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Fundamentar - Economía https://fundamentar.com Fri, 29 Mar 2024 10:56:59 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Entender bien la desglobalización https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6649-hacer-bien-la-desglobalizacion https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6649-hacer-bien-la-desglobalizacion Entender bien la desglobalización

La primera reunión del Foro Económico Mundial en más de dos años fue marcadamente diferente de las muchas conferencias previas de Davos a las que asistí desde 1995. No se trató simplemente de que la nieve brillante y los cielos despejados de enero fueran remplazados por pistas de esquí vacías y una llovizna de mayo lúgubre. Fue, más bien, que un foro tradicionalmente comprometido con la defensa de la globalización estaba preocupado principalmente por los fracasos de la globalización: cadenas de suministro alteradas, inflación de los precios de los alimentos y de la energía y un régimen de propiedad intelectual (PI) que dejó a miles de millones de personas sin vacunas contra el COVID-19 simplemente para que unas pocas compañías farmacéuticas pudieran ganar miles de millones de dólares en ganancias adicionales.

Entre las respuestas que se propusieron para estos problemas figuran “repatriar” la producción o “instalarla en países confiables”, e implementar “políticas industriales destinadas a aumentar las capacidades de producción de los países”. Atrás quedaron aquellos días en que todos parecían estar trabajando para un mundo sin fronteras; de repente, todos reconocen que por lo menos algunas fronteras nacionales son esenciales para el desarrollo económico y la seguridad.

Para quienes alguna vez defendían una globalización sin restricciones, este volte face ha resultado en una disonancia cognitiva, porque el nuevo conjunto de políticas propuestas implica que las reglas de larga data del sistema de comercio internacional se quebrarán o se romperán. Incapaces de reconciliar la instalación de la producción en países confiables con el principio de libre comercio no discriminatorio, la mayoría de los líderes empresariales y políticos en Davos apelaron a perogrulladas. Prácticamente no hubo un examen de conciencia sobre cómo y por qué las cosas han salido tan mal, o sobre el razonamiento errado e híper-optimista que prevalecía durante el apogeo de la globalización.

Por supuesto, el problema no es sólo la globalización. Toda nuestra economía de mercado ha dado pruebas de falta de resiliencia. Esencialmente fabricamos autos sin ruedas de auxilio –reduciendo unos pocos dólares del precio, sin preocuparnos demasiado por las exigencias futuras-. Los sistemas de inventario justo a tiempo eran innovaciones maravillosas mientras la economía enfrentaba alteraciones menores; pero terminaron siendo desastrosos frente a los cierres por el COVID-19, creando cascadas de escasez de oferta (como cuando una carencia de microchips condujo a una falta de coches nuevos).

Como advertí en mi libro de 2006, Making Globalization Work, los mercados son nefastos a la hora de “valorar” el riesgo (por la misma razón que no ponen precio a las emisiones de dióxido de carbono). Consideremos el caso de Alemania, que eligió que su economía dependiera de los suministros de gas de Rusia, un socio comercial claramente poco confiable. Ahora, enfrenta consecuencias que eran predecibles y que fueron predichas.

Como reconocía Adam Smith en el siglo XVIII, el capitalismo no es un sistema autosuficiente, porque hay una tendencia natural hacia el monopolio. Sin embargo, desde que el presidente norteamericano Ronald Reagan y la primera ministra británica Margaret Thatcher introdujeron una era de “desregulación”, la creciente concentración de mercado se ha vuelto la norma, y no sólo en sectores de alto perfil como el comercio electrónico y las redes sociales. La desastrosa escasez de alimento para bebés en Estados Unidos esta primavera fue en sí misma el resultado de la monopolización. Después de que se obligara a Abbott a suspender la producción por cuestiones de seguridad, los norteamericanos pronto se dieron cuenta de que sólo una compañía es responsable de casi la mitad del suministro en Estados Unidos.

Las ramificaciones políticas de las fallas de la globalización también quedaron al descubierto en Davos este año. Cuando Rusia invadió Ucrania, el Kremlin fue condenado casi universalmente y de inmediato. Pero tres meses después, los mercados emergentes y los países en desarrollo (EMDC por su sigla en inglés) han adoptado posturas más ambiguas. Muchos apuntan a una hipocresía de Estados Unidos a la hora de exigir responsabilidad por la agresión de Rusia, considerando que el país invadió Irak bajo falsas pretensiones en 2003.

Los EMDC también enfatizan la historia más reciente de nacionalismo de vacunas por parte de Europa y Estados Unidos, que se sostuvo a través de disposiciones sobre PI de la Organización Mundial de Comercio que les fueron endilgadas hace 30 años. Y ahora son los EMDC los que están soportando la carga de precios de alimentos y energía más elevados. Estos desarrollos recientes, combinados con injusticias históricas, han deslegitimado la defensa occidental de la democracia y del régimen de derecho internacional.

Sin duda, muchos países que se niegan a respaldar la defensa de la democracia que hace Estados Unidos no son democráticos. Pero otros países sí lo son y la posición de Estados Unidos al frente de esa lucha se ha visto minada por sus propios fracasos –desde el racismo sistémico y el coqueteo de la administración Trump con regímenes autoritarios hasta los persistentes intentos del Partido Republicado de anular la votación y desviar la atención de la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.

La mejor manera de proceder para Estados Unidos sería mostrar una mayor solidaridad con los EMDC ayudándolos a gestionar los crecientes costos de los alimentos y de la energía. Esto se podría hacer reasignando los derechos especiales de giro (el activo de reserva del Fondo Monetario Internacional) de los países ricos y respaldando una fuerte eximición de la PI por el COVID-19 en la OMC.

Asimismo, los altos precios de los alimentos y de la energía probablemente causen crisis de deuda en muchos países pobres, agudizando aún más las desigualdades trágicas de la pandemia. Si Estados Unidos y Europa quieren mostrar un verdadero liderazgo global, tendrán que dejar de ponerse de lado de los grandes bancos y acreedores que incitaron a los países a tomar más deuda de la que podían pagar.

Después de cuatro décadas de defender la globalización, es claro que los asistentes a Davos gestionaron mal las cosas. Prometieron prosperidad para los países desarrollados y en desarrollo por igual. Pero mientras los gigantes corporativos en el Norte Global se volvieron ricos, los procesos que podrían haber beneficiado a todos generaron en cambio enemigos en todas partes. La “economía de derrame”, el argumento de que enriquecer a los ricos automáticamente favorecería a todos, fue una estafa –una idea que no estaba respaldada ni por la teoría ni por la evidencia.

La reunión de Davos de este año fue una oportunidad perdida. Podría haber sido una ocasión para reflexionar seriamente sobre las decisiones y las políticas que llevaron al mundo adonde está hoy. Ahora que la globalización ha alcanzado la cima, sólo nos queda esperar que gestionemos su caída mejor de lo que gestionamos su ascenso.

FUENTE: Project Syndicate


(*) Joseph E. Stiglitz, a Nobel laureate in economics and University Professor at Columbia University, is a former chief economist of the World Bank (1997-2000) and chair of the US President’s Council of Economic Advisers, was lead author of the 1995 IPCC Climate Assessment, and co-chaired the international High-Level Commission on Carbon Prices.

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hola@fundamentar.com (Joseph Stiglitz (*)) Opinión Mon, 13 Jun 2022 18:28:50 -0300
¿Una moneda común para integrar a Sudamérica? https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6621-una-moneda-comun-para-integrar-a-sudamerica https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6621-una-moneda-comun-para-integrar-a-sudamerica ¿Una moneda común para integrar a Sudamérica?

La creación de una moneda sudamericana podría impulsar la integración, brindar una mayor estabilidad monetaria y fortalecer la soberanía regional que reclaman las fuerzas progresistas.

La creación de una moneda sudamericana puede impulsar el proceso de integración regional, caracterizado por sus lentos avances y ocasionales estancamientos hasta la fecha, fortaleciendo asimismo la soberanía monetaria de los países sudamericanos, habituados a afrontar limitaciones económicas derivadas de la fragilidad internacional de sus monedas.

En modelos de precificación de activos, los intereses pagados por títulos de deuda emitidos por un gobierno son denominados de riesgo soberano o libres de riesgo de crédito, esto justamente por la capacidad que tiene la autoridad monetaria de emitir los medios de pago necesarios para liquidar sus obligaciones y deudas, dentro de su propia economía.

Si al interior de cada nación el Estado y su moneda son soberanos, en las relaciones internacionales la lógica es distinta. Existe, en el sistema financiero internacional, una jerarquía para las monedas nacionales. La ubicación del dólar en la cima de esa jerarquía otorga a Estados Unidos el privilegio de emitir la moneda internacional.

El reciente conflicto entre Rusia y Ucrania reavivó antiguos temores que se habían apagado con el final de la Guerra Fría. La posibilidad de una guerra que involucre a las potencias nucleares es una clara amenaza a la existencia humana, y los avances de dichas potencias sobre la soberanía de países que carecen de poderío bélico similar constituyen un factor desequilibrante y temible para muchos Estados.

Estados Unidos y la Unión Europea se valieron de la fuerza de sus monedas para infringirle a Rusia severas sanciones, confiscando sus reservas internacionales y excluyendo al país del sistema de pagos internacionales (Swift). Ante la imposibilidad (y la locura) de un enfrentamiento militar directo con otra potencia nuclear, Biden y sus aliados buscaron en el poder de sus monedas los modos de aislar y debilitar al enemigo.

Como ejercicio de poder, no se trata de una estrategia inédita. En 1979, la suba en la tasa de intereses implementada por EEUU para reafirmar el poder del dólar como moneda global llevó a diversos países (incluyendo Brasil y buena parte de América Latina) a una situación de insolvencia. Con la crisis de 2008, fue el poder del dólar lo que le permitió al FED (Banco Central estadounidense) sostener los precios en el mercado financiero, ofertando liquidez y demandando activos.

La utilización del poder monetario en el ámbito internacional renueva el debate sobre la relación entre moneda, soberanía y capacidad de autodeterminación de los pueblos, sobre todo en países con monedas consideradas no convertibles. Al no ser aceptadas estas monedas como medio de pago y reserva de valor en el mercado internacional, sus gestores están más sujetos a las limitaciones impuestas por la volatilidad del mercado financiero internacional.

Durante los años 1990, sucesivas crisis globales hicieron que diversos países latinoamericanos tuviesen que recurrir al FMI (Fondo Monetario Internacional) para poder honrar sus obligaciones en monedas internacionales. El apoyo del FMI quedaba usualmente condicionado a la adhesión de esos países al recetario económico “sugerido”.

El pasado 25 de marzo, el FMI aprobó un nuevo acuerdo con Argentina, el vigésimo segundo de su tipo desde 1956. Otros países apostaron a la dolarización como vía de estabilización macroeconómica, renunciando a la soberanía monetaria y de autonomía en la ejecución de políticas macroeconómicas. A partir de 2003, Brasil acumuló reservas internacionales y pudo revertir su posición pasando de deudor a acreedor líquido internacional.

En un contexto de amenazas bélicas, las reservas internacionales funcionan como una defensa de las monedas domésticas, inclusive para desalentar ataques. Sin embargo, como países emergentes o en vías de desarrollo en distintos niveles, todos seguimos padeciendo limitaciones económicas derivadas de la fragilidad internacional de nuestras monedas.

Un proyecto de integración que fortalezca a América del Sur, incrementando el comercio y la inversión combinados, permitiría formar un bloque económico de mayor relevancia en la economía global y asegurarle más autonomía al deseo democrático, a la definición del destino económico de los participantes del bloque y a la ampliación de la soberanía monetaria.

La situación no es sencilla, dada la profunda heterogeneidad estructural y macroeconómica de los países de la región. Las tentativas de fortalecer y acelerar la integración regional lograron hasta el momento forjar áreas de libre comercio y acuerdos en los ámbitos del crédito y la infraestructura. Sin embargo, fue un proceso que se dio a un ritmo lento, y que estuvo signado por distintos momentos de repliegue.

La apertura de un proceso de integración monetaria para la región sería capaz de insertar una nueva dinámica a la consolidación del bloque económico, brindándoles a los distintos países las ventajas de acceso y gestión compartida de una moneda de mayor liquidez, válida para relacionarse en economías que, juntas, adquirirían más peso en el mercado global.

La experiencia monetaria brasileña, exitosa en la instrumentalización de la URV (Unidad Real de Valor), puede subsidiar un paradigma para la creación de una nueva moneda digital sudamericana (SUR), capaz de fortalecer a la región.

La moneda sería emitida por un Banco Central Sudamericano, con una capitalización inicial hecha por los países-miembros en proporciones acordes con las respectivas participaciones de cada país en el comercio regional. La capitalización se haría con reservas internacionales de los países y/o con una tasa sobre las exportaciones extra-regionales de cada país. La nueva moneda podría ser utilizada tanto para flujos comerciales como financieros entre países de la región.

Cada país miembro recibiría una dotación inicial de SUR de acuerdo a reglas claras y consensuadas, y tendrían libertad para adoptarla domésticamente o mantener sus monedas locales. Los valores de cambio entre las monedas nacionales y la SUR serían flotantes. Los derechos financieros, como las reservas internacionales, también proveerían una contrapartida para la emisión equivalente de SUR.

Asimismo es fundamental un mecanismo de ajustes simétricos entre países con superávit y deficitarios. Los recursos provenientes de ese mecanismo serán utilizados para capitalizar fondos de una Cámara Sudamericana de Compensación, destinada a financiar la reducción de asimetrías entre las economías y el fomento de la sinergia entre ellas.

Los países miembros podrán comprar SUR para consolidar sus reservas internacionales, sin que recaigan tasas sobre los valores adquiridos. Deberán crearse mecanismos para gravar y desincentivar ataques especulativos.

La creación de una moneda sudamericana es la estrategia para acelerar el proceso de integración regional, constituyendo un poderoso instrumento de coordinación política y económica para los pueblos sudamericanos. Es un paso fundamental rumbo al fortalecimiento de la soberanía y la gobernanza regional, que sin duda se revelará decisivo en un nuevo mundo.

 

FUENTE: Folha de S. Paulo

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Dana Vazquez

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hola@fundamentar.com (Gabriel Galípolo y Fernando Haddad) Opinión Fri, 13 May 2022 14:42:07 -0300
Con el espejo retrovisor https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6603-con-el-espejo-retrovisor https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6603-con-el-espejo-retrovisor Con el espejo retrovisor

Si en el análisis de la semana pasada, poníamos el eje en las señales que la política argentina mostraba de cara al futuro, en la última semana de marzo varios de los hechos o datos que ocuparon parte de la escena, referencian al pasado, el reciente y el no tan reciente, con las mejores virtudes de un oficialismo que supo ganar las elecciones en 2019 y con las limitaciones de un tiempo y un contexto que en varios aspectos no lo favorece y por lo cual debe relativizar cualquier éxito que se suponga por estos días. Repasemos.

En el transcurso de la semana se conocieron dos datos sobre los cuales intervino el Indec que resultaron diferenciados y que van en el sentido del párrafo anterior. El primero de ellos refiere a la medición de la pobreza que, para el segundo semestre de 2021, dio un número de 37,3% lo que implica una baja de 4,7% respecto de igual período de 2020. El segundo, que por múltiples razones pasó desapercibido, notifica que, en promedio, (no olvidar que hablamos de números estadísticos) los salarios del último año aumentaron un 54% contra el 50% de crecimiento de la inflación.

La evolución de estos dos indicadores se explica desde la mejora en las condiciones sanitarias, que permite imaginar un avance progresivo del fenómeno de la pandemia por Covid a una situación de tipo endémica y que se vinculan con el dato conocido en días anteriores que señalan una baja del desempleo hacia el 7%, y con el importante crecimiento de la economía argentina que, en 2021, superó el 10%.

https://twitter.com/INDECArgentina/status/1509244138444804104

Si en los 90’ aprendimos que el crecimiento no bastaba para ir en el sentido de construir una sociedad igualitaria per se (Carlos Menem dejó un país con un desempleo de más del 14% y un crecimiento del 52% del PBI para el período 1990 – 1999), confirmando que la teoría del derrame no es más que un bluf de liberales que sólo leyeron una parte de los libros de la historia de la economía política internacional; la Argentina de la pandemia vuelve a mostrarnos la misma realidad.

Pero cuidado. Con esto no decimos que el gobierno del Frente de Todos articula su acción económica en el mismo sentido que hace 30 años o, para poner un ejemplo más reciente, en lo que proponía la fuerza política que gobernó la Argentina hasta 2019. Allí están, entre otros, los innumerables incentivos a la producción, la libre negociación de paritarias y el rol del sector público alentando inversiones en áreas que en poco tiempo más serán estratégicas y sobre las que el país tiene mucho para aportar.

Decimos que lo hecho hasta acá, pese a la baja de la pobreza, no alcanza. Que aún no se mejoraron los niveles de hace dos años, una de las razones por la cual se ganaron las elecciones presidenciales y que, a la luz de los números de inflación en el primer trimestre de 2022, los cuales se vinculan fuertemente con el índice de pobreza, los mismos deben ser relativizados, al punto de no poder usufructuarlos, por ahora, políticamente.

En un marzo que, a la hora de la inflación, resulta un mes históricamente caliente, nadie podrá negar que éste lo fue más. La inercia que trae febrero en materia de aumento de alimentos no da una buena señal de cara al futuro y todo deberá ceñirse, en el corto plazo, a lo que pueda ofrecer la secretaría de Comercio que comanda Roberto Feletti, limitando la voracidad de formadores de precios que encuentran en la guerra que ocurre a varios miles de kilómetros, unas cuantas excusas que justifican su sempiterna especulación.

Pero además, el dato político de la semana se lo llevó un proyecto de ley que fue anunciado desde el bloque oficialista en el Senado de la Nación, llamado “Fondo Nacional para la cancelación de la deuda con el FMI”. Conceptualmente es muy simple ya que supone la idea de imponer multas a quienes cuenten con bienes en el extranjero que no han sido declarados en la Argentina y que los montos colectados se utilicen para el pago de la deuda con el organismo de des/crédito internacional.

Con penas que suponen el 20% (del valor de los bienes) en los primeros seis meses y que luego pasaría al 35%, el proyecto juntó a su favor la opinión de expertos en la materia, los cuales dejaron trascender que el país podía aspirar a recaudar unos U$s70.000 millones, número que tentaría a cualquier gobierno. Más allá de cómo se instrumente la medida, debe recordarse que la Argentina integra, desde hace más de diez años, una serie de organismos internacionales que se dedican a perseguir el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo y que, además, ha tenido implicancia en la creación de todo un marco normativo interno.

Por lo anterior no resulta casual la foto con el embajador de los Estados Unidos en el despacho de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien le pidió apoyo al mediático funcionario norteamericano quien suele moverse a sus anchas con otro tipo de interlocutores. Lo cierto es que el “amigo” de varios dirigentes opositores, mucho no pudo desdecirse del convite dado que su país insiste, desde hace varios lustros, con la aplicación de leyes de este tipo.

El proyecto, en sus tiempos, formas de comunicación y planteamiento, recupera lo mejor de cierto virtuosismo kirchnerista: se hizo de manera sorpresiva, lo cual le permitió tomar la iniciativa (y mantenerla) obligando a los sectores opositores a fijar postura sobre el tema, quienes como en un deja vu de algo más de una década atrás, respondieron sobre la baje del prejuicio político antes que sobre la justicia o no del proyecto.

https://twitter.com/CFKArgentina/status/1508560716457938949

Si hacemos memoria, las respuestas opositoras que refieren a que esto sólo sirve para responder a la interna oficialista (Mario Negri, jefe bloque UCR en Diputados) o que lo único que lograrán es el vaciamiento del país (Cristián Ritondo jefe bloque PRO en Diputados), no deja de parecerse en su base, a aquella deslegitimación que alguna vez planteó Ernesto Sanz en 2010, sobre la Asignación Universal por Hijo, la cual, según el ex senador, se iba por la canaleta de la droga y el juego. Negarse a aprobar un proyecto de ley que persigue evasores y fugadores no parece ser el mejor perfil para una oposición que se dice republicana y democrática. Atención que la historia política tiene sobrados ejemplos de que la miopía no siempre paga.

El proyecto, se supone, tendrá una rápida aprobación en la Cámara de Senadores, pero habrá que prestar mucha atención, como sucederá de aquí a 2023, qué pueda suceder en Diputados donde las fuerzas políticas están mucho más equilibradas.

Seguramente la tríada Fernández de Kirchner – Massa – Fernández que pactó la unidad en la diversidad, la dirigencia de segundas y terceras líneas que le dieron carnadura y el conjunto de ciudadanos que le dieron el aval en las calles y en las urnas, imaginaban otra situación política y económica a casi 28 meses de haber asumido el gobierno. Y esa proyección es la resultante de buena parte de las disidencias internas de este tiempo.

Atravesando la salida de la pandemia, el oficialismo se encuentra ante la encrucijada de fortalecer la mejora de algunos indicadores con una verdadera inclusión que se traduzca en, por lo menos, propiciar que los trabajadores registrados superen la línea de pobreza, en un contexto de diferencias internas que no parecen aportar el escenario ideal.

Más allá de los discursos y señales a la distancia, tal vez sea hora de dejar egos al costado y propiciar coyunturas políticas que repliquen el proyecto que va por fugadores y evasores. Los instrumentos están. Sólo queda saber (y querer) utilizarlos, independientemente de las tensiones con los enemigos de siempre.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 03 Apr 2022 12:13:08 -0300
Vaivenes https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6599-vaivenes https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6599-vaivenes Vaivenes

Romántica entonaba los poemas más brillantes,
susurrando al oído de mil representantes
Te amo, te odio, dame más…

Serú Girán

La última semana del verano 2021 – 2022 trajo una serie de novedades que tuvo al conjunto de los argentinos en el vaivén de sensaciones que, como resulta obvio, se reflejó en el sistema político. Son varios los hechos a comentar. De los formales e institucionales y de los otros. De sus preguntas y respuestas trata este artículo que se escribe en el fresco de una mañana que preanuncia la llegada del otoño. Pasen y vean.

La aprobación en formato de ley del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en la noche del jueves, casi madrugada del viernes, se pareció en mucho a un trámite legislativo. Si nos tomamos el trabajo de recordar los orígenes de la presentación del proyecto en la Cámara de Diputados, sus consecuencias (renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque del Frente de Todos) y la atención puesta sobre los dimes y diretes de su tratamiento, nos daremos cuenta que el asunto fue decantando de mayor a menor.

Si en la cámara baja se especulaba hasta último momento con no articular discursos encendidos de un lado y de otro, a partir de las conveniencias de cada una de las partes y que aquí dimos cuenta en el artículo del fin de semana anterior; lo real y concreto es que en el Senado el procedimiento fue tan disímil que, además de lograr un tratamiento express (tanto como lo habilita su reglamento), tuvimos la oportunidad de escuchar el discurso de cierre del senador José Mayans, el cual, más allá de la falta de formalismos que a algunos parece caerles mal, supo mostrar con pelos y señales, porqué Argentina había llegado a la presente coyuntura.

https://www.youtube.com/watch?v=RpAkK-kCaKY

Pero lo que también debe incluirse en la idea del mayor a menor, es la relación de armonía en el Frente de Todos. Cuesta encontrar gestos que vayan en el sentido de apaciguar las aguas que, no bajarán turbias al decir de Hugo del Carril, pero sí turbulentas. La reunión del senador Oscar Parrilli (en su despacho) con el politólogo Eric Toussaint quien pide la abolición de la deuda argentina ante el FMI; la ausencia de Cristina Fernández de Kirchner del Senado en el momento de la votación del proyecto oficialista; la visualización pública de la carta de Darío Martínez, secretario de Energía de la Nación, dirigida al ministro de Economía donde pone en duda la provisión de gas para el invierno que se avecina y las declaraciones de la vocera del gobierno Gabriela Cerutti, afirmando que la vicepresidenta no había atendido el llamado del presidente a la hora de interiorizarse por el ataque a su oficina en la Cámara Alta; parecen indicarnos que algunos se contagiaron del espíritu belicoso que se impone por estos días en el mundo.

La palabra guerra ha poblado nuevamente cierta discursividad, ganando espacio y centimetraje en los medios de comunicación, pero también en el vocabulario y acciones de dirigentes que, tal vez, deberían plantear otras propuestas. Las guardias están altas, algunos mensajes parecen cifrados para ser decodificados por los propios (o los que se suponen como tal) antes que dirigidos claramente al conjunto de la ciudadanía. Debe decirse: es una guerra equivocada. Y eso tal vez pueda explicarse a partir de dos situaciones que, si se le prestara la atención debida, podría ayudar a aliviar tensiones.

La primera refiere al resultado político de la votación del proyecto de acuerdo con el FMI, el cual reflejó un amplio consenso en ambas cámaras. Hilando fino, al mirar la interna del FDT, resulta evidente que el cristinismo quedó en una clara posición de minoría. Es tal lo impropio de la situación que, el espacio político que viene a resolver el desastre de la deuda generada por el gobierno anterior, termina el proceso claramente debilitado y, quienes dejaron a la Argentina al borde del default con el organismo de des/crédito internacional, se pavonean institucional y mediáticamente como juiciosos y responsables dirigentes que han resultado decisivos para ayudar en la previsibilidad económica del país. Un verdadero sin sentido que demuestra que, en política, dos más dos no necesariamente es cuatro.

La segunda situación que enmarca la guerra equivocada alcanza a la figura de Alberto Fernández. Nominado por la ex presidenta quien, como decimos siempre, comprendió mejor que nadie los límites que podía tener un triunfo kirchnerista en 2019, justamente fue elegido, entre otras razones, por su condición de “moderado”. Para ser sintéticos, su trayectoria política, antes y después de referenciar en el kirchnerismo no se había caracterizado por sostener posiciones extremas.

El problema, que nadie podía prever hace 34 meses atrás, es que, a partir de 2020, el mundo viviría tiempos excepcionales. Habrá quienes sentencien a esto como una excusa, pero la pandemia no sólo alteró nuestros micromundos con su reguero de contagio, enfermedades y muertes, sino que, como no podía ser de otra manera, alteró la vida comunitaria. Y la política que no se hace en un frasco, no puede quedar afuera de esas limitaciones. A su vez, los oficialismos, que son los encargados de procesar las malas nuevas, pagaron un alto costo a lo largo y ancho del planeta.

No se pretende aquí exculpar al Frente de Todos de la derrota de medio término de hace cuatro meses atrás, de la cual podemos concluir que se dio en un contexto con ciertas particularidades que ya hemos comentado en este mismo portal pero que nunca vienen mal recordar: un deterioro económico producto de la pandemia y mejora posterior de la macroeconomía que no llegó a todos los bolsillos, errores de comunicación y de ejemplaridad en el tratamiento del Covid, cierta recurrencia a hablarle a los propios y no al conjunto y la persistencia de la inflación como mal endémico de la Argentina.

https://twitter.com/INDECArgentina/status/1503808284049948679

En ese sentido el día martes tuvimos una mala de las reales. Y no por conocida de antemano, deja de impactar en el ánimo social que el Índice General de Precios creció un 4,7% en febrero y la canasta alimentaria un 7,5%. La respuesta gubernamental inicial vino en un formato de declaraciones del presidente que se tomaron más como burla que como verdadera dimensión del problema.

A comienzos de semana se conoció el cierre de las exportaciones de la harina y del aceite de soja y se especuló con un aumento de las retenciones a esos productos. Sobre el final de la misma, en la noche del viernes, el presidente de la Nación se dirigió al conjunto de la población para informar que, una vez aprobado el acuerdo con el FMI, su gestión focalizará su accionar en reducir los niveles inflacionarios.

El discurso referenció en un Fernández auténtico. Enmarcó el problema, dio definiciones que contextualizan la coyuntura nacional e internacional, aportó datos que refieren a la importancia estratégica de países como Rusia e Ucrania en la comercialización de granos, convocó, una vez más, a grandes consensos e informó que serán sus ministros los encargados de ir notificando las medidas que se vayan tomando.

https://www.youtube.com/watch?v=WWlS2V7Jiz4

Inicialmente, el hecho político en sí dejó gusto a poco, pero, con el devenir de la madrugada, al conocerse la publicación del decreto que confirma el aumento de las retenciones a los productos antes señalados, se dejó en la manga un as que en política paga y muy bien: el factor sorpresa. ¿Lógica de guerra? No resulta del todo estimulante hacer análisis político con cierta terminología, pero no deja de ser evidente que el gobierno debe demostrar algo más que la convocatoria a una mesa a discutir los grandes temas del país.

En la semana hubo un ejemplo claro. El Consorcio ABC de Frigoríficos Exportadores de Carne había informado que se retiraba del acuerdo suscripto con el gobierno algunos meses atrás el cual habilitaba un aumento mensual del 2%. En los días previos el precio había comenzado a dispararse y debió intervenir directamente el ministro Julián Domínguez quien, luego de una reunión con el sector, informó vía Twitter que, si no se modificaba la situación, se cerrarían las exportaciones. Resultado del diferendo: los señores empresarios volvieron al espacio de discusión. Ante esto, dos preguntas: ¿bajará el precio de la carne al de días atrás o todo fue una burda operación para terminar avalando un aumento?, ¿tiene sentido amenazar con sancionar si, efectivamente, una de las partes violó el acuerdo? La respuesta, como siempre, se la dejo a ustedes queridos lectores y lectoras.

Pero como uno tiene más preguntas que respuestas, vale señalar otra duda más. Hay que indagar sobre si en tiempos excepcionales, corresponden medidas moderadas de supuestos acuerdos que, hasta ahora, poco efectivos han resultado. Si algo caracterizó al kirchnerismo del que Alberto Fernández formó parte (y del que no) fue la originalidad en medidas económicas que, a la vez que consagraban derechos, desconcertaban a sus adversarios, guardando siempre la iniciativa para sí. Pero también, y en simultáneo, entendía de los límites que la política impone en un contexto de debilidad, tal y como lo supo reconocer implícitamente en los acuerdos con el FMI en el período 2003 – 2006.

La hora exige audacia en las decisiones y convencimiento pleno de la idea de unidad. Dicho de ese modo, se nos podría acusar de una inocencia insalvable, sobre todo cuando se escuchan y observan ciertos movimientos cotidianos de la política. Pero si nadie se salva solo, y eso es irreductiblemente cierto, tal vez las diferencias puedan empezar a zanjarse si se parte de cierta generosidad en lo que supone la existencia del otro. Bajar la guardia, escuchar y entenderse con los propios. Esa tal vez sea la forma de superar algunos vaivenes, para que el "te amo, te odio, dame más”, sea solo un párrafo de una bella y vieja canción, antes que una recurrencia política del oficialismo argentino.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 20 Mar 2022 11:47:40 -0300
Lluvia de noviembre https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6598-lluvia-de-noviembre https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6598-lluvia-de-noviembre Lluvia de noviembre

Porque nada dura para siempre
y los dos sabemos que el corazón puede cambiar.
Y es difícil sujetar una vela,
bajo la fría lluvia de noviembre

Axel Rose.

En términos políticos, la segunda semana de marzo culmina con la “novedad” de la media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación del proyecto del Acuerdo de Facilidades Extendidas entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional. La contundencia de su número (202 a favor, 37 en contra y 13 abstenciones), tiene una historia detrás, que no se remonta exclusivamente al ida y vuelta en la negociación de estos días, sino que tiene su razón de ser en tiempos más largos. Repasemos.

Antes de intentar cualquier explicación sustancial o conjetural debe insistirse en dos datos, si se quieren, obvios. El primero es que, en el tema del tratamiento del proyecto, como diría el entrañable David Lebón, “estamos parados en el medio de la vida”. Todo lo que pueda esgrimirse como argumentos en esta bella mañana de sábado, supone la relatividad de un tema que no ha concluido. El Senado de la Nación, cámara que desde el lunes comenzará su discusión, no sólo tiene otro reglamento para el tratamiento de leyes, sino que, y esto es lo más importante, por su naturaleza compositiva, también tiene otra dinámica política. Marcamos sólo los dos indicadores más evidentes: las proporciones de representación no son idénticas a la de diputados, ni en términos partidarios ni jurisdiccionales, y, además, en muchos casos existe una relación política directa con el gobernador de la provincia de origen que en el caso de los diputados muchas veces no existe más allá de los formalismos.

El segundo dato sobre el que debe insistirse es que "la cuestión FMI” no es un tema nuevo para la coalición gobernante ni para el conjunto de los argentinos. Se supo, desde la mismísima composición del Frente de Todos y, una vez iniciado su gobierno, con la apertura de una instancia de negociación, que el tema debía ser abordado en un sentido o en otro, no apareciendo en el baúl de los recuerdos del oficialismo la idea de un no acuerdo que llevara al país al default. Vale la pena insistir sobre el asunto: la discusión, las tratativas y los vaivenes en la negociación era un tema que formaba parte de la agenda pública porque no estaba resuelto. Ni por asomo.

La madrugada del viernes dejaron la contundencia de los números y también las múltiples interpretaciones (que se extenderán en el tiempo a partir de que el proyecto pueda o no convertirse en ley), sobre quién ganó y quién perdió a partir de lo sucedido. Si la pregunta fuera válida pese a estar a mitad de camino, podría decirse que para la administración de Alberto Fernández la respuesta viene en un doble sentido: en el plano externo podrá mostrar un consenso que nunca viene del todo mal, mientras que en lo interno habrá que trabajar mucho, y en sigilo, para restañar aquellas heridas que puede haber dejado la discusión en diputados ahora, y en senadores desde la semana que se inicia.

Guzmán y Manzur en el plenario de comisiones de Diputados
Guzmán y Manzur en el plenario de comisiones de Diputados

Un detalle para la futurología de diván y teniendo en cuenta que el apoyo opositor de Juntos por el Cambio se alcanzó eliminando el “plan” que proponía el gobierno como parte del acuerdo, ya que la oposición dice no compartir sus principales lineamientos que, como todos sabemos, no obliga a reformas estructurales tan caras a los intereses del organismo de des/crédito internacional. Preguntas en formato de digresión y de cara al futuro de mediano plazo en el hipotético caso de un triunfo opositor en 2023: ¿podría darse el caso paradójico que habiendo aceptado el acreedor una renegociación “más leve”, el deudor vaya por más y promueva esa serie de reformas que siempre han desfavorecido al pueblo argentino? Y ante esto, ¿nos enfrentaremos a la situación de repetir lo sucedido con los fondos buitre en el 2016, cuando en la “negociación” de aquel año, el Estado argentino ofreció más de lo que los tenedores de bonos pedían? Quien lo sabe. Lo único y concreto querida lectora, estimado lector, es que ya tiene tarea asignada para los próximos, digamos, dos años.

A lo ya explicado en cuanto a lo que el oficialismo debió ceder, pese a la negativa del mismísimo ministro de economía Martín Guzmán, debe agregarse un contexto donde el sector crítico que representa la agrupación política que conduce Máximo Kirchner, aportó con su silencio antes y durante el tratamiento, lo cual sirvió para no condicionar el desarrollo del tratamiento del proyecto. Junto con ello, la totalidad de los discursos aparecieron medidos, sin grandilocuencias, cuidando las formas con el fin de que nadie sufriera una derrota política: ni quienes tributan en el FDT ni quienes lo hacen en Juntos.

Y aquí debe ampliarse una idea: no solamente el oficialismo necesita el acuerdo y que la Argentina no caiga en default. Juntos por el Cambio en general y el Pro en particular depende de su aprobación para tratar de poner en el pasado su responsabilidad política al tomar una deuda de U$s 57.000 millones que debía ser devuelta a partir del tercer año, con muy poco plazo de pago y en tiempos realmente exiguos. Sería un verdadero despropósito que la fuerza política que generó el problema, mirara para el costado a la hora de tratar de darle una salida mucho más armónica para los intereses del conjunto social.

El Presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
El Presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

La forma en que se construyó ese apoyo que se traduce en 202 votos a favor tiene una lógica de la cotidianidad de este marzo, pero también tiene el trasfondo que se proyecta desde el mes de noviembre. “La necesidad tiene cara de hereje” diría mi sabia abuela, y los orígenes del consenso deben buscarse en algo que, aunque parezca obvio, algunos parecen olvidar: el resultado electoral de noviembre de 2021.

En el período preelectoral, en un clima que se suponía favorable al FDT, la gran apuesta residía en que el oficialismo obtuviera tal resultado que pudiera ganar siete diputados más en la cámara, con lo cual alcanzaría el quorum propio y lo que es más importante, quedaba posibilitado de aprobar aquellas leyes que no necesitan de mayorías especiales. El resultado fue determinadamente distinto, configurándose un oficialismo que ha quedado debilitado.

Debe decirse, le pese a quien le pese: si en la sesión iniciada el jueves y finalizada en la madrugada del viernes, el oficialismo hubiera contado con el conjunto de sus legisladores dispuestos a votar a favor, tampoco le habrían dado los números para alcanzar la aprobación del proyecto original. La postura negativa de bloques minoritarios como el Interbloque Federal que, entre otros, integran los socialistas santafesinos y que, en estas circunstancias de votaciones ajustadas, suelen transformarse en estratégicos, completan el cuadro. Es discutible si el proyecto estaba bien apuntalado originalmente, pero lo que no puede negarse es que cualquier tratamiento de ley de la cámara baja y que se proponga desde el propio oficialismo, siempre arranca con números que necesita de otros espacios. Como se ha impuesto en redes de estos tiempos: “datos, no opinión”.

El Presidente del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez, y el diputado por CABA, Leandro Santoro
El Presidente del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez, y el diputado por CABA, Leandro Santoro

De lo visto hasta aquí, de las justificaciones, fundamentos y críticas surge una pregunta de rigor: ¿tiene sentido emular decisiones políticas del pasado con escenarios que resultan muy pocos coincidentes? Nos explicamos: en el argumento de que el kirchnerismo supo desendeudar al país y que, de la mano de Néstor Kirchner, en 2006 Argentina se sacó de encima al Fondo con un pago histórico de U$s 10.000 millones, subyace el fundamento para no validar lo propuesto por Guzmán o, directamente, para no hacer frente a las obligaciones. Varias salvedades al respecto y que ya hemos señalado desde Fundamentar pero que vale insistir ya que el período 2003 – 2006 nada tiene que ver con el de 2019 – 2022:

1) Argentina no viene de una etapa de recuperación económica. Conocidas son las consecuencias de la pandemia y debe decirse que recién en el segundo año de gestión el país ha podido crecer.

2) El FMI es el de siempre, eso es ferozmente cierto, pero el contexto no. En lo interno, en 2006 se venía de una instancia de negociación previa con el organismo, de un triunfo electoral en 2005, el kirchnerismo se presentaba como una novedad política que renovaba expectativas y la oposición no estaba configurada, ni por asomo, en un solo bloque. En 2022 se viene de una derrota política, Cristina Fernández tiene un techo político que la llevó a ceder lo que parecía ser su candidatura natural, y desde 2015 para acá la derecha que supo aglutinarse en Juntos por el Cambio, no baja del 40% en ninguna elección, independientemente del desastre económico, político y social del período 2015 – 2019.

3) En lo externo, el contexto latinoamericano es diametralmente opuesto, y la pandemia primero y la guerra entre Rusia y Ucrania después, acarrean un tiempo de múltiples limitaciones en términos del intercambio de bienes y energía que tanto condicionan y potencian (paralelamente) a la Argentina.

Podemos aspirar a determinada realidad. Podemos desearla como un tiempo idílico si se quiere. Pero lo que nunca podemos es dejar de tener en cuenta la capacidad de acción política que un dirigente, un espacio o un país puede tener.

A medida que el proyecto de acuerdo avance y de que pueda convertirse en ley a partir de lo que resuelva el Senado, el oficialismo deberá tener la suficiente sabiduría para pasar pantalla, sin pase de facturas y entendiendo, como siempre y como nunca, que todos son necesarios.

Ni los números, ni los tiempos políticos permiten verdades absolutas ni iluminados enamoradizos de cierto pasado que no vuelve. Pese a la calidez en estos arrabales del mundo, noviembre trajo una lluvia fría que el Frente de Todos no esperaba. Los movimientos, acuerdos y consensos de estos días reflejan eso. Tal vez sea hora de entenderlo.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sat, 12 Mar 2022 11:19:44 -0300
Política exterior. Destacados de la semana https://fundamentar.com/nacional/item/6597-politica-exterior-destacados-de-la-semana https://fundamentar.com/nacional/item/6597-politica-exterior-destacados-de-la-semana Política exterior de la semana

Te presentamos los hechos más importantes de esta semana de la política exterior argentina desde una mirada analítica.

Situación de los derechos humanos en Ucrania

El viernes pasado, la delegación argentina en Ginebra votó a favor de la resolución que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó respecto a “la situación de los derechos humanos en Ucrania a partir de la agresión rusa”. La misma fue aprobada con 32 votos a favor, 13 en abstención y 2 en contra. De esta manera, la Presidencia de Derechos Humanos que es ejercida por Argentina, deberá designar una comisión internacional independiente integrada por tres expertos para investigar las violaciones a los derechos humanos en Ucrania.

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1499735671002615809

Durante su exposición la República Argentina a través de la representante Cecilia Meirovich, directora de Derechos Humanos de la Cancillería Argentina, expresó: “Seguimos con preocupación y lamentamos profundamente la situación que se está viviendo en Ucrania”. Y agregó: “Tal como señaló la Alta Comisionada en la apertura de sesiones de este Consejo, la situación generada en Ucrania está poniendo en riesgo innumerables vidas. Coincidimos con ella en que el derecho a la vida es el bien máximo a proteger”. Para luego expresar: “De una cosa estamos seguros: no existe una solución militar en este asunto. La historia nos ha demostrado una y otra vez que la violencia no es el camino y que no es sino a través del diálogo y la diplomacia que se alcanzan soluciones duraderas”. “Es por eso que, tal como lo manifestamos en la sesión de emergencia de la Asamblea General el martes, reiteramos a la Federación Rusa que cese inmediatamente en el uso de la fuerza, y condenamos la invasión a Ucrania así como las operaciones militares en su territorio”, agregó. Y enfatizó: “Fiel a sus principios, la Argentina rechaza el uso de la fuerza armada y reitera la necesidad de una desescalada de la violencia”.

Recordemos que el miércoles de la semana pasada, Naciones Unidas adoptó una resolución en la que exige a la Federación de Rusia que “retire de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares del territorio de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente”, Argentina votó a favor de la misma y sólo Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea votaron en contra.

https://twitter.com/ONU_es/status/1500048481234292738 

https://twitter.com/ONU_es/status/1500169272844238852

 

Proyecto de ley para aprobar el acuerdo alcanzado por el Gobierno Nacional con el Staff del FMI

El proyecto de ley que avala el acuerdo con el FMI obtuvo el miércoles a la noche un amplio respaldo político en torno al dictamen que se firmó en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, por lo que será puesto a consideración del cuerpo en una sesión especial solicitada para este jueves. El consenso fue el resultado de una serie de reuniones que se desarrollaron en varios despachos del Palacio Legislativo entre el presidente de la Cámara, Sergio Massa, y las autoridades de la mayoría de los bloques.

https://twitter.com/Ar_Unida/status/1501254390644150273

La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, afirmó que la iniciativa sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que es debatida esta tarde en sesión especial en la Cámara de Diputados "es el mejor proyecto para alcanzar el consenso nacional y demostrarle al mundo que estamos todos comprometidos en encontrar una solución" y destacó que "por primera vez en Argentina" un entendimiento con el organismo internacional se debate en el Congreso. "Hoy comienza en Diputados el debate sobre el acuerdo que alcanzó el Gobierno con el FMI. Nos parece importantísimo porque por primera vez en Argentina este debate se dará en el Congreso", dijo la vocera en rueda de prensa en Casa de Gobierno, en la que agregó: "Esto es auspicioso y tenemos que lograr que se apruebe con nivel de responsabilidad y que todas las fuerzas políticas sean parte de la solución". El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, afirmó que la Argentina “necesita recorrer un sendero de crecimiento para poder pagar” sus deudas, y aseguró que en el Frente de Todos (FdT) “prima la unidad en la diversidad”, al formular declaraciones antes del comienzo de la sesión especial del cuerpo que se celebra hoy para debatir el proyecto. 

https://twitter.com/RussoNicolasOk/status/1501753892350181380

 

Relaciones bilaterales con República Dominicana

Este miércoles, el canciller Santiago Cafiero encabezó junto al Presidente de República Dominicana, Luis Abinader Corona, una ronda de negocios de empresarios argentinos con funcionarios del gobierno de aquel país, con el objetivo de reforzar el vínculo comercial y de cooperación entre ambas naciones. Durante la reunión de trabajo Cafiero agradeció a Abinader la visita oficial  y le transmitió que “hay mucho camino recorrido; vínculos preexistentes entre el Gobierno de República Dominicana y algunas empresas que están hoy aquí”. 

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1501639587071860736

En ese sentido, el Canciller destacó además que “no sólo estamos enfocándonos en la instancia de desarrollo de inversiones e intercambio comercial, sino también como método y modo de afianzar las relaciones bilaterales entre ambos países. Es el desafío que nos ha encomendado el Presidente Alberto Fernández y con el que los recibimos con toda la hospitalidad y todo el reconocimiento a su tarea a su país y a su pueblo”. 

A su vez, el presidente Fernández y su par dominicano sostuvieron un encuentro donde se firmaron nuevos acuerdos bilaterales para profundizar la relación:

https://twitter.com/alferdez/status/1501669892717748227

 

(*) Analista de Fundamentar.

 

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hola@fundamentar.com (Camila Elizabeth Hernández (*)) Argentina Thu, 10 Mar 2022 18:59:57 -0300
El acuerdo como desafío https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6595-el-acuerdo-como-desafio https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6595-el-acuerdo-como-desafio El acuerdo como desafío

Casi en los extremos de la semana, la política argentina tuvo como protagonista al Congreso de la Nación. En primer lugar, y tal como lo establece la Constitución Nacional, el 1° de Marzo se produjo la apertura de sesiones ordinarias con la presencia del presidente Alberto Fernández y luego, sobre el mediodía del día viernes, ingresó a la Cámara de Diputados el proyecto de ley que permitiría aprobar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Ambos hechos no se agotan allí, sino que tendrán un indudable impacto con el correr de semanas, meses y, seguramente, años, en la generalidad de la vida de todos nosotros, pero, además, en la particularidad de los dos grandes bloques en los que se divide la política argentina. Repasemos.

Antes que nada, una adenda de rigor. El sistema partidario argentino se ha reconfigurado electoralmente y desde la gestión, en dos grandes bloques. En su momento Torcuato Di Tella, tuvo la audacia de afirmar que el país marchaba hacia un sistema político apoyado sobre dos grandes ejes: uno de centro derecha y el otro de centro izquierda, donde el peronismo quedaría subdividido y la Unión Cívica Radical desparecería. Lo que en aquel tiempo parecía una afirmación que podía pensarse para otros regímenes, desde el 2015 para aquí, en buena parte y con matices, se ha confirmado en los hechos. El Pro supo referenciarse como ese espacio de centro derecha, aglutinando tras de sí a la UCR que está vivita y coleando, y el kirchnerismo ha sabido abrir el juego al conjunto del peronismo para conducir un proceso original en la historia del país.

Más por necesidad que por convicción, el impactante resultado de 2011, con el 54% de los votos obtenidos por Cristina Fernández de Kirchner, sacando una diferencia de casi 40 puntos con el segundo (Hermes Binner), terminó siendo un llamado de atención para una centro derecha que encontró en Mauricio Macri aquella figura electoral con la suficiente potencia para, a la vez que le “juntaba las cabezas” a amplios sectores de la Unión Cívica Radical y a la Coalición Cívica, derrotar a Daniel Scioli, candidato oficialista.

En 2019, esa actitud se mudó de espacio y, a partir de la magistral jugada de ajedrez de la actual vicepresidenta, bajándose de una candidatura sin bajarse del todo, circunstancia a la que el macrismo jamás pudo responder con inteligencia; el peronismo todo se encolumnó detrás de una candidatura que allá por la primera quincena de mayo de ese año, era impensada. El resto es historia conocida.

Con lo afirmado hasta aquí no queremos decir que el sistema político argentino no deja espacio para los extremos: allí están las diputaciones de libertarios y de dirigentes de izquierda. Señalamos que el grueso de la representación se dirime en dos grandes bloques que cuentan con varios pliegues hacia su interior y que, por ahora, en un delicado equilibrio que se construye en el día a día, no tiene visos de explotar por el aire. La suma del 75% de los votos obtenidos a nivel nacional por ambos frentes en las elecciones de hace apenas 90 días, así lo confirman.

https://www.youtube.com/watch?v=S3rPJY8zNSg

Como señalamos más arriba, la semana se movió entre dos tópicos: el discurso presidencial en el Congreso y la presentación del acuerdo en la Cámara de Diputados. El primero de ellos vino con un acting incluido, algo que se había conocido un rato antes con sólo escuchar cualquier medio nacional de relevancia: era muy probable que la bancada PRO se retirara del recinto a partir de lo que afirmara Alberto Fernández. Se llegaba a un punto de no dudar si el gravoso hecho se produciría, sino que la apuesta pasaba por descubrir el momento.

Si el plan inicial incluía a todo el espacio de Juntos por el Cambio, sólo lo sabrán sus protagonistas. Lo cierto y concreto es que el hecho, que se da de bruces con cualquier idea de respeto democrático, sobre todo si quien expone lo hace pidiendo que la Justicia actúe en una causa penal, dejó al nada desdeñable bloque Pro, en una soledad absoluta. Los dichos de Fernández no fueron un ataque a la democracia. Fue un recordatorio de que esa deuda tomada entre tres (Mauricio Macri, Nicolás Dujovne y Marcos Peña Brown), está severamente sospechada.

La novedad es que el movimiento “contra” el primer mandatario no es sólo contra el Presidente sino también contra sus aliados de Juntos X el Cambio, a quienes obliga a despegarse de esas actitudes. Por momentos, en Pro aparece la actitud de la persona adicta: siempre va por más. Corridos por derecha por los libertarios, de forma permanente necesita dar un paso más allá. Si hasta hace algunas semanas atrás, la chicana venía por el lado de afirmar que el espacio votaría lo mismo que vote Máximo Kirchner, salido éste de la conducción del bloque, la novedad de estos días, en boca del propio Luciano Laspina -diputado por Santa Fe que reside desde hace décadas en Buenos Aires y que a la sazón resulta el vicepresidente de la comisión de presupuesto- es que el acuerdo sería una “bomba de tiempo”. Cada vez es más evidente: desde cierta dirigencia Pro, el cinismo se ha convertido en una herramienta política que se expone sin rubores, confirmando que la idea de halcones y palomas es una mera ilusión óptica.

La diferencia es de grado. Más allá de cierto comportamiento culposo del oficialismo hay algo que debe afirmarse sin eufemismos: que un acuerdo con el FMI quede supeditado al tratamiento ante el Poder Legislativo es un salto de calidad evidente.

https://www.youtube.com/watch?v=GsQtm6CcISI

Quien haya vivido lo suficiente en la Argentina, sabrá recordar que históricamente los acuerdos con el organismo de (des)crédito internacional, debían ser “descubiertos” por los diferentes actores de la vida nacional para presuponer qué nos esperaba a los argentinos.

Hoy, por ejemplo, llegamos al punto de saber al detalle, a través de distintos referentes, que ese documento que marcará la vida de los argentinos por unos cuantos años, cuenta con 137 páginas. Será discutido en comisiones, expondrán funcionarios, será defendido y cuestionado, en espacios institucionales, pero también en el seno de la sociedad. Diarios, radios, canales de televisión, podcasts y redes darán cuenta hasta en lo mínimo de aquello que ha firmado el ministro Martín Guzmán y su funcionariado. El ciudadano tendrá la información de primera mano, sin intermediarios, sin intérpretes y traductores obligados, sin bufones del poder que nos relatan “la posta”.

Ese proyecto es un salto de calidad. Que las oposiciones argentinas miren para otro lado es algo que no debería sorprendernos porque es parte del bendito juego de la democracia. Ahora bien, que el oficialismo, no haya hecho más hincapié en el asunto es algo que, a la distancia de 300 kilómetros de los hechos, no se termina de entender del todo.

Podría afirmarse que, paradójicamente, para los dos bloques de poder, el desafío del acuerdo va más allá de la votación y pone en juego la idea de unidad. En el caso opositor que se refiere a Juntos por el Cambio, el peor escenario es una votación dividida. Si eso se profundizara, las seguras internas que traerá el 2023 pondrán las cosas en su lugar, y quien se transforme en ganador tendrá, al menos hasta que se conozca el resultado de la general, “la razón” por lo hecho hasta ese momento. (Desde estas líneas insistimos que la UCR dará la disputa política con una pre candidatura presidencial propia).

Para el oficialismo, además, se agregan otros desafíos. El lector o la lectora sabrá darle el orden de importancia de los mismos. El primero es ser eficaz en hacerle saber a la sociedad que se llega a este acuerdo por uno previo, que, a contraposición de éste, no fue discutido ni fue ofrecido a la sociedad para su consideración y que obedecía a una necesidad previa. Algo había pasado entre 2016 y 2018 para que el país se quedara sin crédito internacional. Esa idea, que apenas asumido como jefe de bloque el rosarino Germán Martínez deslizó como condición necesaria para la discusión, seguramente tomará cuerpo con el correr de los días.

El segundo desafío es el de la gestión. A diferencia de los intereses de Juntos por el Cambio, que apuesta al olvido, a la desinformación y a lo que en la jerga periodística le llamarían “carne podrida” (sólo así puede entenderse la afirmación de que la administración Fernández ha endeudado más en pesos que la de Macri en dólares), el Frente de Todos se enfrenta a dar respuesta en el día a día de cada argentino. Más allá de los números que reflejan el crecimiento de la economía y que bien expuso el presidente en su discurso del día martes, la inflación se presenta como el mayor reclamo de los ciudadanos. Con ello vienen de la mano un conjunto de factores y variables que se ponderan en cada elección. Las ya mencionadas elecciones de 2021 así lo certifican.

Si aquella vieja afirmación que dice que las elecciones las ganan o pierden los oficialismos fuera real, con la sensación de la pandemia ya superada, al Frente de Todos le quedan algo así como 18 meses para comenzar a revertir la cuesta que le impuso el proceso electoral del año pasado. No es poco, tampoco mucho.

El tercer desafío refiere a la idea de unidad en la diversidad y en la gestión. De lo que se percibe en el espacio público, no puede imaginarse una ruptura definitiva. Hasta ahora, con la honrosa excepción del ex jefe de bloque y de algún video posteado por la organización que conduce, en una crítica severa al comportamiento técnico y político del FMI, no se han escuchado voces legislativas del oficialismo que hayan planteado en el Ágora, su rechazo al acuerdo. Si aparecen rechazos, uno puede imaginarse que serán con el suficiente bajo perfil, como para no dañar profundamente una relación política que ha tenido sus vaivenes, en un contexto inédito para el peronismo, al tener que gobernar en formato de coalición.

https://twitter.com/elpais_america/status/1500144431286136834

En resumidas cuentas, cómo pocas veces suele suceder con el tratamiento de leyes en el Congreso de la Nación, no sólo importará el resultado final de la votación, sino que también será interesante apreciar cómo se construyen esos números. Con victorias o derrotas, con aprobación, rechazos o abstenciones, con unidad o severamente enfrentados, lo que trae consigo el acuerdo con el Fondo, será un mojón importante en la vida de ambos frentes políticos. Pero fundamentalmente, en la vida de los argentinos. Tal vez esto último sea lo más importante que debamos tener en cuenta. Seguramente, continuará.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez 

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 06 Mar 2022 11:11:27 -0300
Política exterior. Destacados de la semana https://fundamentar.com/nacional/item/6594-politica-exterior-destacados-de-la-semana https://fundamentar.com/nacional/item/6594-politica-exterior-destacados-de-la-semana Política exterior. Destacados de la semana

Te presentamos los hechos más importantes de esta semana de la política exterior argentina desde una mirada analítica.

Apertura de sesiones del Congreso de la Nación

En la apertura de sesiones del Congreso de la Nación de este año, el presidente destacó algunos puntos importantes para la política exterior de nuestro país de cara al futuro. En primer lugar, hizo un llamado a la paz: “Si el mundo no comprende que es este el momento preciso en que debemos darle una oportunidad a la paz y que debemos construir nuevas reglas que saquen de la postergación a los millones de desposeídos que apenas sobreviven, otra vez la humanidad estará siendo condenada a padecer la indecencia de los poderosos”. Luego, con respecto al acuerdo con el FMI, el presidente sostuvo: “Sin acuerdo, no podremos ayudar a construir certezas. El acuerdo que anunciamos semanas atrás sobre el marco de políticas económicas es el mejor acuerdo que el gobierno de la Argentina podía conseguir” y “Este acuerdo no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo, a diferencia de otros que la Argentina firmó en el pasado”. También afirmó que no habrá reformas previsional, laboral o tarifazo, ya que “Este acuerdo no doblega nuestra soberanía. Somos nosotros los que decidiremos nuestro futuro”. Con respecto a las relaciones con el mundo, Fernández habló de la importancia de la cooperación y la integración: "Seguimos trabajando junto a las naciones del mundo para lograr una integración que nos fortalezca. Y vamos dando pasos para una integración que potencie nuestras posibilidades productivas y fortalezca la estabilidad de nuestra economía”. Habló de un multilateralismo cooperativo: “La Argentina lleva a cabo una política exterior basada en el multilateralismo cooperativo. Apoya con firmeza la paz, la seguridad internacional, la solución pacífica de controversias, los derechos humanos, la defensa de la democracia y el cuidado del medio ambiente”. Por último, en referencia a la macroeconomía y las inversiones en ciencia y tecnología: “Vamos a impulsar la producción y las exportaciones para generar empleo, mejorar los ingresos, generar divisas y bajar la inflación. No se trata de exportar a costa del mercado interno. Se trata de exportar para mejorar la vida de los argentinos” y “El futuro exige dar un enorme impulso a la ciencia y la tecnología. Son herramientas fundamentales para resolver los problemas que afectan a la humanidad”.

https://twitter.com/CasaRosada/status/1498760566130757639 

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1498704614136459264 

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1498686633872216065 

En relación con Malvinas, el presidente, en línea con las declaraciones del canciller Santiago Cafiero en el 49º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, sostuvo: " “La República Argentina reitera su búsqueda de una solución negociada y pacífica de la disputa de soberanía, para cumplir con el objetivo irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de soberanía sobre esa parte de nuestro territorio que se encuentra usurpado”. 

 

Argentinas y argentinos en Ucrania

El sábado pasado, la Cancillería Argentina informó, mediante un comunicado en la página oficial y Twitter, a las y los compatriotas registrados que viven en Ucrania, que luego de una reunión técnica con funcionarios de cancillerías latinoamericanas, se acordó trabajar de manera conjunta en la asistencia de los respectivos nacionales a través de un mecanismo de cooperación consular. “El Ministerio de Relaciones Exteriores está trabajando con las cancillerías de Chile, Brasil, Perú, Uruguay, Paraguay, México, Colombia, Bolivia y Ecuador, articulando acciones e intercambiando información de utilidad, a fin de poder prestar, en las circunstancias actuales, la asistencia consular que resulte necesaria.”

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1497563793513062408

“Se avanzará en la implementación de un plan de evacuación cuando puedan garantizarse las condiciones de seguridad sobre el terreno a través de corredores seguros.” A su vez, se anunció que una misión de Cascos Blancos encabezada por una delegación del voluntariado civil estatal argentino, acompañado por funcionarios consulares, partirá hacia la frontera entre Polonia y Ucrania para brindar la asistencia humanitaria necesaria para garantizar la salida de las y los argentinos, así como de las y los nacionales de los demás países que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que procuren salir de territorio ucraniano. El despliegue de la misión fue ordenado por Santiago Cafiero, en el marco de un trabajo articulado entre las cancillerías de varios países latinoamericanos, para definir los mecanismos de egreso seguro y ordenado para las y los latinoamericanos que intentan salir hacia Polonia. En ese sentido, el canciller se reunió este lunes con el Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, en la sede de este organismo en Ginebra, donde dialogaron  respecto  del trabajo articulado con Cascos Blancos en lo que respecta a la ayuda de aquellas personas que desean abandonar Ucrania.

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1499453040683798533 

https://twitter.com/CascosBlancos/status/1499419536537358339

En el día de ayer, el gobierno ordenó la inmediata evacuación de la embajada argentina en Ucrania, cuyos diplomáticos se están trasladando a Rumania. "Estamos llevando un consulado móvil a la frontera con Polonia y reforzando la cantidad de diplomáticos en esas zonas", señaló Cafiero.

https://twitter.com/SantiagoCafiero/status/1499464512772227072

 

49º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas

Este lunes, el canciller Santiago Cafiero participó del Segmento de Alto Nivel del 49º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde afirmó: “El mundo no soporta más sufrimiento ni debe tolerar más muertos. La paz es urgente”. En ese sentido, Cafiero sostuvo: “Creo en estas horas de dolor e incertidumbre que debemos apegarnos a la preservación de la vida como el más supremo de los derechos humanos”, al tiempo que se preguntó “¿Cuál es la primera víctima en la guerra? ¿La verdad o la vida? ¿La verdad o los seres humanos?” “La comunidad internacional no tiene derecho a condenar la preocupación de ningún Estado sobre su seguridad. Tampoco eventuales denuncias por el supuesto incumplimiento de acuerdos preexistentes. Toda preocupación es legítima, y en todo caso será materia discutible en una mesa de negociaciones o en el foro pertinente”, destacó el canciller argentino, quien puntualizó que “Lo que no es legítimo es recurrir al uso de la fuerza y violar la integridad territorial de otro Estado como forma de resolver un conflicto”, haciendo referencia a los sucesos en Ucrania.

https://twitter.com/UN_HRC/status/1498247924467253253 

A su vez, el canciller mantuvo reuniones con sus pares de Canadá, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Japón, el Director General de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Ryder y la Secretaria General de la Conferencia de Naciones Unidas de Comercio y Desarrollo, Rebeca Grynspan: 

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1498729470244569090 

 

III Reunión del Mecanismo de Coordinación Política Argentina-Brasil

El viernes pasado, el secretario de Relaciones Exteriores, Pablo Tettamanti, y su par de Brasil, Fernando Simas Magalhaes, celebraron en el Palacio San Martín, la III Reunión del Mecanismo de Coordinación Política Argentina-Brasil. Participaron del encuentro el secretario de Negociaciones Bilaterales y Regionales en las Américas de Brasil, Pedro Miguel Da Costa e Silva, la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, el embajador Daniel Scioli y su par Reinaldo Salgado.

https://twitter.com/CancilleriaARG/status/1497307966927634435 

En dicha reunión, se recordó el interés regional de alcanzar una solución pacífica y definitiva a la prolongada disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, de conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas y de otros foros internacionales. En lo que concierne al MERCOSUR, se ratificó el compromiso y la firme voluntad política de continuar fortaleciendo y profundizando el bloque luego de tres décadas de existencia. En ese sentido, se apuntó a la necesidad de impulsar los trabajos en áreas relevantes tales como la integración y la complementación energética, la infraestructura física y digital, y el desarrollo y fortalecimiento de las cadenas regionales de valor, involucrando al sector privado por medio de los foros empresariales. En adición, se resaltó el objetivo compartido de fortalecer la agenda interna, focalizando la atención en brindar respuestas y garantizar derechos a nuestras sociedades a través de políticas que enriquezcan la Ciudadanía del MERCOSUR.

https://twitter.com/ItamaratyGovBr/status/1497319643039555588 

 
(*) Analista de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Camila Elizabeth Hernández (*)) Argentina Fri, 04 Mar 2022 14:56:02 -0300
La diversidad como hecho político https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6588-la-diversidad-como-hecho-politico https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6588-la-diversidad-como-hecho-politico Alberto Fernández y Germán Martínez
*El autor del artículo es compañero de militancia y amigo personal (desde hace más de 27 años) del diputado Germán Martínez. Cualquier sospecha de parcialidad podrá ser confirmada o no en el siguiente texto, pero no debe ocultar lo más importante: que en Fundamentar siempre hablamos con nuestra verdad relativa a la luz del día.

Vivimos tiempos sociales donde la idea de lo diverso (y el respeto por ello) es un pilar que sostiene muchas de las acciones que se inician y encarnan desde los distintos grupos y movimientos sociales y donde el Estado, como garante de ese proceso, transforma en una juridicidad que no siempre se plasma en la realidad de cada ciudadano.

En paralelo, y más por defecto que por virtud, la política argentina también se ha transformado en un espacio donde lo diverso es moneda corriente. En esta semana que culmina, tres hechos marcaron la agenda pública desde la perspectiva de no tener miradas uniformes de nuestra cotidianeidad: la renuncia de Máximo Kirchner a la conducción del bloque del Frente de Todos (FDT) en la Cámara de Diputados de la Nación y su consiguiente reemplazo por Germán Martínez, la marcha del 1F y la gira de Alberto Fernández por Rusia y China. Repasemos.

El último día de enero comenzó con un cimbronazo político de proporciones: el malestar del primogénito del matrimonio Kirchner – Fernández por el tipo de acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y que se había dejado entrever en algunos portales afines, se transformó en renuncia a la conducción del bloque oficialista. Carta mediante, y emulando a su madre al comunicarse con la ciudadanía para fundamentar su decisión, el conductor de La Cámpora realizó una jugada política que dejó incómodos a varios.

La dificultad adicional no sólo pasaba por las razones expuestas en la renuncia, sino que, además, en el esquema de construcción política que se articuló desde los comienzos del FDT, la diversidad del espacio se reflejó en el reparto de ciertos espacios de conducción. Así, en el Congreso Nacional, Sergio Massa conduce la Cámara de Diputados y tanto los bloques de diputados y senadores tenían jefes del riñón K.

La pregunta que se imponía, una vez superado el impacto inicial, era quién podría ser el reemplazante de Kirchner teniendo en cuenta su espesura política. Antes de la decisión que llegó al día siguiente, Alberto Fernández dio una exclusiva en C5N que sirvió, de alguna manera, para sacarle dramatismo al asunto, pero, fundamentalmente, para evitar especulaciones que los silencios agravan.

La variada danza de nombres suponía desde la continuidad de Cecilia Moreau que fungía como vicepresidente de bloque hasta ese momento; la llegada de Leandro Santoro, hombre de estrecha confianza del presidente; Carlos Heller, diputado que había trabajado palmo a palmo con Máximo el proyecto del aporte solidario de las grandes fortunas en el marco de la pandemia de Covid en 2021, el experimentado José Luis Gioja y el “tapado” Martínez.

Más allá de las razones que explican los nombres que no fueron tenidos en cuenta, el nombramiento del diputado por Santa Fe generó sorpresa en muchos y preocupación en los menos.

https://twitter.com/gerpmartinez/status/1488898526058893313

La vagancia de productores y editores, tan acostumbrados a lo que dicen las redes de cada uno de nosotros, hizo que se perdieran el dato de la formación salesiana del nuevo jefe de bloque, lo cual explicaría con mucha mayor certeza, parte del perfil político del diputado que asumió hace dos años la banca.

Autodefinido como obsesivo del trabajo, Martínez lleva la marca en el orillo de saberse un militante, más allá de los cargos circunstanciales que ocupe. No es pose políticamente correcta sino una forma de entender su cotidianeidad. La descripción que hicieron propios y extraños, así lo confirman.

Su designación tiene que ver con su perfil ideológico (“peronista y kirchnerista sin contradicción”), su capacidad de trabajo, por tener buen diálogo con diputados de otros espacios y por ser un hombre que conoce perfectamente el día a día de la Cámara de Diputados. Pero también, y esto no es un dato menor, se relaciona con el contexto que lo posiciona en determinado lugar. Su jefe político Agustín Rossi sigue en estrecho contacto con el presidente de la Nación, ha recreado su vínculo con Cristina Fernández de Kirchner y, más allá de las heridas que dejaron las internas, nunca sacó los pies del plato más allá de las diferencias de turno.

Menuda tarea tiene el nuevo jefe de bloque. Cerrar detrás de sí a un bloque de 116 diputados, de una visible diversidad, por un acuerdo en el que cree firmemente, pero que, con el devenir de los días, tendrá el aperitivo que supone el tratamiento, con la consiguiente aprobación, de los proyectos que el Ejecutivo remitió para ser tratados en sesiones extraordinarias. Seguramente no tendrá tiempo de aburrirse.

En el mismo día, y a poca distancia de los despachos oficiales, se desarrollaba una importante marcha reclamando por la democratización de la Justicia. Más allá del buen número de matices que componen el reclamo, lo que subyace en la manifestación, refiere a la necesidad de contar con un Poder Judicial que contemple una mirada mucho más rica de la vida social del país.

Si se pide por el fin de Lawfare, es porque se pretende terminar con la corruptela uniforme que imponen medios, un sector de la Justicia y parte de la dirigencia política. Si se reclama por el comportamiento de la Corte, es porque los fallos, su tratamiento y sus definiciones, se parecen más a una especie de gobierno aristocrático antes que a un servicio a la ciudadanía.

No se trata de que juzguen como yo quiero: se trata de no tener jueces ordinarios, de Cámara o de la Corte que se parecen más a representantes de corporaciones antes que a defensores de lo que dice la Constitución Nacional.

Se trata, también, de que el país no quede sujeto a las decisiones omnímodas de cuatro señores (o tres, habrá que ver si el juez Juan Carlos Maqueda no extiende licencia por sus recientes problemas de salud) que tienen la particular “virtud” de pretender erigirse en los exclusivos garantes de cierta constitucionalidad e institucionalidad. Todo ello por no hablar de las causas judiciales que los salpican y de su escaso apego a cumplir con lo que la Carta Magna dicta respecto de la permanencia en los cargos. (Revisar fallo sobre la durabilidad en funciones de la recientemente renunciada Elena Highton). Tal vez la diversidad y pluralidad de opiniones cortesanas podría representar una buena opción ante tanta uniformidad supuestamente republicana.

La respuesta de los sectores opositores no se hizo esperar y vino en dos formatos. En medios y redes y que podrían representarse en los cuestionamientos a la marcha de personajes como María Eugenia Vidal que reclamaba por el cumplimiento de la Constitución de no pedir por una Justicia adicta. (No es chiste señora lectora, señor lector). En este sentido cabe recordar que el propio texto sancionado en 1853 consagra el derecho de peticionar de los ciudadanos antes las autoridades. El otro formato fue una “contramarcha” un día después pero que resultó tan escuálida que nadie pretendió referenciarse en la misma.

Finalmente, el otro hecho que marcó la semana política en la Argentina, refiere a la gira de Alberto Fernández por Rusia y China. La política exterior de un país, no sólo sirve para entender los posicionamientos en el tablero internacional, sino que también “ordena” hacia adentro.

Indignados por el buen diálogo con los líderes de esos países, y por alguna definición presidencial que planteó la idea de que Argentina no debe ser un país satélite de nadie, esta gira muestra, de alguna manera, la base ideológica que supo desarrollar el peronismo a lo largo de su historia, con la consabida excepcionalidad del período 1989 – 1999.

https://twitter.com/alferdez/status/1489265002481545227

Más allá de los contextos, de los hechos que suelen ser distintos y de un mundo que hace rato dejó la bipolaridad para convivir con un multilateralismo que algunos detestan, lo cierto es que la famosa “Tercera posición” o la integración con el Movimiento de No Alineados, suponía una búsqueda de otra diplomacia. Lejos de las relaciones carnales menemistas, las que el mal llamado liberalismo argentino reivindica (conservadurismo en realidad), la administración Fernández le cuenta al mundo y a los argentinos que la influencia norteamericana puede ser morigerada.

Las consecuencias de ello, los detalles o lo estructural del tema corresponde al abordaje de nuestros amigos internacionalistas que componen el equipo de Fundamentar, pero puede decirse, aquí y ahora, que el Ejecutivo les muestra a sus ciudadanos que no está dispuesto a jugar un solo pleno en la política internacional y que eso, inexorablemente debe servir, desde la diversidad de relaciones a una mejora de la calidad de vida de todos nosotros. Más allá de los enojos de nuestros demócratas de cotillón que se rasgan las vestiduras por el tipo de liderazgos que encarnan Vladimir Putin o Xi Jinping, pero nada dicen de los acuerdos macristas con el fascista Jair Bolsonaro o el negador serial que encarna Donald Trump, lo real y concreto es que hay “otro” mundo con el que profundizar interacciones de distinto tipo.

“En la variedad está el gusto” decía mi abuela. Y en esta semana tuvimos una nueva prueba de ello en la política argentina: en el nombramiento de un dirigente que representa la síntesis de varios aspectos que debe reunir un oficialista en la Argentina de estos días, en el pedido de una Justicia que, como de alguna manera pedía León Gieco allá lejos y hace tiempo, pueda mirar y ver y en relaciones internacionales maduras que puedan correrse de una uniformidad que muestra el otrora “gran país del norte”. Los hechos están allí. Al alcance de la mano.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sat, 05 Feb 2022 12:01:06 -0300
Política Exterior. Destacados de la semana https://fundamentar.com/nacional/item/6587-politica-exterior-destacados-de-la-semana https://fundamentar.com/nacional/item/6587-politica-exterior-destacados-de-la-semana Política exterior argentina de la semana

Te presentamos los hechos más importantes de esta semana de la política exterior argentina desde una mirada analítica.

Negociación de la deuda con el FMI

El viernes pasado, el presidente Alberto Fernández informó esta mañana desde la Residencia de Olivos que “el gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)” que “no nos condiciona” y por el cual “podremos ejercer nuestra soberanía y llevar adelante nuestra política de crecimiento, desarrollo y justicia social”. “Tengo confianza en la Argentina y en las líneas generales de este acuerdo que elevaré al Congreso de la Nación para su consideración. Necesitamos que apoyen este convenio y apelo así al compromiso nacional de todos y todas”, aseguró.

https://twitter.com/CasaRosada/status/1487049399310106629

https://twitter.com/alferdez/status/1487068752562688010

El mandatario remarcó que “en comparación con otros anteriores que la Argentina firmó -y es bueno recordarlo-, este acuerdo no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo”. Y dijo que este entendimiento “no restringe, no limita ni condiciona, los derechos de nuestros jubilados que recuperamos en el año 2020. No nos obliga a una reforma laboral. Promueve nuestra inversión en obra pública. No nos impone llegar a un déficit cero. No impacta en los servicios públicos, no relega nuestro gasto social y respeta nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología”. “Además, vamos a poder acceder a nuevos financiamientos, precisamente, porque este acuerdo existe”, explicó.

https://twitter.com/omarperotti/status/1487072039844433921

Martín Guzmán, ministro de Economía, destacó que “se logró que la Argentina llegue a un acuerdo de políticas con el FMI sin políticas de ajuste” y que el entendimiento alcanzado con el organismo permitirá refinanciar la deuda “sin socavar las oportunidades de desarrollo de nuestra Nación” y continuar en la senda de “más creación de empleo, más producción, más agregación de valor y más estabilidad”. Asimismo, el Ministro adelantó que “política cambiaria va a seguir en la línea en la que se ha venido llevando a cabo” y que no existirá habrá “ningún salto cambiario”. “Se plantea una meta para 2022 de crecimiento de las reservas internacionales de 5.000 millones de dólares”, agregó.

 

Gira presidencial de Alberto Fernández

Este miércoles, el presidente Alberto Fernández arribó al aeropuerto internacional de Moscú, donde mantuvo una reunión con su par de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, en la primera escala de la gira que se extenderá hasta el próximo martes y también incluye las visitas a China y Barbados. En el aeropuerto internacional Vnúkovo, el mandatario fue recibido por el vicecanciller ruso, Sergei Ryabkov, y el embajador argentino en Moscú, Eduardo Zuaín.

https://twitter.com/CasaRosada/status/1488946834215219207

“Estamos dando un paso importante para que la Argentina y Rusia hermanen y profundicen sus lazos en favor de ambos países”, expresó el presidente Alberto Fernández en una declaración conjunta que brindó junto a su par Vladímir Putin este jueves, al término de la audiencia privada y del almuerzo de trabajo que compartieron en el Kremlin de Moscú. El mandatario ruso remarcó, asimismo, su interés de “profundizar y diversificar las relaciones económicas bilaterales”. “Le he pedido al presidente Putin que aquel acuerdo estratégico que Argentina y Rusia firmaron en 2015 lo pongamos en marcha con todo vigor, que profundicemos todo nuestro esfuerzo para que se convierta en una realidad efectiva y que poco a poco ambos países vayan profundizando sus vínculos”, afirmó Fernández en su exposición.

https://twitter.com/CasaRosada/status/1489274545450196992

https://twitter.com/mae_rusia/status/1488887010584674304

Continuando con su gira, hoy al mediodía el presidente partió de Moscú a Pekín para concretar su segunda escala, donde se reunirá con su par chino Xi Jinping y posteriormente con la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, con el objetivo de reforzar las relaciones entre la Argentina y esas naciones. Mañana, Fernández asistirá a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, mientras que el domingo mantendrá un encuentro con su par chino, Xi Jinping.

 

(*) Analista de Fundamentar.

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hola@fundamentar.com (Camila Elizabeth Hernández (*)) Argentina Thu, 03 Feb 2022 18:57:49 -0300