Domingo, 25 Mayo 2014 20:33

La Maraña en Ucrania

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Pendiente de lo que pase en las regiones separatistas del este, Ucrania celebró este domingo elecciones presidenciales Pendiente de lo que pase en las regiones separatistas del este, Ucrania celebró este domingo elecciones presidenciales AP

La situación conflictiva en el este de Ucrania recrudeció cuando otras dos provincias prorrusas acudieron a las urnas en busca de su independencia. Este domingo se celebraron elecciones presidenciales, sin embargo la conflictiva realidad que vive Ucrania lejos está de encontrar una solución.

 

La situación conflictiva en el este de Ucrania recrudeció, luego de la anexión de Crimea a Rusia en marzo, cuando otras dos provincias orientales prorrusas, Donetsk y Lugansk, acudieron a las urnas en busca de su independencia. Si bien este domingo se celebraron elecciones presidenciales, la conflictiva realidad que vive Ucrania lejos está de encontrar una solución.

La convulsión en el segundo país más grande de Europa llegó a su punto máximo en febrero, luego de la deposición y huida del presidente electo popularmente Victor Yanukovich. El encadenamiento de hechos ocurridos en el este de Ucrania se deben a un hecho menospreciado por buena parte de la prensa occidental: la decisión tomada por las nuevas autoridades de abolir el estatuto del ruso como segunda lengua oficial.

Como consecuencia de esta decisión, la Crimea rusófona decidió volver a la órbita rusa luego de que la población decidiera tal porvenir. El efecto dominó no tardó en llegar a las demás regiones orientales donde se encuentran minorías rusas que reclamaban mayor autonomía al gobierno de Kiev, junto con una demanda de garantías al cumplimiento de sus derechos. Esto derivó en sucesivas manifestaciones de “insurgentes prorrusos” en la región del Donbass donde se encuentran los oblasts Donetsk y Lugansk. Para el gobierno provisional ucraniano quien está detrás de esta sublevación en el este del país no es nada menos que Moscú.

El contexto internacional y el accionar de los actores externos con intereses en Ucrania no ayudaron a calmar las aguas. A la decisión del mandatario ruso, Vladimir Putin, de movilizar sus tropas en Crimea y en las fronteras con el país vecino, le siguieron las sanciones impuestas a Rusia por Occidente, con auspicio estadounidense que siguen vigentes hasta el día de hoy. La directiva del Kremlin para reforzar su presencia militar en zonas lindantes con Ucrania se da como respuesta al uso del ejército por parte de Kiev para abatir a separatistas prorrusos. Mientras la negociaciones en Ginebra entre Rusia, Ucrania, la UE y EEUU resultaban infructuosas, el país se sumía en una situación de guerra civil inminente, agravada por las acusaciones de intervención de terceros países.

Lo que en un principio supo pensarse como una solución a la crisis de febrero, la vía electoral, hoy pierde cada vez más relevancia después de la maraña interna y externa acaecida por el desenlace de los hechos. Las elecciones celebradas este domingo para elegir nuevas autoridades de Ucrania es fruto del acuerdo celebrado en febrero entre el entonces presidente Yanukovich y la oposición. Dentro de los candidatos para estas jornadas electorales se destacan dos personajes de renombre en el país que se han declarado como proeuropeos, lo cual no es un buen indicio para Moscú y los separatistas prorrusos.

Uno de los candidatos, hasta ahora ganador, es el multimillonario Petró Poroshenko, conocido como “el rey de chocolate” por su negocio de dulces y bombones. La otra candidata es la ex primera ministra Yulia Timoshenko, quien fue liberada el 22 de febrero, en plena crisis, tras su sentencia a 7 años de prisión por abuso de poder. Las expectativas en torno la victoria de Yulia han ido en descenso, incluso contando con el apoyo del actual presidente interino, Alexandr Turchínov. Un tercer candidato estuvo en la carrera presidencial. Se trata del banquero y ex asesor electoral de Yanukovich, Serguéi Tiguipko, quien se ha erigido como el candidato del sureste rusoparlante del país. Y por último, también compitió el ex ministro de Defensa y hoy diputado Anatoli Gritsenko.

A pesar de que los intereses de los separatistas orientales parecen estar representados en este último candidato con pocas chances de ganar, estos han declarado que no reconocerán el resultado de las elecciones ya que no las consideran legítimas. Tanto Donetsk como Lugansk decidieron su futuro en un referéndum de autonomía celebrado el domingo 11 de mayo, días después de que el gobierno del Kiev lanzara una ofensiva militar contra los separatistas. Los rebeldes prorrusos pretendían la creación de “repúblicas populares soberanas”, independizándose de Ucrania. Los votantes debieron responder con “Sí” o “No” a la pregunta ¿Aprueba usted la independencia de la República Popular de Donetsk?, y de la República Popular de Lugansk, respectivamente.

Los resultados revelaron el deseo de la población por alcanzar su independencia de Ucrania. Con alta participación en las urnas, en Lugansk el 96% de la población se expresó a favor de la independencia, mientras que en Donetsk la cifra alcanzó el 89,7%. Kiev, por su parte, rechazó la legitimidad del referéndum en el este y lo calificó de “farsa propagandística”, posición apoyada por Bruselas y Washington.

Las elecciones celebradas este domingo para elegir nuevas autoridades de Ucrania es fruto del acuerdo celebrado en febrero entre el entonces presidente Yanukovich y la oposición. Dentro de los candidatos para estas jornadas electorales se destacan dos personajes de renombre en el país que se han declarado como proeuropeos, lo cual no es un buen indicio para Moscú y los separatistas prorrusos.

Siguiendo los pasos de Crimea, ambas repúblicas autoproclamadas independientes pidieron a Rusia su anexión a su territorio. Sin embargo, el Kremlin se limitó a declarar que acepta el deseo de los votantes y a seguir apoyando el diálogo entre las regiones insurgentes y el gobierno ucraniano.

Este movimiento hacia una posición más pragmática del Moscú se ha podido evidenciar en los últimos días. El 19 de mayo Putin ordenó el retiro de tropas de las regiones fronterizas de Rostov, Bélgorod y Briansk, cuya decisión ya había sido anunciada por el premier ruso el 7 de mayo. Moscú también exigió a Kiev que retire a fuerzas del ejército en el este del país e instó a resolver el conflicto mediante una vía pacífica. Sin embargo, esto no bastó a Occidente, quienes pidieron evidencias claras de la retirada para revertir su posición en cuanto a las sanciones aplicadas a Rusia.

Como si todo lo ocurrido no fuera poco, las autoproclamadas Repúblicas independientes acordaron, a un día de las elecciones, la unificación en un mismo estado llamado “Novorossia”, cuyo significado es Nueva Rusia, que lleva impreso un fuerte simbolismo cultural e histórico que unió en un pasado Rusia con Ucrania. Ahora buscan reconocimiento internacional para convertirse en estado independiente, pero también su futuro depende de las posibilidades del diálogo que se abran con las nuevas autoridades electas.

ELECCIONES EN MEDIO DE UNA GUERRA CIVIL

Sumergida en enfrentamientos diarios entre el ejército ucraniano y los separatistas, con víctimas fatales y heridos, la jornada electoral del domingo se destacó por la baja participación de los votantes que no alcanza el 40%. En las regiones del este la cifra es mucho menor. Esto se debe a que los separatistas prorrusos han declarado que no reconocerán los resultados de estas elecciones a pesar de la exigencia de Kiev a que se vote en las ciudades de las respectivas regiones. Como estrategia de boicot, las milicias de los rebeldes han controlado más de la mitad de las comisiones electorales, impidiendo que la gente vote.

A boca de urna se han confirmado los pronósticos. El ganador, hasta ahora, sería el multimillonario Poroshenko con 55,9%, mientras que Timoshenko logró un 12,9%, según la última actualización de la agencia RIA Novosti. La ex primera ministra declaró que está dispuesta a colaborar con las nuevas autoridades para la formación de una “Ucrania fuerte”.

A pesar del tenso ambiente en todo el país, el ministro de justicia ucraniano declaró que "las elecciones han sido democráticas, honestas y transparentes". Ahora habrá que esperar cómo será el desenlace de esta crisis que marcó a fuego la historia del país. Con Washington dispuesto a mantener, e incluso endurecer, las sanciones sobre Rusia, Bruselas lista para ayudar a Ucrania e incluso encauzar las negociaciones para su ingreso a OTAN y UE y Moscú con intenciones de evitar su aislamiento internacional y no perder su influencia sobre Kiev, el asunto está lejos de solucionarse.

 

(*) Licenciada en Relaciones Internacionales. Analista Internacional de la Fundación para la Integración Federal 

 
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