, la industria todos los meses repite la caída sin que se avizore el piso de la caída más allá de los deseos empresariales. Por poner un par de ejemplos cercanos: Acindar trabajará dos meses sobre seis y General Motors ya casi que no resulta noticia cuando para su producción en el formato habitual.

Pero la contradicción no anida sólo en la coyuntura de una actividad económica que, antes que un rebote en forma de V, parece haber iniciado un proceso en forma L. El modelo libertario, del que el DNU 70/23 y la ley Bases resultan parte de un combo, supone tales niveles de liberalización económica, que ese conglomerado de sectores fabriles que producen mayoritariamente para el mercado interno, y que no cuenta con la potencia suficiente para proyectarse al externo, lo sufrirá rápidamente.

Más allá del interés por mostrarse lejos del peronismo y de la buena imagen de gestión que haya sabido construir el gobernador en estos meses de gobierno y del respaldo político que obtuvo Javkin al ser reelecto, si ambos referentes no entienden más temprano que tarde que los modelos de acumulación apalancados en el neoliberalismo, siempre han afectado de manera determinante a la región, en el mediano plazo poco espacio les quedará para ciertas formas de representación. Es difícil de aceptar, pero de algunos “agradecimientos” resulta difícil volver.

Mientras se ofrece la zanahoria del retorno del impuesto a las ganancias, mientras aparece la auto justificación de las reformas logradas en el Senado y que, según lo anunciado por el gobernador, durante la semana se encargará de que los diputados santafesinos respeten, se cuece la mayor de las contradicciones que impone la reivindicación de un federalismo extremo.

Un ejemplo como al pasar. Para justificar la reforma previsional en la provincia, Pullaro se pregunta y nos pregunta “porqué un kiosquero de Rafaela debe sostener el déficit de la Caja”. Este método dialéctico, tan funcional a cierto neoliberalismo que gusta de ejemplificar fenómenos complejos con casos ordinarios, tal vez podría responderse que con el mismo derecho que al reimponer ganancias (impuesto coparticipable), un trabajador petrolero neuquino estaría sosteniendo el sueldo de un juez santafesino que, por esas cosas del destino argento, no paga el mismo impuesto con ingresos superiores.

El problema que anida en el radicalismo que gobierna la provincia y el municipio, herederos de la construcción de sentido de la que abusó el socialismo vernáculo, radica en la idea de pensar al país desde la comarca. Cuando se suman al debate, números que refieren a lo que aportan los Estados subnacionales a las cuentas públicas y lo que efectivamente el Estado nacional devuelve a esta región, se corre el riesgo de una reivindicación que rompe con la propia idea que subyace en el federalismo.

Algunas preguntas complejas que contiene cualquier biblioteca que se precie: si la ecuación debe medirse en los términos planteados, ¿cómo se lograría el desarrollo armónico del conjunto del país? ¿Hasta dónde tiene sentido hablar de nación? ¿Cómo se mensuran esas obras estructurales que se sostienen en el tiempo como por ejemplo, el Puente Rosario - Victoria o la autopista Rosario - Córdoba que pagó un ciudadano jujeño con sus impuestos y de las cuales, varias décadas después las provincias y municipios que la contienen siguen obteniendo beneficios?

Para el libertarismo, las respuestas vienen dadas por el utópico desarrollo privado, con afán de lucro incluido. En ese sentido su solución discursiva parece sencilla, básica y pre capitalista. En el mediano plazo el problema más grave lo tienen las fuerzas que se dicen democráticas y que ven al Estado como un factor de desarrollo. Más allá de los buenos deseos que implican supuestos diálogos y acuerdos que se desvanecen con el correr de los días y de la potencia que pueda suponer una fotografía de pactos que, en el trasfondo, solo representan un rejunte pasajero.

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 23 Jun 2024 12:44:45 -0300
Hiperoccidentalismo, Milei y el interés nacional https://fundamentar.com/nacional/item/6851-hiperoccidentalismo-milei-y-el-interes-nacional https://fundamentar.com/nacional/item/6851-hiperoccidentalismo-milei-y-el-interes-nacional Hiperoccidentalismo, Milei y el interés nacional

En 2022, 8 de cada 10 dólares recibidos por las ventas de productos argentinos provinieron de países no occidentales. ¿Qué se pone en juego cuando la política exterior le da la espalda a su historia reciente?.

El hiperoccidentalismo es un concepto que remite a un tipo peculiar de política exterior y de defensa en el marco de la lógica de la aquiescencia; entendida ésta como un tipo de gran estrategia (grand strategy en la terminología anglosajona). Con Roberto Russell destacamos en el artículo “América Latina y sus grandes estrategias” que las opciones propias de la lógica de la aquiescencia son el acoplamiento, el acomodamiento y el engagement. El acoplamiento se caracteriza por el plegamiento a los intereses estratégicos de una superpotencia –para el caso, Estados Unidos– en el plano regional y mundial. El acomodamiento consiste en la concesión a las preferencias o exigencias de Washington para evitar su molestia o castigo y a la espera de futuras recompensas. El engagement implica el acompañamiento a la Casa Blanca, en calidad de “proxy”, en acciones o políticas hacia terceros países.

El hiperoccidentalismo articula una modalidad simultánea y combinada (las tres opciones mencionadas) de la lógica de la aquiescencia y lo hace de manera radicalizada, activa y asertiva.

El hiperoccidentalismo es peculiar pues se manifiesta en medio del ocaso de la Posguerra Fría. Si había elementos –crisis e impugnaciones– que reflejaban desde hace años la gradual terminación de ese ciclo corto de la política mundial, Ucrania, primero y Gaza después, han epitomizado la clausura de ese período en el que se pensaba que Occidente afirmaría su predominio global. A su turno, otra peculiaridad la constituye el hecho de que en años recientes ha sido infrecuente que países intermedios, poderes regionales o potencias emergentes del Sur Global abracen con tanta visibilidad e intensidad a Occidente. Otro elemento peculiar resulta del hecho de que el hiperoccidentalismo es ambicioso: no aspira a un cambio de la política exterior y de defensa en aspectos relevantes, sino a una restructuración plena de ambas y a un desmantelamiento tajante de las proverbiales líneas de continuidad. Sin duda el hiperoccidentalismo se despliega en discursos, medidas y votaciones específicas: no se trata de un relato o una promesa, sino de una práctica, de un modus operandi.

El hiperoccidentalismo requiere de una base de apoyo doméstica: hay fuerzas internas que lo validan a la espera de ganancias y en función de aversiones. Finalmente, el hiperoccidentalismo puede tener más y mejor recepción internacional en ciertos países debido a dos circunstancias. Por una parte, el incremento de la pugnacidad entre Estados Unidos y China y, por el otro, el diktat de los negocios. Respecto a la pugnacidad con China, tener países que asuman posturas no solicitadas en contra de Beijing suena bien para Washington –bajo Biden o bajo Trump–. Así como suena bien para la Unión Europea, que a diferencia de Estados Unidos intenta un desacople más paulatino de China, pero que acoge con beneplácito el hiperoccidentalismo no solicitado.

Respecto del dictado de los negocios, la erosión de la democracia en los países del Norte Global, el debilitamiento de los principios claves del derecho internacional, la necesidad de contener y revertir el poderío de China y la revalorización de los recursos estratégicos (energéticos y minerales) desplazan lentamente la gravitación de los valores en las políticas exteriores de Estados Unidos y la UE.

Sobre el hiperoccidentalismo libertario

En el caso de Javier Milei, el hiperoccidentalismo se asienta en un propósito material: contar con fondos suficientes que permitan alcanzar la dolarización. Una meta que va en contravía del proceso de des-dolarización global. A pesar de ser gradual y compleja, la desdolarización acompaña la transición de poder, prestigio e influencia que caracteriza el momento actual. En efecto, en 1977, el dólar alcanzó un pico de 85% como moneda predominante en las reservas de divisas. En 2001 la posición rondaba en el 73% y en la actualidad se sitúa en torno a 58%. La posición predominante del dólar ha estado entrelazada con la posición hegemónica de Estados Unidos y las transformaciones mundiales están afectando la capacidad de Washington para mantenerla. El Gobierno argentino parece no tener un registro de esta situación y no existe hoy en el mundo un país de tamaño medio o grande en su geografía, demografía y producción que busque la dolarización.

Es bueno recordar que la Argentina es el octavo país en dimensión, el 33avo en población y el 24avo en magnitud económica. En términos de dolarización, y considerando los casos latinoamericanos más próximos en el tiempo, la dolarización ha sido implementada solo por Ecuador (puesto 76 por tamaño, 72 por población y 64 por su PIB) y El Salvador (puesto 149 por tamaño, 108 por población y 101 por su PIB). No es irrelevante la pérdida de autoestima nacional como un factor que alimenta, para parte de la sociedad civil cada vez más empobrecida y de importantes segmentos empresariales, la idea presuntamente salvadora de la dolarización.

El hiperoccidentalismo argentino se comunicó, de hecho, en el anuncio de la llamada “nueva doctrina de política exterior” por parte de Milei. Lo hizo ante Laura Richardson, comandante del US Southern Command, en abril. En esa ocasión Javier Milei dijo: “Las alianzas tienen que estar ancladas en una visión común del mundo y no deben someterse a los que atentan contra los valores de Occidente. Esto se funda en la defensa de la vida, la libertad y la propiedad privadas de las personas… Nuestra alianza con los Estados Unidos, demostrada a lo largo de estos primeros meses de gestión, es una declaración para el mundo”.

El presidente argentino en el Muro de los Lamentos

Si se observan los periplos prominentes del presidente –cuatro veces a Estados Unidos entre febrero y mayo de este año y el viaje a Israel en febrero donde anunció que mudaría la sede diplomática del país de Tel Aviv a Jerusalén– ; las votaciones más emblemáticas vinculadas a Medio Oriente en el Consejo de Derechos Humanos y en la Asamblea General de la ONU; la decisión de comprar los modernizados aviones F-16 estadounidenses en vez de los avanzados aviones JF-17 chinos; la recepción dada en abril a la General Richardson–a quien se la recibió como a una Jefe de Estado y no como una de un Comando menor de entre los once que posee Estados Unidos–; las reiteradas referencias en los mensajes personales y comunicados de la Cancillería y de la Casa Rosada entre otros acontecimientos y enunciados, es notoria la presencia de dos países: Estados Unidos e Israel. Es inhabitual que un gobierno sea tan enfático respecto a dos naciones y que el resto del mundo sea objeto de tan poco interés o reconocimiento público. Lo usual es que los gobiernos multipliquen y diversifiquen sus referencias a diversas contrapartes con el propósito de preservar y mejorar las relaciones con una inmensa mayoría de naciones.

Un dato evidente en el primer semestre de la administración libertaria es el que detrás de cada posicionamiento del gobierno hubo una contraparte olvidada, destratada, descalificada, desconsiderada o impugnada. El fervor inusitado pro-Washington ha sido proporcional a la inédita hostilidad anti-Beijing. El embanderamiento con Occidente dejó de lado ejes complementarios en la región y el mundo; algo que incluso los gobiernos de Carlos Menem y Mauricio Macri procuraron desplegar. No es comprensible la decisión de rechazar la incorporación a los BRICS. Como bien expone un dicho anglosajón: “O uno es parte de la mesa o es parte apenas del menú”. No hay mérito en decidir no estar en la mesa de los BRICS. Cabe recordar que en 2000 el Producto Bruto Combinado de los países del G-7 era de 21,9 billones de dólares y el de los BRICS era 10,8 billones de dólares; en la actualidad es, respectivamente, 55 billones de dólares y 61,3 billones de dólares. A su turno, en 2022–el año del récord de exportaciones nacionales en términos de montos–8 de cada 10 dólares recibidos por las ventas de productos argentinos provinieron de países no occidentales. Es importante subrayar además que los miembros de BRICS han acompañado históricamente la posición de la Argentina acerca de Malvinas.

El drástico giro del país respecto a la relocalización de la Embajada Argentina en Israel y frente al tema Israel-Palestina ha sido elocuente. Conviene tener en cuenta que la localización de la delegación argentina en Israel está establecida por una ley de 1951, durante el gobierno de Juan Domingo Perón. La postura más reciente frente a Jerusalén se hizo manifiesta en 2017 a 24 horas de la decisión de Donald Trump de trasladar la sede diplomática de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén. Durante la gestión del entonces Canciller Jorge Faurie, el Ministerio emitió un comunicado en el que dice: “El Gobierno argentino entiende oportuno recordar su posición en favor de una solución de dos Estados conviviendo pacíficamente, en forma respetuosa, reconociendo las fronteras de 1967 y el estatus especial de Jerusalén de acuerdo a sucesivas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas… Al igual que la mayor parte de la comunidad internacional, la Argentina apoya el régimen internacional especial de Jerusalén, conforme lo establece la Resolución 181 (1947) de la AGNU, así como el libre acceso, visita y tránsito sin restricción a los Lugares Santos para los fieles de las 3 religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e Islam), por lo que Argentina lamenta medidas unilaterales que pudieran modificar este estatuto especial.” El asombroso silencio frente al eventual cambio de ubicación de la Embajada argentina en Israel por parte de los principales líderes del PRO, de los funcionarios de ese partido en el ejecutivo y del mismo Faurie, hoy embajador del país en Chile, indica la voluntad del PRO de respaldar al gobierno actual en esta materia a cualquier costo, olvidando así su posición de hace siete años. Asimismo, resulta relevante destacar que la Organización de Cooperación Islámica –segunda más grande después de la ONU– orientada a proteger los intereses del mundo musulmán, congrega a 57 países que también han apoyado la posición argentina sobre Malvinas.

Adicionalmente, la Argentina reconoció, en 2010, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, a Palestina como Estado libre e independiente, respetando el derecho de Israel de vivir en paz y respaldando las iniciativas a favor de la resolución del conflicto israelí-palestino. En 2012, la Argentina votó favorablemente (138 a favor, 9 en contra y 41 abstenciones) que Palestina fuera un Estado observador en Naciones Unidas. Durante el gobierno de Mauricio Macri, en especial en noviembre de 2018 durante una escalada de violencia en Gaza, la Argentina continuó abogando por “el derecho del pueblo palestino a construir un Estado libre, independiente y viable”. Apenas iniciado (12/12/2023) el gobierno de Milei, la Argentina –a diferencia del gobierno de Alberto Fernández que había apoyado una resolución semejante sobre el tema– se abstuvo (153 a favor, 10 en contra y 23 abstenciones) en una votación por el cese al fuego humanitario en Gaza. En mayo de este año, en la Asamblea General, el gobierno argentino se opuso (143 a favor, 9 en contra y 25 abstenciones) a una resolución que pedía al Consejo de Seguridad que integrara como miembro pleno a Palestina. Hace pocos días el presidente decidió abortar su asistencia al Centro Cultural Islámico al enterarse de que allí estaba presente el Embajador de Palestina. Esto generó una reacción de la Liga Árabe, compuesta por 22 miembros, que la consideró “una actitud hostil e injustificada, no solo hacia el Estado de Palestina, sino también hacia el Grupo Árabe y lamenta que una actitud tan poco diplomática e inaceptable haya sido adoptada por el presidente de un país por el que los árabes sienten un gran respeto por sus anteriores posiciones positivas respecto a la causa palestina”. Es pertinente recordar que varios países árabes son miembros del llamado C-24, el Comité Especial de Descolonización en el que se aborda históricamente el tema Malvinas.

Desde el inicio de la gestión libertaria, y como ejemplo de otro viraje expresivo de la política exterior, Latinoamérica y Sudamérica han ocupado un lugar subsidiario. Una mezcla de desatención, ensimismamiento y ramplonería–y algo de narcisismo–parecen caracterizar la mirada oficial sobre la región. Ataques personales y agraviantes a mandatarios por parte de Milei, la decisión de no enviar embajadores (así sean de carrera) a determinados países, la reducción promedio del 25%–similar a la del resto del mundo–de las importaciones provenientes de la región en el primer semestre de 2024, ninguna visita presidencial a alguno de los países de MERCOSUR como ha sido habitual en los gobiernos de la democracia al comienzo de una gestión, la manifestación escueta y parca a raíz del asalto (para la Cancillería fue “lo sucedido”) de la Embajada de México en Ecuador, el desinterés marcado hacia CELAC (que la Argentina presidió en 2022) y UNASUR (cuyo primer Secretario fue Néstor Kirchner), las relaciones presidenciales tensas con el principal socio del área, Brasil, entre varios otros, demuestran el desdén y desaire hacia la región. También es clave subrayar el acompañamiento de la región a la Argentina en cuanto a Malvinas. Debilitar ese frente de apoyo es un sinsentido.

Luis Petri con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin III.

Hace pocos días el gobierno decidió sumar al país al Grupo de Contacto sobre Asuntos de Defensa de Ucrania creado por Washington en 2022 para canalizar la asistencia militar y humanitaria a Ucrania. En ese marco, el Ministro de Defensa Luis Petri aseveró: “No podemos permitir que prevalezca la tiranía, no podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas en Ucrania. Luchemos por un mundo libre, es una lucha de la que nunca nos arrepentiremos. Y como dice mi Presidente, ¡Viva la Libertad, Maldita sea!” No hubo explicación o justificación pública de esta decisión que puede tener consecuencias graves e imprevisibles. Esta determinación lleva a asumir un alto perfil, reforzando los lazos con Occidente, para acceder el estatus de Socio Global de la OTAN y demostrar la adscripción pro-occidental mediante una conspicua postura contra Rusia en circunstancias en que Moscú ha logrado frenar la denominada contra-ofensiva ucraniana. Quizás valga la pena mencionar la posición rusa en relación con Malvinas. En 2014, durante su visita al país, Vladimir Putin señaló: “Rusia sigue apoyando la necesidad de encontrar la solución a la disputa por las Islas Malvinas, sobre la mesa de negociaciones directas entre Gran Bretaña y Argentina”. En marzo de 2023, en una nota en Rusia Unida, el expresidente Dmitri Medvédev resaltó la persistente búsqueda argentina de recuperación de las islas: “El empeño de Buenos Aires de continuar su lucha justa por la soberanía de los territorios disputados mostró claramente el curso hacia…la lucha contra las vergonzosas prácticas del neocolonialismo” del Reino Unido.

Por último, es crucial recalcar algo que pareciera estar fuera del radar de muchos especialistas y comunicadores: el progresivo repliegue de la Argentina de asuntos prioritarios de la política global. En materia de género, derechos humanos, cambio climático, justicia social y salud, entre otros, el gobierno viene adoptando posturas en contravía de lo avanzado en la democracia y al contrario de la agenda 2030 de la ONU sobre desarrollo sustentable. Paradójicamente, una administración que no ha mostrado interés en asegurar la soberanía nacional en temas prioritarios, sean estratégicos, geopolíticos y económico-financieros, argumenta en clave soberanista su cuestionamiento o no acompañamiento a un temario global que, en su momento, contó con el impulso de países de Occidente y del Sur Global (entre ellos, de la Argentina). Por ejemplo, en marzo, en la Comisión de la Mujer reunida en New York, la posición crítica de la Argentina fue idéntica a la de países como Rusia, Irán, Nigeria, Irak y Nicaragua. En junio, en Ginebra, la Argentina se manifestó contraria al tratado contra la pandemia que se negoció en el marco de la Organización Mundial de la Salud desde 2021. El tweet de la Canciller Diana Mondino del 9 de junio es claro: “Bajo ninguna circunstancia permitiremos que un organismo internacional infringa (sic) sobre nuestra soberanía y muchísimo menos para que nos vuelva a encerrar.” Hasta el momento no se conocen reacciones de los países occidentales que son el foco natural del hiperoccidentalismo libertario. Por ahora, el lugar de los valores en las relaciones con el país parece bastante relegado. Washington y Bruselas serán tolerantes en la medida en que sus negocios prosperen y el posicionamiento anti-China se consolide. Esa es su realpolitik.

La ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Diana Mondino, asiste a la sesión plenaria de la Cumbre sobre la Paz en Ucrania, en Suiza.

Sobre el interés nacional

El término “interés nacional”, ambiguo y polisémico, ha sido una guía de la política exterior de los Estados. Existe un conjunto de preceptos que le subyacen. Entre otros, conviene recordar algunos:

. El interés nacional se garantiza más en condiciones de paz mundial. La paz, se entiende, contribuye al bienestar material y espiritual interno de las naciones; inversamente la guerra daña las posibilidades de prosperidad doméstica y destruye la convivencia internacional.
. El orden y la estabilidad regional son esenciales para el desarrollo, la seguridad y la autonomía; lo cual fortalece el interés nacional. Los recursos diplomáticos son fundamentales para la pacificación y la concordia entre los países de una región y, por ello, la distensión política y la resolución de controversias resultan imprescindibles.
. Es vital no atraer ni involucrarse en conflictos extra-regionales pues ello no solo puede afectar severamente el propio interés nacional, sino también el de los países próximos. Esto es más imperativo cuando se carece de control o influencia sobre las principales variables que conllevaron y mantienen el conflicto. Además, resulta costoso y contraproducente convertirse en una fuente de inseguridad en el vecindario al importar una confrontación ajena al área.
. Es indispensable tener en claro los intereses en juego con las distintas contrapartes, identificado los coincidentes, los complementarios y los conflictivos. Siempre hay que tener en cuenta que tal variedad de intereses no es algo inmutable pues con el tiempo y la diplomacia puede modificarse el tipo de interés con tal o cual contraparte.
. Toda definición del interés nacional, su salvaguarda y promoción exige conocer los atributos efectivamente disponibles para su movilización. El desconocimiento o confusión al respecto puede dañar gravemente el ejercicio de la política exterior y de defensa de un país.
. El corolario de una exitosa protección y proyección del interés nacional es el incremento del poder relativo real de una nación, tanto de sus capacidades tangibles (mejoramiento material) como intangibles (aumento de prestigio). Los logros pírricos no son señales de éxito; son apenas temporales y reversibles.
. Es crucial no confundir los intereses permanentes con los transitorios; los primeros son constantes en su centralidad y en el tiempo, los segundos están sujetos a circunstancias políticas. Básicamente no se deben sacrificar intereses permanentes en aras de satisfacer los transitorios de una administración o de un partido o de una persona.

Será imperativo evaluar los resultados específicos del hiperoccidentalismo del gobierno de Javier Milei a la luz de su impacto en el interés nacional. Aún es prematuro hacer un balance completo y definitivo, pero cuando llegue el momento habrá que evaluar qué fue lo que aportó y qué fue lo que dilapidó este Gobierno respecto al interés nacional argentino.

FUENTE: Cenital 

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hola@fundamentar.com (Juan Gabriel Tokatlian ) Argentina Tue, 18 Jun 2024 09:32:27 -0300
Lo dicho, lo hecho y el cómo https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6850-lo-dicho-lo-hecho-y-el-como https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6850-lo-dicho-lo-hecho-y-el-como Lo dicho, lo hecho y el cómo

"Mucha tropa riendo en las calles,
con sus muecas rotas cromadas,
y por las carreteras valladas,
escuchás caer tus lágrimas.
Nuestro amo juega al esclavo,
de esta tierra que es una herida,
que se abre todos los días,
a pura muerte, a todo gramo.
Violencia es mentir…"

Nuestro amo juega al esclavo - Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota

Luego de varias semanas de no contar con la iniciativa política, expuesto por su desdén por los que menos tienen, descubierto en acciones administrativas que han obligado a intervenir a la Justicia para investigar su legalidad, afectado por un severo internismo que agrava una gestión paralizada en múltiples áreas de la estructura estatal y con la sobreexposición presidencial como escudo protector; el libertarismo acaba de culminar una de sus mejores semanas al frente del gobierno: logró la aprobación en el Senado (en general) de la ley Bases, pudo evitar el pago inmediato del swap con China, anunció un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por U$s 800 millones y se conoció vía INDEC el número de inflación del mes de Mayo (4,2%) que confirma la tendencia a la baja.

Pero cada una de esas buenas noticias para los intereses del gobierno, tiene una especie de lado oscuro que, de alguna manera, contradice aquellos pilares sobre los cuales Javier Milei supo construir su figura política, confirmando por enésima vez que una cosa es lo que se dice, otra la que se hace, quedando en el medio la revisión del “cómo”. Recorrido por días de celebración libertaria que tienen bastante de auto engaño. Pasen y vean. Sean todos y todas bienvenidos.

La semana comenzó con la expectativa que suponía el tratamiento en el recinto del Senado de una ley que se pretendió refundadora de la Argentina y que, a partir de los límites que fue encontrando en el tratamiento legislativo, a lo sumo podrá aspirar a funcionar como una especie de instrumento de relanzamiento de la acción del gobierno. Negociada hasta el cansancio, a seis meses de haber asumido, el oficialismo aún no pudo sancionarla, debatiéndose por estas horas hasta qué punto podrá reimponer lo aprobado en Diputados lo que en la Cámara Alta supieron modificar.

El empate en 36 sirvió para demostrar no pocas evidencias: que contar con una vicepresidenta con un mínimo de lealtad puede jugar a favor de los intereses del Poder Ejecutivo; que la oposición encarnada en Unión por la Patria con sus 33 senadores a cuestas pudo ser sostenida más allá de ciertas sospechas previas y que la escasa representatividad libertaria no resultó óbice para alcanzar el objetivo.

En lo último aparece la primera referencia al cómo. Si Milei supo hacerse visible primero en términos mediáticos y luego fuertemente en términos políticos, ello se sustanció en la denuncia a grupos de poder que negociaban, con prebendas incluidas, en contra de los intereses del conjunto de la sociedad. Supo “conectar” con el malestar de una parte del electorado que combinaba proporcionales dosis de enojo por el deterioro económico, distancia con sectores dirigenciales que sólo sabían mirarse el ombligo y cierto clima de época que impone como una especie de revival de aromas de anti política. A todo ello, virtuosamente, lo llamó “casta” (y lo valoramos positivamente por la capacidad para imponer el término como una novedad en el día a día de cada uno de nosotros), aunque a la luz de cómo se ha gestionado la cosa pública en estos seis meses, muchos no entendamos del todo quien es qué cosa en el mundo libertario.

Si la negociación política era una especie de combinación de malas palabras, cuesta entender la celebración de una ley aprobada en general a fuerza de cierto chiquitaje político de ocasión. Los gobernadores de Juntos por el Cambio militaron la ley con la promesa de la reimposición del Impuesto a las Ganancias y de que se les habilite los mal llamados aportes extraordinarios. El senador correntino Carlos Espínola apoyó a partir de acordar lugares de privilegio en la dirección de Yaciretá, al igual que el entrerriano Eduardo Kueider, quien dio el sí a cambio de lugares en la conducción en la empresa hidroeléctrica de Salto Grande. Y la neuquina Carmen Lucila Crexell no tuvo ningún empacho en mostrarse “algo” contradictoria al haber rechazado el DNU 70/23 hace algunas semanas atrás, para accionar con una mano el voto a favor de la ley Bases y con la otra revisar el pasaje del vuelo que la depositará en París para hacerse cargo de la embajada argentina ante la Unesco. El glamour ante todo.    

Es evidente que en las negociaciones libertarias no hubo nada nuevo como práctica política. Conducidas por un tal Guillermo Francos, hombre que reviste en distintas funciones estatales desde hace tres décadas, con algún interregno en la siempre presente Corporación América que conduce Eduardo Eurnekian, el oficialismo salió a celebrar lo alcanzado con métodos, supuestamente, denostados. Si eso genera algún tipo de contradicción en los seguidores del papá de esa entelequia llamada Conan, no parece hacerse del todo visible por estas horas.

El cuadro de prácticas picarescas se completa con el anuncio oficialista de que, a los fines de que la ley sea definitivamente sancionada en la Cámara de Diputados, se insistirá con lo allí aprobado inicialmente, dejando de lado todo lo modificado (y acordado) con los senadores. Martín Lousteau y compañía podrán decir y agitar el parche de haber sido políticamente correctos, pero nadie podrá dejar de reprocharles, si tenemos en cuenta que sin quorum la ley no se trataba, la funcionalidad que tuvieron para con la estrategia libertaria.

Del otro lado, y esto dicho como al pasar, vale señalar que la discusión entre dirigentes sobre la paternidad política de los senadores peronistas que defeccionaron, carece de algún tipo de utilidad. En primer lugar porque su corrimiento de las huestes del bloque peronista no es nueva. En segundo término porque no son pocos los que tienen un muerto en el placard a la hora de justificar algunos apoyos (revisar quienes le dieron protagonismo político por ejemplo a un tal Daniel Scioli). Y finalmente, porque cada vez se hace más evidente la discusión de qué peronismo se imagina desde las grandes urbes y cuál se solidifica efectivamente allende la General Paz.

Además de la denostación a la casta y de todo lo referido con el Estado, el credo libertario se ha construido sobre el rechazo a los “zurdos”. Con ese nivel de complejidad en el análisis supo incluir con la misma facilidad y simplificación al gobierno conducido por Luis Inacio Lula Da Silva y al régimen comunista chino comandado por Xi JinPing. Desde lo que ya parecen ser las viejas promesas de campaña, se nos avisaba que nada se negociaría con esos Estados y que, si había algo por comerciar, se haría entre privados.

A veces se puede ser bruto y a veces ignorante. Pero ambas cosas combinadas, en pleno siglo XXI y en el juego grande de la política geoestratégica parece no existir en la realidad. Desde una situación de debilidad extrema en materia económica, el swap de U$S5.000 millones con China se vencía a fin de mes y debía ser devuelto contante y sonante. Argentina no cuenta con ese dinero y su nula predisposición a sostener algún diálogo con el gran país asiático lo enfrentaba a una encrucijada.

La renovación, que no va plasmarse, en otros tiempos hubiera redundado en un simple trámite. Vía anuncio oficial con algo de pomposidad y de la mano de la ayuda del FMI, en la semana supimos que el pago no deberá efectuarse en el 2024 y que el mismo se corre para el año que viene y que podrá hacerse en cuotas hasta culminar en pleno 2026.

La sorpresita, y en esto de las relaciones diplomáticas (como diríamos en mi Tablada natal) los chinos se la saben lunga, es que el acuerdo supone la presencia de Milei en Beijing en la mañana del 4 de Julio, jornada cara a los sentimientos norteamericanos si las hay. La foto, además de aportarle algo de estabilidad a las cuentas nacionales, permitirá  mostrar los límites de la incontinencia verbal libertaria que porta en sus genes, para transformarse en una muestra acabada de realismo político. Otra vez, fin.

El tercer elemento que nos permite repensar el cómo de las cosas, refiere a la “buena” noticia de una inflación del 4,2% para el mes de mayo, número que no se daba desde Enero de 2022. En el medio aparece una actividad económica que, al contrario de lo que afirman el presidente y su ministro Luis Caputto, no levanta. Si el número de 55% de pobreza aportado por la UCA fuera real (desde esta columna preferimos ser coherentes con nuestra prédica de antaño y relativizarlo dado que siempre hemos referenciado en datos oficiales); y si los rumores de una desocupación que se proyecta hacia los dos dígitos (a partir del dato objetivo de la desaparición de miles de cuentas bancarias de empleo) se confirmara en los meses venideros, la tendencia bajista sería un activo de valor más bien escaso. Algo de eso parecen decir las últimas encuestas que señalan que la inflación ya no sería el problema principal, sino que el ranking lo encabeza el temor a perder el empleo. Podría suceder que a buena parte de la sociedad no le importe, ya que, por ejemplo, Carlos Menem resultó electo en 1995 con el 15% de desocupación, pero resultará evidente que algunas estrategias oficialistas deberían ser revisadas.

Y mientras pensamos en lo dicho, lo hecho y en el cómo, bien vale confirmar, una vez más, que en la Argentina, ciertas medidas no cierran sin represión. Camuflados bajo la prédica liberal, esa que, según el presidente refiere al “respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada”; el miércoles asistimos a una jornada donde la violencia estatal se enseñoreó con quienes piensan distinto.

La convocatoria que fue masiva durante la mañana, con la presencia de múltiples organizaciones, parecía ir in crescendo con el correr de las horas. La imagen de un Senado debatiendo una ley propiciada por el oficialismo con las calles desbordadas de ciudadanas y ciudadanos no parecía la mejor para un gobierno que venía de semanas donde, como afirmamos al comienzo, había perdido la iniciativa política.

La represión a primera hora de la tarde y a comienzos de la noche en algunos barrios porteños donde empezaban a desarrollarse algunos cacerolazos espontáneos, sirvió como instrumento para evitar esa masividad que se temía. La explicación de la violencia del lado de los manifestantes, la felicitación de parte de la inventada Oficina del Presidente a las fuerzas de seguridad por haber evitado el intento de un golpe de Estado, obedece a una especie de delirio de laboratorio o una forma justificatoria de una violencia que intimida. Allí está el caso de los 33 detenidos (en la tarde noche del viernes fueron liberados 17), la falsedad de las acusaciones y la funcionalidad de un fiscal tristemente célebre por pozear la Patagonia y por apretar empresarios.

El contexto político desmiente al gobierno en la supuesta violencia de los manifestantes. Las masivas marchas de las centrales obreras y las que defendieron la educación pública de algunas semanas atrás, demuestran que no hay un espíritu violento en los marchantes. La detención de perejiles y la existencia de hechos graves como el incendio de un par de autos, uno de ellos de una cadena periodística, a la luz pública, filmados, fotografiados, con el testimonio de la víctima y la vista desviada de las fuerza de seguridad, confirman la sospecha de que el gobierno necesitaba romper la movilización.

Si bien la represión estatal no es una novedad en sí misma en la historia de esta democracia de cuatro décadas que supimos conseguir, hay un consenso que parece haberse roto: la justificación de la violencia que encuentra amparo en un sector de la sociedad. Basta ver las redes, los comentarios en las páginas de los portales de noticias que así lo permiten y la “escasa” capacidad de repregunta de los principales medios ante algunas afirmaciones de la ministra Patricia Bullrich, para confirmar la sospecha de que lo consagrado por la propia Constitución Nacional, ya no es ponderado por el conjunto del sistema político. Así de simple, así de grave.

Ni lo dicho, denuncia a la casta, a las corruptas componendas políticas y al respeto por el proyecto de vida del prójimo; ni lo hecho a través del logro de la aprobación en general de una ley que afectará negativamente a millones de argentinos; ni el cómo a través de arreglos sospechosos y de la violencia represiva en las calles, guardan relación entre sí. Si los métodos libertarios parecieran ser la gran novedad política de este tiempo, una vieja canción editada hace nada más y nada menos que 35 años atrás, parece haberlo puesto en duda.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 16 Jun 2024 11:16:28 -0300
Ver o no ver. ¿Esa es la cuestión? https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6844-ver-o-no-ver-esa-es-la-cuestion https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6844-ver-o-no-ver-esa-es-la-cuestion Ojos cerrados

La prédica libertaria supo instalar el latiguillo “no la ven”. Anclados en la idea de una especie de clarividencia superior y en el amplio triunfo electoral desarrollado a lo largo y ancho del país, atravesando múltiples capas sociales, edades y realidades personales, la frase se expandía en varios sentidos. Podía aplicarse al apoyo subterráneo de sectores que hasta hace no mucho anidaban en el peronismo, a una nueva forma de entender la vida en comunidad por estos arrabales del mundo o, una vez instalados en el gobierno, al supuesto éxito del fenomenal ajuste fiscal que se le propuso a la sociedad. Pero más allá de los matices, la esencia de su apoteosis debe ser rastreada en cierto hartazgo social que supo darle un apoyo a un espacio político que nada tiene que ver en su esencia y conformación con lo que habíamos conocido hasta ahora.

Pero ya nada es lo que era. Desde hace tres semanas el gobierno ha comenzado a convivir con una crisis que ha quedado expuesta a la vista de todos. En pleno mes de junio, y a seis meses de haber asumido, ya no se trata de qué ven los demás, sino de descubrir cómo se sale de un laberinto que tiene frenada a la administración, donde la angustia social se hace cada vez más visible y donde el liderazgo presidencial no parece alcanzar para correr el eje de lo que se discute en lo público.    

Suponiendo que diéramos por válida la hipótesis libertaria de que existen dos grandes sectores, los que están a favor y en contra del gobierno (por suerte la realidad es mucho más rica y variada) dos preguntas atraviesan a las presentes líneas: ¿Todos vemos lo mismo? Y, complejizando el análisis, ¿no deberíamos comenzar a entender que más allá de lo que se vea, la novedad del libertarismo argento radica en que poco y nada le importa de la forma en la que el resto “vemos” esa vida en sociedad? Veamos los ejemplos.

1. Con la comida no se jode. ¿No se jode? Inicialmente, en un contexto de acuciante necesidad para vastos sectores empobrecidos, el gobierno queda averiado porque se descubre que tiene cinco millones de kilos de alimentos sin distribuir, que han sido adquiridos por la administración anterior, que se enfrentan con el riesgo de vencerse y que no ha efectuado ninguna compra desde que llegó al poder. La situación se transforma en un escándalo, surgen denuncias judiciales que, con apelaciones incluidas, le niegan razón al oficialismo; se eyectan del cargo a los supuestos responsables, se los maltrata en los mass media a los fines de salvar a una funcionaria que, evidentemente, no cuenta con las capacidades necesarias para conducir un superministerio que sintetiza cuatro áreas sociales siempre sensibles.

En términos políticos la reacción oficialista rememora a los mejores métodos de la denostada casta. De arranque se niega el problema, basadas en una soberbia que se parece más a la de la noche del triunfo del 19 de noviembre que a las respuestas que deben darse en una gestión, se hacen afirmaciones contradictorias en el seno del mismo equipo gubernamental. En una caída espiralada, a medida que el problema aparece en escena, el oficialismo se esmera en tomar medidas que cada vez lo debilitan más, oponiéndole un respaldo presidencial inédito a la funcionaria, acompañado de un apoyo en tándem y artificial del conjunto ministerial y calificando a la misma de “mejor ministra de la historia”. En mi Tablada natal acuñábamos el término “dime de que presumes y te diré de qué careces”.

2. Ajuste excepcional. El oficialismo cumple con su promesa electoral e impone la motosierra y la licuadora. Pero no lo hace sobre los sectores que había señalado en la campaña sino que lo concreta sobre los sectores bajos, medios y sus enemigos ideológicos. Elimina todo tipo de ayuda social más allá de algunos aumentos circunstanciales de AUH y de la tarjeta Alimentar, reduce drásticamente subsidios de todo tipo, desde aportes al sistema de transporte en el interior a la ayuda con medicamentos a pacientes con enfermedades terminales, licúa ingresos de jubilados y pensionados vía decreto e intenta ahogar financieramente a las universidades públicas.

El libertarismo recibe un fenomenal cachetazo político en las calles, donde no menos de un millón de personas se movilizan en todo el territorio nacional en defensa de la educación pública y sale a responder que las movilizaciones representaban una “causa noble pero tenían fines oscuros”. Con el correr de los días pactará con la universidad más grande del país y al cabo de semanas con las otras 59 casas de altos estudios.

En la semana que acaba de concluir, la Cámara de Diputados dio una señal que apunta en varios sentidos y logró aprobar la media sanción de una reforma jubilatoria que promete recomponer lo perdido en los últimos meses y que le permitiría levantar el ancla de ajustar los ingresos de los mayores por el lado de la inflación. La mejora, que supone un incremento del 0,43% del presupuesto, y que viene con la sugerencia del lugar de donde deberían salir los fondos, es denostada por el conjunto del gobierno.

El presidente, en un nuevo stand up, sobreactúa enojo, afirma que le importa “tres carajos” lo que se apruebe en el Congreso, y anuncia que vetará cualquier ley que le impida cumplir con el superávit fiscal. Acá ya no se trata de saber ver o interpretar: los números con los que se aprobó el proyecto en Diputados y por lo que ya se presupone en Senadores, deja al conjunto de legisladores con la posibilidad real de rechazar ese hipotético veto porque se estuvo muy cerca de alcanzar los dos tercios que habilita el artículo 83 de la Constitución Nacional.

En los días que vienen, el Indec se apresta a dar el número de inflación de mayo. Todo parece indicar que rondará el 5%, dato que será mostrado como un triunfo económico y político en sí mismo, aunque el mismo muestre una contracara acuciante y que se refleja, por ejemplo, en los indicadores que dio a conocer el jueves el organismo, donde el sector de la construcción cayó un 37% interanual mientras que la industria manufacturera lo hizo en un 13%. Ni respuesta macroeconómica en V, ni en formato de la pipa de Nike. Como en un pozo negro, por ahora el fondo no se muestra visible.

3. El papelón internacional como método. Javier Milei gusta de mostrarse como un referente mundial. Sólo así se entiende su afición por los viajes internacionales a encuentros que agregan poco valor a los intereses del Estado argentino, que se circunscriben a gustos personales y que tienen como mayor mérito el encuentro con empresarios del mundo digital que por ahora no han hecho más que sacarse alguna foto en modo libertario.

Secundado por la evidente incapacidad de su ministra de Relaciones Internacionales y Culto, Diana Mondino, quien parece estar en la cuerda floja, el oficialismo no ha dejado papelón por realizar a partir de autopercibirse y autocelebrarse como disruptivo. A los devaneos con China (en muy poco tiempo vence el swap por U$s 5.000 millones), la nula relación con un socio estratégico como Brasil y el surgimiento de un conflicto sinsentido con España, por estas horas se agregó el capricho de no asistir a la invitación de Italia a la reunión del G7 en los días 13 y 14 de junio, decisión que habría sido desestimada por la queja por lo bajo y en términos diplomáticos que formulara el gobierno de Giorgia Meloni.

En ese recorrido internacional de estudiantina se evidencia la esencia del deseo presidencial, mostrando como logros medidas que tienen un feroz lado oscuro, pero que poco importan a los fines de proyectarse como un profeta itinerante que pareciera tener a la Argentina como uno más de sus destinos de desarrollo político.

Los tres elementos descriptos brevemente, la ausencia de ayuda social, el ajuste y el papelonezco rol de las relaciones internacionales, reflejan una esencia distinta de las formas del relacionamiento político, al punto de que Milei se permita declarar como una especie de topo que maneja las riendas del Estado para destruirlo desde adentro.

Por todo ello no tiene sentido buscar atisbos de arrepentimiento, culpa o vergüenza por las políticas aplicadas y sus consecuencias. Si en algún momento, desde este mismo espacio, nos animamos a titular algún artículo como “Mezquinos y rotos”, es porque de alguna manera, al representar a determinados sectores, el libertarismo descree de cierto sentido común construido a lo largo de cuatro décadas de democracia.

Los hechos son los mismos. Pero la explicación y su justificación no son validadas de la misma manera por los distintos sectores que le dan vida a una comunidad. Reconocidos en una sociedad democrática, el planteo schmittiano de la relación amigo / enemigo debería ser relativizada. Pero de a poco, el oficialismo comienza a sufrir el desgaste del uso y abuso de esa estrategia, sobre todo cuando la misma es azuzada desde una posición de extrema debilidad institucional, sin cuadros político técnicos que le den sustento a la gestión y contando con el apoyo cada vez más restringido de algunos referentes mediáticos.

El deterioro comienza a ser tan evidente, que un tribunal judicial como el que se sintetiza en la Cámara Federal de Comodoro Py, conducida por personajes de la talla de Martín Irurzun, uno de los protagonistas principalísimos del Lawfare argento, le terminó dando la razón en una cautelar al siempre polémico Juan Grabois. O también, si quisiéramos quedarnos en la lógica mediática, ciertas calificaciones políticas y personales sobre el presidente acaban siendo coincidentes entre las antípodas que suponen personajes como Roberto Navarro o Marcelo Longobardi.

Ya no se trata de seguir esperando que el mundo libertario vea lo mismo que el conjunto del sistema político. Cada vez queda más expuesta una forma de relacionamiento donde poco importa lo que le sucede al otro. El individualismo extremo, pero también la miserabilidad que suponen ciertos desprecios, en algún momento encontrarán límites de parte de una sociedad que, mayoritaria y efectivamente, quería castigar a buena parte de su dirigencia política. Pero a veces, el remedio es peor que la enfermedad. Por estos días, algunos empezaron a tomar nota.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 09 Jun 2024 09:29:45 -0300
Zona de riesgo https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6838-zona-de-riesgo https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6838-zona-de-riesgo Zona de riesgo

Todo lo vivido en esta suerte de one love,
esto es puro agradecer del fondo del corazón.
Aprendimo' a caminar recordando la historia,
encontrándono' en la calle, defendiendo la memoria…

Javier Ortega - “De un tiempo a esta parte” - La Delio Valdez

Pocas veces la rutina de noticias y hechos públicos permiten mostrar de manera simultánea, procesos vitales tan antitéticos y disímiles. Mientras el día jueves nos sacudía la novedad de la muerte de la enorme Nora Morales de Cortiñas (Norita), en paralelo se profundizaba el escándalo de los cinco millones de kilos de alimentos no repartidos por el Ministerio de Capital Humano, conducido por Sandra Petovello. Va de suyo que las categorías de amor y desamor no aplican en la lógica del análisis político (sobre todo si hablamos de poder), pero si por una sola vez se nos permitiera tal digresión, sería irreductiblemente legítimo aplicarles a cada uno de esos nombres propios, la calificación respectiva.

Norita, a quien la dictadura asesina de los 70’ le desapareció a su hijo Carlos Gustavo Morales, llega al final de sus días habiendo ayudado a parir centenares de miles, tal vez millones, de ciudadanos y ciudadanas que entienden (entendemos) y desean (deseamos) una sociedad inclusiva con derechos para todos y todas.  De lo otro, corresponden las siguientes líneas. Una vez más, pasen y vean, sean todos y todas bienvenidos.

Si la penúltima semana de mayo podría haberse titulado como los peores siete días del gobierno libertario, lo que vino después no ayudó en nada a corregir el rumbo del deterioro, el cual se profundizó con el reconocimiento de la existencia de alimentos sin repartir ubicados en depósitos del Estado nacional. En línea con la excepcionalidad que referencia al gobierno, no hicieron falta investigaciones exclusivas, ni arrepentidos (de los verdaderos o los truchos), ni Lawfare. Bastó que un periodista (Ari Lijalad) amparado en el marco legal que avala el derecho a la información pública, preguntara por su existencia para que el escándalo fuera creciendo como una ola que a estas alturas (mañana de domingo 2 de junio), pone en riesgo la estabilidad política de una funcionaria muy cercana al propio Javier Milei y que, por lo tanto, afecta de manera determinante al presidente.

En el devenir de los días el oficialismo hizo todo mal. Inicialmente informó que esos alimentos estaban guardados para enfrentar diversas emergencias, lo que fue desmentido rápidamente ya que en las crisis de Bahía Blanca, Corrientes y Concordia, la ayuda del Estado nacional brilló por su ausencia. Luego se anunció que serían repartidos en breve (el vocero Manuel Adorni llegó a decir que ya lo estaban haciendo) y no faltó alguna voz periodística servicial que intentó tirar alguna responsabilidad sobre el gobierno anterior. Todo ello sazonado con una causa judicial que lleva adelante el juez Sebastián Casanello que, ante la falta de respuestas a su requisitoria (entregar un plan detallado de cómo se repartiría), el día sábado sacudió la modorra de las redacciones periodísticas y ordenó una inspección del depósito de Villa Martelli para verificar los listados existentes informados por el ministerio.

En el medio, aparecieron contratos de una opacidad manifiesta con la Organización de Estados Iberoaméricanos, para tercerizar las compras que llevan la firma de Petovello y del eyectado secretario de Niñez y Familia Pablo De la Torre, quien no tuvo mejor idea para defenderse que ladrarle a la luna, ya que se referenció como anti kirchnerista, demostrando una falta de tacto notable e intentando embarrar a un actor político que nada tiene que ver con los hechos.

En síntesis, una especie de tormenta perfecta que aún no terminó y que promete nuevos episodios ya que, además, no consta registro de ningún tipo de compra de alimentos en los últimos seis meses. Por lo expuesto, de cumplirse la orden judicial de rigor, el país se asoma al abismo de no contar con alimentos para su población más vulnerable en las próximas semanas, emergencias sociales incluidas.

Para el mundo libertario la semana había comenzado con la eyección del cargo de Jefe de Gabinete de Nicolás Posse, que estuvo a un tris de batir el record de pasar por el mismo sin que institucionalmente se le conociera la voz, para ser reemplazado por el “castoso” Guillermo Francos, ex ministro del Interior y quien en esa función, hasta hace algunas semanas nada más, se comió un par de operaciones que preanunciaban su salida.

Persevera y triunfarás, dice el dicho y el hombre, en una muestra clara de muñequeo político, en un par de días resolvió el intríngulis oficialista de conseguir dictamen para la ley Bases. Desde la negociación política, esa que tanto detesta el presidente, y al borde del toma y daca, concediendo a los senadores patagónicos un Impuesto a las Ganancias diferenciado para los trabajadores de la región, un aumento de las regalías mineras del 3 al 5% que algunos gobernadores supieron pelear, y sin saber demasiado qué se negoció con el senador entrerriano peronista Edgardo Kueider, el libertarismo se dio un pequeño triunfo que duró lo que el hielo en el desierto a partir del escándalo de los alimentos.

No deja de ser paradojal para el mundo libertario lo logrado por Francos en un doble sentido: no sólo se predispone al tratamiento en el recinto a fuerza de negociaciones permanentes y de alguna manera aceptando la existencia de los otros, esos que tanto se ningunean; sino que lo logra de la mano de un hombre que hace décadas que está en el juego de la política habiendo pasado por diversas funciones: desde presidente del Banco Provincia a diputado nacional, de concejal de la vieja y extinta Capital Federal a representante de la Argentina ante el Banco Interamericano de Desarrollo. En fin, el camino al cielo de la libertad parece estar lleno de atajos concesivos.

Pero mientras todo esto sucede, el presidente parece estar en otra. Cada vez más convencido de su rol de profeta propalador de las ideas libertarias en el mundo, la semana se le consumió en visitas a empresarios de la región de Silicon Valley, cenit del desarrollo tecnológico, tratando de evitar, en todo lo que se pueda, poner el cuerpo en la crisis que enfrenta su gobierno.

Como hecho icónico más relevante tal vez deba señalarse la foto con Mark Zuckerberg, dueño de Meta, empresa que engloba a Facebook, Instagram y Whatsapp entre otros. Como en un buen ejercicio de magia, de inversiones y propuestas concretas nada por aquí y nada por allá, no faltando un nuevo ridículo del vocero Adorni, quien posteó la foto entre ambos personajes y afirmó que algo así era inimaginable con Cristina Fernández de Kirchner. Rápida de reflejos, la ex presidenta subió una foto de 2015, donde se la ve con el entonces joven empresario. El problema con el libertarismo no sólo es que desconocen la historia larga, esa que, por ejemplo, muestra que el Cabildo de Córdoba rechazó la revolución de Mayo de 1810, sino que desconocen la historia corta, esa que está a la vuelta de la esquina y que, por lo tanto, ellos llegaron para imponer ciertas novedades de color sepia. Fin.

Para completar el cuadro el presidente no se privó de mostrar, una vez más, su nula empatía con los que menos tienen cuando en la Universidad de Stanford, respondiendo a una pregunta del estudiantado afirmó que “la gente va a estar por morir de hambre y va a decidir no morirse. No necesito que alguien intervenga para resolverme la externalidad del consumo porque alguien lo va a resolver”. Cuidado con los boomerangs que siempre, pero siempre vuelven.

A la vuelta de la gira internacional, y como de pasada, tuvo tiempo para asistir a la asunción del segundo mandato de Nayib Bukele. El salvadoreño, cuestionado en el plano internacional por su política de seguridad que viola los principios más básicos de los derechos humanos, pero admirado por los inquilinos de la Casa Gris santafesina, brindó un discurso donde uno imagina la incomodidad del presidente argentino ya que, de corrido y sin titubear, afirmó que “lo público debe ser mejor que lo privado, no hagan caso a voces que tratan de envenenar la mente de la gente”. Mal trago que suele ocurrir cuando se desconoce de política internacional y cuando se prioriza una relación que, cuanto menos, es de escasa importancia entre países: a la Argentina y El Salvador no lo unen ni cuestiones inmigratorias, ni relaciones comerciales ni la semejanza de situaciones estratégicas comunes. Sólo parece sobresalir la coincidencia de ser gobernados por dos outsiders del sistema político. Demasiado poco para algunas puestas en escena.

Como en la obra de teatro Art, que tiene como disparador conflictual, la discusión entre tres amigos por la compra de un cuadro blanco, donde el dueño paga una ponchada de plata por algo que uno de ellos “no ve”, los libertarios argentos, ensimismados en cierto enojo, desconcertados por haber sido sorprendidos en acciones que representan lo peor de la política, por ejemplo en eso de hacer negocios con organismos internacionales de dudosa prosapia, mientras se intentan mostrar inflexibles con los que peor la pasan, se enfrentan, ahora sí como novedad, al riesgo de la deslegitimación política. ¿La ven?

Hasta ahora, sin haber conseguido superar el techo de aprobación que impuso el resultado electoral de noviembre, el oficialismo se las ingeniaba para conservar ciertos nichos de apoyo a partir del fracaso de las experiencias coalicionales recientes y sobre la base del concepto que había que hacer el esfuerzo, el cual era irremediable a partir del nivel de la crisis existente.

Pero ahora bien, si la propuesta se apalanca en un presidente encerrado en sí mismo, con funcionarios de su extrema confianza haciendo negocios sobre los cuales la Justicia ha puesto la lupa y regodeándose de una mezcla de crueldad y cinismo nunca vistos sobre ciudadanos y ciudadanas que enfrentan severas condiciones de exclusión y precariedad, más temprano que tarde esa legitimidad conseguida, puede entrar en zona de riesgo. Y allí ya no importará la “novedad” de un país gobernado desde la más extrema de las debilidades institucionales.   

En la semana del amor y del desamor, nos recomponemos como podemos, buscamos en el fondo de la historia los ejemplos que nos fortalecen y allí aparecen las Norita Cortiñas de la vida. Adiós querida compañera. Hasta la Victoria Siempre…

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 02 Jun 2024 13:40:46 -0300
Renunció Nicolás Posse y será reemplazado por Guillermo Francos https://fundamentar.com/nacional/item/6833-milei-echo-a-nicolas-posse-y-lo-reemplazara-guillermo-francos https://fundamentar.com/nacional/item/6833-milei-echo-a-nicolas-posse-y-lo-reemplazara-guillermo-francos Nicolás Posse

La Oficina de la Presidencia confirmó que el Presidente le aceptó la renuncia a raíz de "diferencias de criterios y expectativas en la marcha del Gobierno y las tareas encomendadas".

El presidente Javier Milei aceptó hoy la renuncia de Nicolás Posse a la Jefatura de Gabinete de Ministros, según informó la oficina del Presidente. La decisión se tomó debido a "diferencia de criterios y expectativas en la marcha del Gobierno y las tareas encomendadas".

A pesar de su renuncia, Posse "seguirá apoyando las ideas de la libertad, la defensa de la vida y la propiedad, y el proyecto de una Argentina libre, impulsado por el Presidente Milei", indicó el comunicado oficial. Se anunciará su nuevo rol en los próximos días.

Esta semana se llevará a cabo una transición ordenada junto al ministro del Interior, Guillermo Francos, quien asumirá la Jefatura de Gabinete de Ministros, continúa el texto, dando por anunciada la sucesión.

Las versiones sobre la inminente renuncia de Posse a su cargo de jefe de gabinete tenían ya unos días pero explotaron con su ausencia en el acto en el Luna Park en el que Milei presentó su último libro y cantó canciones de La Renga. Por esas horas, se señalaban diferencias insalvables con Karina Milei, resoluciones sin consulta y una contradicción sobre la dolarización. Estos y otros motivos fueron algunos de los cortocircuitos internos que pusieron al jefe de gabinete, Nicolás Posse, en la mira y que luego determinaron su salida del cargo.

El comunicado de la Casa Rosada con la renuncia de Nicolás Posse

Javier Milei abordó las versiones sobre la posible salida del jefe de Gabinete, en una entrevista que fue leída como la ausencia de un respaldo. Ante la requisitoria periodística, Milei afirmó que "todo el gabinete está bajo análisis" y subrayó que "después de la ley bases, se analiza quién sigue y quién no". Javier Milei abordó las versiones sobre la posible salida del jefe de Gabinete, en una entrevista que fue leída como la ausencia de un respaldo. Ante la requisitoria periodística, Milei afirmó que "todo el gabinete está bajo análisis" y subrayó que "después de la ley bases, se analiza quién sigue y quién no". 

Quién es Nicolás Posse

Nicolás Posse estuvo a cargo del armado de los equipos técnicos del espacio libertario y fue Gerente General de la Unidad de Negocios Sur de Corporación América, holding del empresario Eduardo Eurnekian. El grupo tiene la concesión de los aeropuertos a través de Aeropuertos Argentina 2000. 

Posse se recibió en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), y estudió en Cambridge. También fue director de proyecto del Corredor Bioceánico Aconcagua, una iniciativa privada para unir los océanos Atlántico y Pacífico por medio de un corredor ferroviario de alta tecnología.

FUENTE: El Cronista 

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Argentina Tue, 28 May 2024 11:28:09 -0300
Resumen Semanal https://fundamentar.com/internacional/item/6830-resumen-semanal https://fundamentar.com/internacional/item/6830-resumen-semanal Los miembros del equipo de rescate trabajan en el lugar del accidente del helicóptero.

En Fundamentar te contamos cuáles fueron las noticias internacionales más importantes que nos dejó esta semana. Tras la muerte del presidente Raisi, Irán nombra a Mohammad Mokhber como presidente en funciones. El retiro de la embajadora española en Argentina. Luego de que la CPI emita la orden de detención contra Netanyahu y miembros de Hamas, algunos países cuestionaron esta decisión. Por último, España junto con otros países europeos anunciaron que reconocerán al Estado Palestino.   

Falleció Ebrahim Raisi, presidente de Irán 

El día 21 comenzó el funeral y la procesión en las calles de Teherán, se estima que asistieron alrededor de 3 millones de personas. El duelo nacional durará cinco días. 

Tras la muerte del presidente de 63 años Ebrahim Raisi, del ministro de Exteriores y de otros funcionarios que estaban a bordo del helicóptero que se estrelló en la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental el pasado lunes 20 de mayo, el ayatolá Jamenei, líder supremo iraní,  ha designado a Mohammad Mokhber como presidente interino hasta que se celebren las elecciones el próximo 28 de junio. 

A lo largo de esta semana, algunos de los líderes mundiales más importantes han expresado sus condolencias, incluso el Departamento de Estado en Washington, a pesar de las sanciones impuestas al Primer Mandatario iraní. 

Este hecho genera mucha incertidumbre tanto para el país como para la región que atraviesa un momento crítico, pudiendo repercutir en el conflicto de la Franja de Gaza.

EFE

Crisis diplomática entre Argentina y España

La crisis se desató el pasado 15 de mayo, cuando el presidente libertario argentino, Javier Milei, participó en un foro organizado por el partido español de ultraderecha Vox. Durante su discurso, Milei realizó comentarios ofensivos hacia la esposa del presidente español, Pedro Sánchez, refiriéndose a ella como "corrupta". 

Luego de las declaraciones, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, exigió disculpas públicas por parte del primer mandatario, quien se negó a hacerlo ni bien llegó a la Argentina. Esto trajo como consecuencia que 3 días después España retirara a su embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez, de forma permanente. 

Hoy las relaciones bilaterales, de larga data, se encuentran en un momento crítico. 

Se espera que en los próximos días retomen el diálogo en vista de solucionar esta crisis diplomática. 

En paralelo, la Canciller argentina, Diana Mondino, fue citada el próximo martes para exponer ante el Senado, en el marco de una reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, para tratar las prioridades y los pilares de la política exterior que ejecuta el actual Gobierno.

El reconocimiento al Estado Palestino

El pasado miércoles 22, España, Noruega e Irlanda anunciaron que reconocerán, en los siguientes días, al Estado de Palestina, luego de meses de negociación, bajo el argumento de que la única solución al conflicto y para una paz duradera pasa por "la existencia de dos Estados", uno israelí y otro palestino.  

Frente a estas declaraciones, la respuesta de Israel no se hizo esperar, quien llamó a consultas a sus embajadores en estos tres países. 

En un arduo trabajo principalmente del presidente español, Pedro Sánchez, en vista de reunir sustento para el reconocimiento unilateral de Palestina, se sumaría a los 8 estados de la Unión Europea que ya lo hicieron. Con esta “buena acción” Sánchez pretende potenciar la influencia de España no solo dentro de la Unión Europea sino en el resto del mundo.

Esta decisión es una muestra más de las distintas miradas que existen al interior de la Comunidad Europea en lo referente a la política exterior.

El presidente de España, Pedro Sánchez, junto a su homólogo irlandés Simon Harris. EFE

La solicitud de detención contra Netanyahu y miembros de Hamas 

Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), ha solicitado varias órdenes de arresto,  entre ellas contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, junto con miembros de Hamas.

Entre los argumentos se encuentra el ataque terrorista del 7 de octubre del pasado año contra Israel y luego la contra ofensiva israelí con los sucesivos ataques invocando el derecho a legítima defensa. El fiscal Khan, sostiene que se han cometido crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, donde se estima que murieron más de 35.000 palestinos en Gaza. 


El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu junto con Yoav Gallant, ministro de Defensa.

La respuesta de Israel fue contundente: tanto Netanyahu como Yoav Gallant rechazaron inmediatamente el pedido de arresto en su contra. 

Este anuncio desembocó en una ola de críticas, ya que para algunos países como Alemania, Austria y Estados Unidos, supone colocar al mismo nivel a los dirigentes de Hamás, a los que consideran terroristas, y a los dirigentes de un Estado. Por otro lado, hubo Estados que respaldaron el pedido del fiscal de la CPI, como fue el caso de Francia y Bélgica.  

(*) Internacionalista de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Zara Condrac (*)) Internacional Fri, 24 May 2024 10:08:38 -0300
Las tres fuentes de la política exterior de Javier Milei https://fundamentar.com/internacional/item/6829-las-tres-fuentes-de-la-politica-exterior-de-javier-milei https://fundamentar.com/internacional/item/6829-las-tres-fuentes-de-la-politica-exterior-de-javier-milei Javier Milei, se reúnen frente al Congreso antes de su ceremonia de juramentación en Buenos Aires, Argentina, el domingo 10 de diciembre de 2023.

¿Cuáles son las ideas que moldean las acciones y discursos del presidente argentino en la arena global? El debate sobre su impacto y continuidad.

Este es un intento preliminar de dilucidar las fuentes de la política exterior de Javier Milei en el primer semestre de su administración. Mi lectura de la acción externa del gobierno en estos meses se apoya en tres elementos: la obra de Samuel Huntington de los años noventa, la importancia de la religión en las relaciones internacionales y el papel del pensamiento reaccionario en los asuntos mundiales contemporáneos.

Hace ya unos años, por la revalorización de la geopolítica, la tesis de Samuel Huntington sobre el choque de civilizaciones –con tanto auge a finales del siglo pasado y comienzos del XXI– se ha dejado de invocar. Sin embargo, algunos de sus argumentos son citados por líderes políticos, influyen en determinados políticos e incluso informan aspectos de la diplomacia de algunas naciones. Para Huntington, las tradicionales confrontaciones interestatales dominadas por razones económicas e ideológicas iban a dar paso a conflictos civilizacionales marcados por una diversidad cultural caracterizada por rasgos antagónicos. Distintos factores incidían en el choque de civilizaciones, aunque para Huntington, el factor más importante era la religión. Destacaba el crecimiento de movimientos fundamentalistas en el cristianismo, el islamismo, el judaísmo, el budismo y el hinduismo. Los miembros más activos de esos movimientos eran, a su entender, jóvenes con formación universitaria, profesionales de clase media y hombres de negocios. Una línea principal en su análisis era la categórica grieta entre la civilización occidental y la islámica. Señaló que el crecimiento de Asia oriental conduciría a una ascendente rivalidad entre Occidente y la cultura sínica, es decir, China. Lo que me interesa subrayar acá es la gravitación que tienen en Huntington los credos en su versión más ortodoxa y fundamentalista, y la trascendencia de los valores al momento de establecer ámbitos, tanto de cooperación como de conflicto, en la relación ante diferentes contrapartes. Estos factores sumados alientan políticas internacionales de cruzada para denostar y combatir a un otro que profesa creencias y posee valores antitéticos.


El presidente de Argentina, Javier Milei, en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén.

La relevancia de la religión en los estudios internacionales también ha ido ganando preeminencia en el último cuarto de siglo. Esto debido a que la promesa de mayor secularización que traían los procesos de modernización ha sido puesta en entredicho por múltiples experiencias en Occidente y Oriente por igual. El avance de distintos tipos de teocracias, las políticas de gobierno influidas por principios religiosos o las particularidades de ciertos líderes políticos pueden ser explicaciones plausibles al cómo, cuándo y por qué influye la religión en la política exterior. En los tres casos, con distinta intensidad y alcance, sobresale lo que algunos autores llaman genéricamente una política exterior teocrática. Es decir, una postura internacional en la que el dogma dicta la política. En lo que hace al papel específico de las personas en la cúspide poder, se subraya el rol de un mapa cognitivo en el que el fervor religioso explica la visión del individuo, la sociedad y el mundo. Una suerte de código operativo informa las preferencias del líder, así como sus desvelos y fanatismos. Se entiende que las estructuras institucionales y estatales constriñen el comportamiento arbitrario o excesivo de esos mandatarios, pero, en su ausencia o debilitamiento, el presidente no solo influye decisivamente, sino que determina a rajatabla el rumbo a seguir en el frente externo, ya sea mediante anuncios, acciones y/o votaciones.

También, en tiempos más recientes, una serie de estudios detallados demuestra el renacimiento del pensamiento reaccionario y su impacto concreto en los asuntos mundiales. Se parte del hecho de que la política reaccionaria se expresa en los planos interno y externo, y ha cobrado fuerza y proyección a través de la transnacionalización de experiencias de ultraderecha. Este pensamiento remite, entre otras, a una perspectiva sobre el cambio histórico y la urgencia de revertir lo que se consideran amenazas y yerros de la vida contemporánea. Se magnifica un pasado glorioso, promisorio y ordenado frente a un presente frustrante, ruinoso y caótico. Se adjudican males a ciertas ideas, personalidades, movimientos políticos, avances sociales, prácticas culturales, dinámicas globales, entre otras. Se combinan elementos premodernos y antimodernos con la certeza de que el ideario reivindicado y la acción desplegada salvarán a Occidente ante sus múltiples enemigos; enemigos que algunos occidentales no advierten o ignoran. Como señala Richard Shorten, asistimos a la diatriba reaccionaria: un discurso caracterizado por una retórica fuerte, moralizante y vulgar, en la que resultan esenciales la digresión, la repetición y el énfasis. Como señalamos con Bernabé Malacalza, la política internacional reaccionaria se exterioriza con un lenguaje nostálgico, se alega con un estilo disruptivo, se manifiesta con argumentos conspiratorios, se refleja en posturas extremistas y apunta a revertir principios diplomáticos.

Desde el 10 de diciembre de 2024, el presidente Milei ha hecho varios periplos internacionales y ha tenido encuentros con diversas personalidades y líderes; ha participado con alocuciones altisonantes en foros ideológicos; ha definido importantes votaciones y posturas del país, en especial en Naciones Unidas; ha expresado su llamada doctrina de política exterior; ha insultado a algunos mandatarios y manifestado su desagrado con ciertos países; ha formulado claramente sus preferencias en materia internacional; se ha separado de algunas de las líneas históricas de la diplomacia argentina en el terreno bilateral y multilateral; ha impuesto un marcado personalismo en el manejo de los posicionamientos mundiales y regionales; y ha confundido, en ocasiones, el interés personal con el interés nacional. En todos estos hechos, dichos y votos se despliegan de manera contundente tanto el retorno a la idea del choque de las civilizaciones, como el papel de la religión y del pensamiento reaccionario en la política exterior.

El presidente Javier Milei con la jefa del Comando Sur norteamericana Laura Richardson en Ushuaia.

En efecto, un vigor de cruzada lo anima a defender los valores y la cultura de Occidente. Un convencimiento religioso individual y unilateral guía su retórica y moldea la conducta del país en ámbitos internacionales y un ideal reaccionario, que reivindica un pasado glorioso, permea su visión de la Argentina y de la dinámica mundial. Milei pretende recrear, con un experimento socioeconómico inédito, la idea de que el país fragmentado y empobrecido que es Argentina necesita una lucha cultural sin cuartel para revitalizar sus energías.

Su presunción de que el eje principal de la pugna internacional se resume en otro combate –el de las democracias versus las autocracias– deja ver una mirada limitada y superficial de los asuntos mundiales. Sin embargo, esta idea tiene eco en otras latitudes y es evidente el avance de fuerzas y actores que aspiran a rehacer la política interna de las naciones y el sistema internacional en su conjunto. De allí que Milei sea parte de una suerte de “coalición de reaccionarios”; algo que genera atención mediática internacional y convoca a apostadores del mundo de las finanzas y a filántropos de causas retrógradas.

En breve, en su política exterior prima una suerte de espíritu huntingtoniano, fuertemente influido por la religión y por el pensamiento reaccionario. Pero esta política exterior no solo no ha sido severamente cuestionada por la oposición, sino que ha recibido, de facto, el aval de los miembros y sectores partidistas que, junto con La Libertad Avanza, participan en el gobierno y apoyan, en general, su gestión en el Legislativo. Es bueno recordar a ambos -oficialistas y opositores- que en materia de laudables políticas internacionales de largo plazo la continuidad es un activo que no se debiera dilapidar y que el silencio en política exterior, en particular, no es saludable.

FUENTE: Cenital

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hola@fundamentar.com ( Juan Gabriel Tokatlian) Internacional Wed, 22 May 2024 10:51:35 -0300
Adolescentes en su laberinto https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6824-adolescentes-en-su-laberinto https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6824-adolescentes-en-su-laberinto Laberinto (1991) - Leonora Carrington

Quien haya convivido con adolescentes, y tenga la suficiente edad para haberse olvidado de sus tiempos juveniles, sabrá reconocer que un “después lo hago”, no se le niega a ningún padre que se precie. Esos pequeños seres a quienes amamos, portan consigo una especie de tormenta, con cambios de humor repentino que al mundo adulto suele dejar descolocado. La inmediatez es lo único que importa y el mediano plazo se transforma en espacio de una dimensión absolutamente desconocida sobre el que no se tiene ninguna pretensión.

En la semana que pasó, las carencias naturales del mundo libertario impusieron la necesidad de relativizar el logro de algunos objetivos en determinado lapso de tiempo. Si el Pacto de Mayo era la referencia de los días por venir, el cual servía de elemento de presión para la sanción de la ley Bases, por estas horas descubrimos, según la retórica presidencial, que ambos instrumentos no serían tan importantes ni definitivos en su realización, ya que las reformas estructurales se harán de una manera u otra. Pasen y vean. Recorrido por días del “después vemos” libertario que esconde más que lo que muestra.

La semana política había comenzado con la “buena” noticia del dato de la inflación de abril que, de acuerdo a lo informado por el Indec, dio 8,8%, confirmando una tendencia a la baja. Apalancados sobre la decisión “populista” de no aplicar los aumentos anunciados sobre las tarifas de gas y luz, el mileismo salió a celebrar el dato como un triunfo en sí mismo. No faltó la participación del presidente en redes ni el coro de operadores periodísticos que nos indican que vamos por el buen camino.

Pero también hubo tiempo para homenajes. A 35 años del triunfo de Carlos Menen en las elecciones que derrotó a Eduardo Angeloz (y a 21 de que defeccionara de la participación en un balotaje contra Néstor Kirchner), en la Casa Rosada se descubrió un busto en honor al ex presidente y que la malicia tuitera encontró con un sugestivo parecido al recordado cantante de soul James Brown. Con la presencia de la familia Menem en pleno, Javier Milei no se amilanó al afirmar que el riojano había sido el mejor presidente de la democracia surgida post dictadura.

Va de suyo que cualquier gobierno busca un ancla en el pasado como forma de legitimación y referenciación política. El libertarismo ha apostado por dos: la acción política de Julio Argentino Roca de hace 140 años y el ya comentado gobierno de los 90’. En ambos casos incurre en contradicciones flagrantes.

Para el primero de ellos, alguien que ha sido considerado el arquitecto del Estado moderno argentino, no deja de ser sugestiva la diferencia teniendo en cuenta que el presidente considera al Estado como una asociación criminal. Y no es que esa clasificación responda a la coyuntura de estos días, sino que se perfecciona con esos indicadores tan discutibles que utiliza el papá de Conan, cuando reivindica los tiempos del “libre” comercio antes de la conformación de los Estado Nación europeos.

Casa en el Laberinto - Yolanda Molina Brañas
Casa en el Laberinto - Yolanda Molina Brañas

Para el segundo y del que buena parte de la población adulta argentina ha sido contemporánea, llama la atención la reivindicación de una figura que, si algo supo hacer bien, fue rodearse de la casta política, empresarial, sindical y hasta artística de aquel tiempo y que, si miramos con atención, unos cuantos de ellos siguen teniendo vigencia por estos días.

La pregunta refiere a qué se podría valorar de la gestión del riojano. La estabilidad lograda vino de la mano de una desocupación que trepó al 17,58% para 1995 y se mantuvo cercana al 15% para 1999, mientras que la pobreza recibida en el orden del 20% en 1989, había crecido al 27% diez años después. Por las características estructurales de la Convertibilidad, cualquier crisis financiera, por más lejana que se produjera en la distancia, afectaba a las cuentas nacionales. Los casos de corrupción se desarrollaron a lo largo de todo su mandato. Los atentados de la Embajada de Israel y de la AMIA jamás fueron investigados con el profesionalismo debido. Miles de pequeñas y medianas empresas bajaron las persianas. El campo se transformó en una tierra sin valor de la que emigraban para no volver los jóvenes oriundos del lugar. La denigración institucional llegó a tales niveles que se votó alguna ley con un diputado trucho sentado en una banca, y se conformó una mayoría automática en la Corte Suprema que se convirtió en un verdadero lastre público. La explosión de la Fábrica Militar de Río Tercero fue una verdadera ignominia que sirvió para ocultar las pruebas de la vergonzosa e ilegal venta de armas a Ecuador. Las empresas públicas (como YPF o Aerolíneas Argentinas) fueron mal privatizadas por unos pocos dólares, y de esa enajenación surgieron como un grito ahogado los movimientos piqueteros de Salta y Cutral Có.  De la trampa, de la personalización, del individualismo y de la mal entendida picardía política se hizo un culto.

Milei reivindica ese tiempo social con datos falsos (salarios promedio de U$s1800) y sobre la ignorancia de buena parte de sus seguidores que, como un pecado de juventud, se creen con el derecho de ignorar la historia reciente. De alguna forma, la sociedad argentina ya juzgó a Carlos Menem: nadie, más allá de sus seguidores más cercanos, lo tiene como una referencia de horizonte y su muerte, ocurrida bajo el ramplón artilugio de ser una especie de senador vitalicio que le habilitaba los fueros para no quedar detenido, lo sorprendió sin el más mínimo reconocimiento popular. Los honores institucionales son otra cosa.

En ese devenir de tirar todo para adelante, la ley Bases no sólo que no puede ser sancionada sino que ni siquiera el oficialismo logra un dictamen de mayoría (aunque sea con cambios de lo aprobado en la Cámara de Diputados), para que sea tratada en el recinto.

La dificultad por lograr su aprobación, no sólo se sustancia en la atomización de las fuerzas opositoras que ya hemos comentado en artículos anteriores, sino en el propio internismo oficialista, que pretende mostrar como una novedad de valor, que la vicepresidenta Victoria Villarruel se reúna con funcionarios del Poder Ejecutivo para coordinar acciones con el fin de garantizar la sanción en la Cámara de Senadores.

A esta altura del mes y de acuerdo a lo visto en los últimos días, el Senado se encuentra en una situación de bloqueo donde los 33 votos en contra de Unión por la Patria (UxP) parecen estar consolidados, mientras que el oficialismo no logra alcanzar un número mayor. Los días pasan y vale preguntarse cuánto hay de cosmética para la negociación y cuánto de estructural en las negativas de oficialistas y de opositores friendly para llegar a un acuerdo relativamente definitivo.

Laberinto de Horta Barcelona - Freixas Cortés
Laberinto de Horta Barcelona - Freixas Cortés

Para el Ejecutivo, que viene perdiendo articulado de la ley en el camino de manera sistemática parece haber llegado el tiempo de dejar de ceder. Pero eso es sólo una ilusión ante el hipotético escenario de una derrota que quede garantizada por el escaso número de los cuatro votos que le faltan a UxP para hacer caer el proyecto.

Para los opositores amigables, por ejemplo, la sobre exposición del tema RIGI o de la reimposición de ganancias en determinadas provincias (las patagónicas tienen un buen número de trabajadores y trabajadoras que quedarían alcanzados por el impuesto), no son fáciles de aceptar ya que afectan a ciertas regiones de manera determinante. No resulta nada fácil volver a la provincia y explicar que las empresas locales quedarán en una posición de marcada desigualdad frente a las inversiones extranjeras o que, los ya afectados bolsillos, sufrirán aún más recortes al comienzo de cada mes.

Para el libertarismo el problema no radica sólo en la aprobación o no de la ley. También queda condicionado el Pacto de Mayo en Córdoba, ya que, al haber anunciado que su realización dependía del resultado de la mayor (y única) propuesta legislativa del oficialismo, las idas y vueltas vienen siendo constantes. En el término de una semana se anunció que se realizaría igual sin que la ley esté formalmente aprobada, luego que habría “pacto” pero sin invitación a los gobernadores y con una especie de celebración libertaria en las calles de la Docta y este viernes, finalmente, se oficializó que se piensa en junio o julio como fecha de concreción y que tal vez Rosario pueda ser el lugar elegido en el Día de la Bandera. Si es así, sería una excelente oportunidad para que el Poder Ejecutivo Nacional reactive las obras detenidas por falta de fondos en el querido e histórico monumento. Debe reconocerse que en el fondo, a veces, no hay mal que por bien no venga.

Ese ir y venir parece una práctica adolescente que no puede ser ocultada ni siquiera con el colaboracionismo explícito de gobernadores de la talla de Martín Llaryora que, con su cordobesismo congénito a cuestas, en una misma frase puede parecerse al más lúcido de los peronistas, a partir de lo que, se da por sentado, es su acción de gestión en Córdoba y el rol del Estado, como así también al más predispuesto de los libertarios para sacar al país del atraso. “Ventajas” de comportarse dentro del esquema de partidos tipo “catch all” (atrapa todo), donde la principal característica ideológica de cada uno de ellos es que se actúa como si esa condición no existiera. Como diría aquella vieja canción sabinera “como te digo una co’, te digo la o’…”.

Aunque no recaigan sobre los sectores que se habían prometido en la campaña (a quién le importa eso a estas alturas de los acontecimientos), la licuadora y la motosierra parecen ir cumpliendo sus objetivos. Así como transformarse en adulto requiere de bastante más que tener cierta independencia de movimiento de los padres, la política importante, esa que se juega en las grandes ligas, exige más que redes, berrinches autoritarios y encuentros con amigos en el extranjero.

Cinco meses sin ningún proyecto aprobado con interés para el oficialismo en el Congreso, en la etapa que, se supone, se cuenta con mayor empatía social, muestra los límites del libertarismo que supimos conseguir. Habrá que ver si madura…

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 19 May 2024 11:23:29 -0300