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Fundamentar - Internacional https://fundamentar.com Wed, 03 Jul 2024 02:52:16 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es El tuerto y los ciegos https://fundamentar.com/internacional/item/6842-el-tuerto-y-los-ciegos https://fundamentar.com/internacional/item/6842-el-tuerto-y-los-ciegos El tuerto y los ciegos

Las reservas de la Antártida y el sur argentino en el centro de un escenario estratégico.

El pasado 11 de mayo de 2024, el diario británico The Telegraph informó que la Federación de Rusia había encontrado una enorme reserva de gas y petróleo en el “Sector Antártico Británico” que sería diez veces mayor a las existentes en el Mar del Norte.

Rápidamente, otros medios internacionales y publicaciones especializadas se hicieron eco de la noticia, precisando que se trataría de 511.000 millones de barriles y que el hallazgo habría sido realizado por la empresa rusa Rosgeo, mediante el buque Alexander Karpinsky.

La repercusión en los medios de comunicación nacionales también ha sido relevante porque, como sabemos, el lugar donde se efectuó el “descubrimiento” es una zona de la Antártida donde no sólo el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RUGB) tiene reclamaciones territoriales, sino también la República de Chile y nuestro país. Algunos de ellos pusieron hincapié en que se trataba de una avanzada del “régimen ruso” .

Sin embargo, de acuerdo al diario Clarín, la Federación de Rusia le confirmó al gobierno argentino este descubrimiento y afirmó que el mismo se había efectuado durante la Campaña de Verano 2019/2020; versión que también es confirmada por la Revista Pucará citando documentos de la empresa rusa Rosgeo. Por otro lado, algunos como Daniel Montamat se han mostrado escépticos en relación al anunció, en tanto “nadie ha visto la investigación (…) Hay que tener en cuenta que Arabia Saudita tiene 320.000 millones de barriles y Venezuela 360.000 millones de barriles de reservas probadas y nosotros, entre Vaca Muerta, Los Molles y otros recursos no convencionales tenemos reservas técnicamente recuperables, todavía no probadas, de 27.000 millones de barriles de petróleo equivalente”.

Asimismo, los expertos argentinos Mariano Memoli y Eugenio Facchin  sostienen también que esos trabajos de prospección rusos ya eran conocidos, que otros países también los realizan y que son trabajos científicos que no violan el Tratado Antártico ; como también reconoció el Subsecretario de Estado Parlamentario para las Américas, el Caribe y Territorios de Ultramar, David Rutley.

Entonces, si no hay una novedad, ¿cuál es la relevancia de esta noticia para el mundo y, particularmente, para la Argentina?

EOM-Abel Gil Lobo  

¿Qué es el Tratado Antártico?

Durante la II Guerra Mundial se produjeron algunos incidentes al sur del paralelo 60º. En 1948, tras su finalización, Estados Unidos propuso un fideicomiso que fuera administrado en conjunto con la Argentina, Australia, Chile y otros países, lo cual fue rechazado por varios de ellos, incluido el nuestro. Meses después, los estadounidenses también propusieron sin éxito un proyecto de internacionalización de la Antártida.

Por otro lado, la Argentina y Chile sostuvieron –el 12 de julio de 1947 y el 12 de marzo de 1948– que sólo ambos países tenían derechos indiscutibles en esa región, a la que denominaron la “Antártida Sudamericana”. Asimismo, a los efectos de evitar un conflicto militar, estos países más el RUGB firmaron la Declaración Naval Tripartita en 1949, por la cual se comprometieron a no enviar buques de guerra al sur del paralelo citado. Sin embargo, militares argentinos y británicos intercambiaron disparos en Bahía Esperanza en 1952 y, nuevamente, en la Isla Decepción en 1953.

Estas disputas en el marco de la Guerra Fría (1947-1991) eran inconvenientes para la estrategia global de Estados Unidos, en tanto buscaba mantener alejada a la Unión de Repúblicas Soviéticas (URSS) de la Antártida. Por su parte, la URSS era consciente de esta maniobra y advirtió por esos años que no aceptaría ningún tratado en el que no estuviera representada.

Por último, en el marco del año Geofísico Internacional, que tuvo lugar entre el 1º de julio de 1957 y el 31 de diciembre de 1958, la Argentina y Chile sostuvieron que las investigaciones que se realizaran en la Antártida no otorgarían ningún derecho territorial a los participantes. Por su parte, la URSS sostuvo que no desmantelaría ninguna base. Dada esta situación, Estado Unidos convocó a la Conferencia Antártica que sesionó durante dos períodos: entre junio de 1958 y octubre de 1959 y entre el 15 de octubre y el 1º de diciembre de 1959.

Finalmente, el Tratado Antártico fue firmado por doce países en diciembre de 1959, entrando en vigencia el 27 de junio de 1961. Los países firmantes fueron la Argentina, Australia, Bélgica, Chile, la República Francesa, Japón, Nueva Zelandia, Noruega, la Unión del África del Sur, la URSS, el RUGB y Estados Unidos. El artículo 1º del Tratado establece que las actividades serán exclusivamente pacíficas, prohibiéndose toda acción y fortificaciones militares, aunque el personal militar se podrá utilizar para apoyo a las actividades científicas y otras de carácter pacífico.

Asimismo, el artículo IV dispuso que ninguna disposición del Tratado afecta la soberanía o las reclamaciones territoriales sobre la Antártida que se hubieran presentado precedentemente. Tampoco supone una renuncia a futuros reclamos, los cuales no se podrán hacer mientras esté vigente el mismo, y ninguna actividad que se realice constituirá un fundamente para negar o hacer valer derechos territoriales en la Antártida.

A los doce países signatarios se sumaron otros 17 como partes consultivas, con voz y voto, y otros 25 como partes no consultivas. De este total, siete países mantenían reclamos territoriales, entre ellos la Argentina; mientras que Estados Unidos y la URSS hicieron reservas para efectuar reivindicaciones territoriales en el futuro, aunque no mientras estuviera vigente el Tratado. En cuanto a esto último, debe tenerse presente que el Tratado tiene una vigencia indefinida y sólo puede modificarse por la unanimidad de las partes consultivas.

En la actualidad, son miembros 54 países. Durante la XXIV Reunión Consultiva del Tratado Antártico (RCTA) (San Petersburgo, 2001), y tras casi diez años de arduas negociaciones, se obtuvo finalmente un Acuerdo de Sede para la instalación de la Secretaría Permanente del Tratado Antártico en Buenos Aires, la cual fue inaugurada el 7 de septiembre de 2004.

La relevancia estratégica

La noticia sobre el hallazgo de la reserva debe ser necesariamente enmarcada en la vigencia del Protocolo de Madrid, firmado en 1991 y ratificado por todos los integrantes del Tratado Antártico en 1997, y vigente desde 1998. Este acuerdo establece una amplia protección sobre el medio ambiente antártico y los ecosistemas dependientes y prohíbe “todas las actividades relacionadas con los recursos minerales excepto las que tengan fines científicos”. Si bien la organización del Tratado Antártico afirma que el Protocolo no tiene vencimiento, también aclara que “durante los primeros 50 años desde la entrada en vigor (…) solo puede ser modificado por acuerdo unánime de todas las Partes Consultivas del Tratado Antártico, [pero, después del año 2048] cualquiera de las Partes Consultivas del Tratado Antártico puede convocar una conferencia de revisión del funcionamiento del Protocolo”.

En segundo lugar, la Federación Rusia y China no tienen reclamos territoriales en la Antártida. Sin embargo, estos países han aumentado su presencia en los últimos años: la base Vostok de la Federación de Rusia es uno de las más cercanas al Polo Sur y la base La Gran Muralla también cuenta con instalaciones importantes en la península antártica.

Por su parte, los Estados Unidos cuenta con la base McMurdo, la más grande del continente, y luego de que el Parlamento británico difundiera el supuesto descubrimiento ruso este país publicó –luego de 30 años– el National Security Memorandum on United States Policy on the Antarctic Region. Al respecto, la Casa Blanca sostuvo que “el Tratado Antártico ha mantenido con éxito la paz en la región antártica al congelar reclamos territoriales en conflicto, prohibir actividades militares que no sean en apoyo de la investigación científica o para cualquier otro propósito pacífico, priorizar la ciencia y la protección ambiental sobre los intereses comerciales, prohibir la minería con fines no científicos. y promover la transparencia y la cooperación”. Además, agregó que no reconocería ningún reclamo territorial, que aumentaría la inversión en rompehielos y que vigilaría a países que pudieran provocar alguna discordia internacional. En función de lo expuesto, no es inocente ni un gesto de amistad que la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, haya visitado ya en tres oportunidades nuestro país –en la última de ellas recaló en Ushuaia–; la firma de un acuerdo entre la Administración General de Puertos y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos para que este último ponga un pie en la Hidrovía Paraná-Paraguay; el radar inaugurado por el embajador estadounidense Marc Stanley en Ushuaia, de capitales británico-estadounidenses; y la actual visita del portaaviones USS “George Washington” y otros buques para realizar el Ejercicio Gringo-Gaucho II junto a la Armada Argentina.

En tercer lugar, la divulgación de esta noticia hay que enmarcarla también en el contexto de la guerra en Ucrania, que repercutió en las reuniones consultivas del Tratado. Durante la Reunión Consultiva del Tratado Antártico (RCTA) en Alemania, “los delegados que estaban presentes (…), se levantaron y se retiraron de la reunión [cuando Rusia hizo uso de la palabra]. Y al año siguiente en la reunión consultiva de Finlandia, el país anfitrión le negó la visa a los científicos rusos y hubo varios párrafos en contra de la Federación Rusa por ser el Estado invasor en la guerra”. Asimismo, no puede dejarse de lado en estas reflexiones que todas estas acciones se producen en el contexto de la disputa hegemónica entre Estados Unidos y la República Popular de China.

Durante estos días, luego de la divulgación del Parlamento británico, se realizó la RCTA en Kochi, República de la India. Hay que tener presente que algunos países están sondeando al resto para cambiar no solo el Protocolo de Madrid a fin de poder realizar explotaciones hidro-carburíferas y mineras, sino también para modificar el mecanismo de decisión de unanimidad por uno de mayoría, para poder realizar modificaciones al Tratado.

Toda esta información pone sobre el foco nuevamente la relevancia estratégica de la Antártida, de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y del sector oriental de la Isla Grande Tierra del Fuego, que pertenecen al territorio argentino ya señalado. Como muestra el siguiente gráfico, las Islas del Atlántico Sur y el sector oriental de la Isla Grande de Tierra del Fuego están en el centro de este escenario estratégico.

RPA-170M Río Grande. Zona Militar

Bienvenida Casandra

Así lo entendió la Directiva de Política de Defensa (DPDN) 2021. Este documento establece que “la planificación y construcción de capacidades para la defensa argentina y el sostén logístico de su actividad antártica deben considerar como partes integrantes de un mismo Sistema Geoestratégico a la Patagonia argentina, al Sector Antártico Nacional, al Atlántico Sur y a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes”. Al respecto, sosteníamos que esa Directiva orientaba el diseño del Instrumento Militar, en cuanto a sus capacidades y despliegue, hacia el sur, hacia el mar y hacia la Antártida.

En este “Escenario Sur”, como lo definió la DPDN 2021, se avanzó con acciones concretas durante las gestiones en el Ministerio de Defensa de Agustín Rossi (2019-2021) y Jorge Taiana (2021-2023), donde la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur tenía –y sigue teniendo– un rol clave. Entre ellas se destacan la creación de la Guarnición Militar Conjunta (GMC) (RESOL-2022-1138-APN-MD); la instalación de un radar de vigilancia y control aéreo RPA-170M fabricado por la empresa argentina INVAP S.E.; el destacamento del Ejército Argentino –en el marco de la GMC– y el inició de las obras del traslado de la Base Naval de Ushuaia; que en el primer informe del (ahora ex) jefe de Gabinete en el Senado no queda claro si las obras continuarán, quien las ejecutará y si participará o no el Comando Sur de los Estados Unidos. 

Estas acciones fueron un importante avance. Sin embargo, son insuficientes si no se continúa con lo previsto en el PLANCAMIL 2023. Más allá del contenido de este documento secreto, hay obviedades que académicos, civiles y militares vienen señalando desde hace años.

En primer lugar, debe quedar claro que el enclave colonial y militar del RUGB en nuestras islas del Atlántico Sur no sólo representa un cercenamiento de nuestro territorio, sino que también limita nuestra libertad de maniobra en dicho océano y perjudica nuestros intereses en la Antártida: recordemos que los británicos están construyendo una base en Puerto Argentino. Claramente, al RUGB no le interesan los isleños, sino sus propios intereses. En este sentido, la Guerra del Atlántico Sur (1982) no puede ser enseñada en las instituciones educativas militares sólo como un evento histórico del siglo XX, sino que se debe incorporar el análisis estratégico y el estudio del Informe Rattenbach.

En segundo lugar, la concreción del traslado de la Base Naval de Ushuaia sería insuficiente si no se amplían las capacidades logísticas de los puertos de Ushuaia y de Río Grande (obra ya iniciada) con inversión del Estado y/o del sector privado. Esto le permitiría a Tierra del Fuego contar con las instalaciones logísticas más próximas a la Antártida, además de ser el nodo clave por donde circula el comercio internacional a través de los tres pasos interoceánicos que rodean a la isla: Estrecho de Magallanes, Canal de Beagle y Pasaje Hoces.

En tercer lugar, deben continuarse las obras en el Base Petrel en la Antártida que permita la conectividad con Ushuaia, Río Grande y Río Gallegos durante el año, y que se convierta en un Polo Logístico que se complemente con el puerto ushuaiense.

Por último, las insistentes propuestas para derogar el Régimen de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur no tienen en cuenta extrañamente ninguna mirada geopolítica sobre este escenario. Si se introduce esta variable, hay que preservarlo porque la provincia es nuestra llave en este entramado estratégico.

Finalmente, el sistema de defensa tiene mucho que aportar. El centro de gravedad del dispositivo militar debe girar hacia el sur, el mar y la Antártida. Por ello, la Base Militar de Río Gallegos fue elevada a la categoría de Brigada para que se desplieguen allí los caza multi-rol, lo cual no sucedería bajo la mirada de la actual administración y de acuerdo a las declaraciones del Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Xavier Isaac. Asimismo, los Súper Etendard y los SEM, si alguna vez se ponen en vuelo, o algún otro avión de similares características, deberían estar desplegados de manera permanente en Río Grande. Esto tampoco es suficiente si la Fuerza Aérea y la Armada Argentina no se alistan y adiestran en este escenario, siguiendo las enseñanzas del Informe Rattenbach, dejando atrás disputas inútiles.

Bienvenida Casandra, y que cada vez seamos más los que podamos verlo.

FUENTE: El cohete a la luna 

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hola@fundamentar.com (Sergio Eissa) Internacional Wed, 05 Jun 2024 17:19:52 -0300
Contexto Internacional Nº 39 https://fundamentar.com/publicaciones/revista-contexto-internacional/item/4150-contexto-internacional-n-39 https://fundamentar.com/publicaciones/revista-contexto-internacional/item/4150-contexto-internacional-n-39 Contexto Internacional Nº 39

Publicación del Centro de Estudios Políticos e Internacionales de la FUNIF.

Publicación del Centro de Estudios Políticos e Internacionales de la FUNIF 

SUMARIOClick en la imagen para descargar la revista completa

EDITORIAL: LA CUESTIÓN DE LA SOBERANÍA / POR JUAN PABLO MORDINI

AMÉRICA LATINA Y MEDIO ORIENTE FRENTE A LOS DESAFÍOS DEL SIGLO XXI / POR VERÓNICA DEUTSCH, MATÍAS FERREYRA Y FLORENCIA TINNIRELLO 

Frente a los cambios ocurridos en la arena internacional a fines del siglo pasado y a comienzos del Siglo XXI, las relaciones entre los Estados y/o regiones han sufrido modificaciones, entre las cuales se destaca la búsqueda de nuevos socios comerciales y un estrechamiento de vínculos con países y áreas geográficas no tradicionales. En este marco, si bien se resalta la creciente intensificación de los lazos entre América Latina y Asia (principalmente, las relaciones con China) también se puede observar un incremento de los vínculos con países pertenecientes a la región de Medio Oriente. En tal sentido, el presente trabajo se propone analizar la relación birregional entre América Latina y Medio Oriente, la cual ha ido adquiriendo mayor importancia en los últimos años.

THE SELECTIVE RUSSIAN BEHAVIOR IN LIBYA AND SYRIA / POR NOEMÍ RABBIA

Los conflictos desatados en los últimos años han despertado una fuerte crítica contra el sistema de seguridad colectiva de Naciones Unidas. Es por ello que se han elaborado nuevas “normas” o “principios” para reforzar dicho sistema. Tal es el caso de la Doctrina de la Responsabilidad para Proteger (R2PD, por sus siglas en inglés), bajo la cual se llevó adelante la intervención en Libia. Sin embargo, este mismo principio no pudo aplicarse frente a los graves sucesos -que continúan hoy en día- en Siria. Un actor clave que explica en cierta medida el fracaso de la comunidad internacional en este último país es Rusia. Analizar el rol de dicho Estado y su conducta frente a la aplicabilidad de estos mecanismos en los dos casos mencionados es el objetivo del presente trabajo. Todo ello, enmarcado en el liderazgo de Vladimir Putin, quien desde hace años vienen utilizando una retórica anti-occidente que nos remite al periodo de la Guerra Fría.

ENTREVISTA AL DR. LUCIANO ZACCARA: LA NUEVA DIRECCIÓN POLÍTICA EN TEHERÁN / POR NABIH YUSSEF

En el marco del workshop “Las transformaciones en el Sistema Internacional Contemporáneo. Sus implicancias para los países del Sur”, el profesor de la Georgetown University en Qatar, Luciano Zaccara, brindó la conferencia “Líneas de fractura sectaria en el Golfo Pérsico tras la primavera árabe”, el pasado mes de julio en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario. En tal ocasión Contexto Internacional tuvo la oportunidad de conversar con este destacado especialista en Medio Oriente sobre la actualidad de dicha región. En este sentido, se abordaron los principales puntos neurálgicos del conflicto palestino-israelí, la nueva dirección política en Teherán y la figura del Líder espiritual en el sistema político iraní, además de la percepción que su gobierno posee del memorándum firmado con Argentina para esclarecer los atentados terroristas en los 90’s.

EL COMPROMISO ARGENTINO CON LA PAZ: LA PARTICIPACIÓN DE NUESTRO PAÍS BAJO BANDERA DE LA ONU / POR HERNÁN ARUJ Y JAVIER TEJERIZO

La participación argentina en las misiones de paz de las Naciones Unidas ha recorrido un largo camino desde la primera actividad en 1958, hasta el actual despliegue en cuatro escenarios: Haití, Chipre, el Sahara Occidental y Medio Oriente. Este artículo recorre la historia y el marco normativo e institucional de Naciones Unidas que ha determinado las diferentes participaciones de nuestro país en misiones de paz de dicho organismo internacional, así como también la situación actual de despliegue de tropas.

LA PRESENCIA ARGENTINA EN LA ANTÁRTIDA APUNTES SOBRE LA CAMPAÑA ANTÁRTICA 2013-2014 / POR RAFAEL PANSA

El compromiso argentino en la Antártida se ha ampliado y complejizado desde que en 1904 declaró su interés soberano en el continente blanco con el establecimiento de la primera estación permanente en las islas Orcadas del Sur. Desde ese entonces, el trabajo logístico para proveer cada año a las bases argentinas ha sido un factor esencial para la ininterrumpida presencia nacional. La exitosa Campaña Antártica de Verano 2013/2014 significa la continuidad de Argentina como un actor clave del Sistema Antártico que promueve la paz y la cooperación internacional y consagra las actividades científicas y de conservación del medio ambiente.

EL MAGNO ASUNTO. LA CUESTIÓN ANTÁRTICA DURANTE EL PRIMER PERONISMO / POR GUILLERMO CARRASCO Y FRANCISCO PESTANHA

En el marco del primer período peronista la cuestión antártica fue objeto de estrategias que apuntaban a generar una conciencia antártica. Para ello fueron puestas en ejecución una serie de acciones vinculadas a la reivindicación de los derechos argentinos sobre el continente Antártico tanto en materia cartográfica como institucional y política.

 

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hola@fundamentar.com (Luciano Herrero) Contexto Internacional Tue, 30 Sep 2014 15:03:59 -0300
"Malvinas es Una Cuña de la OTAN y la Cuarta Flota" https://fundamentar.com/articulos/noticias/item/3821-malvinas-es-una-cuna-de-la-otan-y-la-cuarta-flota https://fundamentar.com/articulos/noticias/item/3821-malvinas-es-una-cuna-de-la-otan-y-la-cuarta-flota Aeropuerto de la base militar de Monte Agradable

Entrevista al analista en geopolítica, Carlos Pereyra Mele. El especialista destacó la decisión argentina de hacer del conflicto una cuestión de Estado y de alcance regional.

Hay que tener presentes los objetivos permanentes de la Nación Argentina, que son consolidarse como un espacio propio sin injerencias extranjeras", sostuvo el licenciado en Ciencias Políticas, analista político y especialista en Geopolítica Suramericana Carlos Alberto Pereyra Mele, en dialogó con Tiempo Argentino, en relación con el conflicto soberano por las Islas Malvinas entre la Argentina y Gran Bretaña. "Para eso –consideró– tenemos que seguir estudiando, analizando y haciendo propuestas sobre todos los conflictos en torno al Atlántico Sur, como el del agua y el de la alimentación. Estos son los grandes temas nacionales que puso en el tapete este gobierno."

Para Pereyra Mele, la política desarrollada por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner es la mejor desde el retorno de la democracia. "Lo mejor que hizo este gobierno fue instalar la causa Malvinas a nivel nacional y de la región", resumió. Crítico con Raúl Alfonsín, aseguró que la desmalvinización de la sociedad fue, en gran parte, llevada a cabo por el alfonsinismo y, en cambio, destacó la importancia de la creación de la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas que conduce Daniel Filmus. "Es una muestra más del camino adoptado por la Argentina, que ha hecho de Malvinas una cuestión de Estado", subrayó.

–¿Cómo se ha tratado el tema Malvinas desde la política en estos 31 años de democracia?

–El tratamiento ha tenido puntos altos y puntos bajos. Hasta hace pocos años, la causa Malvinas no había tenido una política coherente ni seria, ni se la había tomado como una política de Estado. Durante el proceso del alfonsinismo se desmalvinizó al país. No solamente se desmantelaron las Fuerzas Armadas o se las redujo, sino que se desmalvinizó desde el aspecto cultural y político, y Malvinas pasó a ser una especie de tango llorón con el tema de los chicos de la guerra y nada más. "¿Qué le vamos a hacer? Perdimos y alguna vez se verá que se hace", era el argumento. Luego, con el menemato, la situación fue peor, porque se desmanteló el país desde el punto de vista defensivo con la eliminación de la industria y de las FF AA como institución que debía establecer una defensa de nuestros intereses siguiendo directivas del Estado.

–¿Cuál fue la razón?

–Haber entrado al Consenso de Washington, más el tratado de 1990 firmado en Madrid mediante el cual la Argentina, básicamente, reconoce la derrota en Malvinas. Con ese tratado Inglaterra impuso una serie de condiciones al país, entre ellas, que nosotros, con un mes de anticipación, debemos avisarles qué movimientos vamos a hacer en la zona patagónica de nuestro mar. Este y otros condicionamientos nos llevan a concluir que la Argentina, en ese tratado de Madrid, firmado por el canciller de entonces, Domingo Felipe Cavallo, se rinde, baja los brazos, y a partir de ese momento dejamos que el tema Malvinas fuera pateado a 100 años.

–¿Pero el desmantelamiento de las FF AA no puede leerse también como un reflejo político tras  la dictadura?

–Una cosa es la defensa nacional, donde las FF AA son la última razón para la fuerza, pues el Estado debe organizar y prepararse para los conflictos. Por caso, Dante Caputo fue celebre por decir que no tenemos hipótesis de conflicto. Pero, ¿qué es una base militar "enemiga" a 600 km de nuestras costas y que además usurpa un territorio nacional? No equivoquemos el análisis: las FF AA de los ‘70 son el resultado de la Escuela de las Américas, pero ello no invalida tener hoy Fuerzas Armadas que deben ser de rápida respuesta y disuasión. En los ‘90 se disolvieron no por decisión de Carlos Menem sino por imposiciones del tratado de Madrid, el "Versalles argentino", con sus cláusulas lapidarias, donde USA tomo el rol de "garante".

–¿Por qué no se deroga?

–Porque no se pueden tomar medidas arbitrarias o alocadas sin tener la fuerza suficiente para sostenerlas.

–¿Sería contraproducente con el camino diplomático que lleva la Argentina en el reclamo soberano?

–Por supuesto. Porque cuando uno patea un tablero, tiene que tener otro. Si Argentina patea ese tablero, rompe los pocos acuerdos con Inglaterra en diversas actividades como la pesca y la utilización del territorio en disputa. Eso sería, prácticamente, darles el argumento a los británicos de que nosotros somos una nación agresora y que pretendemos llegar a una solución por vías no diplomáticas.

"...el Atlántico Sur, un mar extenso, poco explotado, con costas en África y América del Sur, y cuyo frente Sur-Sur es la Antártida. Es un territorio con mucha disputa desde el punto de vista de quiénes son los dueños de la Antártida. Inglaterra aprovechó estas circunstancias."

–¿Cuándo se revitaliza la política hacia Malvinas?

–Con la llegada del presidente Néstor Kirchner. Él era sureño, y los sureños han vivido la guerra más en vivo y en directo. De otra forma. Este gobierno revirtió la desmalvinización porque empezó a tomar una serie de acciones mediante leyes y beneficios, por ejemplo, a veteranos de guerra.

–¿Cuál fue el acierto del kirchnerismo?

–Imponer en la agenda de la Unasur, la OEA y los distintos foros donde participa la Argentina –además de la profundización en el Mercosur–, que la cuestión Malvinas tiene que estar presente en cuanto acuerdo y documento que se firme, haciendo constar que la Argentina ratifica su decisión de obtener la soberanía del territorio del Atlántico Sur por la vía diplomática. Con esto, hemos logrado que la mayoría de los estados reconozcan que nuestro país tiene derechos. Además, pusimos sobre el tapete en Latinoamérica que Malvinas no es sólo un problema de la Argentina con Inglaterra, sino que nos incumbe en la seguridad y defensa de nuestro continente, porque al ser una base de la OTAN y de la cuarta flota estadounidense, es evidente que cercan al continente por el Atlántico Sur. Gracias a esto, Malvinas ya no es una locura de los argentinos, sino un problema mayúsculo introducido en el Atlántico Sur como una cuña que permanentemente nos lastima, a los argentinos, uruguayos, brasileños, venezolanos, colombianos… a todos.

–¿Cómo evalúa a la Secretaría de Asuntos Relativos a Malvinas?

–Como otra demostración de la importancia que la Argentina le da al tema. Antes de su creación, ya había un departamento de Malvinas, dentro de la Cancillería. Con la creación de esta Secretaría se le ha dado un nuevo empuje a la política de Estado que ha asumido la Argentina, de seguir accionando diplomáticamente en todos los foros y donde sea posible para dejar asentados nuestros derechos. A esto se suma al proyecto Pampa Azul que anunció la presidenta (NdR: un proyecto científico y estratégico que se propone investigar el Atlántico Sur durante los próximos diez años), que constituye otra forma de demostrar que estamos interesados en el territorio y que el reclamo no responde solamente a una pretensión histórica o geográfica. Son todas claras demostraciones de nuestros objetivos, sustentadas en hechos concretos, que tienen peso a la hora de la negociación diplomática.

LAS RAZONES ECONÓMICAS DE INGLATERRA

Para Carlos Pereyra Mele, "hay que aclarar que el Reino Unido es una potencia de segundo orden, con serias dificultades económicas". El dato le sirve para explicar las causas geopolíticas y geoestratégicas tras el interés británico sobre el territorio del Atlántico Sur.

El especialista explicó que "esto enmarca el cuadro geopolítico. Una potencia de segundo orden no es una superpotencia como Estados Unidos, sino que tiene una capacidad limitada de poder para accionar a nivel global. El Reino Unido tiene zonas donde puede actuar y otras en donde le es imposible, porque no puede desarrollar un despliegue logístico y económico para llegar".

–¿Cuáles son los desafíos globales que condicionan al Reino Unido?

–Ha tenido una fuerte impronta económica con su petróleo del Mar del norte, que está en franco retroceso productivo. Además, el Frente Ártico de búsqueda de zonas marítimas del norte está complicado y tiene competidores muy fuertes, como Rusia, que en la zona del Ártico no deja entrar a nadie más porque dice que es zona exclusiva. Entonces, el Reino Unido viró hacia áreas donde le fuera más fácil.

–¿Facilidad que halló en esta región?

–Claro, en el Atlántico Sur, un mar extenso, poco explotado, con costas en África y América del Sur, y cuyo frente Sur-Sur es la Antártida. Es un territorio con mucha disputa desde el punto de vista de quiénes son los dueños de la Antártida. Inglaterra aprovechó estas circunstancias.

 

FUENTE: INFOnews

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hola@fundamentar.com (Luciano Herrero) Malvinas Mon, 23 Jun 2014 08:17:15 -0300