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Fundamentar - Economía Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/economia/itemlist/tag/biotecnolog%C3%ADa 2024-05-02T14:54:23-03:00 Joomla! - Open Source Content Management Marcelo Alós: "El sector público debe ser el impulsor de la bioeconomía en las economías regionales" 2021-05-17T15:28:06-03:00 2021-05-17T15:28:06-03:00 https://fundamentar.com/economia/item/6484-marcelo-alos-el-sector-publico-debe-ser-el-impulsor-de-la-bioeconomia-en-las-economias-regionales Emiliano Bonanotte hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/34e191e14d4820a20079be1a4f08c2a6_S.jpg" alt="Marcelo Alós" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3>El secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional afirmó que "la bioeconomía tiene como uno de sus componentes a la biotecnología, que en Argentina ha sido un instrumento que le dio al sector agropecuario un salto cualitativo que lo llevó a ser uno de los más eficientes del mundo".</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>El secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, Marcelo Alós, sostuvo que "el sector público debe ser el impulsor del desarrollo de la bioeconomía en las economías regionales" y llamó a "conformar una alianza público-privada para que estas políticas generen más divisas, más exportación, más trabajo y más arraigo local".</p> <p>En una entrevista con Télam, el funcionario resaltó además que la biotecnología "le dio al sector agropecuario de la pampa húmeda un salto cualitativo y cuantitativo que lo llevó a ser uno de los más eficientes del mundo" y destacó que "Argentina tiene mucha capacidad de innovación en este campo".</p> <p>Alós es economista y actual secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. A continuación, los principales tramos de la entrevista:</p> <p><strong>-Alós, ¿qué es la bioeconomía?</strong></p> <p>-La bioeconomía tiene como uno de sus componentes a la biotecnología, que en Argentina ha sido un instrumento que le dio al sector agropecuario un salto cualitativo y cuantitativo que lo llevó a ser uno de los más eficientes del mundo. Este desarrollo tomó impulso en la década de 1990 cuando se generó el marco regulatorio para la aprobación de eventos como las producciones transgénicas resistentes a determinados fitosanitarios y plagas o todo el tema de la siembra directa y demás.</p> <p><strong>-¿Este desarrollo benefició a todo el sector agropecuario nacional?</strong></p> <p>-Ese modelo se concentró fundamentalmente en la pampa húmeda que tiene economías de escala y fue más bien impulsado y desarrollado por multinacionales.</p> <p>Nosotros queremos, a partir de ese aprendizaje, trasladar ese modelo a lo que son hoy las economías regionales, que tienen mucho margen para introducir mejoras tecnológicas a la sazón de lo que hizo la pampa húmeda en los 90.</p> <p><strong>-¿Y cómo piensan llevar a cabo ese proceso de transformación en las economías regionales?</strong></p> <p>-Las economías regionales no tienen la economía de escala de la pampa húmeda, entonces el empuje lo tiene que hacer el sector público impulsando esos paquetes tecnológicos, su desarrollo y aprobación.</p> <p>Y acá no hablamos sólo de la biotecnología sino también de economía circular, de la posibilidad de generar energía a partir de la biomasa, o en que los desechos de un proceso productivo se transformen en el insumo de otro proceso como, por ejemplo, sucede con los residuos de cerdo que después se transforman en biogás.</p> <p><strong>-¿El sector público cuenta con las capacidades necesarias para impulsar esta transformación?</strong></p> <p>-Sí, el Estado cuenta con capacidades a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología y de un sistema científico tecnológico público conformado por las universidades, por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). De esa articulación creemos que pueden surgir los desarrollos. Y para financiarlo tenemos al Fondo Tecnológico Argentino (Fontar), a la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, aportes no reembolsables (ANRs) o créditos del sistema financiero o de organismos multilaterales.</p> <p><strong>-Una vez que las soluciones estén desarrolladas, ¿cómo vincularlas concretamente con el sistema productivo?</strong></p> <p>-Bueno, ahí deben jugar un rol directriz los Estados provinciales y el Estado Nacional y también hay empresas del sector privado con capacidades importantes que pueden acompañar. El desafío es hacer una alianza público-privada para que estos desarrollos brinden las soluciones que el sector productivo necesita. Argentina tiene mucha capacidad de innovación en este campo. </p> <p><strong>-¿La Mesa de Innovación en Bioeconomía que pusieron en marcha recientemente desde el Ministerio va en esa línea de articulación con el sector privado?</strong></p> <p>-Totalmente. La mesa de innovación va en ese sentido. Es un trabajo interministerial muy importante y la recepción por parte del sector privado fue muy buena, con más de 300 inscriptos en la primera jornada. Y estamos convocando a más entidades para que se sumen, como por ejemplo las que agrupan a los fabricantes de bioinsumos y también las que producen biomateriales, ahí hay mucho para crecer.</p> <p><strong>-En pocas palabras, ¿en qué dimensiones impacta la bioeconomía?</strong></p> <p>-La bioeconomía impacta en tres dimensiones: una medioambiental, porque se puede utilizar para producciones sostenibles; otra económica, porque genera más productividad y mayor capacidad de producción por superficie; y una social, porque redunda en creación de empleos y en arraigo en el territorio y desarrollo local.</p> <p>FUENTE: <a href="https://www.telam.com.ar/notas/202105/554378-economias-regionales-bioeconomia-agro.html" target="_blank" rel="noopener noreferrer">Télam</a></p> <p>RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Elizabeth Hernández</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/34e191e14d4820a20079be1a4f08c2a6_S.jpg" alt="Marcelo Alós" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3>El secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional afirmó que "la bioeconomía tiene como uno de sus componentes a la biotecnología, que en Argentina ha sido un instrumento que le dio al sector agropecuario un salto cualitativo que lo llevó a ser uno de los más eficientes del mundo".</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>El secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, Marcelo Alós, sostuvo que "el sector público debe ser el impulsor del desarrollo de la bioeconomía en las economías regionales" y llamó a "conformar una alianza público-privada para que estas políticas generen más divisas, más exportación, más trabajo y más arraigo local".</p> <p>En una entrevista con Télam, el funcionario resaltó además que la biotecnología "le dio al sector agropecuario de la pampa húmeda un salto cualitativo y cuantitativo que lo llevó a ser uno de los más eficientes del mundo" y destacó que "Argentina tiene mucha capacidad de innovación en este campo".</p> <p>Alós es economista y actual secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. A continuación, los principales tramos de la entrevista:</p> <p><strong>-Alós, ¿qué es la bioeconomía?</strong></p> <p>-La bioeconomía tiene como uno de sus componentes a la biotecnología, que en Argentina ha sido un instrumento que le dio al sector agropecuario un salto cualitativo y cuantitativo que lo llevó a ser uno de los más eficientes del mundo. Este desarrollo tomó impulso en la década de 1990 cuando se generó el marco regulatorio para la aprobación de eventos como las producciones transgénicas resistentes a determinados fitosanitarios y plagas o todo el tema de la siembra directa y demás.</p> <p><strong>-¿Este desarrollo benefició a todo el sector agropecuario nacional?</strong></p> <p>-Ese modelo se concentró fundamentalmente en la pampa húmeda que tiene economías de escala y fue más bien impulsado y desarrollado por multinacionales.</p> <p>Nosotros queremos, a partir de ese aprendizaje, trasladar ese modelo a lo que son hoy las economías regionales, que tienen mucho margen para introducir mejoras tecnológicas a la sazón de lo que hizo la pampa húmeda en los 90.</p> <p><strong>-¿Y cómo piensan llevar a cabo ese proceso de transformación en las economías regionales?</strong></p> <p>-Las economías regionales no tienen la economía de escala de la pampa húmeda, entonces el empuje lo tiene que hacer el sector público impulsando esos paquetes tecnológicos, su desarrollo y aprobación.</p> <p>Y acá no hablamos sólo de la biotecnología sino también de economía circular, de la posibilidad de generar energía a partir de la biomasa, o en que los desechos de un proceso productivo se transformen en el insumo de otro proceso como, por ejemplo, sucede con los residuos de cerdo que después se transforman en biogás.</p> <p><strong>-¿El sector público cuenta con las capacidades necesarias para impulsar esta transformación?</strong></p> <p>-Sí, el Estado cuenta con capacidades a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología y de un sistema científico tecnológico público conformado por las universidades, por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). De esa articulación creemos que pueden surgir los desarrollos. Y para financiarlo tenemos al Fondo Tecnológico Argentino (Fontar), a la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, aportes no reembolsables (ANRs) o créditos del sistema financiero o de organismos multilaterales.</p> <p><strong>-Una vez que las soluciones estén desarrolladas, ¿cómo vincularlas concretamente con el sistema productivo?</strong></p> <p>-Bueno, ahí deben jugar un rol directriz los Estados provinciales y el Estado Nacional y también hay empresas del sector privado con capacidades importantes que pueden acompañar. El desafío es hacer una alianza público-privada para que estos desarrollos brinden las soluciones que el sector productivo necesita. Argentina tiene mucha capacidad de innovación en este campo. </p> <p><strong>-¿La Mesa de Innovación en Bioeconomía que pusieron en marcha recientemente desde el Ministerio va en esa línea de articulación con el sector privado?</strong></p> <p>-Totalmente. La mesa de innovación va en ese sentido. Es un trabajo interministerial muy importante y la recepción por parte del sector privado fue muy buena, con más de 300 inscriptos en la primera jornada. Y estamos convocando a más entidades para que se sumen, como por ejemplo las que agrupan a los fabricantes de bioinsumos y también las que producen biomateriales, ahí hay mucho para crecer.</p> <p><strong>-En pocas palabras, ¿en qué dimensiones impacta la bioeconomía?</strong></p> <p>-La bioeconomía impacta en tres dimensiones: una medioambiental, porque se puede utilizar para producciones sostenibles; otra económica, porque genera más productividad y mayor capacidad de producción por superficie; y una social, porque redunda en creación de empleos y en arraigo en el territorio y desarrollo local.</p> <p>FUENTE: <a href="https://www.telam.com.ar/notas/202105/554378-economias-regionales-bioeconomia-agro.html" target="_blank" rel="noopener noreferrer">Télam</a></p> <p>RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Elizabeth Hernández</p></div> BIOHAZARD. Geopolítica del peligro biológico 2020-05-17T18:47:15-03:00 2020-05-17T18:47:15-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6376-biohazard-geopolitica-del-peligro-biologico Conrado Cardile (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/9355056bafbf69790a466657fb9e1626_S.jpg" alt="BIOHAZARD. Geopolítica del peligro biológico" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h4 style="text-align: right;"><em> “El horror tiene rostro. Tienes que hacerte amigo del horror.<br /></em><em>El horror y el terror moral deben ser amigos.<br /></em><em>Si no lo son, se convierten en enemigos terribles, en auténticos enemigos".<br /></em><em>Coronel Walter E. Kurtz, Apocalypse Now</em></h4></div><div class="K2FeedFullText"><p><strong>Miedo y terror. O cómo construir un orden mundial</strong></p> <p>Año 1991, la URSS  implosionaba, el último hecho histórico enmarcado en la denominada Guerra Fría.  Los pueblos del mundo contemplaban, en un amplio abanico de reacciones y emociones, el fin de no sólo la confrontación de los dos bloques regidos por las dos superpotencias representativas de modelos de sociedad antagónicas, sino también de la opresión psicológica del terror nuclear. La nueva etapa que se abría parecía prometedora en tanto que la opción de la erradicación de la vida humana de la faz de la tierra se obturaba. Las coordenadas de supervivencia del sistema capitalista/soviético o vida, ya no funcionaban, por lo menos en el bando derrotado.</p> <p>Sin embargo, el hegemón triunfante se encargó de sustituir el viejo terror por otros nuevos, categorizados en una nutrida galería con ejemplos como terrorismo, Estados fallidos, narcotráfico, dictaduras  populistas y muchos más nuevos enemigos a temer, incluyendo la amenaza de armas de destrucción masiva. El nuevo orden de imposición universal corroboraba la imposibilidad de sustentarse en otra táctica que no fuera el terror, reformulando la dicotomía, pasando a ser esta entre neoliberalismo o vida, la primera elección era la única disponible y aceptable para la unipolaridad. Latinoamérica había sido pionera durante los años 60s, 70s y 80s, cuando el terrorismo de estado garantizó la alternativa adecuada y complaciente con las directrices occidentales y libremercadistas.</p> <p>Siendo abril del año 2020 una noticia irrumpió como un anacronismo: los incendios en Chernobyl, Ucrania. El hecho resucitó el viejo miedo atómico en medio de una crisis sin precedentes para nuestra historia como especie: la propagación de un nuevo terror, el biológico. El pandemónium de 1986 se exhibió en el presente como un recordatorio, una efeméride de la capacidad de destrucción, el átomo se manifestaba como un fantasma radioactivo frente al virus bautizado COVID-19.</p> <p><img src="https://fundamentar.com/images/coronavirus-mundo-2-fundamentar.jpg" alt="" /></p> <p><strong>Geopolítica viral</strong></p> <p>Desde su aparición en la escena global, a fines de diciembre del 2019, el nuevo coronavirus no pudo sustraerse de la disputa geopolítica llevada adelante entre EEUU y China. La pandemia se convirtió en otro escenario de una confrontación propensa a resquebrajar la dirección de un liderazgo cuestionado por cada vez más actores de la comunidad internacional.</p> <p>El origen del COVID-19 se manipuló por ambas administraciones, cruzándose acusaciones sobre la intencionalidad de manipular un agente virósico con el fin de acelerar la caída del contendiente, condensadas en, por un lado, la denominación de “virus chino” de parte de Trump y, por el otro, en la denuncia de una supuesta inoculación del patógeno realizada por el ejército yanqui, efectuada por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular de China, Zhao Lijian.</p> <p>Esta escalada en la tensión entre los dos principales jugadores del sistema internacional no puede quedar sólo como una anécdota de las imprudencias de carácter del mandatario de EEUU o de una excepción de tono dentro de la disciplinada sinocultura.</p> <p>Una de las víctimas en este cruce conflictivo fue la OMS (Organización Mundial de la Salud), denunciada por el gobierno norteamericano por ocultar información respecto al impacto del virus en China y condenada a prescindir de los fondos provenientes  de las arcas estadounidenses. Taiwán fue un aliado clave en el ataque contra la organización multilateral, aportando pruebas y cumpliendo su rol de enemigo del gigante comunista que  lo confinó a esa isla luego de la derrota de las fuerzas nacionalistas en 1949, inicios de la guerra fría que parecería resurgir en una lucha geopolítica distinta pero similar en varios aspectos.</p> <p>Los efectos y consecuencias a nivel planetario que la pandemia está generando, no incentivaron un espíritu de cooperación en el plano geopolítico entre la potencia clásica y la emergente. El COVID-19 parece revelar un nuevo factor de poder e insumo utilizable por fuera de la lógica de una guerra comercial. En un futuro cercano podría fortalecerse y desarrollarse el sector de la Biodefensa en la rama militar de aquellos países con recursos e intenciones de hacerlo. La Biotecnología ya no es una ficción de la literatura o de contenidos audiovisuales. En nuestros tiempos, a nadie le sorprendería el mote de Bioterrorismo utilizado por el ejecutivo  de Estados Unidos, por ejemplo, en el Discurso del estado de la Unión para referirse a una nación considerada hostil a sus designios.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/COVID19-soldado-barbijo-alambre-de-puas-fundamentar.jpg" alt="REUTERS/Gleb Garanich" /> <figcaption>REUTERS/Gleb Garanich</figcaption> </figure> <p><strong>Tanatos Vs Zoè</strong></p> <p>La estrategia y su planificación son la clave del triunfo, bien lo saben los dirigentes de la tierra de Sun Tzu.  El flagelo de la muerte en la Unión Europea (UE), identificado con el coronavirus, fue uno de los tantos puntos geográficos hábilmente capitalizados a favor del prestigio del gigante asiático. China acometió con una avanzada sanitaria centrada en la solidaridad internacional, materializada en ingentes insumos para abastecer los golpeados sistemas de salud de la Eurozona. Este accionar contrastaba con las propias políticas de la UE hacia sus propios miembros, ensimismada en discusiones referidas al costo económico de la pandemia y dónde descargar el peso del mismo, mientras se exacerbaba en los hechos un cordón sanitario de recursos entre las fronteras internas. “Somos olas del mismo mar, hojas del mismo árbol, flores del mismo jardín» esta frase acompañaba  las miles de cajas de barbijos provenientes de China para colaborar con Italia. La otra cara: "la solidaridad europea no existe", declaración de Aleksandar Vucic, presidente de Serbia, país provisto también de profesionales y materiales chinos.</p> <p>Cruzando el Atlántico se dividieron las posturas en dos visiones  de gestión  de la crisis del virus COVID-19. Recurriendo al concepto del filósofo Achille Mbembe, la Casablanca se volcó a la ejecución de una necropolítica, entendida esta como la capacidad de hacer morir a ciertos estratos de la población. Los discursos de Trump se propusieron  subestimar el peligro del virus con una clara intencionalidad de no influir en la actividad económica. Las descomunales cifras, que se actualizan constantemente día a día, de contagios y muertes en territorio estadounidense son la prueba  de la elección de economía o vida, elección coherente con la doctrina imperial y neocolonial que despliega hace décadas la nación del American Way of Life.</p> <p>Al sur del continente, precisamente en Sudamérica, la doctrina del necropoder encontró referentes como Jair Bolsonaro, reproduciendo en Brasil una filosofía de la brutalidad que sólo se entiende en la preeminencia del pensamiento neoliberal inoculado en parte de las élites políticas y económicas de nuestra región.  Nuevamente, en la cosmovisión de estos lideres la elección del cuidado de la vida sobre la población en general, no es válida en una economía de las neoliberales, donde todo es descartable -incluso las personas- en la acumulación y concentración extrema de riqueza.</p> <p>En contraposición al manejo brasileño se destacó la asertiva política del gobierno argentino conducido por Alberto Fernández. En  este caso primó, en términos foucoultianos, la biopolítica, entendida esta como el despliegue de la capacidad del  estado en hacer vivir, sabiendo que con una sociedad enferma o con pérdidas de vidas altas, no hay economía posible.  En este sentido, la reunión del G20 coloca a la figura de Fernández en el centro del conjunto de países que abogan por una administración que ponga a la vida humana por sobre la especulación en términos de costo-beneficio. Su propuesta orientada a la formación de un Fondo de Solidaridad Humanitaria, junto al reclamo contra los bloqueos y sanciones económicas contra Venezuela y Cuba, implementadas por los EEUU, abren el margen para un proyecto que dispute contra un sistema en decadencia desde antes del COVID-19.</p> <p><strong>Nuevas configuraciones en la pospandemia</strong></p> <p>Todos los análisis concuerdan en el debacle general de la economía mundial. Las formas de producción y de generación de riquezas se deberán reestructurar en formas novedosas opuestas a la ortodoxia de las finanzas especulativas. Los nuevos valores de las comunidades y sociedades deberán comenzar a imponer otras prioridades en nuestra vida en común.</p> <p>Para los países como el nuestro, se habilitará la oportunidad de comenzar a edificar factores y variables de poder nutridos de ideas y visiones que nos permitan edificar un sistema distinto de valorización de lo público y lo estatal al servicio de las mayorías. Es en estos espacios de maniobra donde nos debemos ir abriendo caminos en un mundo que seguirá siendo disputado entre la unipolaridad y la multipolaridad.</p> <p>La integración Latinoamericana debe ser nuestro norte aprovechando en un principio las coincidencias del surgimiento de un neokeynesianismo,  implementado por las políticas públicas que los gobiernos latinoamericanos -de diverso signo y en diversa medida- se vieron obligados a implementar para sortear la pandemia. La complejidad  y la diversidad será el remedio frente a la homogenización dogmatica neoliberal que se propagó como peste, causando estragos similares o peores al CODVID-19 en nuestro tejido social.</p> <p>En el Malbrán se descifró el genoma del Covid-19 local y Gaza exporta donaciones de barbijos y vestimenta. En Nueva York, sede de Wall Street, se cavan fosas comunes.</p> <p>Cuáles hechos serán la guía para actuar en la geopolítica futura, esa es la principal decisión.</p> <p>(*) Analista internacional. Colaborador de Fundamentar</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/9355056bafbf69790a466657fb9e1626_S.jpg" alt="BIOHAZARD. Geopolítica del peligro biológico" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h4 style="text-align: right;"><em> “El horror tiene rostro. Tienes que hacerte amigo del horror.<br /></em><em>El horror y el terror moral deben ser amigos.<br /></em><em>Si no lo son, se convierten en enemigos terribles, en auténticos enemigos".<br /></em><em>Coronel Walter E. Kurtz, Apocalypse Now</em></h4></div><div class="K2FeedFullText"><p><strong>Miedo y terror. O cómo construir un orden mundial</strong></p> <p>Año 1991, la URSS  implosionaba, el último hecho histórico enmarcado en la denominada Guerra Fría.  Los pueblos del mundo contemplaban, en un amplio abanico de reacciones y emociones, el fin de no sólo la confrontación de los dos bloques regidos por las dos superpotencias representativas de modelos de sociedad antagónicas, sino también de la opresión psicológica del terror nuclear. La nueva etapa que se abría parecía prometedora en tanto que la opción de la erradicación de la vida humana de la faz de la tierra se obturaba. Las coordenadas de supervivencia del sistema capitalista/soviético o vida, ya no funcionaban, por lo menos en el bando derrotado.</p> <p>Sin embargo, el hegemón triunfante se encargó de sustituir el viejo terror por otros nuevos, categorizados en una nutrida galería con ejemplos como terrorismo, Estados fallidos, narcotráfico, dictaduras  populistas y muchos más nuevos enemigos a temer, incluyendo la amenaza de armas de destrucción masiva. El nuevo orden de imposición universal corroboraba la imposibilidad de sustentarse en otra táctica que no fuera el terror, reformulando la dicotomía, pasando a ser esta entre neoliberalismo o vida, la primera elección era la única disponible y aceptable para la unipolaridad. Latinoamérica había sido pionera durante los años 60s, 70s y 80s, cuando el terrorismo de estado garantizó la alternativa adecuada y complaciente con las directrices occidentales y libremercadistas.</p> <p>Siendo abril del año 2020 una noticia irrumpió como un anacronismo: los incendios en Chernobyl, Ucrania. El hecho resucitó el viejo miedo atómico en medio de una crisis sin precedentes para nuestra historia como especie: la propagación de un nuevo terror, el biológico. El pandemónium de 1986 se exhibió en el presente como un recordatorio, una efeméride de la capacidad de destrucción, el átomo se manifestaba como un fantasma radioactivo frente al virus bautizado COVID-19.</p> <p><img src="https://fundamentar.com/images/coronavirus-mundo-2-fundamentar.jpg" alt="" /></p> <p><strong>Geopolítica viral</strong></p> <p>Desde su aparición en la escena global, a fines de diciembre del 2019, el nuevo coronavirus no pudo sustraerse de la disputa geopolítica llevada adelante entre EEUU y China. La pandemia se convirtió en otro escenario de una confrontación propensa a resquebrajar la dirección de un liderazgo cuestionado por cada vez más actores de la comunidad internacional.</p> <p>El origen del COVID-19 se manipuló por ambas administraciones, cruzándose acusaciones sobre la intencionalidad de manipular un agente virósico con el fin de acelerar la caída del contendiente, condensadas en, por un lado, la denominación de “virus chino” de parte de Trump y, por el otro, en la denuncia de una supuesta inoculación del patógeno realizada por el ejército yanqui, efectuada por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular de China, Zhao Lijian.</p> <p>Esta escalada en la tensión entre los dos principales jugadores del sistema internacional no puede quedar sólo como una anécdota de las imprudencias de carácter del mandatario de EEUU o de una excepción de tono dentro de la disciplinada sinocultura.</p> <p>Una de las víctimas en este cruce conflictivo fue la OMS (Organización Mundial de la Salud), denunciada por el gobierno norteamericano por ocultar información respecto al impacto del virus en China y condenada a prescindir de los fondos provenientes  de las arcas estadounidenses. Taiwán fue un aliado clave en el ataque contra la organización multilateral, aportando pruebas y cumpliendo su rol de enemigo del gigante comunista que  lo confinó a esa isla luego de la derrota de las fuerzas nacionalistas en 1949, inicios de la guerra fría que parecería resurgir en una lucha geopolítica distinta pero similar en varios aspectos.</p> <p>Los efectos y consecuencias a nivel planetario que la pandemia está generando, no incentivaron un espíritu de cooperación en el plano geopolítico entre la potencia clásica y la emergente. El COVID-19 parece revelar un nuevo factor de poder e insumo utilizable por fuera de la lógica de una guerra comercial. En un futuro cercano podría fortalecerse y desarrollarse el sector de la Biodefensa en la rama militar de aquellos países con recursos e intenciones de hacerlo. La Biotecnología ya no es una ficción de la literatura o de contenidos audiovisuales. En nuestros tiempos, a nadie le sorprendería el mote de Bioterrorismo utilizado por el ejecutivo  de Estados Unidos, por ejemplo, en el Discurso del estado de la Unión para referirse a una nación considerada hostil a sus designios.</p> <figure><img src="https://fundamentar.com/images/COVID19-soldado-barbijo-alambre-de-puas-fundamentar.jpg" alt="REUTERS/Gleb Garanich" /> <figcaption>REUTERS/Gleb Garanich</figcaption> </figure> <p><strong>Tanatos Vs Zoè</strong></p> <p>La estrategia y su planificación son la clave del triunfo, bien lo saben los dirigentes de la tierra de Sun Tzu.  El flagelo de la muerte en la Unión Europea (UE), identificado con el coronavirus, fue uno de los tantos puntos geográficos hábilmente capitalizados a favor del prestigio del gigante asiático. China acometió con una avanzada sanitaria centrada en la solidaridad internacional, materializada en ingentes insumos para abastecer los golpeados sistemas de salud de la Eurozona. Este accionar contrastaba con las propias políticas de la UE hacia sus propios miembros, ensimismada en discusiones referidas al costo económico de la pandemia y dónde descargar el peso del mismo, mientras se exacerbaba en los hechos un cordón sanitario de recursos entre las fronteras internas. “Somos olas del mismo mar, hojas del mismo árbol, flores del mismo jardín» esta frase acompañaba  las miles de cajas de barbijos provenientes de China para colaborar con Italia. La otra cara: "la solidaridad europea no existe", declaración de Aleksandar Vucic, presidente de Serbia, país provisto también de profesionales y materiales chinos.</p> <p>Cruzando el Atlántico se dividieron las posturas en dos visiones  de gestión  de la crisis del virus COVID-19. Recurriendo al concepto del filósofo Achille Mbembe, la Casablanca se volcó a la ejecución de una necropolítica, entendida esta como la capacidad de hacer morir a ciertos estratos de la población. Los discursos de Trump se propusieron  subestimar el peligro del virus con una clara intencionalidad de no influir en la actividad económica. Las descomunales cifras, que se actualizan constantemente día a día, de contagios y muertes en territorio estadounidense son la prueba  de la elección de economía o vida, elección coherente con la doctrina imperial y neocolonial que despliega hace décadas la nación del American Way of Life.</p> <p>Al sur del continente, precisamente en Sudamérica, la doctrina del necropoder encontró referentes como Jair Bolsonaro, reproduciendo en Brasil una filosofía de la brutalidad que sólo se entiende en la preeminencia del pensamiento neoliberal inoculado en parte de las élites políticas y económicas de nuestra región.  Nuevamente, en la cosmovisión de estos lideres la elección del cuidado de la vida sobre la población en general, no es válida en una economía de las neoliberales, donde todo es descartable -incluso las personas- en la acumulación y concentración extrema de riqueza.</p> <p>En contraposición al manejo brasileño se destacó la asertiva política del gobierno argentino conducido por Alberto Fernández. En  este caso primó, en términos foucoultianos, la biopolítica, entendida esta como el despliegue de la capacidad del  estado en hacer vivir, sabiendo que con una sociedad enferma o con pérdidas de vidas altas, no hay economía posible.  En este sentido, la reunión del G20 coloca a la figura de Fernández en el centro del conjunto de países que abogan por una administración que ponga a la vida humana por sobre la especulación en términos de costo-beneficio. Su propuesta orientada a la formación de un Fondo de Solidaridad Humanitaria, junto al reclamo contra los bloqueos y sanciones económicas contra Venezuela y Cuba, implementadas por los EEUU, abren el margen para un proyecto que dispute contra un sistema en decadencia desde antes del COVID-19.</p> <p><strong>Nuevas configuraciones en la pospandemia</strong></p> <p>Todos los análisis concuerdan en el debacle general de la economía mundial. Las formas de producción y de generación de riquezas se deberán reestructurar en formas novedosas opuestas a la ortodoxia de las finanzas especulativas. Los nuevos valores de las comunidades y sociedades deberán comenzar a imponer otras prioridades en nuestra vida en común.</p> <p>Para los países como el nuestro, se habilitará la oportunidad de comenzar a edificar factores y variables de poder nutridos de ideas y visiones que nos permitan edificar un sistema distinto de valorización de lo público y lo estatal al servicio de las mayorías. Es en estos espacios de maniobra donde nos debemos ir abriendo caminos en un mundo que seguirá siendo disputado entre la unipolaridad y la multipolaridad.</p> <p>La integración Latinoamericana debe ser nuestro norte aprovechando en un principio las coincidencias del surgimiento de un neokeynesianismo,  implementado por las políticas públicas que los gobiernos latinoamericanos -de diverso signo y en diversa medida- se vieron obligados a implementar para sortear la pandemia. La complejidad  y la diversidad será el remedio frente a la homogenización dogmatica neoliberal que se propagó como peste, causando estragos similares o peores al CODVID-19 en nuestro tejido social.</p> <p>En el Malbrán se descifró el genoma del Covid-19 local y Gaza exporta donaciones de barbijos y vestimenta. En Nueva York, sede de Wall Street, se cavan fosas comunes.</p> <p>Cuáles hechos serán la guía para actuar en la geopolítica futura, esa es la principal decisión.</p> <p>(*) Analista internacional. Colaborador de Fundamentar</p></div> Encuentro de Biotecnología entre Argentina y Sudáfrica 2013-09-26T18:52:20-03:00 2013-09-26T18:52:20-03:00 https://fundamentar.com/nacional/item/2861-encuentro-de-biotecnologia-entre-argentina-y-sudafrica Luciano Herrero hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/9805c3e04d4b70b00e160df77a41ae5b_S.jpg" alt="El Dr. Alejandro Mentaberry en la apertura del encuentro de biotecnología entre Argentina y Sudáfrica." /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Encabezado por el coordinador ejecutivo del Gabinete Cient&iacute;fico Tecnol&oacute;gico del Ministerio de Ciencia, Tecnolog&iacute;a e Innovaci&oacute;n Productiva, el encuentro tuvo como finalidad reforzar los lazos de cooperaci&oacute;n entre ambas comunidades cient&iacute;ficas</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> El Ministerio de Ciencia, Tecnolog&iacute;a e Innovaci&oacute;n Productiva recibi&oacute; el mi&eacute;rcoles en el Polo Cient&iacute;fico y Tecnol&oacute;gico a la delegaci&oacute;n de biotecnolog&iacute;a de la Rep&uacute;blica de Sud&aacute;frica. Encabezado por el coordinador ejecutivo del Gabinete Cient&iacute;fico Tecnol&oacute;gico (GACTEC) del Ministerio de Ciencia, Dr. Alejandro Mentaberry, el encuentro, que se extender&aacute; hasta el jueves, tuvo como finalidad identificar nuevas l&iacute;neas de investigaci&oacute;n en las &aacute;reas de las ciencias sociales y la biotecnolog&iacute;a. Por parte del pa&iacute;s invitado, la directora de la delegaci&oacute;n de biotecnolog&iacute;a del Departamento de Ciencia y Tecnolog&iacute;a, Maneshree Jugmohan-Naidu, y el director de la delegaci&oacute;n de Ciencias Sociales, Sagren Moodley, encabezaron la comitiva sudafricana.</p> <p> Las jornadas divididas por &aacute;reas tem&aacute;ticas referidas a la biotecnolog&iacute;a, tales como plagas agr&iacute;colas, protecci&oacute;n de cultivos, entre otros t&iacute;tulos, tuvo como disertantes a investigadores y representantes de diferentes instituciones locales y sudafricanas, los cuales expusieron sobre sus &aacute;reas de competencia para luego trabajar conjuntamente temas de inter&eacute;s com&uacute;n.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> El encuentro bilateral se realiz&oacute; en el marco del acuerdo firmado en Pretoria en el a&ntilde;o 2006, para la Cooperaci&oacute;n Cient&iacute;fica y Tecnol&oacute;gica entre la Rep&uacute;blica Argentina y la Sudafricana, con el fin de promover la cooperaci&oacute;n bilateral en materia cient&iacute;fica y tecnol&oacute;gica en diversas &aacute;reas del conocimiento, entre ellas las ciencias sociales y la biotecnolog&iacute;a.</p> <p> &ldquo;La cooperaci&oacute;n cient&iacute;fica con Sud&aacute;frica es muy importante para Argentina, ambas regiones comparten problem&aacute;ticas y temas comunes&rdquo;, destac&oacute; Mentaberry, entre las cuales resalt&oacute; la biotecnolog&iacute;a, afirmando que &ldquo;es un campo en el que hay mucho por hacer y con muchas oportunidades&rdquo;. Asimismo, subray&oacute; la importancia de &ldquo;apuntar a los que est&aacute;n afuera de la cadena de valor y que todav&iacute;a permanecen en la econom&iacute;a de la subsistencia. Tenemos que lograr incorporarlos a la econom&iacute;a formal&rdquo;.</p> <p> Por su parte, Maneshree Jugmohan-Naidu present&oacute; los aspectos predominantes en la bioeconom&iacute;a sudafricana y sostuvo que el gran desaf&iacute;o es &ldquo;tender a una econom&iacute;a del conocimiento; el conocimiento entendido como el capital b&aacute;sico, principal, y la econom&iacute;a como crecimiento dirigido por la innovaci&oacute;n&rdquo;.</p> <p> El encuentro bilateral se realiz&oacute; en el marco del acuerdo firmado en Pretoria en el a&ntilde;o 2006, para la Cooperaci&oacute;n Cient&iacute;fica y Tecnol&oacute;gica entre la Rep&uacute;blica Argentina y la Sudafricana, con el fin de promover la cooperaci&oacute;n bilateral en materia cient&iacute;fica y tecnol&oacute;gica en diversas &aacute;reas del conocimiento, entre ellas las ciencias sociales y la biotecnolog&iacute;a.</p> <p> Este acuerdo permiti&oacute; que se hayan ejecutado 51 proyectos de investigaci&oacute;n entre ambos pa&iacute;ses en &aacute;reas cient&iacute;ficas como tecnolog&iacute;a de la informaci&oacute;n y comunicaciones (TIC), ciencias de la salud, agua, nanotecnolog&iacute;a, ciencias mineras y geol&oacute;gicas, biotecnolog&iacute;a, agricultura, energ&iacute;a, ciencias sociales, entre otras; que han permitido la movilidad de investigadores y formaci&oacute;n de recursos humanos de ambos pa&iacute;ses a nivel doctorado y post-doctorado.</p> <p> El encuentro del mi&eacute;rcoles finaliz&oacute; con el armado y firma de un acta sobre temas de inter&eacute;s com&uacute;n. Para la jornada del jueves 26, se prev&eacute; la visita al Instituto Nacional de Tecnolog&iacute;a Agropecuaria (INTA) emplazado en Castelar, al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y a la Comisi&oacute;n Nacional Asesora de Biotecnolog&iacute;a Agropecuaria (CONABIA), estos dos &uacute;ltimos ubicados en la Ciudad Aut&oacute;noma de Buenos Aires.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE:</strong> <a href="http://www.mincyt.gob.ar/noticias/encuentro-de-biotecnologia-entre-argentina-y-sudafrica-9329">Ministerio de Ciencia, Tecnolog&iacute;a e Innovaci&oacute;n Productiva</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/9805c3e04d4b70b00e160df77a41ae5b_S.jpg" alt="El Dr. Alejandro Mentaberry en la apertura del encuentro de biotecnología entre Argentina y Sudáfrica." /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Encabezado por el coordinador ejecutivo del Gabinete Cient&iacute;fico Tecnol&oacute;gico del Ministerio de Ciencia, Tecnolog&iacute;a e Innovaci&oacute;n Productiva, el encuentro tuvo como finalidad reforzar los lazos de cooperaci&oacute;n entre ambas comunidades cient&iacute;ficas</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> El Ministerio de Ciencia, Tecnolog&iacute;a e Innovaci&oacute;n Productiva recibi&oacute; el mi&eacute;rcoles en el Polo Cient&iacute;fico y Tecnol&oacute;gico a la delegaci&oacute;n de biotecnolog&iacute;a de la Rep&uacute;blica de Sud&aacute;frica. Encabezado por el coordinador ejecutivo del Gabinete Cient&iacute;fico Tecnol&oacute;gico (GACTEC) del Ministerio de Ciencia, Dr. Alejandro Mentaberry, el encuentro, que se extender&aacute; hasta el jueves, tuvo como finalidad identificar nuevas l&iacute;neas de investigaci&oacute;n en las &aacute;reas de las ciencias sociales y la biotecnolog&iacute;a. Por parte del pa&iacute;s invitado, la directora de la delegaci&oacute;n de biotecnolog&iacute;a del Departamento de Ciencia y Tecnolog&iacute;a, Maneshree Jugmohan-Naidu, y el director de la delegaci&oacute;n de Ciencias Sociales, Sagren Moodley, encabezaron la comitiva sudafricana.</p> <p> Las jornadas divididas por &aacute;reas tem&aacute;ticas referidas a la biotecnolog&iacute;a, tales como plagas agr&iacute;colas, protecci&oacute;n de cultivos, entre otros t&iacute;tulos, tuvo como disertantes a investigadores y representantes de diferentes instituciones locales y sudafricanas, los cuales expusieron sobre sus &aacute;reas de competencia para luego trabajar conjuntamente temas de inter&eacute;s com&uacute;n.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> El encuentro bilateral se realiz&oacute; en el marco del acuerdo firmado en Pretoria en el a&ntilde;o 2006, para la Cooperaci&oacute;n Cient&iacute;fica y Tecnol&oacute;gica entre la Rep&uacute;blica Argentina y la Sudafricana, con el fin de promover la cooperaci&oacute;n bilateral en materia cient&iacute;fica y tecnol&oacute;gica en diversas &aacute;reas del conocimiento, entre ellas las ciencias sociales y la biotecnolog&iacute;a.</p> <p> &ldquo;La cooperaci&oacute;n cient&iacute;fica con Sud&aacute;frica es muy importante para Argentina, ambas regiones comparten problem&aacute;ticas y temas comunes&rdquo;, destac&oacute; Mentaberry, entre las cuales resalt&oacute; la biotecnolog&iacute;a, afirmando que &ldquo;es un campo en el que hay mucho por hacer y con muchas oportunidades&rdquo;. Asimismo, subray&oacute; la importancia de &ldquo;apuntar a los que est&aacute;n afuera de la cadena de valor y que todav&iacute;a permanecen en la econom&iacute;a de la subsistencia. Tenemos que lograr incorporarlos a la econom&iacute;a formal&rdquo;.</p> <p> Por su parte, Maneshree Jugmohan-Naidu present&oacute; los aspectos predominantes en la bioeconom&iacute;a sudafricana y sostuvo que el gran desaf&iacute;o es &ldquo;tender a una econom&iacute;a del conocimiento; el conocimiento entendido como el capital b&aacute;sico, principal, y la econom&iacute;a como crecimiento dirigido por la innovaci&oacute;n&rdquo;.</p> <p> El encuentro bilateral se realiz&oacute; en el marco del acuerdo firmado en Pretoria en el a&ntilde;o 2006, para la Cooperaci&oacute;n Cient&iacute;fica y Tecnol&oacute;gica entre la Rep&uacute;blica Argentina y la Sudafricana, con el fin de promover la cooperaci&oacute;n bilateral en materia cient&iacute;fica y tecnol&oacute;gica en diversas &aacute;reas del conocimiento, entre ellas las ciencias sociales y la biotecnolog&iacute;a.</p> <p> Este acuerdo permiti&oacute; que se hayan ejecutado 51 proyectos de investigaci&oacute;n entre ambos pa&iacute;ses en &aacute;reas cient&iacute;ficas como tecnolog&iacute;a de la informaci&oacute;n y comunicaciones (TIC), ciencias de la salud, agua, nanotecnolog&iacute;a, ciencias mineras y geol&oacute;gicas, biotecnolog&iacute;a, agricultura, energ&iacute;a, ciencias sociales, entre otras; que han permitido la movilidad de investigadores y formaci&oacute;n de recursos humanos de ambos pa&iacute;ses a nivel doctorado y post-doctorado.</p> <p> El encuentro del mi&eacute;rcoles finaliz&oacute; con el armado y firma de un acta sobre temas de inter&eacute;s com&uacute;n. Para la jornada del jueves 26, se prev&eacute; la visita al Instituto Nacional de Tecnolog&iacute;a Agropecuaria (INTA) emplazado en Castelar, al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y a la Comisi&oacute;n Nacional Asesora de Biotecnolog&iacute;a Agropecuaria (CONABIA), estos dos &uacute;ltimos ubicados en la Ciudad Aut&oacute;noma de Buenos Aires.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE:</strong> <a href="http://www.mincyt.gob.ar/noticias/encuentro-de-biotecnologia-entre-argentina-y-sudafrica-9329">Ministerio de Ciencia, Tecnolog&iacute;a e Innovaci&oacute;n Productiva</a></p></div>