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Fundamentar - Nacional https://fundamentar.com Mon, 01 Jul 2024 15:41:16 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Hiperoccidentalismo, Milei y el interés nacional https://fundamentar.com/nacional/item/6851-hiperoccidentalismo-milei-y-el-interes-nacional https://fundamentar.com/nacional/item/6851-hiperoccidentalismo-milei-y-el-interes-nacional Hiperoccidentalismo, Milei y el interés nacional

En 2022, 8 de cada 10 dólares recibidos por las ventas de productos argentinos provinieron de países no occidentales. ¿Qué se pone en juego cuando la política exterior le da la espalda a su historia reciente?.

El hiperoccidentalismo es un concepto que remite a un tipo peculiar de política exterior y de defensa en el marco de la lógica de la aquiescencia; entendida ésta como un tipo de gran estrategia (grand strategy en la terminología anglosajona). Con Roberto Russell destacamos en el artículo “América Latina y sus grandes estrategias” que las opciones propias de la lógica de la aquiescencia son el acoplamiento, el acomodamiento y el engagement. El acoplamiento se caracteriza por el plegamiento a los intereses estratégicos de una superpotencia –para el caso, Estados Unidos– en el plano regional y mundial. El acomodamiento consiste en la concesión a las preferencias o exigencias de Washington para evitar su molestia o castigo y a la espera de futuras recompensas. El engagement implica el acompañamiento a la Casa Blanca, en calidad de “proxy”, en acciones o políticas hacia terceros países.

El hiperoccidentalismo articula una modalidad simultánea y combinada (las tres opciones mencionadas) de la lógica de la aquiescencia y lo hace de manera radicalizada, activa y asertiva.

El hiperoccidentalismo es peculiar pues se manifiesta en medio del ocaso de la Posguerra Fría. Si había elementos –crisis e impugnaciones– que reflejaban desde hace años la gradual terminación de ese ciclo corto de la política mundial, Ucrania, primero y Gaza después, han epitomizado la clausura de ese período en el que se pensaba que Occidente afirmaría su predominio global. A su turno, otra peculiaridad la constituye el hecho de que en años recientes ha sido infrecuente que países intermedios, poderes regionales o potencias emergentes del Sur Global abracen con tanta visibilidad e intensidad a Occidente. Otro elemento peculiar resulta del hecho de que el hiperoccidentalismo es ambicioso: no aspira a un cambio de la política exterior y de defensa en aspectos relevantes, sino a una restructuración plena de ambas y a un desmantelamiento tajante de las proverbiales líneas de continuidad. Sin duda el hiperoccidentalismo se despliega en discursos, medidas y votaciones específicas: no se trata de un relato o una promesa, sino de una práctica, de un modus operandi.

El hiperoccidentalismo requiere de una base de apoyo doméstica: hay fuerzas internas que lo validan a la espera de ganancias y en función de aversiones. Finalmente, el hiperoccidentalismo puede tener más y mejor recepción internacional en ciertos países debido a dos circunstancias. Por una parte, el incremento de la pugnacidad entre Estados Unidos y China y, por el otro, el diktat de los negocios. Respecto a la pugnacidad con China, tener países que asuman posturas no solicitadas en contra de Beijing suena bien para Washington –bajo Biden o bajo Trump–. Así como suena bien para la Unión Europea, que a diferencia de Estados Unidos intenta un desacople más paulatino de China, pero que acoge con beneplácito el hiperoccidentalismo no solicitado.

Respecto del dictado de los negocios, la erosión de la democracia en los países del Norte Global, el debilitamiento de los principios claves del derecho internacional, la necesidad de contener y revertir el poderío de China y la revalorización de los recursos estratégicos (energéticos y minerales) desplazan lentamente la gravitación de los valores en las políticas exteriores de Estados Unidos y la UE.

Sobre el hiperoccidentalismo libertario

En el caso de Javier Milei, el hiperoccidentalismo se asienta en un propósito material: contar con fondos suficientes que permitan alcanzar la dolarización. Una meta que va en contravía del proceso de des-dolarización global. A pesar de ser gradual y compleja, la desdolarización acompaña la transición de poder, prestigio e influencia que caracteriza el momento actual. En efecto, en 1977, el dólar alcanzó un pico de 85% como moneda predominante en las reservas de divisas. En 2001 la posición rondaba en el 73% y en la actualidad se sitúa en torno a 58%. La posición predominante del dólar ha estado entrelazada con la posición hegemónica de Estados Unidos y las transformaciones mundiales están afectando la capacidad de Washington para mantenerla. El Gobierno argentino parece no tener un registro de esta situación y no existe hoy en el mundo un país de tamaño medio o grande en su geografía, demografía y producción que busque la dolarización.

Es bueno recordar que la Argentina es el octavo país en dimensión, el 33avo en población y el 24avo en magnitud económica. En términos de dolarización, y considerando los casos latinoamericanos más próximos en el tiempo, la dolarización ha sido implementada solo por Ecuador (puesto 76 por tamaño, 72 por población y 64 por su PIB) y El Salvador (puesto 149 por tamaño, 108 por población y 101 por su PIB). No es irrelevante la pérdida de autoestima nacional como un factor que alimenta, para parte de la sociedad civil cada vez más empobrecida y de importantes segmentos empresariales, la idea presuntamente salvadora de la dolarización.

El hiperoccidentalismo argentino se comunicó, de hecho, en el anuncio de la llamada “nueva doctrina de política exterior” por parte de Milei. Lo hizo ante Laura Richardson, comandante del US Southern Command, en abril. En esa ocasión Javier Milei dijo: “Las alianzas tienen que estar ancladas en una visión común del mundo y no deben someterse a los que atentan contra los valores de Occidente. Esto se funda en la defensa de la vida, la libertad y la propiedad privadas de las personas… Nuestra alianza con los Estados Unidos, demostrada a lo largo de estos primeros meses de gestión, es una declaración para el mundo”.

El presidente argentino en el Muro de los Lamentos

Si se observan los periplos prominentes del presidente –cuatro veces a Estados Unidos entre febrero y mayo de este año y el viaje a Israel en febrero donde anunció que mudaría la sede diplomática del país de Tel Aviv a Jerusalén– ; las votaciones más emblemáticas vinculadas a Medio Oriente en el Consejo de Derechos Humanos y en la Asamblea General de la ONU; la decisión de comprar los modernizados aviones F-16 estadounidenses en vez de los avanzados aviones JF-17 chinos; la recepción dada en abril a la General Richardson–a quien se la recibió como a una Jefe de Estado y no como una de un Comando menor de entre los once que posee Estados Unidos–; las reiteradas referencias en los mensajes personales y comunicados de la Cancillería y de la Casa Rosada entre otros acontecimientos y enunciados, es notoria la presencia de dos países: Estados Unidos e Israel. Es inhabitual que un gobierno sea tan enfático respecto a dos naciones y que el resto del mundo sea objeto de tan poco interés o reconocimiento público. Lo usual es que los gobiernos multipliquen y diversifiquen sus referencias a diversas contrapartes con el propósito de preservar y mejorar las relaciones con una inmensa mayoría de naciones.

Un dato evidente en el primer semestre de la administración libertaria es el que detrás de cada posicionamiento del gobierno hubo una contraparte olvidada, destratada, descalificada, desconsiderada o impugnada. El fervor inusitado pro-Washington ha sido proporcional a la inédita hostilidad anti-Beijing. El embanderamiento con Occidente dejó de lado ejes complementarios en la región y el mundo; algo que incluso los gobiernos de Carlos Menem y Mauricio Macri procuraron desplegar. No es comprensible la decisión de rechazar la incorporación a los BRICS. Como bien expone un dicho anglosajón: “O uno es parte de la mesa o es parte apenas del menú”. No hay mérito en decidir no estar en la mesa de los BRICS. Cabe recordar que en 2000 el Producto Bruto Combinado de los países del G-7 era de 21,9 billones de dólares y el de los BRICS era 10,8 billones de dólares; en la actualidad es, respectivamente, 55 billones de dólares y 61,3 billones de dólares. A su turno, en 2022–el año del récord de exportaciones nacionales en términos de montos–8 de cada 10 dólares recibidos por las ventas de productos argentinos provinieron de países no occidentales. Es importante subrayar además que los miembros de BRICS han acompañado históricamente la posición de la Argentina acerca de Malvinas.

El drástico giro del país respecto a la relocalización de la Embajada Argentina en Israel y frente al tema Israel-Palestina ha sido elocuente. Conviene tener en cuenta que la localización de la delegación argentina en Israel está establecida por una ley de 1951, durante el gobierno de Juan Domingo Perón. La postura más reciente frente a Jerusalén se hizo manifiesta en 2017 a 24 horas de la decisión de Donald Trump de trasladar la sede diplomática de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén. Durante la gestión del entonces Canciller Jorge Faurie, el Ministerio emitió un comunicado en el que dice: “El Gobierno argentino entiende oportuno recordar su posición en favor de una solución de dos Estados conviviendo pacíficamente, en forma respetuosa, reconociendo las fronteras de 1967 y el estatus especial de Jerusalén de acuerdo a sucesivas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas… Al igual que la mayor parte de la comunidad internacional, la Argentina apoya el régimen internacional especial de Jerusalén, conforme lo establece la Resolución 181 (1947) de la AGNU, así como el libre acceso, visita y tránsito sin restricción a los Lugares Santos para los fieles de las 3 religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e Islam), por lo que Argentina lamenta medidas unilaterales que pudieran modificar este estatuto especial.” El asombroso silencio frente al eventual cambio de ubicación de la Embajada argentina en Israel por parte de los principales líderes del PRO, de los funcionarios de ese partido en el ejecutivo y del mismo Faurie, hoy embajador del país en Chile, indica la voluntad del PRO de respaldar al gobierno actual en esta materia a cualquier costo, olvidando así su posición de hace siete años. Asimismo, resulta relevante destacar que la Organización de Cooperación Islámica –segunda más grande después de la ONU– orientada a proteger los intereses del mundo musulmán, congrega a 57 países que también han apoyado la posición argentina sobre Malvinas.

Adicionalmente, la Argentina reconoció, en 2010, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, a Palestina como Estado libre e independiente, respetando el derecho de Israel de vivir en paz y respaldando las iniciativas a favor de la resolución del conflicto israelí-palestino. En 2012, la Argentina votó favorablemente (138 a favor, 9 en contra y 41 abstenciones) que Palestina fuera un Estado observador en Naciones Unidas. Durante el gobierno de Mauricio Macri, en especial en noviembre de 2018 durante una escalada de violencia en Gaza, la Argentina continuó abogando por “el derecho del pueblo palestino a construir un Estado libre, independiente y viable”. Apenas iniciado (12/12/2023) el gobierno de Milei, la Argentina –a diferencia del gobierno de Alberto Fernández que había apoyado una resolución semejante sobre el tema– se abstuvo (153 a favor, 10 en contra y 23 abstenciones) en una votación por el cese al fuego humanitario en Gaza. En mayo de este año, en la Asamblea General, el gobierno argentino se opuso (143 a favor, 9 en contra y 25 abstenciones) a una resolución que pedía al Consejo de Seguridad que integrara como miembro pleno a Palestina. Hace pocos días el presidente decidió abortar su asistencia al Centro Cultural Islámico al enterarse de que allí estaba presente el Embajador de Palestina. Esto generó una reacción de la Liga Árabe, compuesta por 22 miembros, que la consideró “una actitud hostil e injustificada, no solo hacia el Estado de Palestina, sino también hacia el Grupo Árabe y lamenta que una actitud tan poco diplomática e inaceptable haya sido adoptada por el presidente de un país por el que los árabes sienten un gran respeto por sus anteriores posiciones positivas respecto a la causa palestina”. Es pertinente recordar que varios países árabes son miembros del llamado C-24, el Comité Especial de Descolonización en el que se aborda históricamente el tema Malvinas.

Desde el inicio de la gestión libertaria, y como ejemplo de otro viraje expresivo de la política exterior, Latinoamérica y Sudamérica han ocupado un lugar subsidiario. Una mezcla de desatención, ensimismamiento y ramplonería–y algo de narcisismo–parecen caracterizar la mirada oficial sobre la región. Ataques personales y agraviantes a mandatarios por parte de Milei, la decisión de no enviar embajadores (así sean de carrera) a determinados países, la reducción promedio del 25%–similar a la del resto del mundo–de las importaciones provenientes de la región en el primer semestre de 2024, ninguna visita presidencial a alguno de los países de MERCOSUR como ha sido habitual en los gobiernos de la democracia al comienzo de una gestión, la manifestación escueta y parca a raíz del asalto (para la Cancillería fue “lo sucedido”) de la Embajada de México en Ecuador, el desinterés marcado hacia CELAC (que la Argentina presidió en 2022) y UNASUR (cuyo primer Secretario fue Néstor Kirchner), las relaciones presidenciales tensas con el principal socio del área, Brasil, entre varios otros, demuestran el desdén y desaire hacia la región. También es clave subrayar el acompañamiento de la región a la Argentina en cuanto a Malvinas. Debilitar ese frente de apoyo es un sinsentido.

Luis Petri con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin III.

Hace pocos días el gobierno decidió sumar al país al Grupo de Contacto sobre Asuntos de Defensa de Ucrania creado por Washington en 2022 para canalizar la asistencia militar y humanitaria a Ucrania. En ese marco, el Ministro de Defensa Luis Petri aseveró: “No podemos permitir que prevalezca la tiranía, no podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas en Ucrania. Luchemos por un mundo libre, es una lucha de la que nunca nos arrepentiremos. Y como dice mi Presidente, ¡Viva la Libertad, Maldita sea!” No hubo explicación o justificación pública de esta decisión que puede tener consecuencias graves e imprevisibles. Esta determinación lleva a asumir un alto perfil, reforzando los lazos con Occidente, para acceder el estatus de Socio Global de la OTAN y demostrar la adscripción pro-occidental mediante una conspicua postura contra Rusia en circunstancias en que Moscú ha logrado frenar la denominada contra-ofensiva ucraniana. Quizás valga la pena mencionar la posición rusa en relación con Malvinas. En 2014, durante su visita al país, Vladimir Putin señaló: “Rusia sigue apoyando la necesidad de encontrar la solución a la disputa por las Islas Malvinas, sobre la mesa de negociaciones directas entre Gran Bretaña y Argentina”. En marzo de 2023, en una nota en Rusia Unida, el expresidente Dmitri Medvédev resaltó la persistente búsqueda argentina de recuperación de las islas: “El empeño de Buenos Aires de continuar su lucha justa por la soberanía de los territorios disputados mostró claramente el curso hacia…la lucha contra las vergonzosas prácticas del neocolonialismo” del Reino Unido.

Por último, es crucial recalcar algo que pareciera estar fuera del radar de muchos especialistas y comunicadores: el progresivo repliegue de la Argentina de asuntos prioritarios de la política global. En materia de género, derechos humanos, cambio climático, justicia social y salud, entre otros, el gobierno viene adoptando posturas en contravía de lo avanzado en la democracia y al contrario de la agenda 2030 de la ONU sobre desarrollo sustentable. Paradójicamente, una administración que no ha mostrado interés en asegurar la soberanía nacional en temas prioritarios, sean estratégicos, geopolíticos y económico-financieros, argumenta en clave soberanista su cuestionamiento o no acompañamiento a un temario global que, en su momento, contó con el impulso de países de Occidente y del Sur Global (entre ellos, de la Argentina). Por ejemplo, en marzo, en la Comisión de la Mujer reunida en New York, la posición crítica de la Argentina fue idéntica a la de países como Rusia, Irán, Nigeria, Irak y Nicaragua. En junio, en Ginebra, la Argentina se manifestó contraria al tratado contra la pandemia que se negoció en el marco de la Organización Mundial de la Salud desde 2021. El tweet de la Canciller Diana Mondino del 9 de junio es claro: “Bajo ninguna circunstancia permitiremos que un organismo internacional infringa (sic) sobre nuestra soberanía y muchísimo menos para que nos vuelva a encerrar.” Hasta el momento no se conocen reacciones de los países occidentales que son el foco natural del hiperoccidentalismo libertario. Por ahora, el lugar de los valores en las relaciones con el país parece bastante relegado. Washington y Bruselas serán tolerantes en la medida en que sus negocios prosperen y el posicionamiento anti-China se consolide. Esa es su realpolitik.

La ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Diana Mondino, asiste a la sesión plenaria de la Cumbre sobre la Paz en Ucrania, en Suiza.

Sobre el interés nacional

El término “interés nacional”, ambiguo y polisémico, ha sido una guía de la política exterior de los Estados. Existe un conjunto de preceptos que le subyacen. Entre otros, conviene recordar algunos:

. El interés nacional se garantiza más en condiciones de paz mundial. La paz, se entiende, contribuye al bienestar material y espiritual interno de las naciones; inversamente la guerra daña las posibilidades de prosperidad doméstica y destruye la convivencia internacional.
. El orden y la estabilidad regional son esenciales para el desarrollo, la seguridad y la autonomía; lo cual fortalece el interés nacional. Los recursos diplomáticos son fundamentales para la pacificación y la concordia entre los países de una región y, por ello, la distensión política y la resolución de controversias resultan imprescindibles.
. Es vital no atraer ni involucrarse en conflictos extra-regionales pues ello no solo puede afectar severamente el propio interés nacional, sino también el de los países próximos. Esto es más imperativo cuando se carece de control o influencia sobre las principales variables que conllevaron y mantienen el conflicto. Además, resulta costoso y contraproducente convertirse en una fuente de inseguridad en el vecindario al importar una confrontación ajena al área.
. Es indispensable tener en claro los intereses en juego con las distintas contrapartes, identificado los coincidentes, los complementarios y los conflictivos. Siempre hay que tener en cuenta que tal variedad de intereses no es algo inmutable pues con el tiempo y la diplomacia puede modificarse el tipo de interés con tal o cual contraparte.
. Toda definición del interés nacional, su salvaguarda y promoción exige conocer los atributos efectivamente disponibles para su movilización. El desconocimiento o confusión al respecto puede dañar gravemente el ejercicio de la política exterior y de defensa de un país.
. El corolario de una exitosa protección y proyección del interés nacional es el incremento del poder relativo real de una nación, tanto de sus capacidades tangibles (mejoramiento material) como intangibles (aumento de prestigio). Los logros pírricos no son señales de éxito; son apenas temporales y reversibles.
. Es crucial no confundir los intereses permanentes con los transitorios; los primeros son constantes en su centralidad y en el tiempo, los segundos están sujetos a circunstancias políticas. Básicamente no se deben sacrificar intereses permanentes en aras de satisfacer los transitorios de una administración o de un partido o de una persona.

Será imperativo evaluar los resultados específicos del hiperoccidentalismo del gobierno de Javier Milei a la luz de su impacto en el interés nacional. Aún es prematuro hacer un balance completo y definitivo, pero cuando llegue el momento habrá que evaluar qué fue lo que aportó y qué fue lo que dilapidó este Gobierno respecto al interés nacional argentino.

FUENTE: Cenital 

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hola@fundamentar.com (Juan Gabriel Tokatlian ) Argentina Tue, 18 Jun 2024 09:32:27 -0300
¿Están funcionando las sanciones de Occidente a Rusia? https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6618-estan-funcionando-las-sanciones-de-occidente-a-rusia https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6618-estan-funcionando-las-sanciones-de-occidente-a-rusia ¿Están funcionando las sanciones de Occidente a Rusia?

Parafraseando la famosa frase de Carl Von Clausewitz podemos argumentar que en tiempos de globalización la economía es la continuidad de la guerra por otros medios. Desde finales de la guerra fría los análisis de la Economía Política Internacional vienen estudiando detenidamente cómo los Estados más poderosos del sistema utilizan distintas medidas económicas para lograr influencia (cambiar conductas) sobre otros actores estatales. Si bien es cierto que este aspecto no es una novedad en las relaciones internacionales, la proliferación de distintas redes de globalización (comercio, inversiones y finanzas) han permitido un mayor despliegue de instrumentos económicos en el ejercicio del poder. Así, categorías como economic coercion (coerción económica), economic statecraft (el uso económico para fines políticos) y la más reciente noción de Weaponized Interdependence (la interdependencia como arma) han contribuido al debate académico sobre el tema.

Las sanciones como los embargos, la prohibición de exportaciones y de transferencia de tecnología, el congelamiento de cuentas bancarias, la desconexión de redes financieras (entre otros) vienen siendo aplicadas por Occidente, Estados Unidos a la cabeza, a distintos estados con un comportamiento “revisionistas” del orden internacional. De acuerdo al Global Risk Database que elabora Castellum.AI, a enero del 2022 más de 11.000 sanciones recaían sobre 7 países (Irán, Rusia, Siria, Corea del Norte, Venezuela, Myanmar y Cuba).

El inicio de la invasión de Rusia a Ucrania el 24 de febrero motivó un inédito salto cuantitativo en materia de sanciones. Desde el 2014 con la decisión de Putin de anexionar la península de Crimea, Moscú había sufrido la aplicación de más de 2.754 sanciones. En los últimos dos meses se le han sumado nada más ni nada menos que 7.374 nuevas medidas. Sin embargo, el dato más significativo ha sido el salto cualitativo. Por un lado, las sanciones se coordinaron por fuera de los mecanismos de seguridad colectiva tradicionales -el Consejo de Seguridad de ONU-, sino en el eje Atlántico, entre EEUU y Europa, sugiriendo el agotamiento de las instituciones internacionales del siglo XX. Por otro lado, el nivel de sanciones a aplicar alcanzó niveles inéditos: por primera vez el G-7 consensuó sanciones consideradas como “opciones nucleares” frente a una nación poderosa como Rusia; la desconexión del Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication (SWIFT) y el congelamiento de las reservas internacionales que el Banco Central de Rusia tiene colocadas en occidente sorprendieron a muchos. Como bien explicaron Henry Farrell y Abraham Newman en un artículo en The New York Times, no quedan dudas que Estados Unidos es el único Sanctions Superpower. Finalmente, no podemos dejar de mencionar el sustantivo efecto multiplicador de las decisiones del mundo corporativo. Según un reporte de la Yale School of Management casi 1000 empresas multinacionales que operaban en Rusia han anunciado públicamente la suspensión de sus operaciones en dicho país, más allá del mínimo requerido por las sanciones legales.

El objetivo formal de estos paquetes de sanciones ha sido golpear fuertemente a la economía rusa y así obligar a Putin a retroceder en sus planes bélicos, presionarlo para sentarlo en una mesa negociadora desde una posición de debilidad e inclusive fagocitar una rebelión política que logre sacar al presidente ruso del poder. Sin embargo, los resultados en esa línea son modestos. Si bien en un primer momento el rublo sufrió una fuerte devaluación, hubo un salto inflacionario y una clara retracción del PBI, lejos han estado las sanciones de derrumbar la economía rusa. Las divisas provenientes del sector exportador (altos precios del gas y petróleo) le permitieron a Moscú lentamente recuperar el valor de su moneda hasta el punto de recortar toda la pérdida sufrida en los primeros días de la guerra. A su vez, desde 2014, los dirigentes rusos se vienen preparando para intentar reducir la vulnerabilidad a las sanciones. Un ejemplo de esto es la creación de un sistema de mensajería local financiera (SPFS, System for Transfer of Financial Messages) alternativo a SWIFT para evitar un colapso financiero. No caben dudas que en el mediano y largo plazo la desconexión de Rusia con Occidente tendrá importantes impactos negativos en su economía y en el bienestar de su sociedad, pero en relación a los objetivos inmediatos cada uno de los instrumentos aplicados se han mostrado impotentes y poco eficaces.

El análisis hecho hasta acá podría llevarnos a argumentar que la agresiva e inédita política de sanciones hacia Rusia no está funcionando. Sin embargo, el análisis de la política de sanciones requiere una aproximación más compleja. Por un lado, la evaluación del equilibrio costos-resultados de las sanciones debe hacerse vis a vis otros instrumentos políticos de los países sancionadores, como la intervención militar directa en territorio; y debe considerar también los juegos domésticos en dichos países. Desde esta perspectiva, la administración Biden logra levantar las banderas del orden internacional liberal, liderar la reprimenda contra el accionar ruso, y desviar la atención de otras agendas más complicadas (debilidad de las instituciones democráticas americanas para lidiar con el trumpismo, desempleo e inflación, competencia con China, para nombrar solo tres) con mínimos costos en términos de vidas humanas e impactos económicos.

Por otro lado, los argumentos que plantea Daniel Drezner en un libro de finales de los años noventa pueden servir para matizar la evaluación de la política de sanciones. En The Sanctions Paradox: Economic Statecraft and International Relations (1999) Drezner sostiene que la probabilidad de que las sanciones resulten efectivas depende de las expectativas de conflicto a futuro: mientras que los países “aliados” tenderán a ajustar sus políticas frente a las medidas impuestas, los países “rebeldes” redoblarán su desafío. Agrega que quienes tengan interés en la cooperación buscarán ser objeto de estas sanciones. Así, creemos que en este caso, además de mirar a Rusia se debe mirar el impacto que el paquete de sanciones está provocando en terceros países dado que las sanciones tienen un efecto colateral disciplinador para quienes tengan expectativas sobre futuros conflictos pero quieran ser parte de la comunidad internacional.

Así todo parece indicar que las sanciones sobre Rusia están teniendo impactos sobre la principal amenaza a la primacía y hegemonía de Estados Unidos que no es Moscú sino Beijing. Durante los meses de marzo y abril se ha producido un fuerte sell off (salida de activos) de los mercados chinos y una fuerte devaluación de su moneda. La depreciación del Yuan en el mes de abril ha sido la peor marca mensual registrada en todo el siglo XXI.

Está claro que otorgarle todo el peso explicativo de los problemas coyunturales que enfrenta la economía del gigante asiático a los efectos colaterales de las sanciones a Rusia es incorrecto. No obstante, es indudable que la aquiescente posición de China en el conflicto, la idea de que Rusia va camino a ser un satélite del área de influencia de Beijing si se profundiza una desconexión de Occidente y el temor de que un fuerte liderazgo sin contrapesos internos en contextos autocráticos pueda de un día para otro patear el tablero (ej. Invasión a Taiwán) han generado incertidumbre y ruido para los actores del mercado con negocios en China

En la última semana de abril tuvo lugar una reunión muy significativa entre el Banco Central de China, el Ministro de Finanzas y representantes de los bancos nacionales y multinacionales chinos para evaluar la vulnerabilidad de sus activos frente a un mundo donde las políticas de sanciones han incrementado su nivel. De acuerdo a una nota publicada en Financial Times el sector bancario chino está preocupado por las medidas que podrían aplicarse contra Beijing en caso de un conflicto militar regional u otros tipos de crisis. Cabe recordar que China posee, entre otros, bonos del Tesoro norteamericano por 1 trillón de dólares. Una semana más tarde, corrieron rumores sobre la eventual separación entre los accionistas del HSBC en dos unidades, una con foco en China y su área de influencia, y otra orientada a EEUU.

Fuera de la dinámica EEUU-China, identificamos otros efectos, probablemente no intencionales, que las sanciones también están provocando. En Europa las sanciones económicas y las contramedidas rusas (especialmente las restricciones en las exportaciones de petróleo y gas), están acelerando la revisión de las políticas de transición energética y autonomía estratégica, a la vez que hace crujir fracturas internas respecto de qué países pagan los “costos” de una decisión colectiva. Una Europa con un escenario económico cada vez más oscuro, con fortalecimiento de los sectores populistas nacionalistas e instituciones cuestionadas pueden ser un spin-off acelerado del paquete de sanciones, inicialmente no previsto y con no muy buenas proyecciones a futuro.

Finalmente, están los ganadores de estos paquetes de sanciones: los proveedores alternativos a la oferta de bienes sancionados que están buscando conseguir contratos de largo plazo en un marco en el que los precios globales se han disparado. La OPEC no ha revisado sus planes de producción y la oferta se mantiene restringida.

Las sanciones económicas son, a fin de cuentas, un medio de poder en un contexto global en disputa. La evaluación de los efectos de estas medidas no se queda en Moscú ni en el corto plazo, sino que ha de mirar su rol en el largo plazo en el juego de la competencia hegemónica entre China y EEUU y en el reacomodo de los terceros actores (estados y corporaciones) que buscan también jugar su partida.

 

FUENTE: Panamá

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Dana Vazquez

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hola@fundamentar.com (Esteban Actis y Julieta Zelicovich) Opinión Wed, 11 May 2022 15:24:44 -0300
Rusia Empieza a Destruir Alimentos Provenientes de Occidente https://fundamentar.com/internacional/item/5019-rusia-empieza-a-destruir-alimentos-provenientes-de-occidente https://fundamentar.com/internacional/item/5019-rusia-empieza-a-destruir-alimentos-provenientes-de-occidente Putin decreta destruir productos perecederos occidentales

Rusia comenzó a destruir los productos alimentarios europeos y estadounidenses prohibidos por el embargo decretado por el Kremlin, a pesar de las protestas de la sociedad civil.

Moscú prohibió hace cerca de un año la importación de gran parte de los productos alimentarios procedentes de los países que sancionan a Rusia por su presunto papel en la crisis ucraniana,una decisión que afecta especialmente al sector agrícola europeo.

Esos productos, que hasta el momento se devolvían a sus países de origen, serán destruidos en Rusia a partir de ahora, bien sea en la frontera o en las tiendas.

La agencia sanitaria rusa anunció este jueves que se había incautado de 73 toneladas de duraznos y de nectarinas en la frontera bielorrusa, que transitaban bajo un falso certificado turco y que serán, por tanto, destruidas.

Se destruyeron 114 toneladas de carne de cerdo europea en Samara para mostrar la determinación de las autoridades.

El líder del Partido Comunista ruso, Guennadi Ziuganov, lamentó una "medida extrema", mientras que el abogado Evgueni Bobrov, miembro del Consejo de Derechos Humanos del Kremlin, denunció "una propuesta arbitraria".

Moscú prohibió hace cerca de un año la importación de gran parte de los productos alimentarios procedentes de los países que sancionan a Rusia por su presunto papel en la crisis ucraniana

Personalidades de distintos partidos políticos se opusieron el miércoles a la destrucción de esos productos, pidiendo que se redistribuyeran a los más necesitados.

Una petición firmada por más de 250.000 personas en la web Change.org también reclamaba que la comida se repartiera entre "los antiguos combatientes, los minusválidos, las familias numerosas y quienes sufrieron recientes desastres naturales".

El diario ruso Vedomosti denunció, por su parte, una "barbarie ostentosa" y una "guerra absurda contra la comida en un periodo de crisis económica".

Las autoridades esperan que esas imágenes de destrucción de productos bastarán para desanimar a quienes se plantean infringir el embargo.

FUENTE: El Tiempo

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Internacional Fri, 07 Aug 2015 14:45:13 -0300
India no se unirá a sanciones económicas contra Rusia https://fundamentar.com/internacional/item/4358-india-no-se-unira-a-sanciones-economicas-contra-rusia https://fundamentar.com/internacional/item/4358-india-no-se-unira-a-sanciones-economicas-contra-rusia India no se unirá a sanciones económicas contra Rusia

Los dos países "tienen identidad o semejanza en sus visiones de los importantes problemas globales", dijo el secretario de la división europea de la Cancillería de la India, Ajay Bisaria.

El secretario de la división europea de la Cancillería de la India, Ajay Bisaria, informó este domingo, en vísperas de la cumbre anual bilateral entre Rusia y ese país, que Nueva Delhi no va a apoyar ninguna de las sanciones económicas antirrusas.

"La India ha señalado claramente que no puede ser parte de ninguna de las sanciones económicas contra Rusia", dijo Bisaria, quien agregó que las relaciones entre Rusia y la India tienen carácter de "cooperación estratégica especial y privilegiada".

Los dos países "tienen identidad o semejanza en sus visiones de los importantes problemas globales", entre ellos "la necesidad de calmar las tensiones similares a las de la Guerra Fría que se están manifestando cada vez más en las relaciones globales", explicó el funcionario.

Rusia, afectada por las sanciones occidentales por su apoyo a los independentista del este de Ucrania y la caída de los precios del petróleo, está buscando apoyo de otros países para impulsar su economía.

Las declaraciones de Bisaria se dan en vísperas del encuentro entre los jefes de los Estados ruso e indio. Este 10 y 11 de diciembre se celebrará en la capital india la Conferencia Mundial del Diamante.

Entre los temas que se discutirán en la conferencia destacan: temas energéticos, incluyendo nuclear e hidrocarburos; así como asuntos de defensa, con la importación de la India de alrededor del 60 por ciento de sus necesidades de defensa de Rusia.

Los diamantes van a ser una parte importante de las conversaciones debido a que Rusia es el mayor exportador del mundo de piedras en bruto y la India es líder mundial en el corte y la industria de pulido. Ambas partes buscarán formas de comercio directamente en diamantes.

Fuente: Telesur








 

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hola@fundamentar.com (Dana Valdano) Internacional Sun, 07 Dec 2014 14:51:17 -0300
Lavrov Acusa a Occidente de Querer Generar Caos Para "Cambiar el Régimen" en Rusia https://fundamentar.com/internacional/item/4307-lavrov-acusa-a-occidente-de-querer-generar-caos-para-cambiar-el-regimen-en-rusia https://fundamentar.com/internacional/item/4307-lavrov-acusa-a-occidente-de-querer-generar-caos-para-cambiar-el-regimen-en-rusia El canciller ruso, Serguei Lavrov, apuntó contra Occidente

El canciller ruso, Serguei Lavrov, apuntó contra Occidente al considerar que con sus sanciones a Rusia buscan "cambiar el régimen" en el país, al tiempo que aseguró que si bien Moscú no renuncia a la cooperación con la Unión Europea (UE), las relaciones no volverán a ser "como antes".

Las palabras de Lavrov se dan en medio de una escalada en la batalla diplomática entre Estados Unidos y la Unión Europea por un lado y Rusia por el otro, la más importante desde el fin de la Guerra Fría.

"En cuanto a la utilización de medidas coercitivas, Occidente está dejando claro que no quiere forzar a Rusia a cambiar la política, quiere asegurar un cambio de régimen", aseguró Lavrov en declaraciones a la agencia Interfax en una reunión del Consejo de Política Exterior y de Defensa (CPED) en Moscú.

Las sanciones occidentales, que están dirigidas contra bancos públicos, petroleras y empresas del sector de la defensa, obligaron al gobierno ruso a replantear su estrategia económica de cara a este año y el próximo.

Agregó que cuando se aplicaron sanciones contra otros países como Irán y Corea del Norte, habían sido diseñadas para no dañar a la economía nacional.

"Ahora las figuras públicas de los países occidentales dicen que hay una necesidad de imponer sanciones que destruirán la economía y causarán protestas públicas", sostuvo Serguei Lavrov.

Sus declaraciones siguen la línea del presidente, Vladimir Putin, quien el jueves alertó que deben protegerse ante una posible "revolución de color", en referencia a las protestas que derrocaron a los líderes de otras ex repúblicas soviéticas.

Las sanciones occidentales, que están dirigidas contra bancos públicos, petroleras y empresas del sector de la defensa, obligaron al gobierno ruso a replantear su estrategia económica de cara a este año y el próximo.

Las medidas agravaron la recesión económica que ya venía en bajada por una caída en los precios del petróleo a nivel mundial y ha ayudado a provocar un deslizamiento de casi el 30% en el rublo frente al dólar desde el inicio del año.

No obstante, la popularidad de Putin está en aumento en Rusia desde la anexión de la península de Crimea en marzo.

Las autoridades de la entonces península ucraniana solicitaron anexarse a Rusia, luego de celebrar un referendo en el que el 95% de los votantes eligió unirse a Moscú tras un golpe de Estado en Ucrania.

Putin asegura que detrás del golpe de Estado contra el ex presidente Viktor Yanukovich -cercano a Moscú- estaban las potencias occidentales.

"La Unión Europea es nuestro principal socio colectivo. Y nadie piensa dispararse en el pie, en renunciar a la cooperación con Europa, aunque todos comprenden que ya es imposible que sea como antes", consideró Lavrov.

En noviembre del año pasado comenzaron en Ucrania unas protestas callejeras en rechazo a la postergación de la firma de un acuerdo de asociación y libre comercio -no una adhesión plena- con la UE.

Durante meses manifestantes pro occidentales y pro rusos se enfrentaron hasta que en febrero, en medio de una fuerte crisis, Yanukovich fue derrocado y se eligieron nuevas autoridades de facto.

En las regiones orientales así como en Crimea, con mayoría de etnia rusa, los habitantes se levantaron en armas en contra de las nuevas autoridades y celebraron referendos independentistas.

Desde entonces, el ejército y las milicias separatistas se enfrentan militarmente en las regiones de Lugansk y Donetsk, y ya han muerto más de 4.300 personas pese a a la firma de un acuerdo de alto el fuego en septiembre en la capital bielorrusa, Minsk.

El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, estuvo ayer en Kiev donde calificó de "inaceptable" el comportamiento de Rusia en Ucrania y dijo que Moscú debe cumplir con el acuerdo de Minsk.

Rusia niega haber apoyado a los separatistas con armas y tropas y llamó a los líderes de Ucrania a hablar directamente con los separatistas para resolver el conflicto armado y dejar de tratar a Moscú como si fuera parte del conflicto.

Lavrov también se refirió a la situación entre Moscú y la Unión Europea, a quien consideró socio estratégico aunque lamentó que la relación nunca podrá volver a ser como antes.

"La Unión Europea es nuestro principal socio colectivo. Y nadie piensa dispararse en el pie, en renunciar a la cooperación con Europa, aunque todos comprenden que ya es imposible que sea como antes", consideró Lavrov.

Al mismo tiempo, el jefe de la diplomacia rusa se mostró convencido de que Rusia y la UE superarán el actual período y crearán una "nueva base" para sus relaciones.

 

FUENTE:Télam

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hola@fundamentar.com (Luciano Herrero) Internacional Sat, 22 Nov 2014 17:33:38 -0300