Warning: Undefined array key 0 in /home/fundamen/public_html/plugins/system/jblibrary/jblibrary.php on line 380
Fundamentar - Artículos https://fundamentar.com Mon, 13 May 2024 19:53:53 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Dos Derrotas Obligan a Macri a Dejar el Marketing y Hacer Política https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5640-dos-derrotas-obligan-a-macri-a-dejar-el-marketing-y-hacer-politica https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5640-dos-derrotas-obligan-a-macri-a-dejar-el-marketing-y-hacer-politica Dos Derrotas Obligan a Macri a Dejar el Marketing y Hacer Política

“Seguir como hasta ahora poniendo el eje de la política en un lugar y el de la comunicación en otro sería suicida”, señala el autor en referencia al gobierno de Mauricio Macri. Define que “el marketing político es un elemento y no puede ser nunca un argumento”.

El fin de año siempre viene con sorpresas. Lo saben los más chiquitos que esperan esta época con envidiable ansiedad. Los adultos también. Cuando faltan algunos meses en todas las conversaciones se empieza a aludir a este período del año en que —al menos en este rincón del mundo— una especie de condensación emocional comprime buena parte de la vida cotidiana.

Para la política el efecto es del mismo tenor, los analistas lo escriben, los actores políticos y sociales especulan con el efecto “fin de año” como una variable más de su acción cotidiana. Ya leímos sesudas interpretaciones de situaciones que podrían estar sucediendo en municipios populosos. Desde planes para movilización en busca de comida en supermercados, supuestamente motorizados por organizaciones sociales, hasta autoridades que acopian pertrechos para calmar los ánimos.

En eso estábamos al terminar 2016, con el oficialismo haciendo fulbito discursivo para entretener a su parcialidad y los medios de mayor circulación gritando ole desde sus tribunas para ampliar la cobertura. Pero de a poco, en los últimos treinta días, se fue colando la política. Y para Macri —también para Durán Barba y Marcos Peña— se frustró la posibilidad de llegar al récord de un año sin hablar de política.

Comunicación de campaña, comunicación de gobierno

Siempre es un desafío el pase de la comunicación de campaña a la comunicación de gobierno. Luego de triunfar en las elecciones la estrategia discursiva suele acompañar los movimientos que se organizan en torno a la realpolitik. Habitualmente es una etapa de rupturas más que continuidades, por la diferente naturaleza de esas instancias y lleva un tiempo acomodar el paso.

El trío aludido sorprendió con un manejo hasta aquí nunca visto en estas tierras. Inauguró un estilo de comunicación gubernamental que hizo gala de un virtuoso manejo de los medios sociales y el mundo digital y una estrategia simple y plana en los medios analógicos y tradicionales. Mucho movimiento en los primeros y campañas despolitizadas, ausentes de sorpresa, en los segundos. Poca interacción con periodistas (con periodistas que hagan periodismo). Mucha propaganda. Poca comunicación política. Marcos Peña explicó que se trataba de una comunicación horizontal, con mucha imagen y conceptos simples y concretos. Que utiliza interacciones directas, mediante timbreos y correos electrónicos. Que aprovecha de las apariciones sorpresivas de Macri —al estilo del falso viaje en colectivo, o pidiendo ir al baño en la casa de algún vecino, agregamos nosotros—.

Las metáforas banales como la luz al final del túnel, las dos pizzas, los brotes verdes, la revolución de la alegría, poblaron un discurso más cercano a la autoayuda que a lo político que es novedoso en la instancia nacional pero no lo es en referencia al macrismo. Desde que se puso en campaña para gobernar la Ciudad de Buenos Aires las referencias deportivas fueron moneda corriente en el universo Pro, no son los únicos que las utilizan en política. Ahora nos hemos acostumbrado a “retiros espirituales” donde se esfuerzan en mostrar que son un equipo, con eso de vestirse todos parecidos, hablar en el mismo tono y homogeneizar lo que se dice.

Se trata de un universo feliz en el que se pregona la posibilidad de una vida de goce, siempre y cuando se condene al kirchnerismo al último lugar de la escala social, y se cuente en ese objetivo con la complicidad de la mayor parte del arco político y social. Hubo momentos en este 2016 que parecía que lo lograrían. Hicieron su aporte denuncias a granel que siempre encuentran un fiscal dispuesto y un juez pronto. Declaraciones de compromiso de referentes y dirigentes que quizá aspiraban a una sobrevida política a la sombra de un macrismo hegemónico, conformados con poco más que un hueso.

De la autoayuda al pedido de ayuda

Pero llegó el fin de año sin que hayan logrado meter presa a Cristina. Con poco más para decir de José López sin que aparezca manchado Angelo Calcaterra (el primo presidencial). Para colmo de males Milagro Sala sigue presa en una situación que es denunciada en cuanto ámbito internacional participa nuestro país. Y el presidente puesto a elegir entre mantener su alianza con el radicalismo y cumplir con los derechos Humanos, optó por lo primero. Cantado. Pero no cómodo.

Es en este panorama que se colaron los dos importantes traspiés legislativos en sendas iniciativas del Poder Ejecutivo: voto electrónico frenado por el Senado, impuesto a las Ganancias en Diputados. Con el primero se les cae un anhelo sospechado de todo tipo de negociados. Con el segundo queda expuesta, una vez más, otra promesa de campaña incumplida.

Pero además se vino diciembre y el sinceramiento se sintió fuerte en “la víscera más sensible”. Se filtran opiniones negativas por todos lados, las encuestas por más amañadas que estén no se pueden dibujar tanto y los dueños de los medios no hacen nada por evitar que a sus conspicuos escribas se les cuelen referencias al espanto que produce la incapacidad de la tribu gobernante. De todos modos se esfuerzan —ya se ha dicho—, y sobre todo, les queda mucho por sacarle antes de volcarse a la oposición. Pero ese es otro tema y quizá la moneda de cambio haya que buscarla por los ignorados Panamá Papers.

Decíamos que se metió la política en el medio y ya no pudieron patear la pelota afuera con frases de ocasión. Tuvieron que salir a hablar de política los que trataban de esquivarla. Vimos a Peña y Frigerio en la Sala de Prensa de la Casa Rosada amenazando de seguidismo a Cristina a quienes no quisieran tratar el Voto Electrónico y luego de sucedido el fracaso, el gobierno el pleno acusando de “feudales” a los gobernadores. Con ganancias llegó el golpe para Massa, a quien luego de ensalzar como futuro líder del peronismo en Davos el mismo presidente acusa de impostor, por ser parte de un acuerdo opositor. Michetti hablando de veto a la posible Ley, luego desmentido. Bienvenidos a la política.

Veremos cosas de este tipo de aquí en más si es que el gobierno quiere dar batalla política y no se entrega. Seguir como hasta ahora poniendo el eje de la política en un lugar y el de la comunicación en otro sería suicida. Porque el marketing político es un elemento y no puede ser nunca un argumento.

 

FUENTE: Vaconfirma.com

 
 
 
 
]]>
hola@fundamentar.com (Gonzalo Carbajal) Opinión Tue, 13 Dec 2016 09:44:32 -0300
Sacnun Sobre el Voto Electrónico: "Pone en Vilo la Democracia" https://fundamentar.com/nacional/item/5627-sacnun-sobre-el-voto-electronico-pone-en-vilo-la-democracia https://fundamentar.com/nacional/item/5627-sacnun-sobre-el-voto-electronico-pone-en-vilo-la-democracia Sacnun Sobre el Voto Electrónico: "Pone en Vilo la Democracia"

En diálogo con Todas las Voces de AM1330, María de los Ángeles Sacnun, Senadora Nacional por Santa Fe, relató la jornada en la cual el bloque del Frente Para la Victoria-PJ rechazó apoyar el proyecto de reforma electoral para el 2017, quedando así éste postergado para el año que viene.

En el día jueves 24, el proyecto de voto electrónico, formulado por el oficialismo nacional, quedó rechazado en la Cámara de Senadores Nacional ante la decisión del Frente para la Victoria de no acompañarlo. Sin embargo, se estableció la postergación de la discusión pra el año 2018, por lo tanto, las elecciones legislativas de mitad de mandato seguirán con el sistema tradicional de votación. Por esta razón, la senadora nacional por Santa Fe, María de los Ángeles Sacnun, se comunicó con Todas las Voces y analizó la jornada de ayer en el Senado.

En primer lugar, Sacnun estableció que la idea de voto electrónico era perjudicial para la seguridad del sistema democrático: “aumenta la vulnerabilidad debido a que no se puede asegurar el respeto a una de las características fundamentales del voto: la calidad de ser secreto”.

Por otro lado, en la reunión del bloque del FPV de senadores se estableció escuchar las inquietudes de los gobernadores: “estamos todos a favor de la incorporación de tecnología, como por ejemplo lo de la firma electrónica, pero creemos que estos avances se deben realizar de manera segura, que defienda la soberanía popular”. A su vez, recalcó que hoy la principal “centralización política pasa por garantizar el empleo, cuidar la fuente de trabajo y el poder adquisitivo del salario.

Por último, compartió los reparos de los expertos ante la posibilidad de hackear el sistema, ya que “pone en vilo la seguridad de las elecciones como institución de la democracia”.

]]>
hola@fundamentar.com (Martina Mantaras) Argentina Fri, 25 Nov 2016 14:43:21 -0300
Objeciones al Voto Electrónico https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5476-objeciones-al-voto-electronico https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5476-objeciones-al-voto-electronico Objeciones al Voto Electrónico

El autor señala sus reparos a la propuesta oficial de voto electrónico que avanza en el Congreso Nacional. “Se discute un proyecto que afecta una conquista que tiene una larga historia de disputa: el voto libre, universal y secreto”, sin embargo se hace sin debate popular, se queja

Con una (ya no tan) circunstancial mayoría la Alianza Cambiemos se apresta a aprobar su propuesta de voto electrónico. El Frente Renovador, el Bloque Justicialista y el Frente Amplio Progresista aportarán algún cambio cosmético en el recinto para justificar su apoyo alproyecto que tiene dictamen de mayoría y se trata en la Cámara de Diputados. Antes de fin de octubre sus manos levantadas ayudarán a que Mauricio Macri se acerque al fin de su primer año en la presidencia coronando exitosamente otra iniciativa parlamentaria.

A contramano del mundo y apoyado en la tendencia a endiosar todo lo que suene a modernidad, el oficialismo propone reformar el sistema en que elegimos presidente, diputados y senadores con la incorporación de computadoras en reemplazo de las ya clásicas boletas.

Varios factores se han combinado a lo largo del tiempo y ayudan al gobierno en esta instancia. Por un lado las recurrentes denuncias de fraude que se acumulan elección tras elección que involucran desde la falta de boletas hasta resultados falseados y que son realizadas sistemáticamente más como mecanismo de deslegitimación de un resultado negativo que como búsqueda de la rigurosidad y la verdad. Denuncias como las que suele hacer Elisa Carrió o el mismo PRO son funcionales a los medios de comunicación en su lógica de priorizar las noticias que prometen escándalo.

Un sistema de elección tiene una doble función, primeramente determinar el resultado, es decir quién es el que gana, pero también debe tener las salvaguardas necesarias para que quien no gane se convenza de que el resultado es correcto. Es decir, convencer al que perdió de que perdió es tan importante para la gobernabilidad del sistema democrático como asegurar el nombre de quien ganó.

En elecciones en las que la diferencia entre candidatos es amplia, la exactitud en el conteo es necesaria sólo a efectos de determinar la distribución de cargos en candidaturas que se ordenan de manera proporcional como las legislativas, ahí si unas pocas décimas hacen diferencias. En esos casos también sucede que la sociedad tiene a priori una percepción de la diferencia que se traduce en el acatamiento del resultado. En situaciones como esa, cualquier sistema de conteo podría resultar igualmente eficaz, ya que de haber un resultado diferente de esa percepción social la misma sociedad pondría en duda el resultado, independientemente del sistema.

Siempre es bueno recordar que Elisa Carrió llegó a denunciar fraude hasta en la elección de 2007 en la que perdió en la pelea por la presidencia a manos de Cristina Fernández de Kirchner por más de 20 puntos de diferencia. Ejemplo de lo que decimos es que esas denuncias ni siquiera tuvieron repercusión fuera de los medios que habitualmente amplifican sus dichos, sucede que no son creíbles.

Pero no todas las elecciones tienen semejante diferencia entre el primer y segundo candidato, puede suceder que la paridad entre ellos mantenga la incertidumbre hasta el mismo día de la elección. Ahí será muy importante que el sistema de votación y conteo otorgue un blindaje al resultado que permita que la sociedad asimile sin dudas el resultado. En ese punto hay enormes diferencias entre los sistemas basados en papel y los sistemas electrónicos.

Frente a una elección reñida, como la de Macri y Scioli en el balotaje del año pasado o la de Rodríguez Larreta versus Lousteau por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el sistema necesita asegurar que las pequeñas diferencias entre los candidatos son representativas de lo que la ciudadanía votó.

El sistema electoral que se quiere cambiar, por usar boletas de papel y la presencia de fiscales partidarios resulta invulnerable a una escala suficiente para dar vuelta una elección aún en esas circunstancias. Pensemos que una elección nacional involucra unas 95 mil mesas. Para el caso de la elección Macri - Scioli la cantidad de votos que deberíamos alterar para cambiar el resultado son unos 350 mil. Un promedio de 3 votos por urna en todas las mesas del país. Eso implicaría tener un verdadero “ejército electoral” capaz de hacer lo propio en cada mesa, garantizando que pasara inadvertido para los fiscales de los partidos adversarios, para las autoridades de cada mesa, para las autoridades del escrutinio provisorio y luego para la Justicia Electoral.

Pero el sistema electrónico tiene otras particularidades, la primera es que fiscalizar efectivamente las máquinas y el software con que se realizan las votaciones no es posible para cualquier persona. Es necesario tener un conocimiento avanzado para asegurar una serie de condiciones: que las máquinas no tengan algún tipo de conexión oculta de manera inalámbrica que pueda interferir para que el chip de la boleta registre lo que cada votante elige o que una vez realizado el escrutinio, lo que se emite hasta el servidor central que colecta la información de manera electrónica sea el resultado real de cada mesa.

 

https://vimeo.com/52580971

 Hasta ahora cualquier mortal capaz de verificar que una urna estuviera vacía al momento de ser precintada o capaz de sumar una serie de papelitos para luego corroborar que ese mismo número se corresponda con lo que se escribe a mano en un acta, podía ser fiscal en la elección y desempeñarse de la mejor manera asegurando para su espacio político la certeza del resultado en cada mesa. La característica principal era la simpleza. Con el voto electrónico también cualquiera puede ser fiscal, pero no todos tendrán la capacidad de verificar todo el proceso, esa solo la tendrá un grupo limitado de personas, entendido en la materia. El sistema le cede a una minoría algo que debería ser de todos. Y por otra parte no existen tantas personas capacitadas como mesas, por lo tanto en algún punto estaremos resignando la seguridad del sistema.

Luego aparecen otros problemas derivados de este primero. Si no podemos estar seguros de que todo el sistema funciona de manera segura, en todas sus instancias, en teoría es posible introducir una alteración que impacte en el resultado de la elección a gran escala. Es decir, aquello que era prácticamente imposible con el voto mediante boletas de papel, es perfectamente realizable con el voto electrónico en la dimensión necesaria para interferir en el resultado de una elección reñida. Y como dijimos antes, no hay percepción social sobre el ganador cuando se trata de una compulsa muy peleada.

La democracia no solo es votar

Llevamos muchos años de demonización del sistema de votación con boletas de papel, con el apoyo sistemático de los medios de comunicación más grandes. Periodistas y comunicadores de relevancia se han dedicado durante mucho tiempo a sembrar sospechas sobre el sistema electoral en aras de deslegitimar la victoria de candidatos cuando provienen del peronismo, el kirchnerismo y fuerzas populares en general. Pese a que ninguna de las numerosas denuncias de fraude ha sido verificada, se ha logrado instalar la idea de que los males electorales provienen del uso de este sistema, que por cierto necesita ser revisado para evitar abusos.

Pero nada tienen que ver las soluciones propuestas con los problemas percibidos por los especialistas. Es común ver cada domingo de elecciones cómo desde los medios se ejerce presión sobre las autoridades electorales para que los números del escrutinio aparezcan cada vez más rápido sembrando sospechas por el solo hecho de que no estén a la vista rápidamente. Cierta tiranía de canales de televisión que pelean por la primicia de un resultado, ha terminado por endiosar como si fuera un valor intrínseco de la democracia a la velocidad con la que se emiten los resultados.

No solo la Constitución Nacional nada dice de esto sino que sabemos bien que la velocidad conspira muchas veces contra la solidez del sistema. No hay registro en el país de que un escrutinio provisorio en elecciones nacionales se haya demorado tanto como para no estar disponible a las 2 o 3 de la mañana del lunes siguiente, sin embargo se ha construido el mito de que la elección electrónica tiene una velocidad que mejora la democracia. En todo caso lo único que mejora para esos mismos canales de televisión es que podrán volver a sus programaciones habituales una vez que se hayan sacado de encima “el problema” del escrutinio. La lógica del negocio siempre por encima de la del servicio.

Las tecnologías nacen y mueren, algunas tienen ciclos de vida mayores que otras. El voto en papel lleva cientos de años de uso en todas partes, mientras que los sistemas de votación con pantallas como el que quiere imponer Mauricio Macri solo están en elecciones de todo el país en Brasil, Venezuela y la India. Ni siquiera en los EEUU el uso de pantallas es mayoritario. Esto tiene su explicación, numerosos países han probado sistemas electrónicos y paulatinamente han vuelto a las fuentes. No todo lo resuelven las computadoras, en materia electoral los problemas son mayores que las soluciones.

Con la tradicional boleta incluida en el sobre -que se mantiene en la urna hasta que el escrutinio definitivo está asegurado por la autoridad judicial pertinente- se facilita que en caso de haber diferencias en el conteo provisorio, una autoridad judicial revise y recuente los votos de cada urna. Es decir que ayuda a proteger la integridad del voto: que lo emitido represente la voluntad del votante, que sea registrado del mismo modo y que luego ese registro sea contabilizado de manera correcta. Si hay diferencias, siempre será sencillo trazar el camino hasta encontrar el error y subsanarlo.

En los últimos tiempos hemos escuchado a numerosos políticos que defienden la aplicación de computadoras para votar opinar livianamente sobre temas de los cuales no tienen ningún conocimiento. La lista de barbaridades va desde negar la existencia de errores hasta la mentira sobre aspectos del sistema. Por el contrario, la comunidad de expertos, muchos de ellos especialistas en seguridad informática, se ha volcado en masa a criticar este proyecto. Sin embargo el oficialismo, tan afecto a defender la opinión de los técnicos en otras materias, avanza sin dudar.

Cambiemos con el apoyo explícito del Frente Renovador de Sergio Massa, de los Justicialistas de Diego Bossio y los Progresistas de Margarita Stolbizer y Victoria Donda, la “oposición responsable” logrará la media sanción en un tema que requiere mayorías especiales. Del otro lado, en minoría, el Frente para la Victoria y el Frente de Izquierda se oponen a la iniciativa mientras alertan sobre los riesgos de este paso.

En el medio de todo esto se coló la propuesta de paridad de género en las listas, una valorable iniciativa, transversal a los bloques parlamentarios, que tiene el discutible mérito de disfrazar de progresista a un proyecto regresivo. En las últimas horas, con la velada amenaza de bloquear la iniciativa, la Cámara Nacional Electoral negociaba con el Ejecutivo para recuperar el control del escrutinio provisorio. En el Senado el oficialismo espera el tratamiento en Diputados, mientras los representantes del PJ se preparan para hacerle modificaciones o impulsar un proyecto propio.

Todo esto podemos seguirlo en los medios. Se discute un proyecto que afecta una conquista que tiene una larga historia de disputa: el voto libre, universal y secreto. Mientras tanto, de debate popular, ni noticias.

 

FUENTE: Vaconfirma

 

]]>
hola@fundamentar.com (GONZALO CARBAJAL) Opinión Wed, 05 Oct 2016 18:01:09 -0300