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Fundamentar - Artículos Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/articulos/opinion/itemlist/tag/Partido%20Dem%C3%B3crata 2024-04-29T17:48:23-03:00 Joomla! - Open Source Content Management El Escuadrón demócrata. ¿esperanza para 2020? 2019-07-29T11:49:27-03:00 2019-07-29T11:49:27-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6209-el-escuadron-democrata-esperanza-para-2020 Jesús Aviña Ramírez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/b24bccf31933f359683282db276ca778_S.jpg" alt="Joe Biden, Bernie Sanders y Kamala Harris, en el debate del Partido Demócrata en Miami." /></div><div class="K2FeedIntroText"><p>Nunca antes una carrera presidencial estadounidense ha captado tanto el reflector como la que está iniciando, no solo debido a la multiculturalidad de los candidatos que han levantado la mano para suceder al actual Presidente Donald J. Trump, sino porque además Estados Unidos está sufriendo drásticos y rápidos cambios tanto en su política nacional como en el ámbito internacional en torno a cuestiones como el trato hacia los migrantes, barreras al comercio, intento de impeachment, regulación de armas, aborto, matrimonio igualitario, cambio climático, entre otros. </p> <p>El Presidente Trump ha declarado que va a presentarse a la reelección, y aunque el sector que está descontento con su gestión va en aumento, aún cuenta con una base muy fuerte y consolidada en estados como Florida, Idaho, Alaska, Arkansas, Utah, Wyoming, Nebraska, Mississippi y Texas. </p></div><div class="K2FeedFullText"><p><strong>En proceso de recaudación</strong></p> <p>Dados los resultados de la elección intermedia de 2018 nada puede asegurar que el próximo inquilino de la Casa Blanca sea un demócrata. Es más, el reto parece cada día más complicado, basta con ver la cantidad de dinero recaudado por Donald Trump para las campañas presidenciales del 2020 para confirmar que el panorama no se presenta para nada alentador para los demócratas.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu1.jpg" alt="" /> <figcaption>Donald Trump, aclamado en el acto para lanzar su campaña de reelección / AFP</figcaption> </figure> <p>Además de la evidente ventaja que implica ser el Presidente en turno, Donald Trump cuenta con una base recaudadora muy sólida que empezó a trabajar en la reelección desde el inicio del mandato, una característica a destacar del equipo de recaudación de Trump es que está poniendo especial atención en las personas que hacen aportes bajos individualmente pero que en conjunto suman una fuerte cantidad de dólares. Sumado a esto, en caso de requerirlo, él podría aportar dinero propio para la elección como lo declaro para la primera vez que resultó electo.</p> <p><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu2.jpg" alt="" /></p> <p>Históricamente, los candidatos demócratas han logrado recaudar más fondos para una campaña presidencial. Sin embargo, en estos momentos el Consejo Nacional se encuentra en apuros, esto debido a que aún tiene fuertes deudas de campañas pasadas, debe utilizarla en la realización de los debates entre los precandidatos a la Presidencia y además lidiar con el posible escenario de perdida de donantes porque el candidato que apoyan no sea el elegido para dar la batalla por la Casa Blanca. </p> <p>Durante el primer trimestre del 2019, el Presidente Trump llevaba recaudado poco más de 30 millones de dólares, mientras que su competidor demócrata Bernie Sanders, el más cercano en términos de recaudación llevaba poco menos de 21 millones. </p> <p><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu3.jpg" alt="" /></p> <p><strong>El Debate</strong></p> <p>El Partido Demócrata ya inició la carrera para elegir al candidato más idóneo, aquel que intentará derrotar al actual mandatario republicano además de recuperarse del trauma de la inesperada y aparatosa derrota de Hillary Clinton en 2016.</p> <p>En este marco, los demócratas se enfrentan a un sinfín de retos, como el atraer a las “grandes minorías” especialmente en los Estados “péndulo” como Arizona, Pensilvania, Wisconsin, Ohio y Florida, este último se ha inclinado más por los republicanos en las últimas elecciones. Además de lograr encontrar un candidato que sea del agrado de la mayoría de votantes, simpatizantes y seguidores y no ocurra un espaldarazo como en el 2016 al ser elegida Hillary Clinton.</p> <p>Debido al gran número de aspirantes que desean la candidatura, el Comité Nacional ha aplicado medidas para dejar fuera de carrera a al menos cuatro candidatos, que no alcancen a cumplir con los requisitos. Entre estos, se establece que los candidatos deben conseguir 65 mil donantes para sus respectivas campañas, con al menos 200 donantes en 20 estados diferentes y obtener al menos el 2% de intención de voto a nivel nacional por parte de los ciudadanos en tres encuestas legítimas.</p> <p>El primer debate entre los candidatos demócratas se llevó a cabo el miércoles 26 y jueves 27 de junio.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu4.jpg" alt="" /> <figcaption>La senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren / AP</figcaption> </figure> <p>Las aportaciones más sobresalientes de la noche fueron la de Cory Booker – Senador por Nueva Jersey, quién hizo un fuerte llamado a retornar las negociaciones con Irán respecto al acuerdo nuclear; Bill de Blasio – Alcalde de la ciudad de Nueva York, quien se pronunció a favor de crear un nuevo sistema de salud dirigido y controlado por el gobierno; Julián Castro – ex Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, quién declaró su intención de legislar a favor de la interrupción legal del embarazo a nivel federal; y Beto O’Rourke – Miembro de la Cámara de Representantes por Texas, que se pronunció a favor del trato digno para los migrantes así como crear mecanismos para que los “dreamers” logren obtener la ciudadanía. Pero, sin duda la que se llevó las palmas en la noche fue Elizabeth Warren – Senadora por Massachusetts, que demostró que tiene amplio conocimiento de la gran mayoría de los problemas que deben ser atendidos, y en cada intervención dejo ver que sabe cómo y tiene la manera de hacer valer sus ideas y su agenda innovadora.</p> <p>Además este día participaron John Delaney – Miembro de la Cámara de Representantes por Maryland; Tulsi Gabbard – Miembro de la Cámara de Representantes por Hawaii; Jay Inslee – Gobernador de Washington; Amy Klobuchar – Miembro Principal del Comité de Reglas del Senado; y Tim Ryan – Miembro de la Cámara de Representantes por Ohio. </p> <p>En la segunda instancia del debate, llevada a cabo el 27 de junio se destacaron, en primer lugar Joe Biden – ex vicepresidente de los Estados Unidos  y uno de los favoritos para ser el candidato demócrata propuso que el Congreso conceda la ciudadanía inmediata a más de 800.000 residentes que llegaron al país ilegalmente cuando eran niños. </p> <p>Bernie Sanders – Senador por Vermont, aunque en esta ocasión no destacó en el favorito ese ánimo característico de la campaña pasada, ni tampoco lució apasionado en sus intervenciones. Además en algunos momentos del debate Sanders pareció desaparecer.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu5.jpg" alt="" /> <figcaption>El senador Bernie Sanders en el debate presidencial demócrata en Miami / AP</figcaption> </figure> <p>Por su parte, Michael Bennet – Senador por Colorado, se pronunció a favor de lograr una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2050 con su “Plan de Cambio Climático de Estados Unidos” y Apoya una opción pública de Medicare.</p> <p>Y, Pete Buttigieg – Alcalde de la ciudad de South Bend (Indiana) tuvo una participación que destaco, ya que el Alcalde lució sobrio, serio, inteligente, analítico, sensato y demostrando que representa al ala progresista del partido. </p> <p>Por último, Kamala Harris – Senadora por California se mostró fresca, animada, apasionada, sincera, inteligente, sensata y sobre todo conciliadora.</p> <p>La lista completa de participantes incluyó a Kirsten Gillibrand – Senadora por Nueva York; John Hickenlooper –Gobernador de Colorado; Marianne Williamson – Escritora y activista Fundadora de Project Angel Food Co-fundadora de Peace Alliance; Andrew Yang – Emprendedor y fundador de Venture for America; y Eric Swalwell – Miembro de la Cámara de Representantes por California, quien finalmente se retiró de la contienda el 8 de julio de 2019.</p> <p><strong>Temas centrales</strong></p> <p>Durante las dos noches se tocaron temas de vital importancia para Estados Unidos y el mundo, sin embargo la amplia mayoría de los participantes tuvieron ideas muy dispersas en la ejecución y en los plazos de aplicación para la el cumplimiento de sus respectivas agendas.</p> <p>Se habló de la posible reincorporación de Estados Unidos al Acuerdo de París aunque, ninguno dedicó realmente mucho tiempo a esta cuestión. Solo seis de ellos hablaron abiertamente de este problema y dieron algunas propuestas muy poco aterrizadas para mitigar los efectos en la actualidad.</p> <p>Se habló también de la condonación de la deuda estudiantil, problema grave. Warren propone la condonación total de dichas deudas, sin embargo si esto se llevara a cabo se necesitarían acciones para no afectar las finanzas públicas y el gasto del gobierno a causa de un importante ingreso que se dejaría de percibir.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu6.jpg" alt="" /> <figcaption>El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio / GETTY</figcaption> </figure> <p>De los grandes temas de debate, hay dos sobre los que sobrevuelan más dudas que certezas. Sobre el estado y futuro del servicio sanitario de Estados Unidos ningún candidato logra articular una propuesta sólida. En segundo lugar, el asunto migratorio, que ha adquirido una dimensión desproporcionada en los últimos años, transformándose en un problema significativo para gobierno actual. Constituye sin dudas, un parteaguas y es un tema central en la carrera por la casa blanca, debido a todas las implicaciones que puede tener en los votantes, especialmente el sector latino y la acalorada, pero delicada y frágil agenda de discusión que se viene trabajando con Guatemala y México principalmente.</p> <p>En este sentido, Beto O’Rourke, quien hizo su primera intervención de la noche en español, fue el único candidato con una propuesta concreta, al asegurar que no iban a desintegrar a las familias migrantes. Por otra parte, Bill de Blasio, opinó que primero había que convencer a los estadounidenses de que los inmigrantes no eran los causantes de los grandes problemas de Estados Unidos.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu7.jpg" alt="" /> <figcaption>Beto O’Rourke, el único precandidato que habló en español / REUTERS</figcaption> </figure> <p>Sin duda todos coinciden en algo: la dirección del país bajo la tutela del Presidente Trump no es de su agrado y el rumbo debe corregirse drásticamente.</p> <p>Esperemos que durante los próximos encuentros se logre alcanzar un “candidato de unidad” que recopile lo mejor de un proyecto demócrata novedoso, pulido, armónico, viable que garantice estabilidad, certeza y rumbo claro a un país que sin duda lleva las riendas de los mercados globales y una nutrida agenda internacional. </p> <p>Indiscutiblemente la carrera presidencial estadounidense es un interesante caso de análisis , que siempre resulta atrayente, enigmática, pero sobretodo y como lo vimos hace cuatro años…sorpresiva e inesperada.</p> <p><em><strong>(*) Analista del Centro de Estudios Políticos Internacionales (CEPI)</strong></em></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/b24bccf31933f359683282db276ca778_S.jpg" alt="Joe Biden, Bernie Sanders y Kamala Harris, en el debate del Partido Demócrata en Miami." /></div><div class="K2FeedIntroText"><p>Nunca antes una carrera presidencial estadounidense ha captado tanto el reflector como la que está iniciando, no solo debido a la multiculturalidad de los candidatos que han levantado la mano para suceder al actual Presidente Donald J. Trump, sino porque además Estados Unidos está sufriendo drásticos y rápidos cambios tanto en su política nacional como en el ámbito internacional en torno a cuestiones como el trato hacia los migrantes, barreras al comercio, intento de impeachment, regulación de armas, aborto, matrimonio igualitario, cambio climático, entre otros. </p> <p>El Presidente Trump ha declarado que va a presentarse a la reelección, y aunque el sector que está descontento con su gestión va en aumento, aún cuenta con una base muy fuerte y consolidada en estados como Florida, Idaho, Alaska, Arkansas, Utah, Wyoming, Nebraska, Mississippi y Texas. </p></div><div class="K2FeedFullText"><p><strong>En proceso de recaudación</strong></p> <p>Dados los resultados de la elección intermedia de 2018 nada puede asegurar que el próximo inquilino de la Casa Blanca sea un demócrata. Es más, el reto parece cada día más complicado, basta con ver la cantidad de dinero recaudado por Donald Trump para las campañas presidenciales del 2020 para confirmar que el panorama no se presenta para nada alentador para los demócratas.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu1.jpg" alt="" /> <figcaption>Donald Trump, aclamado en el acto para lanzar su campaña de reelección / AFP</figcaption> </figure> <p>Además de la evidente ventaja que implica ser el Presidente en turno, Donald Trump cuenta con una base recaudadora muy sólida que empezó a trabajar en la reelección desde el inicio del mandato, una característica a destacar del equipo de recaudación de Trump es que está poniendo especial atención en las personas que hacen aportes bajos individualmente pero que en conjunto suman una fuerte cantidad de dólares. Sumado a esto, en caso de requerirlo, él podría aportar dinero propio para la elección como lo declaro para la primera vez que resultó electo.</p> <p><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu2.jpg" alt="" /></p> <p>Históricamente, los candidatos demócratas han logrado recaudar más fondos para una campaña presidencial. Sin embargo, en estos momentos el Consejo Nacional se encuentra en apuros, esto debido a que aún tiene fuertes deudas de campañas pasadas, debe utilizarla en la realización de los debates entre los precandidatos a la Presidencia y además lidiar con el posible escenario de perdida de donantes porque el candidato que apoyan no sea el elegido para dar la batalla por la Casa Blanca. </p> <p>Durante el primer trimestre del 2019, el Presidente Trump llevaba recaudado poco más de 30 millones de dólares, mientras que su competidor demócrata Bernie Sanders, el más cercano en términos de recaudación llevaba poco menos de 21 millones. </p> <p><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu3.jpg" alt="" /></p> <p><strong>El Debate</strong></p> <p>El Partido Demócrata ya inició la carrera para elegir al candidato más idóneo, aquel que intentará derrotar al actual mandatario republicano además de recuperarse del trauma de la inesperada y aparatosa derrota de Hillary Clinton en 2016.</p> <p>En este marco, los demócratas se enfrentan a un sinfín de retos, como el atraer a las “grandes minorías” especialmente en los Estados “péndulo” como Arizona, Pensilvania, Wisconsin, Ohio y Florida, este último se ha inclinado más por los republicanos en las últimas elecciones. Además de lograr encontrar un candidato que sea del agrado de la mayoría de votantes, simpatizantes y seguidores y no ocurra un espaldarazo como en el 2016 al ser elegida Hillary Clinton.</p> <p>Debido al gran número de aspirantes que desean la candidatura, el Comité Nacional ha aplicado medidas para dejar fuera de carrera a al menos cuatro candidatos, que no alcancen a cumplir con los requisitos. Entre estos, se establece que los candidatos deben conseguir 65 mil donantes para sus respectivas campañas, con al menos 200 donantes en 20 estados diferentes y obtener al menos el 2% de intención de voto a nivel nacional por parte de los ciudadanos en tres encuestas legítimas.</p> <p>El primer debate entre los candidatos demócratas se llevó a cabo el miércoles 26 y jueves 27 de junio.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu4.jpg" alt="" /> <figcaption>La senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren / AP</figcaption> </figure> <p>Las aportaciones más sobresalientes de la noche fueron la de Cory Booker – Senador por Nueva Jersey, quién hizo un fuerte llamado a retornar las negociaciones con Irán respecto al acuerdo nuclear; Bill de Blasio – Alcalde de la ciudad de Nueva York, quien se pronunció a favor de crear un nuevo sistema de salud dirigido y controlado por el gobierno; Julián Castro – ex Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, quién declaró su intención de legislar a favor de la interrupción legal del embarazo a nivel federal; y Beto O’Rourke – Miembro de la Cámara de Representantes por Texas, que se pronunció a favor del trato digno para los migrantes así como crear mecanismos para que los “dreamers” logren obtener la ciudadanía. Pero, sin duda la que se llevó las palmas en la noche fue Elizabeth Warren – Senadora por Massachusetts, que demostró que tiene amplio conocimiento de la gran mayoría de los problemas que deben ser atendidos, y en cada intervención dejo ver que sabe cómo y tiene la manera de hacer valer sus ideas y su agenda innovadora.</p> <p>Además este día participaron John Delaney – Miembro de la Cámara de Representantes por Maryland; Tulsi Gabbard – Miembro de la Cámara de Representantes por Hawaii; Jay Inslee – Gobernador de Washington; Amy Klobuchar – Miembro Principal del Comité de Reglas del Senado; y Tim Ryan – Miembro de la Cámara de Representantes por Ohio. </p> <p>En la segunda instancia del debate, llevada a cabo el 27 de junio se destacaron, en primer lugar Joe Biden – ex vicepresidente de los Estados Unidos  y uno de los favoritos para ser el candidato demócrata propuso que el Congreso conceda la ciudadanía inmediata a más de 800.000 residentes que llegaron al país ilegalmente cuando eran niños. </p> <p>Bernie Sanders – Senador por Vermont, aunque en esta ocasión no destacó en el favorito ese ánimo característico de la campaña pasada, ni tampoco lució apasionado en sus intervenciones. Además en algunos momentos del debate Sanders pareció desaparecer.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu5.jpg" alt="" /> <figcaption>El senador Bernie Sanders en el debate presidencial demócrata en Miami / AP</figcaption> </figure> <p>Por su parte, Michael Bennet – Senador por Colorado, se pronunció a favor de lograr una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2050 con su “Plan de Cambio Climático de Estados Unidos” y Apoya una opción pública de Medicare.</p> <p>Y, Pete Buttigieg – Alcalde de la ciudad de South Bend (Indiana) tuvo una participación que destaco, ya que el Alcalde lució sobrio, serio, inteligente, analítico, sensato y demostrando que representa al ala progresista del partido. </p> <p>Por último, Kamala Harris – Senadora por California se mostró fresca, animada, apasionada, sincera, inteligente, sensata y sobre todo conciliadora.</p> <p>La lista completa de participantes incluyó a Kirsten Gillibrand – Senadora por Nueva York; John Hickenlooper –Gobernador de Colorado; Marianne Williamson – Escritora y activista Fundadora de Project Angel Food Co-fundadora de Peace Alliance; Andrew Yang – Emprendedor y fundador de Venture for America; y Eric Swalwell – Miembro de la Cámara de Representantes por California, quien finalmente se retiró de la contienda el 8 de julio de 2019.</p> <p><strong>Temas centrales</strong></p> <p>Durante las dos noches se tocaron temas de vital importancia para Estados Unidos y el mundo, sin embargo la amplia mayoría de los participantes tuvieron ideas muy dispersas en la ejecución y en los plazos de aplicación para la el cumplimiento de sus respectivas agendas.</p> <p>Se habló de la posible reincorporación de Estados Unidos al Acuerdo de París aunque, ninguno dedicó realmente mucho tiempo a esta cuestión. Solo seis de ellos hablaron abiertamente de este problema y dieron algunas propuestas muy poco aterrizadas para mitigar los efectos en la actualidad.</p> <p>Se habló también de la condonación de la deuda estudiantil, problema grave. Warren propone la condonación total de dichas deudas, sin embargo si esto se llevara a cabo se necesitarían acciones para no afectar las finanzas públicas y el gasto del gobierno a causa de un importante ingreso que se dejaría de percibir.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu6.jpg" alt="" /> <figcaption>El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio / GETTY</figcaption> </figure> <p>De los grandes temas de debate, hay dos sobre los que sobrevuelan más dudas que certezas. Sobre el estado y futuro del servicio sanitario de Estados Unidos ningún candidato logra articular una propuesta sólida. En segundo lugar, el asunto migratorio, que ha adquirido una dimensión desproporcionada en los últimos años, transformándose en un problema significativo para gobierno actual. Constituye sin dudas, un parteaguas y es un tema central en la carrera por la casa blanca, debido a todas las implicaciones que puede tener en los votantes, especialmente el sector latino y la acalorada, pero delicada y frágil agenda de discusión que se viene trabajando con Guatemala y México principalmente.</p> <p>En este sentido, Beto O’Rourke, quien hizo su primera intervención de la noche en español, fue el único candidato con una propuesta concreta, al asegurar que no iban a desintegrar a las familias migrantes. Por otra parte, Bill de Blasio, opinó que primero había que convencer a los estadounidenses de que los inmigrantes no eran los causantes de los grandes problemas de Estados Unidos.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/eeuu7.jpg" alt="" /> <figcaption>Beto O’Rourke, el único precandidato que habló en español / REUTERS</figcaption> </figure> <p>Sin duda todos coinciden en algo: la dirección del país bajo la tutela del Presidente Trump no es de su agrado y el rumbo debe corregirse drásticamente.</p> <p>Esperemos que durante los próximos encuentros se logre alcanzar un “candidato de unidad” que recopile lo mejor de un proyecto demócrata novedoso, pulido, armónico, viable que garantice estabilidad, certeza y rumbo claro a un país que sin duda lleva las riendas de los mercados globales y una nutrida agenda internacional. </p> <p>Indiscutiblemente la carrera presidencial estadounidense es un interesante caso de análisis , que siempre resulta atrayente, enigmática, pero sobretodo y como lo vimos hace cuatro años…sorpresiva e inesperada.</p> <p><em><strong>(*) Analista del Centro de Estudios Políticos Internacionales (CEPI)</strong></em></p></div> Luego del triunfo demócrata, un nuevo período de incertidumbre 2018-11-08T15:30:08-03:00 2018-11-08T15:30:08-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6081-luego-del-triunfo-democrata-un-nuevo-periodo-de-incertidumbre Mariana Vera (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/50c249a57bb55e4635b355e3de99052d_S.jpg" alt="Alexandria Ocasio-Cortez abraza a un militante durante las celebraciones de su aplastante victoria." /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3>El pasado martes fue un revés en la “era Trump”: los demócratas han obtenido el control sobre la Cámara de Representantes de Estados Unidos, luego de unas elecciones con alta participación ciudadana.</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>A pesar de que los republicanos mantuvieron la mayoría en la Cámara Alta, con al menos 51 senadores, se espera que el cambio en el equilibrio de poderes de Estados Unidos pueda limitar al presidente Trump, quien ha contado con el apoyo de los tres poderes del Estado durante sus dos primeros años.</p> <p><strong>¿Qué ocurrirá con la agenda de Trump? </strong></p> <p>Han sido unas “elecciones existosas”, según declaró el presidente estadounidense a través de su cuenta de Twitter, luego del anuncio de los resultados de las mid-terms. También ha mostrado un acercamiento a quien será la posible líder del partido demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi. La necesidad de lograr un mayor consenso con los demócratas puede deberse a que muchos de los proyectos de su agenda política están en juego. Entre ellos la construcción del muro en la frontera con México y la reforma migratoria, que han generado varios descontentos en la opinión pública. Lo mismo ocurre con la derogación del Obamacare en el sistema de salud. Otras reformas también han sido fuente de críticas  por varios sectores de la “ola azul”, como en el caso de la reforma impositiva lanzada a fines de 2017 que fijaba la reducción temporal de impuestos a la clase media y la reducción permanente a las empresas. Sin embargo, existe la posibilidad de que se alcance un acuerdo bipartidista en la inversión en infraestructura y la reducción de los costos en medicamentos.  </p> <p><strong>Nuevas figuras en el Congreso </strong></p> <p>Frente a las fuertes declaraciones de Trump en contra de los derechos de las mujeres y a sus intentos de instalar una política migratoria más restrictiva, la resistencia de las mujeres y de las minorías se hizo sentir en las elecciones. Luego del amplio movimiento MeToo y del impacto de las acusaciones de abuso sexual contra el actual juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh, las mujeres han arrasado en las elecciones, obteniendo al menos 117 escaños. La conformación de las Cámaras refleja una mayor diversidad y el peso de las minorías en la política estadounidense. Entre las candidatas elegidas, Ilhan Omar (Minnesota) y Rashida Tlaib (Michigan) se han convertido en las primeras mujeres musulmanas en llegar a la Cámara de Representantes. Sharice Davids, demócrata por Kansas, lesbiana y defensora de los derechos de las mujeres también ocupará un escaño. Junto con Deb Haaland son las primeras mujeres de origen indígena en llegar al Congreso. Una de las figuras de mayor impacto en estas elecciones fue Alexandria Ocasio-Cortez, la joven de origen puertorriqueño, elegida por el 14 distrito de Nueva York, que con tan sólo 29 años será la congresista más joven en la historia de Estados Unidos.</p> <p><strong>¿Posible impeachment? </strong></p> <p>El control de la Cámara de Representantes por parte de los Demócratas podría otorgarles la capacidad de iniciar un impeachment contra Trump en el caso de que haya cometido delitos graves. Esta cuestión está relacionada con la investigación de la trama rusa en las elecciones presidenciales de 2016, la cual afecta de manera directa al presidente. Sin embargo, para poder lograr la destitución se necesita de la aprobación de dos tercios de la Cámara de Senadores, haciendo poco viable esta opción. Pero los demócratas podrán impulsar nuevas investigaciones sobre los negocios privados de Trump y presionar para que haga pública la declaración de sus impuestos.</p> <p>Pero al día siguiente de las elecciones, el presidente Trump forzó la renuncia del fiscal general Jeff Sessions, quien estaba a cargo de la investigación de la trama rusa. Quien ocupará su lugar será Matthew Whitaker quien en una de sus declaraciones ha dicho que “no se necesita a un abogado o a un antiguo fiscal federal como yo para concluir que investigar las finanzas de Donald Trump o de su familia se sitúa completamente fuera del ámbito de su campaña de 2016 y las alegaciones de que la campaña se coordinó con el Gobierno ruso”.</p> <p>Por estos motivos, habrá que esperar para ver el impacto del cambio en el equilibrio de poder del Congreso estadounidense. Por el momento, se proyecta el fin de la agenda republicana unilateral y la posibilidad de que se constituya un fuerte contrapeso al poder de Trump. Si bien la tradición histórica de Estados Unidos refleja que la pérdida de la mayoría en la Cámara Baja no ha impedido la posibilidad de ser reelecto (como ocurrió durante la administración de Clinton y de Obama), falta aún un largo camino que recorrer para las presidenciales del 2020 en los Estados Unidos.</p> <p>(*) Colaboradora de Fundamentar.com </p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/50c249a57bb55e4635b355e3de99052d_S.jpg" alt="Alexandria Ocasio-Cortez abraza a un militante durante las celebraciones de su aplastante victoria." /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3>El pasado martes fue un revés en la “era Trump”: los demócratas han obtenido el control sobre la Cámara de Representantes de Estados Unidos, luego de unas elecciones con alta participación ciudadana.</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>A pesar de que los republicanos mantuvieron la mayoría en la Cámara Alta, con al menos 51 senadores, se espera que el cambio en el equilibrio de poderes de Estados Unidos pueda limitar al presidente Trump, quien ha contado con el apoyo de los tres poderes del Estado durante sus dos primeros años.</p> <p><strong>¿Qué ocurrirá con la agenda de Trump? </strong></p> <p>Han sido unas “elecciones existosas”, según declaró el presidente estadounidense a través de su cuenta de Twitter, luego del anuncio de los resultados de las mid-terms. También ha mostrado un acercamiento a quien será la posible líder del partido demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi. La necesidad de lograr un mayor consenso con los demócratas puede deberse a que muchos de los proyectos de su agenda política están en juego. Entre ellos la construcción del muro en la frontera con México y la reforma migratoria, que han generado varios descontentos en la opinión pública. Lo mismo ocurre con la derogación del Obamacare en el sistema de salud. Otras reformas también han sido fuente de críticas  por varios sectores de la “ola azul”, como en el caso de la reforma impositiva lanzada a fines de 2017 que fijaba la reducción temporal de impuestos a la clase media y la reducción permanente a las empresas. Sin embargo, existe la posibilidad de que se alcance un acuerdo bipartidista en la inversión en infraestructura y la reducción de los costos en medicamentos.  </p> <p><strong>Nuevas figuras en el Congreso </strong></p> <p>Frente a las fuertes declaraciones de Trump en contra de los derechos de las mujeres y a sus intentos de instalar una política migratoria más restrictiva, la resistencia de las mujeres y de las minorías se hizo sentir en las elecciones. Luego del amplio movimiento MeToo y del impacto de las acusaciones de abuso sexual contra el actual juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh, las mujeres han arrasado en las elecciones, obteniendo al menos 117 escaños. La conformación de las Cámaras refleja una mayor diversidad y el peso de las minorías en la política estadounidense. Entre las candidatas elegidas, Ilhan Omar (Minnesota) y Rashida Tlaib (Michigan) se han convertido en las primeras mujeres musulmanas en llegar a la Cámara de Representantes. Sharice Davids, demócrata por Kansas, lesbiana y defensora de los derechos de las mujeres también ocupará un escaño. Junto con Deb Haaland son las primeras mujeres de origen indígena en llegar al Congreso. Una de las figuras de mayor impacto en estas elecciones fue Alexandria Ocasio-Cortez, la joven de origen puertorriqueño, elegida por el 14 distrito de Nueva York, que con tan sólo 29 años será la congresista más joven en la historia de Estados Unidos.</p> <p><strong>¿Posible impeachment? </strong></p> <p>El control de la Cámara de Representantes por parte de los Demócratas podría otorgarles la capacidad de iniciar un impeachment contra Trump en el caso de que haya cometido delitos graves. Esta cuestión está relacionada con la investigación de la trama rusa en las elecciones presidenciales de 2016, la cual afecta de manera directa al presidente. Sin embargo, para poder lograr la destitución se necesita de la aprobación de dos tercios de la Cámara de Senadores, haciendo poco viable esta opción. Pero los demócratas podrán impulsar nuevas investigaciones sobre los negocios privados de Trump y presionar para que haga pública la declaración de sus impuestos.</p> <p>Pero al día siguiente de las elecciones, el presidente Trump forzó la renuncia del fiscal general Jeff Sessions, quien estaba a cargo de la investigación de la trama rusa. Quien ocupará su lugar será Matthew Whitaker quien en una de sus declaraciones ha dicho que “no se necesita a un abogado o a un antiguo fiscal federal como yo para concluir que investigar las finanzas de Donald Trump o de su familia se sitúa completamente fuera del ámbito de su campaña de 2016 y las alegaciones de que la campaña se coordinó con el Gobierno ruso”.</p> <p>Por estos motivos, habrá que esperar para ver el impacto del cambio en el equilibrio de poder del Congreso estadounidense. Por el momento, se proyecta el fin de la agenda republicana unilateral y la posibilidad de que se constituya un fuerte contrapeso al poder de Trump. Si bien la tradición histórica de Estados Unidos refleja que la pérdida de la mayoría en la Cámara Baja no ha impedido la posibilidad de ser reelecto (como ocurrió durante la administración de Clinton y de Obama), falta aún un largo camino que recorrer para las presidenciales del 2020 en los Estados Unidos.</p> <p>(*) Colaboradora de Fundamentar.com </p></div> El Partido Demócrata se evapora del Sur de Estados Unidos 2014-12-07T16:17:25-03:00 2014-12-07T16:17:25-03:00 https://fundamentar.com/internacional/item/4360-el-partido-democrata-se-evapora-del-sur-de-estados-unidos Fundamentar hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/b7e22ef17b3cc57f5149029c4e1ada2c_S.jpg" alt="La demócrata Landrieu en su discurso tras la derrota. " /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Los republicanos arrebatan el esca&ntilde;o de senador en Luisiana y se hacen con un dominio casi absoluto en la Vieja Confederaci&oacute;n.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La derrota, este s&aacute;bado, de la dem&oacute;crata Mary Landrieu en la segunda ronda de las elecciones a senador del Estado de Luisiana supone el fin de una era. Con la p&eacute;rdida de ese esca&ntilde;o, el Partido Dem&oacute;crata desaparece casi por completo del llamado Deep South (el Sur Profundo) de Estados Unidos, los siete viejos Estados de la Confederaci&oacute;n que se escindieron de la Uni&oacute;n en la antesala de la Guerra Civil (1861-1865).</p> <p> Con la excepci&oacute;n de un senador en Florida, los dem&oacute;cratas no controlan ni un solo puesto de gobernador, mayor&iacute;a de un Parlamento y esca&ntilde;o de senador en el Sur Profundo. Y si se excluye Virginia, el panorama es igual de desolador en los otros cuatro Estados de la Confederaci&oacute;n -en la franja alta del Sur- que participaron en la Guerra Civil.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/bill_cassidy.jpg" style="width: 400px; height: 300px; margin-left: 10px; margin-right: 10px; float: left;" />En las elecciones legislativas del 4 de noviembre, el Partido Republicano arrebat&oacute; al Dem&oacute;crata ocho esca&ntilde;os del Senado, dos m&aacute;s de los que necesitaba para hacerse con la mayor&iacute;a de la c&aacute;mara. Con la victoria del republicano Bill Cassidy este s&aacute;bado en Luisiana, la cifra asciende a nueve. Tres de ellos son esca&ntilde;os sure&ntilde;os (Arkansas, Carolina del Norte y Luisiana). Y los conservadores estuvieron a punto de dar la sorpresa y hacerse tambi&eacute;n con Virginia. Conquistar Georgia -al margen de mantener Carolina del Norte- era la principal esperanza de los dem&oacute;cratas en el Sur.<br /> m&aacute;s informaci&oacute;n</p> <p> La hegemon&iacute;a conservadora en el Sur de EE UU es la culminaci&oacute;n de un viraje paulatino, fruto de cambios pol&iacute;ticos y sociales. El detonante fue la aprobaci&oacute;n en 1964 de la ley del fin de la segregaci&oacute;n racial, impulsada por un presidente sure&ntilde;o, el dem&oacute;crata Lyndon Johnson. En ese momento, el Sur era un s&oacute;lido feudo del Partido Dem&oacute;crata: controlaba casi el 100% de los parlamentos, oficinas de gobernadores y esca&ntilde;os de senadores nacionales. En 1990, el peso cay&oacute; al 80%, seg&uacute;n datos analizados por el diario The New York Times que excluyen Florida y Virginia. En 2010, al 40%. Y desde la noche de este s&aacute;bado, al 0%.</p> <p> Detr&aacute;s de las causas del giro conservador del Sur, los expertos se&ntilde;alan el discurso m&aacute;s progresista y laico de los dem&oacute;cratas, la culminaci&oacute;n de un reemplazo generacional de sus viejos votantes y la mayor fidelidad del voto republicano.</p> <p class="blubox-jck"> Tambi&eacute;n influye la impopularidad del presidente de EE UU, el dem&oacute;crata Barack Obama, y el hecho de que sea afroamericano, lo que ha acelerado la migraci&oacute;n blanca hacia los republicanos en el Sur.</p> <p> &ldquo;Es un partido completamente distinto del que era hace 20 o 30 a&ntilde;os. Cuando el Partido Dem&oacute;crata y sus candidatos se convierten en m&aacute;s liberales -que en EE UU tiene el significado de progresista- en cultura y religi&oacute;n, ese no es el partido que aboga por los valores o el pensamiento de esos blancos [del Sur]&rdquo;, dijo al Times Merle Black, profesor de Ciencias Pol&iacute;ticas en la Universidad Emory de Atlanta.</p> <p> La posici&oacute;n dem&oacute;crata en asuntos como el aborto, los derechos de los homosexuales o la regulaci&oacute;n de las armas les ha hecho perder votantes sure&ntilde;os. Por ejemplo, entre la creciente poblaci&oacute;n de blancos evang&eacute;licos en Arkansas.</p> <p> Tambi&eacute;n influye la impopularidad del presidente de EE UU, el dem&oacute;crata Barack Obama, y el hecho de que sea afroamericano, lo que ha acelerado la migraci&oacute;n blanca hacia los republicanos en el Sur. En las elecciones presidenciales de 2008, Obama solo gan&oacute; en tres estados del Sur: Carolina del Norte, Virginia y Florida. Cuatro a&ntilde;os despu&eacute;s, repiti&oacute; en los dos &uacute;ltimos. En 2012, obtuvo un 17% de los votos blancos en el Sur Profundo, seg&uacute;n datos del centro demosc&oacute;pico Pew.</p> <p class="blubox-jck"> Si se excluyen Florida y Virginia, el Partido Dem&oacute;crata no controla ni uno solo de los parlamentos, oficinas de gobernadores y esca&ntilde;os de senadores del Sur</p> <p> Las cifras de Obama en 2008 en el Sur fueron peores que las del dem&oacute;crata John Kerry en los comicios de 2004, lo que sugiere que el factor racial influye. En las elecciones presidenciales en algunos Estados sure&ntilde;os, la ventaja republicana entre los votantes blancos es de nueve por cada uno, seg&uacute;n los datos citados por el rotativo. Es un nivel de lealtad similar al de los negros con los dem&oacute;cratas, pero su participaci&oacute;n electoral tiende a ser menor que la de los blancos.</p> <p> Otro de los cambios en los &uacute;ltimos a&ntilde;os, apuntan los expertos, es que los votantes blancos son casi igual de hostiles con un dem&oacute;crata sea o no de ese Estado. As&iacute; le sucede a la senadora Landrieu en Luisiana. En las elecciones del 4 de noviembre, que tuvieron que ir a segunda vuelta al no llegar ning&uacute;n candidato a la mitad de votos, Landrieu obtuvo un escaso 18% de apoyo blanco. Seis a&ntilde;os antes, fue del 33%.</p> <p> Entre los negros -que suponen el 32% de la poblaci&oacute;n del Estado, el porcentaje m&aacute;s alto tras Misisipi-, registr&oacute; en noviembre el 42% de los votos, pero las cifras anticipadas sugieren que la participaci&oacute;n de afroamericanos fue menor este s&aacute;bado e insuficiente para revertir el escaso respaldo blanco. Tambi&eacute;n influye el hecho de que, tras el hurac&aacute;n Katrina en 2005, Luisiana sufri&oacute; una p&eacute;rdida significativa de poblaci&oacute;n negra.</p> <p class="blubox-jck"> La posici&oacute;n dem&oacute;crata en asuntos como el aborto, los derechos de los homosexuales o la regulaci&oacute;n de las armas les ha hecho perder votantes sure&ntilde;os. Por ejemplo, entre la creciente poblaci&oacute;n de blancos evang&eacute;licos en Arkansas.</p> <p> Landrieu -cuyo hermano es alcalde de Nueva Orleans, como lo fue su padre- ha marcado distancias con Obama y fue la candida m&aacute;s votada el 4 de noviembre. Pero en la segunda vuelta, el republicano Cassidy ha logrado movilizar m&aacute;s al electorado y a los votantes que se decantaron por un candidato independiente. El Comit&eacute; Nacional Dem&oacute;crata apenas se ha implicado en la campa&ntilde;a, consciente de que las encuestas les eran desfavorables y de que ya no hay nada que hacer para evitar que el control del Senado caiga en manos republicanas.</p> <p> &iquest;Es el Sur de EE UU una batalla perdida para el Partido Dem&oacute;crata? Solo el tiempo lo dir&aacute;. Las elecciones presidenciales de 2016 ser&aacute;n el siguiente term&oacute;metro. La transformaci&oacute;n demogr&aacute;fica en Estados como Virginia y Carolina del Norte ha beneficiado en los &uacute;ltimos a&ntilde;os a los dem&oacute;cratas por el auge del llamado Nuevo Sur: m&aacute;s urbano, m&aacute;s negro y latino, con m&aacute;s j&oacute;venes blancos muy cualificados. Y amenaza con hacerlo en otros, como Georgia o Texas.</p> <p> Nueve de los 10 Estados con un mayor incremento de poblaci&oacute;n latina est&aacute;n en el Sur y los hispanos tienden a votar dem&oacute;crata. No parece casual que los dem&oacute;cratas sobrevivan parcialmente en Florida y Virginia, donde son mayor&iacute;a los nacidos fuera de ese Estado. Pero la realidad actual es que desde este s&aacute;bado el Sur es m&aacute;s republicano que nunca.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE: </strong><a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/07/actualidad/1417920112_266305.html" target="_blank">El Pa&iacute;s</a><br /> &nbsp;</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/b7e22ef17b3cc57f5149029c4e1ada2c_S.jpg" alt="La demócrata Landrieu en su discurso tras la derrota. " /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Los republicanos arrebatan el esca&ntilde;o de senador en Luisiana y se hacen con un dominio casi absoluto en la Vieja Confederaci&oacute;n.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La derrota, este s&aacute;bado, de la dem&oacute;crata Mary Landrieu en la segunda ronda de las elecciones a senador del Estado de Luisiana supone el fin de una era. Con la p&eacute;rdida de ese esca&ntilde;o, el Partido Dem&oacute;crata desaparece casi por completo del llamado Deep South (el Sur Profundo) de Estados Unidos, los siete viejos Estados de la Confederaci&oacute;n que se escindieron de la Uni&oacute;n en la antesala de la Guerra Civil (1861-1865).</p> <p> Con la excepci&oacute;n de un senador en Florida, los dem&oacute;cratas no controlan ni un solo puesto de gobernador, mayor&iacute;a de un Parlamento y esca&ntilde;o de senador en el Sur Profundo. Y si se excluye Virginia, el panorama es igual de desolador en los otros cuatro Estados de la Confederaci&oacute;n -en la franja alta del Sur- que participaron en la Guerra Civil.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/bill_cassidy.jpg" style="width: 400px; height: 300px; margin-left: 10px; margin-right: 10px; float: left;" />En las elecciones legislativas del 4 de noviembre, el Partido Republicano arrebat&oacute; al Dem&oacute;crata ocho esca&ntilde;os del Senado, dos m&aacute;s de los que necesitaba para hacerse con la mayor&iacute;a de la c&aacute;mara. Con la victoria del republicano Bill Cassidy este s&aacute;bado en Luisiana, la cifra asciende a nueve. Tres de ellos son esca&ntilde;os sure&ntilde;os (Arkansas, Carolina del Norte y Luisiana). Y los conservadores estuvieron a punto de dar la sorpresa y hacerse tambi&eacute;n con Virginia. Conquistar Georgia -al margen de mantener Carolina del Norte- era la principal esperanza de los dem&oacute;cratas en el Sur.<br /> m&aacute;s informaci&oacute;n</p> <p> La hegemon&iacute;a conservadora en el Sur de EE UU es la culminaci&oacute;n de un viraje paulatino, fruto de cambios pol&iacute;ticos y sociales. El detonante fue la aprobaci&oacute;n en 1964 de la ley del fin de la segregaci&oacute;n racial, impulsada por un presidente sure&ntilde;o, el dem&oacute;crata Lyndon Johnson. En ese momento, el Sur era un s&oacute;lido feudo del Partido Dem&oacute;crata: controlaba casi el 100% de los parlamentos, oficinas de gobernadores y esca&ntilde;os de senadores nacionales. En 1990, el peso cay&oacute; al 80%, seg&uacute;n datos analizados por el diario The New York Times que excluyen Florida y Virginia. En 2010, al 40%. Y desde la noche de este s&aacute;bado, al 0%.</p> <p> Detr&aacute;s de las causas del giro conservador del Sur, los expertos se&ntilde;alan el discurso m&aacute;s progresista y laico de los dem&oacute;cratas, la culminaci&oacute;n de un reemplazo generacional de sus viejos votantes y la mayor fidelidad del voto republicano.</p> <p class="blubox-jck"> Tambi&eacute;n influye la impopularidad del presidente de EE UU, el dem&oacute;crata Barack Obama, y el hecho de que sea afroamericano, lo que ha acelerado la migraci&oacute;n blanca hacia los republicanos en el Sur.</p> <p> &ldquo;Es un partido completamente distinto del que era hace 20 o 30 a&ntilde;os. Cuando el Partido Dem&oacute;crata y sus candidatos se convierten en m&aacute;s liberales -que en EE UU tiene el significado de progresista- en cultura y religi&oacute;n, ese no es el partido que aboga por los valores o el pensamiento de esos blancos [del Sur]&rdquo;, dijo al Times Merle Black, profesor de Ciencias Pol&iacute;ticas en la Universidad Emory de Atlanta.</p> <p> La posici&oacute;n dem&oacute;crata en asuntos como el aborto, los derechos de los homosexuales o la regulaci&oacute;n de las armas les ha hecho perder votantes sure&ntilde;os. Por ejemplo, entre la creciente poblaci&oacute;n de blancos evang&eacute;licos en Arkansas.</p> <p> Tambi&eacute;n influye la impopularidad del presidente de EE UU, el dem&oacute;crata Barack Obama, y el hecho de que sea afroamericano, lo que ha acelerado la migraci&oacute;n blanca hacia los republicanos en el Sur. En las elecciones presidenciales de 2008, Obama solo gan&oacute; en tres estados del Sur: Carolina del Norte, Virginia y Florida. Cuatro a&ntilde;os despu&eacute;s, repiti&oacute; en los dos &uacute;ltimos. En 2012, obtuvo un 17% de los votos blancos en el Sur Profundo, seg&uacute;n datos del centro demosc&oacute;pico Pew.</p> <p class="blubox-jck"> Si se excluyen Florida y Virginia, el Partido Dem&oacute;crata no controla ni uno solo de los parlamentos, oficinas de gobernadores y esca&ntilde;os de senadores del Sur</p> <p> Las cifras de Obama en 2008 en el Sur fueron peores que las del dem&oacute;crata John Kerry en los comicios de 2004, lo que sugiere que el factor racial influye. En las elecciones presidenciales en algunos Estados sure&ntilde;os, la ventaja republicana entre los votantes blancos es de nueve por cada uno, seg&uacute;n los datos citados por el rotativo. Es un nivel de lealtad similar al de los negros con los dem&oacute;cratas, pero su participaci&oacute;n electoral tiende a ser menor que la de los blancos.</p> <p> Otro de los cambios en los &uacute;ltimos a&ntilde;os, apuntan los expertos, es que los votantes blancos son casi igual de hostiles con un dem&oacute;crata sea o no de ese Estado. As&iacute; le sucede a la senadora Landrieu en Luisiana. En las elecciones del 4 de noviembre, que tuvieron que ir a segunda vuelta al no llegar ning&uacute;n candidato a la mitad de votos, Landrieu obtuvo un escaso 18% de apoyo blanco. Seis a&ntilde;os antes, fue del 33%.</p> <p> Entre los negros -que suponen el 32% de la poblaci&oacute;n del Estado, el porcentaje m&aacute;s alto tras Misisipi-, registr&oacute; en noviembre el 42% de los votos, pero las cifras anticipadas sugieren que la participaci&oacute;n de afroamericanos fue menor este s&aacute;bado e insuficiente para revertir el escaso respaldo blanco. Tambi&eacute;n influye el hecho de que, tras el hurac&aacute;n Katrina en 2005, Luisiana sufri&oacute; una p&eacute;rdida significativa de poblaci&oacute;n negra.</p> <p class="blubox-jck"> La posici&oacute;n dem&oacute;crata en asuntos como el aborto, los derechos de los homosexuales o la regulaci&oacute;n de las armas les ha hecho perder votantes sure&ntilde;os. Por ejemplo, entre la creciente poblaci&oacute;n de blancos evang&eacute;licos en Arkansas.</p> <p> Landrieu -cuyo hermano es alcalde de Nueva Orleans, como lo fue su padre- ha marcado distancias con Obama y fue la candida m&aacute;s votada el 4 de noviembre. Pero en la segunda vuelta, el republicano Cassidy ha logrado movilizar m&aacute;s al electorado y a los votantes que se decantaron por un candidato independiente. El Comit&eacute; Nacional Dem&oacute;crata apenas se ha implicado en la campa&ntilde;a, consciente de que las encuestas les eran desfavorables y de que ya no hay nada que hacer para evitar que el control del Senado caiga en manos republicanas.</p> <p> &iquest;Es el Sur de EE UU una batalla perdida para el Partido Dem&oacute;crata? Solo el tiempo lo dir&aacute;. Las elecciones presidenciales de 2016 ser&aacute;n el siguiente term&oacute;metro. La transformaci&oacute;n demogr&aacute;fica en Estados como Virginia y Carolina del Norte ha beneficiado en los &uacute;ltimos a&ntilde;os a los dem&oacute;cratas por el auge del llamado Nuevo Sur: m&aacute;s urbano, m&aacute;s negro y latino, con m&aacute;s j&oacute;venes blancos muy cualificados. Y amenaza con hacerlo en otros, como Georgia o Texas.</p> <p> Nueve de los 10 Estados con un mayor incremento de poblaci&oacute;n latina est&aacute;n en el Sur y los hispanos tienden a votar dem&oacute;crata. No parece casual que los dem&oacute;cratas sobrevivan parcialmente en Florida y Virginia, donde son mayor&iacute;a los nacidos fuera de ese Estado. Pero la realidad actual es que desde este s&aacute;bado el Sur es m&aacute;s republicano que nunca.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE: </strong><a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/07/actualidad/1417920112_266305.html" target="_blank">El Pa&iacute;s</a><br /> &nbsp;</p></div>