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Fundamentar - Economía https://fundamentar.com Sat, 27 Apr 2024 16:55:15 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Orden y progreso https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6724-orden-y-progreso https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6724-orden-y-progreso Orden y progreso

Somos uno, pero no somos iguales,
podemos llevarnos el uno al otro,
llevarnos el uno al otro... uno.
U2

Lo que en la Argentina de 1880 se conoció con el slogan de “Paz y Administración”, que actuó como una especie de síntesis de lo que el roquismo deseaba para el país y que, de alguna manera, se reflejó en siete décadas de estabilidad institucional, en el hermano Brasil, una díada semejante integra su bandera: “Orden y Progreso”. La frase define conceptualmente un tiempo caracterizado por el positivismo social que, allá por el siglo XIX, suponía que la preeminencia del primero, traería aparejada (de manera irreductible) la vigencia del segundo para los pueblos del mundo. Reformulado desde lo conceptual, algo parecido parece indicar la coyuntura política que casi todo el oficialismo trata de transmitirle al conjunto de los argentinos en esta primera semana de agosto. Pasen y vean.

La llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía tuvo, si se quiere, tres momentos: la sesión en que se aprobó su renuncia, el acto de asunción y las medidas que, unas horas después, anunció en conferencia de prensa. Los tres hechos supusieron novedades que vale la pena señalar.

En el primero, más allá del respeto y aprecio mostrado por sus propios compañeros, no dejó de llamar la atención el pedido del diputado cordobés Rodrigo De Loredo, jefe del bloque Evolución Radical, para que el flamante ministro se autoexcluya de una hipotética precandidatura a presidente de la Nación. Que un hombre de la política le pida a otro hombre de la política que se aleje de la construcción que justamente la política le habilita, serviría más para un chiste de Diego Capusotto antes que para un dato de la realidad, pero habría que tener en cuenta si tal vez la frase no esconde cierta preocupación de algunos sectores opositores que han intentado decretar la mortandad del Frente de Todos.

El segundo momento refiere a la asunción, donde unos 500 invitados dieron su anuencia para la llegada de un funcionario que seguramente no se referenciará en el perfil bajo. Un acto que fue ganado por cierta emotividad de los más allegados a Massa, algo realmente infrecuente en estos eventos, y, que intentó ser deslegitimado por cierta oposición que pulula en redes por la presencia de Fernando “Pato” Galmarini, funcionario del gobierno de Carlos Menem y su pareja, la actriz Moria Casán. Cuestionar a un dirigente porque nos caigan mejor o peor sus familiares no parece ser el mejor de los métodos para el análisis de la política. 

https://twitter.com/CasaRosada/status/1554929477075013632

Finalmente el tercer momento, el más importante, versó sobre un conjunto de medidas desde las cuales Massa dio inicio a su gestión. Uno de los cambios que pudo notarse en días previos fue que las novedades no fueron pre anunciadas en el tan fatídico off the récord que cierta parte del oficialismo supo utilizar en etapas recientes. No hubo ensayo y error, y además, las explicaciones no debieron ser supuestas sino que fueron notificadas por el propio protagonista ocupando el centro de la escena. Para este articulista, punto para el gobierno.

En el conjunto de medidas subyace la preocupación por confirmar el freno de la corrida de hace un par de semanas pero, fundamentalmente, en ordenar distintos frentes de una economía que a la vez que presenta un crecimiento constante, se enfrenta a una serie de problemas que son la base de cierto mal humor social evidente.

De acuerdo a lo expresado en la noche del miércoles, existen dos grandes preocupaciones para Massa y su equipo: conseguir dólares y no perder más liquidez de la divisa norteamericana. Para el primero de los objetivos intentará seducir al sector primario con una serie de medidas que incluyen a productores y cerealeras. A esto debe sumarse la posibilidad del adelanto de ganancias de las empresas más grandes (que no requiere el aval del Congreso Nacional), la existencia de cuatro ofertas de Repo para fortalecer reservas y recomprar deuda soberana (tres instituciones financieras internacionales y un fondo soberano ya habrían acercado una propuesta) y el reencauzamiento del diálogo con organismos de crédito internacional para que remitan fondos que están demorados y que suponen unos U$s1.200 millones.

Para el segundo objetivo, se conocieron tres hechos que recuerdan aquel viejo pedido de Cristina Fernández de Kirchner que refería a la idea de la “sintonía fina” para enfrentar ciertas decisiones de política económica allá por el 2012. Por el primero de ellos, el flamante ministro informó a la población que desde la administración estatal se había detectado que unas 722 empresas habían sobrefacturado insumos importados y que, en algunos casos, esas mismas firmas, habían subfacturado bienes exportables. Con espíritu complaciente, los conminó a que en 60 días regularicen la situación planteada. Todo un símbolo de la eterna “avivada” argentina y de la preeminencia de un Estado bobo.

Un segundo hecho refiere a que cada vez se conoce más en detalle, que el porcentaje de la población que se quedará sin la posibilidad de recibir subsidios en las tarifas no será del 10% como presuponían las proyecciones gubernamentales, sino que ese número trepará al 30%. Todo parece indicar que al llegar al momento en que los usuarios dan por aceptada, vía declaración jurada, la posibilidad de que el Estado cruce datos fiscales a los fines de evaluar la situación de cada uno, los internautas aplican una vieja máxima ricotera y “rajan del cielo”.

La tercer cuestión refiere a que el flamante equipo le dio una vuelta de tuerca a la segmentación presentada durante la corta administración de Silvina Batakis, y el límite para acceder a los subsidios en energía ya no vendrán exclusivamente de la mano del nivel de los ingresos, sino que en el caso de la electricidad, la cantidad de kilowatts que se gaste será otro factor que condicionará el costo de los servicios. Habrá que ajustar conductas familiares y, tal vez, algunas prácticas comunitarias.

https://twitter.com/SergioMassa/status/1556033505502666764

No deja de ser sintomático de cierta realidad social que un sector del empresariado invente y modifique registros de ventas para hacerse de dólares y que una parte de la sociedad, casualmente aquella que suele pedir por el final de planes y ayuda social, decida pagar más caras las tarifas antes que dar a conocer los verdaderos ingresos. Dicen que, como el buen asado, en Europa no se produce.

Ese conjunto de medidas económicas (que también incluyeron el anuncio de un bono extra para jubilados junto al aumento que dispone la ley para el mes de setiembre) tienen, indudablemente, proyecciones sobre la política. A la ya comentada centralidad del tigrense, debe sumarse el apoyo que recibió de la vicepresidenta a partir de una reunión en el Senado de la Nación, con la consiguiente foto de rigor. A ello se suma un respetuoso silencio cristinista sobre un conjunto de medidas que, hasta hace no menos de dos meses atrás, representaban el punto de disputa de las discusiones internas.

Tal vez los dirigentes camporistas hayan recordado la obsesión que portaba un tal Néstor Kirchner cuando, allá por los comienzos de su gobierno, en los años 2003 y 2004, y sin que existiera el desarrollo de la internet de estos tiempos, andaba con una libretita de aquí para allá preguntando a sus funcionarios por la recaudación diaria de las cuentas públicas. Lo que supone esa anécdota, y que de alguna manera se emparenta con este presente, refiere a la necesidad de tener las cuentas ordenadas.

A contramano de lo que cierto progresismo supone, en un mundo donde las finanzas internacionales no son manejadas por herederos del Che Guevara ni Camilo Cienfuegos, en una economía que necesita de dólares de manera acuciante y ante el riesgo de un desmadre económico, no resulta casual que los últimos tres ministros del área, con distinto desarrollo político y vital, hayan planteado propuestas no del todo diferentes en materia de afrontar la urgencia económica.

El oficialismo necesita ese orden para efectivamente poder “progresar” en cierta paz social y en su proyección política, de cara al 2023. Desde la debilidad estructural que enfrenta por errores propios, por situaciones exógenas (guerra, aumento de precios de alimentos y energía a nivel internacional) y por, como decimos siempre, ese bloque de poder que sólo en el Congreso de la Nación representa poquísimo menos que la primer minoría, sin contar el andamiaje judicial que ha propiciado el Lawfare de los últimos años, su margen de acción resulta definitivamente acotado.

Pero antes de cualquier progreso en ciertas proyecciones políticas hay un presente que sintetiza un reacomodamiento en las huestes oficialistas: respecto de funcionarios (en la mañana de este sábado de agosto aún no se sabe qué pasará en el área de energía y quien será finalmente el viceministro de Economía) y fundamentalmente en la construcción y convivencia de cierta cotidianeidad política en la que, a no dudarlo, las tres patas de la mesa que le da sustento al Frente de Todos han unido definitivamente su destino. El destino es común, inexorablemente.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 07 Aug 2022 08:46:46 -0300
Razones para bajar las tasas muy por debajo de cero | Kenneth Rogoff https://fundamentar.com/economia/item/6365-razones-para-bajar-las-tasas-muy-por-debajo-de-cero https://fundamentar.com/economia/item/6365-razones-para-bajar-las-tasas-muy-por-debajo-de-cero Caricatura del titular de la FED, Jerome Powell

Aquellos que ven la aplicación de tipos de interés negativos por parte de los bancos centrales como algo excesivo tal vez deban reconsiderarlo. Ahora mismo, en Estados Unidos, la Reserva Federal (con el apoyo implícito y explícito del Tesoro) va camino de dar respaldo a casi todas las deudas de la economía (privadas o de los gobiernos de nivel estatal y municipal). Muchos otros gobiernos se han sentido obligados a tomar medidas similares. Una crisis que (esperamos) sólo ocurre una vez en un siglo exige una intervención gubernamental a gran escala, pero ¿quiere decir eso prescindir de los mecanismos de asignación basados en el mercado?

El respaldo crediticio indiscriminado es buena idea si se parte del supuesto de que las presiones recientes en los mercados sólo fueron una contracción de liquidez transitoria que se resolverá pronto, cuando después de la COVID‑19 haya una recuperación fuerte y sostenida. Pero ¿y si esa recuperación rápida no se materializa? ¿Si, como uno sospecha, le lleva años a la economía de Estados Unidos y del mundo volver a los niveles de 2019? Si así fuera, no parece probable que todas las empresas sigan siendo viables, o que todos los gobiernos de nivel estatal y municipal conserven la solvencia.

Lo más seguro es que nada será igual. Se destruirá riqueza en proporciones catastróficas, y las autoridades deberán hallar un modo de asegurar que, al menos en algunos casos, los acreedores asuman una parte de las pérdidas, proceso que llevará años de negociaciones y litigios. Para los abogados especializados en quiebras y los cabilderos habrá grandes beneficios (derivados en parte de presionar a los contribuyentes para que paguen por el cumplimiento de las garantías de rescate). Será un desastre indescriptible.

Ahora, imaginemos que para apuntalar los mercados, en vez de limitarse a proveer garantías, la Fed pudiera llevar la mayoría de los tipos de interés a corto plazo de la economía cerca o por debajo de cero (Europa y Japón ya han incursionado en territorio negativo). Supongamos que para oponer resistencia a la actual búsqueda de refugio en la deuda pública, los bancos centrales fueran más allá y bajaran las tasas de referencia a corto plazo, digamos, a –3% o menos.

Para empezar, igual que los recortes de tasas en los viejos tiempos de los tipos de interés positivos, las tasas negativas salvarían del default a muchas empresas, estados y ciudades. Con una implementación correcta (y los datos empíricos recientes lo avalan cada vez más), las tasas negativas pueden, a la manera de la política monetaria normal, reforzar la demanda agregada y aumentar el nivel de empleo. Así que antes de lanzarse a reestructurar deudas por doquier, ¿no sería mejor probar una dosis de estímulo monetario normal?

La factibilidad y eficacia de los tipos de interés muy negativos depende de una serie de medidas básicas. La más importante, que hasta ahora no ha tomado ningún banco central (incluido el BCE) es impedir el atesoramiento de efectivo a gran escala por parte de empresas financieras, fondos de pensiones y aseguradoras. Para ello debería bastar alguna combinación de regulación, comisiones dependientes de la duración para los redepósitos a gran escala de efectivo en el banco central y retirada de los billetes de alta denominación.

No es física nuclear (¿o debería decir virología?). Descartado el atesoramiento de efectivo a gran escala, la cuestión del traslado de los tipos de interés negativos a los depositantes bancarios (la mayor preocupación) queda eliminada. Incluso sin evitar totalmente el atesoramiento (algo arriesgado y costoso), para los bancos europeos ha sido cada vez más factible el traslado de las tasas negativas a los grandes depositantes. Y los gobiernos no cederían mucho al brindar a los pequeños depositantes protección total contra las tasas negativas. Repito, con suficiente tiempo y planificación adecuada, es fácil de hacer.

Los tipos de interés negativos han generado un sinfín de objeciones, pero en su mayoría son producto de un razonamiento confuso o admiten una solución fácil, como examino en mi libro de 2016 sobre el pasado, el presente y el futuro del dinero, así como en escritos relacionados. Donde también explico por qué no hay que pensar en los «instrumentos monetarios alternativos» (por ejemplo la flexibilización cuantitativa y el helicóptero monetario) como formas de política fiscal. Si bien una respuesta fiscal es necesaria, también lo es en gran medida la política monetaria, que es la única que opera sobre el crédito en toda la economía. Hasta que la inflación y el tipo de interés real salgan del pozo, sólo una política de tipos de interés efectivos muy negativos puede funcionar.

El uso de esa política en las economías avanzadas también sería una enorme bendición para las economías emergentes y en desarrollo, muy afectadas por el abaratamiento de los commodities, la fuga de capitales, el alto endeudamiento y tipos de cambio desfavorables (además de estar enfrentando las primeras etapas de la pandemia). Incluso con tasas negativas, muchos países todavía necesitarán una moratoria de deudas. Pero un dólar más débil, un crecimiento global más firme y una reducción de la fuga de capitales ayudarían, sobre todo en el caso de los mercados emergentes más grandes.

Lamentablemente, en la revisión de instrumentos de política de la Reserva Federal en 2019, la implementación de tipos de interés muy negativos quedó en la práctica descartada, lo que limitó la capacidad de la Fed frente a la pandemia. Los cabilderos de bancos influyentes los detestan, aun cuando bien implementados no tienen por qué afectar las ganancias de los bancos. Y parte de la culpa es de los economistas, hipnotizados por la presencia de interesantes resultados contrarios a la intuición que surgen en las economías cuando realmente hay un límite inferior de cero para los tipos de interés.

La implementación de emergencia de tipos de interés muy negativos no resolverá todos los problemas actuales, pero sería un primer paso. Si (como parece cada vez más probable) el tipo de interés real en equilibrio en los próximos años va camino de ser más bajo que nunca, es hora de que los bancos centrales y los gobiernos hagan un urgente y detenido examen de la idea.

(*) Profesor de Economía y Políticas Públicas en Harvard. Fue jefe de economistas del FMI entre 2001 y 2003.

FUENTE: Project Syndicate

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hola@fundamentar.com (Kenneth Rogoff (*)) Economía Tue, 05 May 2020 11:51:18 -0300
A un mes del desembolso del FMI, las reservas cayeron el 86% https://fundamentar.com/economia/item/6128-a-un-mes-del-ultimo-desembolso-del-fmi-las-reservas-ya-perdieron-el-86-7-del-total https://fundamentar.com/economia/item/6128-a-un-mes-del-ultimo-desembolso-del-fmi-las-reservas-ya-perdieron-el-86-7-del-total El Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y el Presidente del BCRA, Guido Sandleris.

Los dólares que ingresan por cada desembolso del FMI, cada vez duran menos.

Sólo durante la semana pasada, las reservas del BCRA se redujeron en u$s3.180 millones. Desde el 9 de abril, día exacto en el que ingresó el último desembolso del FMI, la salida total de dólares de las arcas del Central fue de u$s9.370 millones. Se trata nada menos que del 86,7% del total de divisas de aquel envío que realizó el Fondo, tras aprobar las cuentas de la cuarta revisión del acuerdo stand by. Un dato: los dólares que ingresan por cada desembolso duran cada vez menos.

La advertencia fue inmediata por parte de los analistas: cuando el BCRA anunció que eliminaba virtualmente la Zona de No Intervención, ahora llamada Zona de Referencia Cambiaria, el ojo pasó a estar puesto no sólo sobre los niveles de estabilidad cambiaria sino también en la salida de divisas. Las mayores intervenciones en el mercado a las que se comprometió el Central incluyen la amenaza de un drenaje de reservas pronunciado.

Y ya está sucediendo: los primeros desembolsos tardaron dos meses en salir a causa de la fuga. Ahora, entre vencimientos de deuda y otras causas no informadas por el BCRA, el drenaje se aceleró y en un sólo mes se fue el grueso del envío del Fondo.

Un informe de Economía & Regiones sentenció: "Si el BCRA comienza a vender u$s10.000 millones en junio, según venda u$s150 millones o u$s250 millones diarios, ese stock de reservas durará como mucho hasta agosto. Por el contrario, si comienza en julio, ese stock alcanzará como mucho hasta septiembre. La política de ventas de reservas es muy difícil que aguante hasta las elecciones; es decir, es muy probable que tenga que ser abandonada con anterioridad a los comicios, impactando negativamente en el dólar y la inflación antes de los comicios".

La gran preocupación es cómo reaccionará la demanda de dólares, principalmente la fuga, si el mercado prevé que las reservas seguirán drenando a este ritmo.

FUENTE: BAEnegocios.com

EDICIÓN Y RELEVAMIENTO: Santiago Toffoli

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Economía Mon, 13 May 2019 12:52:26 -0300
El Banco Central de la República Argentina destacó que "no se Cumplieron las Expectativas de Devaluación y Aumentaron las Reservas" https://fundamentar.com/economia/item/4556-el-banco-central-de-la-republica-argentina-destaco-que-no-se-cumplieron-las-expectativas-de-devaluacion-y-aumentaron-las-reservas https://fundamentar.com/economia/item/4556-el-banco-central-de-la-republica-argentina-destaco-que-no-se-cumplieron-las-expectativas-de-devaluacion-y-aumentaron-las-reservas Edificio del Banco Central de la República Argentina

El Banco Central de la República Argentina lo señaló en un informe en el que también destacó que el stock de reservas internacionales alcanzó los 31.456 millones de dólares al 27 de febrero, con una suba interanual de 14,9%.

La mayor parte de esa recuperación se produjo desde principios de octubre, cuando las reservas totalizaban 27.921 millones de dólares, lo cual implicó un incremento de 12,7%, resaltó el BCRA en un análisis sobre la evolución reciente del mercado monetario y cambiario.

Las mejores condiciones en el frente financiero y cambiario se reflejan en un aumento de 20% en los préstamos en pesos al sector privado durante enero

El informe señaló que “luego del piso de tasa de interés (fijado en octubre) y la estabilización del mercado de cambios, se registró una disminución del precio de los contratos a futuro sobre dólar”.

El 1° de octubre pasado el mercado esperaba un dólar a 9,69 pesos para marzo de 2015, y actualmente lo espera a 8,92, con lo cual el rendimiento de esos contratos perdió 7,9% en los últimos cinco meses, puntualizó el análisis del Central.

Añadió que “el aumento de los depósitos, la caída de los precios de los contratos a futuro y la estabilización del mercado de cambios se constituyeron en fuente de ganancias en el mercado de futuros para el BCRA”.

Las mejores condiciones en el frente financiero y cambiario se reflejan en un aumento de 20% en los préstamos en pesos al sector privado durante enero, agregó el informe del Banco Central.

En los préstamos personales se evidenció además una “fuerte reducción” en las tasas de interés, de siete puntos en comparación con mayo del año pasado, al bajar de 44,6 a 37,6% mensual.

Se observó asimismo un “marcado incremento” en el volumen pactado por esos créditos: el promedio diario de montos otorgados por los bancos ascendió desde algo más de 250 millones de pesos en julio a un promedio de 368 millones en agosto-febrero, concluye el informe oficial.

 

RELEVAMIENTO Y EDICION: Maria Belen Serra

FUENTE: Telam

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hola@fundamentar.com (Maria Belen Serra) Economía Mon, 02 Mar 2015 17:31:27 -0300
Vanoli Afirmó que el País "Estabilizó" su Sector Externo https://fundamentar.com/economia/item/4352-vanoli-afirmo-que-el-pais-estabilizo-su-sector-externo https://fundamentar.com/economia/item/4352-vanoli-afirmo-que-el-pais-estabilizo-su-sector-externo Alejandro Vanoli destacó las medidas adoptadas por el Gobierno que "han permitido" una caída del dólar financiero y un fortalecimiento de las reservas

El presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, destacó las medidas adoptadas por el Gobierno que "han permitido" una caída del dólar financiero y un fortalecimiento de las reservas, al exponer en un panel de crecimiento sustentable en la cumbre del FMI que se realiza en Santiago de Chile.

Durante su participación en la conferencia "Desafíos para Asegurar el Crecimiento y la Prosperidad Compartida en América latina", organizada por el FMI en Chile, Vanoli hizo referencia a las dificultades que enfrente el país ante un frente externo que complejo.

En ese sentido el presidente del BCRA, indicó que "en el caso de Argentina hemos tomado una serie de medidas que han permitido una fuerte caída del dólar financiero y un fortalecimiento de las reservas junto con una recuperación del Boden 2015, que de alguna manera nos permiten estabilizar nuestro sector externo".

En cuanto a la situación de la economía mundial y regional, Vanoli indicó que hay que "generar un nuevo patrón de crecimiento" que consideren a "la sustentabilidad y la equidad, que es un gradiente fundamental para el crecimiento a largo plazo".

 

FUENTE:Ámbito Financiero

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hola@fundamentar.com (Luciano Herrero) Economía Fri, 05 Dec 2014 16:19:39 -0300
Política, Economía y Estrategia en la Batalla del Dólar https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/3425-politica-economia-y-estrategia-en-la-batalla-del-dolar https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/3425-politica-economia-y-estrategia-en-la-batalla-del-dolar Política, Economía y Estrategia en la Batalla del Dólar

El valor del dólar ha vuelto a instalarse como una preocupación a nivel nacional. A raíz de ello, han surgido numerosos análisis que reducen todo a un problema de exceso de demanda e incertidumbre inducidos desde el Estado, ignorando la influencia de los factores no económicos.

A más de 10 años de la crisis de 2001, el valor del dólar ha vuelto a instalarse como una preocupación a nivel nacional. A raíz de ello, han surgido numerosos análisis, con una perspectiva exclusivamente técnica que reduce todo a un problema de exceso de demanda e incertidumbre inducidos desde el Estado, ignorando así la influencia determinante de los factores no económicos y sesgando las conclusiones. Proponemos aquí una perspectiva diferente, rigurosa y ecléctica.

Tras 10 años de calma y funcionamiento suave, se han vuelto a observar fuertes oscilaciones en el mercado cambiario. Entre mayo de 2003 y noviembre de 2013 el peso se depreció un 106%, lo cual equivale a una  tasa anualizada de sólo 7%. Sin embargo, entre noviembre de 2013 y febrero de 2014, la moneda local se depreció 35%, lo cual equivale a una tasa anualizada del 235%. La mitad de dicho salto cambiario se produjo en la segunda mitad de enero, donde en sólo 5 días el dólar subió 17%.

 

El contexto político en el cual operan estas fluctuaciones del valor de dólar es fundamental: hay intereses sectoriales que presionan constantemente sobre el valor de la divisa para obtener beneficios económicos y políticos. Los ataques especulativos contra la moneda argentina son la expresión más acabada de estas presiones, y son innegables: ¿cómo se explican sino las corridas contra el peso ejecutadas durante las victorias electorales de Cristina Fernández de Kirchner en 2007 y 2011? Muchos economistas se esconden en el tecnicismo de culpar a las “condiciones macroeconómicas”, por lo cual cabe preguntarse: ¿qué puede haber cambiado tan bruscamente en los fundamentos macroeconómicos como para que entre agosto y setiembre de 2011 (período transcurrido entre las PASO y las elecciones presidenciales) se fuguen 10.000 millones de dólares?

Otros se refugian hablando de “las expectativas”. ¿Expectativas creadas y difundidas por quién? ¿Basadas en qué? ¿En esas condiciones macroeconómicas que mágicamente varían de la noche a la mañana? Las maniobras especulativas en el sector financiero también toman formas más sofisticadas, como anunciar un default de manera de poder comprar bonos más baratos, o que renunciaría el CEO de YPF, para incitar una corrida y además lucrar con la variación de precios de la acción. Y a veces estas operaciones adquieren ribetes morbosos, como cuando Clarín y la BBC anunciaron en su momento que la Bolsa subía a causa de la muerte de Néstor Kirchner.

Habiendo comprendido esta dimensión política, se puede entonces analizar debidamente la dimensión económica. ¿Cómo ocurren los ataques especulativos? En un trabajo teórico, Paul Krugman propone un esquema que analiza la probabilidad de ocurrencia y “éxito” (desde el punto de vista de los especuladores) de un ataque especulativo contra la moneda local (vendiéndola para comprar moneda extranjera). Supongamos una economía en la cual existe un grupo de especuladores dispuestos al ataque dependiendo de dos variables que determinan su éxito: el “poder de fuego” del banco central (reservas disponibles, para simplificar) y la de los demás especuladores de participar en el ataque o no.

Los ataques especulativos contra la moneda argentina son la expresión más acabada de estas presiones, y son innegables: ¿cómo se explican sino las corridas contra el peso ejecutadas durante las victorias electorales de Cristina Fernández de Kirchner en 2007 y 2011?

Si los demás participan, se agotarán las reservas y la devaluación se concretará, generando una ganancia para los que participaron. Un mayor poder de fuego de la autoridad monetaria disminuye las probabilidades de éxito de una acción individual y por ende disuade a los especuladores ya que reduce la expectativa de que los demás acompañen. Así, mientras mayores son el grado de coordinación de los grandes especuladores y la susceptibilidad de los pequeños ahorristas a unirse a una corrida ante un anuncio pesimista, mayor es el poder de fuego requerido para disuadir este ataque. Es decir, en un país como Argentina, es necesario que el Estado cuente con un gran poder de disuasión. Aquí los grupos de presión invierten abundantes recursos en actuar coordinadamente para condicionar al gobierno, a lo que debe sumársele el comportamiento arraigado en los pequeños ahorristas de refugiarse en el dólar automáticamente, aún si rinde mucho menos que una acción o un bono, lo cual los hace muy susceptibles de convalidar un ataque especulativo.

Sin embargo, ¿es gratis reforzar este “poder de fuego”? Ciertamente, no. Acumular reservas implica inmovilizar recursos líquidos, detrayéndolos del consumo y la inversión. Esto se choca de frente con cualquier intento de reducir rápidamente la pobreza y la desigualdad más allá de cierto umbral: mayores salarios reducen la competitividad-precio, generando tensión en la balanza comercial y reduciendo el ingreso de divisas. Al mismo tiempo, los procesos de rápido crecimiento económico generan presiones inflacionarias puntuales a causa de cuellos de botellas en ciertos sectores, desatando pujas distributivas que generalizan el proceso inflacionario.

De esta manera, los gobiernos caminan haciendo equilibrio entre progreso social y capacidad disuasiva de la autoridad monetaria, y esta línea se hace más delgada a medida que las aspiraciones sociales y las presiones corporativas se acrecientan. Algunos economistas parecen pasar por alto esta restricción, planteando como solución la vuelta a las condiciones del 2002/2003 (acumular reservas a costa de salarios bajos), y esquivando el verdadero debate, el de la competitividad no-precio (exportar más en base a mejoras en eficiencia, productividad, calidad y/o diferenciación de los productos, en lugar de hacerlo a base pagar salarios más bajos), que es la única manera de incrementar este margen de maniobra de la política económica y salir del juego de suma cero.

Por último, tenemos la dimensión estratégica de la cuestión del dólar en el marco de la lucha entre el poder político (legitimado por el voto) y el poder corporativo (fundado en la ley del más fuerte). Y es aquí en donde el gobierno debe replantearse no tanto sus acciones de política económica per se, sino la estrategia con la cual va a combatir al poder corporativo. Sun Tzu, en El arte de la guerra, hace hincapié en la necesidad de evaluar cuidadosamente las fuerzas en los bandos y emplear una estrategia adecuada a la relación de fuerzas, que cuando es muy desfavorable puede requerir, incluso, ceder algo de terreno. Puesto en términos de nuestro análisis, el proceso de crecimiento con inclusión social ha ejercido su natural erosión en algunos indicadores macroeconómicos (ahorro fiscal, tipo de cambio real y reservas), que, a pesar de estar a niveles comparables a los de países como Canadá o Australia, no han alcanzado para hacer frente a poderes fácticos que han sido subestimados.

Como conclusión, no deben interpretarse posibles medidas económicas venideras como una claudicación. Mantener la adecuación de la venta de dólares a la declaración de ingresos es un ejemplo de ello, ya que mantiene una cualidad indiscutible del “cepo”, que era perjudicar a los evasores. Un eventual ahorro fiscal mediante la focalización de los subsidios hacia los más necesitados es otro ejemplo, ya que mejoraría la distribución del ingreso. Qué decir del lanzamiento del Plan Progresar. En todo caso, la fuerte depreciación del peso y una ocasional suba de la tasa de interés deberán interpretarse, a lo sumo, como una simple retirada táctica.

 

(*) Economista de la Fundación Para la Integración Federal

 

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hola@fundamentar.com (BRUNO ABRIATA (*)) Opinión Wed, 19 Feb 2014 15:08:59 -0300