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Fundamentar - Internacional Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/internacional/itemlist/tag/Luisiana 2024-05-04T15:58:40-03:00 Joomla! - Open Source Content Management El Partido Demócrata se evapora del Sur de Estados Unidos 2014-12-07T16:17:25-03:00 2014-12-07T16:17:25-03:00 https://fundamentar.com/internacional/item/4360-el-partido-democrata-se-evapora-del-sur-de-estados-unidos Fundamentar hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/b7e22ef17b3cc57f5149029c4e1ada2c_S.jpg" alt="La demócrata Landrieu en su discurso tras la derrota. " /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Los republicanos arrebatan el esca&ntilde;o de senador en Luisiana y se hacen con un dominio casi absoluto en la Vieja Confederaci&oacute;n.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La derrota, este s&aacute;bado, de la dem&oacute;crata Mary Landrieu en la segunda ronda de las elecciones a senador del Estado de Luisiana supone el fin de una era. Con la p&eacute;rdida de ese esca&ntilde;o, el Partido Dem&oacute;crata desaparece casi por completo del llamado Deep South (el Sur Profundo) de Estados Unidos, los siete viejos Estados de la Confederaci&oacute;n que se escindieron de la Uni&oacute;n en la antesala de la Guerra Civil (1861-1865).</p> <p> Con la excepci&oacute;n de un senador en Florida, los dem&oacute;cratas no controlan ni un solo puesto de gobernador, mayor&iacute;a de un Parlamento y esca&ntilde;o de senador en el Sur Profundo. Y si se excluye Virginia, el panorama es igual de desolador en los otros cuatro Estados de la Confederaci&oacute;n -en la franja alta del Sur- que participaron en la Guerra Civil.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/bill_cassidy.jpg" style="width: 400px; height: 300px; margin-left: 10px; margin-right: 10px; float: left;" />En las elecciones legislativas del 4 de noviembre, el Partido Republicano arrebat&oacute; al Dem&oacute;crata ocho esca&ntilde;os del Senado, dos m&aacute;s de los que necesitaba para hacerse con la mayor&iacute;a de la c&aacute;mara. Con la victoria del republicano Bill Cassidy este s&aacute;bado en Luisiana, la cifra asciende a nueve. Tres de ellos son esca&ntilde;os sure&ntilde;os (Arkansas, Carolina del Norte y Luisiana). Y los conservadores estuvieron a punto de dar la sorpresa y hacerse tambi&eacute;n con Virginia. Conquistar Georgia -al margen de mantener Carolina del Norte- era la principal esperanza de los dem&oacute;cratas en el Sur.<br /> m&aacute;s informaci&oacute;n</p> <p> La hegemon&iacute;a conservadora en el Sur de EE UU es la culminaci&oacute;n de un viraje paulatino, fruto de cambios pol&iacute;ticos y sociales. El detonante fue la aprobaci&oacute;n en 1964 de la ley del fin de la segregaci&oacute;n racial, impulsada por un presidente sure&ntilde;o, el dem&oacute;crata Lyndon Johnson. En ese momento, el Sur era un s&oacute;lido feudo del Partido Dem&oacute;crata: controlaba casi el 100% de los parlamentos, oficinas de gobernadores y esca&ntilde;os de senadores nacionales. En 1990, el peso cay&oacute; al 80%, seg&uacute;n datos analizados por el diario The New York Times que excluyen Florida y Virginia. En 2010, al 40%. Y desde la noche de este s&aacute;bado, al 0%.</p> <p> Detr&aacute;s de las causas del giro conservador del Sur, los expertos se&ntilde;alan el discurso m&aacute;s progresista y laico de los dem&oacute;cratas, la culminaci&oacute;n de un reemplazo generacional de sus viejos votantes y la mayor fidelidad del voto republicano.</p> <p class="blubox-jck"> Tambi&eacute;n influye la impopularidad del presidente de EE UU, el dem&oacute;crata Barack Obama, y el hecho de que sea afroamericano, lo que ha acelerado la migraci&oacute;n blanca hacia los republicanos en el Sur.</p> <p> &ldquo;Es un partido completamente distinto del que era hace 20 o 30 a&ntilde;os. Cuando el Partido Dem&oacute;crata y sus candidatos se convierten en m&aacute;s liberales -que en EE UU tiene el significado de progresista- en cultura y religi&oacute;n, ese no es el partido que aboga por los valores o el pensamiento de esos blancos [del Sur]&rdquo;, dijo al Times Merle Black, profesor de Ciencias Pol&iacute;ticas en la Universidad Emory de Atlanta.</p> <p> La posici&oacute;n dem&oacute;crata en asuntos como el aborto, los derechos de los homosexuales o la regulaci&oacute;n de las armas les ha hecho perder votantes sure&ntilde;os. Por ejemplo, entre la creciente poblaci&oacute;n de blancos evang&eacute;licos en Arkansas.</p> <p> Tambi&eacute;n influye la impopularidad del presidente de EE UU, el dem&oacute;crata Barack Obama, y el hecho de que sea afroamericano, lo que ha acelerado la migraci&oacute;n blanca hacia los republicanos en el Sur. En las elecciones presidenciales de 2008, Obama solo gan&oacute; en tres estados del Sur: Carolina del Norte, Virginia y Florida. Cuatro a&ntilde;os despu&eacute;s, repiti&oacute; en los dos &uacute;ltimos. En 2012, obtuvo un 17% de los votos blancos en el Sur Profundo, seg&uacute;n datos del centro demosc&oacute;pico Pew.</p> <p class="blubox-jck"> Si se excluyen Florida y Virginia, el Partido Dem&oacute;crata no controla ni uno solo de los parlamentos, oficinas de gobernadores y esca&ntilde;os de senadores del Sur</p> <p> Las cifras de Obama en 2008 en el Sur fueron peores que las del dem&oacute;crata John Kerry en los comicios de 2004, lo que sugiere que el factor racial influye. En las elecciones presidenciales en algunos Estados sure&ntilde;os, la ventaja republicana entre los votantes blancos es de nueve por cada uno, seg&uacute;n los datos citados por el rotativo. Es un nivel de lealtad similar al de los negros con los dem&oacute;cratas, pero su participaci&oacute;n electoral tiende a ser menor que la de los blancos.</p> <p> Otro de los cambios en los &uacute;ltimos a&ntilde;os, apuntan los expertos, es que los votantes blancos son casi igual de hostiles con un dem&oacute;crata sea o no de ese Estado. As&iacute; le sucede a la senadora Landrieu en Luisiana. En las elecciones del 4 de noviembre, que tuvieron que ir a segunda vuelta al no llegar ning&uacute;n candidato a la mitad de votos, Landrieu obtuvo un escaso 18% de apoyo blanco. Seis a&ntilde;os antes, fue del 33%.</p> <p> Entre los negros -que suponen el 32% de la poblaci&oacute;n del Estado, el porcentaje m&aacute;s alto tras Misisipi-, registr&oacute; en noviembre el 42% de los votos, pero las cifras anticipadas sugieren que la participaci&oacute;n de afroamericanos fue menor este s&aacute;bado e insuficiente para revertir el escaso respaldo blanco. Tambi&eacute;n influye el hecho de que, tras el hurac&aacute;n Katrina en 2005, Luisiana sufri&oacute; una p&eacute;rdida significativa de poblaci&oacute;n negra.</p> <p class="blubox-jck"> La posici&oacute;n dem&oacute;crata en asuntos como el aborto, los derechos de los homosexuales o la regulaci&oacute;n de las armas les ha hecho perder votantes sure&ntilde;os. Por ejemplo, entre la creciente poblaci&oacute;n de blancos evang&eacute;licos en Arkansas.</p> <p> Landrieu -cuyo hermano es alcalde de Nueva Orleans, como lo fue su padre- ha marcado distancias con Obama y fue la candida m&aacute;s votada el 4 de noviembre. Pero en la segunda vuelta, el republicano Cassidy ha logrado movilizar m&aacute;s al electorado y a los votantes que se decantaron por un candidato independiente. El Comit&eacute; Nacional Dem&oacute;crata apenas se ha implicado en la campa&ntilde;a, consciente de que las encuestas les eran desfavorables y de que ya no hay nada que hacer para evitar que el control del Senado caiga en manos republicanas.</p> <p> &iquest;Es el Sur de EE UU una batalla perdida para el Partido Dem&oacute;crata? Solo el tiempo lo dir&aacute;. Las elecciones presidenciales de 2016 ser&aacute;n el siguiente term&oacute;metro. La transformaci&oacute;n demogr&aacute;fica en Estados como Virginia y Carolina del Norte ha beneficiado en los &uacute;ltimos a&ntilde;os a los dem&oacute;cratas por el auge del llamado Nuevo Sur: m&aacute;s urbano, m&aacute;s negro y latino, con m&aacute;s j&oacute;venes blancos muy cualificados. Y amenaza con hacerlo en otros, como Georgia o Texas.</p> <p> Nueve de los 10 Estados con un mayor incremento de poblaci&oacute;n latina est&aacute;n en el Sur y los hispanos tienden a votar dem&oacute;crata. No parece casual que los dem&oacute;cratas sobrevivan parcialmente en Florida y Virginia, donde son mayor&iacute;a los nacidos fuera de ese Estado. Pero la realidad actual es que desde este s&aacute;bado el Sur es m&aacute;s republicano que nunca.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE: </strong><a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/07/actualidad/1417920112_266305.html" target="_blank">El Pa&iacute;s</a><br /> &nbsp;</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/b7e22ef17b3cc57f5149029c4e1ada2c_S.jpg" alt="La demócrata Landrieu en su discurso tras la derrota. " /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Los republicanos arrebatan el esca&ntilde;o de senador en Luisiana y se hacen con un dominio casi absoluto en la Vieja Confederaci&oacute;n.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La derrota, este s&aacute;bado, de la dem&oacute;crata Mary Landrieu en la segunda ronda de las elecciones a senador del Estado de Luisiana supone el fin de una era. Con la p&eacute;rdida de ese esca&ntilde;o, el Partido Dem&oacute;crata desaparece casi por completo del llamado Deep South (el Sur Profundo) de Estados Unidos, los siete viejos Estados de la Confederaci&oacute;n que se escindieron de la Uni&oacute;n en la antesala de la Guerra Civil (1861-1865).</p> <p> Con la excepci&oacute;n de un senador en Florida, los dem&oacute;cratas no controlan ni un solo puesto de gobernador, mayor&iacute;a de un Parlamento y esca&ntilde;o de senador en el Sur Profundo. Y si se excluye Virginia, el panorama es igual de desolador en los otros cuatro Estados de la Confederaci&oacute;n -en la franja alta del Sur- que participaron en la Guerra Civil.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/bill_cassidy.jpg" style="width: 400px; height: 300px; margin-left: 10px; margin-right: 10px; float: left;" />En las elecciones legislativas del 4 de noviembre, el Partido Republicano arrebat&oacute; al Dem&oacute;crata ocho esca&ntilde;os del Senado, dos m&aacute;s de los que necesitaba para hacerse con la mayor&iacute;a de la c&aacute;mara. Con la victoria del republicano Bill Cassidy este s&aacute;bado en Luisiana, la cifra asciende a nueve. Tres de ellos son esca&ntilde;os sure&ntilde;os (Arkansas, Carolina del Norte y Luisiana). Y los conservadores estuvieron a punto de dar la sorpresa y hacerse tambi&eacute;n con Virginia. Conquistar Georgia -al margen de mantener Carolina del Norte- era la principal esperanza de los dem&oacute;cratas en el Sur.<br /> m&aacute;s informaci&oacute;n</p> <p> La hegemon&iacute;a conservadora en el Sur de EE UU es la culminaci&oacute;n de un viraje paulatino, fruto de cambios pol&iacute;ticos y sociales. El detonante fue la aprobaci&oacute;n en 1964 de la ley del fin de la segregaci&oacute;n racial, impulsada por un presidente sure&ntilde;o, el dem&oacute;crata Lyndon Johnson. En ese momento, el Sur era un s&oacute;lido feudo del Partido Dem&oacute;crata: controlaba casi el 100% de los parlamentos, oficinas de gobernadores y esca&ntilde;os de senadores nacionales. En 1990, el peso cay&oacute; al 80%, seg&uacute;n datos analizados por el diario The New York Times que excluyen Florida y Virginia. En 2010, al 40%. Y desde la noche de este s&aacute;bado, al 0%.</p> <p> Detr&aacute;s de las causas del giro conservador del Sur, los expertos se&ntilde;alan el discurso m&aacute;s progresista y laico de los dem&oacute;cratas, la culminaci&oacute;n de un reemplazo generacional de sus viejos votantes y la mayor fidelidad del voto republicano.</p> <p class="blubox-jck"> Tambi&eacute;n influye la impopularidad del presidente de EE UU, el dem&oacute;crata Barack Obama, y el hecho de que sea afroamericano, lo que ha acelerado la migraci&oacute;n blanca hacia los republicanos en el Sur.</p> <p> &ldquo;Es un partido completamente distinto del que era hace 20 o 30 a&ntilde;os. Cuando el Partido Dem&oacute;crata y sus candidatos se convierten en m&aacute;s liberales -que en EE UU tiene el significado de progresista- en cultura y religi&oacute;n, ese no es el partido que aboga por los valores o el pensamiento de esos blancos [del Sur]&rdquo;, dijo al Times Merle Black, profesor de Ciencias Pol&iacute;ticas en la Universidad Emory de Atlanta.</p> <p> La posici&oacute;n dem&oacute;crata en asuntos como el aborto, los derechos de los homosexuales o la regulaci&oacute;n de las armas les ha hecho perder votantes sure&ntilde;os. Por ejemplo, entre la creciente poblaci&oacute;n de blancos evang&eacute;licos en Arkansas.</p> <p> Tambi&eacute;n influye la impopularidad del presidente de EE UU, el dem&oacute;crata Barack Obama, y el hecho de que sea afroamericano, lo que ha acelerado la migraci&oacute;n blanca hacia los republicanos en el Sur. En las elecciones presidenciales de 2008, Obama solo gan&oacute; en tres estados del Sur: Carolina del Norte, Virginia y Florida. Cuatro a&ntilde;os despu&eacute;s, repiti&oacute; en los dos &uacute;ltimos. En 2012, obtuvo un 17% de los votos blancos en el Sur Profundo, seg&uacute;n datos del centro demosc&oacute;pico Pew.</p> <p class="blubox-jck"> Si se excluyen Florida y Virginia, el Partido Dem&oacute;crata no controla ni uno solo de los parlamentos, oficinas de gobernadores y esca&ntilde;os de senadores del Sur</p> <p> Las cifras de Obama en 2008 en el Sur fueron peores que las del dem&oacute;crata John Kerry en los comicios de 2004, lo que sugiere que el factor racial influye. En las elecciones presidenciales en algunos Estados sure&ntilde;os, la ventaja republicana entre los votantes blancos es de nueve por cada uno, seg&uacute;n los datos citados por el rotativo. Es un nivel de lealtad similar al de los negros con los dem&oacute;cratas, pero su participaci&oacute;n electoral tiende a ser menor que la de los blancos.</p> <p> Otro de los cambios en los &uacute;ltimos a&ntilde;os, apuntan los expertos, es que los votantes blancos son casi igual de hostiles con un dem&oacute;crata sea o no de ese Estado. As&iacute; le sucede a la senadora Landrieu en Luisiana. En las elecciones del 4 de noviembre, que tuvieron que ir a segunda vuelta al no llegar ning&uacute;n candidato a la mitad de votos, Landrieu obtuvo un escaso 18% de apoyo blanco. Seis a&ntilde;os antes, fue del 33%.</p> <p> Entre los negros -que suponen el 32% de la poblaci&oacute;n del Estado, el porcentaje m&aacute;s alto tras Misisipi-, registr&oacute; en noviembre el 42% de los votos, pero las cifras anticipadas sugieren que la participaci&oacute;n de afroamericanos fue menor este s&aacute;bado e insuficiente para revertir el escaso respaldo blanco. Tambi&eacute;n influye el hecho de que, tras el hurac&aacute;n Katrina en 2005, Luisiana sufri&oacute; una p&eacute;rdida significativa de poblaci&oacute;n negra.</p> <p class="blubox-jck"> La posici&oacute;n dem&oacute;crata en asuntos como el aborto, los derechos de los homosexuales o la regulaci&oacute;n de las armas les ha hecho perder votantes sure&ntilde;os. Por ejemplo, entre la creciente poblaci&oacute;n de blancos evang&eacute;licos en Arkansas.</p> <p> Landrieu -cuyo hermano es alcalde de Nueva Orleans, como lo fue su padre- ha marcado distancias con Obama y fue la candida m&aacute;s votada el 4 de noviembre. Pero en la segunda vuelta, el republicano Cassidy ha logrado movilizar m&aacute;s al electorado y a los votantes que se decantaron por un candidato independiente. El Comit&eacute; Nacional Dem&oacute;crata apenas se ha implicado en la campa&ntilde;a, consciente de que las encuestas les eran desfavorables y de que ya no hay nada que hacer para evitar que el control del Senado caiga en manos republicanas.</p> <p> &iquest;Es el Sur de EE UU una batalla perdida para el Partido Dem&oacute;crata? Solo el tiempo lo dir&aacute;. Las elecciones presidenciales de 2016 ser&aacute;n el siguiente term&oacute;metro. La transformaci&oacute;n demogr&aacute;fica en Estados como Virginia y Carolina del Norte ha beneficiado en los &uacute;ltimos a&ntilde;os a los dem&oacute;cratas por el auge del llamado Nuevo Sur: m&aacute;s urbano, m&aacute;s negro y latino, con m&aacute;s j&oacute;venes blancos muy cualificados. Y amenaza con hacerlo en otros, como Georgia o Texas.</p> <p> Nueve de los 10 Estados con un mayor incremento de poblaci&oacute;n latina est&aacute;n en el Sur y los hispanos tienden a votar dem&oacute;crata. No parece casual que los dem&oacute;cratas sobrevivan parcialmente en Florida y Virginia, donde son mayor&iacute;a los nacidos fuera de ese Estado. Pero la realidad actual es que desde este s&aacute;bado el Sur es m&aacute;s republicano que nunca.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE: </strong><a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/07/actualidad/1417920112_266305.html" target="_blank">El Pa&iacute;s</a><br /> &nbsp;</p></div>