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Fundamentar - Internacional Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/internacional/itemlist/tag/Salva%20Kiir 2024-07-22T16:26:40-03:00 Joomla! - Open Source Content Management Sudán del Sur y sus "Niños Perdidos" 2014-01-15T15:10:01-03:00 2014-01-15T15:10:01-03:00 https://fundamentar.com/internacional/item/3292-sudan-del-sur-y-sus-ninos-perdidos NICHOLAS KULISH (*) E ISMA'IL KUSHKUSH (**) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/48808e128cefc059fe416d32c06387e3_S.jpg" alt="Phillip Madol es uno de los &quot;niños perdidos&quot; de Sudan del Sur" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Los relatos que cuentan los llamados &quot;ni&ntilde;os perdidos&quot; o Lost Boys, guardan ense&ntilde;anzas sobre sobrevivencia, esperanza y convicci&oacute;n. Aquellos chicos que se encontraron envueltos en un conflicto tan ajeno, como propio, aprendieron a ser entre la guerra que enfrent&oacute; por d&eacute;cadas al actual estado de Sud&aacute;n con la reciente naci&oacute;n independizada, Sud&aacute;n del Sur.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Jacob Atem ten&iacute;a tan solo 15 a&ntilde;os cuando se uni&oacute; a los miles de ni&ntilde;os perdidos que buscaban volver a empezar. Form&oacute; parte del grupo que lograr&iacute;a un refugio en los Estados Unidos para luego convertirse en ciudadanos de dichos pa&iacute;s. Eventualmente lograr&iacute;a obtener un m&aacute;ster en salud p&uacute;blica de la Universidad de Michigan y fundar&iacute;a la Southern Sudan Health Care Organization en la ciudad de Maar, donde naci&oacute;, y en el cual se atend&iacute;an a m&aacute;s de 100 pacientes por d&iacute;a. Inclusive hab&iacute;a logrado reconectarse con su hermana que a&uacute;n viv&iacute;a all&iacute;. Pero tan s&oacute;lo unos d&iacute;as antes de reencontrarse con ella, el pasado diciembre, la violencia estall&oacute;.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> El regreso de los &quot;ni&ntilde;os perdidos&quot; a su pa&iacute;s natal coincide con el nacimiento de la nueva naci&oacute;n, Sud&aacute;n del Sur, con la esperanza de intentar re-comenzar.</p> <p> Una vez m&aacute;s se encontr&oacute; en el medio de severos enfrentamientos, escondi&eacute;ndose detr&aacute;s de los &aacute;rboles para que los rebeldes no lo atacasen, esperando que alg&uacute;n avi&oacute;n de Naciones Unidas lo rescatase junto a sus compa&ntilde;eros de trabajo. &quot;Tuve mucha suerte&quot;, dijo Atem, graduado de la Universidad del Estado de Michigan, luego de haber sido rescatado en la provincia de Bor, escenario de un conflicto que ya ha dejado como saldo miles de vidas y enormes da&ntilde;os materiales.</p> <p> El regreso de los &quot;ni&ntilde;os perdidos&quot; a su pa&iacute;s natal coincide con el nacimiento de la nueva naci&oacute;n, Sud&aacute;n del Sur, con la esperanza de intentar re-comenzar. Mientras que muchos de ellos son ciudadanos estadounidenses que s&oacute;lo volvieron para participar del refer&eacute;ndum que se llev&oacute; a cabo en el a&ntilde;o 2011 por medio del cual se decidi&oacute; la separaci&oacute;n definitiva de Sud&aacute;n -luego del cruento conflicto que las enfrent&oacute; por d&eacute;cadas- , otros volvieron para colaborar en la formaci&oacute;n de las futuras generaciones intentando construir una naci&oacute;n m&aacute;s pr&oacute;spera que no obligue a sus ciudadanos a huir.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/refugiados_de_Sudan_del_Sur.jpg" style="width: 750px;" title="Campamento de refugiados" /></p> <p> Ahora, muchos de aquellos ni&ntilde;os perdidos que ya hab&iacute;an tenido que escapar a raz&oacute;n del estallido de la violencia, se volvieron a hallar en la inexorable necesidad de tener que sobrevivir entre la guerra y el conflicto armado que vuelve a enfrentar a la sociedad. Perdidos, encontrados y nuevamente olvidados. Inclusive, muchos de ellos, est&aacute;n atrapados y sin posibilidad de huir, debiendo enfrentar la violencia que ha hecho temblar a la joven naci&oacute;n del Sud&aacute;n del Sur en las recientes semanas.</p> <p> La historia de un joven graduado de 32 a&ntilde;os, Andrew Bith Abui, es recordada por su familia y amigos. Un genuino intelectual que a&ntilde;oraba profundamente volver a la naci&oacute;n africana para ayudar a re-construir un pa&iacute;s que le otorgue otras opciones a las generaciones venideras. Pero, prontamente, estallar&iacute;a la violencia en la localidad de Pariang, donde se encontraba. En cuesti&oacute;n de d&iacute;as su primo, Simon Nygok, recibir&iacute;a una llamada que le informar&iacute;a el asesinato de Abui. &quot;Atacaron el pueblo y sobrepasaron la capacidad de la polic&iacute;a. El leit motif era matar a cualquier persona que perteneciese a otra tribu&quot;.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> &quot;No quiero volver a ver como otra generaci&oacute;n de chicos atraviesan por la misma experiencia por la cual atravesamos mi generaci&oacute;n y yo&quot;</p> <p> El 15 de diciembre del pasado a&ntilde;o estall&oacute; un nuevo conflicto que, hasta el d&iacute;a de la fecha, arras&oacute; con la vida de m&aacute;s de 1.000 personas; ha dejado un saldo de 200.000 personas internamente desplazadas; y ha generado un escenario plausible de convertirse en testigo de una nueva guerra civil. Una vieja disputa entre el actual Presidente, Salva Kiir, y su opositor, Riek Machar, se ha convertido en fuente de violencia, temor y confrontaci&oacute;n entre los dos mayores grupos &eacute;tnicos del Sud&aacute;n del Sur: los Dinka y los Nuer. Se trata del enfrentamiento entre civiles. De individuos contra individuos.</p> <p> Phillip Madol, un joven de 33 a&ntilde;os, se encontraba viviendo en el estado de Michigan por 13 a&ntilde;os cuando escuch&oacute; que su madre se encontraba enferma y decidi&oacute;, sin vacilar, volver hace seis meses. Habiendo logrado escapar de una localidad cercana a Bor del ataque de fuerzas anti-gubernamentales y habiendo sido herido por las mismas, logra sobrevivir luego de cruzar el Nilo Blanco con otras miles de personas. &quot;Nunca nadie pens&oacute; que esto suceder&iacute;a&quot;, cuenta Madol, intentando respirar y sec&aacute;ndose la transpiraci&oacute;n. &quot;Todos est&aacute;bamos felices que hab&iacute;amos logrado finalmente la independencia y ten&iacute;amos la esperanza de que finalmente empezar&iacute;amos a vivir en paz. Ahora s&oacute;lo guardamos leves signos de fe de poder volver a los Estados Unidos&quot;.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/sudan_del_sur.jpg" style="width: 400px; height: 591px; margin-left: 10px; margin-right: 10px; float: left;" />Joan Hecht, fundadora de la Alliance for the Lost Boys of Sudan en Jacksonville, y quien ha trabajado por d&eacute;cadas junto a Atem y Abui, relata su experiencia junto a estos ni&ntilde;os perdidos. &quot;Todos ellos transmit&iacute;an solo fe, esperanza y fuerza. Motivados y verdaderamente convencidos de que todo hab&iacute;a cambiado estaban decididos en volver y llenar, en nombre de sus familias, de orgullo y dignidad a esta peque&ntilde;a naci&oacute;n&quot;. Y fue justamente ese impulso el que empuj&oacute; a muchos de ellos a abandonar la comodidad de los EE.UU y regresar para ayudar a construir un futuro diferente.</p> <p> Por su parte, Abrham Avolich, graduado de la Universidad de Vermont, es uno de los fundadores de la Fundaci&oacute;n para el Desarrollo de Sud&aacute;n, por medio de la cual se estableci&oacute; una peque&ntilde;a cl&iacute;nica medica para prestar asistencia a ni&ntilde;os en la ciudad de Awerial. Hace tan solo unas semanas, logr&oacute; huir de Sud&aacute;n del Sur, nuevamente, y reencontrarse con su esposa e hija en Uganda. Sin embargo, decidi&oacute; regresar a la capital, Juba, una vez m&aacute;s en pos de poder llevar los medicamentos necesarios para continuar atendiendo a aquellos heridos y afectados por el conflicto armado. &quot;No quiero volver a ver como otra generaci&oacute;n de chicos atraviesan por la misma experiencia por la cual atravesamos mi generaci&oacute;n y yo. Nos sentimientos afortunados de haber sido acogidos en otro pa&iacute;s y haber recibido una educaci&oacute;n&quot;, cuenta Avolich, agregando &quot;desde el momento de la independencia tuve el convencimiento de que era necesario regresar para re-construir y desarrollar este pa&iacute;s&quot;.</p> <p> Mientras que muchos de ellos lograron reencontrarse con sus familias y salir con vida luego de haber sido rescatados por las aeronaves de Naciones Unidas, muchos otros quedaron atrapados en el enfrentamiento violento entre dos grupos tribales, los Dinka y los Nuer, colocando a la sociedad civil nuevamente en una guerra sin fin. En palabras de Atem &quot;se trata de una situaci&oacute;n devastadora en la cual intentamos volver a aqu&eacute;l lugar del cual intentamos escapar para encontrarnos, una vez m&aacute;s, en la necesidad de tener que huir&quot;. Una vez m&aacute;s, intentar SER entre tanta imposibilidad.</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*) Pedriodista del New York Times</p> <p> (**) Periodista freelance que trabaja para el New York Times, CNN y Voice of America</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE:</strong> <a href="http://www.nytimes.com/2014/01/06/world/africa/sudans-lost-boys-are-drawn-into-war-at-home.html?_r=0" target="_blank">The New York Times</a></p> <p> <strong>TRADUCCI&Oacute;N:</strong> Florencia Tinnirello, investigadora de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/48808e128cefc059fe416d32c06387e3_S.jpg" alt="Phillip Madol es uno de los &quot;niños perdidos&quot; de Sudan del Sur" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Los relatos que cuentan los llamados &quot;ni&ntilde;os perdidos&quot; o Lost Boys, guardan ense&ntilde;anzas sobre sobrevivencia, esperanza y convicci&oacute;n. Aquellos chicos que se encontraron envueltos en un conflicto tan ajeno, como propio, aprendieron a ser entre la guerra que enfrent&oacute; por d&eacute;cadas al actual estado de Sud&aacute;n con la reciente naci&oacute;n independizada, Sud&aacute;n del Sur.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Jacob Atem ten&iacute;a tan solo 15 a&ntilde;os cuando se uni&oacute; a los miles de ni&ntilde;os perdidos que buscaban volver a empezar. Form&oacute; parte del grupo que lograr&iacute;a un refugio en los Estados Unidos para luego convertirse en ciudadanos de dichos pa&iacute;s. Eventualmente lograr&iacute;a obtener un m&aacute;ster en salud p&uacute;blica de la Universidad de Michigan y fundar&iacute;a la Southern Sudan Health Care Organization en la ciudad de Maar, donde naci&oacute;, y en el cual se atend&iacute;an a m&aacute;s de 100 pacientes por d&iacute;a. Inclusive hab&iacute;a logrado reconectarse con su hermana que a&uacute;n viv&iacute;a all&iacute;. Pero tan s&oacute;lo unos d&iacute;as antes de reencontrarse con ella, el pasado diciembre, la violencia estall&oacute;.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> El regreso de los &quot;ni&ntilde;os perdidos&quot; a su pa&iacute;s natal coincide con el nacimiento de la nueva naci&oacute;n, Sud&aacute;n del Sur, con la esperanza de intentar re-comenzar.</p> <p> Una vez m&aacute;s se encontr&oacute; en el medio de severos enfrentamientos, escondi&eacute;ndose detr&aacute;s de los &aacute;rboles para que los rebeldes no lo atacasen, esperando que alg&uacute;n avi&oacute;n de Naciones Unidas lo rescatase junto a sus compa&ntilde;eros de trabajo. &quot;Tuve mucha suerte&quot;, dijo Atem, graduado de la Universidad del Estado de Michigan, luego de haber sido rescatado en la provincia de Bor, escenario de un conflicto que ya ha dejado como saldo miles de vidas y enormes da&ntilde;os materiales.</p> <p> El regreso de los &quot;ni&ntilde;os perdidos&quot; a su pa&iacute;s natal coincide con el nacimiento de la nueva naci&oacute;n, Sud&aacute;n del Sur, con la esperanza de intentar re-comenzar. Mientras que muchos de ellos son ciudadanos estadounidenses que s&oacute;lo volvieron para participar del refer&eacute;ndum que se llev&oacute; a cabo en el a&ntilde;o 2011 por medio del cual se decidi&oacute; la separaci&oacute;n definitiva de Sud&aacute;n -luego del cruento conflicto que las enfrent&oacute; por d&eacute;cadas- , otros volvieron para colaborar en la formaci&oacute;n de las futuras generaciones intentando construir una naci&oacute;n m&aacute;s pr&oacute;spera que no obligue a sus ciudadanos a huir.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/refugiados_de_Sudan_del_Sur.jpg" style="width: 750px;" title="Campamento de refugiados" /></p> <p> Ahora, muchos de aquellos ni&ntilde;os perdidos que ya hab&iacute;an tenido que escapar a raz&oacute;n del estallido de la violencia, se volvieron a hallar en la inexorable necesidad de tener que sobrevivir entre la guerra y el conflicto armado que vuelve a enfrentar a la sociedad. Perdidos, encontrados y nuevamente olvidados. Inclusive, muchos de ellos, est&aacute;n atrapados y sin posibilidad de huir, debiendo enfrentar la violencia que ha hecho temblar a la joven naci&oacute;n del Sud&aacute;n del Sur en las recientes semanas.</p> <p> La historia de un joven graduado de 32 a&ntilde;os, Andrew Bith Abui, es recordada por su familia y amigos. Un genuino intelectual que a&ntilde;oraba profundamente volver a la naci&oacute;n africana para ayudar a re-construir un pa&iacute;s que le otorgue otras opciones a las generaciones venideras. Pero, prontamente, estallar&iacute;a la violencia en la localidad de Pariang, donde se encontraba. En cuesti&oacute;n de d&iacute;as su primo, Simon Nygok, recibir&iacute;a una llamada que le informar&iacute;a el asesinato de Abui. &quot;Atacaron el pueblo y sobrepasaron la capacidad de la polic&iacute;a. El leit motif era matar a cualquier persona que perteneciese a otra tribu&quot;.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> &quot;No quiero volver a ver como otra generaci&oacute;n de chicos atraviesan por la misma experiencia por la cual atravesamos mi generaci&oacute;n y yo&quot;</p> <p> El 15 de diciembre del pasado a&ntilde;o estall&oacute; un nuevo conflicto que, hasta el d&iacute;a de la fecha, arras&oacute; con la vida de m&aacute;s de 1.000 personas; ha dejado un saldo de 200.000 personas internamente desplazadas; y ha generado un escenario plausible de convertirse en testigo de una nueva guerra civil. Una vieja disputa entre el actual Presidente, Salva Kiir, y su opositor, Riek Machar, se ha convertido en fuente de violencia, temor y confrontaci&oacute;n entre los dos mayores grupos &eacute;tnicos del Sud&aacute;n del Sur: los Dinka y los Nuer. Se trata del enfrentamiento entre civiles. De individuos contra individuos.</p> <p> Phillip Madol, un joven de 33 a&ntilde;os, se encontraba viviendo en el estado de Michigan por 13 a&ntilde;os cuando escuch&oacute; que su madre se encontraba enferma y decidi&oacute;, sin vacilar, volver hace seis meses. Habiendo logrado escapar de una localidad cercana a Bor del ataque de fuerzas anti-gubernamentales y habiendo sido herido por las mismas, logra sobrevivir luego de cruzar el Nilo Blanco con otras miles de personas. &quot;Nunca nadie pens&oacute; que esto suceder&iacute;a&quot;, cuenta Madol, intentando respirar y sec&aacute;ndose la transpiraci&oacute;n. &quot;Todos est&aacute;bamos felices que hab&iacute;amos logrado finalmente la independencia y ten&iacute;amos la esperanza de que finalmente empezar&iacute;amos a vivir en paz. Ahora s&oacute;lo guardamos leves signos de fe de poder volver a los Estados Unidos&quot;.</p> <p> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/sudan_del_sur.jpg" style="width: 400px; height: 591px; margin-left: 10px; margin-right: 10px; float: left;" />Joan Hecht, fundadora de la Alliance for the Lost Boys of Sudan en Jacksonville, y quien ha trabajado por d&eacute;cadas junto a Atem y Abui, relata su experiencia junto a estos ni&ntilde;os perdidos. &quot;Todos ellos transmit&iacute;an solo fe, esperanza y fuerza. Motivados y verdaderamente convencidos de que todo hab&iacute;a cambiado estaban decididos en volver y llenar, en nombre de sus familias, de orgullo y dignidad a esta peque&ntilde;a naci&oacute;n&quot;. Y fue justamente ese impulso el que empuj&oacute; a muchos de ellos a abandonar la comodidad de los EE.UU y regresar para ayudar a construir un futuro diferente.</p> <p> Por su parte, Abrham Avolich, graduado de la Universidad de Vermont, es uno de los fundadores de la Fundaci&oacute;n para el Desarrollo de Sud&aacute;n, por medio de la cual se estableci&oacute; una peque&ntilde;a cl&iacute;nica medica para prestar asistencia a ni&ntilde;os en la ciudad de Awerial. Hace tan solo unas semanas, logr&oacute; huir de Sud&aacute;n del Sur, nuevamente, y reencontrarse con su esposa e hija en Uganda. Sin embargo, decidi&oacute; regresar a la capital, Juba, una vez m&aacute;s en pos de poder llevar los medicamentos necesarios para continuar atendiendo a aquellos heridos y afectados por el conflicto armado. &quot;No quiero volver a ver como otra generaci&oacute;n de chicos atraviesan por la misma experiencia por la cual atravesamos mi generaci&oacute;n y yo. Nos sentimientos afortunados de haber sido acogidos en otro pa&iacute;s y haber recibido una educaci&oacute;n&quot;, cuenta Avolich, agregando &quot;desde el momento de la independencia tuve el convencimiento de que era necesario regresar para re-construir y desarrollar este pa&iacute;s&quot;.</p> <p> Mientras que muchos de ellos lograron reencontrarse con sus familias y salir con vida luego de haber sido rescatados por las aeronaves de Naciones Unidas, muchos otros quedaron atrapados en el enfrentamiento violento entre dos grupos tribales, los Dinka y los Nuer, colocando a la sociedad civil nuevamente en una guerra sin fin. En palabras de Atem &quot;se trata de una situaci&oacute;n devastadora en la cual intentamos volver a aqu&eacute;l lugar del cual intentamos escapar para encontrarnos, una vez m&aacute;s, en la necesidad de tener que huir&quot;. Una vez m&aacute;s, intentar SER entre tanta imposibilidad.</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*) Pedriodista del New York Times</p> <p> (**) Periodista freelance que trabaja para el New York Times, CNN y Voice of America</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE:</strong> <a href="http://www.nytimes.com/2014/01/06/world/africa/sudans-lost-boys-are-drawn-into-war-at-home.html?_r=0" target="_blank">The New York Times</a></p> <p> <strong>TRADUCCI&Oacute;N:</strong> Florencia Tinnirello, investigadora de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</p></div>