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Fundamentar - Artículos https://fundamentar.com Fri, 19 Apr 2024 05:58:15 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Falsos Debates https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6431-falsos-debates https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6431-falsos-debates Falsos Debates

La prensa de Dios lleva poster central
El bien y el mal definen por penal
fía "la chapita' porrón en palomar
cruzando la vía pa' poderla pasar
¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves?
Cuando la mentira es la verdad
Divididos

La última semana de octubre parece haberse consumido entre falsos debates que de alguna manera habilitan a que muchas veces, pongamos el eje en lo superficial pero no en lo sustancial de las cosas.

Alentados por ciertas lógicas mediáticas, de un lado y del otro de la grieta, algunas discusiones parecen alejadas del contexto en el que se imponen y sin tener en cuenta lo que supone la participación de algunos personajes. El conflicto de la familia Etchevehere, la carta publicada por la vicepresidenta Cristina Fernández y la situación de la toma de Guernica son situaciones que tienen mucho de esto, donde pareciera que lo importante son los intereses privados, alguna frase poco feliz y la foto que supone una represión que, para los que estamos de un lado de la vida, siempre nos afecta. Pero, queridos lectores y lectoras, la realidad suele ser mucho más compleja y tener muchos más pliegues que el que nos muestran desde cierta unidireccionalidad comunicacional.

Lo privado que no es público

Lo dijimos la semana pasada e insistiremos sobre el asunto: la disputa de los Etchevehere no es un hecho político. No está en juego el interés público, no se ven vulnerados derechos de mayorías ni de minorías, ni afectados intereses del Estado, como así tampoco se supone que del resultado de la disputa la sociedad gane en algo tangible.

Sí, como es obvio, el asunto tiene mucho de perfil periodístico. Y, además, sazonado con el “glamour” de la clase terrateniente argentina que ve cómo, una hija que actúa como oveja descarriada, a la vez que pone en discusión como han quedado repartido ciertos bienes, de paso, se amiga con los enemigos de siempre cuestionando el modelo productivo agrario imperante. Pero de beneficios para el conjunto social, nada por aquí y nada por allá.

Pero digamos que, inicialmente, se benefician los varones Etchevehere y su madre que salieron favorecidos con el fallo judicial, además de haber recibido un claro apoyo de la corporación mediática que, otra vez, rememorando las gloriosas jornadas de 2008, jugaron a la partición de la pantalla; y de parte de la oposición política argentina que intentó imponer al pleito como parte del destino de la república. Allí estuvo la presencia de Patricia Bullrich, la presidenta del Pro, acompañando en la “carpa de la resistencia”.

Pero también, aunque haya salido derrotado en el pleito judicial, salió beneficiado Juan Grabois que, a no dudarlo, juega para sí mismo. Sin reportar en una estructura política que lo contenga y conduzca, el amigo del Papa, ha creído que su recorrido de legítima militancia, algunos encuentros con Cristina Fernández y el diálogo fluido con el presidente, lo habilitan a ser referente irreprochable para definir cuestiones que, en verdad, lo exceden. El resto lo hacen esos mismos medios que lo ponen como un vocero definitivo de un oficialismo que no lo referencia ni lo aprecia demasiado. Por cierto “Dolores no duele” ni Grabois es un representante del oficialismo. Aceptar esa idea sería validar el preconcepto opositor que afirma que el gobierno nacional estaba interesado en la cuestión.

Cristina disruptiva

No descubrimos nada si decimos que la vicepresidenta ocupa el centro de la escena política. Pero con una particularidad: es tan potente su presencia política que hasta sus silencios también son sometidos a una permanente re interpretación. Si no habla, para algunos filibusteros políticos y mediáticos, eso supone una interpretación a veces delirante de las cosas. Recordemos que hace muchos años hubo un señor periodista que además resulta médico y que le dio un diagnóstico a la distancia, mientras que, por estos tiempos, otros con menos títulos universitarios se animan a afirmar qué tiene en la cabeza la ex mandataria.

En ese contexto de debate, esta vez eligió expresarse y lo hizo, con una publicación en redes sociales. Dijo, entre tantas cosas y al pasar, que hay “funcionarios que no funcionan”, recordó las diferencias internas que se dieron en el pasado en el peronismo y que pudieron superarse en la conformación del Frente de Todos, consolidando una experiencia única en la política argentina donde la segunda de una fórmula presidencial es la que cuenta con mayor caudal político. Señaló también que la estructura de poder (hiperpresidencialista) en la Argentina no supone la más mínima posibilidad de que las decisiones del Poder Ejecutiva no cuenten con la anuencia del propio presidente. Y planteó, además, la necesidad de un gran acuerdo nacional que rompa con la lógica bimonetaria que impera en el país y que lo condiciona de manera notable y permanente.

¿Qué hay de nuevo en todo esto? Nada. El triunfo de octubre de 2019 no puede hacer olvidar las diferencias de ciertos recorridos y ha sido una virtud cumplir con el viejo mandato de que las fuerzas populares deben unirse a la hora de enfrentar al neoliberalismo. Pero los matices están y es bueno recordarlo.

También, con unas pocas líneas, rompe con la vieja preocupación de nuestros pensadores impolutos que siempre ven a la hora de los gobiernos nacionales y populares el riesgo del doble comando. Lo había con Duhalde – Kirchner, con Kirchner – Fernández, con Fernández – Kirchner y como no podía ser de otra manera lo habría ahora con la fórmula Fernández – Fernández. La conducción del gobierno es de Alberto y eso ha sido reinterpretado como un tirarle la responsabilidad exclusiva al presidente y un sacarle al cuerpo a una situación que resulta por demás de evidente.

A esta altura ha quedado claro. La centralidad política Cristina supone que cualquier cosa que haga o no haga, diga o no diga, será cuestionada de manera fulminante. Con eso se debe convivir.

Guernica y la esquizofrenia

Para muchos el tema de Guernica apareció el día jueves con la represión que mostraron la mayoría de los medios hasta el cansancio. Pero la historia tiene varios meses en disputa. Si bien la situación no es nueva, siempre quedó atravesada por la cobertura mediática a partir de que se aproximaran o no las fechas de vencimiento que había impuesto la Justicia para cumplir con el desalojo del lugar. A medida que esos plazos se prorrogaban y el gobierno bonaerense lograba acuerdos con familias que se retiraban del lugar, el tema desaparecía de la agenda mediática.

Luego de tres meses de ocupación y de negociaciones, un altísimo porcentaje de familias se habían retirado del lugar. Las razones de su presencia allí son múltiples, pero de los testimonios que se pudieron conocer, muchos de esos ciudadanos habían decidido ocupar el espacio por que su realidad social ha empeorado, y mucho, desde la irrupción de la pandemia. Se han quedado sin el plus que suponen changas y rebusques que hacen la diferencia entre poder pagar o no ciertos servicios básicos.

Las soluciones para estos casos no son mágicas. Si lo que falta es un espacio para vivir, debemos recordar que ningún Estado de ningún nivel y de ningún país del mundo cuenta con centenares de viviendas sin asignar y que puedan ser entregadas a los ocupantes. Ante un problema urgente, las soluciones no pueden ser, en la coyuntura, estructurales. La lógica del subsidio puede operarse como una herramienta más que obvia para alivianar angustias.

Durante el día miércoles se hizo correr el rumor de que aquellos que dejaban la ocupación de los terrenos, recibirían subsidios de algo así como $300.000 por familia. Sin repreguntas y sin ningún replanteo, esos títulos de portales circularon a lo largo y ancho del país. La indignación de cierta dirigencia política y del periodismo bien pensante no se hizo esperar y terminaron actuando de justificación para lo que vendría después en una represión que, justamente, terminó siendo celebrada por aquellos que ven en la violencia policial una forma de solución a los problemas sociales. A la vez fue reprochada por cierta progresía que mientras el miércoles se quejaba de la manera en que se había propuesto la salida del lugar a las familias, veinticuatro horas más tarde ponía el foco, exclusivamente, en la acción policial.

Los Guernica SÍ que duelen. Porque representan el dolor de los nadies que vienen perdiendo desde hace muchísimo tiempo en la Argentina. Ese es un problema estructural. En una semana donde la cuestión de la tenencia de la tierra privada y pública apareció como un problema real, parece legítimo preguntarse (la tarea para el hogar de cada semana querido lector, querida lectora) si la sociedad argentina está dispuesta a dar el debate de fondo.

Lejos del mundillo de la oligarquía terrateniente que representan los Etchevehere y sus intereses privados y más cerca de la realidad de los que no pueden acceder al uso de la tierra rural o urbana, ese es el debate justo que debería emerger de esta coyuntura y también el camino a encarar por el gobierno con los distintos matices que lo componen y que bien definió Cristina Fernández. ¿Aparecerá esa discusión pública o, como suele suceder cuando actuamos por el mero interés de la lógica mediática, quedaremos sepultados por nuevos falsos debates de ocasión? Ojalá que Guernica sea el inicio de otro camino.

(*) Analista político de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sat, 31 Oct 2020 18:25:41 -0300
Los Hermanos y La Ficción https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6429-los-hermanos-y-la-ficcion https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6429-los-hermanos-y-la-ficcion Los Hermanos y La Ficción

Tú eres mi hermano del alma realmente un amigo
Y en todo camino y jornada estás siempre conmigo
Aunque eres un hombre aún tienes alma de niño
Aquel que me da su amistad, su respeto y cariño
Gabriel Galán

Dicen, aquellos que están cerca del mundo del espectáculo, que cada vez resulta más difícil encontrar ficciones que renueven contenidos y que, a la vez, atraigan al gran público. Por ello cuando surge alguna historia que combina originalidad, con buenos guiones y mejores actuaciones, asistimos a productos artísticos que se distinguen del común.

En la semana que pasó, la política argentina tuvo un par de hechos con bastante de ficción, con guiones previamente elaborados, puestas en escena dignas de Hollywood y con un dato común: la relación familiar. Los Macri por un lado y los Etchevehere por otro, se las ingeniaron para ocupar el centro de la escena mediática, que algunos suponen, erróneamente, como el verdadero ágora.

Antes que nada, una aclaración: en política y comunicación, relato y ficción no son la misma cosa. Hemos asistido a un pasado reciente donde se deslegitimaba el “relato” que mostraba el kirchnerismo que dejó el gobierno en 2015. Hasta que el macrismo llegó al poder y la discusión dejó de ser una preocupación de ciertos sectores. Era obvio: todas las fuerzas políticas necesitan de un relato con el que transmiten su acción de gobierno. Como explicación del pasado, como característica de lo que se vive y como expectativa de lo que se desea para el siempre incierto futuro. Misión y visión dirían los planificadores estratégicos.

Si para finales de 2015 el kirchnerismo hablaba de década ganada, el macrismo supo entender que la promesa de realización colectiva debía incluir que nada de lo logrado se perdería. A eso se agregaban un estilo descontracturado y la famosa triada de unir a los argentinos, la pobreza cero y terminar con el narcotráfico como promesas de campaña que debían transformarse en relato. Poco de todo ello sucedió y la construcción discursiva de 2019 mutó a un “nosotros o ellos” que tenía el pecado original de parecerse a todo aquello que se le criticaba al adversario político y que, además, dejaba sin posibilidad de interpelar políticamente a buena parte del electorado.

Es por ello que relato y ficción no son lo mismo. El primero puede ser pensado como un recurso o insumo político legítimo mientras que a la segunda la podemos referir como una herramienta que, en el fondo, intenta imponer un velo sobre ciertas verdades.

La trayectoria política de Mauricio Macri se estructuró sobre una serie de ficciones. La primera de ellas sobre su pasado. La idea del empresario exitoso fue un recurso que el ex presidente utilizó hasta el hartazgo. Severamente cuestionado por Franco Macri, el creador del imperio, siempre se supo que cierto perfil público de Mauricio obedecía antes que nada a la necesidad de demostrarle a su padre que “él podía”. Su gestión al frente del club Boca Juniors, primero y de la propia Ciudad Autónoma de Buenos Aires después, lo mostraban como un hacedor del siglo XXI. Un empresario moderno y comprometido con su comunidad.

La segunda ficción refería a algo que está muy instalado en buena parte de la sociedad argentina: quienes son ricos no tienen necesidad de robar cuando participan de la cosa pública. Como si ciertas acciones non sanctas estuvieran justificadas por el sólo hecho de pertenecer al mundo “privado” o al interés individual, lo que subyace en ese (si se quiere) infantil argumento es un empobrecimiento del rol de ciudadanos que viven, se desarrollan y mueren en determinada comunidad.

Estas dos ficciones las vendría a desenmascarar otro Macri: Mariano. La publicación del libro Hermano que firma Santiago O’Donell y que es el resultado de una serie de entrevistas con el menor del clan, confirma lo que otras investigaciones ya han abordado previamente: que Mauricio no resulta ningún genio empresarial y que el accionar sobre algunos negocios siendo primer mandatario, dejan mucho que desear con la idea de eticidad que se vociferaba a los cuatro vientos. El accionar con el caso del Correo Argentino, las inversiones en energía eólica y la causa de los peajes que profusamente se ha comentado en la Argentina, demuestran que nunca hubo un interés privado del empresario del que debía limitarse al de hombre público en tanto presidente de la nación.

Llamativamente, el ex mandatario otorgó cuatro entrevistas televisivas en menos de dos semanas a medios y periodistas “del palo” que casi no le repreguntaron. Luego de casi diez meses de silencio, dio su versión de lo que fue su gobierno y los resultados conseguidos. También, como no podía ser de otra manera, tuvo opinión sobre el devenir argentino en el medio de la pandemia.

Y aquí entra en juego una tercera ficción. Sorprendentemente nos dijo que su “gobierno económico” terminó el domingo 11 de agosto cuando se desarrollaron las PASO y la diferencia con el Frente de Todos fue abrumadora. Evidentemente el país quedó a la deriva entre agosto y diciembre de 2019, aunque así no pareció entenderlo a la hora de facilitarle ciertos créditos a la empresa Vicentín, los cuales terminaron en una fenomenal estafa denunciada en tribunales internacionales. Por decir algo.

 También repartió culpas internas tratando de fortalecer su núcleo duro a la vez que intenta desgastar a quienes ven en Horacio Rodríguez Larreta como la alternativa política más potable para 2023. Quienes dicen conocer el mundillo PRO refieren a que este raid de declaraciones, obedecen a dos razones que podrían definirse como básicas: la necesidad de la sobrevida política para él y para su entorno y una forma de estar presente en la agenda ante la aparición del comentado libro. Poco importan las razones de una reaparición pública tan furtiva, lo que preocupa es el nivel de negación de un hombre que impuso políticas que dejaron más pobreza, miseria y exclusión.  

El amor entre hermanos II

La semana también tuvo un segundo episodio de disputa entre familia que escaló en la escena pública. Un viejo pleito judicial entre los Etchevehere (Dolores y sus tres hermanos varones), donde se discute el reparto de una serie de bienes que no habrían entrado en un juicio sucesorio, mostró una vez más un cúmulo de miserias que, más allá del caso individual, refleja un comportamiento de clase que se proyecta en buena parte de la corporación mediática y que, como mancha venenosa intenta proyectarse al conjunto del sistema político.

Lo que es un conflicto entre privados, aparece sazonado por la presencia del siempre funcional Juan Grabois, quien resulta ser el abogado de la demandante (Dolores Etchevere) y cara visible del Proyecto Artigas, el que resume la idea de un grupo de entrerrianos y entrerrianas que intentan producir sin agrotóxicos en parte del predio que está en disputa y de la que la menor de los hermanos forma parte.

La alta dosis de violencia velada de parte de un grupo de grandes productores que apoyan al ex ministro de agroindustria Luis Miguel Etchevehere, habiendo amenazado a la contraparte y la protección mediática cuasi mafiosa con la que cuentan, son parte de un problema que trata de proyectarse al conjunto de los argentinos con una falsa antinomia sobre la idea de república o el caos.

A partir de los recursos de poder con los que cuentan, los varones de la familia y sus colegas de las distintas “sociedades rurales”, han intentado mostrar su problema como parte de las políticas de un Estado expropiador que atenta contra la propiedad privada. Cuentan además con la inestimable ayuda de buena parte de la representación política de Juntos con el Cambio que pretende imponer, ahora, al problema de la posesión de tierras como eje de la vida republicana. Hasta hace algunas semanas agitaban y bregaban por un Estado “activo” en el conflicto de la toma de Guernica en la provincia de Buenos Aires que, a fuerza de diálogo y cintura política de parte de la administración de Axel Kicillof, permitió evitar la represión que se declamaba para terminar con el conflicto.

Debe decirse sin ambages. El problema de la tierra no es nuevo en la Argentina. Lo que sí representa una novedad es el intento (desmesurado) de parte de la oposición de responsabilizar al gobierno actual como culpable de las tomas. Esa es otra ficción, anclada en la necesidad de construir un discurso el cual, a la vez que erosiona políticamente al gobierno, favorece a los poderosos e intocables de siempre. Cierta dirigencia política necesita la construcción de una agenda que le resulte propia. Y si no existe, se la inventa. A nadie se le niega un título catástrofe en defensa de la república y derivados.

En la pelea entre hermanos de esta semana no se juega el destino de la Argentina. En todo caso se refleja mucho de ciertas prácticas sociales y culturales que le han dado sustento. En una situación, porque resulta un conflicto privado con algunos matices que hacen atractivo su seguimiento. Y en la otra, porque más allá de cierta voz altisonante de familiar despechado, la historia reciente resulta lo suficientemente rica como para desconocer las consecuencias de un gobierno construido desde los ricos y para los ricos. Los problemas de la mayoría de los argentinos están en otro lado. Más allá de algunas crónicas bien escritas y mejor mostradas.

(*) Politólogo de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 25 Oct 2020 10:15:17 -0300
Trabajadores de Liniers Echaron a Ruralistas y Afirmaron que No Faltará Carne https://fundamentar.com/nacional/item/2240-trabajadores-de-liniers-echaron-a-ruralistas-y-afirmaron-que-no-faltara-carne https://fundamentar.com/nacional/item/2240-trabajadores-de-liniers-echaron-a-ruralistas-y-afirmaron-que-no-faltara-carne Los representantes de la mesa de enlace encabezando una asamblea con productores

Los empleados Trabajadores del Mercado de Hacienda de Liniers reaccionaron hoy contra el lockout que lleva adelante la Mesa de Enlace y aseguraron que "carne no va a faltar" a pesar de la medida iniciada el sábado último.

"Nos están privando de trabajar y ellos se están llenando de plata", dijo el secretario general del gremio del Mercado de Hacienda de Liniers, Fabián Ochoa, que pidió esta mañana al titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, que se retirara del lugar.

Buzzi, acompañado por Luis Etchevehere, de Sociedad Rural Argentina, y Pedro Apaolaza, de CRA, ingresaron esta mañana al mercado a chequear el acatamiento del paro, pero debieron retirarse por la tensión que se generó con los trabajadores del lugar.

Según Buzzi, "el nivel de acatamiento del paro es notable, la mesa tiene representatividad indiscutible a nivel de todo el sector; hoy entraron solo 38 cabezas".

El dirigente dijo que "el Gobierno chicanea en lugar de hacerse cargo de los problemas que tiene el sector" y criticó al ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, que "de golpe descubrió que el fuego quema y el agua moja, que los supermercados cobran de más".

Sin embargo, Ochoa expresó que los ruralistas "no dejan venir la hacienda pero hay 4 mil cabezas, acá carne no va a faltar, aunque en TN decían que va a escasear, los frigoríficos están abarrotados de carne".
En este contexto, increpó a Buzzi a retirarse del Mercado: "No sé por qué lo dejaron pasar, el no es funcionario del mercado para entrar cuando quiere".

"Nosotros no podemos facturar por un paro que es patronal, por propios intereses de ellos; esta semana no vamos a recibir hacienda por el paro que están haciendo ellos que se llenan de plata, no la están pasando mal", sostuvo.

Ochoa aseguró que, en vistas del lockout, "los productores el jueves metieron 18 mil cabezas".

Por su parte, Etchevehere dijo que "el campo es el aliado de cualquier gobierno, el campo es futuro, es fuente de trabajo" y destacó que "los precios internacionales son muy buenos", por lo que consideró necesario "exportar alimentos con valor agregado".

"Vamos a seguir con todas las acciones gremiales que estén a nuestro alcance", expresó.

Buzzi aclaró que la medida "está a favor del país, de la gente y lejos de que falte carne, hay carne para todos, nunca tendríamos como objetivo afectar al conjunto de la sociedad".

 

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Pedro Arrospidegaray

FUENTE: Télam

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Argentina Mon, 17 Jun 2013 22:15:49 -0300