Jueves, 15 Septiembre 2016 10:51

Más Cerca de Inglaterra, Más Lejos de Malvinas

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El ministro británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan, y la canciller Susana Malcorra. El ministro británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan, y la canciller Susana Malcorra. AFP

El vicecanciller británico tuvo una serie de reuniones que culminaron en un plan bilateral entre Argentina e Inglaterra de cooperación militar, científica, antierrorista y económica. Sobre Malvinas, Macri dejó afuera el reclamo por la soberanía y habilitó la explotación de la pesca, el petróleo, el comercio y el puerto. Malcorra avanza en la ONU y anunció que va a reanudar los vuelos y buscar la identificación genética de los soldados NN argentinos enterrados en las islas.

El comunicado conjunto que el Gobierno de Mauricio Macri y el Reino Unido emitieron en la noche del pasado martes 13 sella un cambio de política en la cuestión Malvinas por parte de la Argentina. Ya en el encuentro de Macri con David Cameron, el presidente argentino no había hecho ningún reclamo por la soberanía y cuando salió de la reunión, hace algunas semanas, solo dijo que había tenido ‘un encuentro muy lindo’, En su pedregosa carrera hacia la ONU, la canciller Susana Malcorra concedió a la diplomacia inglesa “remover todos los obstáculos” que limiten el crecimiento de las Islas, avalando la exploración y explotación británica del petróleo, que es patrimonio argentino.

De las reuniones bilaterales se desprendió además la posibilidad de identificación de los soldados enterrados como NN en el Cementerio de Darwin, en Malvinas. De acuerdo al comunicado, “las conversaciones sobre esta delicada cuestión humanitaria serán llevadas adelante en Ginebra sobre la base de una evaluación del Comité Internacional de la Cruz Roja, complementada por las conversaciones bilaterales que sean necesarias”. Teniendo en cuenta la voluntad de los familiares, pero dejando afuera a equipo de antropólogos forenses argentinos y al banco nacional de datos genéticos, dos equipos de referencia internacional.

En petróleo, la nómina de empresas británicas (y también algunas norteamericanas) que operan hoy en Malvinas y festejan son Falkland Oil and Gas Limited (FOGL), Edison International SPA, Noble Energy Inc. y su filial Noble Energy Falkland Limited, Premier Oil plc y Rockhopper Exploration plc.

De hecho, la firma Rockhopper Exploration anunció hace apenas cuatro meses el hallazgo de un yacimiento al norte de las Islas de gran magnitud, a escala “mundial”, similar a las reservas que reporta en Argentina la compañía privada Pluspetrol. En concreto, el descubrimiento llevó las reservas netas de petróleo en manos de esta firma a más de 300 millones de barriles, pero se estima que en esa cuenca hay un potencial de casi 1.000 millones de barriles.

El otro gran recurso cedido es el pesquero. Según el Departamento de Pesquerías de las islas, los ingresos de los isleños por esa actividad representan un tercio de su PBI. En exportaciones, son algo más de 260 millones de dólares anuales. Durante la década de los noventa se avanzó en acuerdo conjuntos sobre esta área, pero el gobierno de Néstor Kirchner frenó ese armado a menos de dos años de asumir, porque  convalidaba en los hechos la presencia comercial británica, e incluso el Reino Unido tenía la potestad de otorgar los permisos de pesca.

La sonrisa del conservador Sir Alan Duncan, el ministro del Reino Unido para Europa y las Américas y virtual vicecanciller, quedó estampada en el Foro de Negocios e Inversiones de Cambiemos y en los pasillos del Palacio San Martín. Posiblemente no imaginaba que la pesca iba a ser tan cuantiosa cuando emprendió su viaje a la Argentina, a comienzos de esta semana.

Esta fue la primera visita oficial a Buenos Aires de un funcionario de la Cancillería británica en siete años. Duncan se reunió en el Congreso con el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, mantuvo un “almuerzo de trabajo” con su par argentino, Carlos Foradori, y también un encuentro con el jefe de Gabinete,Marcos Peña, y el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.

 

 Volvió a Inglaterra con un comunicado de acción conjunta entre ambos países que retrotrae las relaciones al modelo diplomático del menemismo. Esto es, dejar de lado la disputa por la soberanía sobre las Islas, y avanzar en acuerdos económicos por áreas (pesca, hidrocarburos, navegación). En los papeles, implica la legitimación plena de Gran Bretaña en el Atlántico Sur, incluso a contramano de recientes leyes argentinas y hasta de las propias resoluciones de la ONU, el organismo que aspira a conducir Malcorra.

La carrera de la Canciller hacia la cima de Naciones Unidas enflaqueció en las últimas semanas, pero el acuerdo con Inglaterra no puede estar ajeno a su voluntad por sumar votos. El favorito en la sucesión de Ban-Ki Moon desde enero de 2017 continúa siendo el ex primer ministro de Portugal, Antonio Guterres. Pero la definición de todas formas será en octubre.

El comunicado conjunto con Inglaterra, que lleva la firma de Duncan, además incluye acuerdos para acciones militares conjuntas y “asistencia” del Reino Unido “para enfrentar la corrupción, promover la transparencia y apoyar las prácticas abiertas de gobierno”.

También “se resolvió reactivar las Consultas Políticas Bilaterales de Alto Nivel iniciadas en 2002”, que en realidad son parte de una práctica que en la década del noventa se denominó “Sistema Transitorio de Información y Consultas Recíproca”, por la cual Inglaterra maximizó su presencia en las Islas y aumentó su explotación económica.

Pero sin dudas el punto más polémico del comunicado conjunto está en el siguiente párrafo: “Se acordó adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos”.

Los llamados “obstáculos” en realidad pueden referir a algunas resoluciones básicas de la ONU, pero sobre todo a la Ley 26.659 que en 2011 el Congreso argentino aprobó por unanimidad y que castiga severamente a las empresas que realicen tareas de exploración y explotación de hidrocarburos sin el permiso del Estado en la zona ubicada alrededor de las Islas Malvinas. La norma prevé penas de prisión, multas y prohibiciones para operar en suelo argentino.

Esa ley se pensó con la idea de que ninguna explotación británica fuerte de hidrocarburos en el Atlántico Sur podía instrumentarse sin apoyo continental, intentando así bloquear los avances comerciales que ya se estaban registrando. Porque, aunque la canciller Malcorra no lo diga lo que está sucediendo en Malvinas es que Inglaterra, desde hace más de cinco años, explora y explota hidrocarburos, violando las resoluciones de la ONU e, incluso, tiene fortalecida una base militar con prolífica actividad.

Todas las compañías petroleras fueron denunciadas e imputadas por la Justicia argentina, incluso con embargos que superan en conjunto los 150 millones de dólares, por explorar y explotar hidrocarburos ilegalmente en las Islas Malvinas.

Duncan también logró un breve cruce, con selfie incluida, con Mauricio Macri en el CCK . 

La Canciller había adelantado en la cumbre de las misiones de paz de la ONU en Londres: “Argentina desea considerar retomar los vuelos desde y hacia las Islas y lanzar Joint ventures argentino-británicos de exploración de petróleo alrededor de las islas Malvinas”.

Por eso el acuerdo “incluye compartir asesoramiento y experiencia en Asociaciones Público- Privadas”, un punto de central interés para el Gobierno de Macri.

A mediados de agosto, este portal adelantó que el proyecto que ahora está en debate en el Congreso es un intento de la Alianza Cambiemos por fijar un nuevo régimen de inversión en la obra pública que le abra las puertas al capital foráneo con escasos controles y con un texto que salió bajo recomendación de los bufetes de abogados de las grandes multinacionales.

 

FUENTE: NUESTRAS VOCES

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