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Fundamentar - Artículos https://fundamentar.com Mon, 22 Jul 2024 11:23:10 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Los simuladores https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6814-los-simuladores https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6814-los-simuladores Los simuladores

No puedo mirar ya las noticias,
porque es obvio que mienten.
Falsedades acomodaticias y
falacias prudentes
Voy a escabullirme entre las redes,
acechando verdades
puede ser que sobre sus paredes
haya autenticidades.

“Mienten” - Miguel Cantilo

En la genial serie televisiva “Los Simuladores”, creada por Damián Szifrón, radicaba un sentido de justicia innato. Basado en un relato básico, los que padecían alguna injusticia y un grupo de hombres, desde un trabajo de equipo, con importantes recursos tecnológicos, de inteligencia y con una determinante impronta de simulación, lograban que el dolor y la angustia inicial se transformara en esperanza y en revinculación posterior con nuestros héroes, que, a diferencia de los importados del norte, lograban su objetivo final, ya no desde un individualismo todopoderoso, sino desde cierto colectivismo mucho más propio de la esencia argenta.

El programa, de alguna forma, mostraba que todo era posible si había organización, picardía y trabajo común. Tenía cierta estructura básica, podría decirse que infantil (esto no es un demérito) y donde los límites de quienes eran los buenos y los malos estaban claramente establecidos. Aunque huelgue decirlo, la política tiene mucho de simulación. La gran pregunta es cuánto de ciertos pases de magia se pueden sostener en el tiempo, dejando de ser una herramienta útil y que, en definitiva, no se vuelva en contra de sus protagonistas. Recorrido semanal de unas cuantas simulaciones libertarias que, como a los malos que enfrentaban nuestros héroes televisivos, rápidamente se le ven los pliegues. Pasen y vean. Sin ambigüedades y con nuestras pequeñas verdades a cuestas, sean todos bienvenidos.

La sobreactuación libertaria en el retorno presidencial a las apuradas de los Estados Unidos, en nombre del ataque iraní a Israel, con las temerarias advertencias de analistas de toda laya que nos anunciaban el comienzo de la Tercera Guerra Mundial, duró lo que pervive un atracón de domingo con alguna copa de más y esa porción de postre que uno sabe que no debería comer. Para el lunes, la reunión del comité de crisis era historia y para el martes un mal chiste, sobre todo cuando el propio gobierno bajó el nivel de seguridad y un par de comunicadores bien informados afirmaron que el motivo real de la vuelta anticipada del presidente, se debió a que en Dinamarca ninguna figura de importancia recibiría al presidente. El recientemente ascendido Manuel Adorni no lo desmintió, así que el dato queda flotando para que cada quien lo pondere como mejor le parezca.

Pero esa no fue la única simulación de la semana planteada desde el oficialismo gobernante ya que, casi cuatro meses después de haber sancionado el Decreto de Necesidad y Urgencia nº 70/23, el cual habilita a los sucesivos y exponenciales aumentos que las empresas de medicina prepaga aplicaron a la totalidad de sus clientes; el funcionariado vino a descubrir que probablemente el bueno de Claudio Belocopitt y sus colegas, se habrían cartelizado para cobrar lo que les venía en gana. La novedad libertaria radicaba en que el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) preparaba un recurso de amparo exigiendo que las prepagas apliquen los aumentos sin pasarse de los índices inflacionarios informados por el INDEC. Tanta bonomía a uno no deja de conmoverlo. Ay, libre mercado que me hiciste mal y sin embargo te quiero!

Pero la saga de simulaciones siguió. Ante el clima social surgido con la convocatoria para e l martes 23 a la marcha nacional en defensa de la universidad pública, que pinta como masiva y aglutinante, en la tarde noche del jueves, al mileismo gobernante no se le ocurrió mejor idea que salir a anunciar vía comunicado de prensa, que se había logrado un acuerdo con los rectores del conjunto de las universidades que se referencian en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), para garantizar un reajuste del presupuesto del 70%. Nada de eso sucedió en esos términos y a fuerza de desmentidas rectorales, a media mañana del viernes la noticia había dejado de ser tal, para demostrar que se trataba de una burda operación.

https://twitter.com/CINoficial/status/1781155100582359130

En ambas cuestiones, prepagas y universidad pública, el Poder Ejecutivo parece intentar dar respuesta a sectores que, probablemente, lo apoyaron de manera decidida en el balotaje de noviembre del año pasado. En un país donde, pese a todo, el sueño de la movilidad social ascendente a partir de la educación ha podido imponerse, teniendo un evidente impacto en la cultura social de sus habitantes, condicionar en su día a día a la salud y la educación no parece ser la mejor de las propuestas.

En modo slow motion, y al igual que sucedía la semana pasada con la CGT, el oficialismo llega tarde y mal, con propuestas que intentan desactivar la canalización del conflicto en el espacio público. En la verborragia presidencial, en la soberbia del vocero y en el silencio del conjunto de funcionarios de las distintas áreas donde aparecen las disputas, parece radicar una estrategia que, cuando los hechos se encuentran temporalmente cercanos, intentan ser desactivados. ¿Miedo a la calle? Puede ser. Pero este analista prefiere pensar en un intento por evitar el enojo de aquellos que, aún sin movilizarse, puedan interpretar que el oficialismo no hace nada por evitar ciertos deterioros que están cada vez más expuestos.

Si el libertarismo llegó como un espacio que vino a renovar la política, ciento treinta y dos días después las dudas cada vez quedan más expuestas. Si, para finales de 2023, el sistema político argentino podía visualizarse como un entramado atomizado, donde los distintos grupos trataban de sobrevivir políticamente más allá de la presencia efectiva de liderazgos que solidificaran cierta idea institucional del mundo; las disputas libertarias de las dos últimas semanas no parecen ajenas a esa lógica.

Con el bloque de diputados explotado para la segunda semana de abril, con la internación de una famosa legisladora debido a las amenazas recibidas por los propios como producto de las disputas internas, con renuncias de funcionarios de segundas líneas por goteo y con diferencias profundas en ciertas preferencias entre los hermanos Milei respecto de algunos nombres propios, el momento político del mileismo, más allá de la centralidad presidencial, no parece el ideal.

Va de suyo el reconocimiento en la efectividad del discurso contra la casta. Sabido es que Javier Milei supo canalizar cierto enojo social bajo la simpleza del concepto. Se esmeró en denunciar a dirigencias enfrascadas en sus internismos, la presencia de familiares y amigos en el cenáculo del poder y un supuesto despilfarro de los ingresos públicos. Todo ello fue parte del paquete expresado por el Milei candidato. Pero, si revisamos la semana, el libertarismo parece haberse incorporado de manera plena a todo aquello que denunciaba: Adorni fue ascendido al rango de secretario de Estado pero con ingresos de ministro y sus hermanos pasaron a formar parte de áreas ministeriales de relevancia; a Eduardo Serenellini se le devolvió la jerarquía que ostentaba pero sin manejo de presupuesto; Karina Milei cuenta ahora con un manejo discrecional de fondos para determinadas áreas; pudimos conocer el gasto exagerado en el pago del vuelo privado que justificó la entrevista con Elon Musk (U$s150.000) y, por fin, el presidente ahora descubre la conveniencia del uso de la flota oficial para su traslado.

https://twitter.com/madorni/status/1781866604726251613

A todo lo anterior debe agregarse la acusación de ratas a senadores de la oposición por haberse aumentado los ingresos, para terminar obviando que los propios legisladores de La Libertad Avanza, también avalaron la suba de ingresos. Si aquella discusión fuera válida (para este analista representa un tema menor frente a las complejidades de la cotidianidad argentina), podría decirse que el libertarismo se acostumbró muy rápido a ciertas mañas del sistema político.

Pero a todo lo comentado, en el marco de una situación económica y social cada vez más deteriorada, donde los aumentos de tarifas comienzan a transformarse en una verdadera piedra en el zapato, la gestión peca de improvisación. Por ejemplo, se anunció un masivo cierre de medios públicos que no sucedió ya que sólo la Agencia Télam quedó alcanzada por la medida, aunque sus trabajadores siguen cobrando su sueldo al igual que los empleados del INADI, el cual no puede cerrarse porque para ello se necesita una ley y también, se anunció la venta de terrenos donde funciona la TV Pública, cuestión que efectivamente quedó desactivada.

El oficialismo es una suma de anuncios que en pocas horas quedan desestimados y que muchos ciudadanos y ciudadanas dan por confirmados, mientras el ministro de Economía peregrina por las calles de Washington preguntándose como en el tango “¿dónde hay un mango viejo Gómez?”, ya que en el Fondo Monetario Internacional están muy de acuerdo con la marcha del plan, pero no tanto como para entregar los U$s15.000 millones que Luis Caputo le prometió al presidente que podría conseguir para animarse a salir del cepo primero y apostar por la dolarización después.

Además, debe decirse que por ahora los camiones no invaden las rutas de la región entregando la cosecha gruesa, porque no son pocos (productores y cerealeras) que esperan, a contramano de varios de los empresarios que el viernes aplaudieron a Milei en el Llao Llao (hipotéticos héroes por haber fugado dinero), por una nueva devaluación que les permita hacer una buena diferencia.

En lo concreto, el oficialismo sólo parece ir por una sola variable tangible para los argentinos: la baja de la inflación. En esta mañana de sábado, mientras se anuncia que habrá cadena nacional para informar sobre el superávit de marzo, la expectativa de cortísimo plazo parece residir en que los precios profundicen una tendencia a la baja, cuestión que será definitivamente celebratoria para el equipo gubernamental. Que en el medio no se le haya pagado a nadie, que se haya ahorrado con fondos que pertenecían a las provincias, a docentes, a enfermos cancerígenos o a jubilados a los cuales no se le cumplió con la ley previsional anterior y que el nivel de subsidariedad de las tarifas haya sido borrado de un cuajo, no resulta un tema de interés para las fuerzas del cielo. Algo parecido a aquella afirmación de Tácito: “Los romanos construyen un desierto y lo llaman paz”.

La simulación en política, como en la vida misma, puede ser un arte, pero sólo puede servir a cumplir objetivos que nunca deben superar el corto plazo. Si, como dice Miguel Cantilo, podremos acechar verdades sobre las paredes del libertarismo, porque en ellas aparecen verdades, esas que el movimiento nacional y popular no supo descifrar, bueno sería descubrir quiénes son los buenos y los malos en el juego de los simuladores. Por lo menos para intuir de qué va la cosa. Aunque una justa construcción política, ya se sabe, reclame otros ejercicios.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 21 Apr 2024 11:03:59 -0300
Fuera de foco https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6813-fuera-de-foco https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6813-fuera-de-foco Fuera de foco

Es que ando un poco confundido últimamente,
no sé si confiar en mi forma de actuar,
o entregar el control y dejarme llevar,
Como un cachorro adolescente no puedo parar…

“Confundido” - Los Auténticos Decadentes

Una de las virtudes del discurso libertario que derivó en la Argentina en la presidencia de Javier Milei, fue aquella que, desde una prédica de outsider, supo interpelar a buena parte de un electorado que se sentía decepcionado de ciertas estructuras políticas, pero fundamentalmente, de las formas que consolidaban prácticas que no resolvían los problemas estructurales de la sociedad. Con evidente sagacidad, más allá del apoyo de ciertas factorías comunicacionales y de lo asertivo del trabajo en redes, el decir libertario supo vincular una deteriorada situación general con la particularidad de muchos votantes. Así, el concepto de casta supo sintetizar un malestar de un “nosotros” que no es colectivista ni mucho menos, sino una mera identificación entre semejantes, contra un “ellos” que serían responsables de todos nuestros males.

La simplificación, más allá de su natural arbitrariedad, fue lo suficientemente potente como para llevarse un triunfo en ballotage por el 56% de los votos. Pero una cosa es imponer una opción electoral y otra muy distinta el ejercicio de gobierno siendo coherente con lo denunciado en la construcción del candidato. A veces, ciertas encerronas y verdades innegociables, te pueden confundir y dejar lejos de cierto registro de la realidad, esa misma que se denunciaba como un problema. Recorrido por siete días de miradas libertarias desenfocadas. Pasen y vean. Y aunque el recorrido no sea en el Tesla de Elon, la vueltita puede resultarles interesante.

Tres hechos marcaron la semana política a nivel nacional: la reunión gobierno - CGT, la crisis oficialista en la Cámara de Diputados y la gira presidencial por los Estados Unidos, con el bonus track de un retorno a las apuradas a partir del ataque via drones de Irán a Israel.

1. Tarde piaste

A la foto del Jefe de Gabinete Nicolás Posse y del Ministro del Interior Guillermo Francos con la cúpula de la CGT, se la intentó vender como un éxito político oficialista, dado que, se suponía, el encuentro había servido para poner en duda el paro general previsto para el 9 de mayo, el cual se había anunciado unos días antes.

Según lo declarado por los protagonistas, la reunión fue fructífera, duró tres horas, y no quedó supeditado a la mera foto protocolar. Los funcionarios se mostraron bien dispuestos a tratar de encauzar una relación política que no empezó bien y que se demuestra en el hecho de que tardaron cuatro meses en recibir a los popes sindicales. En el pasado reciente, con amenazas libertarias de todo tipo, hasta los dirigentes más dialoguistas quedaron desenfocados en la idea siempre vigente (para sus intereses) de un diálogo constructivo.

En lo inmediato, la no homologación gubernamental de algunas paritarias (camioneros, aceiteros y metalúrgicos) porque estarían por encima de la inflación, mientras se deja al resto de los actores del mercado fluir libremente en el cumplimiento de sus intereses, hace mucho ruido en vastos sectores del mundo del trabajo.

Tampoco ayuda que, mientras se realiza el convite gubernamental a la conducción cegetista, en paralelo, el oficialismo le da aire a un anteproyecto de reforma laboral diseñado por la Unión Cívica Radical y que no tiene en cuenta, precisamente, la opinión de los dirigentes sindicales.

Y además, no existe la confianza plena de que ciertos acuerdos con las segundas líneas, luego no sean dinamitadas por el propio presidente, tal como les viene sucediendo a la totalidad de los gobernadores, sin importar el signo político que porten.

https://twitter.com/cgtoficialok/status/1778528045764350406

En ese contexto, también debe ser tenido en cuenta el resto de los dirigentes sindicales que pueden no formar parte de la conducción cegetista, pero que recogen un malestar muy profundo de las bases. En este sentido y sabiendo de antemano que el horno no está para bollos, Héctor Daer y compañía reciben una doble presión: por arriba, con toda la estructura comunicacional y política vinculada al oficialismo y por abajo, a partir de un deterioro social harto evidente y que pretende ser contenido anunciando que una inflación del 11% para el mes de marzo, habiendo suspendido el aumento de tarifas que se aplicará en las próximas semanas, es una buena noticia en sí misma.

La duda aquí radica en descubrir porqué el 12,8% de Sergio Massa de noviembre, con niveles de desempleo del 5,7% y pobreza del 41,7% era la representación de todos los males, y cuatro meses después, un punto menos, luego de haber acumulado 59,3 puntos en noventa días, con caída de ventas, desaceleración de la actividad industrial y con un deterioro social evidente, resulta una novedad que debería contentarnos.

Por lo demás, a la luz del inevitable proceso de reconfiguración que debe sobrellevar el peronismo y, en paralelo, con la apuesta grande de lograr derogar el DNU 70/23 en la Cámara de Diputados, la CGT parece transformarse, sea o no deseado por sus dirigentes, en una especie de referente inesperado de este tiempo político y social que vivimos. El armado de un plan de lucha que contempla la adhesión a la marcha universitaria del 23 de abril, más la movilización prevista para el 1º de mayo a lo largo y ancho del país, para concluir con el paro general del 9 y con el antecedente de haber adherido por primera vez en décadas, de manera orgánica y cohesionada, al acto del 24 de marzo, sugiere que cualquier atisbo que pretenda comparar ciertas estrategias de antaño, como por ejemplo la relación con el macrismo que gobernó el período 2015 - 2019, por ahora está bastante lejos de imaginarse como posible.

2. Discusión de casta

Si, como decíamos al comienzo, y de alguna manera lo afirmara Milei en una entrevista reciente a un medio acólito, llegó al poder por mostrar que muchas veces la dirigencia política tradicional estaba “en otra”, lo sucedido en los últimos días al interior del bloque libertario en la Cámara de Diputados se parece y mucho, a esas peleas que adoramos analistas y rosqueros de toda laya, pero que poco importan al conjunto grande de la población.

Recordemos que la disputa radica en el hecho nodal de que Karina “El jefe” Milei, ha iniciado una etapa de consolidación e institucionalización del partido La Libertad Avanza, para ya no depender de un conjunto de partidos regionales minoritarios, que les han servido de prestanombres para poder participar de las elecciones y que ha obligado a negociar espacios de poder que desde la pureza libertaria no se consideran como propios.

Desde hace unas cuantas semanas el presidente ha comenzado a referenciar en el espacio público, las elecciones del 2025, como una instancia crucial para el proyecto. De allí una serie de movidas internas que intentan llenar los casilleros con nombres de innegable lealtad a la sociedad política construida por los hermanos.

https://twitter.com/BornoroniG/status/1778225354932421074

El papelón de un presidente de una cámara anulando una reunión un minuto antes vía mail (sí, un minuto antes), donde ya se había acordado el nombre oficialista de quien presidiría la Comisión de Juicio Político y que empieza a ser decisivamente estratégica para los tiempos que corren; la eyección de la jefatura de bloque de Oscar Zago; su atrincheramiento en las oficinas y la inevitable creación de un bloque nuevo con sólo tres legisladores, se parece, y mucho, a esas discusiones que el Milei comunicador de antaño denostaba y con el que logró no poca empatía con vastos sectores de la sociedad.

Desde esa situación de debilidad estructural, que por ahora no se trasunta más que en la pérdida de sólo tres diputados bajo una misma conducción, la primera pregunta del día es quién resuelve la discusión que, si utilizáramos la misma lógica libertaria, refiere a una disputa que lejos está del día a día de lo que sucede con el deterioro económico de buena parte de la población.

3. Viaje Interruptus

El presidente inició un nuevo viaje al exterior, combinando cuestiones personales y otorgándole un perfil estratégico a la compra de unos aviones usados que refieren más a cierta simbología, antes que a una inversión trascendente en materia de defensa.

Mientras desfinancia al FONDEF, y se anunciaba que se daría el gusto de copilotear un avión de guerra, recibió en Miami la distinción de Embajador de la Luz de parte de Jabad Lubavitch, una ortodoxa (y conservadora) institución judía y, contrariando a toda idea de trascendencia del rol de un presidente, se hizo una escapadita hasta Texas para visitar a Elon Musk, el hombre más rico del mundo y dueño de X y de Tesla entre otras millonarias propiedades.

https://twitter.com/OPRArgentina/status/1779291570333712606

De ninguno de estos encuentros aparecerá la solución para el más nimio de los problemas del país. En las horas previas al encuentro con el sudafricano, desde las redes cloacales del mundo libertario, hicieron correr el rumor de que el empresario podría anunciar la instalación en la Argentina de una fábrica de autos eléctricos. Nada de eso sucedió y las fotos del encuentro se parecen más a dos jóvenes de paseo por el mundo, antes que a las de un presidente que gobierna uno de los países que integra el G20 y uno de los empresarios más importantes del planeta.

La segunda pregunta que queda flotando en el aire, ante el silencio presidencial de estos días, refiere a si en la apurada y sobreactuada vuelta de Milei a la Argentina y mientras en este húmedo y nublado domingo litoraleño, el Estado israelí anuncia que ha resultado exitosa su defensa ante el ataque iraní; el presidente, ahora separado oficialmente de su relación con la artista Fatima Florez, intervendrá en alguno de los problemas planteados, si dejará que el internismo del espacio que conduce decante porque imagina que no lo afecta y cuándo será el momento elegido para arremeter contra un sindicalismo que parece dispuesto a enfrentarlo, más allá de las reacciones oficialistas algo infantiles que se quejan de un segundo paro, sin tener en cuenta la magnitud de las medidas gubernamentales impuestas.

Se trata de la acción y reacción como establece la física. Y aunque de a ratos, el oficialismo pierda el foco, se confunda y enfrente escenarios muy parecidos a aquellos que supo denunciar.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 14 Apr 2024 10:51:25 -0300