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Fundamentar - Artículos Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/articulos/opinion/itemlist/tag/Klitschko 2024-05-03T03:13:11-03:00 Joomla! - Open Source Content Management Ucrania entre Dos Fuegos 2014-01-28T15:06:59-03:00 2014-01-28T15:06:59-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/3336-ucrania-entre-dos-fuegos EMILIO ORDOÑEZ (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/f1643f36708fadabd1f1bf38a425687f_S.jpg" alt="El presidente de Ucrania, Victor Yanukovich, junto al presidente ruso, Vladimir Putin" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>La crisis ucraniana toma un nuevo rumbo con las manifestaciones que se extienden a todo el pa&iacute;s. Mientras gobierno y oposici&oacute;n disputan el poder en la mesa de negociaci&oacute;n y en las calles, las presiones externas juegan su rol en una nueva entrega de la vieja disputa que divide al pa&iacute;s.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La pulseada pol&iacute;tica que por estos d&iacute;as mantiene en vilo a Ucrania parece haber entrado en una nueva fase con el recrudecimiento de las manifestaciones en la Plaza de la Independencia de la capital, Kiev, y su extensi&oacute;n a otras ciudades de este pa&iacute;s. Este marco de inestabilidad se contrapone, por otro lado, con las febriles negociaciones entre el gobierno del presidente Victor Yanukovich y la oposici&oacute;n, encabezada por Vitali Klitschko, quienes buscan una salida pol&iacute;tico-institucional a una crisis que es expresi&oacute;n del choque entre un acercamiento hacia Europa y la continuaci&oacute;n de los v&iacute;nculos privilegiados con Rusia. Una crisis que, adem&aacute;s desnuda, las tensiones profundas que dividen a Ucrania, y de las cuales hacen parte tanto Rusia como la Uni&oacute;n Europea, participantes excluyentes en esta din&aacute;mica de conflicto.</p> <p> Ucrania se convirti&oacute; en territorio de disputa entre estos &uacute;ltimos actores sobre todo durante el &uacute;ltimo a&ntilde;o, en el cual la agenda externa estuvo encabezada por las negociaciones con la Uni&oacute;n Europea en torno de un acuerdo de asociaci&oacute;n, visualizado por muchos como el primer paso hacia un eventual ingreso de Ucrania al &aacute;mbito europeo. Esto trajo aparejadas las presiones provenientes de Rusia para mantener a la Administraci&oacute;n de Yanukovich dentro de su &oacute;rbita, las cuales involucraron el cierre de fronteras para productos ucranianos y veladas amenazas en torno a un aumento del precio del gas que Ucrania importa. Esta disputa, no exenta de acusaciones por parte de Europa en torno a una pol&iacute;tica extorsiva de Rusia con respecto a Ucrania, termin&oacute; abruptamente en noviembre cuando el presidente ucraniano cerr&oacute; abruptamente las negociaciones con Bruselas a una semana de refrendar la incipiente asociaci&oacute;n en Vilna (Letonia), firmando en su lugar un acuerdo comercial con Rusia en diciembre pasado, que involucr&oacute; la entrega de un cr&eacute;dito sin intereses de U$S 15.000 millones, y un esquema de precios preferenciales para la importaci&oacute;n de gas ruso.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/YANUKOVICH_-_ASHTON.jpg" style="width: 400px; margin-left: 10px; margin-right: 10px; float: left;" title="Victor Yanukovich, junto a la Alta Representante de la UE para la Política Exterior, Catherine Ashton" />Este sorpresivo acuerdo, que dej&oacute; a la Uni&oacute;n Europea con las manos vac&iacute;as, sirvi&oacute; para resolver tres cuestiones esenciales: solucion&oacute; de un plumazo no s&oacute;lo el viejo problema del suministro de gas a las puertas del invierno europeo &ndash;fundamento de las &uacute;ltimas disputas ruso-ucranianas-, ratific&oacute; la orientaci&oacute;n pro-rusa del gobierno de Yanukovich y determin&oacute; una victoria pol&iacute;tica importante para el presidente ruso Vladimir Putin, galvanizando a Ucrania de lo que considera como un avance indebido de Occidente hacia su zona de influencia tradicional, el llamado &ldquo;extranjero cercano&rdquo;.</p> <p> A este respecto, todav&iacute;a est&aacute; fresca en la memoria la llamada &ldquo;Revoluci&oacute;n Naranja&rdquo; de 2004 en Ucrania que oblig&oacute; a Yanukovich, quien hab&iacute;a ganado las elecciones presidenciales de ese a&ntilde;o en medio de acusaciones de fraude, a celebrar nuevos comicios en los que acab&oacute; venciendo Viktor Yushenko, quien impuls&oacute; una agenda netamente europe&iacute;sta. La evocaci&oacute;n constante de este movimiento por parte de los manifestantes que hoy asuelan al gobierno marca al mismo tiempo una voluntad de reorientar el eje de la pol&iacute;tica exterior ucraniana, al mismo tiempo que procura apropiarse del simbolismo del movimiento de 2004. Un recrudecimiento de este escenario es, precisamente, lo que tanto Yanukovich como el propio Putin desean evitar.</p> <p> En cuanto al trasfondo interno del conflicto, el detonante de la actual crisis fue la adopci&oacute;n de leyes que proh&iacute;ben las manifestaciones en las inmediaciones de edificios p&uacute;blicos, adem&aacute;s de serias restricciones a la libertad de prensa. Esto funcion&oacute; como un revulsivo para un movimiento que parec&iacute;a haber perdido impulso tras los hechos de diciembre, provocando las actuales demostraciones, que se fueron extendiendo m&aacute;s all&aacute; de la capital, hasta ciudades como Lviv, en el este del pa&iacute;s, tradicionalmente pro-europeo y de habla ucraniana. Tampoco hay que desde&ntilde;ar la cr&iacute;tica situaci&oacute;n econ&oacute;mica -marcada por un alto endeudamiento (30% del PBI), por la imposibilidad de acceder a l&iacute;neas de cr&eacute;dito, y la casi ausencia de reservas de su Banco Central- ni la corrupci&oacute;n, que roza los m&aacute;s altos estamentos del gobierno.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> Un escenario de confrontaci&oacute;n generalizada en Ucrania no es conveniente para Europa, con un conflicto sonando en su frontera m&aacute;s cercana y en un pa&iacute;s con obvias implicancias para su suministro energ&eacute;tico. Pero quien menos tiene para ganar con un escenario de eventual guerra civil es Rusia</p> <p> En este marco se desarroll&oacute; la pugna entre gobierno y oposici&oacute;n, con posiciones invariables que s&oacute;lo parecieron ceder ante la aparici&oacute;n de las primeras v&iacute;ctimas y el llamado a una tregua para retomar el di&aacute;logo, en la cual Yanukovich estuvo dispuesto a ofrecer el cargo de su primer ministro, Mykola Azarov, y su eventual reemplazo por el ex canciller Arseniy Yatseniuk, as&iacute; como tambi&eacute;n la revisi&oacute;n de las leyes recientemente promulgadas. M&aacute;s all&aacute; del rechazo de estos cargos por parte de Klitschko, puede decirse que tanto esta medida, al igual que la confirmaci&oacute;n de la orientaci&oacute;n pro-rusa de Yanukovich tras la firma del acuerdo con su vecino ruso, marca la voluntad del presidente de intentar sobrevivir pol&iacute;ticamente hasta las elecciones presidenciales del pr&oacute;ximo a&ntilde;o. La continuidad del di&aacute;logo con la UE en torno a una reapertura de las negociaciones va de la mano de una estrategia pendular que persigue el mismo fin de sobrevivir sin cuestionar su alianza con Mosc&uacute;.</p> <p> Por su parte, los referentes del movimiento opositor han radicalizado sus posiciones ante la aparici&oacute;n de nuevas v&iacute;ctimas, demandando la renuncia del presidente y el adelantamiento de los comicios presidenciales para este a&ntilde;o. La toma del Ministerio de Justicia en Kiev y el impulso de las demostraciones populares en otras ciudades bien podr&iacute;an acelerar los tiempos pol&iacute;ticos en Ucrania, tal como ocurri&oacute; en 2004. Sin embargo, muchos analistas coinciden en la falta de un eje que motorice el movimiento a largo plazo (en la Revoluci&oacute;n Naranja este motor fue el fraude electoral), as&iacute; como tampoco se ha estructurado una figura excluyente y digerible para Occidente al frente del movimiento, si bien es perceptible la estrella ascendente de Klitschko.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/Ucrania_manifestacion.jpg" style="width: 700px;" /></p> <p> Un escenario de confrontaci&oacute;n generalizada en Ucrania no es conveniente para Europa, con un conflicto sonando en su frontera m&aacute;s cercana y en un pa&iacute;s con obvias implicancias para su suministro energ&eacute;tico. Pero quien menos tiene para ganar con un escenario de eventual guerra civil es Rusia, quien ha retomado un alto perfil internacional de la mano de Putin, a trav&eacute;s de las negociaciones por la crisis siria y el programa nuclear iran&iacute;. Este nuevo impulso del presidente ruso, quien ha sido catalogado como el presidente con mayor influencia global, potenciado adem&aacute;s por la celebraci&oacute;n de las Olimp&iacute;adas de Invierno en la ciudad balnearia de Sochi en febrero pr&oacute;ximo, podr&iacute;a verse interrumpido con un enfrentamiento en su zona de influencia m&aacute;s cercana y en un pa&iacute;s al que est&aacute; unido por profundos lazos hist&oacute;ricos y econ&oacute;micos. Estas preocupaciones se abordar&aacute;n en la pr&oacute;xima cumbre Uni&oacute;n Europea-Rusia en Bruselas, y en la Conferencia de Seguridad de Munich, ambas a finales de enero.</p> <p> Por lo dem&aacute;s, nadie espera que Rusia acepte f&aacute;cilmente un eventual cambio de gobierno en Ucrania: las &ldquo;revoluciones de colores&rdquo; entre 2003 y 2005 ocurrieron con el apoyo de Occidente en un momento de reconstrucci&oacute;n de las capacidades rusas tras el marasmo econ&oacute;mico de finales del siglo pasado. Hoy el capital pol&iacute;tico de Putin es mucho mayor, mientras que el de la Uni&oacute;n Europea mengua conforme empeora su crisis econ&oacute;mica. Mientras tanto, la crisis en Ucrania recrudece, y las tensiones entre las agendas pro-europeas y pro-rusas atizan las viejas divisiones al interior del pa&iacute;s.</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*) Investigador de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>POST SCRIPTUM DEL AUTOR:</strong> Con la <strong><a href="http://fundamentar.com/index.php/internacional/item/3334-crisis-en-ucrania-renuncio-el-primer-ministro" target="_blank">renuncia del Primer Ministro Mykola Azarov y la derogaci&oacute;n del paquete de leyes</a></strong> que restring&iacute;an el derecho a manifestarse y menoscababan garant&iacute;as legales, la oposici&oacute;n ucraniana se anota una importante victoria en su lucha contra el gobierno de Victor Yanukovich, ya debilitado por la extensi&oacute;n de las demostraciones p&uacute;blicas por todo el pa&iacute;s y la toma del Ministerio de Justicia por parte de los manifestantes. Las presiones provenientes tanto del interior como de la UE y EEUU en torno a la derogaci&oacute;n del conflictivo paquete de leyes tambi&eacute;n han sido un factor determinante en cuanto a estas medidas. Azarov se convierte as&iacute; en la primer v&iacute;ctima pol&iacute;tica de una din&aacute;mica que no parece estar resuelta en el corto plazo. Queda por ver cual ser&aacute; el perfil de la nueva figura a designarse en el cargo (a pesar de dos negativas previas, no es improbable que la oposici&oacute;n asuma este puesto) y si las aspiraciones de m&aacute;xima de la oposici&oacute;n -renuncia de Yanukovich y adelantamiento de las elecciones- se mantendr&aacute;n firmes ante estos cambios institucionales.</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/f1643f36708fadabd1f1bf38a425687f_S.jpg" alt="El presidente de Ucrania, Victor Yanukovich, junto al presidente ruso, Vladimir Putin" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>La crisis ucraniana toma un nuevo rumbo con las manifestaciones que se extienden a todo el pa&iacute;s. Mientras gobierno y oposici&oacute;n disputan el poder en la mesa de negociaci&oacute;n y en las calles, las presiones externas juegan su rol en una nueva entrega de la vieja disputa que divide al pa&iacute;s.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La pulseada pol&iacute;tica que por estos d&iacute;as mantiene en vilo a Ucrania parece haber entrado en una nueva fase con el recrudecimiento de las manifestaciones en la Plaza de la Independencia de la capital, Kiev, y su extensi&oacute;n a otras ciudades de este pa&iacute;s. Este marco de inestabilidad se contrapone, por otro lado, con las febriles negociaciones entre el gobierno del presidente Victor Yanukovich y la oposici&oacute;n, encabezada por Vitali Klitschko, quienes buscan una salida pol&iacute;tico-institucional a una crisis que es expresi&oacute;n del choque entre un acercamiento hacia Europa y la continuaci&oacute;n de los v&iacute;nculos privilegiados con Rusia. Una crisis que, adem&aacute;s desnuda, las tensiones profundas que dividen a Ucrania, y de las cuales hacen parte tanto Rusia como la Uni&oacute;n Europea, participantes excluyentes en esta din&aacute;mica de conflicto.</p> <p> Ucrania se convirti&oacute; en territorio de disputa entre estos &uacute;ltimos actores sobre todo durante el &uacute;ltimo a&ntilde;o, en el cual la agenda externa estuvo encabezada por las negociaciones con la Uni&oacute;n Europea en torno de un acuerdo de asociaci&oacute;n, visualizado por muchos como el primer paso hacia un eventual ingreso de Ucrania al &aacute;mbito europeo. Esto trajo aparejadas las presiones provenientes de Rusia para mantener a la Administraci&oacute;n de Yanukovich dentro de su &oacute;rbita, las cuales involucraron el cierre de fronteras para productos ucranianos y veladas amenazas en torno a un aumento del precio del gas que Ucrania importa. Esta disputa, no exenta de acusaciones por parte de Europa en torno a una pol&iacute;tica extorsiva de Rusia con respecto a Ucrania, termin&oacute; abruptamente en noviembre cuando el presidente ucraniano cerr&oacute; abruptamente las negociaciones con Bruselas a una semana de refrendar la incipiente asociaci&oacute;n en Vilna (Letonia), firmando en su lugar un acuerdo comercial con Rusia en diciembre pasado, que involucr&oacute; la entrega de un cr&eacute;dito sin intereses de U$S 15.000 millones, y un esquema de precios preferenciales para la importaci&oacute;n de gas ruso.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/YANUKOVICH_-_ASHTON.jpg" style="width: 400px; margin-left: 10px; margin-right: 10px; float: left;" title="Victor Yanukovich, junto a la Alta Representante de la UE para la Política Exterior, Catherine Ashton" />Este sorpresivo acuerdo, que dej&oacute; a la Uni&oacute;n Europea con las manos vac&iacute;as, sirvi&oacute; para resolver tres cuestiones esenciales: solucion&oacute; de un plumazo no s&oacute;lo el viejo problema del suministro de gas a las puertas del invierno europeo &ndash;fundamento de las &uacute;ltimas disputas ruso-ucranianas-, ratific&oacute; la orientaci&oacute;n pro-rusa del gobierno de Yanukovich y determin&oacute; una victoria pol&iacute;tica importante para el presidente ruso Vladimir Putin, galvanizando a Ucrania de lo que considera como un avance indebido de Occidente hacia su zona de influencia tradicional, el llamado &ldquo;extranjero cercano&rdquo;.</p> <p> A este respecto, todav&iacute;a est&aacute; fresca en la memoria la llamada &ldquo;Revoluci&oacute;n Naranja&rdquo; de 2004 en Ucrania que oblig&oacute; a Yanukovich, quien hab&iacute;a ganado las elecciones presidenciales de ese a&ntilde;o en medio de acusaciones de fraude, a celebrar nuevos comicios en los que acab&oacute; venciendo Viktor Yushenko, quien impuls&oacute; una agenda netamente europe&iacute;sta. La evocaci&oacute;n constante de este movimiento por parte de los manifestantes que hoy asuelan al gobierno marca al mismo tiempo una voluntad de reorientar el eje de la pol&iacute;tica exterior ucraniana, al mismo tiempo que procura apropiarse del simbolismo del movimiento de 2004. Un recrudecimiento de este escenario es, precisamente, lo que tanto Yanukovich como el propio Putin desean evitar.</p> <p> En cuanto al trasfondo interno del conflicto, el detonante de la actual crisis fue la adopci&oacute;n de leyes que proh&iacute;ben las manifestaciones en las inmediaciones de edificios p&uacute;blicos, adem&aacute;s de serias restricciones a la libertad de prensa. Esto funcion&oacute; como un revulsivo para un movimiento que parec&iacute;a haber perdido impulso tras los hechos de diciembre, provocando las actuales demostraciones, que se fueron extendiendo m&aacute;s all&aacute; de la capital, hasta ciudades como Lviv, en el este del pa&iacute;s, tradicionalmente pro-europeo y de habla ucraniana. Tampoco hay que desde&ntilde;ar la cr&iacute;tica situaci&oacute;n econ&oacute;mica -marcada por un alto endeudamiento (30% del PBI), por la imposibilidad de acceder a l&iacute;neas de cr&eacute;dito, y la casi ausencia de reservas de su Banco Central- ni la corrupci&oacute;n, que roza los m&aacute;s altos estamentos del gobierno.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> Un escenario de confrontaci&oacute;n generalizada en Ucrania no es conveniente para Europa, con un conflicto sonando en su frontera m&aacute;s cercana y en un pa&iacute;s con obvias implicancias para su suministro energ&eacute;tico. Pero quien menos tiene para ganar con un escenario de eventual guerra civil es Rusia</p> <p> En este marco se desarroll&oacute; la pugna entre gobierno y oposici&oacute;n, con posiciones invariables que s&oacute;lo parecieron ceder ante la aparici&oacute;n de las primeras v&iacute;ctimas y el llamado a una tregua para retomar el di&aacute;logo, en la cual Yanukovich estuvo dispuesto a ofrecer el cargo de su primer ministro, Mykola Azarov, y su eventual reemplazo por el ex canciller Arseniy Yatseniuk, as&iacute; como tambi&eacute;n la revisi&oacute;n de las leyes recientemente promulgadas. M&aacute;s all&aacute; del rechazo de estos cargos por parte de Klitschko, puede decirse que tanto esta medida, al igual que la confirmaci&oacute;n de la orientaci&oacute;n pro-rusa de Yanukovich tras la firma del acuerdo con su vecino ruso, marca la voluntad del presidente de intentar sobrevivir pol&iacute;ticamente hasta las elecciones presidenciales del pr&oacute;ximo a&ntilde;o. La continuidad del di&aacute;logo con la UE en torno a una reapertura de las negociaciones va de la mano de una estrategia pendular que persigue el mismo fin de sobrevivir sin cuestionar su alianza con Mosc&uacute;.</p> <p> Por su parte, los referentes del movimiento opositor han radicalizado sus posiciones ante la aparici&oacute;n de nuevas v&iacute;ctimas, demandando la renuncia del presidente y el adelantamiento de los comicios presidenciales para este a&ntilde;o. La toma del Ministerio de Justicia en Kiev y el impulso de las demostraciones populares en otras ciudades bien podr&iacute;an acelerar los tiempos pol&iacute;ticos en Ucrania, tal como ocurri&oacute; en 2004. Sin embargo, muchos analistas coinciden en la falta de un eje que motorice el movimiento a largo plazo (en la Revoluci&oacute;n Naranja este motor fue el fraude electoral), as&iacute; como tampoco se ha estructurado una figura excluyente y digerible para Occidente al frente del movimiento, si bien es perceptible la estrella ascendente de Klitschko.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/Ucrania_manifestacion.jpg" style="width: 700px;" /></p> <p> Un escenario de confrontaci&oacute;n generalizada en Ucrania no es conveniente para Europa, con un conflicto sonando en su frontera m&aacute;s cercana y en un pa&iacute;s con obvias implicancias para su suministro energ&eacute;tico. Pero quien menos tiene para ganar con un escenario de eventual guerra civil es Rusia, quien ha retomado un alto perfil internacional de la mano de Putin, a trav&eacute;s de las negociaciones por la crisis siria y el programa nuclear iran&iacute;. Este nuevo impulso del presidente ruso, quien ha sido catalogado como el presidente con mayor influencia global, potenciado adem&aacute;s por la celebraci&oacute;n de las Olimp&iacute;adas de Invierno en la ciudad balnearia de Sochi en febrero pr&oacute;ximo, podr&iacute;a verse interrumpido con un enfrentamiento en su zona de influencia m&aacute;s cercana y en un pa&iacute;s al que est&aacute; unido por profundos lazos hist&oacute;ricos y econ&oacute;micos. Estas preocupaciones se abordar&aacute;n en la pr&oacute;xima cumbre Uni&oacute;n Europea-Rusia en Bruselas, y en la Conferencia de Seguridad de Munich, ambas a finales de enero.</p> <p> Por lo dem&aacute;s, nadie espera que Rusia acepte f&aacute;cilmente un eventual cambio de gobierno en Ucrania: las &ldquo;revoluciones de colores&rdquo; entre 2003 y 2005 ocurrieron con el apoyo de Occidente en un momento de reconstrucci&oacute;n de las capacidades rusas tras el marasmo econ&oacute;mico de finales del siglo pasado. Hoy el capital pol&iacute;tico de Putin es mucho mayor, mientras que el de la Uni&oacute;n Europea mengua conforme empeora su crisis econ&oacute;mica. Mientras tanto, la crisis en Ucrania recrudece, y las tensiones entre las agendas pro-europeas y pro-rusas atizan las viejas divisiones al interior del pa&iacute;s.</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*) Investigador de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>POST SCRIPTUM DEL AUTOR:</strong> Con la <strong><a href="http://fundamentar.com/index.php/internacional/item/3334-crisis-en-ucrania-renuncio-el-primer-ministro" target="_blank">renuncia del Primer Ministro Mykola Azarov y la derogaci&oacute;n del paquete de leyes</a></strong> que restring&iacute;an el derecho a manifestarse y menoscababan garant&iacute;as legales, la oposici&oacute;n ucraniana se anota una importante victoria en su lucha contra el gobierno de Victor Yanukovich, ya debilitado por la extensi&oacute;n de las demostraciones p&uacute;blicas por todo el pa&iacute;s y la toma del Ministerio de Justicia por parte de los manifestantes. Las presiones provenientes tanto del interior como de la UE y EEUU en torno a la derogaci&oacute;n del conflictivo paquete de leyes tambi&eacute;n han sido un factor determinante en cuanto a estas medidas. Azarov se convierte as&iacute; en la primer v&iacute;ctima pol&iacute;tica de una din&aacute;mica que no parece estar resuelta en el corto plazo. Queda por ver cual ser&aacute; el perfil de la nueva figura a designarse en el cargo (a pesar de dos negativas previas, no es improbable que la oposici&oacute;n asuma este puesto) y si las aspiraciones de m&aacute;xima de la oposici&oacute;n -renuncia de Yanukovich y adelantamiento de las elecciones- se mantendr&aacute;n firmes ante estos cambios institucionales.</p></div>