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Fundamentar - Internacional https://fundamentar.com Sun, 05 May 2024 17:45:40 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Balance de un Año Convulsionado para Ucrania https://fundamentar.com/internacional/item/4796-balance-de-un-ano-convulsionado-para-ucrania https://fundamentar.com/internacional/item/4796-balance-de-un-ano-convulsionado-para-ucrania Balance de un Año Convulsionado para Ucrania

Este último año ha marcado un punto de inflexión en la historia ucraniana. Más allá de la gran convulsión social y política, la escisión de Crimea y el cambio de la relación con actores de peso mundial, como Rusia, Estos Unidos o la Unión Europea, ha traído consecuencias de magnitudes inimaginables. Se reconoce ampliamente por los especialistas de las Relaciones Internacionales y think tanks del mundo, que ésta es la mayor crisis de seguridad que ha estallado en la región desde la llamada Guerra Fría, que terminó en 1989.

Comenzando el año 2014, se inicia una serie de protestas denominadas “Euromaidan”, en referencia al nombre de la principal plaza de Kiev. Allí se buscaba presionar al presidente Viktor Yanukovich para que concretase el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea que continuaba recibiendo expreso rechazo por su par ruso, Vladimir Putin. Asimismo, se evidenciaba un clima de descontento hacia la administración en sí, lo que llevó a que las protestas recrudezcan y sean reprimidas con violencia. La situación se volvió crítica cuando la Rada Suprema decidió destituir a Yanukovich, y establecer un gobierno interino.

El cambio de gobierno significaba a los ojos occidentales el fin de una relación de dependencia con Rusia, así como la oportunidad de dar solidez a las conversaciones y acercamientos con la Unión Europea y Estados Unidos. Se debe tener en cuenta, también, que la relación de Occidente con Ucrania esta signada por la temática energética y el abastecimiento de gas y petróleo en Europa. Las sucesivas crisis que se desarrollaron a partir del año 2006, se deben a la mala relación entre Ucrania y Rusia y los cortes en las principales rutas hacia Europa, por lo cual los líderes europeos tuvieron en cuenta estos factores a la hora de considerar un nuevo gobierno en Ucrania.

El cambio de gobierno significaba a los ojos occidentales el fin de una relación de dependencia con Rusia, así como la oportunidad de dar solidez a las conversaciones y acercamientos con la Unión Europea y Estados Unidos.

En la región oriental del país, el territorio de Crimea rechazó la destitución de Yanukovich y al nuevo gobierno. Tras la asunción de nuevas autoridades en la región, se convocó a un referéndum para establecer el status político de la península. Si bien el gobierno central ucraniano rechazó rotundamente el referéndum, casi el 97% de la población de Crimea votó por la secesión de la península del territorio ucraniano. El 17 de mayo de 2014 se declaró la independencia de Crimea y se aprobó la adhesión como un territorio perteneciente a la Federación Rusa. Asimismo, existieron contiendas militares entre las fuerzas ucranianas y el Ejército ruso desplegado en la zona. Al día de la fecha, el gobierno ucraniano considera de iure a Crimea como parte de su territorio nacional.

En otras regiones sudorientales, como Donetsk, Luhansk y Jarkov (el Dunbas) se generaron protestas, comúnmente conocidas como “Antimaidan”, en contra del carácter nacionalista y antirruso que se abanderó en el poder central de Kiev. La demandas de estas regiones se centran, hasta la fecha, en la federalización o en la independencia de la denominada Nueva Rusia. La independencias declaradas de estas regiones no fueron reconocidas internacionalmente, aunque los sucesos adquirieron una relevancia mundial inimaginable.

Ante esta compleja situación, el ejército de Ucrania comenzó una operación de importantes magnitudes para recobrar el control efectivo de estos territorios, recurriendo a la violencia, la represión y la discriminación. El caso más reconocido sucedió en la ciudad de Slaviansk, la cual fue sitiada por el ejército enfrentado a las milicias de ciudadanos locales, dejando decenas de muertos en la operación.

El 25 de mayo de 2014 se desarrollaron las elecciones presidenciales en Ucrania, dando por ganador a Petro Poroshenko con más del 54% de los votos. Cabe resaltar que en las regiones en conflicto no se pudieron desarrollar elecciones regulares debido al clima de tensión existente a ese momento. Con la llegada al poder de Poroshenko, las relaciones con Rusia encontraron su nivel más conflictivo en el devenir de toda la crisis. Las acusaciones del nuevo presidente a Rusia de ser el culpable de la escisión de Crimea, así como de facilitar material militar a los separatistas del este, no fue bien visto a los ojos del Kremlin. Asimismo, el apoyo logístico que la OTAN proporciona a Ucrania en este conflicto, es entendido por el gobierno de Putin como una clara amenaza a la estabilidad de la región euroasiática, así como una violación a los derechos de autodeterminación de los separatistas.

A ese momento, un informe de Naciones Unidas publicado el 7 de agosto indica que 2.119 personas han muerto en el este Ucrania desde que estalló el conflicto. Se calculaba que 115.800 personas han huido a otras partes de Ucrania y unos 188.000 partieron a Rusia. Al día de la fecha, La Oficina de Derechos Humanos de la ONU habla de más de 6.000 muertos y aproximadamente 14.000 heridos en este sangriento conflicto.

Los líderes occidentales han decidido sancionar a Rusia y a las provincias separatistas como parte de un plan para aplacar los efectos de la contienda y ejercer una política de debilitamiento. Si bien el motivo inicial de estas sanciones fue evitar la anexión de Crimea, las mismas han sido renovadas en sucesivos periodos, y la Comisión Europea, por pedido de los Ministros de Relaciones Exteriores, estudia continuar con la medida hasta fines de 2015.

Los principales países en hacer lobby para presionar al Kremlin son los Estados del Este de la Unión Europea, como Polonia, o los Bálticos.

Si bien el contenido de las sanciones se basa en limitar la industria de defensa y el arsenal militar, también se considera ampliar el rango de las mismas, marcando una clara línea a favor a la posición ucraniana de mantener la integridad territorial. Esto realza el doble standard europeo, a criterio de la administración Putin, ya que en conflictos como el de Kosovo se ha escuchado el deseo de autodeterminación de los pobladores.

Los principales países en hacer lobby para presionar al Kremlin son los Estados del Este de la Unión Europea, como Polonia, o los Bálticos. De acuerdo al Viceministro de Relaciones Exteriores polaco, Rafal Trzaskowski, Polonia busca intensificar las sanciones a Rusia para evitar mayores daños en la sociedad ucraniana. Los países del Este temen que una postura débil contra Rusia permitiría abrir una puerta a este tipo de conflictos en el corazón de Eurasia. No es una tesis descabellada, si tomamos en cuenta la realidad de regiones como Osetia del Sur en Georgia, Nagorno-Karabaj en Azerbaiján o Transnitria en Moldovia, las cuales buscan un status similar al caso de Crimea.

Como podemos ver, son escasos los avances y muchas las inquietudes que surgen al analizar esta realidad. Ni el bando ucraniano ni el ruso pueden argumentar haber actuado plenamente en defensa del respeto al Derecho Internacional, aunque ambas pretensiones tienen algo de válido. Tampoco Europa y Estados Unidos parecen actuar como un bloque unido, y vemos un crisol de posturas, relacionadas a su entendimiento (y su dependencia) con Rusia. El debate entre la integridad territorial y la autodeterminación de los pueblos continúa vigente en el Sistema Internacional, y como se refleja en este conflicto, responde a una serie de intereses y alianzas que lo sustentan. No es claro el panorama futuro para Ucrania y como se resolverá la disputa entre Este- Oeste del país, sólo se apunta a soluciones coyunturales, como el respeto al alto al fuego o el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk. Será la voluntad de los principales mandatarios del mundo la que pesará a la hora de establecer una resolución duradera.  

 

(*) Investigadora de la Fundación para la Integración Federal 

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hola@fundamentar.com (MARIA BELEN SERRA (*)) Internacional Tue, 26 May 2015 16:05:26 -0300
Prorrusos Toman Sedes de Gobierno en Ucrania y Crece la Tensión https://fundamentar.com/internacional/item/3579-prorrusos-toman-sedes-de-gobierno-en-ucrania-y-crece-la-tension https://fundamentar.com/internacional/item/3579-prorrusos-toman-sedes-de-gobierno-en-ucrania-y-crece-la-tension Prorrusos Toman Sedes de Gobierno en Ucrania y Crece la Tensión

Manifestantes prorrusos tomaron hoy por asalto varias sedes del gobierno provincial en Donetsk, en el este de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia, al grito de "República de Donetsk", apenas semanas después que Moscú desafiara a las potencias occidentales y anexara la península de Crimea.

El asalto comenzó con una nueva manifestación de unas mil personas en la plaza central de la ciudad industrial de Donetsk en contra del nuevo gobierno nacional interino que reemplazó en Kiev al destituido presidente prorruso, Viktor Yanukovich, a finales de febrero pasado.

Los manifestantes exigían la convocatoria de una sesión extraordinaria del Parlamento local que ordene realizar un referendo, que decida la ruptura de la provincia con Ucrania y el ingreso a la Federación Rusa, como hizo la península de Crimea hace más de dos semanas, informó la agencia de noticias EFE.

De lo contrario, los prorrusos amenazaron con disolver el actual gobierno provicial y elegir a nuevos diputados que representen a "todos los sectores políticos" de la región, que vio nacer y crecer al destituido presidente Yanukovich.

En medio de los gritos que reinvindicaban la "República de Donetsk" y a Rusia, un grupo de los separatistas se dirigió a la zona donde se encuentran los edificios gubernamentales.

Pese a estar protegidos por policías antimotines, los manifestantes prorrusos ingresaron a algunas de las sedes de gobierno e izaron la bandera rusa.

El presidente Vladimir Putin repitió más de una vez que está dispuesto a utilizar "todos los medios necesarios" para defender a las comunidades de origen ruso en el este de Ucrania.

Las autoridades provinciales no intentaron recuperar el control de los edificios por la fuerza y se limitaron a abrir una causa penal contra los manifestantes.

La moderación demostrada por las autoridades designadas por el nuevo gobierno interino en Kiev se puede explicar por el temor que aún existe de que Moscú utilice la represión o muerte de algún rusoparlante como excusa para intervenir en el este de Ucrania, una región que posee importantes comunidades de origen ruso.

El presidente Vladimir Putin repitió más de una vez que está dispuesto a utilizar "todos los medios necesarios" para defender a las comunidades de origen ruso en el este de Ucrania.

Antes de anexarse Crimea, el Kremlin envió decenas de miles de tropas (disfrazadas con uniformes sin insignias), ocupó la estratégica península sobre el Mar Negro y forzó la capitulación de todas las tropas y fuerzas de seguridad ucranianas.

Mientras el clima volvía a recalentarse en Donetsk, en la ciudad de Lugansk, aún más cerca de la frontera con Rusia, otro grupo de manifestantes prorrusos tomaron la sede local del Servicio de Seguridad de Ucrania.

Los manifestantes, muchos de ellos enmascarados, exigían la convocatoria de un referendo secesionista similar al de Crimea y la liberación de seis compañeros detenidos ayer por participar en las protestas contra las nuevas autoridades nacionales y provinciales.

La toma del edificio desembocó en tensas negociaciones con el gobernador de la región, Mijail Bolotskij, y el jefe de la policía local, Vladimir Guslavski, quienes finalmente aceptaron liberar a los presos y entregarlos a sus compañeros.

Pese a la resolución negociada, los enfrentamientos y la toma dejaron dos heridos, una mujer que fue golpeada en la cabeza y un policía.

En la ciudad de Kharkiv, en tanto, también se registraron choques entre simpatizantes del nuevo gobierno proeuropeísta en Kiev y manifestantes prorrusos.

Según los testimonios recogidos por la agencia de noticias local Unian, centenares de separatistas enfurecidos atacaron a un grupo de partidarios del Maidán, como fue bautizado el movimiento que lideró las protestas contra Yanukovich y ahora apoya el nuevo gobierno nacional interino.

Tras casi una hora y media de tensión en esa ciudad, la segunda más importante del país, la policía consiguió evacuar a las personas que apoyan un acercamiento a la Unión Europea y Estados Unidos.

Hoy no fue la primera vez que manifestantes prorrusos asaltan sedes gubernamentales en Donetsk y otras ciudades en el este de Ucrania, donde las comunidades de origen ruso representan una mayoría o, al menos, una minoría muy importante de la población.

Kiev teme que Rusia vuelva a crear un clima de supuesto miedo como hizo en Crimea para justificar una ofensiva en el este del país, lindante con la ex potencia soviética.

La intervención inicial de Rusia en la península de Crimea fue bajo el argumento de que su población, mayoritariamente rusa, estaba amenazada por los extremistas ultranacionalistas, que actuaron como el brazo armado del movimiento prooccidental que logró derrocar a Yanukovich y hacerse con el poder del país.

 

FUENTE: Télam 

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Internacional Sun, 06 Apr 2014 23:09:45 -0300
Ucrania entre Dos Fuegos https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/3336-ucrania-entre-dos-fuegos https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/3336-ucrania-entre-dos-fuegos El presidente de Ucrania, Victor Yanukovich, junto al presidente ruso, Vladimir Putin

La crisis ucraniana toma un nuevo rumbo con las manifestaciones que se extienden a todo el país. Mientras gobierno y oposición disputan el poder en la mesa de negociación y en las calles, las presiones externas juegan su rol en una nueva entrega de la vieja disputa que divide al país.

La pulseada política que por estos días mantiene en vilo a Ucrania parece haber entrado en una nueva fase con el recrudecimiento de las manifestaciones en la Plaza de la Independencia de la capital, Kiev, y su extensión a otras ciudades de este país. Este marco de inestabilidad se contrapone, por otro lado, con las febriles negociaciones entre el gobierno del presidente Victor Yanukovich y la oposición, encabezada por Vitali Klitschko, quienes buscan una salida político-institucional a una crisis que es expresión del choque entre un acercamiento hacia Europa y la continuación de los vínculos privilegiados con Rusia. Una crisis que, además desnuda, las tensiones profundas que dividen a Ucrania, y de las cuales hacen parte tanto Rusia como la Unión Europea, participantes excluyentes en esta dinámica de conflicto.

Ucrania se convirtió en territorio de disputa entre estos últimos actores sobre todo durante el último año, en el cual la agenda externa estuvo encabezada por las negociaciones con la Unión Europea en torno de un acuerdo de asociación, visualizado por muchos como el primer paso hacia un eventual ingreso de Ucrania al ámbito europeo. Esto trajo aparejadas las presiones provenientes de Rusia para mantener a la Administración de Yanukovich dentro de su órbita, las cuales involucraron el cierre de fronteras para productos ucranianos y veladas amenazas en torno a un aumento del precio del gas que Ucrania importa. Esta disputa, no exenta de acusaciones por parte de Europa en torno a una política extorsiva de Rusia con respecto a Ucrania, terminó abruptamente en noviembre cuando el presidente ucraniano cerró abruptamente las negociaciones con Bruselas a una semana de refrendar la incipiente asociación en Vilna (Letonia), firmando en su lugar un acuerdo comercial con Rusia en diciembre pasado, que involucró la entrega de un crédito sin intereses de U$S 15.000 millones, y un esquema de precios preferenciales para la importación de gas ruso.

Este sorpresivo acuerdo, que dejó a la Unión Europea con las manos vacías, sirvió para resolver tres cuestiones esenciales: solucionó de un plumazo no sólo el viejo problema del suministro de gas a las puertas del invierno europeo –fundamento de las últimas disputas ruso-ucranianas-, ratificó la orientación pro-rusa del gobierno de Yanukovich y determinó una victoria política importante para el presidente ruso Vladimir Putin, galvanizando a Ucrania de lo que considera como un avance indebido de Occidente hacia su zona de influencia tradicional, el llamado “extranjero cercano”.

A este respecto, todavía está fresca en la memoria la llamada “Revolución Naranja” de 2004 en Ucrania que obligó a Yanukovich, quien había ganado las elecciones presidenciales de ese año en medio de acusaciones de fraude, a celebrar nuevos comicios en los que acabó venciendo Viktor Yushenko, quien impulsó una agenda netamente europeísta. La evocación constante de este movimiento por parte de los manifestantes que hoy asuelan al gobierno marca al mismo tiempo una voluntad de reorientar el eje de la política exterior ucraniana, al mismo tiempo que procura apropiarse del simbolismo del movimiento de 2004. Un recrudecimiento de este escenario es, precisamente, lo que tanto Yanukovich como el propio Putin desean evitar.

En cuanto al trasfondo interno del conflicto, el detonante de la actual crisis fue la adopción de leyes que prohíben las manifestaciones en las inmediaciones de edificios públicos, además de serias restricciones a la libertad de prensa. Esto funcionó como un revulsivo para un movimiento que parecía haber perdido impulso tras los hechos de diciembre, provocando las actuales demostraciones, que se fueron extendiendo más allá de la capital, hasta ciudades como Lviv, en el este del país, tradicionalmente pro-europeo y de habla ucraniana. Tampoco hay que desdeñar la crítica situación económica -marcada por un alto endeudamiento (30% del PBI), por la imposibilidad de acceder a líneas de crédito, y la casi ausencia de reservas de su Banco Central- ni la corrupción, que roza los más altos estamentos del gobierno.

Un escenario de confrontación generalizada en Ucrania no es conveniente para Europa, con un conflicto sonando en su frontera más cercana y en un país con obvias implicancias para su suministro energético. Pero quien menos tiene para ganar con un escenario de eventual guerra civil es Rusia

En este marco se desarrolló la pugna entre gobierno y oposición, con posiciones invariables que sólo parecieron ceder ante la aparición de las primeras víctimas y el llamado a una tregua para retomar el diálogo, en la cual Yanukovich estuvo dispuesto a ofrecer el cargo de su primer ministro, Mykola Azarov, y su eventual reemplazo por el ex canciller Arseniy Yatseniuk, así como también la revisión de las leyes recientemente promulgadas. Más allá del rechazo de estos cargos por parte de Klitschko, puede decirse que tanto esta medida, al igual que la confirmación de la orientación pro-rusa de Yanukovich tras la firma del acuerdo con su vecino ruso, marca la voluntad del presidente de intentar sobrevivir políticamente hasta las elecciones presidenciales del próximo año. La continuidad del diálogo con la UE en torno a una reapertura de las negociaciones va de la mano de una estrategia pendular que persigue el mismo fin de sobrevivir sin cuestionar su alianza con Moscú.

Por su parte, los referentes del movimiento opositor han radicalizado sus posiciones ante la aparición de nuevas víctimas, demandando la renuncia del presidente y el adelantamiento de los comicios presidenciales para este año. La toma del Ministerio de Justicia en Kiev y el impulso de las demostraciones populares en otras ciudades bien podrían acelerar los tiempos políticos en Ucrania, tal como ocurrió en 2004. Sin embargo, muchos analistas coinciden en la falta de un eje que motorice el movimiento a largo plazo (en la Revolución Naranja este motor fue el fraude electoral), así como tampoco se ha estructurado una figura excluyente y digerible para Occidente al frente del movimiento, si bien es perceptible la estrella ascendente de Klitschko.

Un escenario de confrontación generalizada en Ucrania no es conveniente para Europa, con un conflicto sonando en su frontera más cercana y en un país con obvias implicancias para su suministro energético. Pero quien menos tiene para ganar con un escenario de eventual guerra civil es Rusia, quien ha retomado un alto perfil internacional de la mano de Putin, a través de las negociaciones por la crisis siria y el programa nuclear iraní. Este nuevo impulso del presidente ruso, quien ha sido catalogado como el presidente con mayor influencia global, potenciado además por la celebración de las Olimpíadas de Invierno en la ciudad balnearia de Sochi en febrero próximo, podría verse interrumpido con un enfrentamiento en su zona de influencia más cercana y en un país al que está unido por profundos lazos históricos y económicos. Estas preocupaciones se abordarán en la próxima cumbre Unión Europea-Rusia en Bruselas, y en la Conferencia de Seguridad de Munich, ambas a finales de enero.

Por lo demás, nadie espera que Rusia acepte fácilmente un eventual cambio de gobierno en Ucrania: las “revoluciones de colores” entre 2003 y 2005 ocurrieron con el apoyo de Occidente en un momento de reconstrucción de las capacidades rusas tras el marasmo económico de finales del siglo pasado. Hoy el capital político de Putin es mucho mayor, mientras que el de la Unión Europea mengua conforme empeora su crisis económica. Mientras tanto, la crisis en Ucrania recrudece, y las tensiones entre las agendas pro-europeas y pro-rusas atizan las viejas divisiones al interior del país.

 

(*) Investigador de la Fundación para la Integración Federal

 

POST SCRIPTUM DEL AUTOR: Con la renuncia del Primer Ministro Mykola Azarov y la derogación del paquete de leyes que restringían el derecho a manifestarse y menoscababan garantías legales, la oposición ucraniana se anota una importante victoria en su lucha contra el gobierno de Victor Yanukovich, ya debilitado por la extensión de las demostraciones públicas por todo el país y la toma del Ministerio de Justicia por parte de los manifestantes. Las presiones provenientes tanto del interior como de la UE y EEUU en torno a la derogación del conflictivo paquete de leyes también han sido un factor determinante en cuanto a estas medidas. Azarov se convierte así en la primer víctima política de una dinámica que no parece estar resuelta en el corto plazo. Queda por ver cual será el perfil de la nueva figura a designarse en el cargo (a pesar de dos negativas previas, no es improbable que la oposición asuma este puesto) y si las aspiraciones de máxima de la oposición -renuncia de Yanukovich y adelantamiento de las elecciones- se mantendrán firmes ante estos cambios institucionales.

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hola@fundamentar.com (EMILIO ORDOÑEZ (*)) Opinión Tue, 28 Jan 2014 15:06:59 -0300
Euromaidán Ha Roto Definitivamente la Tregua en las Calles de Kiev https://fundamentar.com/articulos/item/3325-euromaidan-ha-roto-definitivamente-la-tregua-en-las-calles-de-kiev https://fundamentar.com/articulos/item/3325-euromaidan-ha-roto-definitivamente-la-tregua-en-las-calles-de-kiev

Los manifestantes han seguido protestando y enfrentándose a la policía tras el 'no' de los líderes de los tres partidos opositores con representación parlamentaria a entrar en un Gobierno con Yanukóvich como presidente. 

 

Los manifestantes han seguido protestando y enfrentándose a la policía tras el 'no' de los líderes de los tres partidos opositores con representación parlamentaria a entrar en un Gobierno con Yanukóvich como presidente. 

 

 

 

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Videos Sun, 26 Jan 2014 11:15:13 -0300