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Fundamentar - Fundamentar https://fundamentar.com Thu, 28 Mar 2024 08:07:55 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Woodoku https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6763-woodoku https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6763-woodoku Woodoku

En el juego del Woodoku, al que este analista confiesa ser aficionado, la gracia consiste en llenar casilleros que nos van asignando más puntaje. En un tablero de ochenta y un cuadrados, pequeñas piezas de hasta cinco bloques deben ir incorporándose en línea para, una vez completado determinado sector, sumar puntos a la vez que dejamos el espacio libre. De alguna forma, una analogía con los tiempos que comienzan a transitarse en la política argentina en general y en la santafesina en particular: mientras se acerca el tiempo de las definiciones y el tablero de operaciones, candidaturas y resultados electorales comienza a despejarse, vale descubrir quiénes son los que, verdaderamente, podrán sumar algo al gran juego de este ya avanzado 2023. La primera semana de mayo, otra vez, fue rica en matices que bien valen unas líneas al respecto. Pasen y vean. Están todos y todas invitadas.

El federalismo argentino que consagra la Constitución Nacional sancionada en 1853, habilita a que cada provincia elija sus propios sistemas electorales y de representación en tanto y en cuanto, ellos no sean contradictorios con lo dispuesto en la Carta Magna en cuanto a valores y principios. Eso supone la posibilidad concreta de que cada Estado subnacional elija la unicameralidad o la bicameralidad legislativa, la representación por cupos más o menos acotadas, su propio sistema de votación, su instrumento y las fechas de las elecciones, decisión ésta última que en la mayoría de los casos depende de la voluntad política del gobernador. Conviven así en la Argentina, multiplicidad de variantes que complejizan los abordajes.

En ese contexto hay dos consecuencias inalterables en el tiempo. La primera refiere a la tendencia, podría decirse que natural de parte de gobernadores y candidatos, a “alambrar” las provincias para que lo nacional no complique la coyuntura de esos territorios. La segunda radica en la innumerable cantidad de medios, analistas y hasta dirigentes políticos que ven como una señal de debilidad de los oficialismos nacionales, que los mandatarios provinciales elijan desacoplar los comicios locales de los federales (en este 2023 son dieciocho). Basta echar un vistazo en los procesos de las últimas décadas para comprender que lo que para algunos es debilidad, refiere en realidad a una práctica definitivamente asentada.

Ese entramado, que se visualiza en el conjunto de veinticuatro sistemas electorales provinciales más el nacional, impone, en años electorales, la convivencia de un paralelismo que a veces puede resultar, para algunos, desgastante: mientras la mayoría de las provincias suelen elegir a sus autoridades con varios meses de anticipación, la elección nacional queda más cercana al proceso de recambio de autoridades de cada 10 de diciembre de los años impares.

Para sumar confusión a aquellos ciudadanos desprevenidos a los cuales no le interesan estos asuntos, el sistema político en su conjunto (dirigentes, partidos, comunicadores y analistas), suele tomar cada resultado comarcal como un anticipo de lo que sería la elección nacional. Los que peinan canas recordarán aquel viejo caso de una elección en Perico, provincia de Jujuy, durante 1997, donde el menemismo que había resultado triunfador intentaba proyectarlo a la totalidad del país, luego de una magra cosecha de votos en el total país.

De alguna manera, este tablero de Woodoku que comienza a activarse se proyecta en dos sentidos: en el de las propuestas y en el de los resultados. Para el primero de ellos la semana que pasó fue rica en episodios.

https://twitter.com/mariuvidal/status/1654257899823087617

A nivel nacional, en Juntos por el Cambio, más concretamente en el PRO, la noticia más importante fue la decisión de María Eugenia Vidal de bajarse de una pre candidatura a presidenta que había anunciado algunos meses atrás. ¿Novedad? Definitivamente, no. Quienes siguen esta columna semanal y nuestra participación radial en AM1330, sabrán que hemos relativizado aquel lanzamiento de la ex gobernadora de Buenos Aires.

Las razones sobran pero podrían sintetizarse en tres: su mala gestión en la provincia de Buenos Aires, su escasa visibilidad como diputada nacional en los dos últimos años y la existencia de nombres internos previamente instalados como los de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, con otra espesura y bagaje político. Por lo demás, es de dudosa efectividad el estilo madre sobreprotectora, impoluta y abnegada, en tiempos de un partido que profundiza públicamente su viraje a la derecha, tapando bajo la alfombra de la protección de la corporación mediática, la violencia que subyace en ciertas propuestas.

No menos relativa es la posibilidad de que la renunciante pueda aparecer como la síntesis de la interna partidaria que la ubique en una candidatura única para la jefatura de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Pero habrá que esperar. Los caminos de la política argentina son, como los del Señor, inescrutables.

Por el lado de los supuestos libertarios, no dejó de llamar la atención la decisión de su máximo referente, de no sostener ninguna candidatura provincial más allá de los cuatro casos de CABA, Buenos Aires, Tucumán y La Rioja. Los magros resultados electorales conseguidos hasta aquí, los que se proyectan en las inminentes elecciones de este fin de semana y la escasa visibilidad de los que pintan como propuestas comarcales libertarias de mediano plazo, forzaron la decisión de Javier Milei de evitar un armado nacional que le impondría otras condiciones.

Ante esto, no fueron pocos los analistas que pusieron el eje en los límites que eso puede representar en la candidatura presidencial del hombre que fantasea con una dolarización. El problema es estructural: desde un bloque con unos pocos diputados propios, más allá de cierta propalación mediática, sin estructuras partidarias que sostengan una candidatura a lo largo y ancho del país (o por lo menos en las provincias más pobladas), resulta muy difícil institucionalizar una propuesta.

Algo de esto entendió Mauricio Macri en su momento cuando parió Cambiemos a partir del acuerdo con la Unión Cívica Radical. Los territorios también siguen siendo importante en la política del siglo XXI, aunque a veces algunos crean que en los medios y las redes está la verdad final de las cosas. Las luces de la Reina del Plata pueden enceguecer: una elección nacional requiere de una vocación de poder que intrínsecamente supone salirse de ciertas seguridades inmodificables.

Pero si hablamos de situaciones sin variantes, el Frente de Todos a nivel nacional parece llevarse las palmas. No son pocos los dirigentes que comienzan a pedir públicamente un encuentro entre los popes del espacio a fin de ordenar el proceso electoral que, a no dudarlo, ya comenzó.

Más allá del diálogo de las segundas líneas para ese encuentro, no dejó de llamar la atención la  afirmación de un experimentado y gatuno periodista porteño que anunció la “primicia” de una Cristina candidata presidencial. Al no haber correlato de ningún tipo, el tema quedó relegado al micromundo de la política y de las redes. Si el comunicador se comió una operación o actuó de operador, sólo él lo sabe, pero al respecto cabe decir que, a lo largo del tiempo, la vicepresidenta ha sabido mantener un estilo donde no suele adelantar decisiones de ningún tipo, con o sin impacto, vía off the record. Uno imagina que a esta altura de los acontecimientos, no cambiará de formas.

El tiempo de definiciones no se reduce a lo comentado hasta aquí. Más allá de los vaivenes y dudas en CABA y en la provincia de Buenos Aires, tanto para oficialistas como para opositores, en Córdoba y Santa Fe también empiezan a individualizarse los nombres propios. Mientras en la provincia mediterránea estamos a poco menos de 24 horas del cierre de listas, por estos lares queda una semana para que descubramos, quién va con quién en este juego del poliamor político. 

Por lo pronto, Carolina Losada confirmó el día lunes su precandidatura como gobernadora, la cual vendrá acompañada de Federico Angelini como vice, hombre de estrecha confianza de Mauricio Macri y cercano a Patricia Bullrich (¿pedirá también él, licencia en la conducción partidaria?). Su presentación al mejor estilo PRO, por imagen escenográfica, discursiva y hasta de vestimenta, tuvo un segundo acto que la llevó a afirmar que, en caso de ser gobernadora, vivirá en Santa Fe. Se le podría regalar un aplauso si no fuera porque la Constitución Provincial ya lo consagra como una obligación.

No tardaron en recordárselo desde lo más granado del sistema político santafesino, opositores internos incluidos, a quienes les respondió “sin querer queriendo” al decir del Chavo del 8, que ella llegaría al poder sin tener vínculo alguno con la narco criminalidad. No se supo, públicamente, qué pudo haber afirmado algún precandidato nacido en Hughes, aunque podemos suponerlo, junto con la idea de una interna que en ese espacio parece que será subidita de tono.

En el otro sentido del llenado de casilleros del tablero entra el de los resultados que se sucederán este domingo en tres provincias argentinas: La Rioja, Jujuy y Misiones. En las tres, a contramano de lo que sucedía con las elecciones en tiempos de pandemia y de acuerdo a los datos previos, prevalecerían los oficialismos.

En la primera de ellas se da por descontado el triunfo de Ricardo Quintela. La duda radica en si, efectivamente, Martín Menem, candidato que ha sido apoyado públicamente por Javier Milei, logra desplazar a Juntos por el Cambio al tercer lugar, lo cual no sería una buena noticia para la coalición conformada por radicales y amarillos.

A poco más de 700 kilómetros de allí, en la provincia de Jujuy, con un peronismo partido en tres y mientras la izquierda aspira a ocupar el segundo lugar, todo parece indicar que prevalecerá Carlos Sadir, ministro de Economía de la administración que conduce Gerardo Morales, quien espera una victoria contundente que le permita proyectarlo de manera más decidida en el plano nacional, en un contexto donde su pre candidatura no ha ganado en espesura política.

Cruzando el país en sentido oeste – este, Misiones confirmaría el triunfo de Hugo Passalacqua, ex gobernador, hombre de Carlos Rovira, quien parece tener la provincia lo suficientemente amurallada como para el seguir siendo un jefe político que prevalece desde hace veinte años. De todas formas, los partidos deben jugarse y ninguno está ganado de antemano.

Los múltiples tableros electorales comienzan a completarse. Con pre candidaturas de los distintos espacios que, probablemente y por primera vez desde su implementación a nivel nacional, disputen elecciones PASO con resultado incierto; pero también con datos definitivos en provincias argentinas que, al final del mes en curso, habrá aportado el resultado de poco menos de la mitad de las mismas. Una foto que merecerá ser revisada, pero que no necesariamente sirva de adelanto de lo que pueda suceder en el país entre agosto y octubre de este año.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 07 May 2023 11:51:04 -0300
Inocentes https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6585-inocentes https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6585-inocentes El Silencio de los Inocentes

Inocente, me has contado,
tu manera de sufrir.
Y no sabes, que conozco,
cómo te gusta vivir.

La Delio Valdez

Hasta el momento, el 2022 se ha presentado a los argentinos como un año de récords. Temperaturas extremas, casos de Covid que triplican los peores números de 2021 y una temporada turística que, a fuerza de Pre Viaje y cierto espíritu de época que nos impone “salgamos que se acaba el mundo”, contextualizan un escenario político que no pocos imaginaban de otra manera. Repasemos.

De cara a la última semana de enero, tres temas centralizan la atención de medios, analistas y la corporación política: la situación de la pandemia, el posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el escándalo por lo que muestra el video de la “Gestapo” que involucra a la ex gobernadora porteña, perdón bonaerense, María Eugenia Vidal (MEV).

La cuestión del Covid ha ganado, otra vez, una centralidad que nadie deseaba a estas alturas. Con alrededor del 80% de la población con esquema de vacunación completa (la envidia de no pocos países), y más allá de algunas estrategias comunicacionales erradas (como el concepto de plantear que nos empezábamos a dirigir hacia un escenario endémico, antes que pandémico), lo que paralelamente muestra cotidianamente el altísimo amesetamiento de casos, es el beneficio innegable de las vacunas que se desarrollaron a escala mundial.

Las autoridades gubernamentales (en sus tres niveles) apostaron a la vacunación como instrumento que permitiría una vuelta a cierta normalidad que se había perdido. Mientras estallan contagios a diestra y siniestra, nótese que la fortaleza de esa estrategia es lo que de alguna manera impuso cierto espíritu de que lo peor ya había pasado. Con un porcentaje de fallecidos diez veces menor que en la ola anterior (0,17% contra 2% de los casos confirmados), la coincidencia de las cepas Delta y Ómicron, conviven con una sociedad que parece dispuesta a pagar el costo que supone la masividad de contagios.

Mar Del Plata - Enero 2022 - Foto: Pablo Funes | @dronmardelplata
Mar Del Plata - Enero 2022 - Foto: Pablo Funes | @dronmardelplata

Atravesamos una temporada turística con niveles altísimos de ocupación hotelera. Más allá de los vaivenes del dólar y de las limitaciones para vacacionar en el exterior, todos los destinos nacionales, los tops y los no tanto, muestran una masividad pocas veces vista. Venimos de unas fiestas de fin de año con buenos niveles de venta y de recuperación económica que se distinguen, con un saldo a favor, de lo sucedido en 2019 y 2020.

Por todo ello es que ha desaparecido de la gran escena de la política nacional, la discusión sobre la responsabilidad gubernamental de la pandemia. Si todo el 2020 y buena parte del 2021 estuvieron signados por las diferencias de qué debía hacerse con las restricciones o no a la movilidad social, en este 2022, esas diferencias brillan por su ausencia. Más allá de la estupidez que supone la desproporcionada difusión que tienen los movimientos antivacunas en la Argentina, promovidas por un conjunto de medios que en algunos casos tienen los intereses cruzados a tal punto que, a la vez que sus dueños poseen acciones en prepagas y laboratorios, pagan enormes salarios a portavoces de la no vacunación; lo real y concreto es que la mirada ya no se pone sobre los dimes y diretes de los gobiernos.

Al igual que sucede con la obligatoriedad en niños y adolescentes, hemos naturalizado el proceso vacunatorio, sin tener del todo en cuenta lo que está ocurriendo en otras partes del globo. Punto para los gobiernos. Pero es indudable que eso que es virtud no alcanza, necesariamente, a transformarse en una demanda cumplida que les aporten beneficios políticos a los oficialismos.

Algo parecido le sucede a la administración de Alberto Fernández en su búsqueda de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. A lo largo del 2021, el gobierno puede mostrar unas cuantas variables con mejora notable en la macroeconomía: baja del desempleo, incremento sostenido de la actividad industrial, crecimiento anual del PBI que puede ser histórico y una reducción, no menor, del déficit. A la vez, el dólar con el supuesto atraso de la cotización oficial y la brecha con el paralelo, no dejan de ser un problema que ocupa una centralidad que para cualquier extranjero recién llegado y que no conozca a fondo la idiosincrasia argentina, le parecería un exceso.

Esos buenos números son, de alguna manera, lo que fortalece al gobierno en una negociación llena de obstáculos, y es lo que le permite suponer al FMI, con sus recetas de siempre, que el país tiene margen para un ajuste que solo cierto romanticismo liberal puede suponer como viable.

Hubo hasta ahora una doble situación que resulta evidente. Por un lado, un optimismo previo en los negociadores argentinos que venían planteando una supuesta comprensión del organismo, que no se ha reflejado en ninguna medida y que el acuerdo podía alcanzarse antes de fin de año.

Y, por otro lado, los negociadores internacionales que se imaginan inocentes del descalabro de la economía macrista. Más allá de las revisiones de lo hecho en 2018, de las declaraciones oficiales, la insistencia en la propuesta de un ajuste sobre determinadas áreas de la economía refleja, mas temprano que tarde, que ciertos corsets ideológicos son más fuertes que algunos arrepentimientos y lábiles autocríticas.

En esta semana que pasó, el gobierno argentino se esforzó por demostrar que el acuerdo ya no aplica en las oficinas del organismo, sino en la zona de Avenida Pensylvania al 1600, en Washington DC, sede de la Casa Blanca. Según lo que dejaron trascender las voces cercanas al Ministro de Relaciones Exteriores Santiago Cafiero, la reunión con Antony Blinken, Secretario de Estado de la administración que conduce Joe Biden, habría sido positiva. Veremos como se traduce ese buen clima en medidas que potencien un arreglo. Cada vez resulta más evidente que los técnicos tienen sus propios límites.

Y si hablamos de inocencia, arrepentimiento y autocríticas no deja de llamar la atención lo sucedido con la “Gestapo” de María Eugenia Vidal y asociados. Recordemos el caso: funcionarios vidalistas se reunieron con empresarios y espías de la Agencia Federal de Inteligencia en la sede capitalina del Banco Provincia para armar causas en contra de sindicalistas, más concretamente, Juan Pablo “Pata” Medina.

De lo que se desprende en el video, estamos ante una red de espionaje que demuestra, cuanto menos cuatro cosas: a) que nada de ello podía hacerse sin un guiño del Poder Judicial, b) que el Lawfare, otra vez, existió, c) que el gobierno de la ex gobernadora es responsable legal y político de lo que allí sucedía y d) que las propias autoridades bonaerenses eran espiadas por el organismo de inteligencia que conducían Gustavo Arribas y Silvia Madjalani con la anuencia, nuevamente, de un tal Mauricio Macri.

María Eugenia Vidal había intentado construir una carrera política donde aparecía como una “distinta”. Con un tono más parecido al de una maestra de nivel inicial antes que al de una dirigente que gobernaba un Estado en sí mismo como lo es la provincia de Buenos Aires, a su alrededor se intentó mostrar un aura de ciudadana comprometida que daba todo de sí, en virtud de que porteños y bonaerenses vivieran mejor: fue candidata (y ganó) en una jurisdicción donde no había descollado y construyó un relato donde supuestamente enfrentaba a mafias que la habrían llevado a vivir en un cuartel militar junto a su familia.

Pésima administradora, el resultado no pudo ser peor. Más allá de no desmontar una sola red de las que mantienen con vivitos y coleando a los mafiosos que viven en zonas exclusivas, que tienen doble vida y acceso al verdadero poder, en octubre de 2019 los bonaerenses le notificaron, haciéndole perder nada más y nada menos que 400.000 votos entre una elección ejecutiva y otra.

Hasta aquí las explicaciones de su acción gubernamental habían oscilado, de manera cómplice, entre el “no supo, no pudo, no la dejaron”. Subyace en esas justificaciones que no son nuevas en la Argentina (buena parte del radicalismo explica sus crisis gubernamentales terminales desde esa triada), una desvalorización del ciudadano en tanto persona que comprende los hechos políticos de su comunidad. Nada más alejado de la realidad. Ningún dirigente que se precie puede argumentar que “no lo dejan”. Si se enfrentan mafias, la lucha es descarnada y desigual. Tal vez y sólo tal vez, la vuelta a los cines que se anuncia para el mes de febrero para esa obra de arte llamada “El padrino”, pueda darles mayores datos a sus “voceros”, del verdadero poder de algunos delincuentes.

Las formas discursivas de MEV mostraban una candidez que no era tal. Y el delito cometido por sus funcionarios en el mismo edificio donde ella tenía sus oficinas, confirman que la inocencia vale para los 28 de diciembre, pero no para explicar cómo sucedieron las cosas en ciertas instancias del poder.

A partir de que el caso se hizo público, si algún desprevenido pretendía insistir sobre ese perfil vidalista ya no le alcanzará para conocer la realidad. Además, su respuesta, tres semanas después pareció tardía, errónea y condicionada políticamente. Al insistir sobre la idea del cuentapropismo afista, donde la conducción política de la central de inteligencia no habría sabido nada al respecto; da la peor explicación para la lógica del día a día de un dirigente político: que sus subalternos hacen cualquier cosa sin la más mínima conducción.

Quedan dos aseveraciones finales. La primera es que la explicación de que el video es ilegal porque no había orden de ningún juez que lo habilitara, podrá servir para el derrotero judicial, pero no para la justificación de cierta inocencia política. Y la segunda, que cualquier sueño político de MEV en el mediano plazo y que suponga el cruce de la General Paz, aparece vedado. Nada malo para sus potenciales adversarios en la interna del PRO primero y de Juntos por el Cambio después.

En la hermosa voz de Ivonne Guzmán, vocalista de la Delio Valdez, nos enteramos de la pretendida inocencia de un amor, que vive a contramano de lo que la otra parte pretende. En ese devenir, se reconoce más fuerte para no vivir de penurias e ilusiones que la alimenten. Algo parecido podríamos aplicar los argentinos: la historia de un organismo internacional de crédito que no ha cambiado un ápice y la ilusión frustrada del período 2015 – 2019, tal vez podrían mostrarnos el camino.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez(*)) Opinión Sun, 23 Jan 2022 12:50:15 -0300
Kicillof quedó a un paso de la gobernación de Buenos Aires https://fundamentar.com/nacional/item/6227-kicillof-quedo-a-un-paso-de-la-gobernacion-de-buenos-aires https://fundamentar.com/nacional/item/6227-kicillof-quedo-a-un-paso-de-la-gobernacion-de-buenos-aires Axel Kicillof arañó el 50% de los votos en la Provincia de Buenos Aires, el mayor distrito del país.

El candidato del Frente de Todos ganó en casi todos los distritos del Conurbano y también en los grandes conglomerados urbanos del Interior.

Axel Kicillof dejó casi asegurado al peronismo el retorno del manejo de gobierno en la provincia de Buenos Aires y el resultado electoral compromete las posibilidades de reelección de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri en las generales de octubre. La diferencia, de algo más de 16 puntos, transforma en apremiante la situación política de la gobernadora.

En cambio, el candidato de Frente de Todos conquistó, con el respaldo de este domingo, la centralidad política en el espacio integrado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

“Agradezco el acompañamiento de los bonaerenses. Este triunfo significa que quieren una provincia distinta, con otras prioridades. Esta es una campaña de abajo hacia arriba”, dijo Kicillof en su discurso de medianoche.

“Lo importante y que me llena de orgullo es que hicimos una campaña sin gastar millones. Sin agresiones”, continuó en la disertación.

El resultado representa un golpe en la médula del poder macrista. Desde La Matanza, en el corazón del Gran Buenos Aires, donde Kicillof -con su vice Verónica Magario- superó largamente el 50% de acompañamiento. La victoria se prolongó hasta el sur (Berazategui, Florencio Varela) y en la costa ribereña de Berisso y Ensenada, el Frente para Todos sacó entre 20 y 30 puntos al oficialismo. Aplastante por volumen electoral. La tercera sección reporta el tercio de los votos de toda la Provincia. En la primera sección, que rodea la capital, también se registró una virtual paliza política.

Desde ahora, Kicillof intentará consolidar la tendencia de las PASO. Demostró gravitación autónoma. Al decir de sus colaboradores, “es su propia construcción política”. Mérito de una campaña “a la uruguaya”, con el Renault Clío (por el automóvil remedo moderno del escarabajo de José “Pepe” Mujica) y el mate. En contacto directo con electores, aún prescindiendo de los intendentes peronistas. Sorprendió su perfomance en centros urbanos del Interior bonaerense, donde el macrismo abonaba los mejores augurios y recibió un “voto castigo” preocupante.

Al oficialismo se le escurrió hasta el acompañamiento chacarero.

Vidal necesitará instalar en los votantes de octubre la percepción que el resultado es “reversible”. Tiene 70 días para el milagro. 

Ambos candidatos provinciales irán por los remanentes electorales.Los votos en blanco, entre ellos. También de aquellos electores que no concurrieron al comicio y que en la Provincia proyectan serían casi 800.000 sufragantes.

“En 2015 estuvimos 10 puntos abajo en las PASO y recuperamos en la general”, todavía confían en la Gobernación.

El interrogante es determinar si Vidal llegó “desangelada” a la elección o mantiene competitividad, pese al anclaje de Macri. En cambio, con Kicillof la duda queda disipada: hace cuatro meses su candidatura parecía una quimera y el urnazo terminó instalando su protagonismo. Está por encima, incluso, del porcentaje de Fernández-Fernández.

El análisis es de naturaleza electoral. Aunque encierra algo más apremiante para el macrismo: la gobernabilidad en el principal distrito del país. Las PASO conformaron un riesgo porque funcionaron como una virtual primera vuelta presidencial y Buenos Aires quedó atada a esa dinámica. Más allá de la fuerza que gane la Gobernación en octubre. Quedan diez semanas hasta la general con economía en crisis.

Para unos y otros, Buenos Aires es el firmamento de desempleo con índices de hasta el 12,5% en el Conurbano, el mayor cierre de pymes del país y una deuda contraída que alcanza los 12.000 millones de dólares y moneda extranjera.

De la revisión de estrategias de campaña, el timbreo, que fue novedad en 2015, quedó oxidado como método de desarrollo político. Tanto como la aparición guionada de los protagonistas de “Juntos” que, de acuerdo con los especialistas de última hora, habría quitado frescura al discurso. Incluyen a Vidal en esa dinámica, aplicada e inalterable.

En la otra cuerda, Kicillof consiguió incorporar en la discusión la agenda de cierres de fábricas, desocupación, pérdida de poder adquisitivo. La economía en su formato más sensible. Comprometió con esos movimientos a Vidal que trastabillo con declaraciones sobre el desempleo, asignando esa demanda insatisfecha de la sociedad al crecimiento de la población.

El ex ministro de Cristina insistirá en esa veta. La evolución de los mercados podría hacer el resto. En la medianoche del domingo hizo algo más: “Convoco a todos los sectores bonaerenses a la participación en los lineamientos de gobierno. La provincia tiene todos los instrumentos, sólo le falta decisión política para modificar el rumbo”, dijo Kicillof.

Para el recuento final cuenta el score de la fórmula Eduardo “Bali” Bucca y Miguel Saredi (Consenso Federal) en las cercanía del 6%. El FIT de Christian Castillo y Mercedes Trimarchi el alivio de haber superado el 1,5% que establece la Ley Electoral.

FUENTE: Clarín

EDICIÓN Y RELEVAMIENTO: Santiago Toffoli

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hola@fundamentar.com (Santi Toffoli) Argentina Mon, 12 Aug 2019 10:54:36 -0300
Sacrificios https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6109-sacrificios https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6109-sacrificios Sacrificios

El ajedrez, como juego esencialmente estratégico, puede servirnos de ejemplo para entender cómo se sacrifican piezas menores en defensa de la reina. La política no es una excepción y Cambiemos parece haber empezado a utilizar el recurso de manera inexorable.

Nos cuenta Raúl Pérez Ponce en el portal Otras Políticas: “Lo que pasa es que, ocultos para un novicio, en el ajedrez hay otros factores que son tan importantes o más que el valor de una pieza; los tiempos, la posición general en el tablero y el orden en que se producen las capturas pueden ser tanto o más importantes que el valor de las piezas en sí, y a veces hay que hacer sacrificios, no siempre de peones, para conseguir una ventaja estratégica que te pueda llevar a la victoria”. El comentario viene al dedillo para ilustrar lo que parece ser la estrategia electoral nacional, ya no de la alianza Cambiemos, pero sí del PRO de cara a este 2019. Repasemos.

Una de las discusiones que ha ocupado mucha centralidad política y mediática desde finales del año pasado ha sido la definición de las fechas de los comicios bonaerenses y que tienen como principal protagonista a la gobernadora María Eugenia Vidal. En el seno de la fuerza amarilla la discusión estuvo centrada en la posibilidad / necesidad de despegar las elecciones provinciales de las nacionales, potestad con la que cuentan unos cuantos gobernadores del país y del que Buenos Aires no resulta la excepción. Al calor de la baja de la imagen del presidente – candidato, desde las huestes de la primera magistratura bonaerense se especuló seriamente en qué fecha convocar a las elecciones por dos factores básicos. El primero, que la votación en el mismo día de los comicios nacionales, podría arrastrar para abajo los números de Vidal a la hora de ser reelecta. El segundo, que esa misma caída de la imagen presidencial podría ser un factor determinante para lanzar a la ex vice jefa de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a la candidatura de la primera magistratura. Estas dudas generaron mucha preocupación al seno de la alianza gobernante pero, finalmente, el agua no llegó al río, y el esquema fue definido en favor de los intereses de la tríada Macri – Peña – Durán Barba. Primera conclusión de cara a lo que viene: una mayor caída de la imagen presidencial acrecentará el riesgo de triunfo de Vidal en Buenos Aires ó, como piensan los sectores optimistas del PRO, el efecto inverso (la imagen de Vidal apuntalando a Macri) sería un reaseguro para la re elección del ex (?) hombre de negocios.

El segundo momento para destacar son las pasadas elecciones en la provincia de Neuquén. Primer test electoral del año, con el trasfondo del desarrollo de Vaca Muerta detrás, durante algunas horas la provincia patagónica ocupó el centro de la escena política y mediática nacional. En las semanas previas, según hacían saber encuestadores de toda laya, el resultado aparecía como incierto, ya que los sondeos mostraban comicios hipotéticamente parejos. Cambios de último momento en el humor social, voto vergonzante o la aparición en escena de un hipotético voto útil, lo cierto es que las encuestas previas no mostraban el amplio triunfo que finalmente terminó obteniendo el Movimiento Popular Neuquino en la reelección de su actual gobernador Omar Gutiérrez. En los días previos, dirigentes de Cambiemos del ámbito local, a sabiendas de una supuesta paridad, convocaron a ese “voto útil” con el fin de evitar la “vuelta del populismo”. La confirmación de los resultados finales en la noche del domingo, dejaron ver el estado de ánimo del oficialismo nacional. Su candidato había salido tercero, lejos, a más de 20 puntos del ganador, pero el sentimiento que los inquilinos de la Casa Rosada dejaron trasuntar a través de medios afines fue de “alivio”. Dicen, los que dicen que saben, que la relación entre el actual gobernador neuquino (a la sazón triunfador de los comicios) y Mauricio Macri ha sido muy buena desde diciembre de 2015. Según esas mismas voces, no habría razones para cambiar lo que funciona más o menos bien. Poco ha trascendido la opinión del derrotado Horacio “Pechi” Quiroga al respecto.

Y hay un tercer momento. La interna de Cambiemos en la provincia de Córdoba. En un escándalo pocas veces visto (ya que recordemos que el día lunes 11 la Justicia Electoral cordobesa debía decidir si se realizaban las internas en la provincia el domingo 17), ni Marcos Peña ni Mauricio Macri pudieron poner en caja un acuerdo al interior del espacio que tiene como principales referentes a un conjunto de dirigentes radicales de peso y raigambre en la política mediterránea. El laudo porteño terminó fallando por uno de los sectores, el que tiene como cara visible a Mario Negri, partiendo en dos a la alianza que fue tan determinante en el triunfo del presidente en el balotaje de 2015. No habrá proceso interno, pero el sector de Ramón Mestre, con una interesante base territorial de su lado, se presentará en la elección general y terminará sellando de todas formas la suerte de los viejos radicales que ansían por volver al poder cordobés desde hace varios lustros. Juan Schiaretti se frota las manos dado que el escenario se le presenta muy favorable a sus intereses y un nuevo mandato aparece a la vuelta de la esquina; cuestión que tampoco parece inquietar demasiado a Macri dado que el cordobés resulta un viejo amigo que ha sido empleado de Socma y además, ha tenido un excelente diálogo político con todo el arco amarillo. Es más, si uno afina la mirada, cuesta encontrar matices que diferencien de manera nítida ambos proyectos.

En resumen, si miramos con detenimiento cada uno de los tres procesos comentados, que resultan los movimientos políticos electorales más importantes de lo que va del 2019, notaremos que no existe ninguna novedad en el relacionamiento político entre los movimientos nacionales de Cambiemos y las distintas coyunturas provinciales ya que, desde 2015, chequera en mano, Mauricio Macri y su troupe resultaron muy hábiles en la utilización de una serie de recursos institucionales y de los “otros” que le aseguren la gobernabilidad. En este primer trimestre del año todo parece confirmarse: el oficialismo, como el ajedrez, entrega peones y otras piezas en pos de quedarse finalmente con la reina, obligando al sacrificio de los propios y suponiendo, tal vez de manera demasiado optimista, que la polarización de 2015 se repita y, nuevamente, la moneda caiga de su lado. Si no fuera así, y la derrota presidencial resultase inexorable, poco quedará de un armado nacional de Cambiemos. Pero eso, a nadie parece importarle.

 

(*) Analista político de Fundamentar.com 

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*) ) Opinión Tue, 19 Mar 2019 16:39:06 -0300
Ya tienen fecha las elecciones del 2019 https://fundamentar.com/nacional/item/6066-ya-tienen-fecha-las-elecciones-del-2019 https://fundamentar.com/nacional/item/6066-ya-tienen-fecha-las-elecciones-del-2019 Ya tienen fecha las elecciones del 2019

El Gobierno nacional confirmó el cronograma electoral de 2019, que iniciará con las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) el 11 de agosto.

El 27 de octubre se celebrarán las elecciones generales en la que se elegirá Presidente de la Nación y, en caso de ser necesario, el 24 de noviembre se realizará la segunda vuelta electoral.

Ahora, resta conocer cómo será el operativo electoral en la provincia de Santa Fe. Como antecedentes, cabe señalar que en las elecciones legislativas de 2017, los comicios se realizaron en las mismas fechas; 13 de agosto las PASO y las Generales el 22 de octubre. 

En cambio, en las elecciones de 2015, la provincia de Santa Fe anticipó las elecciones y se desarrollaron de la siguiente manera: Las PASO se realizaron el 19 de abril; en tanto las Generales tuvieron lugar el 14 de junio. Ese año, cuando fue elegido Mauricio Macri, los comicios nacionales fueron; 09-08 PASO, 25-10 Generales y 22-11 Balotaje. 

Fechas a tener en cuenta

Además, la información difundida por la Dirección Nacional Electoral detalló fechas a tener en cuenta por los partidos políticos que aspiren a presentar candidatos en las elecciones nacionales y aquellas provincias que unifiquen sus comicios internos con los del país. El siguiente es detalle de las fechas más importantes del cronograma electoral:


– 30 de abril: cierre del padrón provisorio e fecha límite para la inclusión de novedades registrales.


   – 10 de mayo: vence el plazo para la apertura del registro de empresas de encuestas y sondeos de opinión para las PASO.


   – 25 de mayo: vece el plazo para que los electores realicen reclamos vinculados al padrón provisorio.


   – 22 de junio: vence el plazo para la presentación de las listas de precandidatos para las PASO ante la Junta Electoral Partidaria.


   – 7 de julio: vence el plazo para el sorteo público de asignación de Espacios de Publicidad Electoral.


   – 12 de julio: empieza la campaña electoral.


   – 27 de julio: publicación de lugares y mesas de votación.


   – 11 de agosto: elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).


   – 13 de septiembre: convocatoria al debate presidencial obligatorio.


   – 22 de septiembre: inicio de la campaña electoral para las elecciones generales.


   – 27 de septiembre: publicación del padrón definitivo.


   – 2 de octubre: inicio de la campaña electoral en servicios de Comunicación Audiovisual.


   – 12 de octubre: inicio de la prohibición de la publicidad de los actos de gobierno suceptibles de promover la captación del voto.


   – 19 de octubre: prohibición de publicación de encuestas y pronósticos electorales.


   – 27 de octubre: elecciones generales.


   – 24 de noviembre: segunda vuelta electoral (elección a presidente y vice entre las fórmulas más votadas en las elecciones generales en caso de que ninguna de ellas hubiera alcanzado las mayorías.

 

FUENTE: El Litoral 

RELEVMIENTO Y EDICIÓN: Mariana Vera 

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Argentina Mon, 22 Oct 2018 11:58:42 -0300
Recalculando y a Tiempo https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5963-recalculando-y-a-tiempo https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5963-recalculando-y-a-tiempo Recalculando y a Tiempo

Los días posteriores a la elección del 13 de Agosto dejaron (como siempre) una multiplicidad de análisis en donde, en muchos casos, se confunde deseo con realidad y se proyectan hacia adelante como definitivos a resultados que son en sí mismos provisorios y que no ha incidido en grandes (y novedosas) definiciones. Veamos algunos tópicos algo obvios y otros que no son tan claros.

Cambiemos hizo una buena elección.

Inicialmente se esperaba que en lugares como CABA, Córdoba, Jujuy, o Santa Cruz, el bloque oficialista tuviera una buena performance. Las novedades vinieron de la mano de un triunfo impensado en San Luis (como hecho político tiene muchísimo más de simbólico que de poder real) o de los buenos números que lo acompañaron en Santa Fe donde prácticamente presentó una lista de perfectos desconocidos para la mayoría de los  electores, lo cual refuerza la idea un Mauricio Macri como gran elector y de la marca Cambiemos como sello distintivo. Lo mismo puede decirse de María Eugenia Vidal que salió a sostener a un candidato que era desconocido para muchos ciudadanos y que pareció empecinarse durante toda la campaña en mostrar los peores vicios de la derecha vernácula.

En una elección de medio término, con disputa por cargos legislativos, nunca está mal alcanzar entre un 30 y 35% de los votos efectivamente válidos, sumados del total nacional. Si bien no podemos descartar el peso de lo regional y local (sistema de votación), proyectado a un escenario de una elección general los millones de votos obtenidos por la fuerza amarilla lo proyectarían a un aumento del número de legisladores en el Congreso Nacional que es en definitiva, lo único verdaderamente trascendente. Si al análisis le agregamos que el oficialismo no ha podido a lo largo de toda la campaña, mostrar una sola variable macro económica que sostenida en el tiempo, muestre señales de mejora (inflación persistente, endeudamiento recurrente, desempleo en alza, crecimiento “demorado”) no resulta extraño que el macrismo festeje los números obtenidos. 

Polarización de la oposición.

Otro dato llamativo es lo mucho se ha insistido en estos días sobre el peso específico que ha alcanzado Cambiemos como bloque sólido (ahora sí) de poder. Subsumido el radicalismo a la agenda que indiscutiblemente marca el PRO; muchos analistas marcan como una novedad el nivel de atomización del peronismo como fuerza política, desconociendo bastante de la historia argentina reciente, donde, desde la salida de la democracia para aquí, al PJ siempre le ha costado ordenarse como una fuerza homogénea fuera de conducción del poder insitucionalizado. A esto debemos sumar que no maneja ninguno de los resortes de los cinco territorios provinciales más importantes del país como son CABA, y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza.

Algunos análisis van más allá y explican como toda una novedad una atomización generalizada al conjunto del sistema, obviando lo que a esta altura de las circunstancias pareciera ser más una característica estructural del sistema político argentino, antes que una coyuntura propiciada hábilmente por el oficialismo: algo de esto también sucedía en los tiempos en los que el kirchnerismo era el principal protagonista del juego y donde el PRO no pasaba de ser una fuerza local y el radicalismo estaba estructurado en tantas partes como dirigentes creían ser protagonistas y conductores de un proceso de transformación. Tal vez podríamos afirmar que el sistema político se ha “peronizado” esto es, el que maneja la chequera y los recursos consigue que múltiples actores se terminen alineando de una u otra manera. Si es por el oficialismo, actuando como bloque sólido de poder. Si es desde la oposición, tratando de sobrevivir como se puede en tiempos en donde las identidades político ideológicas parecen bastante diluidas, pese a las honrosas excepciones del caso.

Carácter provisorio del resultado de las PASO.

También en estos días transcurridos desde la elección, muchos referentes políticos y analistas, se han animado a hablar de un formato institucional que traería algunas novedades para este tiempo. El PRO confirmado como un partido nacional, los resultados electorales a lo largo y ancho del país, la emergencia de nuevos referentes y la caída en desgracia de dirigentes a los cuales la elección no les resultó todo lo cómoda que deseaban. Incluso, a fuerza de obviar el escándalo que supone no tener certezas del resultado en la provincia de Buenos Aires, no ha faltado quien le ha puesto límites al  futuro político de Cristina Fernandez porque, supuestamente, no habría obtenido el triunfo claro que algunas muy pocas voces presagiaban. Digamos al respecto dos cuestiones relevantes.

La primera de ellas es que, como muerto político, parece estar bastante viva la figura de la ex presidenta ya que desde el llano, sin estructura económica (recordemos que los recursos partidarios quedaron en manos del raquítico randazzismo), con una feroz sobreexposición de su figura de parte de los medios concentrados y con el ataque sistemático y persistente de la partidizada justicia federal argentina, Cristina Fernandez se la ingenió para, discutir el primer lugar en el principal distrito electoral del país.

La segunda cuestión (y tal vez la más importante) es el hecho de que las elecciones bajo análisis son de carácter transitorias y no definitvas. Si un domingo de elección puede ser conceptualizado como una “foto”, lo que muestra el resultado de una PASO es un elemento aún más pequeño sobre el que, debemos confesarlo, no tenemos (por incapacidad del articulista) una conceptualización. Si hay algo que define a este tipo de elección es su provisionalidad. Los santafesinos, que hemos sido pioneros en su utilización lo sabemos muy bien: no son pocos los procesos electorales en ciudades y comunas donde los números variaron sustancialmente de una elección a otra, dejando con poca capacidad de análisis a protagonistas del juego electoral que en muchos casos se veían sorprendidos cómo el buen cúmulo de votos obtenidos en “la interna” se les escurría como arena entre los dedos en “la general”. 

Nada es definitivo hasta ahora. Tampoco afirmaremos alegremente que el cuadro aparecido desde  la noche del 13 de agosto puede transformar en ganadores a quienes quedaron lejos y recalculando, pero sí diremos que el juego aún está abierto, que las estrategias electorales partidarias tienen su peso y que sobre todo, el modo en que se procese el tiempo económico, social y político de parte del electorado marcarán, ahora sí, un tono definitivo a este electoral 2017.    

(*) Analista político de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (MIGUEL GÓMEZ (*)) Opinión Wed, 23 Aug 2017 09:49:00 -0300