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Fundamentar - Artículos https://fundamentar.com Tue, 23 Apr 2024 06:53:59 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es La diversidad como hecho político https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6588-la-diversidad-como-hecho-politico https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6588-la-diversidad-como-hecho-politico Alberto Fernández y Germán Martínez
*El autor del artículo es compañero de militancia y amigo personal (desde hace más de 27 años) del diputado Germán Martínez. Cualquier sospecha de parcialidad podrá ser confirmada o no en el siguiente texto, pero no debe ocultar lo más importante: que en Fundamentar siempre hablamos con nuestra verdad relativa a la luz del día.

Vivimos tiempos sociales donde la idea de lo diverso (y el respeto por ello) es un pilar que sostiene muchas de las acciones que se inician y encarnan desde los distintos grupos y movimientos sociales y donde el Estado, como garante de ese proceso, transforma en una juridicidad que no siempre se plasma en la realidad de cada ciudadano.

En paralelo, y más por defecto que por virtud, la política argentina también se ha transformado en un espacio donde lo diverso es moneda corriente. En esta semana que culmina, tres hechos marcaron la agenda pública desde la perspectiva de no tener miradas uniformes de nuestra cotidianeidad: la renuncia de Máximo Kirchner a la conducción del bloque del Frente de Todos (FDT) en la Cámara de Diputados de la Nación y su consiguiente reemplazo por Germán Martínez, la marcha del 1F y la gira de Alberto Fernández por Rusia y China. Repasemos.

El último día de enero comenzó con un cimbronazo político de proporciones: el malestar del primogénito del matrimonio Kirchner – Fernández por el tipo de acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y que se había dejado entrever en algunos portales afines, se transformó en renuncia a la conducción del bloque oficialista. Carta mediante, y emulando a su madre al comunicarse con la ciudadanía para fundamentar su decisión, el conductor de La Cámpora realizó una jugada política que dejó incómodos a varios.

La dificultad adicional no sólo pasaba por las razones expuestas en la renuncia, sino que, además, en el esquema de construcción política que se articuló desde los comienzos del FDT, la diversidad del espacio se reflejó en el reparto de ciertos espacios de conducción. Así, en el Congreso Nacional, Sergio Massa conduce la Cámara de Diputados y tanto los bloques de diputados y senadores tenían jefes del riñón K.

La pregunta que se imponía, una vez superado el impacto inicial, era quién podría ser el reemplazante de Kirchner teniendo en cuenta su espesura política. Antes de la decisión que llegó al día siguiente, Alberto Fernández dio una exclusiva en C5N que sirvió, de alguna manera, para sacarle dramatismo al asunto, pero, fundamentalmente, para evitar especulaciones que los silencios agravan.

La variada danza de nombres suponía desde la continuidad de Cecilia Moreau que fungía como vicepresidente de bloque hasta ese momento; la llegada de Leandro Santoro, hombre de estrecha confianza del presidente; Carlos Heller, diputado que había trabajado palmo a palmo con Máximo el proyecto del aporte solidario de las grandes fortunas en el marco de la pandemia de Covid en 2021, el experimentado José Luis Gioja y el “tapado” Martínez.

Más allá de las razones que explican los nombres que no fueron tenidos en cuenta, el nombramiento del diputado por Santa Fe generó sorpresa en muchos y preocupación en los menos.

https://twitter.com/gerpmartinez/status/1488898526058893313

La vagancia de productores y editores, tan acostumbrados a lo que dicen las redes de cada uno de nosotros, hizo que se perdieran el dato de la formación salesiana del nuevo jefe de bloque, lo cual explicaría con mucha mayor certeza, parte del perfil político del diputado que asumió hace dos años la banca.

Autodefinido como obsesivo del trabajo, Martínez lleva la marca en el orillo de saberse un militante, más allá de los cargos circunstanciales que ocupe. No es pose políticamente correcta sino una forma de entender su cotidianeidad. La descripción que hicieron propios y extraños, así lo confirman.

Su designación tiene que ver con su perfil ideológico (“peronista y kirchnerista sin contradicción”), su capacidad de trabajo, por tener buen diálogo con diputados de otros espacios y por ser un hombre que conoce perfectamente el día a día de la Cámara de Diputados. Pero también, y esto no es un dato menor, se relaciona con el contexto que lo posiciona en determinado lugar. Su jefe político Agustín Rossi sigue en estrecho contacto con el presidente de la Nación, ha recreado su vínculo con Cristina Fernández de Kirchner y, más allá de las heridas que dejaron las internas, nunca sacó los pies del plato más allá de las diferencias de turno.

Menuda tarea tiene el nuevo jefe de bloque. Cerrar detrás de sí a un bloque de 116 diputados, de una visible diversidad, por un acuerdo en el que cree firmemente, pero que, con el devenir de los días, tendrá el aperitivo que supone el tratamiento, con la consiguiente aprobación, de los proyectos que el Ejecutivo remitió para ser tratados en sesiones extraordinarias. Seguramente no tendrá tiempo de aburrirse.

En el mismo día, y a poca distancia de los despachos oficiales, se desarrollaba una importante marcha reclamando por la democratización de la Justicia. Más allá del buen número de matices que componen el reclamo, lo que subyace en la manifestación, refiere a la necesidad de contar con un Poder Judicial que contemple una mirada mucho más rica de la vida social del país.

Si se pide por el fin de Lawfare, es porque se pretende terminar con la corruptela uniforme que imponen medios, un sector de la Justicia y parte de la dirigencia política. Si se reclama por el comportamiento de la Corte, es porque los fallos, su tratamiento y sus definiciones, se parecen más a una especie de gobierno aristocrático antes que a un servicio a la ciudadanía.

No se trata de que juzguen como yo quiero: se trata de no tener jueces ordinarios, de Cámara o de la Corte que se parecen más a representantes de corporaciones antes que a defensores de lo que dice la Constitución Nacional.

Se trata, también, de que el país no quede sujeto a las decisiones omnímodas de cuatro señores (o tres, habrá que ver si el juez Juan Carlos Maqueda no extiende licencia por sus recientes problemas de salud) que tienen la particular “virtud” de pretender erigirse en los exclusivos garantes de cierta constitucionalidad e institucionalidad. Todo ello por no hablar de las causas judiciales que los salpican y de su escaso apego a cumplir con lo que la Carta Magna dicta respecto de la permanencia en los cargos. (Revisar fallo sobre la durabilidad en funciones de la recientemente renunciada Elena Highton). Tal vez la diversidad y pluralidad de opiniones cortesanas podría representar una buena opción ante tanta uniformidad supuestamente republicana.

La respuesta de los sectores opositores no se hizo esperar y vino en dos formatos. En medios y redes y que podrían representarse en los cuestionamientos a la marcha de personajes como María Eugenia Vidal que reclamaba por el cumplimiento de la Constitución de no pedir por una Justicia adicta. (No es chiste señora lectora, señor lector). En este sentido cabe recordar que el propio texto sancionado en 1853 consagra el derecho de peticionar de los ciudadanos antes las autoridades. El otro formato fue una “contramarcha” un día después pero que resultó tan escuálida que nadie pretendió referenciarse en la misma.

Finalmente, el otro hecho que marcó la semana política en la Argentina, refiere a la gira de Alberto Fernández por Rusia y China. La política exterior de un país, no sólo sirve para entender los posicionamientos en el tablero internacional, sino que también “ordena” hacia adentro.

Indignados por el buen diálogo con los líderes de esos países, y por alguna definición presidencial que planteó la idea de que Argentina no debe ser un país satélite de nadie, esta gira muestra, de alguna manera, la base ideológica que supo desarrollar el peronismo a lo largo de su historia, con la consabida excepcionalidad del período 1989 – 1999.

https://twitter.com/alferdez/status/1489265002481545227

Más allá de los contextos, de los hechos que suelen ser distintos y de un mundo que hace rato dejó la bipolaridad para convivir con un multilateralismo que algunos detestan, lo cierto es que la famosa “Tercera posición” o la integración con el Movimiento de No Alineados, suponía una búsqueda de otra diplomacia. Lejos de las relaciones carnales menemistas, las que el mal llamado liberalismo argentino reivindica (conservadurismo en realidad), la administración Fernández le cuenta al mundo y a los argentinos que la influencia norteamericana puede ser morigerada.

Las consecuencias de ello, los detalles o lo estructural del tema corresponde al abordaje de nuestros amigos internacionalistas que componen el equipo de Fundamentar, pero puede decirse, aquí y ahora, que el Ejecutivo les muestra a sus ciudadanos que no está dispuesto a jugar un solo pleno en la política internacional y que eso, inexorablemente debe servir, desde la diversidad de relaciones a una mejora de la calidad de vida de todos nosotros. Más allá de los enojos de nuestros demócratas de cotillón que se rasgan las vestiduras por el tipo de liderazgos que encarnan Vladimir Putin o Xi Jinping, pero nada dicen de los acuerdos macristas con el fascista Jair Bolsonaro o el negador serial que encarna Donald Trump, lo real y concreto es que hay “otro” mundo con el que profundizar interacciones de distinto tipo.

“En la variedad está el gusto” decía mi abuela. Y en esta semana tuvimos una nueva prueba de ello en la política argentina: en el nombramiento de un dirigente que representa la síntesis de varios aspectos que debe reunir un oficialista en la Argentina de estos días, en el pedido de una Justicia que, como de alguna manera pedía León Gieco allá lejos y hace tiempo, pueda mirar y ver y en relaciones internacionales maduras que puedan correrse de una uniformidad que muestra el otrora “gran país del norte”. Los hechos están allí. Al alcance de la mano.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sat, 05 Feb 2022 12:01:06 -0300
El poder de los otros https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6583-el-poder-de-los-otros https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6583-el-poder-de-los-otros El poder de los otros

Si algún desprevenido, imaginaba que los resultados del proceso electoral 2021, a partir de la paridad que muestra la Cámara de Diputados, podía haber resultado relativamente inocuo en cuanto a sus efectos políticos; se equivocó, como diría mi abuela, de cabo a rabo. En la semana previa a las celebraciones de fin de año, el oficialismo presenció, de manera descarnada y sin ambages, cómo sus adversarios y enemigos hacían fila en la cola del cobro político de lo que trajo, como confirmación, la noche del 14 de noviembre. Repasemos.

Tres hechos marcaron el pulso de la semana, y que tienen directa referencia a lo sucedido en las urnas durante este 2021. Para el gobierno son dos malas y una que no alcanza como buena pero que puede ser calificada de aliciente: el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre la composición actual del Consejo de la Magistratura (CM), la votación por el presupuesto 2022 y el dato de inflación de noviembre que se conoció a comienzos de semana.

Recordemos que el CM es un órgano creado a partir de la reforma constitucional sancionada en 1994 y que tiene como principal función promover los nombramientos de jueces y ejercer el control sobre su accionar. En su existencia se impone la idea de un equilibrio entre las partes (característica básica de cualquier régimen republicano liberal que se precie) y lo componen jueces, legisladores, un representante del Poder Ejecutivo, académicos y abogados (que actúan en representación de los Colegios). Originariamente, se conformó con 20 integrantes, a partir de una ley específica ya que la Carta Magna no define el número.    

En 2006, a partir de una ley legítimamente sancionada durante la primera etapa del kirchnerismo, y dado su exasperante lentitud de funcionamiento del organismo, se redujo el número a 13 miembros, restando poder al sector de los abogados. A partir del cambio en su composición, ganó en celeridad, amplió la cantidad de jueces nombrados por año, como así también el número de acciones revisadas.

En el caso del fallo judicial, algunos conceptos muestran a las claras el comportamiento corporativo que decidieron hacer prevalecer los cortesanos. La declaración de inconstitucionalidad tiene como principal argumento, la afirmación de que la reducción de integrantes del CM, favorecía al sector político, cosa que en los hechos nunca sucedió ya que, durante estos quince años, siguieron prevaleciendo las miradas ideológico – partidarias, antes que el trabajo de conjunto del sector político.

Pero más allá de los tecnicismos de ocasión, cabe decirse que, en su comportamiento, los jueces no aportaron ninguna novedad a la rutina del fin de 2021: fallaron quince años después sobre una cuestión de fondo que atañe a un organismo fundamental de la institucionalidad argentina (cinco años estuvo la causa en la Corte), generaron una serie de nuevas dudas importantes sobre el funcionamiento que viene, emitieron el fallo a partir de desempolvar un expediente que nadie explicó muy bien por qué se produjo ahora y no hace un año o en el futuro, y le impusieron un plazo de cuatro meses a otro poder, conformado por trescientos treinta y dos personas (es la suma total de senadores y diputados de la Nación), para que sancione una nueva ley a riesgo de que, vencido el plazo, todo lo que actúe el CM sea considerado nulo.

Arbitrariedad en el manejo de los temas a tratar, dudosa y forzada interpretación de una ley que benefició el funcionamiento del organismo e intromisión en los asuntos de otro poder. Los tres aspectos configuran el fallo cortesano conocido este jueves. Que parte de la corporación política celebre la decisión judicial, aceptando la imposición de límites de manera tan claramente expuesta, se parecería y mucho al Síndrome de Estocolmo, donde la víctima de enamora del victimario, pero en realidad, y esto hay que decirlo con todas las letras, ciertas corporaciones se parecen tanto entre sí que cuesta definir los roles en ciertas (o delitos). Para completar el escenario, el fallo se adelantó horas antes desde las páginas del ex gran diario argentino. Toda una definición en sí misma de los tiempos que corren.

Las preguntas se caen de maduro: ¿qué hacer con esta corte, con jueces sospechados en causas que nada tienen que ver con sus fallos judiciales, y que lenta, pero inexorablemente, se desprestigia día a día con decisiones arbitrarias que recuerdan los tiempos del menemato y los comienzos de este siglo, donde algunos de sus integrantes fungían como extorsionadores de guante blanco, antes que como hombres ejemplares en el ejercicio de una muy digna profesión? ¿Corresponde ampliarla como para diluir el poder de los actuales jueces, dividirla en salas que trabajen sobre las distintas especialidades del derecho o, directamente, pasarla a comisión a partir de los casos de corrupción que los salpican? Nadie tiene una respuesta del todo certera, pero dos cosas quedan en claro: que el nombramiento de un/una quinta integrante (para completar su número) no resolvería el problema en el largo plazo y que el oficialismo no tiene los números para imponer determinada voluntad.

Y si hablamos de ese límite, el mismo claramente quedó expuesto con el rechazo al presupuesto 2022 en la Cámara de Diputados de la Nación. Más allá de las estrategias oficialistas y opositoras, de la diversidad de discursos, de los cuestionamientos legítimos y payasescos; la votación trajo un récord para esta democracia que supimos conseguir: en los 38 años de su existencia, nunca se había rechazado la sanción de la llamada ley de leyes. A lo sumo, como sucedió en 2010 para el presupuesto 2011, la oposición no daba quorum y a otra cosa. En ese escenario, a la larga, pagaba algún costo político. En esta oportunidad, no hizo falta esperar las críticas a su negativa. Corrió riesgos y ganó. Aunque su mezquindad sea el eje central de la decisión tomada.

La no sanción del presupuesto deja a la vista tres efectos insoslayables: el primero refiere a las dudas institucionales. Centenares de obras, pequeñas y de las otras, la ampliación de los subsidios en transporte hacia el interior del país en un 70%, estaban garantizadas a partir del acuerdo con gobernadores e intendentes. Hoy, al devengar el presupuesto 2021 en formato 2022, nadie sabe muy bien qué va a pasar con aquello que iba a estar garantizado, nada y nada menos, que a través de una ley.

La preguntonta del día, la última del año queridos lectores, estimadísimas lectoras que habitan en Rosario: ¿cómo justificará, por ejemplo, Mónica Fein, ex intendenta de la ciudad, dirigente que siempre militó la supuesta discriminación de fondos nacionales para subsidiar el transporte, su negativa a votar un proyecto que garantizaba montos que iban por encima de lo que había sido la inflación en este 2021? No dejo de imaginar la alegría del intendente rosarino. Tarea para el período entre fiestas.

El segundo efecto tiene que ver con la supuesta discrecionalidad que traía el presupuesto 2022. En los hechos, y al rechazarse su aprobación, el oficialismo queda con las manos libres para, una vez devengado el anterior, manejar a su gusto las partidas del próximo período. No deja de ser una interesante paradoja denunciar superpoderes y habilitar con ciertas actitudes políticas, la ampliación y profundización de los mismos.

El tercer aspecto a señalar refiere a la relación con el Fondo Monetario Internacional. No resulta inocuo sentarse en la mesa de negociaciones por la deuda heredada del macrismo con la hoja de ruta que supone contar con un presupuesto aprobado, que no tenerlo. No es definitivo de nada, pero, y esto digámoslo en función de ciertas lógicas neoliberales y conservadoras, “no es una buena señal”.

La gran pregunta aquí es a quien favorece este escenario. La oposición encarnada en Juntos por el Cambio podrá ufanarse de haber aplicado una derrota legislativa al gobierno. Y eso es innegable. Pero a la vez, si esta práctica se consolidara, entra en una zona de riesgo ya que, en el próximo acuerdo con el FMI, que va a llegar inexorablemente, y que va a necesitar de aprobación legislativa, no podrá mirar para el costado ya que es quien generó el problema de un endeudamiento récord no sólo para el caso argentino, sino a nivel mundial, y por lo tanto, debería tener una actitud responsable y a la altura de las circunstancias.

También aquí vale preguntarse qué puede hacer el gobierno. Muchos hombres y mujeres ligados al oficialismo se tientan a imaginar poner en práctica un modelo de gestión ejecutiva que imite el período 2009 – 2011, donde una derrota legislativa de proporciones no resultó óbice para el triunfo posterior de Cristina Fernández de Kirchner.

Puede ser una opción, pero siempre debe tenerse presente que los escenarios políticos no se repiten del mismo modo. En este tiempo, en términos sociales, el núcleo opositor al gobierno resulta mucho más sólido y con la consiguiente traslación al sistema institucional que Juntos por el Cambio supo construir. Pero esa voluntad no se expresa, hoy, de manera homogénea. No son pocas las crónicas de sesión del jueves, que revelan los pormenores que casi llevan a la partición amarilla en diputados.

El gobierno tiene dos elementos a favor, coincidentes, de alguna manera con el escenario 2011: maneja los resortes de poder que supone la administración de la cosa pública y, además, la división opositora no es menor ya que cuenta con varios “pre pre candidatos” en las gateras, que disputan día a día y rato a rato, un lugar bajo el sol de cierta visibilidad pública que los muestre como confiables. Si encuentra el timing de gestión, se dejan de lado egos personales y de aquellos sectores que se ven a sí mismos como la verdad número 21 del peronismo, otro sería el cantar a la hora de saldar, en 2023, la diferencia del 9% en noviembre. Algo perfectamente recuperable en poco menos de dos años.

https://twitter.com/INDECArgentina/status/1470831024774995983

Y si hablamos de gestión, no todas fueron malas en esta semana para el oficialismo. El dato de inflación llegó como aliciente. Un 2,5% de inflación mensual no es una buena noticia en sí misma, pero si miramos con atención, veremos que la variación de precios de alimentos estuvo en el 2,1%. Cuando Roberto Feletti asumió en octubre, y propuso el acuerdo de precios de la canasta de alimentos, puso proa a diciembre, con todo lo simbólico que ello representa para el conjunto de los argentinos. No es poco, si vemos que en el mes de su llegada al gobierno la inflación de alimentos era del 2,9%. Es obvio que no alcanza, pero no deja de ser una respuesta interesante para aquellos voceros del libre mercado que veían en la propuesta del Secretario de Comercio Interior poco más que una herejía.

Llegan las celebraciones por el cierre de este 2021. Y en esta oportunidad coinciden en fin de semana, tiempo que nos tomamos para el trabajo de escribir y luego editar la publicación de esta columna en Fundamentar. Editor y analista tienen ganas de celebrar: el año de trabajo, las ganas de haber seguido pese a todo, la fidelidad de unos cuantos lectores y la realidad concreta de hacer lo que nos gusta. Decidimos parar por un par de fines de semana, porque habrá ganas de tomar alguna copa de más y de servirse esa porción extra de aquel plato que nos gusta. Pero, básicamente, tenemos dos enormes deseos: celebrar con los afectos y desearle a cada uno de los que nos acompaña, el mejor tiempo por venir. En este día y cada día. Y como dijo el querido Gustavo Cerati, “mañana, es mejor”. Salud. Hasta 2022.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 19 Dec 2021 12:17:15 -0300
En un acto con Alberto Fernández, la CTA anunció su regreso a la CGT https://fundamentar.com/nacional/item/6282-en-un-acto-con-alberto-fernandez-la-cta-anuncio-su-regreso-a-la-cgt https://fundamentar.com/nacional/item/6282-en-un-acto-con-alberto-fernandez-la-cta-anuncio-su-regreso-a-la-cgt El Secretario General de la CTA, Hugo Yasky. Se materializa la unidad del movimiento obrero.

Luego de 28 años de diferencias políticas, el espacio liderado por Hugo Yasky resolvió la unidad del movimiento obrero.

El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, encabezó un acto en Lanús que selló el regreso de la CTA a la CGT. Lo acompañaron el camionero Hugo Moyano y el diputado Máximo Kirchner.

“Delante de todos ellos quiero poner en consideración del plenario nacional de la CTA la siguiente moción, que votarla con el cerebro pero hay que votarla con el corazón. Apostar al fortalecimiento del campo popular y de la lucha de la clase trabajadora que venimos impulsando en todo el país. Dando mandato a la comisión ejecutiva de la CTA de los trabajadores para iniciar el proceso de unificación con la CGT”, dijo Hugo Yasky. Por unanimidad, se votó el respaldo a la fórmula presidencial que encabeza Alberto Fernández.

En 1989 el alineamiento de la CGT y Carlos Menem provocó el rechazo por parte de una rama del sindicalismo argentino que se oponía a los planes de ajustes del presidente riojano. Fue Hugo Yasky quien dos años más tarde formalizó la creación de la Central de Trabajadores de la Argentina. Desde aquél momento fueron 28 años de fractura en los organismos representantes del sindicalismo nacional.

El paso adelante para unificar lo más posible al movimiento obrero de Yasky llega en un momento electoral decisivo y agrada al propio Hugo Moyano, quien ve con buenos ojos la incorporación de la CTA a la Confederación General del Trabajo. El líder camionero junto a Héctor Daer comenzaron esa gestión por pedido explícito del propio Fernández. De hecho, a 24 días de las elecciones nacionales, el candidato presidencial será el principal orador en una demostración palpable del “pacto social” que viene pregonando a lo largo de estos meses de campaña. Por la magnitud del evento fueron invitados también Máximo Kirchner y Hugo Moyano, entre otros dirigentes del Frente de Todos.

En el escenario también estuvieron sentados Verónica Magario (intendente de La Matanza y candidata a vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires), Gisela Marziotta (candidata a vicejefa de gobierno de la ciudad de Buenos Aires), Sergio Palazzo (La Bancaria), Víctor Santa María (SUTERH), Pablo Moyano (Camioneros), entre otros.

Luego tomó el micrófono Edgardo Depetri, candidato a intendente de Lanús: “Soy dirigente sindical y orgulloso de construir esta unidad con todos ustedes. Fue la base que nos permitió detener en tiempos de mucha oscuridad, en tiempo donde se nos quiso hacer creer el fin de la historia, el fin del trabajo, el fin del peronismo. Del estado de bienestar, que el único camino era abrazar las ideas del capitalismo: todas las compañeros y todos los compañeros le pusimos el cuerpo y siempre pensamos que había un camino distinto para la clase trabajadora argentina y para nuestro pueblo”.

En la pantalla, tras el discurso de Depetri, se exhibió un mensaje de Axel Kicillof, candidato a gobernador provincial: “Quiero mandarle un saludo enorme a los compañeros y compañeras de CTA, tanto a su militancia como a su dirigencia. Seguimos recorriendo la provincia de Buenos Aires para que más bonaerenses nos acompañen en estas elecciones. Los saludo, los abrazo. Hay que valorar el enorme trabajo que hizo la CTA para denunciar y marcar todos los desastres que se han hecho durante este período”.

FUENTE: Infobae

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hola@fundamentar.com (Santi Toffoli) Argentina Thu, 03 Oct 2019 18:57:56 -0300
Pino Solanas formalizó su convocatoria a un Frente Patriótico https://fundamentar.com/nacional/item/6115-pino-solanas-formalizo-su-convocatoria-a-un-frente-patriotico https://fundamentar.com/nacional/item/6115-pino-solanas-formalizo-su-convocatoria-a-un-frente-patriotico Felipe Solá, Máximo Kirchner y Pino Solanas, ayer en la Facultad de Medicina de la UBA.

“Sin exclusiones” es la condición del senador nacional que convocó a la oposición más dura, encabezada por referentes del kirchnerismo.

El senador nacional de Proyecto Sur, Fernando "Pino" Solanas organizó este jueves su acto denominado "Por un gran Frente Patriótico sin exclusiones" en la Facultad de Medicina de la UBA.

En sus palabras de apertura del encuentro, en un Aula Magna colmada, Solanas destacó que “el país vive una situación de verdadera emergencia, que nos empuja a unirnos para frenar a este gobierno. Ese es el espíritu de esta convocatoria, lograr que en octubre derrotemos a Cambiemos, con una montaña de votos, desde la unidad nacional, para comenzar la ardua reconstrucción de nuestra Argentina”.

En su discurso, Solanas se mostró preocupado porque pase el tiempo y el frente de unidad aún no esté “sellado”, porque “el tiempo pasa y no se recupera”. Asimismo sostuvo que “es un error de la oposición creer que divididos se puede derrotar a Cambiemos, porque siempre las divisiones favorecieron al poder dominante de turno”.

Asimismo llamó a “olvidar las diferencias del pasado para construir un sólido presente de unidad”, en clara referencia a la dureza con la que en el pasado reciente él mismo se enfrentó al kirchnerismo.

Participaron del cónclave las principales figuras de la oposición más dura, entre las que se cuentan Máximo Kirchner, Felipe Solá, Víctor Santa María, Mariano Recalde, Gabriela Cerruti, Magdalena Odarda, Hugo Moyano hijo, Daniel Filmus, Pablo Micheli, Mario Cafiero, Itai Hagman, Alcira Argumedo, Gabriel Mariotto, Daniel Arroyo, Andrés Larroque, Hugo Yasky, Facundo Moyano, Mempo Giardinelli y Gustavo Vera, entre otros, además de múltiples organizaciones políticas, sindicales y movimientos sociales.

Uno de los oradores fue el precandidato presidencial Felipe Solá, quien sostuvo que “estamos unidos los que queremos ganarle a este gobierno. Otros quedaran en el camino y jugarán para Macri sin decirlo”. Además, el ex Gobernador de Buenos Aires agregó: "por eso ahora lo que importa ya no es tanto hablar de unidad sino dar una respuesta al reclamo de los argentinos golpeados que nos piden que hagamos algo”.

Daniel Filmus señaló por su parte que “necesitamos un gran frente patriótico con el objetivo de volver a tener un gobierno para la mayoría”.

Otro de los que tomó la palabra  en el congreso convocado por Solanas fue Máximo Kirchner, quien también habló de “unidad de la oposición”, pero aclaró que eso no debe agotarse en la elección, ni tampoco eliminar las identidades. “No sé quién va a ser candidato o candidata, pero los convoco a no seguir a un apellido, sino a una idea de país”, agregó.

Asimismo mencionó al “Ministerio de la Venganza” que muchos le adjudican al kirchnerismo como creación de un eventual gobierno de Cristina Kirchner, pero en su caso lo atribuyó al macrismo. “El 10 de diciembre se tiene que cerrar el Ministerio de la Venganza que abrió Mauricio Macri y volver a abrir el Ministerio de Trabajo y de Salud”, expresó.

 

FUENTE: Parlamentario.com

EDICIÓN Y RELEVAMIENTO: Santiago Toffoli

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Argentina Fri, 03 May 2019 11:07:13 -0300