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Fundamentar - Artículos Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/articulos/opinion/itemlist/tag/kirchnerismo 2024-04-28T20:55:39-03:00 Joomla! - Open Source Content Management Desafíos y Preguntas en la Urgencia 2021-10-03T11:10:37-03:00 2021-10-03T11:10:37-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6560-desafios-y-preguntas-en-la-urgencia Miguel Gómez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/ac3c2edc74c622bdcea885155f114970_S.jpg" alt="Desafíos y Preguntas en la Urgencia" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>¿Cuál es aquel camino que tengo que tomar?</em><br /><em> Si solo hay un destino al que puedo llegar.</em><br /><em>Es solo un momento</em><br /><em> Es una mirada hacia atrás,</em><br /><em> yo quiero saber, mi amor, si al llegar</em><br /><em> vas a estar allí.</em></h3> <h3 style="text-align: right;">(Vicentico)</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>Como era de esperarse, la respuesta del peronismo nacional frente a la derrota electoral de las PASO, supuso una reconfiguración de los espacios de poder hacia el interior de buena parte del espectro oficialista. La salida de varios ministros y del propio Jefe de Gabinete no representan sólo un cambio de nombres con determinadas características personales, sino, el mayor protagonismo a nivel nacional del conjunto de gobernadores que, ahora sí, dicen sentirse mucho más contenidos desde Balcarce 50. Esta semana que acaba de concluir, tuvo un par de ejemplos cercanos que confirman la idea. Repasemos.</p> <p>Dos hechos sirven como referencia de lo anterior. Por un lado, el rápido acuerdo logrado por el flamante ministro Julián Domínguez con los sectores agropecuarios por el tema exportación de carnes, con el consiguiente protagonismo de los gobernadores de las provincias donde la industria frigorífica tiene un peso relevante; y por otro, el anuncio de la llegada de 575 uniformados a la provincia de Santa Fe, más específicamente a la ciudad de Rosario, para atender el fenómeno de la narcocriminalidad de la otrora “Chicago” argentina. En ambos casos el gobernador Omar Perotti ganó en visibilidad nacional.</p> <p>La situación refleja tres situaciones definitivamente nítidas. La primera es que el oficialismo parece concederle razón al santafesino a partir de las diferencias que éste último había planteado en ambas problemáticas, antes y durante la campaña electoral.</p> <p>La segunda es que, aunque no resulte visible del todo, las coincidencias entre el jefe de la Casa Gris y el dúo Fernández – Fernández, no han quedado circunscriptas a un esquema electoral, sino que, producto de un análisis estructural de los protagonistas, el acuerdo llegó para quedarse.</p> <p>Finalmente, la tercera novedad que traen estos días, es que, a suposición de que parte de la derrota se debió a que en el interior de estas provincias las limitaciones a las exportaciones, habrían incidido negativamente en no pocos sectores; y de que, en el caso santafesino, la promesa perottista de “Paz y Orden” no estaría siendo cumplida; el gobierno nacional vuelve sobre sus pasos dando por concluidas las restricciones a la exportación (medida exitosa en sí misma, ya  no respecto del marcado descenso del precio de la carne en mostrador, pero sí, cuanto menos, a su estabilización) y enviando varios centenares de uniformados a Rosario, situación a la que, la ministra saliente, se había negado sistemáticamente.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/anibal-fernandez-omar-perotti.jpg" alt="El ministro de seguridad Aníbal Fernández, y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti." /> <figcaption>El ministro de seguridad Aníbal Fernández, y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti.</figcaption> </figure> <p>En este último sentido, es probable que, en los días por venir, comencemos a ver mucho más seguido por Casa Rosada al conjunto de gobernadores que tributan en en el peronismo. La semana que se fue muestra claramente el efecto del subibaja de las plazas de nuestra niñez: mientras el Jefe de Gabinete Juan Manzur gana protagonismo y se los hace ganar a sus colegas gobernadores, el presidente Alberto Fernández se corre de la visibilidad política cotidiana. La urgencia de la derrota marca nuevos desafíos a los cuales comienzan a subirse algunos mandatarios provinciales.</p> <p>En este sentido, para el caso santafesino el límite es claro: por un lado, el arribo de las fuerzas federales deberá, cuanto menos, generar un escenario que brinde algo de calma en los barrios más acosados por cierta trama delictual y por otro, el precio de la carne debería tener una estabilidad tal, que no debilite (aún más) la palabra del gobernador que, en reiteradas ocasiones, había reclamado por la apertura de las exportaciones. Si en pocas semanas, ese bien cultural llamado asado se disparara nuevamente, resultaría muy difícil, casi imposible, de no vincular a los Perotti boys de la defensa de ciertas lógicas sectoriales.</p> <p>Pero más allá de estas cuestiones que refieren a lo superestructural, el kirchnerismo en particular parece no encontrar el rumbo de cómo pararse en el contexto de esta campaña. Como si hubiera sufrido su primera derrota electoral de medio término de su historia (4 de 5), muchos dirigentes de segundas y terceras líneas, e incluso, no pocos militantes sin responsabilidades institucionales, se sienten desguarnecidos frente a las semanas que se vienen. Dicen, por ejemplo, extrañar la ausencia de una épica que sirva como elemento articulador de la acción política. Comparan, alegremente, como si los escenarios fueran transmutables, este pandémico 2021 con la crisis de la derrota de 2009, la cual parió la creación de la Asignación Universal por Hijo o la estatización de las AFJP, entre otros hechos relevantes. Quiero recordarles algo: ese conjunto de medidas, junto a otras, fueron posteriores a la derrota de 2009 y se construyeron y consolidaron con el correr de 24 meses que habilitaron el fenomenal triunfo de 2011.</p> <p>Hay una fantasía simplista y recurrente en cierto kirchnerismo: el suponer que las fórmulas que fueron exitosas en “altro tempo” pueden replicarse sin más en la coyuntura de la pandemia. 2021 no es 2005, ni 2009, ni 2013. Si en los años siguientes, el kirchnerismo (como la versión más cercana al mejor de los peronismos en pleno siglo XXI) pudo sobreponerse a las derrotas de medio término, en cada una de ellas, las respuestas no fueron unívocas.</p> <p>En cada una de esas elecciones la solidez económica era otra, no existía enfrente un bloque de poder tan decididamente consolidado y a nadie se le ocurría pensar que un virus podía alterar tanto nuestras cotidianeidades. No había una deuda externa pendiendo sobre nuestras cabezas cual espada de Damocles. No existía una oposición que apostaba a la desestabilización. Y tampoco el ánimo de nuestra gente estaba por el piso luego de más de 115.000 muertos y millones de contagiados en una pandemia.</p> <p>No pocos sectores del oficialismo intentan, en medio de una campaña electoral, tensionar “por izquierda”. La reacción, que a veces pareciera histérica, sobre el déficit o el superávit de las cuentas públicas, se parece a esas discusiones que solo preocupan a los interesados en cierto metier. La pregunta es si buena parte del kirchnerismo no construye su propia contradicción sin haber entendido, no sólo los tiempos que hoy tocan vivir, sino a la propia jefa política que resulta, a la sazón, la figura más preclara de este tiempo.</p> <p>Si se recurrió a un moderado para presidente, en acuerdo con un buen número de dirigentes con los cuales existía un distanciamiento evidente y con los que se construyó la idea de la “unidad en la diversidad”; si ante la elección de las candidaturas electorales, Cristina Fernández eligió a referentes que no se distinguían por su prosapia k; si ante la crisis de una derrota la salida es con el formato “clásico” de cierto pejotismo, fomentado por la propia vicepresidenta, la pregunta que huelga es si tiene sentido en el interregno de dos elecciones, con diferencia de 60 días, insistir con más progresía cuando, desde hace 28 meses se dan señales de ir por cierto tradicionalismo político, que es el resultante de los límites que ha impuesto la propia sociedad argentina. También resulta válido preguntarse, si es justa la queja sobre la tibieza de Alberto Fernández, cuando es la propia vicepresidenta la que nos dice, con sus actos, que no hay margen para un escenario de mayor audacia política. ¿Cree, en serio, cierto kirchnerismo, que puede emularse determinada épica aceptando de buen grado la decisión, producto de los limitantes de la época, de recostarse sobre aquellos sectores con los que no se tenía una relación fluida? ¿Está pidiendo la sociedad argentina más progresismo? Si ello fuera real, vale preguntarse también con qué actores y referentes institucionales de peso ello se puede construir. Y la pregunta del millón: ¿está dispuesta la propia referente a ir por esa épica?</p> <p>https://twitter.com/INDECArgentina/status/1443651927250776076</p> <p>Podría profundizarse el análisis tratando de responder a una pregunta que viene de los fondos de los tiempos: ¿en qué medida voluntarismo y pragmatismo pueden convivir en tiempos de vacas flacas que no refieren exclusivamente a las carencias económicas?</p> <p>Estas líneas no están planteadas para la crítica, el desánimo o la desesperanza, sino para insistir que nada está definido del todo. Que el objetivo más urgente ni siquiera refiere a ganar o perder una elección de medio término, sino a empezar a cumplir el contrato electoral de 2019, teniendo en claro la doble pandemia que debimos atravesar en los últimos años: la macrista y la del Covid.</p> <p>Parte de esto se refleja en el último dato que el Indec acaba de publicar sobre la pobreza: 40,6%. Es un número que en un país como el nuestro representa un cachetazo, sobre el cual no se puede construir ni épica ni celebración de ningún tipo. Pero que, a la vez, al compararlo con setiembre de 2020 (40,9%), refiere a que, pese al año de restricciones y penurias, la situación no se agravó. Ni por asomo podemos contentarnos. Pero, vaya pues, alguna forma discursiva que sirva para evitar la autoflagelación en tiempos de derrotas electorales en formato de PASO de medio término, y para reconocer la enorme virtud del peronismo que da una respuesta a la sociedad, con sus modos (a veces brutales), de cara a la sociedad, sin echar culpas sobre el electorado, ni mandarnos a dormir tempranamente en una noche de domingo.</p> <p>Desde la base que supone la idea de la Comunidad Organizada, la actualización doctrinaria del kirchnerismo supo construir el concepto de que “Nadie se salva sólo”. Tal vez sea hora de recordarlo. La historia así lo demuestra.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/ac3c2edc74c622bdcea885155f114970_S.jpg" alt="Desafíos y Preguntas en la Urgencia" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>¿Cuál es aquel camino que tengo que tomar?</em><br /><em> Si solo hay un destino al que puedo llegar.</em><br /><em>Es solo un momento</em><br /><em> Es una mirada hacia atrás,</em><br /><em> yo quiero saber, mi amor, si al llegar</em><br /><em> vas a estar allí.</em></h3> <h3 style="text-align: right;">(Vicentico)</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>Como era de esperarse, la respuesta del peronismo nacional frente a la derrota electoral de las PASO, supuso una reconfiguración de los espacios de poder hacia el interior de buena parte del espectro oficialista. La salida de varios ministros y del propio Jefe de Gabinete no representan sólo un cambio de nombres con determinadas características personales, sino, el mayor protagonismo a nivel nacional del conjunto de gobernadores que, ahora sí, dicen sentirse mucho más contenidos desde Balcarce 50. Esta semana que acaba de concluir, tuvo un par de ejemplos cercanos que confirman la idea. Repasemos.</p> <p>Dos hechos sirven como referencia de lo anterior. Por un lado, el rápido acuerdo logrado por el flamante ministro Julián Domínguez con los sectores agropecuarios por el tema exportación de carnes, con el consiguiente protagonismo de los gobernadores de las provincias donde la industria frigorífica tiene un peso relevante; y por otro, el anuncio de la llegada de 575 uniformados a la provincia de Santa Fe, más específicamente a la ciudad de Rosario, para atender el fenómeno de la narcocriminalidad de la otrora “Chicago” argentina. En ambos casos el gobernador Omar Perotti ganó en visibilidad nacional.</p> <p>La situación refleja tres situaciones definitivamente nítidas. La primera es que el oficialismo parece concederle razón al santafesino a partir de las diferencias que éste último había planteado en ambas problemáticas, antes y durante la campaña electoral.</p> <p>La segunda es que, aunque no resulte visible del todo, las coincidencias entre el jefe de la Casa Gris y el dúo Fernández – Fernández, no han quedado circunscriptas a un esquema electoral, sino que, producto de un análisis estructural de los protagonistas, el acuerdo llegó para quedarse.</p> <p>Finalmente, la tercera novedad que traen estos días, es que, a suposición de que parte de la derrota se debió a que en el interior de estas provincias las limitaciones a las exportaciones, habrían incidido negativamente en no pocos sectores; y de que, en el caso santafesino, la promesa perottista de “Paz y Orden” no estaría siendo cumplida; el gobierno nacional vuelve sobre sus pasos dando por concluidas las restricciones a la exportación (medida exitosa en sí misma, ya  no respecto del marcado descenso del precio de la carne en mostrador, pero sí, cuanto menos, a su estabilización) y enviando varios centenares de uniformados a Rosario, situación a la que, la ministra saliente, se había negado sistemáticamente.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/anibal-fernandez-omar-perotti.jpg" alt="El ministro de seguridad Aníbal Fernández, y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti." /> <figcaption>El ministro de seguridad Aníbal Fernández, y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti.</figcaption> </figure> <p>En este último sentido, es probable que, en los días por venir, comencemos a ver mucho más seguido por Casa Rosada al conjunto de gobernadores que tributan en en el peronismo. La semana que se fue muestra claramente el efecto del subibaja de las plazas de nuestra niñez: mientras el Jefe de Gabinete Juan Manzur gana protagonismo y se los hace ganar a sus colegas gobernadores, el presidente Alberto Fernández se corre de la visibilidad política cotidiana. La urgencia de la derrota marca nuevos desafíos a los cuales comienzan a subirse algunos mandatarios provinciales.</p> <p>En este sentido, para el caso santafesino el límite es claro: por un lado, el arribo de las fuerzas federales deberá, cuanto menos, generar un escenario que brinde algo de calma en los barrios más acosados por cierta trama delictual y por otro, el precio de la carne debería tener una estabilidad tal, que no debilite (aún más) la palabra del gobernador que, en reiteradas ocasiones, había reclamado por la apertura de las exportaciones. Si en pocas semanas, ese bien cultural llamado asado se disparara nuevamente, resultaría muy difícil, casi imposible, de no vincular a los Perotti boys de la defensa de ciertas lógicas sectoriales.</p> <p>Pero más allá de estas cuestiones que refieren a lo superestructural, el kirchnerismo en particular parece no encontrar el rumbo de cómo pararse en el contexto de esta campaña. Como si hubiera sufrido su primera derrota electoral de medio término de su historia (4 de 5), muchos dirigentes de segundas y terceras líneas, e incluso, no pocos militantes sin responsabilidades institucionales, se sienten desguarnecidos frente a las semanas que se vienen. Dicen, por ejemplo, extrañar la ausencia de una épica que sirva como elemento articulador de la acción política. Comparan, alegremente, como si los escenarios fueran transmutables, este pandémico 2021 con la crisis de la derrota de 2009, la cual parió la creación de la Asignación Universal por Hijo o la estatización de las AFJP, entre otros hechos relevantes. Quiero recordarles algo: ese conjunto de medidas, junto a otras, fueron posteriores a la derrota de 2009 y se construyeron y consolidaron con el correr de 24 meses que habilitaron el fenomenal triunfo de 2011.</p> <p>Hay una fantasía simplista y recurrente en cierto kirchnerismo: el suponer que las fórmulas que fueron exitosas en “altro tempo” pueden replicarse sin más en la coyuntura de la pandemia. 2021 no es 2005, ni 2009, ni 2013. Si en los años siguientes, el kirchnerismo (como la versión más cercana al mejor de los peronismos en pleno siglo XXI) pudo sobreponerse a las derrotas de medio término, en cada una de ellas, las respuestas no fueron unívocas.</p> <p>En cada una de esas elecciones la solidez económica era otra, no existía enfrente un bloque de poder tan decididamente consolidado y a nadie se le ocurría pensar que un virus podía alterar tanto nuestras cotidianeidades. No había una deuda externa pendiendo sobre nuestras cabezas cual espada de Damocles. No existía una oposición que apostaba a la desestabilización. Y tampoco el ánimo de nuestra gente estaba por el piso luego de más de 115.000 muertos y millones de contagiados en una pandemia.</p> <p>No pocos sectores del oficialismo intentan, en medio de una campaña electoral, tensionar “por izquierda”. La reacción, que a veces pareciera histérica, sobre el déficit o el superávit de las cuentas públicas, se parece a esas discusiones que solo preocupan a los interesados en cierto metier. La pregunta es si buena parte del kirchnerismo no construye su propia contradicción sin haber entendido, no sólo los tiempos que hoy tocan vivir, sino a la propia jefa política que resulta, a la sazón, la figura más preclara de este tiempo.</p> <p>Si se recurrió a un moderado para presidente, en acuerdo con un buen número de dirigentes con los cuales existía un distanciamiento evidente y con los que se construyó la idea de la “unidad en la diversidad”; si ante la elección de las candidaturas electorales, Cristina Fernández eligió a referentes que no se distinguían por su prosapia k; si ante la crisis de una derrota la salida es con el formato “clásico” de cierto pejotismo, fomentado por la propia vicepresidenta, la pregunta que huelga es si tiene sentido en el interregno de dos elecciones, con diferencia de 60 días, insistir con más progresía cuando, desde hace 28 meses se dan señales de ir por cierto tradicionalismo político, que es el resultante de los límites que ha impuesto la propia sociedad argentina. También resulta válido preguntarse, si es justa la queja sobre la tibieza de Alberto Fernández, cuando es la propia vicepresidenta la que nos dice, con sus actos, que no hay margen para un escenario de mayor audacia política. ¿Cree, en serio, cierto kirchnerismo, que puede emularse determinada épica aceptando de buen grado la decisión, producto de los limitantes de la época, de recostarse sobre aquellos sectores con los que no se tenía una relación fluida? ¿Está pidiendo la sociedad argentina más progresismo? Si ello fuera real, vale preguntarse también con qué actores y referentes institucionales de peso ello se puede construir. Y la pregunta del millón: ¿está dispuesta la propia referente a ir por esa épica?</p> <p>https://twitter.com/INDECArgentina/status/1443651927250776076</p> <p>Podría profundizarse el análisis tratando de responder a una pregunta que viene de los fondos de los tiempos: ¿en qué medida voluntarismo y pragmatismo pueden convivir en tiempos de vacas flacas que no refieren exclusivamente a las carencias económicas?</p> <p>Estas líneas no están planteadas para la crítica, el desánimo o la desesperanza, sino para insistir que nada está definido del todo. Que el objetivo más urgente ni siquiera refiere a ganar o perder una elección de medio término, sino a empezar a cumplir el contrato electoral de 2019, teniendo en claro la doble pandemia que debimos atravesar en los últimos años: la macrista y la del Covid.</p> <p>Parte de esto se refleja en el último dato que el Indec acaba de publicar sobre la pobreza: 40,6%. Es un número que en un país como el nuestro representa un cachetazo, sobre el cual no se puede construir ni épica ni celebración de ningún tipo. Pero que, a la vez, al compararlo con setiembre de 2020 (40,9%), refiere a que, pese al año de restricciones y penurias, la situación no se agravó. Ni por asomo podemos contentarnos. Pero, vaya pues, alguna forma discursiva que sirva para evitar la autoflagelación en tiempos de derrotas electorales en formato de PASO de medio término, y para reconocer la enorme virtud del peronismo que da una respuesta a la sociedad, con sus modos (a veces brutales), de cara a la sociedad, sin echar culpas sobre el electorado, ni mandarnos a dormir tempranamente en una noche de domingo.</p> <p>Desde la base que supone la idea de la Comunidad Organizada, la actualización doctrinaria del kirchnerismo supo construir el concepto de que “Nadie se salva sólo”. Tal vez sea hora de recordarlo. La historia así lo demuestra.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> Una Reivindicación de Años Agitados 2019-05-21T15:51:33-03:00 2019-05-21T15:51:33-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6139-una-reivindicacion-de-anos-agitados Pedro Arrospidegaray (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/4640809c63c10e7ffcf2f34ef45b6205_S.jpg" alt="Cristina Fernández en la Feria del Libro. De fondo, una gigantografía de &quot;Sinceramente&quot;." /></div><div class="K2FeedIntroText"></div><div class="K2FeedFullText"><p>Luego de la dura derrota electoral del 2015 y durante todo el 2016, el kirchnerismo tuvo fuertes autocríticas. Ya en 2017, algunos dirigentes dijeron algo así como que “el tiempo de autoflagelarnos terminó y es hora de demostrarles a los argentinos que podemos tener un país diferente al que nos plantea el ajuste de Macri”. En éste 2019, buena parte de esa autocrítica por lo ocurrido hace cuatro años está terminada. Sin embargo, al calor de la flamante fórmula presidencial Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner, se vio resurgir en algunos un sentimiento de culpabilidad por los caminos elegidos, no ya en referencia al 2015, sino más atrás en el tiempo, período que podríamos arbitrariamente ubicar entre los años 2008 y 2009, cuando algunos compañeros (representados ahora en la figura de Fernández) se alejaron del gobierno que encabezaba la ex presidenta.</p> <p>La búsqueda de la amplitud y de la unidad con los que no piensan exactamente como uno es un aspecto positivo de esta nueva oposición que se está conformando contra el modelo de entrega, exclusión, deuda y hambre de Cambiemos. Cuanto más amplio y generoso sea el armado, mayores chances tendrá de derrotar al gobierno. En ese camino, reconocer errores y recomponer relaciones es una decisión acertada.</p> <p>Ahora bien, el kirchnerismo debe acercarse desde lo que es, no desconociendo su propia identidad política, sino con orgullo por lo construido. Sería una equivocación pensar ahora que las decisiones más trascendentes de Cristina Fernández, durante 2008 y 2009, fueron un error. Las luchas con los sectores concentrados del campo por la resolución 125, con los sectores financieros por el fin de las AFJP y con los oligopolios de medios de comunicación por la Ley de Medios generaron un estallido de conciencia y de militancia que no sólo hizo posible el triunfo arrollador de 2011 frente a figuras como Binner, Duhalde, Carrió, Alfonsín y Rodríguez Saá, sino que también fue uno de los factores más importantes para sostener a CFK en el centro de la política nacional durante la larga noche macrista.</p> <p>Jugando irresponsablemente con escenarios hipotéticos, podemos decir que de no haber tomado esas decisiones, Cristina posiblemente habría conservado a los Massa y a los Alberto Fernández -al menos por un tiempo-, pero habría renunciado al clamor popular, a ese fuego generado en miles y miles de argentinos que no se apagó en ninguna de las tantas veces que dieron por muerto al kirchnerismo y que tampoco se apagó un lluvioso día de abril, casi cuatro años después de haber terminado su mandato, haciendo explotar de gente a la Feria del Libro (en el corazón nada menos que de la Sociedad Rural), tan sólo para oír su voz.</p> <p>Son otros tiempos. De unión, reencuentros y acuerdos para sacar de la Casa Rosada al peor gobierno elegido por el voto popular de toda nuestra historia. Pero el esfuerzo debe hacerse sabiendo que los desencuentros de ayer, fueron por decisiones acertadas que buscaban hacer de este, nuestro país, uno más justo, independiente, democrático y soberano.</p> <p>Se terminaron los reproches, es hora de mirar para adelante. Vendrán nuevas batallas.</p> <p> </p> <p><span style="font-weight: 400;"><em>(*)</em> <em>Analista político de Fundamentar.com</em></span></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/4640809c63c10e7ffcf2f34ef45b6205_S.jpg" alt="Cristina Fernández en la Feria del Libro. De fondo, una gigantografía de &quot;Sinceramente&quot;." /></div><div class="K2FeedIntroText"></div><div class="K2FeedFullText"><p>Luego de la dura derrota electoral del 2015 y durante todo el 2016, el kirchnerismo tuvo fuertes autocríticas. Ya en 2017, algunos dirigentes dijeron algo así como que “el tiempo de autoflagelarnos terminó y es hora de demostrarles a los argentinos que podemos tener un país diferente al que nos plantea el ajuste de Macri”. En éste 2019, buena parte de esa autocrítica por lo ocurrido hace cuatro años está terminada. Sin embargo, al calor de la flamante fórmula presidencial Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner, se vio resurgir en algunos un sentimiento de culpabilidad por los caminos elegidos, no ya en referencia al 2015, sino más atrás en el tiempo, período que podríamos arbitrariamente ubicar entre los años 2008 y 2009, cuando algunos compañeros (representados ahora en la figura de Fernández) se alejaron del gobierno que encabezaba la ex presidenta.</p> <p>La búsqueda de la amplitud y de la unidad con los que no piensan exactamente como uno es un aspecto positivo de esta nueva oposición que se está conformando contra el modelo de entrega, exclusión, deuda y hambre de Cambiemos. Cuanto más amplio y generoso sea el armado, mayores chances tendrá de derrotar al gobierno. En ese camino, reconocer errores y recomponer relaciones es una decisión acertada.</p> <p>Ahora bien, el kirchnerismo debe acercarse desde lo que es, no desconociendo su propia identidad política, sino con orgullo por lo construido. Sería una equivocación pensar ahora que las decisiones más trascendentes de Cristina Fernández, durante 2008 y 2009, fueron un error. Las luchas con los sectores concentrados del campo por la resolución 125, con los sectores financieros por el fin de las AFJP y con los oligopolios de medios de comunicación por la Ley de Medios generaron un estallido de conciencia y de militancia que no sólo hizo posible el triunfo arrollador de 2011 frente a figuras como Binner, Duhalde, Carrió, Alfonsín y Rodríguez Saá, sino que también fue uno de los factores más importantes para sostener a CFK en el centro de la política nacional durante la larga noche macrista.</p> <p>Jugando irresponsablemente con escenarios hipotéticos, podemos decir que de no haber tomado esas decisiones, Cristina posiblemente habría conservado a los Massa y a los Alberto Fernández -al menos por un tiempo-, pero habría renunciado al clamor popular, a ese fuego generado en miles y miles de argentinos que no se apagó en ninguna de las tantas veces que dieron por muerto al kirchnerismo y que tampoco se apagó un lluvioso día de abril, casi cuatro años después de haber terminado su mandato, haciendo explotar de gente a la Feria del Libro (en el corazón nada menos que de la Sociedad Rural), tan sólo para oír su voz.</p> <p>Son otros tiempos. De unión, reencuentros y acuerdos para sacar de la Casa Rosada al peor gobierno elegido por el voto popular de toda nuestra historia. Pero el esfuerzo debe hacerse sabiendo que los desencuentros de ayer, fueron por decisiones acertadas que buscaban hacer de este, nuestro país, uno más justo, independiente, democrático y soberano.</p> <p>Se terminaron los reproches, es hora de mirar para adelante. Vendrán nuevas batallas.</p> <p> </p> <p><span style="font-weight: 400;"><em>(*)</em> <em>Analista político de Fundamentar.com</em></span></p></div> Junio: ¿Mes Bisagra? 2017-07-05T09:44:53-03:00 2017-07-05T09:44:53-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5901-junio-mes-bisagra MIGUEL GÓMEZ(*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/c15dbb7776cb38219805ce96757c74f3_S.jpg" alt="Junio: ¿Mes Bisagra?" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h4><strong>Finalizó junio y con él un tiempo que ha traído “novedades” que poco nos alientan sobre los problemas sociales y políticos del país. ¿Será junio el peor mes de la era Macri? Algunos indicios ya se hacen visibles. </strong></h4></div><div class="K2FeedFullText"><p>Acaba de terminar el mes de junio y con él un tiempo que ha traído “novedades” que poco nos alientan sobre los problemas sociales y políticos del país. Algunos meses atrás (Marzo), ante el deterioro evidente en la gestión del gobierno y en la imagen del presidente Mauricio Macri, el bloque dominante decidió un viraje en la estrategia política y fundamentalmente comunicacional: dejó de lado la idea de un “gobierno para todos” y retomó el foco, cual plena campaña electoral, en el adversario/enemigo que más cómodo le sienta, el kirchnerismo. El segundo trimestre se desarrolló en esos términos: todo lo malo que sucedía obedecía a la herencia recibida o a las obscuras e inconfesables intenciones del mundillo K que sólo estaba interesado en desgastar la imagen del oficialismo. En ese contexto, y a caballo del enorme aparato mediático que opera para el gobierno (tener en cuenta ahora la fusión entre Telecom y Cablevisión), omitiendo y tergiversando verdades evidentes, el frente que conduce el presidente logró frenar la caída, repechar la cuesta y retomar la iniciativa en algunos temas “sensibles” para la sociedad. En aquel momento, la cuenta la terminaron pagando, entre otros, los docentes que a nivel nacional se quedaron sin paritaria y los de la provincia de Buenos Aires que navegaron todo este tiempo sin una oferta superadora real que morigere el conflicto en el Estado más grande de la Argentina, cuestión que recién fue realizada y aprobada sobre los primeros días de julio.</p> <p>Pero como las buenas no duran para siempre, y sobre todo si el proyecto no contempla a las mayorías, en este fenecido mes de junio, nuevamente el oficialismo enfrentó severos cuestionamientos que hacen dudar de sus chances electorales en este 2017.</p> <p>El combo es variopinto: revisión, eliminación y supuesta vuelta atrás de miles de pensiones por discapacidad y por viudez que se cobraban hacía décadas; de los programas Pro.gre.sar que representan un aliciente para el estudio de los jóvenes menos favorecidos del sistema; un reciente aumento de los combustibles lo cual hace suponer un verificable traslado al índice de precios, un dólar que ya pasó la barrera de los $17 alcanzando un récord histórico y, una vez más, reforzando la espiral inflacionaria teniendo en cuenta la recurrente dependencia argentina del tipo de cambio; la confirmación del sobre endeudamiento al que se enfrenta el país para enfrentar gastos “corrientes” lo que llevó al extremo de tomar deuda por la friolera de cien años; el crecimiento del desempleo a lo largo y ancho del país re posicionando al Gran Rosario y al Gran Mar del Plata como las regiones más afectadas en un notable deja vú de los noventa; el escándalo del Correo Argentino que no cesa; el avance sobre la Justicia Laboral y las supuestas “mafias” que atentan contra la generación de empleo; el fracaso oficial en la posibilidad de declarar al país como mercado emergente lo cual le permitiría acceder a mejores condiciones de crédito internacional; y la represión en la 9 de Julio de la última semana son todos hechos que resumen este junio que se ha ido. Sí, señor lector. No es un recorrido por los últimos 18 meses de gestión presidencial ni mucho menos, sino que nos aconteció a todos, de una u otra manera, en los últimos treinta días.</p> <p>¿Será junio el peor mes de la era Macri? Algunos indicios ya se hacen visibles. En las últimas horas  se conoció el nuevo <a href="http://www.utdt.edu/ver_contenido.php?id_contenido=1439&amp;id_item_menu=2964" target="_blank" rel="alternate">Informe de Confianza en el Gobierno (ICG)</a> que construye la Universidad Torcuato Di Tella y que habla de un deterioro persistente del índice como nunca se había visto en el último año y medio.</p> <p>Se traducirá todo lo expuesto en una baja imagen de los candidatos de Cambiemos de aquí a las PASO y a las elecciones generales? Difícil de predecirlo. Básicamente, porque la gran apuesta gubernamental es seguir azuzando el fantasma K y una de las grandes dudas es saber si esa porción del electorado que en noviembre de 2015 le dio un voto de confianza al ex Jefe de Gobierno porteño, cansado de la gestión kirchnerista ha sido afectado y en qué medida por las políticas oficiales. ¿Habrá un nuevo voto de confianza, esperanzados en que, ahora sí, comenzarán a asomar los brotes verdes o el deterioro ya es inevitable de subsanar? Imposible saberlo ahora. Agosto y octubre nos darán alguna forma de respuesta. Lo concreto es que Junio no parece ser una buena plataforma de lanzamiento para Cambiemos.</p> <p> </p> <p><em>(*) Analista político de Fundamentar</em></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/c15dbb7776cb38219805ce96757c74f3_S.jpg" alt="Junio: ¿Mes Bisagra?" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h4><strong>Finalizó junio y con él un tiempo que ha traído “novedades” que poco nos alientan sobre los problemas sociales y políticos del país. ¿Será junio el peor mes de la era Macri? Algunos indicios ya se hacen visibles. </strong></h4></div><div class="K2FeedFullText"><p>Acaba de terminar el mes de junio y con él un tiempo que ha traído “novedades” que poco nos alientan sobre los problemas sociales y políticos del país. Algunos meses atrás (Marzo), ante el deterioro evidente en la gestión del gobierno y en la imagen del presidente Mauricio Macri, el bloque dominante decidió un viraje en la estrategia política y fundamentalmente comunicacional: dejó de lado la idea de un “gobierno para todos” y retomó el foco, cual plena campaña electoral, en el adversario/enemigo que más cómodo le sienta, el kirchnerismo. El segundo trimestre se desarrolló en esos términos: todo lo malo que sucedía obedecía a la herencia recibida o a las obscuras e inconfesables intenciones del mundillo K que sólo estaba interesado en desgastar la imagen del oficialismo. En ese contexto, y a caballo del enorme aparato mediático que opera para el gobierno (tener en cuenta ahora la fusión entre Telecom y Cablevisión), omitiendo y tergiversando verdades evidentes, el frente que conduce el presidente logró frenar la caída, repechar la cuesta y retomar la iniciativa en algunos temas “sensibles” para la sociedad. En aquel momento, la cuenta la terminaron pagando, entre otros, los docentes que a nivel nacional se quedaron sin paritaria y los de la provincia de Buenos Aires que navegaron todo este tiempo sin una oferta superadora real que morigere el conflicto en el Estado más grande de la Argentina, cuestión que recién fue realizada y aprobada sobre los primeros días de julio.</p> <p>Pero como las buenas no duran para siempre, y sobre todo si el proyecto no contempla a las mayorías, en este fenecido mes de junio, nuevamente el oficialismo enfrentó severos cuestionamientos que hacen dudar de sus chances electorales en este 2017.</p> <p>El combo es variopinto: revisión, eliminación y supuesta vuelta atrás de miles de pensiones por discapacidad y por viudez que se cobraban hacía décadas; de los programas Pro.gre.sar que representan un aliciente para el estudio de los jóvenes menos favorecidos del sistema; un reciente aumento de los combustibles lo cual hace suponer un verificable traslado al índice de precios, un dólar que ya pasó la barrera de los $17 alcanzando un récord histórico y, una vez más, reforzando la espiral inflacionaria teniendo en cuenta la recurrente dependencia argentina del tipo de cambio; la confirmación del sobre endeudamiento al que se enfrenta el país para enfrentar gastos “corrientes” lo que llevó al extremo de tomar deuda por la friolera de cien años; el crecimiento del desempleo a lo largo y ancho del país re posicionando al Gran Rosario y al Gran Mar del Plata como las regiones más afectadas en un notable deja vú de los noventa; el escándalo del Correo Argentino que no cesa; el avance sobre la Justicia Laboral y las supuestas “mafias” que atentan contra la generación de empleo; el fracaso oficial en la posibilidad de declarar al país como mercado emergente lo cual le permitiría acceder a mejores condiciones de crédito internacional; y la represión en la 9 de Julio de la última semana son todos hechos que resumen este junio que se ha ido. Sí, señor lector. No es un recorrido por los últimos 18 meses de gestión presidencial ni mucho menos, sino que nos aconteció a todos, de una u otra manera, en los últimos treinta días.</p> <p>¿Será junio el peor mes de la era Macri? Algunos indicios ya se hacen visibles. En las últimas horas  se conoció el nuevo <a href="http://www.utdt.edu/ver_contenido.php?id_contenido=1439&amp;id_item_menu=2964" target="_blank" rel="alternate">Informe de Confianza en el Gobierno (ICG)</a> que construye la Universidad Torcuato Di Tella y que habla de un deterioro persistente del índice como nunca se había visto en el último año y medio.</p> <p>Se traducirá todo lo expuesto en una baja imagen de los candidatos de Cambiemos de aquí a las PASO y a las elecciones generales? Difícil de predecirlo. Básicamente, porque la gran apuesta gubernamental es seguir azuzando el fantasma K y una de las grandes dudas es saber si esa porción del electorado que en noviembre de 2015 le dio un voto de confianza al ex Jefe de Gobierno porteño, cansado de la gestión kirchnerista ha sido afectado y en qué medida por las políticas oficiales. ¿Habrá un nuevo voto de confianza, esperanzados en que, ahora sí, comenzarán a asomar los brotes verdes o el deterioro ya es inevitable de subsanar? Imposible saberlo ahora. Agosto y octubre nos darán alguna forma de respuesta. Lo concreto es que Junio no parece ser una buena plataforma de lanzamiento para Cambiemos.</p> <p> </p> <p><em>(*) Analista político de Fundamentar</em></p></div> Macri lo Hizo 2016-05-03T23:00:45-03:00 2016-05-03T23:00:45-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5320-macri-lo-hizo MIGUEL GÓMEZ(*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/f249d2d223759126fd91eac3235976a9_S.jpg" alt="Macri lo Hizo" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p>Macri lo hizo. De esa manera se interpretaba durante la semana anterior, la enorme movilización que aglutinó, por primera vez en la historia, a las cinco centrales sindicales argentinas. Escenario impensado algunos pocos meses atrás, el dinámico escenario político nacional dio una nueva señal que merece ser puesto bajo análisis.</p></div><div class="K2FeedFullText"><p>Una pregunta a responder es si este conjunto movilizado representa, ya, un nuevo bloque monolítico de disputa y expresión de poder. Nada más alejado de la realidad. Si alguien, previamente, pensaba en un sentido afirmativo, la respuesta vino rápidamente de la mano de Luis Barrionuevo quien más temprano que tarde despegó su cuerpo de la movilización, justificando su postura en razones de identificación partidaria que parecieron desconectadas del sentido general que tenía el hecho político, y anunciando la recepción en el Día del Trabajador al jefe del gobierno que era sujeto de cuestionamiento por sus pares sindicales.</p> <p>Es dudoso suponer que siquiera alguna de las personas asistentes al masivo acto supusiera que, de ahora en más, el sindicalismo argentino se muestre unido en la acción y en la construcción política, eliminando de un plumazo, décadas de atomización sindical. En una charla en off con referentes sindicales rosarinos, el comentario era coincidente: más allá de los matices todos señalaban el importante número de trabajadores movilizados pero también comentaban que muchos gremios se habían retirado antes o durante el tiempo de los discursos. Las diferencias son claras y están a la vista. Por historia y también por metodología de construcción política. </p> <p>Pero el hecho político es claro: luego de la experiencia histórica de los 90', con un gobierno que cuenta con parte de su discurso que rememora ese período y de unos cuantos funcionarios que fueron protagonistas de ese tiempo, varios sindicatos se movilizaron por lo que ya es una realidad (revisar el crecimiento del desempleo en el sector público y en algunas ramas de la actividad industrial), pero la mayoría lo hizo como un alerta a un tiempo que no quieren volver a vivir.</p> <p>La postura oficial tampoco parece ayudar por cierto. Negación al comienzo (algún funcionario afirmó por allí que los trabajadores se movilizarían por la celebración del 1° de Mayo), y declaraciones que tenían mucho de cinismo después (Marcos Peña señaló que el gobierno trabajaba por los mismos objetivos de los trabajadores); ambos momentos parecieron ahondar las diferencias pero, antes que nada, suponen una lectura oficial errónea de lo que sucedió, pero fundamentalmente, de lo que viene.</p> <p>Valía preguntarse entonces, cómo sería la interpretación a la luz pública del Pte. Mauricio Macri. Y la respuesta vino de la mano del acto anteriormente señalado que fuera organizado por los gastronómicos que conduce Luis Barrionuevo. Sin temor de quedar en el ridículo, y tratando de activar ciertas coincidencias con aquellos sectores sociales que vinculan al empleo público con la vagancia, el líder de PRO no dudó en señalar que "hace cinco años que no se genera trabajo de calidad, porque ocultaron el desempleo con trabajo público inútil. La primera víctima es la persona, cuando se da cuenta que no cumple una tarea útil para la sociedad. La suma de los empleos inútiles es una ruta descuidada donde los argentinos pierden la vida”. Como puede verse, el oficialismo no ha elegido poner paños fríos a una situación que lo condiciona a poco menos de cinco meses de haber llegado al poder, sino que intenta reforzar un discurso confrontativo, tratando de mostrar una fortaleza que algunos actores políticos a esta altura ya dudan que tenga y cuando, diversos referentes mediáticos que han actuado como soporte ideológico de la campaña pero también de la inicial administración oficialista, han comenzado a mostrarse muy preocupados por la falta de gestión política que atraviesa el gobierno, habiendo "perdido la calle" a manos del kirchnerismo puro y duro primero (citación a Cristina en Tribunales) y de una gran mayoría de sindicalistas naturalmente opositores (y otros no tanto), después.</p> <p>El tiempo actual muestra un escenario de marcada incertidumbre que alcanza a propios y extraños. Será necesario un viraje en la construcción política que, cotidiana y estratégicamente, intenta el gobierno nacional. Las alternativas podrán ser de lo más variadas. Pero sólo hay una cosa segura. El sol no puede taparse con la mano...    </p> <p> </p> <p>(*) Politólogo de la Fundación Para la Integración Federal</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/f249d2d223759126fd91eac3235976a9_S.jpg" alt="Macri lo Hizo" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p>Macri lo hizo. De esa manera se interpretaba durante la semana anterior, la enorme movilización que aglutinó, por primera vez en la historia, a las cinco centrales sindicales argentinas. Escenario impensado algunos pocos meses atrás, el dinámico escenario político nacional dio una nueva señal que merece ser puesto bajo análisis.</p></div><div class="K2FeedFullText"><p>Una pregunta a responder es si este conjunto movilizado representa, ya, un nuevo bloque monolítico de disputa y expresión de poder. Nada más alejado de la realidad. Si alguien, previamente, pensaba en un sentido afirmativo, la respuesta vino rápidamente de la mano de Luis Barrionuevo quien más temprano que tarde despegó su cuerpo de la movilización, justificando su postura en razones de identificación partidaria que parecieron desconectadas del sentido general que tenía el hecho político, y anunciando la recepción en el Día del Trabajador al jefe del gobierno que era sujeto de cuestionamiento por sus pares sindicales.</p> <p>Es dudoso suponer que siquiera alguna de las personas asistentes al masivo acto supusiera que, de ahora en más, el sindicalismo argentino se muestre unido en la acción y en la construcción política, eliminando de un plumazo, décadas de atomización sindical. En una charla en off con referentes sindicales rosarinos, el comentario era coincidente: más allá de los matices todos señalaban el importante número de trabajadores movilizados pero también comentaban que muchos gremios se habían retirado antes o durante el tiempo de los discursos. Las diferencias son claras y están a la vista. Por historia y también por metodología de construcción política. </p> <p>Pero el hecho político es claro: luego de la experiencia histórica de los 90', con un gobierno que cuenta con parte de su discurso que rememora ese período y de unos cuantos funcionarios que fueron protagonistas de ese tiempo, varios sindicatos se movilizaron por lo que ya es una realidad (revisar el crecimiento del desempleo en el sector público y en algunas ramas de la actividad industrial), pero la mayoría lo hizo como un alerta a un tiempo que no quieren volver a vivir.</p> <p>La postura oficial tampoco parece ayudar por cierto. Negación al comienzo (algún funcionario afirmó por allí que los trabajadores se movilizarían por la celebración del 1° de Mayo), y declaraciones que tenían mucho de cinismo después (Marcos Peña señaló que el gobierno trabajaba por los mismos objetivos de los trabajadores); ambos momentos parecieron ahondar las diferencias pero, antes que nada, suponen una lectura oficial errónea de lo que sucedió, pero fundamentalmente, de lo que viene.</p> <p>Valía preguntarse entonces, cómo sería la interpretación a la luz pública del Pte. Mauricio Macri. Y la respuesta vino de la mano del acto anteriormente señalado que fuera organizado por los gastronómicos que conduce Luis Barrionuevo. Sin temor de quedar en el ridículo, y tratando de activar ciertas coincidencias con aquellos sectores sociales que vinculan al empleo público con la vagancia, el líder de PRO no dudó en señalar que "hace cinco años que no se genera trabajo de calidad, porque ocultaron el desempleo con trabajo público inútil. La primera víctima es la persona, cuando se da cuenta que no cumple una tarea útil para la sociedad. La suma de los empleos inútiles es una ruta descuidada donde los argentinos pierden la vida”. Como puede verse, el oficialismo no ha elegido poner paños fríos a una situación que lo condiciona a poco menos de cinco meses de haber llegado al poder, sino que intenta reforzar un discurso confrontativo, tratando de mostrar una fortaleza que algunos actores políticos a esta altura ya dudan que tenga y cuando, diversos referentes mediáticos que han actuado como soporte ideológico de la campaña pero también de la inicial administración oficialista, han comenzado a mostrarse muy preocupados por la falta de gestión política que atraviesa el gobierno, habiendo "perdido la calle" a manos del kirchnerismo puro y duro primero (citación a Cristina en Tribunales) y de una gran mayoría de sindicalistas naturalmente opositores (y otros no tanto), después.</p> <p>El tiempo actual muestra un escenario de marcada incertidumbre que alcanza a propios y extraños. Será necesario un viraje en la construcción política que, cotidiana y estratégicamente, intenta el gobierno nacional. Las alternativas podrán ser de lo más variadas. Pero sólo hay una cosa segura. El sol no puede taparse con la mano...    </p> <p> </p> <p>(*) Politólogo de la Fundación Para la Integración Federal</p></div> Leer la Realidad Más Allá de la Derecha y la Izquierda (II) 2015-08-24T16:55:35-03:00 2015-08-24T16:55:35-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5063-leer-la-realidad-mas-alla-de-la-derecha-y-la-izquierda-ii NOEMÍ S. RABBIA hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/388e00cea7b04a25bc8bc7fb61cbe2af_S.jpg" alt="Leer la Realidad Más Allá de la Derecha y la Izquierda (II)" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Hoy en d&iacute;a las palabras &ldquo;izquierda&rdquo; e &ldquo;izquierdista&rdquo; vienen frecuentemente acompa&ntilde;ando gran parte de las conversaciones pol&iacute;ticas cotidianas e inexorablemente volvemos al tan trillado debate acerca de la existencia de la derecha y la izquierda en los tiempos de la post modernidad, que ser&iacute;a ahora. La discusi&oacute;n es clave cuando se refiere a Am&eacute;rica Latina, donde en los &uacute;ltimos diez a&ntilde;os y m&aacute;s ha habido un corrimiento hacia la izquierda de los gobiernos de la regi&oacute;n en contraposici&oacute;n a la d&eacute;cada de los noventa en que imperaron las pol&iacute;ticas y gobiernos de corte neoliberal.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Hace algunos a&ntilde;os en un art&iacute;culo similar a este me encomendaba a la tarea, para nada simple, de intentar ser elocuente y simple en el an&aacute;lisis de si a&uacute;n podemos hablar de izquierda y derecha en la forma tajante que se hablara d&eacute;cadas atr&aacute;s, e incluso siglos. En numerosas ocasiones, sobre todo en la pol&iacute;tica latinoamericana actual, muchos analistas consumen su tiempo en el debate de esta cuesti&oacute;n, concentrando sus esfuerzos en una b&uacute;squeda incansable de etiquetas que, a mi criterio, ya no pueden ser tan determinantes y tajantes como anta&ntilde;o.</p> <p> Como sabemos, la pol&iacute;tica es una arena, un campo de batalla, donde distintos actores se juegan todo por el todo en pos de alcanzar un lugar en dicho universo. Como en toda lucha, los escenarios se modifican, lo hacen continuamente y no necesariamente siguiendo patrones iguales. Luego est&aacute;n las ideolog&iacute;as, los principios rectores en los cuales nos ubicamos o ubicamos a qui&eacute;nes nos representan. Y pese a la diversidad de fuerzas pol&iacute;ticas que puedan llegar a encontrarse en el espectro pol&iacute;tico, sus extremos son dos: como ya imaginar&aacute;n, hablamos de la izquierda y de la derecha.</p> <p> La primera pregunta que nace entonces es a qu&eacute; nos referimos cuando hablamos de izquierda y derecha. En retrospectiva, la historia de los t&eacute;rminos &ldquo;derecha&rdquo; e &ldquo;izquierda&rdquo; se remonta a los a&ntilde;os de la Revoluci&oacute;n Francesa. En aquellos tiempos en que la Asamblea Constituyente debat&iacute;a sobre el futuro de Francia, los diferentes grupos que estaban a favor o en contra de la monarqu&iacute;a se ubicaban en distintos lugares. Desde la perspectiva de alguien que entrara a la c&aacute;mara los revolucionarios, es decir, quienes se opon&iacute;an a la monarqu&iacute;a (los jacobinos) estaban ubicados en el extremo izquierdo de dicho lugar; por su parte, los funcionarios que ocupaban la mayor&iacute;a de los ministerios de gobierno (los girondinos), se sentaban en las bancas inferiores, m&aacute;s pr&oacute;ximas a los estrados y se reun&iacute;an a discutir entre s&iacute; en el rinc&oacute;n derecho del recinto.</p> <p> La Revoluci&oacute;n Francesa, como sabemos, sent&oacute; las bases de muchas nociones b&aacute;sicas de la vida pol&iacute;tica y social actual. La dicotom&iacute;a entre derecha e izquierda no parece ser la excepci&oacute;n a la regla. Es as&iacute; que a&uacute;n hoy, salvando las obvias diferencias, solemos considerar &ldquo;izquierda&rdquo; a aquellos actores que, como los jacobinos, buscan transformar de forma radical y profunda la disposici&oacute;n de las cosas y las reglas de juego de la vida socio &ndash; pol&iacute;tica e identificamos con la &ldquo;derecha&rdquo; a otros que, como los girondinos, defienden el status quo o regresar al orden &ldquo;alterado&rdquo; por las transformaciones radicales. Con el tiempo, a dichas definiciones se han sumado condimentos de otro tipo, como la asociaci&oacute;n de la derecha tendiente a defender los derechos individuales y a la izquierda m&aacute;s cercana a la idea de bien com&uacute;n o social.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> La amenaza &ldquo;izquierdista&rdquo; en Am&eacute;rica Latina es un clich&eacute; utilizado por actores con intereses opuestos a las pol&iacute;ticas de alto contenido social llevadas a cabo por gran parte de los gobiernos de la regi&oacute;n en los &uacute;ltimos a&ntilde;os.</p> <p> M&aacute;s all&aacute; de la derecha y la izquierda en su acepci&oacute;n m&aacute;s pura, la segunda pregunta que surge es cu&aacute;l es la vigencia que tales absolutos poseen en el juego pol&iacute;tico actual. Lo cierto es que vivimos en un mundo con un mercado predominantemente guiado por la l&oacute;gica liberal, que prioriza las libertades individuales por encima del bien com&uacute;n. &iquest;Significa ello que el Estado deba seguir la misma l&oacute;gica? &iquest;Es posible la existencia de un Estado que conjugue principios de transformaci&oacute;n profunda en un contexto internacional dominado por las variables econ&oacute;micas y la especulaci&oacute;n?</p> <p> Pues bien, si consideramos que la ideolog&iacute;a es la forma en que los diferentes actores leen la realidad, entonces podr&iacute;amos decir que un Estado que lea su realidad alejada del polo de la derecha, -incluso en un contexto econ&oacute;mico internacional &ldquo;derechizado&rdquo;- es totalmente posible. No significa por ello que necesariamente hablemos de un Estado de izquierda. Las sociedades son organismos vivos que desde sus comienzos se han caracterizado por su dinamismo y en consecuencia por su creciente diversificaci&oacute;n. Cuando la sociedad se diversifica es razonable que el Estado lo haga tambi&eacute;n.</p> <p> Como sabemos, los medios de comunicaci&oacute;n cumplen en ciertas ocasiones el rol de mediadores entre la sociedad y la pol&iacute;tica, ya que no s&oacute;lo son formadores de opini&oacute;n, sino tambi&eacute;n de perfiles e im&aacute;genes. Su rol en el juego pol&iacute;tico en numerosas oportunidades se encuentra atravesado por intereses espec&iacute;ficos que, por tanto, terminan de definir la interpretaci&oacute;n altamente subjetiva de las cuestiones pol&iacute;ticas. Tambi&eacute;n esto explica por qu&eacute; algunos grupos exponen la dicotom&iacute;a derecha-izquierda como &uacute;ltima explicaci&oacute;n de la realidad pol&iacute;tica.</p> <p> Como ya se dijo, los conceptos de izquierda y derecha nacieron con la Revoluci&oacute;n Francesa, pero muchos polit&oacute;logos consideran que han perdido gran parte de su fuerza como expresiones t&aacute;citas de posici&oacute;n pol&iacute;tica. No obstante, incluso en la actualidad se suele seguir invitando a la opini&oacute;n p&uacute;blica a pensar la realidad en t&eacute;rminos de izquierda y derecha utilizando dichos conceptos de manera inmutable sin otro prop&oacute;sito m&aacute;s que crear etiquetas pol&iacute;ticas negativas sobre ciertos gobiernos. La amenaza &ldquo;izquierdista&rdquo; en Am&eacute;rica Latina es un clich&eacute; utilizado por actores con intereses opuestos a las pol&iacute;ticas de alto contenido social llevadas a cabo por gran parte de los gobiernos de la regi&oacute;n en los &uacute;ltimos a&ntilde;os.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/Nestor_y_Cristina_saludando.jpg" style="width: 750px; height: 563px;" /></p> <p> En el caso de Argentina, a m&aacute;s de una d&eacute;cada de la llegada de N&eacute;stor Kirchner al poder, se sigue escuchando esta discusi&oacute;n entre izquierda y derecha. Existen enconados debates sobre si las pol&iacute;ticas llevadas a cabo desde entonces pertenecen puramente a un lado u otro del gran espectro pol&iacute;tico. Lo que se pierde de vista &ndash;voluntaria y/o involuntariamente- es que quiz&aacute; lo que importa no es la etiqueta que deber&iacute;a adjudic&aacute;rsele a un gobierno como el kirchnerista sino aceptar que la pol&iacute;tica argentina vive uno de los per&iacute;odos pol&iacute;ticos m&aacute;s efervescentes de las &uacute;ltimas d&eacute;cadas y que ello no debe considerarse necesariamente como algo negativo. Lejos parecen haber quedado los tiempos de una reinante indiferencia social y el autismo frente a lo que pasa en el mundo de la pol&iacute;tica. Como consecuencia de ello, las divergencias y la diversidad de opiniones tambi&eacute;n se han multiplicado.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> La oposici&oacute;n comienza a darse cuenta que existen l&iacute;mites a los retrocesos que la sociedad argentina actual est&aacute; dispuesta a negociar.&nbsp;</p> <p> M&aacute;s all&aacute; del debate entre izquierda y derecha, el Kirchnerismo ha tenido la habilidad de crear un &ldquo;punto de referencia&rdquo; habi&eacute;ndolo elevado por encima de niveles hist&oacute;ricos que se resumen en la frase &ldquo;nunca menos&rdquo;. Ese punto de referencia es lo que cada argentino espera, o deber&iacute;a esperar, de los gobiernos venideros m&aacute;s all&aacute; del lugar en el espectro pol&iacute;tico donde queramos colocarlo. El m&aacute;gico cambio en el discurso electoral de Mauricio Macri en los &uacute;ltimos tiempos es un claro ejemplo de ello. La oposici&oacute;n comienza a darse cuenta que existen l&iacute;mites a los retrocesos que la sociedad argentina actual est&aacute; dispuesta a negociar.</p> <p> El Estado ha dejado de ser ant&oacute;nimo de eficiencia. La &uacute;ltima d&eacute;cada ha visto de la mano del Kirchnerismo una revalorizaci&oacute;n de la idea de obra p&uacute;blica, de lo estatal e incluso del pago de impuestos como una forma de construir bienestar mediante sistemas solidarios en pos de bienes colectivos. Es cierto, quiz&aacute; estemos m&aacute;s cerca de la izquierda que anta&ntilde;o, no como un absoluto pol&iacute;tico, sino m&aacute;s bien como un recordatorio de la necesidad de conservar el instinto transformador.</p> <p> En un mundo donde priman los principios econ&oacute;micos liberales, tenemos que obligarnos a pensar (en palabras del Pepe Mujica) &ldquo;qu&eacute; ser&iacute;a del mundo si no existiera una actitud de izquierda, que a&uacute;n en el fracaso obliga a repartir, tiene un grito solidario, se acuerda de los que van quedando al costado del camino&hellip; &iexcl;qu&eacute; desastre ser&iacute;a el hombre&rdquo;.&nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*) Licenciada en Relaciones Internacionales de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>-Nota del editor:</strong> Este art&iacute;culo fue recepcionado el 01 de Agosto de 2015</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/388e00cea7b04a25bc8bc7fb61cbe2af_S.jpg" alt="Leer la Realidad Más Allá de la Derecha y la Izquierda (II)" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Hoy en d&iacute;a las palabras &ldquo;izquierda&rdquo; e &ldquo;izquierdista&rdquo; vienen frecuentemente acompa&ntilde;ando gran parte de las conversaciones pol&iacute;ticas cotidianas e inexorablemente volvemos al tan trillado debate acerca de la existencia de la derecha y la izquierda en los tiempos de la post modernidad, que ser&iacute;a ahora. La discusi&oacute;n es clave cuando se refiere a Am&eacute;rica Latina, donde en los &uacute;ltimos diez a&ntilde;os y m&aacute;s ha habido un corrimiento hacia la izquierda de los gobiernos de la regi&oacute;n en contraposici&oacute;n a la d&eacute;cada de los noventa en que imperaron las pol&iacute;ticas y gobiernos de corte neoliberal.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Hace algunos a&ntilde;os en un art&iacute;culo similar a este me encomendaba a la tarea, para nada simple, de intentar ser elocuente y simple en el an&aacute;lisis de si a&uacute;n podemos hablar de izquierda y derecha en la forma tajante que se hablara d&eacute;cadas atr&aacute;s, e incluso siglos. En numerosas ocasiones, sobre todo en la pol&iacute;tica latinoamericana actual, muchos analistas consumen su tiempo en el debate de esta cuesti&oacute;n, concentrando sus esfuerzos en una b&uacute;squeda incansable de etiquetas que, a mi criterio, ya no pueden ser tan determinantes y tajantes como anta&ntilde;o.</p> <p> Como sabemos, la pol&iacute;tica es una arena, un campo de batalla, donde distintos actores se juegan todo por el todo en pos de alcanzar un lugar en dicho universo. Como en toda lucha, los escenarios se modifican, lo hacen continuamente y no necesariamente siguiendo patrones iguales. Luego est&aacute;n las ideolog&iacute;as, los principios rectores en los cuales nos ubicamos o ubicamos a qui&eacute;nes nos representan. Y pese a la diversidad de fuerzas pol&iacute;ticas que puedan llegar a encontrarse en el espectro pol&iacute;tico, sus extremos son dos: como ya imaginar&aacute;n, hablamos de la izquierda y de la derecha.</p> <p> La primera pregunta que nace entonces es a qu&eacute; nos referimos cuando hablamos de izquierda y derecha. En retrospectiva, la historia de los t&eacute;rminos &ldquo;derecha&rdquo; e &ldquo;izquierda&rdquo; se remonta a los a&ntilde;os de la Revoluci&oacute;n Francesa. En aquellos tiempos en que la Asamblea Constituyente debat&iacute;a sobre el futuro de Francia, los diferentes grupos que estaban a favor o en contra de la monarqu&iacute;a se ubicaban en distintos lugares. Desde la perspectiva de alguien que entrara a la c&aacute;mara los revolucionarios, es decir, quienes se opon&iacute;an a la monarqu&iacute;a (los jacobinos) estaban ubicados en el extremo izquierdo de dicho lugar; por su parte, los funcionarios que ocupaban la mayor&iacute;a de los ministerios de gobierno (los girondinos), se sentaban en las bancas inferiores, m&aacute;s pr&oacute;ximas a los estrados y se reun&iacute;an a discutir entre s&iacute; en el rinc&oacute;n derecho del recinto.</p> <p> La Revoluci&oacute;n Francesa, como sabemos, sent&oacute; las bases de muchas nociones b&aacute;sicas de la vida pol&iacute;tica y social actual. La dicotom&iacute;a entre derecha e izquierda no parece ser la excepci&oacute;n a la regla. Es as&iacute; que a&uacute;n hoy, salvando las obvias diferencias, solemos considerar &ldquo;izquierda&rdquo; a aquellos actores que, como los jacobinos, buscan transformar de forma radical y profunda la disposici&oacute;n de las cosas y las reglas de juego de la vida socio &ndash; pol&iacute;tica e identificamos con la &ldquo;derecha&rdquo; a otros que, como los girondinos, defienden el status quo o regresar al orden &ldquo;alterado&rdquo; por las transformaciones radicales. Con el tiempo, a dichas definiciones se han sumado condimentos de otro tipo, como la asociaci&oacute;n de la derecha tendiente a defender los derechos individuales y a la izquierda m&aacute;s cercana a la idea de bien com&uacute;n o social.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> La amenaza &ldquo;izquierdista&rdquo; en Am&eacute;rica Latina es un clich&eacute; utilizado por actores con intereses opuestos a las pol&iacute;ticas de alto contenido social llevadas a cabo por gran parte de los gobiernos de la regi&oacute;n en los &uacute;ltimos a&ntilde;os.</p> <p> M&aacute;s all&aacute; de la derecha y la izquierda en su acepci&oacute;n m&aacute;s pura, la segunda pregunta que surge es cu&aacute;l es la vigencia que tales absolutos poseen en el juego pol&iacute;tico actual. Lo cierto es que vivimos en un mundo con un mercado predominantemente guiado por la l&oacute;gica liberal, que prioriza las libertades individuales por encima del bien com&uacute;n. &iquest;Significa ello que el Estado deba seguir la misma l&oacute;gica? &iquest;Es posible la existencia de un Estado que conjugue principios de transformaci&oacute;n profunda en un contexto internacional dominado por las variables econ&oacute;micas y la especulaci&oacute;n?</p> <p> Pues bien, si consideramos que la ideolog&iacute;a es la forma en que los diferentes actores leen la realidad, entonces podr&iacute;amos decir que un Estado que lea su realidad alejada del polo de la derecha, -incluso en un contexto econ&oacute;mico internacional &ldquo;derechizado&rdquo;- es totalmente posible. No significa por ello que necesariamente hablemos de un Estado de izquierda. Las sociedades son organismos vivos que desde sus comienzos se han caracterizado por su dinamismo y en consecuencia por su creciente diversificaci&oacute;n. Cuando la sociedad se diversifica es razonable que el Estado lo haga tambi&eacute;n.</p> <p> Como sabemos, los medios de comunicaci&oacute;n cumplen en ciertas ocasiones el rol de mediadores entre la sociedad y la pol&iacute;tica, ya que no s&oacute;lo son formadores de opini&oacute;n, sino tambi&eacute;n de perfiles e im&aacute;genes. Su rol en el juego pol&iacute;tico en numerosas oportunidades se encuentra atravesado por intereses espec&iacute;ficos que, por tanto, terminan de definir la interpretaci&oacute;n altamente subjetiva de las cuestiones pol&iacute;ticas. Tambi&eacute;n esto explica por qu&eacute; algunos grupos exponen la dicotom&iacute;a derecha-izquierda como &uacute;ltima explicaci&oacute;n de la realidad pol&iacute;tica.</p> <p> Como ya se dijo, los conceptos de izquierda y derecha nacieron con la Revoluci&oacute;n Francesa, pero muchos polit&oacute;logos consideran que han perdido gran parte de su fuerza como expresiones t&aacute;citas de posici&oacute;n pol&iacute;tica. No obstante, incluso en la actualidad se suele seguir invitando a la opini&oacute;n p&uacute;blica a pensar la realidad en t&eacute;rminos de izquierda y derecha utilizando dichos conceptos de manera inmutable sin otro prop&oacute;sito m&aacute;s que crear etiquetas pol&iacute;ticas negativas sobre ciertos gobiernos. La amenaza &ldquo;izquierdista&rdquo; en Am&eacute;rica Latina es un clich&eacute; utilizado por actores con intereses opuestos a las pol&iacute;ticas de alto contenido social llevadas a cabo por gran parte de los gobiernos de la regi&oacute;n en los &uacute;ltimos a&ntilde;os.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/Nestor_y_Cristina_saludando.jpg" style="width: 750px; height: 563px;" /></p> <p> En el caso de Argentina, a m&aacute;s de una d&eacute;cada de la llegada de N&eacute;stor Kirchner al poder, se sigue escuchando esta discusi&oacute;n entre izquierda y derecha. Existen enconados debates sobre si las pol&iacute;ticas llevadas a cabo desde entonces pertenecen puramente a un lado u otro del gran espectro pol&iacute;tico. Lo que se pierde de vista &ndash;voluntaria y/o involuntariamente- es que quiz&aacute; lo que importa no es la etiqueta que deber&iacute;a adjudic&aacute;rsele a un gobierno como el kirchnerista sino aceptar que la pol&iacute;tica argentina vive uno de los per&iacute;odos pol&iacute;ticos m&aacute;s efervescentes de las &uacute;ltimas d&eacute;cadas y que ello no debe considerarse necesariamente como algo negativo. Lejos parecen haber quedado los tiempos de una reinante indiferencia social y el autismo frente a lo que pasa en el mundo de la pol&iacute;tica. Como consecuencia de ello, las divergencias y la diversidad de opiniones tambi&eacute;n se han multiplicado.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> La oposici&oacute;n comienza a darse cuenta que existen l&iacute;mites a los retrocesos que la sociedad argentina actual est&aacute; dispuesta a negociar.&nbsp;</p> <p> M&aacute;s all&aacute; del debate entre izquierda y derecha, el Kirchnerismo ha tenido la habilidad de crear un &ldquo;punto de referencia&rdquo; habi&eacute;ndolo elevado por encima de niveles hist&oacute;ricos que se resumen en la frase &ldquo;nunca menos&rdquo;. Ese punto de referencia es lo que cada argentino espera, o deber&iacute;a esperar, de los gobiernos venideros m&aacute;s all&aacute; del lugar en el espectro pol&iacute;tico donde queramos colocarlo. El m&aacute;gico cambio en el discurso electoral de Mauricio Macri en los &uacute;ltimos tiempos es un claro ejemplo de ello. La oposici&oacute;n comienza a darse cuenta que existen l&iacute;mites a los retrocesos que la sociedad argentina actual est&aacute; dispuesta a negociar.</p> <p> El Estado ha dejado de ser ant&oacute;nimo de eficiencia. La &uacute;ltima d&eacute;cada ha visto de la mano del Kirchnerismo una revalorizaci&oacute;n de la idea de obra p&uacute;blica, de lo estatal e incluso del pago de impuestos como una forma de construir bienestar mediante sistemas solidarios en pos de bienes colectivos. Es cierto, quiz&aacute; estemos m&aacute;s cerca de la izquierda que anta&ntilde;o, no como un absoluto pol&iacute;tico, sino m&aacute;s bien como un recordatorio de la necesidad de conservar el instinto transformador.</p> <p> En un mundo donde priman los principios econ&oacute;micos liberales, tenemos que obligarnos a pensar (en palabras del Pepe Mujica) &ldquo;qu&eacute; ser&iacute;a del mundo si no existiera una actitud de izquierda, que a&uacute;n en el fracaso obliga a repartir, tiene un grito solidario, se acuerda de los que van quedando al costado del camino&hellip; &iexcl;qu&eacute; desastre ser&iacute;a el hombre&rdquo;.&nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*) Licenciada en Relaciones Internacionales de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>-Nota del editor:</strong> Este art&iacute;culo fue recepcionado el 01 de Agosto de 2015</p></div> Fuerte Repudio a La Nación por Comparar al Gobierno con el Nazismo 2013-05-28T12:51:34-03:00 2013-05-28T12:51:34-03:00 https://fundamentar.com/nacional/item/2138-fuerte-repudio-a-la-nacion-por-comparar-al-gobierno-con-el-nazismo Fabián Vidoletti hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/8712e19a798c2cfe1711a106c044b3a3_S.jpg" alt="Encabezado de la edición on line de la repudiada editorial del diario La Nación" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> La comunidad jud&iacute;a manifest&oacute; hoy su rechazo al editorial &ldquo;1933&rdquo; publicada por el matutino donde se propone comparar al r&eacute;gimen de Adolf Hitler con el kirchnerismo.</p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La comunidad jud&iacute;a rechaz&oacute; hoy fuertemente <em><strong><a href="http://www.lanacion.com.ar/1585784-1933" target="_blank">la editorial</a></strong></em> titulada &ldquo;1933&rdquo; publicada por el diario La Naci&oacute;n en su edici&oacute;n impresa donde se advierte que &ldquo;los tr&aacute;gicos hechos que acompa&ntilde;aron la ca&iacute;da de la Rep&uacute;blica de Weimar y el comienzo del Tercer Reich deben mover a reflexi&oacute;n a los argentinos&rdquo;, estableciendo, sin nombrar, una clara comparaci&oacute;n entre lo que sucedi&oacute; con el nazismo y lo que podr&iacute;a suceder en Argentina con el kirchnerismo.</p> <p> En ese sentido, el presidente de la Delegaci&oacute;n de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Julio Schlosser, explic&oacute;: &ldquo;Nosotros entendemos que lo que sucedi&oacute; en Alemania en la &eacute;poca nazi no se puede comparar. Porque si no, ser&iacute;a banalizar a los muertos&rdquo;.</p> <p class="blubox-jck"> &ldquo;Nosotros entendemos que lo que sucedi&oacute; en Alemania en la &eacute;poca nazi no se puede comparar. Porque si no, ser&iacute;a banalizar a los muertos&rdquo;.</p> <p> &ldquo;A partir de all&iacute;, nosotros fijamos nuestra posici&oacute;n en el sentido en que invitamos a todos los sectores pol&iacute;ticos y periodistas a dejar el tema de la Shoa reservado para la Shoa. Y no mezclarlo ni aun diciendo que no admite comparaci&oacute;n. Si no admite comparaci&oacute;n no lo comparemos&rdquo;, agreg&oacute;.</p> <p> Asimismo, indic&oacute;: &ldquo;Nosotros expresamos nuestra posici&oacute;n. Nosotros no tenemos una posici&oacute;n pol&iacute;tica. Decimos que si hay algo que no se puede comparar, no lo comparemos&rdquo;.</p> <p> Por su parte, el vicepresidente de la entidad, Waldo Wolff, sostuvo: &ldquo;Este ha sido un ejemplo desafortunado, manifestamos nuestro repudio&rdquo;.</p> <p> &nbsp;<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="480" src="http://www.youtube.com/embed/-vaKFPVVjCs?rel=0" width="640"></iframe></p> <h4> LA COMPARACI&Oacute;N HIST&Oacute;RICA</h4> <p> Desde otra perspectiva, el historiador y profesor de la UBA, Sergio Wisch&ntilde;evsky, plante&oacute;: &ldquo;Es saludable mezclar pol&iacute;tica e historia, pero la comparaci&oacute;n tiene que tener alg&uacute;n tipo de sustento&rdquo;.</p> <p> &ldquo;En esa nota se hace todo un recorrido de la historia del nazismo y c&oacute;mo inicialmente Hitler llega al poder con no muchos votos y poco a poco se va haciendo de un poder totalitario y lo compara con el kirchnerismo de una forma un poco burda porque en todo momento dice &#39;salvando las distancias&#39; pero esa muletilla sirve para decir &#39;esto es lo mismo que el nazismo&#39;&rdquo;, describi&oacute; Wisch&ntilde;evsky.</p> <p> Adem&aacute;s, el profesor remarc&oacute;: &ldquo;Comparar actitudes militantes con actitudes nazis es una manera inteligente de meter una chicana, porque en ning&uacute;n momento dicen &#39;las juventudes hitlerianas son La C&aacute;mpora&#39;. El tema es dejar flotando la sensaci&oacute;n de: &#39;Miren lo que fue el nazismo ojo porque -al kirchnerismo ni siquiera lo nombra- ac&aacute; puede pasar lo mismo. El problema es confundir de esa manera. Ac&aacute; hubo una ley de medios votada por el Congreso que no se pudo aplicar y Hitler por decreto expropi&oacute; todos los medios de comunicaci&oacute;n&rdquo;.</p> <p> Por &uacute;ltimo, Wisch&ntilde;evsky sostuvo: &ldquo;No tiene sentido ir al rigor hist&oacute;rico de hacer una comparaci&oacute;n punto por punto entre kirchnerismo y hitlerismo. Si uno entra es como que de alg&uacute;n modo gan&oacute; esa postura. Uno queda obligado a demostrar que el kirchnerismo no es nazismo. Yo creo que m&aacute;s que hacer ese ejercicio habr&iacute;a que repudiar directamente que se tome un tema tan grave como el nazismo y se intente confundir. El tema es tomado con demasiada liviandad. El nazismo realmente fue peligroso, condenable y cometi&oacute; cr&iacute;menes de lesa humanidad. Y la sola posibilidad de compararlo con esto ya es perdonarlo. Adem&aacute;s, la nota ni siquiera est&aacute; firmada&rdquo;.</p> <p> Por su parte, consultado por la editorial de La Naci&oacute;n, el director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Eduardo Jozami, expres&oacute;: &ldquo;Me parece escandaloso, no s&eacute; qu&eacute; adjetivo utilizar. Son dos situaciones tan incomparables que solamente con mucha mala fe y mucho af&aacute;n de confundir se puede hacer esa comparaci&oacute;n&rdquo;.<br /> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE:</strong> <a href="http://www.infonews.com/2013/05/27/politica-78084-fuerte-repudio-a-la-nacion-por-comparar-al-gobierno-con-el-nazismo.php" target="_blank">Infonews</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/8712e19a798c2cfe1711a106c044b3a3_S.jpg" alt="Encabezado de la edición on line de la repudiada editorial del diario La Nación" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> La comunidad jud&iacute;a manifest&oacute; hoy su rechazo al editorial &ldquo;1933&rdquo; publicada por el matutino donde se propone comparar al r&eacute;gimen de Adolf Hitler con el kirchnerismo.</p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La comunidad jud&iacute;a rechaz&oacute; hoy fuertemente <em><strong><a href="http://www.lanacion.com.ar/1585784-1933" target="_blank">la editorial</a></strong></em> titulada &ldquo;1933&rdquo; publicada por el diario La Naci&oacute;n en su edici&oacute;n impresa donde se advierte que &ldquo;los tr&aacute;gicos hechos que acompa&ntilde;aron la ca&iacute;da de la Rep&uacute;blica de Weimar y el comienzo del Tercer Reich deben mover a reflexi&oacute;n a los argentinos&rdquo;, estableciendo, sin nombrar, una clara comparaci&oacute;n entre lo que sucedi&oacute; con el nazismo y lo que podr&iacute;a suceder en Argentina con el kirchnerismo.</p> <p> En ese sentido, el presidente de la Delegaci&oacute;n de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Julio Schlosser, explic&oacute;: &ldquo;Nosotros entendemos que lo que sucedi&oacute; en Alemania en la &eacute;poca nazi no se puede comparar. Porque si no, ser&iacute;a banalizar a los muertos&rdquo;.</p> <p class="blubox-jck"> &ldquo;Nosotros entendemos que lo que sucedi&oacute; en Alemania en la &eacute;poca nazi no se puede comparar. Porque si no, ser&iacute;a banalizar a los muertos&rdquo;.</p> <p> &ldquo;A partir de all&iacute;, nosotros fijamos nuestra posici&oacute;n en el sentido en que invitamos a todos los sectores pol&iacute;ticos y periodistas a dejar el tema de la Shoa reservado para la Shoa. Y no mezclarlo ni aun diciendo que no admite comparaci&oacute;n. Si no admite comparaci&oacute;n no lo comparemos&rdquo;, agreg&oacute;.</p> <p> Asimismo, indic&oacute;: &ldquo;Nosotros expresamos nuestra posici&oacute;n. Nosotros no tenemos una posici&oacute;n pol&iacute;tica. Decimos que si hay algo que no se puede comparar, no lo comparemos&rdquo;.</p> <p> Por su parte, el vicepresidente de la entidad, Waldo Wolff, sostuvo: &ldquo;Este ha sido un ejemplo desafortunado, manifestamos nuestro repudio&rdquo;.</p> <p> &nbsp;<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="480" src="http://www.youtube.com/embed/-vaKFPVVjCs?rel=0" width="640"></iframe></p> <h4> LA COMPARACI&Oacute;N HIST&Oacute;RICA</h4> <p> Desde otra perspectiva, el historiador y profesor de la UBA, Sergio Wisch&ntilde;evsky, plante&oacute;: &ldquo;Es saludable mezclar pol&iacute;tica e historia, pero la comparaci&oacute;n tiene que tener alg&uacute;n tipo de sustento&rdquo;.</p> <p> &ldquo;En esa nota se hace todo un recorrido de la historia del nazismo y c&oacute;mo inicialmente Hitler llega al poder con no muchos votos y poco a poco se va haciendo de un poder totalitario y lo compara con el kirchnerismo de una forma un poco burda porque en todo momento dice &#39;salvando las distancias&#39; pero esa muletilla sirve para decir &#39;esto es lo mismo que el nazismo&#39;&rdquo;, describi&oacute; Wisch&ntilde;evsky.</p> <p> Adem&aacute;s, el profesor remarc&oacute;: &ldquo;Comparar actitudes militantes con actitudes nazis es una manera inteligente de meter una chicana, porque en ning&uacute;n momento dicen &#39;las juventudes hitlerianas son La C&aacute;mpora&#39;. El tema es dejar flotando la sensaci&oacute;n de: &#39;Miren lo que fue el nazismo ojo porque -al kirchnerismo ni siquiera lo nombra- ac&aacute; puede pasar lo mismo. El problema es confundir de esa manera. Ac&aacute; hubo una ley de medios votada por el Congreso que no se pudo aplicar y Hitler por decreto expropi&oacute; todos los medios de comunicaci&oacute;n&rdquo;.</p> <p> Por &uacute;ltimo, Wisch&ntilde;evsky sostuvo: &ldquo;No tiene sentido ir al rigor hist&oacute;rico de hacer una comparaci&oacute;n punto por punto entre kirchnerismo y hitlerismo. Si uno entra es como que de alg&uacute;n modo gan&oacute; esa postura. Uno queda obligado a demostrar que el kirchnerismo no es nazismo. Yo creo que m&aacute;s que hacer ese ejercicio habr&iacute;a que repudiar directamente que se tome un tema tan grave como el nazismo y se intente confundir. El tema es tomado con demasiada liviandad. El nazismo realmente fue peligroso, condenable y cometi&oacute; cr&iacute;menes de lesa humanidad. Y la sola posibilidad de compararlo con esto ya es perdonarlo. Adem&aacute;s, la nota ni siquiera est&aacute; firmada&rdquo;.</p> <p> Por su parte, consultado por la editorial de La Naci&oacute;n, el director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Eduardo Jozami, expres&oacute;: &ldquo;Me parece escandaloso, no s&eacute; qu&eacute; adjetivo utilizar. Son dos situaciones tan incomparables que solamente con mucha mala fe y mucho af&aacute;n de confundir se puede hacer esa comparaci&oacute;n&rdquo;.<br /> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE:</strong> <a href="http://www.infonews.com/2013/05/27/politica-78084-fuerte-repudio-a-la-nacion-por-comparar-al-gobierno-con-el-nazismo.php" target="_blank">Infonews</a></p></div>