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Fundamentar - Internacional Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/internacional/itemlist/tag/Primero%20de%20Mayo 2024-04-30T21:37:43-03:00 Joomla! - Open Source Content Management Primero de Mayo, una Fecha Trascendente de la Humanidad 2014-05-01T15:41:17-03:00 2014-05-01T15:41:17-03:00 https://fundamentar.com/internacional/item/3644-primero-de-mayo-una-fecha-trascendente-de-la-humanidad Fundamentar hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/048e752c64cf593538ebd02b789f68f2_S.jpg" alt="La Revuelta de Haymarket y el Primero de Mayo: una historia de revolución." /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>La Declaraci&oacute;n Universal de Derechos Humanos establece que &quot;toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elecci&oacute;n de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protecci&oacute;n contra el desempleo&quot;.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La celebraci&oacute;n desde 1890 del D&iacute;a Internacional de los Trabajadores, cada Primero de Mayo, fecha de festejos, conserva fiel a su origen el protagonismo de las demandas de reivindicaciones sociales y laborales.</p> <p> En esas ocasiones, hombres y mujeres de diversos lugares del mundo recuerdan tambi&eacute;n a los m&aacute;rtires de Chicago, cinco condenados a muerte tras los sucesos violentos que tuvieron lugar en esa ciudad, entonces la segunda de Estados Unidos, el primero y el 4 de mayo de 1886.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> El movimiento en defensa de la jornada m&aacute;xima de ocho horas alcanz&oacute; fuerza en Estados Unidos y pa&iacute;ses de Europa, en los a&ntilde;os 80 del siglo XIX.</p> <p> Con el tiempo, la m&aacute;s que centenaria convocatoria colore&oacute; su historia con la sangre de participantes en muy distantes escenarios, en choques con cuerpos represivos, y dio nuevos motivos para volver el pr&oacute;ximo a&ntilde;o a llenar calles y plazas.</p> <p> La primera jornada internacional fue acordada, en julio de 1889, por el Congreso Obrero Socialista de Paris, con el objetivo de organizar una gran manifestaci&oacute;n de trabajadores, que en todos los pa&iacute;ses y poblados a la vez, demandaran a los poderes p&uacute;blicos reducir legalmente a ocho horas la jornada de trabajo.</p> <p> A fecha fija -dice el acuerdo-, los trabajadores de las diversas naciones llevaran a la pr&aacute;ctica estas acciones de acuerdo a las condiciones especiales que disfruten en sus pa&iacute;ses.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/1mayo_5.jpg" style="width: 400px; height: 180px; margin: 10px; float: left;" />Se decidi&oacute; el Primero de Mayo de 1890, tomando en cuenta una similar convocada para ese d&iacute;a por la Federaci&oacute;n Americana del Trabajo (FAT), en su congreso de diciembre de 1888.</p> <p> A ella se sumaron trabajadores de Europa y un reducido n&uacute;mero de pa&iacute;ses de otros continentes; tambi&eacute;n el entonces joven movimiento obrero cubano.</p> <p> En Cuba, el C&iacute;rculo de Trabajadores public&oacute; la convocatoria, el 20 de abril de 1890, a celebrar una manifestaci&oacute;n p&uacute;blica pac&iacute;fica, y un mitin al final, &quot;para que el gobierno, las clases elevadas y el p&uacute;blico en general sepan o puedan apreciar cu&aacute;les son las aspiraciones de este pueblo obrero&quot;.</p> <p> La manifestaci&oacute;n de unos tres mil trabajadores parti&oacute; en esta capital del Campo de Marte -actual Parque de la Fraternidad- por la calle Reina hacia Galiano, San Rafael y Consulado, donde intervinieron unos 15 oradores.</p> <p> <strong>LOS SUCESOS DE CHICAGO</strong></p> <p> El movimiento en defensa de la jornada m&aacute;xima de ocho horas alcanz&oacute; fuerza en Estados Unidos y pa&iacute;ses de Europa, en los a&ntilde;os 80 del siglo XIX.</p> <p> El presidente estadounidense Andrew Johnson dict&oacute; una ley sobre las ocho horas diarias, pero 19 estados autorizaron hasta 10 horas, que en la pr&aacute;ctica eran 14-16, insoportables para los afectados, entre ellos miles de ni&ntilde;os.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> &quot;La voz que vais a sofocar ser&aacute; m&aacute;s poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora&quot;.&nbsp;</p> <p> Las largas sesiones de trabajo impuestas por los patronos provocaban el rechazo de los obreros con numerosos tipos de protestas, incluidas las huelgas y otros sucesos como los ocurridos el Primero de mayo de 1886 y los d&iacute;as siguientes en Chicago.</p> <p> En la planta Mc.Cormik que se manten&iacute;a operando con rompe-huelgas, seis huelguistas resultaron muertos por la polic&iacute;a y tambi&eacute;n decenas de heridos.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/1m.jpg" style="width: 310px; height: 163px; margin: 10px; float: left;" />Durante un mitin el 4 de mayo en el parque Haymarket, un desconocido lanz&oacute; una bomba con el saldo de un muerto y varios heridos.</p> <p> Fueron arrestados los oradores y otros dirigentes obreros; en un ama&ntilde;ado juicio siete fueron sentenciados a muerte (dos cambiada la pena a cadena perpetua) y uno a 15 a&ntilde;os de trabajos forzados.</p> <p> Murieron en la horca, el 11 de noviembre de 1887: el estadounidense Albert Parsons (periodista de 39 a&ntilde;os) y los alemanes Adolf Fischer (periodista de 30 a&ntilde;os), August Spies (periodista de 31 a&ntilde;os) y Georg Engel (tip&oacute;grafo de 50 a&ntilde;os).</p> <p> El carpintero alem&aacute;n Lous Lingg, de 22 a&ntilde;os, se suicid&oacute; en su celda. Desde las p&aacute;ginas de su peri&oacute;dico El Productor, el obrero y periodista cubano, Enrique Roig San Mart&iacute;n asumi&oacute; la defensa de los ocho obreros procesados en Estados Unidos (1886-1887) y denunci&oacute; el crimen legal que se preparaba, mediante art&iacute;culos suyos y de otros autores cubanos y extranjeros.</p> <p> Roig San Mart&iacute;n encabez&oacute; una gran campa&ntilde;a a favor de los futuros m&aacute;rtires de Chicago.</p> <p> A la protesta se sumaron los gremios de lit&oacute;grafos, tabaqueros, escogedores, cocheros, cajoneros, cigarreros, mec&aacute;nicos, planchadores, sastres y zapateros; trabajadores tanto de La Habana como de Matanzas, C&aacute;rdenas, Cienfuegos, Villa Clara y Puerto Pr&iacute;ncipe.</p> <p> Se constituy&oacute; un Comit&eacute; de Auxilio con la participaci&oacute;n de numerosas organizaciones proletarias de todo el pa&iacute;s, que colectaron fondos para contribuir a la lucha por salvarles la vida y de ayuda a los familiares.</p> <p> En una asamblea, efectuada el 8 de noviembre de 1887, en el circo Jan&eacute;, m&aacute;s de dos mil asistentes demandaron del Gobernador de Illinois el indulto de los condenados.</p> <p> Otro cubano, Jos&eacute; Mart&iacute;, estuvo vinculado al caso con su brillante pluma; narr&oacute; con lujo de detalles y colores la guerra social en Chicago, la anarqu&iacute;a y la represi&oacute;n; el conflicto y sus hombres; el proceso; el cadalso y los funerales.</p> <p> En esta magistral cr&oacute;nica al diario La Naci&oacute;n, de Buenos Aires, publicada el primero de enero de 1888, puso en boca de Spies la siguiente advertencia: &quot;la voz que vais a sofocar ser&aacute; m&aacute;s poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora&quot;.</p> <p> Sus dos &uacute;ltimos p&aacute;rrafos parecen actuales; dice lo que piensa apoyado en otras fuentes:</p> <p> &quot;Yo no vengo a acusar ni a ese verdugo a quien llaman alcaide, ni a la naci&oacute;n que ha estado hoy dando gracias a Dios en sus templos porque han muerto en la horca estos hombres, sino a los trabajadores de Chicago, que han permitido que les asesinen a cinco de sus m&aacute;s nobles amigos!&quot;, cita a un an&oacute;nimo, &quot;que se adivinaba ser de barba espesa y de coraz&oacute;n grave y airado&quot;.</p> <p> Y, al diario de Spies Arbeiter Zeitung: &quot;Hemos perdido una batalla, amigos infelices, pero veremos al fin al mundo ordenado conforme a la justicia; seamos sagaces como las serpientes e inofensivos como las palmas!&quot;</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE:</strong> <a href="http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&amp;task=view&amp;idioma=1&amp;id=2634481&amp;Itemid=1" target="_blank">Prensa Latina&nbsp;</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/048e752c64cf593538ebd02b789f68f2_S.jpg" alt="La Revuelta de Haymarket y el Primero de Mayo: una historia de revolución." /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>La Declaraci&oacute;n Universal de Derechos Humanos establece que &quot;toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elecci&oacute;n de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protecci&oacute;n contra el desempleo&quot;.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La celebraci&oacute;n desde 1890 del D&iacute;a Internacional de los Trabajadores, cada Primero de Mayo, fecha de festejos, conserva fiel a su origen el protagonismo de las demandas de reivindicaciones sociales y laborales.</p> <p> En esas ocasiones, hombres y mujeres de diversos lugares del mundo recuerdan tambi&eacute;n a los m&aacute;rtires de Chicago, cinco condenados a muerte tras los sucesos violentos que tuvieron lugar en esa ciudad, entonces la segunda de Estados Unidos, el primero y el 4 de mayo de 1886.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> El movimiento en defensa de la jornada m&aacute;xima de ocho horas alcanz&oacute; fuerza en Estados Unidos y pa&iacute;ses de Europa, en los a&ntilde;os 80 del siglo XIX.</p> <p> Con el tiempo, la m&aacute;s que centenaria convocatoria colore&oacute; su historia con la sangre de participantes en muy distantes escenarios, en choques con cuerpos represivos, y dio nuevos motivos para volver el pr&oacute;ximo a&ntilde;o a llenar calles y plazas.</p> <p> La primera jornada internacional fue acordada, en julio de 1889, por el Congreso Obrero Socialista de Paris, con el objetivo de organizar una gran manifestaci&oacute;n de trabajadores, que en todos los pa&iacute;ses y poblados a la vez, demandaran a los poderes p&uacute;blicos reducir legalmente a ocho horas la jornada de trabajo.</p> <p> A fecha fija -dice el acuerdo-, los trabajadores de las diversas naciones llevaran a la pr&aacute;ctica estas acciones de acuerdo a las condiciones especiales que disfruten en sus pa&iacute;ses.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/1mayo_5.jpg" style="width: 400px; height: 180px; margin: 10px; float: left;" />Se decidi&oacute; el Primero de Mayo de 1890, tomando en cuenta una similar convocada para ese d&iacute;a por la Federaci&oacute;n Americana del Trabajo (FAT), en su congreso de diciembre de 1888.</p> <p> A ella se sumaron trabajadores de Europa y un reducido n&uacute;mero de pa&iacute;ses de otros continentes; tambi&eacute;n el entonces joven movimiento obrero cubano.</p> <p> En Cuba, el C&iacute;rculo de Trabajadores public&oacute; la convocatoria, el 20 de abril de 1890, a celebrar una manifestaci&oacute;n p&uacute;blica pac&iacute;fica, y un mitin al final, &quot;para que el gobierno, las clases elevadas y el p&uacute;blico en general sepan o puedan apreciar cu&aacute;les son las aspiraciones de este pueblo obrero&quot;.</p> <p> La manifestaci&oacute;n de unos tres mil trabajadores parti&oacute; en esta capital del Campo de Marte -actual Parque de la Fraternidad- por la calle Reina hacia Galiano, San Rafael y Consulado, donde intervinieron unos 15 oradores.</p> <p> <strong>LOS SUCESOS DE CHICAGO</strong></p> <p> El movimiento en defensa de la jornada m&aacute;xima de ocho horas alcanz&oacute; fuerza en Estados Unidos y pa&iacute;ses de Europa, en los a&ntilde;os 80 del siglo XIX.</p> <p> El presidente estadounidense Andrew Johnson dict&oacute; una ley sobre las ocho horas diarias, pero 19 estados autorizaron hasta 10 horas, que en la pr&aacute;ctica eran 14-16, insoportables para los afectados, entre ellos miles de ni&ntilde;os.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> &quot;La voz que vais a sofocar ser&aacute; m&aacute;s poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora&quot;.&nbsp;</p> <p> Las largas sesiones de trabajo impuestas por los patronos provocaban el rechazo de los obreros con numerosos tipos de protestas, incluidas las huelgas y otros sucesos como los ocurridos el Primero de mayo de 1886 y los d&iacute;as siguientes en Chicago.</p> <p> En la planta Mc.Cormik que se manten&iacute;a operando con rompe-huelgas, seis huelguistas resultaron muertos por la polic&iacute;a y tambi&eacute;n decenas de heridos.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/1m.jpg" style="width: 310px; height: 163px; margin: 10px; float: left;" />Durante un mitin el 4 de mayo en el parque Haymarket, un desconocido lanz&oacute; una bomba con el saldo de un muerto y varios heridos.</p> <p> Fueron arrestados los oradores y otros dirigentes obreros; en un ama&ntilde;ado juicio siete fueron sentenciados a muerte (dos cambiada la pena a cadena perpetua) y uno a 15 a&ntilde;os de trabajos forzados.</p> <p> Murieron en la horca, el 11 de noviembre de 1887: el estadounidense Albert Parsons (periodista de 39 a&ntilde;os) y los alemanes Adolf Fischer (periodista de 30 a&ntilde;os), August Spies (periodista de 31 a&ntilde;os) y Georg Engel (tip&oacute;grafo de 50 a&ntilde;os).</p> <p> El carpintero alem&aacute;n Lous Lingg, de 22 a&ntilde;os, se suicid&oacute; en su celda. Desde las p&aacute;ginas de su peri&oacute;dico El Productor, el obrero y periodista cubano, Enrique Roig San Mart&iacute;n asumi&oacute; la defensa de los ocho obreros procesados en Estados Unidos (1886-1887) y denunci&oacute; el crimen legal que se preparaba, mediante art&iacute;culos suyos y de otros autores cubanos y extranjeros.</p> <p> Roig San Mart&iacute;n encabez&oacute; una gran campa&ntilde;a a favor de los futuros m&aacute;rtires de Chicago.</p> <p> A la protesta se sumaron los gremios de lit&oacute;grafos, tabaqueros, escogedores, cocheros, cajoneros, cigarreros, mec&aacute;nicos, planchadores, sastres y zapateros; trabajadores tanto de La Habana como de Matanzas, C&aacute;rdenas, Cienfuegos, Villa Clara y Puerto Pr&iacute;ncipe.</p> <p> Se constituy&oacute; un Comit&eacute; de Auxilio con la participaci&oacute;n de numerosas organizaciones proletarias de todo el pa&iacute;s, que colectaron fondos para contribuir a la lucha por salvarles la vida y de ayuda a los familiares.</p> <p> En una asamblea, efectuada el 8 de noviembre de 1887, en el circo Jan&eacute;, m&aacute;s de dos mil asistentes demandaron del Gobernador de Illinois el indulto de los condenados.</p> <p> Otro cubano, Jos&eacute; Mart&iacute;, estuvo vinculado al caso con su brillante pluma; narr&oacute; con lujo de detalles y colores la guerra social en Chicago, la anarqu&iacute;a y la represi&oacute;n; el conflicto y sus hombres; el proceso; el cadalso y los funerales.</p> <p> En esta magistral cr&oacute;nica al diario La Naci&oacute;n, de Buenos Aires, publicada el primero de enero de 1888, puso en boca de Spies la siguiente advertencia: &quot;la voz que vais a sofocar ser&aacute; m&aacute;s poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora&quot;.</p> <p> Sus dos &uacute;ltimos p&aacute;rrafos parecen actuales; dice lo que piensa apoyado en otras fuentes:</p> <p> &quot;Yo no vengo a acusar ni a ese verdugo a quien llaman alcaide, ni a la naci&oacute;n que ha estado hoy dando gracias a Dios en sus templos porque han muerto en la horca estos hombres, sino a los trabajadores de Chicago, que han permitido que les asesinen a cinco de sus m&aacute;s nobles amigos!&quot;, cita a un an&oacute;nimo, &quot;que se adivinaba ser de barba espesa y de coraz&oacute;n grave y airado&quot;.</p> <p> Y, al diario de Spies Arbeiter Zeitung: &quot;Hemos perdido una batalla, amigos infelices, pero veremos al fin al mundo ordenado conforme a la justicia; seamos sagaces como las serpientes e inofensivos como las palmas!&quot;</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE:</strong> <a href="http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&amp;task=view&amp;idioma=1&amp;id=2634481&amp;Itemid=1" target="_blank">Prensa Latina&nbsp;</a></p></div>