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Fundamentar - Artículos Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/articulos/opinion/itemlist/tag/aislacionismo 2024-05-17T02:44:53-03:00 Joomla! - Open Source Content Management Obama el Pragmático 2014-06-19T18:21:06-03:00 2014-06-19T18:21:06-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/3812-obama-el-pragmatico JOSEPH NYE(*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/8a6976fea28b3c6fa1bf282a2ab24dbf_S.jpg" alt="Obama el Pragmático" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Seg&uacute;n Obama, los errores m&aacute;s costosos para su pa&iacute;s desde la Segunda Guerra Mundial no fueron producto de la restricci&oacute;n, sino de una &quot;voluntad de zambullirse en aventuras militares sin medir las consecuencias&quot;.&nbsp;</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> El mes pasado, en su discurso ante los cadetes que egresaban de la Academia Militar de West Point en Estados Unidos, el presidente Barack Obama declar&oacute; que algunos de los errores m&aacute;s costosos para su pa&iacute;s desde la Segunda Guerra Mundial no fueron producto de la restricci&oacute;n, sino de una &quot;voluntad de zambullirse en aventuras militares sin medir las consecuencias&quot;. Si bien Obama puede tener raz&oacute;n, el discurso no hizo mucho para aplacar a los cr&iacute;ticos que lo han acusado de pasividad y debilidad, particularmente frente a Siria y Ucrania.</p> <p> Esta frustraci&oacute;n se le puede endilgar en parte a las expectativas excesivamente altas que Obama gener&oacute; en sus primeros discursos, en los que inspir&oacute; a los votantes con promesas de una transformaci&oacute;n sist&eacute;mica. A diferencia de la mayor&iacute;a de los candidatos, Obama mantuvo esta ret&oacute;rica transformacional incluso despu&eacute;s de que le asegurara una victoria en la campa&ntilde;a de 2008. De hecho, una serie de discursos en el primer a&ntilde;o de su presidencia elevaron a&uacute;n m&aacute;s las expectativas, al plantear el objetivo de un mundo sin armas nucleares, al prometer darle un nuevo impulso a la estrategia de Estados Unidos para Oriente Medio y al comprometerse a &quot;inclinar la historia en la direcci&oacute;n de la justicia&quot;.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> Si bien prometi&oacute; usar la fuerza cuando los intereses vitales de Estados Unidos est&eacute;n en juego y rechaz&oacute; las proyecciones pesimistas de una decadencia nacional, Obama -a diferencia de su antecesor, George W. Bush- se apoy&oacute; m&aacute;s en la diplomacia que en la fuerza. Por esto, sus cr&iacute;ticos lo han acusado de no promover los valores norteamericanos y de recluirse en un aislacionismo.</p> <div> Suele decirse que los pol&iacute;ticos democr&aacute;ticos hacen campa&ntilde;a con la poes&iacute;a y gobiernan con la prosa. Pero no hay motivos para creer que Obama no estaba siendo sincero respecto de sus objetivos. El hecho es que su visi&oacute;n no pod&iacute;a tolerar el mundo recalcitrante y dif&iacute;cil que ten&iacute;a por delante; ten&iacute;a que corregir la direcci&oacute;n. Despu&eacute;s de un a&ntilde;o en funciones, el hombre que hab&iacute;a prometido un liderazgo transformacional se convirti&oacute; en un l&iacute;der &quot;transaccional&quot; -pragm&aacute;tico al exceso-. Y, a pesar de lo que dicen sus cr&iacute;ticos, fue un cambio positivo.</div> <p> Si bien prometi&oacute; usar la fuerza cuando los intereses vitales de Estados Unidos est&eacute;n en juego y rechaz&oacute; las proyecciones pesimistas de una decadencia nacional, Obama -a diferencia de su antecesor, George W. Bush- se apoy&oacute; m&aacute;s en la diplomacia que en la fuerza. Por esto, sus cr&iacute;ticos lo han acusado de no promover los valores norteamericanos y de recluirse en un aislacionismo.</p> <p> Por cierto, la respuesta de Obama a la agresi&oacute;n rusa en Ucrania refleja su visi&oacute;n de largo plazo. Si bien Putin ha ganado la posesi&oacute;n de Crimea, perdi&oacute; acceso a algunos de los recursos que necesita para alcanzar su objetivo de restablecer la gloria que alguna vez tuvo Rusia como gran potencia -y, en el proceso, revitaliz&oacute; a la OTAN.Sin embargo, restricci&oacute;n no es sin&oacute;nimo de aislacionismo. Nadie acus&oacute; al presidente Dwight Eisenhower de aislacionismo cuando acept&oacute; un impasse en Corea del Norte, se neg&oacute; a intervenir en Dien Bien Phu, rechaz&oacute; las recomendaciones de los altos oficiales militares respecto de las islas cerca de Taiw&aacute;n, observ&oacute; como el Ej&eacute;rcito Rojo invad&iacute;a Hungr&iacute;a o se neg&oacute; a respaldar a los aliados en la crisis del canal de Suez. Tampoco quienes hoy menosprecian la respuesta medida de Obama ante la anexi&oacute;n reciente del territorio ucraniano por parte del presidente ruso Vladimir Putin califican a Bush de aislacionista por su respuesta d&eacute;bil cuando Putin invadi&oacute; Georgia en 2008.</p> <p> Una pol&iacute;tica exterior efectiva exige entender no s&oacute;lo los sistemas internacionales y transnacionales, sino tambi&eacute;n las complejidades de la pol&iacute;tica interna en m&uacute;ltiples pa&iacute;ses. Tambi&eacute;n exige reconocer lo poco que se sabe sobre la &quot;creaci&oacute;n de las naciones&quot;, particularmente despu&eacute;s de las revoluciones -un proceso que deber&iacute;a ser visto en t&eacute;rminos de d&eacute;cadas, no de a&ntilde;os-. En 1789, pocos observadores en Par&iacute;s habr&iacute;an previsto que un corso liderar&iacute;a a las fuerzas francesas a orillas del Nilo en los diez a&ntilde;os siguientes. Y la intervenci&oacute;n extranjera en la Revoluci&oacute;n Francesa no hizo m&aacute;s que encender las llamas nacionalistas.</p> <p> En un contexto tan complejo e incierto, la prudencia es esencial, y una acci&oacute;n audaz basada en una visi&oacute;n grandiosa puede ser extremadamente peligrosa. Esto es lo que los defensores de una estrategia m&aacute;s muscular para las revoluciones de hoy en Oriente Medio suelen olvidar.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> Para ser constructivo, el debate sobre la pol&iacute;tica exterior de Obama debe tener en cuenta la historia norteamericana del siglo XX.</p> <p> Por supuesto, tiene sentido que los l&iacute;deres estadounidenses se ocupen de resolver algunos acontecimientos marginales en un esfuerzo por impulsar los valores democr&aacute;ticos en el largo plazo. Pero querer encabezar revoluciones que no entienden del todo ser&iacute;a un error, con consecuencias potencialmente negativas y graves para todas las partes involucradas.</p> <p> De hecho, en el siglo XX, los presidentes norteamericanos que implementaron una pol&iacute;tica exterior transformacional no fueron ni m&aacute;s efectivos ni m&aacute;s &eacute;ticos. La apuesta de Woodrow Wilson al Tratado de Versailles en 1919 contribuy&oacute; al aislacionismo desastroso de los a&ntilde;os 1930. Y las apuestas que hicieron John F. Kennedy y Lyndon Johnson en Vietnam tuvieron consecuencias devastadoras, algunas de las cuales todav&iacute;a se sienten hoy.</p> <p> M&aacute;s recientemente, George W. Bush -que declar&oacute; que &eacute;l no jugaba &quot;pelotas cortas&quot;- intent&oacute; transformar a Oriente Medio con su &quot;agenda para la libertad&quot;. M&aacute;s de una d&eacute;cada despu&eacute;s, Estados Unidos sigue luchando por retirarse de los conflictos que &eacute;l mismo inici&oacute;.</p> <p> Los errores de pol&iacute;tica exterior de Obama, por el contrario, solo han tenido repercusiones modestas. Para usar la propia met&aacute;fora de b&eacute;isbol de Obama, apuntar a singles y dobles alcanzables suele ser una estrategia m&aacute;s efectiva que hacer un swing violento en un esfuerzo por marcar un &quot;home run&quot;, s&oacute;lo para ganar. Por supuesto, un home run con el que se gana un partido es emocionante. Pero una &quot;victoria&quot; en pol&iacute;tica exterior no es tan sencilla -y hay muchas m&aacute;s cosas en juego.</p> <p> El presidente George H. W. Bush lo sab&iacute;a bien. Era un l&iacute;der transaccional y, dec&iacute;a, lo de la &quot;visi&oacute;n&quot; no era lo suyo. Pero, al igual que Eisenhower, gui&oacute; a Estados Unidos a trav&eacute;s de m&uacute;ltiples crisis y estuvo al frente de uno de los per&iacute;odos m&aacute;s exitosos de la pol&iacute;tica exterior de Estados Unidos en los &uacute;ltimos cincuenta a&ntilde;os.</p> <p> Por supuesto, parte de las cr&iacute;ticas al discurso de Obama eran v&aacute;lidas. Pero, en gran medida, todo se reduc&iacute;a a pura pol&iacute;tica partidaria. Para ser constructivo, el debate sobre la pol&iacute;tica exterior de Obama debe tener en cuenta la historia norteamericana del siglo XX.</p> <p> En pol&iacute;tica exterior, como en la medicina, los l&iacute;deres deben &quot;primero no hacer da&ntilde;o&quot;. Obama lo sabe. Es de esperarse que las implacables cr&iacute;ticas desinformadas que generaron sus pol&iacute;ticas pragm&aacute;ticas no lleven a su sucesor a adoptar una estrategia transformacional riesgosa.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <span style="color: rgb(20, 24, 35); font-family: Helvetica, Arial, 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; line-height: 19.31999969482422px;">(*) Ex subsecratario de Defensa de Estados Unidos, profesor en la Universidad de Harvard y autor de &quot;The Future of Power&quot;</span></p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE:</strong> <a href="https://www.project-syndicate.org/commentary/joseph-s--nye-defends-obama-s-approach-to-foreign-policy-against-critics-calling-for-a-more-muscular-approach/spanish" target="_blank">Project Syndicate&nbsp;</a></p> <p> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/8a6976fea28b3c6fa1bf282a2ab24dbf_S.jpg" alt="Obama el Pragmático" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Seg&uacute;n Obama, los errores m&aacute;s costosos para su pa&iacute;s desde la Segunda Guerra Mundial no fueron producto de la restricci&oacute;n, sino de una &quot;voluntad de zambullirse en aventuras militares sin medir las consecuencias&quot;.&nbsp;</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> El mes pasado, en su discurso ante los cadetes que egresaban de la Academia Militar de West Point en Estados Unidos, el presidente Barack Obama declar&oacute; que algunos de los errores m&aacute;s costosos para su pa&iacute;s desde la Segunda Guerra Mundial no fueron producto de la restricci&oacute;n, sino de una &quot;voluntad de zambullirse en aventuras militares sin medir las consecuencias&quot;. Si bien Obama puede tener raz&oacute;n, el discurso no hizo mucho para aplacar a los cr&iacute;ticos que lo han acusado de pasividad y debilidad, particularmente frente a Siria y Ucrania.</p> <p> Esta frustraci&oacute;n se le puede endilgar en parte a las expectativas excesivamente altas que Obama gener&oacute; en sus primeros discursos, en los que inspir&oacute; a los votantes con promesas de una transformaci&oacute;n sist&eacute;mica. A diferencia de la mayor&iacute;a de los candidatos, Obama mantuvo esta ret&oacute;rica transformacional incluso despu&eacute;s de que le asegurara una victoria en la campa&ntilde;a de 2008. De hecho, una serie de discursos en el primer a&ntilde;o de su presidencia elevaron a&uacute;n m&aacute;s las expectativas, al plantear el objetivo de un mundo sin armas nucleares, al prometer darle un nuevo impulso a la estrategia de Estados Unidos para Oriente Medio y al comprometerse a &quot;inclinar la historia en la direcci&oacute;n de la justicia&quot;.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> Si bien prometi&oacute; usar la fuerza cuando los intereses vitales de Estados Unidos est&eacute;n en juego y rechaz&oacute; las proyecciones pesimistas de una decadencia nacional, Obama -a diferencia de su antecesor, George W. Bush- se apoy&oacute; m&aacute;s en la diplomacia que en la fuerza. Por esto, sus cr&iacute;ticos lo han acusado de no promover los valores norteamericanos y de recluirse en un aislacionismo.</p> <div> Suele decirse que los pol&iacute;ticos democr&aacute;ticos hacen campa&ntilde;a con la poes&iacute;a y gobiernan con la prosa. Pero no hay motivos para creer que Obama no estaba siendo sincero respecto de sus objetivos. El hecho es que su visi&oacute;n no pod&iacute;a tolerar el mundo recalcitrante y dif&iacute;cil que ten&iacute;a por delante; ten&iacute;a que corregir la direcci&oacute;n. Despu&eacute;s de un a&ntilde;o en funciones, el hombre que hab&iacute;a prometido un liderazgo transformacional se convirti&oacute; en un l&iacute;der &quot;transaccional&quot; -pragm&aacute;tico al exceso-. Y, a pesar de lo que dicen sus cr&iacute;ticos, fue un cambio positivo.</div> <p> Si bien prometi&oacute; usar la fuerza cuando los intereses vitales de Estados Unidos est&eacute;n en juego y rechaz&oacute; las proyecciones pesimistas de una decadencia nacional, Obama -a diferencia de su antecesor, George W. Bush- se apoy&oacute; m&aacute;s en la diplomacia que en la fuerza. Por esto, sus cr&iacute;ticos lo han acusado de no promover los valores norteamericanos y de recluirse en un aislacionismo.</p> <p> Por cierto, la respuesta de Obama a la agresi&oacute;n rusa en Ucrania refleja su visi&oacute;n de largo plazo. Si bien Putin ha ganado la posesi&oacute;n de Crimea, perdi&oacute; acceso a algunos de los recursos que necesita para alcanzar su objetivo de restablecer la gloria que alguna vez tuvo Rusia como gran potencia -y, en el proceso, revitaliz&oacute; a la OTAN.Sin embargo, restricci&oacute;n no es sin&oacute;nimo de aislacionismo. Nadie acus&oacute; al presidente Dwight Eisenhower de aislacionismo cuando acept&oacute; un impasse en Corea del Norte, se neg&oacute; a intervenir en Dien Bien Phu, rechaz&oacute; las recomendaciones de los altos oficiales militares respecto de las islas cerca de Taiw&aacute;n, observ&oacute; como el Ej&eacute;rcito Rojo invad&iacute;a Hungr&iacute;a o se neg&oacute; a respaldar a los aliados en la crisis del canal de Suez. Tampoco quienes hoy menosprecian la respuesta medida de Obama ante la anexi&oacute;n reciente del territorio ucraniano por parte del presidente ruso Vladimir Putin califican a Bush de aislacionista por su respuesta d&eacute;bil cuando Putin invadi&oacute; Georgia en 2008.</p> <p> Una pol&iacute;tica exterior efectiva exige entender no s&oacute;lo los sistemas internacionales y transnacionales, sino tambi&eacute;n las complejidades de la pol&iacute;tica interna en m&uacute;ltiples pa&iacute;ses. Tambi&eacute;n exige reconocer lo poco que se sabe sobre la &quot;creaci&oacute;n de las naciones&quot;, particularmente despu&eacute;s de las revoluciones -un proceso que deber&iacute;a ser visto en t&eacute;rminos de d&eacute;cadas, no de a&ntilde;os-. En 1789, pocos observadores en Par&iacute;s habr&iacute;an previsto que un corso liderar&iacute;a a las fuerzas francesas a orillas del Nilo en los diez a&ntilde;os siguientes. Y la intervenci&oacute;n extranjera en la Revoluci&oacute;n Francesa no hizo m&aacute;s que encender las llamas nacionalistas.</p> <p> En un contexto tan complejo e incierto, la prudencia es esencial, y una acci&oacute;n audaz basada en una visi&oacute;n grandiosa puede ser extremadamente peligrosa. Esto es lo que los defensores de una estrategia m&aacute;s muscular para las revoluciones de hoy en Oriente Medio suelen olvidar.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> Para ser constructivo, el debate sobre la pol&iacute;tica exterior de Obama debe tener en cuenta la historia norteamericana del siglo XX.</p> <p> Por supuesto, tiene sentido que los l&iacute;deres estadounidenses se ocupen de resolver algunos acontecimientos marginales en un esfuerzo por impulsar los valores democr&aacute;ticos en el largo plazo. Pero querer encabezar revoluciones que no entienden del todo ser&iacute;a un error, con consecuencias potencialmente negativas y graves para todas las partes involucradas.</p> <p> De hecho, en el siglo XX, los presidentes norteamericanos que implementaron una pol&iacute;tica exterior transformacional no fueron ni m&aacute;s efectivos ni m&aacute;s &eacute;ticos. La apuesta de Woodrow Wilson al Tratado de Versailles en 1919 contribuy&oacute; al aislacionismo desastroso de los a&ntilde;os 1930. Y las apuestas que hicieron John F. Kennedy y Lyndon Johnson en Vietnam tuvieron consecuencias devastadoras, algunas de las cuales todav&iacute;a se sienten hoy.</p> <p> M&aacute;s recientemente, George W. Bush -que declar&oacute; que &eacute;l no jugaba &quot;pelotas cortas&quot;- intent&oacute; transformar a Oriente Medio con su &quot;agenda para la libertad&quot;. M&aacute;s de una d&eacute;cada despu&eacute;s, Estados Unidos sigue luchando por retirarse de los conflictos que &eacute;l mismo inici&oacute;.</p> <p> Los errores de pol&iacute;tica exterior de Obama, por el contrario, solo han tenido repercusiones modestas. Para usar la propia met&aacute;fora de b&eacute;isbol de Obama, apuntar a singles y dobles alcanzables suele ser una estrategia m&aacute;s efectiva que hacer un swing violento en un esfuerzo por marcar un &quot;home run&quot;, s&oacute;lo para ganar. Por supuesto, un home run con el que se gana un partido es emocionante. Pero una &quot;victoria&quot; en pol&iacute;tica exterior no es tan sencilla -y hay muchas m&aacute;s cosas en juego.</p> <p> El presidente George H. W. Bush lo sab&iacute;a bien. Era un l&iacute;der transaccional y, dec&iacute;a, lo de la &quot;visi&oacute;n&quot; no era lo suyo. Pero, al igual que Eisenhower, gui&oacute; a Estados Unidos a trav&eacute;s de m&uacute;ltiples crisis y estuvo al frente de uno de los per&iacute;odos m&aacute;s exitosos de la pol&iacute;tica exterior de Estados Unidos en los &uacute;ltimos cincuenta a&ntilde;os.</p> <p> Por supuesto, parte de las cr&iacute;ticas al discurso de Obama eran v&aacute;lidas. Pero, en gran medida, todo se reduc&iacute;a a pura pol&iacute;tica partidaria. Para ser constructivo, el debate sobre la pol&iacute;tica exterior de Obama debe tener en cuenta la historia norteamericana del siglo XX.</p> <p> En pol&iacute;tica exterior, como en la medicina, los l&iacute;deres deben &quot;primero no hacer da&ntilde;o&quot;. Obama lo sabe. Es de esperarse que las implacables cr&iacute;ticas desinformadas que generaron sus pol&iacute;ticas pragm&aacute;ticas no lleven a su sucesor a adoptar una estrategia transformacional riesgosa.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <span style="color: rgb(20, 24, 35); font-family: Helvetica, Arial, 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; line-height: 19.31999969482422px;">(*) Ex subsecratario de Defensa de Estados Unidos, profesor en la Universidad de Harvard y autor de &quot;The Future of Power&quot;</span></p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE:</strong> <a href="https://www.project-syndicate.org/commentary/joseph-s--nye-defends-obama-s-approach-to-foreign-policy-against-critics-calling-for-a-more-muscular-approach/spanish" target="_blank">Project Syndicate&nbsp;</a></p> <p> &nbsp;</p> <p> &nbsp;</p></div>