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Fundamentar - Artículos https://fundamentar.com Thu, 18 Apr 2024 15:46:35 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es La batalla por el alma de la Nación https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6432-la-batalla-por-el-alma-de-la-nacion https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6432-la-batalla-por-el-alma-de-la-nacion La batalla por el alma de la Nación

Vaya slogan pergeñó la campaña de Joseph Biden, el Presidente electo de los Estados Unidos de Norteamérica. Esta se utilizó en contraposición a la consigna emblema elegida por Donald Trump, que estuvo presente tanto en la campaña de 2016 como en 2020: Hacer grande a Estados Unidos de nuevo.

Es sábado. Recién hoy tenemos la confirmación de que Biden será el 46° Presidente de Estados Unidos. En el medio, pasó mucha agua bajo el puente, y varias cuestiones dignas de ser analizadas. Algunas ideas rápidas con la elección recién terminada.

 

Las acusaciones

El martes por la noche los ojos estaban puestos en Florida, el más grande de los Estados pendulares, o swing states. Una victoria demócrata allí encaminaba el triunfo para Biden. Las cosas no salieron como se esperaban: el mal llamado “voto latino” no fue masivamente hacia los demócratas y Trump lograba una gran victoria en el Estado del Sol, que lo ponía otra vez en juego. Ya volveremos a este complejo tema de los ciudadanos latinos en Estados Unidos.

Simpatizantes de Trump en Florida

Mientras los Estados ‘seguros’ iban sumando los votos del Colegio Electoral, una posibilidad comenzaba a abrirse paso mientras el miércoles comenzaba a nacer: ‘¿gana Trump de nuevo?’. Algo estaba clarísimo: la paliza que gran parte de los medios, analistas y encuestadores auguraban en favor de los demócratas no estaba siendo tal. El fantasma de 2016 volvía a asomar. El voto oculto y la mayoría silenciosa podían decir presente de nuevo.

Conforme avanzaban los primeros escrutinios, Trump cometió el grave error de declararse ganador y, en simultáneo, denunciar fraude. La opinión pública y el mundo vieron al Presidente estadounidense esgrimir las acusaciones de fraude, las agresiones verbales contra el sistema, y los pedidos de parar el conteo de votos, por una supuesta ilegalidad de los sufragios que le sacaron Estados clave, como Michigan. Biden, por su parte, llamó a la calma: “vamos a ganar esta elección”. “Cuenten todos los votos”.

Conferencia del Presidente durante la madrugada del miércoles.

La narrativa ya empezaba a ser desventajosa para Donald Trump. Quedaba ante el mundo como el candidato que sin tener pruebas denunciaba fraude, y que sin tener los votos declaraba la victoria. Y que pedía por favor que paren de contarse los votos, cuando las tendencias en algunos Estados no le era favorable. Esto fue la antesala de lo que vamos a ver en los próximos días: la judicialización del proceso electoral por parte del actual Presidente. Pero también puede incluir un efecto colateral no deseado: el aislamiento político del mandatario saliente, incluso al interior de su propio partido.

https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1324353932022480896 

https://twitter.com/JoeBiden/status/1324490426649317376

Trump siempre quiso correr de su mandato y de su gobierno a los políticos tradicionales. Esto implicó que muchos republicanos de la “vieja guardia” no sólo no lo apoyen, sino que hagan campaña por Biden. La gran elección que Trump estaba realizando, en contra de los oráculos que pronosticaban una “ola azul”, le daba la oportunidad perfecta para lograr la hegemonía trumpista en el Partido Republicano. Esa cantidad de votos, si no le servían para quedarse en la Casa Blanca, sí podían ayudarlo a sentar los lineamientos generales de una estructura partidaria que en reiteradas ocasiones pareció ‘secuestrada’ por Trump y los suyos en muchos momentos de su mandato, y que ahora podía reclamar por derecho propio. El berrinche del miércoles no dio lugar a ello.

Quedará en la historia el momento que, casi en simultáneo, las cadenas ABC, NBC y MSNBC interrumpieron la conferencia de Donald Trump porque estaba presentando datos falsos, sumado a las ‘objeciones’ de Twitter con respecto a las cuentas del Presidente y sus allegados. ¿Censura? ¿Límites a la libertad de expresión? ¿Responsabilidad con “la verdad”? Es un gran tema de debate. Sorprende que algunos todavía duden en incluir a las grandes corporaciones mediáticas en la mesa de discusión para tejer grandes acuerdos sociales.

https://twitter.com/CathyJuvinao/status/1324687038487080962

Las fragilidades del sistema

Ningún sistema electoral es superior al resto. Lo peligroso es tomar uno como modelo, como horizonte e intentar adecuarlo en latitudes distintas con características diferentes. Ciertamente, el sistema de los Estados Unidos tiene debilidades y fortalezas, con especificidades propias de la historia y la idiosincrasia política de aquel país, a veces tan extrañas para nosotros. Lo que sucedió esta elección, fue que las debilidades se vieron más expuestas que las fortalezas.

Mientras asomaba el jueves, Arizona, Nevada, Pennsylvania, Georgia y Carolina del Norte todavía no tenían los resultados. El voto por correo, el sufragio anticipado, las interrupciones, las autoridades judiciales y electorales que en cada Estado tienen reglas distintas; todos fueron factores que retrasaron la confirmación del triunfo de Biden hasta el sábado.

De los Estados del ‘midwest’, muy ligados a las zonas industriales del país, Biden ya tenía en su bolsillo Wisconsin y Michigan, mientras que Ohio se pintaba de rojo. Trump había ganado en los 3 en 2016. El Presidente seguía insistiendo con la “opción legal” de judicializar la contienda. Michigan y Wisconsin le dijeron que no.

Los Estados del Midwest.

A partir de ahora, el Estado de Nevada no sólo será asociado al desierto y a los casinos de la ciudad de Las Vegas, sino también al hecho decidió suspender el conteo, alargando la definición aún más. Los retrasos en Georgia y Carolina del Norte, sumados a la incertidumbre en Arizona, hicieron que el sábado todo se decida al confirmarse la victoria demócrata en Pennsylvania. Los 20 electores de este Estado fueron para Biden y, 4 días después del día de las elecciones, la tendencia se volvió irreversible después de contabilizar los votos anticipados y por correo, que cambiaron al Estado que alberga ciudades como Filadelfia y Pittsburgh al color azul, después de haber estado rojo por varias jornadas.

Si este apartado se llama ‘fragilidades del sistema’, es imposible no hacer una referencia a los miles de obstáculos que tiene para una participación masiva en el proceso, a pesar de que 2020 fue la elección donde más gente participó desde 1900, alcanzando un 66% de participación electoral. La ausencia de documentos nacionales de identidad, la no obligatoriedad del sufragio, la necesidad de registrarse para estar en el padrón, y una infinidad de características del sistema electoral estadounidense, hace que votar en Estados Unidos sea cuestión de voluntad y recursos, no tanto de un derecho

¿Y ahora?

Qué pregunta. Hay muchas cosas para analizar.

La pobre lectura de la dinámica política que tienen los sectores del ‘establishment’ sigue sorprendiéndome. Las elites económicas y financieras apostaron por Biden desde el primer momento. De hecho, su apuntalamiento como candidato a expensas de dirigentes más progresistas como Warren o Sanders obedece a la necesidad de contar con el apoyo de esos grupos de poder.

La falta de visión no está vinculada al apoyo, sino al clima creado por las corporaciones mediáticas, políticas y económicas de los Estados Unidos, que pintaron un panorama de paliza electoral que naturalmente haría que el país retorne a su “normalidad democrática” después de la anomalía que significaron los 4 años de mandato de Trump. Leo los diarios todos los días, y créanme que más de uno, y durante meses, declaró que era imposible que el Presidente logre la reelección. Parecía casi una cuestión de sentido común.

Y a pesar de que finalmente perdió, su victoria no sólo no era imposible, sino que la elección terminó siendo muy pareja. En estos momentos, y aunque finalmente no sea el dato a tener en cuenta, Biden está cosechando el 50.5% de los votos y Trump el 47.7%. Ese porcentaje no se corresponde con monstruo incomprensible que lleva a su país a la deriva, sino con la representación fiel de un importante sector de la sociedad norteamericana que vio en Trump una defensa de sus intereses.

Las lecturas erróneas de la dinámica política por parte del establishment la vimos en Argentina en 2019, en Bolivia hace 20 días, y hoy en Estados Unidos. Deberán hacer un esfuerzo extra para entender el comportamiento de las sociedades que dicen interpretar a la perfección.

Por otra parte, volvemos a la primera parte de esta entrega y hacemos una mención del voto latino. Tradicionalmente fue tomado como un segmento homogéneo que se inclinaba claramente por el Partido Demócrata. Hoy vemos que los votantes latinos no solo repartieron el voto entre ambos candidatos de tal manera que le dieron el triunfo a Trump en Florida y en Texas, sino que también este sector ha perdido su homogeneidad.

Es indispensable hacer diferencias en los latinos. Los descendientes de puertorriqueños, hondureños, o guatemaltecos, que en su gran mayoría viajaron a Estados Unidos en búsqueda de oportunidades de vida mejores que en sus lugares de origen, no pueden ser equiparados con la cuarta generación de cubanos que nace en Estados Unidos, o con personas que pertenecen a la diáspora colombiana o venezolana, muchísimo más ideologizada que los “dreamers” tradicionales.

Una parte considerable del voto latino fue para Trump por su política agresiva contra Cuba, que se diferenció sustancialmente de la diseñada por Obama y por las sanciones a Venezuela. Este voto, que siempre fue ligado a lineamientos “progresistas”, se terminó.

Por último, una referencia a los desafíos inmediatos que tendrá que enfrentar Joe Biden en su gobierno. Una pandemia que ya dejó cerca de 250.000 muertos y sigue avanzando a paso firme, la crisis económica derivada de la misma, y una polarización social muy marcada serán factores inequívocos de la realidad estadounidense en el corto y mediano plazo. El Senado probablemente seguirá con mayoría republicana, y la Corte Suprema tiene 6 jueces conservadores y 3 liberales. Institucional y socialmente, son números incómodos para el mandatario electo.

Casi todos los análisis coinciden en que los objetivos de la política exterior norteamericana no cambiarán sustancialmente, pero sí la forma en que estos serán perseguidos. Biden sólo dejó entrever en este sentido, que retornará al Acuerdo de París sobre Cambio Climático, del cual Estados Unidos dejó de ser parte formalmente esta misma semana.

Desde América Latina y el Caribe, no tenemos muchas pistas sobre qué esperar. Puede haber un cierto alivio con respecto a que la bendición automática de proyectos políticos de extrema derecha y la imprevisibilidad que caracterizaron a la Administración Trump ya no estarán presentes. Pero no olvidemos que los sectores de poder, las fuerzas profundas y los lineamientos estructurales que dictan la política hemisférica de Estados Unidos trascienden a los Presidentes y a los partidos.

Por lo pronto, Donald Trump se retira de la Casa Blanca con las desigualdades raciales a flor de piel, con grupos irregulares y armados muy movilizados, con evidentes fracturas a nivel social y con muchos consensos rotos en cuanto a la institucionalidad y los resortes del poder en el país más poderoso del mundo. Trump perdió, pero el ‘trumpismo’ sigue presente, ya que él logró casi 70 millones de votos luego de ser caracterizado desde muchísimos sectores como un paria en el listado de líderes mundiales. Negar la existencia de esos estratos sociales puede ser muy peligroso para un Biden que tendrá que navegar aguas turbulentas.

 “La batalla por el alma de la Nación” fue el slogan que eligió Joe Biden para encarar la campaña que le abrió las puertas de la Casa Blanca. Desde aquí, creemos que esa batalla no ha hecho más que empezar.

(*) Analista Internacional de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Santiago Toffoli (*)) Opinión Sat, 07 Nov 2020 18:37:05 -0300
Además de las vacunas https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6406-ademas-de-las-vacunas https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6406-ademas-de-las-vacunas Protestas contra el Presidente Lukashenko en Minsk, Bielorrusia

¡Buen finde! Antes que nada, aviso que no voy a escribir nada sobre la vacuna. Ya se puede leer sobre el tema en muchos lugares y no me interesa crear más expectativa de la que ya hay. Sobre todo porque aun veo lejos la luz al final del túnel. Vamos hacia Europa Oriental, Estados Unidos y algo de Medio Oriente.

¿Qué pasó en Bielorrusia?

Aleksandr Lukashenko ejerce la Presidencia desde el año 1994. La imposibilidad de los partidos políticos a participar libremente del proceso electoral dio lugar a una oposición de carácter civil más que política. De hecho, las principales figuras contestatarias al Gobierno de Lukashenko no son líderes partidarios, sino comunicadores, empresarios, banqueros, y demás personalidades que ubican a su labor política como segundo ítem en su tarjeta de presentación.

Al apoyarse en la proscripción como única herramienta para asegurarse el triunfo electoral, muchas veces los autócratas como Lukashenko caen en el error de pensar que eso es suficiente para mantener el statu quo. Así fue como el Presidente no vio venir lo que ocurrió hacia el tramo final de la campaña: la renovación del liderazgo de la oposición y su capacidad para movilizar gente.

El Presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko

Mientras el bloguero Sergei Tijanovsky, principal figura opositora a Lukashenko, era encarcelado a fines del mes pasado, la que recogió el guante fue su esposa. Svetlana Tijanovskaya revitalizó al movimiento opositor cuando las barreras sistémicas del sistema bielorruso lo hacían flaquear una vez más.

Tijanovskaya no solo logró encabezar al movimiento, sino que formó una potente tríada de mujeres junto con la esposa del ex embajador en Estados Unidos y la jefa de campaña de un banquero ex candidato. Las tres mujeres comandaron la oposición de cara a las elecciones del domingo.

Svetlana Tijanovskaya logró movilizar multitudes durante la campaña

La expectativa era grande por varios motivos: los grandes actos de campaña hacían pensar en la posibilidad de terminar con la era Lukashenko, sumado a la gran cantidad de bielorrusos que se apostaban a votar en todas las embajadas del mundo, blandiendo la bandera roja y blanca, con la que se identifica a la oposición. En cada víspera electoral siempre pueden palparse algunas sensaciones que inclinan la balanza hacia algún lado. Pero todo se terminó apenas concluyó la votación: según los datos oficiales, Lukashenko había conseguido un aplastante 80% contra el casi 10% de Tijanovskaya.

La reacción no se hizo esperar. Vociferando acusaciones de fraude y pedidos de renuncia, los bielorrusos opositores salieron a las calles y como resultado hubo toda una semana de protestas, enfrentamientos, represión y detenciones masivas que tuvieron como consecuencia que la candidata opositora abandone Bielorrusia para refugiarse en Lituania por temor a ser encarcelada.

Lukashenko dio una pequeña marcha atrás hacia el fin de semana. Pidió disculpas por los enfrentamientos y liberó a cientos de detenidos por las protestas. Mientras tanto, y con la firme sospecha de fraude electoral, la Unión Europea está evaluando la imposición de sanciones.

Hay varios puntos de análisis en esta historia que acabamos de contar. Bielorrusia depende comercialmente de Rusia, quien le compra el 40% de lo que exporta y la considera como parte de su esfera de influencia. Pero no solo eso. A fines de los 90, se firmó un Acuerdo de Unión entre Bielorrusia y Rusia que acabaría con la formación de un Estado que englobe a ambos países. Lukashenko se negó y eso fue el inicio de las rispideces con Putin.

De hecho, cuando faltaba algo más de una semana para las elecciones, Lukashenko denunció que mercenarios de nacionalidad rusa estaban en Minsk organizando actividades desestabilizadoras en la previa de las elecciones.

No obstante, no hay un vínculo claro entre Rusia y el movimiento opositor. De hecho, lo que pasa en Bielorrusia tiene algunos puntos de comparación con lo que sucedió con el Euromaidan en Kiev, durante la crisis ucraniana de 2014. La presión que la UE quiere ejercer sobre Lukashenko para que realice elecciones limpias tributa a esta versión de las cosas. Bielorrusia es un territorio clave entre Rusia y Europa, lo que hace que el Kremlin mire bastante de cerca el desarrollo de los acontecimientos.

En las próximas semanas, hay que ver cómo mueven sus piezas tanto Moscú como Bruselas; que hará el movimiento opositor en Bielorrusia y cuáles son las sanciones que efectivamente la Unión Europea dicte contra los principales dirigentes del país eslavo.

Más cantado que el feliz cumpleaños

Sucedió lo que esperábamos: Kamala Harris será la candidata a Vicepresidenta por el Partido Demócrata. Que la acompañante de Joe Biden en la fórmula iba a ser una mujer, era algo por demás de probable. La conmoción social por el asesinato de George Floyd puso en el centro del debate la injusticia racial e influyó para que una afroamericana sea finalmente la candidata.

Biden y Harris durante las primarias demócratas.

Harris es senadora por California. Llegó al Congreso cuando Donald Trump arribó a la Casa Blanca. Desde allí, tuvo un perfil bastante alto en los temas ligados a la inmigración, ante los exabruptos reiterados del Presidente en este tema. Ese perfil fue el que la catapultó a presentarse en las primarias como precandidata a Presidenta. Candidatura que luego declinó tras una magra cosecha de votos.

Claro está que Biden hizo el cálculo lógico. Como favorito, sobre todo gracias a los errores de Trump, lo más conveniente es ir a lo seguro. Y lo seguro es Harris. Si bien Trump ya empezó a dirigir sus cañones contra ella diciendo, por ejemplo, que no es estadounidense, Harris no es muy rupturista como lo podrían ser Bernie Sanders o Elizabeth Warren. Es una candidata con la cual el establishment demócrata está cómodo.

La fórmula demócrata en su primer acto luego del anuncio

Después, el archivo es otra cosa. Hay varios sectores del progresismo estadounidense que acusan a Harris de no haber sido tan progresista en su etapa como Fiscal General de California. El desafío está en que su doble condición de afroestadounidense e hija de inmigrantes haga movilizar a los sectores que deben ir a votar el 3 de noviembre si Biden quiere ganar.

Lo interesante es la apuesta a mediano plazo que hace el Partido Demócrata. Si gana las elecciones, Joe Biden tendrá 78 años y sería el Presidente más longevo de la historia de los Estados Unidos. Eso la deja a Harris a un paso del Salón Oval ante cualquier mueca del destino, o bien hacia 2024 cuando el eventual mandato de Biden haya terminado.

Ping Pong

· Acuerdo histórico entre Israel y Emiratos Árabes Unidos. ¿Palestina? Bien, gracias. [VER]

· Recrudece la disputa historia en el Mediterráneo oriental entre Grecia y Turquía. [VER]

· Renunció Hassan Diab, el Primer Ministro libanés, tras la explosión del puerto de Beirut. [VER]

· Egipto fue a las urnas para elegir el Senado después de 6 años. [VER]

· Se empieza a embarrar la elección para la Presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo. [VER]

Bonus track

Sobre el acuerdo de Emiratos Árabes Unidos e Israel hay mucho para leer. Me gustó un artículo del New York Times de enero que detalla la visión regional que tiene Mohamed bin Zayed, el príncipe heredero al trono de los EAU y el gobernante de hecho. [VER]

En los territorios palestinos hubo protestas inmediatas al anuncio del acuerdo, al que consideran una traición por parte de la Monarquía del Golfo.

Palestinos queman imágenes de Trump, Netanyahu y Mohamed bin Zayed

Por último, una foto del Monte Sinabung en Indonesia. Yo a veces me pongo nervioso cuando tengo más de una cosa en la hornalla. Acá las chicas siguen pelando papas con un volcán haciendo erupción.

Monte Sinabung, Indonesia

Qué groso sería un décimo de esa paz mental.

Abrazo enorme y hasta la semana que viene.

(*) Columnista internacional de Fundamentar.

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hola@fundamentar.com (Santiago Toffoli (*)) Opinión Sun, 16 Aug 2020 19:48:03 -0300
El Escuadrón demócrata. ¿esperanza para 2020? https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6209-el-escuadron-democrata-esperanza-para-2020 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6209-el-escuadron-democrata-esperanza-para-2020 Joe Biden, Bernie Sanders y Kamala Harris, en el debate del Partido Demócrata en Miami.

Nunca antes una carrera presidencial estadounidense ha captado tanto el reflector como la que está iniciando, no solo debido a la multiculturalidad de los candidatos que han levantado la mano para suceder al actual Presidente Donald J. Trump, sino porque además Estados Unidos está sufriendo drásticos y rápidos cambios tanto en su política nacional como en el ámbito internacional en torno a cuestiones como el trato hacia los migrantes, barreras al comercio, intento de impeachment, regulación de armas, aborto, matrimonio igualitario, cambio climático, entre otros. 

El Presidente Trump ha declarado que va a presentarse a la reelección, y aunque el sector que está descontento con su gestión va en aumento, aún cuenta con una base muy fuerte y consolidada en estados como Florida, Idaho, Alaska, Arkansas, Utah, Wyoming, Nebraska, Mississippi y Texas. 

En proceso de recaudación

Dados los resultados de la elección intermedia de 2018 nada puede asegurar que el próximo inquilino de la Casa Blanca sea un demócrata. Es más, el reto parece cada día más complicado, basta con ver la cantidad de dinero recaudado por Donald Trump para las campañas presidenciales del 2020 para confirmar que el panorama no se presenta para nada alentador para los demócratas.

Donald Trump, aclamado en el acto para lanzar su campaña de reelección / AFP

Además de la evidente ventaja que implica ser el Presidente en turno, Donald Trump cuenta con una base recaudadora muy sólida que empezó a trabajar en la reelección desde el inicio del mandato, una característica a destacar del equipo de recaudación de Trump es que está poniendo especial atención en las personas que hacen aportes bajos individualmente pero que en conjunto suman una fuerte cantidad de dólares. Sumado a esto, en caso de requerirlo, él podría aportar dinero propio para la elección como lo declaro para la primera vez que resultó electo.

Históricamente, los candidatos demócratas han logrado recaudar más fondos para una campaña presidencial. Sin embargo, en estos momentos el Consejo Nacional se encuentra en apuros, esto debido a que aún tiene fuertes deudas de campañas pasadas, debe utilizarla en la realización de los debates entre los precandidatos a la Presidencia y además lidiar con el posible escenario de perdida de donantes porque el candidato que apoyan no sea el elegido para dar la batalla por la Casa Blanca. 

Durante el primer trimestre del 2019, el Presidente Trump llevaba recaudado poco más de 30 millones de dólares, mientras que su competidor demócrata Bernie Sanders, el más cercano en términos de recaudación llevaba poco menos de 21 millones. 

El Debate

El Partido Demócrata ya inició la carrera para elegir al candidato más idóneo, aquel que intentará derrotar al actual mandatario republicano además de recuperarse del trauma de la inesperada y aparatosa derrota de Hillary Clinton en 2016.

En este marco, los demócratas se enfrentan a un sinfín de retos, como el atraer a las “grandes minorías” especialmente en los Estados “péndulo” como Arizona, Pensilvania, Wisconsin, Ohio y Florida, este último se ha inclinado más por los republicanos en las últimas elecciones. Además de lograr encontrar un candidato que sea del agrado de la mayoría de votantes, simpatizantes y seguidores y no ocurra un espaldarazo como en el 2016 al ser elegida Hillary Clinton.

Debido al gran número de aspirantes que desean la candidatura, el Comité Nacional ha aplicado medidas para dejar fuera de carrera a al menos cuatro candidatos, que no alcancen a cumplir con los requisitos. Entre estos, se establece que los candidatos deben conseguir 65 mil donantes para sus respectivas campañas, con al menos 200 donantes en 20 estados diferentes y obtener al menos el 2% de intención de voto a nivel nacional por parte de los ciudadanos en tres encuestas legítimas.

El primer debate entre los candidatos demócratas se llevó a cabo el miércoles 26 y jueves 27 de junio.

La senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren / AP

Las aportaciones más sobresalientes de la noche fueron la de Cory Booker – Senador por Nueva Jersey, quién hizo un fuerte llamado a retornar las negociaciones con Irán respecto al acuerdo nuclear; Bill de Blasio – Alcalde de la ciudad de Nueva York, quien se pronunció a favor de crear un nuevo sistema de salud dirigido y controlado por el gobierno; Julián Castro – ex Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, quién declaró su intención de legislar a favor de la interrupción legal del embarazo a nivel federal; y Beto O’Rourke – Miembro de la Cámara de Representantes por Texas, que se pronunció a favor del trato digno para los migrantes así como crear mecanismos para que los “dreamers” logren obtener la ciudadanía. Pero, sin duda la que se llevó las palmas en la noche fue Elizabeth Warren – Senadora por Massachusetts, que demostró que tiene amplio conocimiento de la gran mayoría de los problemas que deben ser atendidos, y en cada intervención dejo ver que sabe cómo y tiene la manera de hacer valer sus ideas y su agenda innovadora.

Además este día participaron John Delaney – Miembro de la Cámara de Representantes por Maryland; Tulsi Gabbard – Miembro de la Cámara de Representantes por Hawaii; Jay Inslee – Gobernador de Washington; Amy Klobuchar – Miembro Principal del Comité de Reglas del Senado; y Tim Ryan – Miembro de la Cámara de Representantes por Ohio. 

En la segunda instancia del debate, llevada a cabo el 27 de junio se destacaron, en primer lugar Joe Biden – ex vicepresidente de los Estados Unidos  y uno de los favoritos para ser el candidato demócrata propuso que el Congreso conceda la ciudadanía inmediata a más de 800.000 residentes que llegaron al país ilegalmente cuando eran niños. 

Bernie Sanders – Senador por Vermont, aunque en esta ocasión no destacó en el favorito ese ánimo característico de la campaña pasada, ni tampoco lució apasionado en sus intervenciones. Además en algunos momentos del debate Sanders pareció desaparecer.

El senador Bernie Sanders en el debate presidencial demócrata en Miami / AP

Por su parte, Michael Bennet – Senador por Colorado, se pronunció a favor de lograr una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2050 con su “Plan de Cambio Climático de Estados Unidos” y Apoya una opción pública de Medicare.

Y, Pete Buttigieg – Alcalde de la ciudad de South Bend (Indiana) tuvo una participación que destaco, ya que el Alcalde lució sobrio, serio, inteligente, analítico, sensato y demostrando que representa al ala progresista del partido. 

Por último, Kamala Harris – Senadora por California se mostró fresca, animada, apasionada, sincera, inteligente, sensata y sobre todo conciliadora.

La lista completa de participantes incluyó a Kirsten Gillibrand – Senadora por Nueva York; John Hickenlooper –Gobernador de Colorado; Marianne Williamson – Escritora y activista Fundadora de Project Angel Food Co-fundadora de Peace Alliance; Andrew Yang – Emprendedor y fundador de Venture for America; y Eric Swalwell – Miembro de la Cámara de Representantes por California, quien finalmente se retiró de la contienda el 8 de julio de 2019.

Temas centrales

Durante las dos noches se tocaron temas de vital importancia para Estados Unidos y el mundo, sin embargo la amplia mayoría de los participantes tuvieron ideas muy dispersas en la ejecución y en los plazos de aplicación para la el cumplimiento de sus respectivas agendas.

Se habló de la posible reincorporación de Estados Unidos al Acuerdo de París aunque, ninguno dedicó realmente mucho tiempo a esta cuestión. Solo seis de ellos hablaron abiertamente de este problema y dieron algunas propuestas muy poco aterrizadas para mitigar los efectos en la actualidad.

Se habló también de la condonación de la deuda estudiantil, problema grave. Warren propone la condonación total de dichas deudas, sin embargo si esto se llevara a cabo se necesitarían acciones para no afectar las finanzas públicas y el gasto del gobierno a causa de un importante ingreso que se dejaría de percibir.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio / GETTY

De los grandes temas de debate, hay dos sobre los que sobrevuelan más dudas que certezas. Sobre el estado y futuro del servicio sanitario de Estados Unidos ningún candidato logra articular una propuesta sólida. En segundo lugar, el asunto migratorio, que ha adquirido una dimensión desproporcionada en los últimos años, transformándose en un problema significativo para gobierno actual. Constituye sin dudas, un parteaguas y es un tema central en la carrera por la casa blanca, debido a todas las implicaciones que puede tener en los votantes, especialmente el sector latino y la acalorada, pero delicada y frágil agenda de discusión que se viene trabajando con Guatemala y México principalmente.

En este sentido, Beto O’Rourke, quien hizo su primera intervención de la noche en español, fue el único candidato con una propuesta concreta, al asegurar que no iban a desintegrar a las familias migrantes. Por otra parte, Bill de Blasio, opinó que primero había que convencer a los estadounidenses de que los inmigrantes no eran los causantes de los grandes problemas de Estados Unidos.

Beto O’Rourke, el único precandidato que habló en español / REUTERS

Sin duda todos coinciden en algo: la dirección del país bajo la tutela del Presidente Trump no es de su agrado y el rumbo debe corregirse drásticamente.

Esperemos que durante los próximos encuentros se logre alcanzar un “candidato de unidad” que recopile lo mejor de un proyecto demócrata novedoso, pulido, armónico, viable que garantice estabilidad, certeza y rumbo claro a un país que sin duda lleva las riendas de los mercados globales y una nutrida agenda internacional. 

Indiscutiblemente la carrera presidencial estadounidense es un interesante caso de análisis , que siempre resulta atrayente, enigmática, pero sobretodo y como lo vimos hace cuatro años…sorpresiva e inesperada.

(*) Analista del Centro de Estudios Políticos Internacionales (CEPI)

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hola@fundamentar.com (Jesús Aviña Ramírez (*)) Opinión Mon, 29 Jul 2019 11:49:27 -0300
Macri Busca el Blindaje del Tesoro de EE.UU. a la Oferta de Pago a Buitres https://fundamentar.com/internacional/item/5299-macri-busca-el-blindaje-del-tesoro-de-ee-uu-a-la-oferta-de-pago-a-buitres https://fundamentar.com/internacional/item/5299-macri-busca-el-blindaje-del-tesoro-de-ee-uu-a-la-oferta-de-pago-a-buitres Mauricio Macri en la última cumbre de jefes y jefas de Estado del Mercosur

La fisura de costilla que casi lo deja sin su bautismo de fuego de ultramar no logró doblegar la voluntad de Mauricio Macri de mostrarse ante el poder económico mundial y las grandes potencias como el presidente que devolverá a la Argentina a su alineamiento incondicional con Occidente.

Tras la venia que obtuvo ayer de sus médicos para volar a este pueblo en medio de los Alpes suizos, el mandatario aceptó una intensísima maratón de reuniones de 15 a 30 minutos cronometrados (según el interlocutor) desde mañana a última hora, apenas llegue en auto desde París, hasta el viernes al mediodía, cuyo mayor voltaje geopolítico lo aportarán los primeros ministros conservadores de Israel, Benjamín Nethanyahu, y de Gran Bretaña, David Cameron. También ayer, mientras volaba hacia aquí desde Ezeiza el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, Washington confirmó la reunión que más ansiaba el Gobierno: la del jefe de la cartera económica con el secretario del Tesoro estadounidense, Jacob Lew, a menos de una semana de que la Argentina presente su oferta de pago a los fondos buitre que arrinconaron al país en los tribunales de Nueva York.

La canciller Susana Malcorra, quien también se embarcó anoche en un avión de línea antes de que esta tarde haga lo propio Macri con Juliana Awada, Marcos Peña, su antiguo rival Sergio Massa y apenas dos colaboradores más, adelantó ayer por radio que la Argentina expondrá su “preocupación” por el conflicto con los fondos encabezados por NML, del magnate Paul Singer. Si bien aclaró que no espera que “el presidente Barack Obama pueda tener injerencia directa”, porque “Estados Unidos tiene una clara separación de poderes y el tema de los holdouts está en manos de un juez”, la jefa de la diplomacia enfatizó: “Haremos un planteo y mostraremos nuestra perspectiva”.

La negociación con los buitres se complicó en las últimas horas, luego de que Prat-Gay admitiera que la deuda real exigible en función de la cláusula pari passu que ordenó aplicar el juez Thomas Griesa asciende a u$s9.882 millones de dólares sólo ante la Corte de Nueva York, mucho más que los 1.300 millones por los que falló originalmente el magistrado. El secretario de Finanzas, Luis Caputo, adelantó que la semana próxima el Gobierno formalizará una oferta de pago, pero los litigantes rechazaron que las tratativas sean públicas, como le recomendaron a Caputo los nuevos abogados que asesoran al país. De ahí la intención de Macri de mostrar un aval del Tesoro que sirva para reforzar su posición y cerrar el conflicto cuanto antes.

Como en 1992, cuando el Tesoro ejerció su poder político para ordenar y titularizar los préstamos que bancos norteamericanos habían extendido a América latina sin reparar en su capacidad de repago, la relación de fuerzas con los buitres podría cambiar sustancialmente si Lew decide jugar más fuerte de lo que lo hizo la administración de Obama hasta ahora. Ese paraguas permitiría aplacar al menos parcialmente la codicia de un grupo de fondos repudiado por la gran banca de Wall Street pero envalentonado por los sucesivos fallos contra el país y por la urgencia del nuevo gobierno por dar vuelta la página para recuperar acceso al financiamiento internacional.

Además de la cita con Lew, Prat-Gay se verá con sus pares de Brasil, Chile, México e Italia. Con Estados Unidos, Macri tiene una agenda al máximo nivel posible: verá al vicepresidente Joe Biden y al secretario de Estado, John Kerry, luego de que Barack Obama declinara la invitación al Foro Económico Mundial, donde nunca se mostró desde que ocupa el Salón Oval. Para hablar sobre financiamiento externo, el ministro de Hacienda también se verá con la jefa del FMI, Christine Lagarde, y con el de la OCDE, Angel Gurría, además de varios banqueros europeos y de Wall Street.

MARATÓN DE CITAS POLÍTICAS Y CON CEO

La agenda de Macri en Davos arranca a partir de las 18 (hora local) con una entrevista con Ozan M. Ozkural, Managing Partner de TANTO Capital Partners, que dará inicio a la maratón de encuentro con directivos de empresas, bancos y fondos de inversión.

El presidente tiene agendado encuentros con los máximos ejecutivos del Japan Bank for International Cooperation, Dow Chemical, Shell, Facebook, Coca-Cola, Total, Mitsubishi, Google, Dreyfus, Microsoft; BT Group, Nissan-Renault
La principal reunión política será con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, el jueves por la tarde; pero también se desarrollará la primera cumbre entre mandatarios de Argentina y Gran Bretaña desde la guerra de Malvinas, cuando se entreviste ese día con el primer ministro David Cameron.

Macri también tendrá entrevistas con Enda Kenny, primer ministro de Irlanda; Patrick Pouyanné; la reina Máxima de Holanda y el primer ministro de ese país, Mark Rutte; Manuel Valls, Primer Ministro de Francia; Johann Schneider-Ammann, Presidente de la Confederación Suiza, y con Benjamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel.

 

FUENTE: Bae Negocios

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Internacional Tue, 19 Jan 2016 09:22:42 -0300