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Miércoles, 17 Abril 2013 21:14

El Senado de EEUU Rechaza la Ley de Control de Armas Impulsada por Obama

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El Senado ha rechazado, en una ajustada votación, el aumento de control sobre los antecedentes a las ventas comerciales de armas

La enmienda bipartidista para extender el control de antecedentes penales y mentales a todas las transacciones comerciales de armas en Estados Unidos ha sido derrotada este miércoles en el Senado. La iniciativa no solo encarnaba la apuesta más ambiciosa de la legislación más dura sobre el control de armas presentada en el Congreso en los últimos 20 años, sino que recogía una de las principales apuestas para la reducción de la violencia armada defendidas por el presidente Barack Obama. La decisión supone un duro revés para las aspiraciones de aprobar una ley restrictiva en el control de armas, una prioridad en la agenda política de la Casa Blanca, tras la matanza de Newtown.

En una emotiva rueda de prensa, el presidente ha criticado la decisión adoptada en el Senado. “Hoy es un día de gran vergüenza para Washington”, ha señalado Obama. “Hace unos meses, tras la tragedia de Newtown, este país adoptó el compromiso de luchar contra la violencia armada. Hace unos minutos, una minoría de senadores ha decidido que proteger a las familias y a los niños no vale la pena", dijo Obama, que estuvo acompañado por familiares de las víctimas de Newtown, la ex congresista, Gabrielle Giffords, quien sufrió un disparo en la cabeza en un tiroteo en enero de 2011, y el vicepresidente, Joe Biden.

El hecho de que la extensión del control de antecedentes hubiera sido promovida por un senador demócrata, Joe Manchin, y otro republicano, Pat Toomey –ambos con la máxima clasificación de la Asociación Nacional del Rifle (NRA)– había dado esperanzas a la Casa Blanca y al Partido Demócrata para atraer el número de votos suficientes, 60, por parte de ambas formaciones políticas que garantizara la aprobación de la enmienda. Finalmente, el respaldo de 54 votos a favor frente a 46 en contra, no fue suficiente.
Lo que se presagiaba como una importante victoria para Obama se ha convertido en un freno a las expectativas de aprobar una legislación más dura sobre el control de armas. La iniciativa contó con el apoyo de cuatro senadores republicanos, mientras que cinco demócratas votaron en contra, entre ellos el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, promotor de la ley y un firme defensor de la enmienda, en una maniobra política que le permite tener margen para poder presentar nuevamente la propuesta en el futuro.

Sin ocultar su profunda decepción, el presidente ha responsabilizado al “lobby de las armas” y a los que tienen una “visión tradicional del apoyo de la Segunda Enmienda [que garantiza el derecho a la posesión de armas]” de hacer fracasar en el Senado una medida que, sostiene, respalda el 90% de los estadounidenses. “Me pregunto a quiénes representan realmente los que han votado en contra”, ha puntualizado Obama

El fracaso en la aprobación de la extensión de los antecedentes trunca el último de los tres pilares de la agenda a favor de la reducción de la violencia armada del presidente. Los otros dos ejes principales, la prohibición de los rifles de asalto y la limitación del número de balas en los cargadores, tampoco han recibido el respaldo de la Cámara Alta, aunque, en este caso, la ausencia de apoyos era lo que estaba previsto.

En los últimos días, el presidente y el vicepresidente estadounidense han hecho llamadas a los senadores demócratas de estados con profunda tradición en la defensa del derecho a portar armas, reticentes a apoyar la enmienda ante el miedo de arriesgar su reelección en 2014, y a los republicanos indecisos. Varios familiares de víctimas de las matanzas de Newtown, Aurora o Virginia Tech también se han reunido en las horas previas a la votación con los legisladores. Muchos de ellos han estado presentes este miércoles en la Cámara Alta. El resultado ha sido recibido por un “Qué vergüenza” entre el público.

Este miércoles ha comenzado la votación para aprobar o rechazar las enmiendas, pero aún queda mucho camino hasta que se decida sobre la ley final. Aunque, tras el revés de hoy, el diseño de la nueva legislación, no el que anhelaba la Casa Blanca, el Partido Demócrata aún tiene un margen de maniobra. Reid podría devolver la ley al Comité de Asuntos Jurídicos, incluir la votación de la norma dentro del calendario ordinario de la Cámara –en ambos casos se otorgaría más tiempo a Obama para recabar los apoyos necesarios– o permitir que se vote la propuesta de ley que él presentó –que incluye una extensión del control de antecedentes mucho más amplia que la propuesta en la enmienda bipartita que se ha rechazado– pero que es improbable que prospere. Con esta última estrategia, los demócratas podrían explotar la intransigencia republicana de cara a las elecciones de 2014. “Los electores tienen una memoria profunda”, ha asegurado Reid.

Cualquiera que sea la opción que tome, estará consensuada con el presidente, que no está dispuesto a abandonar su cruzada a favor de un control de armas más retsrictivo. “Veo esto como el primer round. Tarde o temprano vamos a arreglar esta situación”, ha advertido Obama en la rueda de prensa.

 

FUENTE: El País

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