Warning: Undefined array key 0 in /home/fundamen/public_html/plugins/system/jblibrary/jblibrary.php on line 380
Fundamentar - Internacional Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/internacional/itemlist/tag/agente%20naranaja 2024-05-18T14:22:11-03:00 Joomla! - Open Source Content Management El Agente Naranja Sigue Matando en Vietnam Cuarenta Años Después 2015-05-03T14:42:02-03:00 2015-05-03T14:42:02-03:00 https://fundamentar.com/internacional/item/4724-el-agente-naranja-sigue-matando-en-vietnam-cuarenta-anos-despues Luciano Herrero hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/52c883f9089d37040d0cec17dfab046c_S.jpg" alt="Una enfermera alimenta a niños enfermos por el Agente Naranja en el orfanato de Ba Vi, a 60 kilómetros al noroeste de Hanoi, Vietnam." /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> Se estima en unos 500.000 casos la cifra de ni&ntilde;os afectados por el Agente Naranja en Vietnam. M&aacute;s de cuarenta millones de litros de Agente Naranja se irrigaron sobre los bosques del pa&iacute;s asi&aacute;tico entre 1962 y 1970 desde aviones estadounidenses. Vietnam no ha recibido ninguna compensaci&oacute;n econ&oacute;mica por parte de EEUU</p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Phuong, una ni&ntilde;a de unos ocho a&ntilde;os, delgadita como casi todas las vietnamitas, no deja de abrazar al periodista. Es alegre y parlanchina y parece sufrir un s&iacute;ndrome muy similar al de Down. Pero puede decirse sin temor a equivocarse que es la m&aacute;s afortunada de estas varias docenas de criaturas que son atendidas en un ala especial del hospital T&ucirc; D&ucirc; de Ho Chi Minh City, la antigua Saig&oacute;n.</p> <p> En este pabell&oacute;n situado junto a la cantina del centro m&eacute;dico viven grupos de ni&ntilde;os afectados gravemente por el terrible legado del Agente Naranja, el defoliante utilizado por Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam &ndash;que termin&oacute; ayer hace 40 a&ntilde;os- para destruir la jungla y dejar a los guerrilleros Vietcong sin posibilidad de camuflaje.</p> <p> Cuatro d&eacute;cadas despu&eacute;s del fin del conflicto a&uacute;n siguen naciendo criaturas con deformidades terribles. &quot;No podemos estar seguro todav&iacute;a del tiempo durante el que se extender&aacute;n sus efectos, pero muchos cient&iacute;ficos ya lo estiman en tres generaciones&quot;, dice la doctora L&agrave;nh.</p> <p> En la misma habitaci&oacute;n donde vive Phuong, hay varias cunas en las que vegetan cr&iacute;os que nunca podr&aacute;n levantarse. Algunos tienen una cabeza hasta seis veces mayor de lo normal y aplanada, otros enormes ojos de pez... Un pobre adolescente muestra toda la piel de su cuerpo como si estuviera rayada y adem&aacute;s padece un s&iacute;ndrome nervioso extremo que obliga a sus cuidadores a esposarlo a los barrotes de una cama para no autolesionarse. No cesa de llorar y gritar hist&eacute;rico.</p> <p> &quot;No es f&aacute;cil asegurar la cifra de ni&ntilde;os afectados por el Agente Naranja en Vietnam, pero se estima en unos 500.000 los casos que podr&iacute;a haber en los hospitales de todo el pa&iacute;s y en muchas aldeas donde sobreviven con sus familias&quot;, declara la enfermera Kim Hoa.</p> <p> El Agente Naranja, del que se irrigaron m&aacute;s de cuarenta millones de litros entre 1962 y 1970 desde aviones estadounidenses sobre los bosques de Vietnam era un poderoso herbicida compuesto por una mezcla de dos productos qu&iacute;micos: el 2,4,5-T y el 2,4-D. El primero de ellos provoca la aparici&oacute;n de min&uacute;sculas cantidades de dioxina conocida como TCDD, el veneno m&aacute;s t&oacute;xico de los elaborados por el hombre, que en tiempos de la guerra nadie se preocup&oacute; de depurar.</p> <p> El defoliante destru&iacute;a la foresta pr&aacute;cticamente en 24 horas, pero sus efectos iban a perpetuarse mucho m&aacute;s all&aacute; de que en esos terrenos no volviera a formarse una jungla. En los primeros a&ntilde;os de la posguerra se dieron la aparici&oacute;n de un n&uacute;mero inusual de tumores raros de c&aacute;ncer en las zonas donde se hab&iacute;a irrigado con el herbicida. Paralelamente se dispararon los casos de beb&eacute;s nacidos con malformaciones muy graves: cabezas enormes, brazos que eran mu&ntilde;ones terminados en dos o tres dedos, bocas sin paladar, ojos ciegos, s&iacute;ndromes nerviosos, par&aacute;lisis, etc&eacute;tera. Y tambi&eacute;n se multiplicaron los inusuales nacimientos de siameses. En muchos casos, los padres no hab&iacute;an padecido ni un dolor de cabeza, pero su ADN hab&iacute;a sido da&ntilde;ado por la dioxina, un veneno del que basta un microgramo ingerido directamente para causar la muerte.</p> <p> Al mismo tiempo, miles de veteranos estadounidenses, australianos o neozelandeses tambi&eacute;n empezaron a sufrir a dolencias id&eacute;nticas a los de sus antiguos enemigos. Y tambi&eacute;n tuvieron una tasa disparatada de nacimientos de ni&ntilde;os con minusval&iacute;as, efectos coincidentes con los que se se hab&iacute;an dado entre las v&iacute;ctimas del escape de dioxina en Seveso (Italia) en 1976.</p> <p> M&aacute;s de 230.000 veteranos de guerra reclamaron indemnizaciones a siete compa&ntilde;&iacute;as qu&iacute;micas productoras del Agente Naranja &ndash;una ley norteamericana proh&iacute;be querellarse contra el Gobierno por acciones de guerra- y V&iacute;ctor Yanacone, el abogado principal del consorcio de firmas que representaba a los veteranos, expuso ante los jueces una realidad incuestionable: durante la guerra las compa&ntilde;&iacute;as Dow Chemical y Monsanto produjeron grandes cantidades del herbicida sin preocuparse por eliminar la dioxina; la Fuerza A&eacute;rea estaba pidiendo cantidad y no calidad.</p> <p> Los ejecutivos de las compa&ntilde;&iacute;as rechazaron cualquier conexi&oacute;n de su producto con el problema, que atribuyeron a causas psicol&oacute;gicas, el llamado s&iacute;ndrome Vietnam -que afectaba a miles de j&oacute;venes que volv&iacute;an derrotados y rechazados por su propia sociedad-, hasta que el n&uacute;mero de afectados fue tan alto que hizo absurdas sus alegaciones.</p> <p> Los directivos de la Dow alegaron que las autoridades se negaron a aceptar los peligros que corr&iacute;an con su empleo. &quot;Pero nos prohibieron hasta que etiquet&aacute;ramos el producto con se&ntilde;ales de advertencia&quot;, declar&oacute; un directivo de la compa&ntilde;&iacute;a.</p> <p> As&iacute;, una hoja de instrucciones entregada en 1966 a las tripulaciones de los aviones encargados de fumigar la selva se afirmaba que &quot;este defoliante no es t&oacute;xico para la vida humana o animal&quot;.</p> <p> Sin embargo, los efectos letales de la dioxina ya eran conocidas para la Administraci&oacute;n estadounidense. Una explosi&oacute;n en la f&aacute;brica de herbicidas de la compa&ntilde;&iacute;a Monsanto en 1949 en Virginia (EEUU) y un escape en 1964 durante su producci&oacute;n en una planta de la Dow Chemical hab&iacute;an mostrado las fatales consecuencias entre sus trabajadores.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: justify;"> Adem&aacute;s del Agente Naranja, EE UU fumig&oacute; las selvas de Vietnam con unos 30 millones de litros de otros defoliantes de efectos da&ntilde;inos: el Agente Blanco y Agente Azul. Todo un arsenal de armas qu&iacute;micas que acompa&ntilde;aron al tristemente c&eacute;lebre napalm que dej&oacute; a miles de v&iacute;ctimas con grav&iacute;simas quemaduras en las aldeas de este hermoso pa&iacute;s.</p> <p> En 1984 las siete compa&ntilde;&iacute;as productoras del herbicida -Dow Chemical, Monsanto, Diamond, Uniroyal, TH, Hercules y Thompson- aceptaron en un tribunal de Nueva York la creaci&oacute;n de un fondo de m&aacute;s de 162 millones de euros para cubrir los gastos m&eacute;dicos que requirieran las v&iacute;ctimas y sus hijos durante un per&iacute;odo de 25 a&ntilde;os.</p> <p> Pero, aunque Vietnam tambi&eacute;n se ha querellado contra estas empresas qu&iacute;micas, sus alegaciones se han desestimado. Monsanto aduce en su p&aacute;gina web que &quot;crearon el Agente Naranja para salvar vidas de norteamericanos&quot; y que es una cuesti&oacute;n &quot;que corresponde debatir entre los gobiernos&quot;.</p> <p> Los vietnamitas no recibir&aacute;n ni un d&oacute;lar de compensaci&oacute;n. Por su parte, el Gobierno de EE UU exige con presteza pagos por reparaciones de guerra cuando gana una contienda, pero no concede indemnizaciones si la pierde, como sucedi&oacute; en Vietnam, de donde se retir&oacute; en 1973 con 58.000 de sus militares muertos y muchos m&aacute;s con graves secuelas.</p> <p> Ni siquiera acepta pagos cuando ha cometido un error, o que se lo pregunten a las familias de los 290 pasajeros y tripulantes del avi&oacute;n comercial iran&iacute; abatido en 1988 por un misil de un buque estadounidense en el Golfo P&eacute;rsico, al confundirlo con un caza iraqu&iacute;.</p> <p> Adem&aacute;s del Agente Naranja, EE UU fumig&oacute; las selvas de Vietnam con unos 30 millones de litros de otros defoliantes de efectos da&ntilde;inos: el Agente Blanco y Agente Azul. Todo un arsenal de armas qu&iacute;micas que acompa&ntilde;aron al tristemente c&eacute;lebre napalm que dej&oacute; a miles de v&iacute;ctimas con grav&iacute;simas quemaduras en las aldeas de este hermoso pa&iacute;s.</p> <p> Al abandonar el hospital T&ucirc; D&ucirc;, que ya visit&eacute; en 1995 con motivo del veinte aniversario del fin de la guerra, me despido de Nhung, un chico de unos catorce a&ntilde;os cuyas piernas terminan abruptamente en las rodillas y su cabeza en pico. Me sonr&iacute;e tristemente e intenta darme la mano con dificultad, porque tiene los dedos unidos por membranas.</p> <p> En la calle, los vietnamitas se preparan para celebrar los festejos de los 40 a&ntilde;os del fin de la guerra contra Vietnam del Sur, una rep&uacute;blica t&iacute;tere de EE UU. Y Minh Qu&acirc;n, un veterano del Vietcong, que regenta un puesto de frutas tropicales cerca del hospital, me recuerda orgulloso que su ej&eacute;rcito ha vencido en todas las guerras a las que se ha enfrentado en el siglo XX: A Francia, EE UU y hasta a los chinos que invadieron brevemente el norte del pa&iacute;s en represalia a la victoria vietnamita sobre la Camboya de Pol Pot.</p> <p> Pero hoy, Vietnam pasa casi por primera vez en su historia por un largo per&iacute;odo de paz. Aunque los causantes del &quot;s&iacute;ndrome naranja&quot; no ayuden a las v&iacute;ctimas, varias asociaciones de otros pa&iacute;ses s&iacute; lo est&aacute;n haciendo, y EEUU, al menos, ha comenzado recientemente a colaborar con la descontaminaci&oacute;n de amplias zonas de terreno destruido por sus armas qu&iacute;micas.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE: </strong><a href="http://www.eldiario.es/internacional/Agente-Naranja_0_383212103.html" target="_blank">eldiario.es</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/52c883f9089d37040d0cec17dfab046c_S.jpg" alt="Una enfermera alimenta a niños enfermos por el Agente Naranja en el orfanato de Ba Vi, a 60 kilómetros al noroeste de Hanoi, Vietnam." /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> Se estima en unos 500.000 casos la cifra de ni&ntilde;os afectados por el Agente Naranja en Vietnam. M&aacute;s de cuarenta millones de litros de Agente Naranja se irrigaron sobre los bosques del pa&iacute;s asi&aacute;tico entre 1962 y 1970 desde aviones estadounidenses. Vietnam no ha recibido ninguna compensaci&oacute;n econ&oacute;mica por parte de EEUU</p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Phuong, una ni&ntilde;a de unos ocho a&ntilde;os, delgadita como casi todas las vietnamitas, no deja de abrazar al periodista. Es alegre y parlanchina y parece sufrir un s&iacute;ndrome muy similar al de Down. Pero puede decirse sin temor a equivocarse que es la m&aacute;s afortunada de estas varias docenas de criaturas que son atendidas en un ala especial del hospital T&ucirc; D&ucirc; de Ho Chi Minh City, la antigua Saig&oacute;n.</p> <p> En este pabell&oacute;n situado junto a la cantina del centro m&eacute;dico viven grupos de ni&ntilde;os afectados gravemente por el terrible legado del Agente Naranja, el defoliante utilizado por Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam &ndash;que termin&oacute; ayer hace 40 a&ntilde;os- para destruir la jungla y dejar a los guerrilleros Vietcong sin posibilidad de camuflaje.</p> <p> Cuatro d&eacute;cadas despu&eacute;s del fin del conflicto a&uacute;n siguen naciendo criaturas con deformidades terribles. &quot;No podemos estar seguro todav&iacute;a del tiempo durante el que se extender&aacute;n sus efectos, pero muchos cient&iacute;ficos ya lo estiman en tres generaciones&quot;, dice la doctora L&agrave;nh.</p> <p> En la misma habitaci&oacute;n donde vive Phuong, hay varias cunas en las que vegetan cr&iacute;os que nunca podr&aacute;n levantarse. Algunos tienen una cabeza hasta seis veces mayor de lo normal y aplanada, otros enormes ojos de pez... Un pobre adolescente muestra toda la piel de su cuerpo como si estuviera rayada y adem&aacute;s padece un s&iacute;ndrome nervioso extremo que obliga a sus cuidadores a esposarlo a los barrotes de una cama para no autolesionarse. No cesa de llorar y gritar hist&eacute;rico.</p> <p> &quot;No es f&aacute;cil asegurar la cifra de ni&ntilde;os afectados por el Agente Naranja en Vietnam, pero se estima en unos 500.000 los casos que podr&iacute;a haber en los hospitales de todo el pa&iacute;s y en muchas aldeas donde sobreviven con sus familias&quot;, declara la enfermera Kim Hoa.</p> <p> El Agente Naranja, del que se irrigaron m&aacute;s de cuarenta millones de litros entre 1962 y 1970 desde aviones estadounidenses sobre los bosques de Vietnam era un poderoso herbicida compuesto por una mezcla de dos productos qu&iacute;micos: el 2,4,5-T y el 2,4-D. El primero de ellos provoca la aparici&oacute;n de min&uacute;sculas cantidades de dioxina conocida como TCDD, el veneno m&aacute;s t&oacute;xico de los elaborados por el hombre, que en tiempos de la guerra nadie se preocup&oacute; de depurar.</p> <p> El defoliante destru&iacute;a la foresta pr&aacute;cticamente en 24 horas, pero sus efectos iban a perpetuarse mucho m&aacute;s all&aacute; de que en esos terrenos no volviera a formarse una jungla. En los primeros a&ntilde;os de la posguerra se dieron la aparici&oacute;n de un n&uacute;mero inusual de tumores raros de c&aacute;ncer en las zonas donde se hab&iacute;a irrigado con el herbicida. Paralelamente se dispararon los casos de beb&eacute;s nacidos con malformaciones muy graves: cabezas enormes, brazos que eran mu&ntilde;ones terminados en dos o tres dedos, bocas sin paladar, ojos ciegos, s&iacute;ndromes nerviosos, par&aacute;lisis, etc&eacute;tera. Y tambi&eacute;n se multiplicaron los inusuales nacimientos de siameses. En muchos casos, los padres no hab&iacute;an padecido ni un dolor de cabeza, pero su ADN hab&iacute;a sido da&ntilde;ado por la dioxina, un veneno del que basta un microgramo ingerido directamente para causar la muerte.</p> <p> Al mismo tiempo, miles de veteranos estadounidenses, australianos o neozelandeses tambi&eacute;n empezaron a sufrir a dolencias id&eacute;nticas a los de sus antiguos enemigos. Y tambi&eacute;n tuvieron una tasa disparatada de nacimientos de ni&ntilde;os con minusval&iacute;as, efectos coincidentes con los que se se hab&iacute;an dado entre las v&iacute;ctimas del escape de dioxina en Seveso (Italia) en 1976.</p> <p> M&aacute;s de 230.000 veteranos de guerra reclamaron indemnizaciones a siete compa&ntilde;&iacute;as qu&iacute;micas productoras del Agente Naranja &ndash;una ley norteamericana proh&iacute;be querellarse contra el Gobierno por acciones de guerra- y V&iacute;ctor Yanacone, el abogado principal del consorcio de firmas que representaba a los veteranos, expuso ante los jueces una realidad incuestionable: durante la guerra las compa&ntilde;&iacute;as Dow Chemical y Monsanto produjeron grandes cantidades del herbicida sin preocuparse por eliminar la dioxina; la Fuerza A&eacute;rea estaba pidiendo cantidad y no calidad.</p> <p> Los ejecutivos de las compa&ntilde;&iacute;as rechazaron cualquier conexi&oacute;n de su producto con el problema, que atribuyeron a causas psicol&oacute;gicas, el llamado s&iacute;ndrome Vietnam -que afectaba a miles de j&oacute;venes que volv&iacute;an derrotados y rechazados por su propia sociedad-, hasta que el n&uacute;mero de afectados fue tan alto que hizo absurdas sus alegaciones.</p> <p> Los directivos de la Dow alegaron que las autoridades se negaron a aceptar los peligros que corr&iacute;an con su empleo. &quot;Pero nos prohibieron hasta que etiquet&aacute;ramos el producto con se&ntilde;ales de advertencia&quot;, declar&oacute; un directivo de la compa&ntilde;&iacute;a.</p> <p> As&iacute;, una hoja de instrucciones entregada en 1966 a las tripulaciones de los aviones encargados de fumigar la selva se afirmaba que &quot;este defoliante no es t&oacute;xico para la vida humana o animal&quot;.</p> <p> Sin embargo, los efectos letales de la dioxina ya eran conocidas para la Administraci&oacute;n estadounidense. Una explosi&oacute;n en la f&aacute;brica de herbicidas de la compa&ntilde;&iacute;a Monsanto en 1949 en Virginia (EEUU) y un escape en 1964 durante su producci&oacute;n en una planta de la Dow Chemical hab&iacute;an mostrado las fatales consecuencias entre sus trabajadores.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: justify;"> Adem&aacute;s del Agente Naranja, EE UU fumig&oacute; las selvas de Vietnam con unos 30 millones de litros de otros defoliantes de efectos da&ntilde;inos: el Agente Blanco y Agente Azul. Todo un arsenal de armas qu&iacute;micas que acompa&ntilde;aron al tristemente c&eacute;lebre napalm que dej&oacute; a miles de v&iacute;ctimas con grav&iacute;simas quemaduras en las aldeas de este hermoso pa&iacute;s.</p> <p> En 1984 las siete compa&ntilde;&iacute;as productoras del herbicida -Dow Chemical, Monsanto, Diamond, Uniroyal, TH, Hercules y Thompson- aceptaron en un tribunal de Nueva York la creaci&oacute;n de un fondo de m&aacute;s de 162 millones de euros para cubrir los gastos m&eacute;dicos que requirieran las v&iacute;ctimas y sus hijos durante un per&iacute;odo de 25 a&ntilde;os.</p> <p> Pero, aunque Vietnam tambi&eacute;n se ha querellado contra estas empresas qu&iacute;micas, sus alegaciones se han desestimado. Monsanto aduce en su p&aacute;gina web que &quot;crearon el Agente Naranja para salvar vidas de norteamericanos&quot; y que es una cuesti&oacute;n &quot;que corresponde debatir entre los gobiernos&quot;.</p> <p> Los vietnamitas no recibir&aacute;n ni un d&oacute;lar de compensaci&oacute;n. Por su parte, el Gobierno de EE UU exige con presteza pagos por reparaciones de guerra cuando gana una contienda, pero no concede indemnizaciones si la pierde, como sucedi&oacute; en Vietnam, de donde se retir&oacute; en 1973 con 58.000 de sus militares muertos y muchos m&aacute;s con graves secuelas.</p> <p> Ni siquiera acepta pagos cuando ha cometido un error, o que se lo pregunten a las familias de los 290 pasajeros y tripulantes del avi&oacute;n comercial iran&iacute; abatido en 1988 por un misil de un buque estadounidense en el Golfo P&eacute;rsico, al confundirlo con un caza iraqu&iacute;.</p> <p> Adem&aacute;s del Agente Naranja, EE UU fumig&oacute; las selvas de Vietnam con unos 30 millones de litros de otros defoliantes de efectos da&ntilde;inos: el Agente Blanco y Agente Azul. Todo un arsenal de armas qu&iacute;micas que acompa&ntilde;aron al tristemente c&eacute;lebre napalm que dej&oacute; a miles de v&iacute;ctimas con grav&iacute;simas quemaduras en las aldeas de este hermoso pa&iacute;s.</p> <p> Al abandonar el hospital T&ucirc; D&ucirc;, que ya visit&eacute; en 1995 con motivo del veinte aniversario del fin de la guerra, me despido de Nhung, un chico de unos catorce a&ntilde;os cuyas piernas terminan abruptamente en las rodillas y su cabeza en pico. Me sonr&iacute;e tristemente e intenta darme la mano con dificultad, porque tiene los dedos unidos por membranas.</p> <p> En la calle, los vietnamitas se preparan para celebrar los festejos de los 40 a&ntilde;os del fin de la guerra contra Vietnam del Sur, una rep&uacute;blica t&iacute;tere de EE UU. Y Minh Qu&acirc;n, un veterano del Vietcong, que regenta un puesto de frutas tropicales cerca del hospital, me recuerda orgulloso que su ej&eacute;rcito ha vencido en todas las guerras a las que se ha enfrentado en el siglo XX: A Francia, EE UU y hasta a los chinos que invadieron brevemente el norte del pa&iacute;s en represalia a la victoria vietnamita sobre la Camboya de Pol Pot.</p> <p> Pero hoy, Vietnam pasa casi por primera vez en su historia por un largo per&iacute;odo de paz. Aunque los causantes del &quot;s&iacute;ndrome naranja&quot; no ayuden a las v&iacute;ctimas, varias asociaciones de otros pa&iacute;ses s&iacute; lo est&aacute;n haciendo, y EEUU, al menos, ha comenzado recientemente a colaborar con la descontaminaci&oacute;n de amplias zonas de terreno destruido por sus armas qu&iacute;micas.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>FUENTE: </strong><a href="http://www.eldiario.es/internacional/Agente-Naranja_0_383212103.html" target="_blank">eldiario.es</a></p></div>