El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se ha colocado a la cabeza en las elecciones celebradas este domingo con el 50,95% de los votos frente al candidato uribista, Óscar Iván Zuluaga, quien obtuvo el 45%. Este resultado da la vuelta a la ronda anterior, en la que Zuluaga se hizo con cerca del 30% de los votos, y está condicionado por la continuidad del proceso de paz con las FARC que ha prometido y ya ha iniciado Santos.

En los dos primeros boletines aparecía como más votado Zuluaga, pero en el tercero, Santos se coloca en primera posición con 7.366.094 votos, mientras que Zuluaga ha conseguido 6.561.187 en la elección más disputada de la historia reciente de Colombia.

En los dos primeros boletines aparecía como más votado Zuluaga, pero en el tercero, difundido por la Registraduría Nacional del Estado Civil, organizadora de los comicios, Santos se coloca en primera posición con 7.366.094 votos, mientras que Zuluaga ha conseguido 6.561.187 en la elección más disputada de la historia reciente de Colombia.

Por su parte, el candidato del movimiento uribista Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, ha reconocido su derrota y ha felicitado al ganador. "Debo hacerlo, por convicción democrática en primer lugar, felicitar al presidente Santos por su triunfo", ha dicho Zuluaga a sus seguidores en un centro de convenciones de Bogotá.

"En mi corazón no quedan odios ni rencores", ha asegurado tras reconocer que su movimiento ha perdido "con altura y con entereza" y que eso se debe a los cerca de siete millones de votos que ha recibido. "Siete millones de colombianos cuya voz tendrá que se ser escuchada por el nuevo Gobierno", ha subrayado.

SANTOS SE IMPONE EN BOGOTÁ Y EL CARIBE

En esta segunda vuelta, Santos contaba, además de con su Partido de la U, con el apoyo del Partido Liberal y de la mayor parte de la izquierda colombiana en la coalición de Unidad Nacional. Sin embargo, la izquierda ya ha anunciado que no compartirá Gobierno con Santos sino que volverá a la oposición desde donde le garantiza su apoyo en lo que tenga que ver con Cuba.
 

Según datos oficiales, Santos ha obtenido una clara victoria en regiones clave como el Caribe colombiano y en Bogotá, donde los partidarios de Santos han salido a las calles con caravanas de automóviles haciendo sonar las bocinas.

"Es el fin de más de 50 años de violencia y el comienzo de una nueva Colombia con más libertad, con más justicia social", ha declarado Santos ante sus simpatizantes en una celebración en la que ha estado acompañado por su mujer y su hija.

En su primer discurso tras conocer su triunfo electoral, Santos ha prometido "reformas profundas", así como "corregir y ajustar" todo lo que sea necesario al reconocer que en sus cuatro primeros años de Gobierno han quedado "tareas pendientes".

Por otra parte, el ex gobernante colombiano Álvaro Uribe (2002-2010), líder del movimiento Centro Democrático, ha acusado a Santos de haber comprado votos y ha denunciado la coacción de las FARC a los votantes. "El Gobierno Santos impulsó la mayor corrupción de la historia caracterizada por abuso de poder, compra de votos, oferta de dineros", ha dicho Uribe, ahora senador electo.

LA BAZA DE LA PAZ

Los principales líderes de la izquierda y el progresismo de Colombia han celebrado la victoria de Santos. "Ganó la paz", ha escrito inmediatamente en Twitter la exsenadora Piedad Córdoba, líder del movimiento Marcha Patriótica y quien en el pasado fue mediadora con las FARC en la liberación de decenas de secuestrados.

"¡Somos un gran país capaz de todo lo que nos propongamos! hasta de lograr la paz! ¡Viva Colombia! ¡A la calle con banderas blancas!", ha escrito.

También el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, exguerrillero del M-19 y líder del Movimiento Progresistas, ha señalado a través de Twitter que "nadie se engañe, el pueblo colombiano se expresa en mandato: ordena hacer la Paz".

Un simpatizante que ha llegado desde temprano, Fernando Ángel, a dicho, en declaraciones a Efe, que lo que motivó su voto por Santos es "que se firme la paz". Este ha sido el caballo de batalla de la campaña del presidente por la reelección a partir del proceso de paz que está en marcha con las FARC y que se está explorando con la segunda guerrilla del ELN.

A medida que han ido conociéndose los resultados ha crecido la alegría entre los simpatizantes que, ante la ventaja del mandatario, empezaron a corear "Se vive, se siente, Santos presidente" y "Sí se pudo" agitando las banderitas.

Al menos 32,9 millones de colombianos estaban llamados a votar este domingo para elegir al presidente para el periodo 2014-2018 y decidir así si querían que continuará el proceso de paz para poner fin a medio siglo de conflicto armado interno tal como lo desarrolló Santos desde 2012.

 

FUENTE: Rtve
 

Colombia definirá el domingo su próximo presidente entre el actual mandatario y su rival de derecha, en un ajustado mano a mano que confronta dos recetas para poner fin a un conflicto con la guerrilla: negociar la paz o regresar a la lucha sin cuartel.

Las encuestas pronostican la elección más disputada en la historia reciente colombiana, con el presidente de centro derecha Juan Manuel Santos y el ex ministro Oscar Iván Zuluaga muy cerca el uno del otro en las preferencias.

Para el domingo hay casi 33 millones de colombianos habilitados para votar. Como no es obligatorio sufragar, en la primera vuelta la abstención fue del 60 por ciento.

Aunque Zuluaga -delfín político del ex presidente Alvaro Uribe- triunfó en la primera vuelta del 25 de mayo, no consiguió la mayoría de votos para consagrarse y ahora tiene que volver a medirse con el mandatario.

Santos y Zuluaga, que está aún más a la derecha del presidente en el espectro ideológico, fueron compañeros en el gabinete de ministros y los dos abrazan el libre mercado y propugnan propuestas similares contra el desempleo y la pobreza.

Pero no podrían tener más diferencias sobre cómo acabar con medio siglo de conflicto con las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados.

Santos se jugó todas sus fichas a la promesa de continuar el diálogo de paz con las FARC en Cuba para cerrar un sangriento capítulo en la historia colombiana.

Incluso aumentó la apuesta esta semana cuando anunció que el Gobierno inició conversaciones preliminares de paz con el otro grupo guerrillero colombiano, el más pequeño Ejército de Libración Nacional (ELN).

"Vamos a definir si continúa el proceso de paz o si se rompe para seguir en la guerra con sus consecuencias de muerte y dolor", dijo Paola Rozo, una comunicadora social de 25 años.

En la primera vuelta, Santos se impuso en las regiones rurales que más han sufrido por el enfrentamiento entre las Fuerzas Armadas y la guerrilla.

Zuluaga subió como la espuma con su discurso de mano dura, capitalizando las dudas de millones sobre la intención de la guerrilla de dejar las armas. Y en la primera ronda ganó en las grandes ciudades, pacificadas por la ofensiva militar de su mentor Uribe, lo que lo llevó a sumar más votos que Santos.

PAZ, PERO CON CONDICIONES

Cuando llegó hace cuatro años a la presidencia como heredero político de Uribe, Santos cargaba con la promesa de mantener la cruzada militar contra la guerrilla. Pero luego cambió de estrategia y decidió negociar con los rebeldes.

"Aquí lo que tenemos que decidir es qué tipo de paz queremos, si una paz sin condiciones como lo ha planteado el actual el Gobierno o una paz negociada con condiciones, eso es lo que está en juego para el país", dijo Zuluaga. "Somos amigos de la paz, pero basada en la justicia".

Eso fue una traición para Uribe, un hombre que sufrió la muerte de su padre a manos de las FARC en un fallido intento de secuestro. El ex presidente fundó un partido y lanzó al ruedo a Zuluaga en sus intentos por impedir que Santos siga en el poder.

"Vamos a escoger entre el pasado y el futuro. Vamos a escoger entre el miedo y la esperanza. Entre los que se niegan a la paz y los que estamos dispuestos a buscarla", dijo Santos recientemente. "Es una oportunidad única y tal vez la última de acabar la guerra. Con paz haremos más".

Para el balotaje Zuluaga suavizó un poco su discurso para atraer a algunos electores de Santos. Pero advirtió que de ganar sólo mantendrá diálogos de paz si la guerrilla acepta sus condiciones, algo poco probable considerando que exige el cese unilateral e indefinido del fuego y cárcel para los líderes rebeldes sin posibilidad de participar en la política.

"Aquí lo que tenemos que decidir es qué tipo de paz queremos, si una paz sin condiciones como lo ha planteado el actual el Gobierno o una paz negociada con condiciones, eso es lo que está en juego para el país", dijo Zuluaga. "Somos amigos de la paz, pero basada en la justicia".

Los postulantes derrotados en la primera vuelta dividieron sus respaldos para el balotaje. Mientras la ex candidata del Partido Conservador Marta Lucía Ramírez decidió apoyar a Zuluaga, la izquierdista Clara López respalda a Santos y la búsqueda de un acuerdo de paz. El ex alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa se abstuvo de tomar partido.

Aunque el Gobierno y las FARC están sentados a la mesa de negociaciones en La Habana, las Fuerzas Armadas y la guerrilla siguen combatiendo en las selvas y montañas colombianas.

Hasta ahora las partes han logrado acuerdos para combatir el narcotráfico, dar acceso a la tierra a los campesinos pobres y establecer las bases para permitir que la guerrilla abandone las armas y se convierta en un partido político.

Pero todavía quedan por discutir temas espinosos como la compensación de las víctimas y los mecanismos para poner fin al conflicto y que los colombianos refrenden los acuerdos.

Para el domingo hay casi 33 millones de colombianos habilitados para votar. Como no es obligatorio sufragar, en la primera vuelta la abstención fue del 60 por ciento.

Y con el Mundial de Fútbol de Brasil en marcha, al que Colombia clasificó por primera vez en 16 años, la afluencia a las urnas no promete mejorar mucho.
 

 

FUENTE: Reuters