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Fundamentar - Nacional Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/nacional/itemlist/tag/orden%20internacional 2024-04-28T16:48:34-03:00 Joomla! - Open Source Content Management Argentina necesita un modelo de desarrollo que guíe la política exterior 2021-08-03T12:52:26-03:00 2021-08-03T12:52:26-03:00 https://fundamentar.com/nacional/item/6542-argentina-necesita-un-modelo-de-desarrollo-que-guie-la-politica-exterior Leandro Dario (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/d9884303ff1f7f922e50e433e24f35d9_S.jpg" alt="Política exterior argentina" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3>Antes de definir cómo lidiar con la disputa entre China y los Estados Unidos, el país tiene que volver a crecer. Ni equidistancia, ni alineamiento a las superpotencias.</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p style="text-align: justify;">En los últimos meses, académicos de Relaciones Internacionales debatieron cuál debiera ser el posicionamiento de Argentina en la competencia geopolítica y geoeconómica entre Estados Unidos y China. Grosso modo y simplificando, parece haber dos opciones: equidistancia entre las superpotencias o alineamiento a una de ellas. Todos los diagnósticos sostienen que, en mayor o menor medida, Argentina, al igual que otros países de rango mediano, pagará costos si no tiene una estrategia para lidiar con la disputa entre Washington y Beijing. </p> <p style="text-align: justify;">Sin embargo, algunos de los análisis pasan por alto factores que condicionan, limitan y, en algunas ocasiones, imposibilitan que la política exterior argentina adopte una de esas prescripciones normativas. Sucintamente, no ponen la lupa sobre las motivaciones y preferencias de los decisores políticos; sobre el escaso poder del Estado argentino para ejecutar una estrategia coordinada y coherente que pueda resistir amenazas y aprovechar oportunidades; y sobre las limitaciones estructurales derivadas de la propia competencia bipolar. </p> <p style="text-align: justify;">La equidistancia postula que Argentina no debe tomar partido por una superpotencia y colocarse en un punto intermedio entre ambas. Como aseguró Mariano Turzi, “propone una respuesta geométrica a una problemática geopolítica”. El alineamiento con uno de los grandes poderes, en tanto, implicaría ganarse la enemistad del otro. El caso de Australia, que propuso una investigación internacional sobre el origen del Covid-19, posición que disgustó a China, su mayor socio comercial, y agradó a la Casa Blanca, es un ejemplo de los costos del alineamiento.</p> <p style="text-align: justify;">Frecuentemente, los analistas olvidan las opciones y preferencias de los decisores al abrazar conceptos, tipos ideales, y grandes estrategias. Sugerir cursos de política exterior sin sopesar los condicionantes domésticos es más una ensoñación intelectual que una propuesta de política pública concreta, que pueda ejecutarse y sea realista.</p> <p style="text-align: justify;">En Argentina, los decisores privilegian el tablero doméstico al internacional. En What Determines Foreign Policy in Latin America? Systemic versus Domestic Factors in Argentina, Brazil, and Mexico, 1946–2008, Octavio Amorim Neto y Andrés Malamud destacan que mientras México adopta una política exterior determinada por variables sistémicas y Brasil una fundada en elementos mixtos, el comportamiento externo de Argentina hacia Estados Unidos está basado mayormente en factores domésticos. </p> <p style="text-align: justify;">El círculo es vicioso: el país tiene cada vez menos peso relativo en la escena internacional, ese declive no genera los incentivos para que los dirigentes tengan una perspectiva global, y esa ausencia de incentivos los vuelve parroquiales y los aleja de la elaboración de grandes estrategias. El objetivo en el corto plazo es ganar las próximas elecciones. La política exterior, que no figura entre las preocupaciones del electorado, es sacrificada en el altar de las urgencias internas (suspender exportaciones de carne ante suba de precios, por ejemplo) o loteada entre sectores de la coalición gobernante que tienen cosmovisiones divergentes. La decadencia de las elites también pone límites a la equidistancia. Basta tan sólo con preguntarse: ¿Tenemos una dirigencia con la clarividencia suficiente para calibrar cuál es el punto intermedio entre las superpotencias y cómo podríamos llegar a él pagando los menores costos posibles? Un prolongado silencio es la respuesta más piadosa.</p> <p style="text-align: justify;">Aunque cambiase la mentalidad de los decisores, el país se tropezaría con otro obstáculo a la hora de formular su política exterior: el escaso poder de Argentina para preservar márgenes de autonomía en un mundo cada vez más incierto, volátil, entrópico y desigual, modelado por la disputa de las superpotencias. El poder es el combustible para circular por las rutas internacionales y formular una política exterior que sirva al interés nacional. Sin él, Argentina no llega al punto de equidistancia ni al de alineamiento, tan sólo navega pendularmente hacia donde sopla el viento (o las superpotencias). </p> <p style="text-align: justify;">La estructura internacional también limita el accionar. El país tendrá margen de maniobra en tanto y en cuanto la competencia hegemónica no se vuelva rígida. Es decir, la posibilidad de practicar la mentada equidistancia dependerá más de los niveles de tensión y distensión en la relación bilateral entre China y Estados Unidos que de la voluntad política de Argentina. El alineamiento, en un orden internacional tan interdependiente, donde ni siquiera las superpotencias optan por desacoplarse, también resulta una estrategia miope. En un escenario extremo, elegir entre Beijing y Washington se parece bastante a optar entre la prosperidad y la seguridad. Aun en ese caso, no está claro que Argentina pueda garantizar a sus ciudadanos una ni otra. Dejar de romantizar una equidistancia vacía de contenido es tan imperioso como evitar un alineamiento a cambio de una protección o un “pago” que no llegará.</p> <p style="text-align: justify;">Si bien la competencia entre Washington y Beijing es el elemento más influyente en la conformación de un nuevo orden internacional, el declive y decadencia de Argentina no empezó con esa disputa, sino mucho antes. Más que formular una estrategia para posicionarse en esa competencia, antes habría que definir un modelo de desarrollo sostenible que acumule capacidades, perdure en el tiempo y no sea alterado por las pulsiones de las campañas electorales. </p> <p style="text-align: justify;">Eso solo será posible si la política se pone a sí misma el cascabel y ordena la macroeconomía. No habrá estrategia exterior exitosa sin una estabilización que permita volver a crecer, bajar la inflación, dejar atrás la restricción externa y la fragilidad de la balanza de pagos. Los déficits más urgentes que arrastra el país no pueden subsanarse sin una coherente y articulada política económica que impulse la inserción en las cadenas globales de valor; que gestione el impacto de la transición laboral provocado por la Cuarta Revolución Industrial y potencie los recursos humanos que nutren a la economía del conocimiento; que disminuya la pobreza infantil que proyecta una sociedad más desigual para las futuras generaciones; y que implemente una transición energética a fuentes limpias. </p> <p style="text-align: justify;">En definitiva, hay que ordenar la casa y crecer. No será una gran estrategia geopolítica, pero solo así Argentina interrumpirá su prolongado ciclo de declinación.</p> <p style="text-align: justify;">(*) <em>Leandro Dario es subeditor de Internacionales en el Diario Perfil. Se formó en universidades públicas y privadas de Argentina y del exterior. Se licenció en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es magíster en Relaciones y Negociaciones Internacionales, egresado de Flacso y de la Universidad de San Andrés. </em></p> <p style="text-align: justify;">FUENTE: <a href="https://www.perfil.com/noticias/politica/argentina-necesita-un-modelo-de-desarrollo-que-guie-la-politica-exterior.phtml" target="_blank" rel="noopener noreferrer">Perfil</a></p> <p style="text-align: justify;">RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Elizabeth Hernández</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/d9884303ff1f7f922e50e433e24f35d9_S.jpg" alt="Política exterior argentina" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3>Antes de definir cómo lidiar con la disputa entre China y los Estados Unidos, el país tiene que volver a crecer. Ni equidistancia, ni alineamiento a las superpotencias.</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p style="text-align: justify;">En los últimos meses, académicos de Relaciones Internacionales debatieron cuál debiera ser el posicionamiento de Argentina en la competencia geopolítica y geoeconómica entre Estados Unidos y China. Grosso modo y simplificando, parece haber dos opciones: equidistancia entre las superpotencias o alineamiento a una de ellas. Todos los diagnósticos sostienen que, en mayor o menor medida, Argentina, al igual que otros países de rango mediano, pagará costos si no tiene una estrategia para lidiar con la disputa entre Washington y Beijing. </p> <p style="text-align: justify;">Sin embargo, algunos de los análisis pasan por alto factores que condicionan, limitan y, en algunas ocasiones, imposibilitan que la política exterior argentina adopte una de esas prescripciones normativas. Sucintamente, no ponen la lupa sobre las motivaciones y preferencias de los decisores políticos; sobre el escaso poder del Estado argentino para ejecutar una estrategia coordinada y coherente que pueda resistir amenazas y aprovechar oportunidades; y sobre las limitaciones estructurales derivadas de la propia competencia bipolar. </p> <p style="text-align: justify;">La equidistancia postula que Argentina no debe tomar partido por una superpotencia y colocarse en un punto intermedio entre ambas. Como aseguró Mariano Turzi, “propone una respuesta geométrica a una problemática geopolítica”. El alineamiento con uno de los grandes poderes, en tanto, implicaría ganarse la enemistad del otro. El caso de Australia, que propuso una investigación internacional sobre el origen del Covid-19, posición que disgustó a China, su mayor socio comercial, y agradó a la Casa Blanca, es un ejemplo de los costos del alineamiento.</p> <p style="text-align: justify;">Frecuentemente, los analistas olvidan las opciones y preferencias de los decisores al abrazar conceptos, tipos ideales, y grandes estrategias. Sugerir cursos de política exterior sin sopesar los condicionantes domésticos es más una ensoñación intelectual que una propuesta de política pública concreta, que pueda ejecutarse y sea realista.</p> <p style="text-align: justify;">En Argentina, los decisores privilegian el tablero doméstico al internacional. En What Determines Foreign Policy in Latin America? Systemic versus Domestic Factors in Argentina, Brazil, and Mexico, 1946–2008, Octavio Amorim Neto y Andrés Malamud destacan que mientras México adopta una política exterior determinada por variables sistémicas y Brasil una fundada en elementos mixtos, el comportamiento externo de Argentina hacia Estados Unidos está basado mayormente en factores domésticos. </p> <p style="text-align: justify;">El círculo es vicioso: el país tiene cada vez menos peso relativo en la escena internacional, ese declive no genera los incentivos para que los dirigentes tengan una perspectiva global, y esa ausencia de incentivos los vuelve parroquiales y los aleja de la elaboración de grandes estrategias. El objetivo en el corto plazo es ganar las próximas elecciones. La política exterior, que no figura entre las preocupaciones del electorado, es sacrificada en el altar de las urgencias internas (suspender exportaciones de carne ante suba de precios, por ejemplo) o loteada entre sectores de la coalición gobernante que tienen cosmovisiones divergentes. La decadencia de las elites también pone límites a la equidistancia. Basta tan sólo con preguntarse: ¿Tenemos una dirigencia con la clarividencia suficiente para calibrar cuál es el punto intermedio entre las superpotencias y cómo podríamos llegar a él pagando los menores costos posibles? Un prolongado silencio es la respuesta más piadosa.</p> <p style="text-align: justify;">Aunque cambiase la mentalidad de los decisores, el país se tropezaría con otro obstáculo a la hora de formular su política exterior: el escaso poder de Argentina para preservar márgenes de autonomía en un mundo cada vez más incierto, volátil, entrópico y desigual, modelado por la disputa de las superpotencias. El poder es el combustible para circular por las rutas internacionales y formular una política exterior que sirva al interés nacional. Sin él, Argentina no llega al punto de equidistancia ni al de alineamiento, tan sólo navega pendularmente hacia donde sopla el viento (o las superpotencias). </p> <p style="text-align: justify;">La estructura internacional también limita el accionar. El país tendrá margen de maniobra en tanto y en cuanto la competencia hegemónica no se vuelva rígida. Es decir, la posibilidad de practicar la mentada equidistancia dependerá más de los niveles de tensión y distensión en la relación bilateral entre China y Estados Unidos que de la voluntad política de Argentina. El alineamiento, en un orden internacional tan interdependiente, donde ni siquiera las superpotencias optan por desacoplarse, también resulta una estrategia miope. En un escenario extremo, elegir entre Beijing y Washington se parece bastante a optar entre la prosperidad y la seguridad. Aun en ese caso, no está claro que Argentina pueda garantizar a sus ciudadanos una ni otra. Dejar de romantizar una equidistancia vacía de contenido es tan imperioso como evitar un alineamiento a cambio de una protección o un “pago” que no llegará.</p> <p style="text-align: justify;">Si bien la competencia entre Washington y Beijing es el elemento más influyente en la conformación de un nuevo orden internacional, el declive y decadencia de Argentina no empezó con esa disputa, sino mucho antes. Más que formular una estrategia para posicionarse en esa competencia, antes habría que definir un modelo de desarrollo sostenible que acumule capacidades, perdure en el tiempo y no sea alterado por las pulsiones de las campañas electorales. </p> <p style="text-align: justify;">Eso solo será posible si la política se pone a sí misma el cascabel y ordena la macroeconomía. No habrá estrategia exterior exitosa sin una estabilización que permita volver a crecer, bajar la inflación, dejar atrás la restricción externa y la fragilidad de la balanza de pagos. Los déficits más urgentes que arrastra el país no pueden subsanarse sin una coherente y articulada política económica que impulse la inserción en las cadenas globales de valor; que gestione el impacto de la transición laboral provocado por la Cuarta Revolución Industrial y potencie los recursos humanos que nutren a la economía del conocimiento; que disminuya la pobreza infantil que proyecta una sociedad más desigual para las futuras generaciones; y que implemente una transición energética a fuentes limpias. </p> <p style="text-align: justify;">En definitiva, hay que ordenar la casa y crecer. No será una gran estrategia geopolítica, pero solo así Argentina interrumpirá su prolongado ciclo de declinación.</p> <p style="text-align: justify;">(*) <em>Leandro Dario es subeditor de Internacionales en el Diario Perfil. Se formó en universidades públicas y privadas de Argentina y del exterior. Se licenció en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es magíster en Relaciones y Negociaciones Internacionales, egresado de Flacso y de la Universidad de San Andrés. </em></p> <p style="text-align: justify;">FUENTE: <a href="https://www.perfil.com/noticias/politica/argentina-necesita-un-modelo-de-desarrollo-que-guie-la-politica-exterior.phtml" target="_blank" rel="noopener noreferrer">Perfil</a></p> <p style="text-align: justify;">RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Elizabeth Hernández</p></div> ¿Hacia un Orden Desde el Sur? 2014-11-22T16:34:25-03:00 2014-11-22T16:34:25-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/4306-hacia-un-orden-desde-el-sur CARLA MORASSO (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/c8d7ea8af6aec31c4a276aede1d6de74_S.jpg" alt="¿Hacia un Orden Desde el Sur?" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>La discusi&oacute;n sobre el sistema institucional multilateral y la emergencia de poderes en el mundo en desarrollo marcaron el inicio del siglo XXI. El proceso de difusi&oacute;n de poder internacional ha dado lugar a m&aacute;s preguntas que certezas sobre las caracter&iacute;sticas del orden internacional vigente.&nbsp;</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La reuni&oacute;n del G20 en Brisbane ha sido una nueva instancia de reconocimiento por parte de las tradicionales potencias occidentales de la importancia de los pa&iacute;ses en desarrollo en la configuraci&oacute;n del orden internacional actual. De acuerdo con el Grupo de trabajo sobre Desarrollo del G20, &ldquo;es cr&iacute;tico el rol de los pa&iacute;ses en desarrollo para alcanzar los objetivos de resiliencia de la econom&iacute;a global y la creaci&oacute;n de empleo&rdquo;.</p> <p> Dicho reconocimiento tiene lugar en un momento de debates en torno a la naturaleza del sistema internacional en el cual nos encontramos dada la emergencia de estados &ldquo;del Sur&rdquo; en los mecanismos de toma de decisi&oacute;n globales y la cada vez mayor incidencia de actores transnacionales no gubernamentales.</p> <p> Generalmente se habla de multipolaridad para hacer referencia al regreso a un balance de poder como el del siglo diecinueve entre estados que tienen a grandes rasgos la misma cantidad de recursos de poder. Pero esta no pareciera ser la situaci&oacute;n actual, donde la redistribuci&oacute;n de las cuotas de poder en las esferas econ&oacute;mica, pol&iacute;tica y militar est&aacute; atravesada por una profunda interdependencia tecnol&oacute;gica y financiera y tiene lugar entre actores muy heterog&eacute;neos, dando lugar a lo que Grevi (2010) se&ntilde;ala como un tipo de &ldquo;interpolar&rdquo;.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: justify;"> El mayor peso relativo de actores del Sur plantea a occidente el desaf&iacute;o de adaptarse a un escenario en reconfiguraci&oacute;n donde hay &ldquo;nuevos pares&rdquo;. Occidente debe reacomodar sus estrategias e intereses ante la acci&oacute;n de Estados por fuera del G7, aceptando que no se encuentran en la misma situaci&oacute;n de supremac&iacute;a que detent&oacute; desde Westfalia para imponer los criterios de ordenamiento mundial.</p> <p> Estos rasgos de lo que podemos llamar &ldquo;des-orden&rdquo; internacional actual, estaban ya presentes al fin de la Guerra Fr&iacute;a. En un art&iacute;culo de 1990 denominado &ldquo;Soft Power&rdquo;, Joseph Nye se&ntilde;alaba tempranamente que era un error describir la situaci&oacute;n del sistema internacional como de declinaci&oacute;n de Estados Unidos, dado que los cambios est&aacute;n m&aacute;s relacionados con la &ldquo;difusi&oacute;n del poder&rdquo; que limita las posibilidades de potencias tradicionales para alcanzar sus objetivos y acrecienta los m&aacute;rgenes de maniobra de estados hist&oacute;ricamente m&aacute;s d&eacute;biles, es decir, los perif&eacute;ricos. De acuerdo con Nye, dicha difusi&oacute;n es posible observarla en cinco dimensiones: la interdependencia econ&oacute;mica, la presencia de actores transnacionales, el nacionalismo en estados d&eacute;biles, la extensi&oacute;n de la tecnolog&iacute;a y los cambios en las cuestiones pol&iacute;ticas.</p> <p> La difusi&oacute;n del poder que estaba particularmente localizado en Occidente ha dado lugar a lo que Zakaria denomin&oacute; como el &ldquo;ascenso del resto&rdquo; (2008). Han emergido y reemergido pa&iacute;ses en desarrollo que procuran jerarquizarse en el sistema internacional y plantean modificaciones al orden establecido a partir de Bretton Woods en funci&oacute;n de poder avanzar hacia la resoluci&oacute;n de sus importantes deudas internas relativas al desarrollo y la inequidad social. Este grupo proviene de un Sur heterog&eacute;neo pol&iacute;tica, social y econ&oacute;micamente que comparte situaciones de vulnerabilidad.</p> <p> Tal como se&ntilde;ala Sanahuja (2014), nos hallamos en un momento de generaci&oacute;n de nuevos equilibrios y coaliciones, pero aun no es un mundo de &ldquo;reglas nuevas&rdquo;, sino que persiste un multilateralismo cuestionado por problemas de eficacia y representatividad que abre las puertas a la creaci&oacute;n de nuevas instituciones. Los actuales organismos multilaterales presentan diversas dificultades tanto para afrontar las nuevas problem&aacute;ticas devenidas del capitalismo en su fase crudamente financiera como para generar bienes p&uacute;blicos globales acordes a las necesidades y ambiciones de los pa&iacute;ses emergentes. &nbsp;En este sentido parece plantearse la propuesta de los BRICS de conformar un nuevo banco de desarrollo y la propuesta de regulaci&oacute;n del sistema financiero internacional impulsada por Argentina en el G20.</p> <p> El mayor peso relativo de actores del Sur plantea a occidente, es decir a Estados Unidos y Europa, el desaf&iacute;o de adaptarse a un escenario en reconfiguraci&oacute;n donde hay &ldquo;nuevos pares&rdquo;. Occidente debe reacomodar sus estrategias e intereses ante la acci&oacute;n de Estados por fuera del G7, aceptando que no se encuentran en la misma situaci&oacute;n de supremac&iacute;a que detent&oacute; desde Westfalia para imponer los criterios de ordenamiento mundial.</p> <p> Ante la emergencia de poderes del Sur, Tokatli&aacute;n (2010) plantea la posibilidad de una &ldquo;Southhfalia&rdquo; basada en valores humanitarios relativos a la cooperaci&oacute;n, la solidaridad y la igualdad. Tal vez es justamente en este sentido que los postulados de un nuevo equilibrio mundial surgidos desde el Sur encuentren sus mayores desaf&iacute;os: la alteridad (reconocer la existencia de los otros como pares) a partir de haberse reconocido a s&iacute; mismos como &ldquo;sures&rdquo; que fueron colonizados y relegados.</p> <p> En una combinaci&oacute;n ideacional y material, desde el Sur se est&aacute;n gestando iniciativas esencialmente pol&iacute;ticas, de solidaridad y b&uacute;squeda de consenso en los &aacute;mbitos multilaterales, entre Estados que pretenden mejorar su inserci&oacute;n internacional y modificar las reglas de juego que les son desventajosas.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <em>(*) Licenciada en Relaciones Internacionales e investigadora de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</em></p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>REFERENCIAS BIBLIOGR&Aacute;FICAS</strong></p> <p> G20 Leaders&rsquo; Communiqu&eacute;, Brisbane Summit, 15-16 November 2014. Disponible en: <a href="https://www.g20.org/sites/default/files/g20_resources/library/brisbane_g20_leaders_summit_communique.pdf" target="_blank">https://www.g20.org/sites/default/files/g20_resources/library/brisbane_g20_leaders_summit_communique.pdf</a></p> <p> Grevi, Giovanni, 2010, &ldquo;El Mundo Interpolar&rdquo;, en Foreign Policy en Espa&ntilde;ol, Madrid, abril-mayo.</p> <p> Growth for All. 2014 Brisbane Development Updat, noviembre. Disponible en: <a href="https://www.g20.org/sites/default/files/g20_resources/library/2014_brisbane_development_update_final.pdf" target="_blank">https://www.g20.org/sites/default/files/g20_resources/library/2014_brisbane_development_update_final.pdf</a></p> <p> Nye, Joseph, 1990, &ldquo;Soft Power&rdquo;, en Foreign Policy, N&deg; 80, Autumn.</p> <p> Sanahuja, Jos&eacute;, 2014, &ldquo;Cambio de poder y pa&iacute;ses emergentes. Un sistema internacional en transformaci&oacute;n&rdquo;, presentaci&oacute;n realizada en la primer jornada de debates para la elaboraci&oacute;n del Libro Blanco de la Defensa, Seminario Internacional, &ldquo;Los desaf&iacute;os del escenario internacional para la integraci&oacute;n regional en defensa&rdquo;, 22 de julio, Buenos Aires. Disponible en: http://www.libroblanco.mindef.gov.ar/</p> <p> Tokatlian, Juan Gabriel, 2010, &ldquo;&iquest;Rumbo a Southfalia?&rdquo;, en Nueva Cr&oacute;nica y Buen Gobierno, N&deg; 73, noviembre. Disponible en: <a href="http://www.plural.bo/editorial/images/pdfnuevacronica/nc73.pdf" target="_blank">http://www.plural.bo/editorial/images/pdfnuevacronica/nc73.pdf</a></p> <p> Zakaria, Fareed, 2008, O mundo p&oacute;s-americano, Companhia das Letras, Sao Pablo.</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/c8d7ea8af6aec31c4a276aede1d6de74_S.jpg" alt="¿Hacia un Orden Desde el Sur?" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>La discusi&oacute;n sobre el sistema institucional multilateral y la emergencia de poderes en el mundo en desarrollo marcaron el inicio del siglo XXI. El proceso de difusi&oacute;n de poder internacional ha dado lugar a m&aacute;s preguntas que certezas sobre las caracter&iacute;sticas del orden internacional vigente.&nbsp;</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> La reuni&oacute;n del G20 en Brisbane ha sido una nueva instancia de reconocimiento por parte de las tradicionales potencias occidentales de la importancia de los pa&iacute;ses en desarrollo en la configuraci&oacute;n del orden internacional actual. De acuerdo con el Grupo de trabajo sobre Desarrollo del G20, &ldquo;es cr&iacute;tico el rol de los pa&iacute;ses en desarrollo para alcanzar los objetivos de resiliencia de la econom&iacute;a global y la creaci&oacute;n de empleo&rdquo;.</p> <p> Dicho reconocimiento tiene lugar en un momento de debates en torno a la naturaleza del sistema internacional en el cual nos encontramos dada la emergencia de estados &ldquo;del Sur&rdquo; en los mecanismos de toma de decisi&oacute;n globales y la cada vez mayor incidencia de actores transnacionales no gubernamentales.</p> <p> Generalmente se habla de multipolaridad para hacer referencia al regreso a un balance de poder como el del siglo diecinueve entre estados que tienen a grandes rasgos la misma cantidad de recursos de poder. Pero esta no pareciera ser la situaci&oacute;n actual, donde la redistribuci&oacute;n de las cuotas de poder en las esferas econ&oacute;mica, pol&iacute;tica y militar est&aacute; atravesada por una profunda interdependencia tecnol&oacute;gica y financiera y tiene lugar entre actores muy heterog&eacute;neos, dando lugar a lo que Grevi (2010) se&ntilde;ala como un tipo de &ldquo;interpolar&rdquo;.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: justify;"> El mayor peso relativo de actores del Sur plantea a occidente el desaf&iacute;o de adaptarse a un escenario en reconfiguraci&oacute;n donde hay &ldquo;nuevos pares&rdquo;. Occidente debe reacomodar sus estrategias e intereses ante la acci&oacute;n de Estados por fuera del G7, aceptando que no se encuentran en la misma situaci&oacute;n de supremac&iacute;a que detent&oacute; desde Westfalia para imponer los criterios de ordenamiento mundial.</p> <p> Estos rasgos de lo que podemos llamar &ldquo;des-orden&rdquo; internacional actual, estaban ya presentes al fin de la Guerra Fr&iacute;a. En un art&iacute;culo de 1990 denominado &ldquo;Soft Power&rdquo;, Joseph Nye se&ntilde;alaba tempranamente que era un error describir la situaci&oacute;n del sistema internacional como de declinaci&oacute;n de Estados Unidos, dado que los cambios est&aacute;n m&aacute;s relacionados con la &ldquo;difusi&oacute;n del poder&rdquo; que limita las posibilidades de potencias tradicionales para alcanzar sus objetivos y acrecienta los m&aacute;rgenes de maniobra de estados hist&oacute;ricamente m&aacute;s d&eacute;biles, es decir, los perif&eacute;ricos. De acuerdo con Nye, dicha difusi&oacute;n es posible observarla en cinco dimensiones: la interdependencia econ&oacute;mica, la presencia de actores transnacionales, el nacionalismo en estados d&eacute;biles, la extensi&oacute;n de la tecnolog&iacute;a y los cambios en las cuestiones pol&iacute;ticas.</p> <p> La difusi&oacute;n del poder que estaba particularmente localizado en Occidente ha dado lugar a lo que Zakaria denomin&oacute; como el &ldquo;ascenso del resto&rdquo; (2008). Han emergido y reemergido pa&iacute;ses en desarrollo que procuran jerarquizarse en el sistema internacional y plantean modificaciones al orden establecido a partir de Bretton Woods en funci&oacute;n de poder avanzar hacia la resoluci&oacute;n de sus importantes deudas internas relativas al desarrollo y la inequidad social. Este grupo proviene de un Sur heterog&eacute;neo pol&iacute;tica, social y econ&oacute;micamente que comparte situaciones de vulnerabilidad.</p> <p> Tal como se&ntilde;ala Sanahuja (2014), nos hallamos en un momento de generaci&oacute;n de nuevos equilibrios y coaliciones, pero aun no es un mundo de &ldquo;reglas nuevas&rdquo;, sino que persiste un multilateralismo cuestionado por problemas de eficacia y representatividad que abre las puertas a la creaci&oacute;n de nuevas instituciones. Los actuales organismos multilaterales presentan diversas dificultades tanto para afrontar las nuevas problem&aacute;ticas devenidas del capitalismo en su fase crudamente financiera como para generar bienes p&uacute;blicos globales acordes a las necesidades y ambiciones de los pa&iacute;ses emergentes. &nbsp;En este sentido parece plantearse la propuesta de los BRICS de conformar un nuevo banco de desarrollo y la propuesta de regulaci&oacute;n del sistema financiero internacional impulsada por Argentina en el G20.</p> <p> El mayor peso relativo de actores del Sur plantea a occidente, es decir a Estados Unidos y Europa, el desaf&iacute;o de adaptarse a un escenario en reconfiguraci&oacute;n donde hay &ldquo;nuevos pares&rdquo;. Occidente debe reacomodar sus estrategias e intereses ante la acci&oacute;n de Estados por fuera del G7, aceptando que no se encuentran en la misma situaci&oacute;n de supremac&iacute;a que detent&oacute; desde Westfalia para imponer los criterios de ordenamiento mundial.</p> <p> Ante la emergencia de poderes del Sur, Tokatli&aacute;n (2010) plantea la posibilidad de una &ldquo;Southhfalia&rdquo; basada en valores humanitarios relativos a la cooperaci&oacute;n, la solidaridad y la igualdad. Tal vez es justamente en este sentido que los postulados de un nuevo equilibrio mundial surgidos desde el Sur encuentren sus mayores desaf&iacute;os: la alteridad (reconocer la existencia de los otros como pares) a partir de haberse reconocido a s&iacute; mismos como &ldquo;sures&rdquo; que fueron colonizados y relegados.</p> <p> En una combinaci&oacute;n ideacional y material, desde el Sur se est&aacute;n gestando iniciativas esencialmente pol&iacute;ticas, de solidaridad y b&uacute;squeda de consenso en los &aacute;mbitos multilaterales, entre Estados que pretenden mejorar su inserci&oacute;n internacional y modificar las reglas de juego que les son desventajosas.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <em>(*) Licenciada en Relaciones Internacionales e investigadora de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</em></p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>REFERENCIAS BIBLIOGR&Aacute;FICAS</strong></p> <p> G20 Leaders&rsquo; Communiqu&eacute;, Brisbane Summit, 15-16 November 2014. Disponible en: <a href="https://www.g20.org/sites/default/files/g20_resources/library/brisbane_g20_leaders_summit_communique.pdf" target="_blank">https://www.g20.org/sites/default/files/g20_resources/library/brisbane_g20_leaders_summit_communique.pdf</a></p> <p> Grevi, Giovanni, 2010, &ldquo;El Mundo Interpolar&rdquo;, en Foreign Policy en Espa&ntilde;ol, Madrid, abril-mayo.</p> <p> Growth for All. 2014 Brisbane Development Updat, noviembre. Disponible en: <a href="https://www.g20.org/sites/default/files/g20_resources/library/2014_brisbane_development_update_final.pdf" target="_blank">https://www.g20.org/sites/default/files/g20_resources/library/2014_brisbane_development_update_final.pdf</a></p> <p> Nye, Joseph, 1990, &ldquo;Soft Power&rdquo;, en Foreign Policy, N&deg; 80, Autumn.</p> <p> Sanahuja, Jos&eacute;, 2014, &ldquo;Cambio de poder y pa&iacute;ses emergentes. Un sistema internacional en transformaci&oacute;n&rdquo;, presentaci&oacute;n realizada en la primer jornada de debates para la elaboraci&oacute;n del Libro Blanco de la Defensa, Seminario Internacional, &ldquo;Los desaf&iacute;os del escenario internacional para la integraci&oacute;n regional en defensa&rdquo;, 22 de julio, Buenos Aires. Disponible en: http://www.libroblanco.mindef.gov.ar/</p> <p> Tokatlian, Juan Gabriel, 2010, &ldquo;&iquest;Rumbo a Southfalia?&rdquo;, en Nueva Cr&oacute;nica y Buen Gobierno, N&deg; 73, noviembre. Disponible en: <a href="http://www.plural.bo/editorial/images/pdfnuevacronica/nc73.pdf" target="_blank">http://www.plural.bo/editorial/images/pdfnuevacronica/nc73.pdf</a></p> <p> Zakaria, Fareed, 2008, O mundo p&oacute;s-americano, Companhia das Letras, Sao Pablo.</p></div> Obama insta a que China sea Socia para Asegurar Orden Mundial 2014-11-10T17:16:31-03:00 2014-11-10T17:16:31-03:00 https://fundamentar.com/internacional/item/4269-obama-insta-a-que-china-sea-socia-para-asegurar-orden-mundial Maria Belen Serra hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/ef7f993a6cc03edcb0e436ea4d9a1a92_S.jpg" alt="Barack Obama, presidente norteamericano" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> El presidente estadounidense Barack Obama dijo que a su pa&iacute;s y al resto del mundo les conviene que China sea exitosa, pero que Pek&iacute;n debe asociarse para suscribir el orden internacional, en lugar de socavarlo.</p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Hablando ante crecientes preocupaciones entre las compa&ntilde;&iacute;as estadounidenses y de otras naciones sobre el ambiente de negocios en China tras llegar a Pek&iacute;n, Obama tambi&eacute;n pidi&oacute; a China que repudie el uso del ciberdelito como camino para la obtenci&oacute;n de ganancias comerciales.</p> <p> Tambi&eacute;n mencion&oacute; la necesidad de que las autoridades chinas dispongan un campo de juego equilibrado en el que no se usen las pol&iacute;ticas para beneficio de algunas firmas y en detrimento de otras.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> Obama tambi&eacute;n pidi&oacute; a China que repudie el uso del ciberdelito como camino para la obtenci&oacute;n de ganancias comerciales.</p> <p> El viaje de Obama a China para una cumbre de la regi&oacute;n Asia-Pac&iacute;fico tiene lugar en momentos de crecientes fricciones entre ambos pa&iacute;ses, mientras Washington intenta expandir los intereses estadounidenses en Asia.</p> <p> El presidente chino Xi Jinping, por su parte, ha demostrado una mayor disposici&oacute;n que sus antecesores para exhibir la influencia de Pek&iacute;n en cuestiones regionales.</p> <p> Ambos pa&iacute;ses estuvieron en desacuerdo en meses recientes sobre una serie de temas, incluyendo el comercio, cuestiones mar&iacute;timas y ciberseguridad. Estados Unidos ha hecho cabildeo en contra del establecimiento de un banco multilateral de inversi&oacute;n en infraestructura que patrocina China.</p> <p> &quot;Nuestro mensaje es que queremos ver una China exitosa&quot;, dijo Obama en conferencia de prensa. &quot;Pero, a medida que ellos crecen, queremos que se asocien para suscribir el orden internacional, que no lo socaven&quot;.</p> <p> Obama y Xi cenar&aacute;n el martes y luego mantendr&aacute;n conversaciones bilaterales como parte de una visita oficial de Estado el mi&eacute;rcoles.</p> <p> En un entendimiento que seg&uacute;n dijo mejorar&aacute; los v&iacute;nculos comerciales y de negocios entre las dos mayores econom&iacute;as del mundo, Obama anunci&oacute; que China y Estados Unidos acordaron extender significativamente la duraci&oacute;n de las visas de corto plazo.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/Noticias_del_Dia/usa_china_banderas.jpg" style="width: 700px; height: 465px;" title="La relacion EEUU- China ha presentado vaivenes en los ultimos tiempos." /></p> <p> Pero tambi&eacute;n inst&oacute; a los l&iacute;deres en Pek&iacute;n a que recreen un mercado justo para las firmas extranjeras.</p> <p> &quot;Esperamos que China cree un campo de juego m&aacute;s equilibrado en el que las compa&ntilde;&iacute;as extranjeras sean tratadas de forma m&aacute;s justa, para que puedan competir en forma justa con las compa&ntilde;&iacute;as chinas&quot;, dijo en un discurso a los l&iacute;deres de negocios del foro de Cooperaci&oacute;n Econ&oacute;mica Asia-Pac&iacute;fico (APEC, por sus siglas en ingl&eacute;s).</p> <p> &quot;Esperamos que China se convierta en una econom&iacute;a innovadora que valore la protecci&oacute;n de los derechos de propiedad intelectual y rechace el robo cibern&eacute;tico de secretos comerciales para obtener ganancias&quot;, agreg&oacute;.</p> <p> Decenas de firmas extranjeras, incluyendo a compa&ntilde;&iacute;as estadounidenses como Qualcomm Inc y Microsoft Corp, enfrentan una mayor vigilancia mientras China busca poner en vigor una ley antimonopolios del 2008 que algunos cr&iacute;ticos dicen est&aacute; siendo usada para apuntar injustamente contra negocios extranjeros, planteando preocupaciones sobre proteccionismo.</p> <p> Los reguladores chinos han defendido sus pol&iacute;ticas antimonopolios, diciendo que no apuntan contra firmas extranjeras.</p> <p class="blubox-jck"> El foco de Obama en los v&iacute;nculos de negocios con Asia en el primer d&iacute;a de su visita pone de relieve sus esfuerzos para alcanzar un equilibrio entre buscar una mayor cooperaci&oacute;n econ&oacute;mica con una China en ascenso, al tiempo que desaf&iacute;a a Pek&iacute;n con la b&uacute;squeda estadounidense de un pacto comercial trans-Pac&iacute;fico que, por ahora, excluye a la segunda mayor econom&iacute;a del mundo.</p> <p> El foco de Obama en los v&iacute;nculos de negocios con Asia en el primer d&iacute;a de su visita pone de relieve sus esfuerzos para alcanzar un equilibrio entre buscar una mayor cooperaci&oacute;n econ&oacute;mica con una China en ascenso, al tiempo que desaf&iacute;a a Pek&iacute;n con la b&uacute;squeda estadounidense de un pacto comercial trans-Pac&iacute;fico que, por ahora, excluye a la segunda mayor econom&iacute;a del mundo.</p> <p> &nbsp;</p> <p> M&aacute;s temprano, Obama dijo que estaba creciendo el impulso para el ambicioso Acuerdo Trans-Pac&iacute;fico de Asociaci&oacute;n Econ&oacute;mica (TPP) de 12 naciones, aunque los funcionarios estadounidenses descartaron hacer alg&uacute;n anuncio mayor sobre el pacto en Pek&iacute;n.</p> <p> Tambi&eacute;n inst&oacute; a que China adopte &quot;definitivamente&quot; un tipo de cambio basado en el mercado y d&eacute; un paso al frente en materia de derechos humanos y libertad de prensa.</p> <p style="text-align: center;"> Bajo el acuerdo de visas, que entra en vigor el 12 de noviembre, ambos pa&iacute;ses extender&aacute;n los t&eacute;rminos de las visas de turista y negocios de corto plazo y m&uacute;ltiples entradas a 10 a&ntilde;os desde 1 a&ntilde;o, dijo la Casa Blanca en un comunicado que acompa&ntilde;&oacute; el anuncio de Obama.</p> <p> Las visas de estudiantes se extender&aacute;n a cinco a&ntilde;os desde 1 a&ntilde;o.</p> <p> &quot;Como resultado de este acuerdo, Estados Unidos espera dar la bienvenida a una creciente proporci&oacute;n de viajeros chinos elegibles, inyectar miles de millones de d&oacute;lares en la econom&iacute;a estadounidense y crear suficiente demanda como para apuntalar centenares de miles de empleos estadounidenses&quot;, dijo el comunicado de la Casa Blanca.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>RELEVAMIENTO Y EDICION:</strong> Maria Belen Serra</p> <p> <strong>FUENTE</strong>:<a href="http://lta.reuters.com/article/topNews/idLTAKCN0IU1E120141110?sp=true" target="_blank"> Reuters</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/ef7f993a6cc03edcb0e436ea4d9a1a92_S.jpg" alt="Barack Obama, presidente norteamericano" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> El presidente estadounidense Barack Obama dijo que a su pa&iacute;s y al resto del mundo les conviene que China sea exitosa, pero que Pek&iacute;n debe asociarse para suscribir el orden internacional, en lugar de socavarlo.</p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Hablando ante crecientes preocupaciones entre las compa&ntilde;&iacute;as estadounidenses y de otras naciones sobre el ambiente de negocios en China tras llegar a Pek&iacute;n, Obama tambi&eacute;n pidi&oacute; a China que repudie el uso del ciberdelito como camino para la obtenci&oacute;n de ganancias comerciales.</p> <p> Tambi&eacute;n mencion&oacute; la necesidad de que las autoridades chinas dispongan un campo de juego equilibrado en el que no se usen las pol&iacute;ticas para beneficio de algunas firmas y en detrimento de otras.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> Obama tambi&eacute;n pidi&oacute; a China que repudie el uso del ciberdelito como camino para la obtenci&oacute;n de ganancias comerciales.</p> <p> El viaje de Obama a China para una cumbre de la regi&oacute;n Asia-Pac&iacute;fico tiene lugar en momentos de crecientes fricciones entre ambos pa&iacute;ses, mientras Washington intenta expandir los intereses estadounidenses en Asia.</p> <p> El presidente chino Xi Jinping, por su parte, ha demostrado una mayor disposici&oacute;n que sus antecesores para exhibir la influencia de Pek&iacute;n en cuestiones regionales.</p> <p> Ambos pa&iacute;ses estuvieron en desacuerdo en meses recientes sobre una serie de temas, incluyendo el comercio, cuestiones mar&iacute;timas y ciberseguridad. Estados Unidos ha hecho cabildeo en contra del establecimiento de un banco multilateral de inversi&oacute;n en infraestructura que patrocina China.</p> <p> &quot;Nuestro mensaje es que queremos ver una China exitosa&quot;, dijo Obama en conferencia de prensa. &quot;Pero, a medida que ellos crecen, queremos que se asocien para suscribir el orden internacional, que no lo socaven&quot;.</p> <p> Obama y Xi cenar&aacute;n el martes y luego mantendr&aacute;n conversaciones bilaterales como parte de una visita oficial de Estado el mi&eacute;rcoles.</p> <p> En un entendimiento que seg&uacute;n dijo mejorar&aacute; los v&iacute;nculos comerciales y de negocios entre las dos mayores econom&iacute;as del mundo, Obama anunci&oacute; que China y Estados Unidos acordaron extender significativamente la duraci&oacute;n de las visas de corto plazo.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/Noticias_del_Dia/usa_china_banderas.jpg" style="width: 700px; height: 465px;" title="La relacion EEUU- China ha presentado vaivenes en los ultimos tiempos." /></p> <p> Pero tambi&eacute;n inst&oacute; a los l&iacute;deres en Pek&iacute;n a que recreen un mercado justo para las firmas extranjeras.</p> <p> &quot;Esperamos que China cree un campo de juego m&aacute;s equilibrado en el que las compa&ntilde;&iacute;as extranjeras sean tratadas de forma m&aacute;s justa, para que puedan competir en forma justa con las compa&ntilde;&iacute;as chinas&quot;, dijo en un discurso a los l&iacute;deres de negocios del foro de Cooperaci&oacute;n Econ&oacute;mica Asia-Pac&iacute;fico (APEC, por sus siglas en ingl&eacute;s).</p> <p> &quot;Esperamos que China se convierta en una econom&iacute;a innovadora que valore la protecci&oacute;n de los derechos de propiedad intelectual y rechace el robo cibern&eacute;tico de secretos comerciales para obtener ganancias&quot;, agreg&oacute;.</p> <p> Decenas de firmas extranjeras, incluyendo a compa&ntilde;&iacute;as estadounidenses como Qualcomm Inc y Microsoft Corp, enfrentan una mayor vigilancia mientras China busca poner en vigor una ley antimonopolios del 2008 que algunos cr&iacute;ticos dicen est&aacute; siendo usada para apuntar injustamente contra negocios extranjeros, planteando preocupaciones sobre proteccionismo.</p> <p> Los reguladores chinos han defendido sus pol&iacute;ticas antimonopolios, diciendo que no apuntan contra firmas extranjeras.</p> <p class="blubox-jck"> El foco de Obama en los v&iacute;nculos de negocios con Asia en el primer d&iacute;a de su visita pone de relieve sus esfuerzos para alcanzar un equilibrio entre buscar una mayor cooperaci&oacute;n econ&oacute;mica con una China en ascenso, al tiempo que desaf&iacute;a a Pek&iacute;n con la b&uacute;squeda estadounidense de un pacto comercial trans-Pac&iacute;fico que, por ahora, excluye a la segunda mayor econom&iacute;a del mundo.</p> <p> El foco de Obama en los v&iacute;nculos de negocios con Asia en el primer d&iacute;a de su visita pone de relieve sus esfuerzos para alcanzar un equilibrio entre buscar una mayor cooperaci&oacute;n econ&oacute;mica con una China en ascenso, al tiempo que desaf&iacute;a a Pek&iacute;n con la b&uacute;squeda estadounidense de un pacto comercial trans-Pac&iacute;fico que, por ahora, excluye a la segunda mayor econom&iacute;a del mundo.</p> <p> &nbsp;</p> <p> M&aacute;s temprano, Obama dijo que estaba creciendo el impulso para el ambicioso Acuerdo Trans-Pac&iacute;fico de Asociaci&oacute;n Econ&oacute;mica (TPP) de 12 naciones, aunque los funcionarios estadounidenses descartaron hacer alg&uacute;n anuncio mayor sobre el pacto en Pek&iacute;n.</p> <p> Tambi&eacute;n inst&oacute; a que China adopte &quot;definitivamente&quot; un tipo de cambio basado en el mercado y d&eacute; un paso al frente en materia de derechos humanos y libertad de prensa.</p> <p style="text-align: center;"> Bajo el acuerdo de visas, que entra en vigor el 12 de noviembre, ambos pa&iacute;ses extender&aacute;n los t&eacute;rminos de las visas de turista y negocios de corto plazo y m&uacute;ltiples entradas a 10 a&ntilde;os desde 1 a&ntilde;o, dijo la Casa Blanca en un comunicado que acompa&ntilde;&oacute; el anuncio de Obama.</p> <p> Las visas de estudiantes se extender&aacute;n a cinco a&ntilde;os desde 1 a&ntilde;o.</p> <p> &quot;Como resultado de este acuerdo, Estados Unidos espera dar la bienvenida a una creciente proporci&oacute;n de viajeros chinos elegibles, inyectar miles de millones de d&oacute;lares en la econom&iacute;a estadounidense y crear suficiente demanda como para apuntalar centenares de miles de empleos estadounidenses&quot;, dijo el comunicado de la Casa Blanca.</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>RELEVAMIENTO Y EDICION:</strong> Maria Belen Serra</p> <p> <strong>FUENTE</strong>:<a href="http://lta.reuters.com/article/topNews/idLTAKCN0IU1E120141110?sp=true" target="_blank"> Reuters</a></p></div> ¿Una Nueva Mirada a 1914? 2014-01-17T15:44:14-03:00 2014-01-17T15:44:14-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/3303-una-nueva-mirada-a-1914 JOSEPH S. NYE (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/e194bc2b752ce10f9bc3ab028b7c6fad_S.jpg" alt="Soldados británicos en acción con ametralladora usando mascaras de gas" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Se cumplen un siglo de un acontecimiento que transform&oacute; la historia moderna. En la Primera Guerra Mundial perecieron cerca de 20 millones de personas, destruy&eacute;ndose una generaci&oacute;n de j&oacute;venes europeos. Tambi&eacute;n cambi&oacute; de manera fundamental el orden internacional en Europa y el resto del mundo.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Este a&ntilde;o se cumple un siglo de un acontecimiento que transform&oacute; la historia moderna. En la Primera Guerra Mundial perecieron cerca de 20 millones de personas, destruy&eacute;ndose una generaci&oacute;n de j&oacute;venes europeos. Tambi&eacute;n cambi&oacute; de manera fundamental el orden internacional en Europa y el resto del mundo.</p> <p> De hecho, la Gran Guerra destruy&oacute; no solo vidas, sino tres imperios europeos: el alem&aacute;n, el austroh&uacute;ngaro y el ruso, y con el colapso del r&eacute;gimen otomano pr&aacute;cticamente un cuarto. Hasta antes de su inicio, el equilibrio de poder mundial estaba centrado en Europa; tras ella, Estados Unidos y Jap&oacute;n emergieron como grandes potencias. La guerra adem&aacute;s abri&oacute; las puertas a la Revoluci&oacute;n Bolchevique de 1917, prepar&oacute; el camino para el fascismo e intensific&oacute; y ampli&oacute; las batallas ideol&oacute;gicas que caracterizaron el siglo veinte.</p> <p> &iquest;C&oacute;mo pudo ocurrir una cat&aacute;strofe de semejantes dimensiones? Poco despu&eacute;s de su estallido, cuando se le pidi&oacute; una explicaci&oacute;n al entonces Canciller alem&aacute;n Theobald von Bethmann-Hollweg sobre qu&eacute; ocurri&oacute;, respondi&oacute;: &ldquo;&iexcl;Ah, si solo lo supiera!&rdquo; Quiz&aacute;s con &aacute;nimo autoexculpatorio, lleg&oacute; a ver la guerra como algo inevitable. De manera similar, el ministro brit&aacute;nico de Asuntos Exteriores, Sir Edward Grey, plante&oacute; que hab&iacute;a &ldquo;acabado por pensar que ning&uacute;n ser humano en particular hubiera podido evitarla.&rdquo;</p> <p> La pregunta a la que nos enfrentamos hoy es si puede ocurrir de nuevo. Margaret MacMillan, autora del interesante libro 1914. De la paz a la guerra, de reciente publicaci&oacute;n, plantea que &ldquo;resulta tentador (y da que pensar) comparar las relaciones actuales entre China y Estados Unidos con las de Alemania e Inglaterra hace un siglo&rdquo;. Tras hacer una comparaci&oacute;n similar, el semanario The Economist concluye que &ldquo;la similitud m&aacute;s inquietante entre 1914 y el momento actual es la complacencia&rdquo;. Y algunos polit&oacute;logos, como John Mearsheimer de la Universidad de Chicago, han argumentado que &ldquo;para decirlo sin rodeos: China no puede ascender como potencia pac&iacute;ficamente.&rdquo;</p> <p> Pero las analog&iacute;as hist&oacute;ricas, si bien a veces son &uacute;tiles como prevenci&oacute;n, resultan peligrosas cuando conllevan una sensaci&oacute;n de inevitabilidad. La Primera Guerra Mundial no lo fue, sino que se volvi&oacute; m&aacute;s probable por el ascenso de Alemania y los recelos que ello cre&oacute; en Gran Breta&ntilde;a, y tambi&eacute;n por la respuesta atemorizada de Alemania al ascenso de Rusia, adem&aacute;s de multitud de otros factores, entre ellos errores humanos. Sin embargo, hoy en d&iacute;a la brecha entre Estados Unidos y China es mayor que la que exist&iacute;a entre Alemania y Gran Breta&ntilde;a en 1914.</p> <p> Para sacar lecciones de 1914 que resulten &uacute;tiles para el momento actual es necesario disipar los muchos mitos que se han creado sobre la Gran Guerra. Por ejemplo, la acusaci&oacute;n de que se trat&oacute; de una guerra preventiva iniciada deliberadamente por Alemania se ve desmentida por la evidencia de que las elites m&aacute;s importantes no lo cre&iacute;an as&iacute;. Tampoco fue una guerra puramente accidental, como sostienen otros: Austria particip&oacute; de manera deliberada para repeler la amenaza de un nacionalismo eslavo en ascenso. Hubo errores de c&aacute;lculo sobre la duraci&oacute;n y el alcance de la guerra, pero eso no equivale a que haya sido accidental.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> <span style="color: rgb(68, 68, 68); font-family: Georgia, serif; font-size: 15px; font-style: italic; background-color: rgb(250, 250, 250);">La pregunta a la que nos enfrentamos hoy es si puede ocurrir de nuevo. Margaret MacMillan, plantea que &ldquo;resulta tentador comparar las relaciones actuales entre China y Estados Unidos con las de Alemania e Inglaterra hace un siglo&quot;. Tras hacer una comparaci&oacute;n similar, el semanario The Economist concluye que &ldquo;la similitud m&aacute;s inquietante entre 1914 y el momento actual es la complacencia&rdquo;. Y algunos polit&oacute;logos, como John Mearsheimer han argumentado que &ldquo;para decirlo sin rodeos: China no puede ascender como potencia pac&iacute;ficamente.&rdquo;</span></p> <p> Tambi&eacute;n se dice que la causa de la guerra fue una carrera armamentista desenfrenada en Europa, pero esta ya hab&iacute;a acabado en 1912 y Gran Breta&ntilde;a la hab&iacute;a ganado. Si bien exist&iacute;a inquietud por el creciente poder&iacute;o de los ej&eacute;rcitos, esta resulta una visi&oacute;n m&aacute;s bien simplista.</p> <p> El mundo de hoy es diferente al de 1914 en muchos e importantes sentidos. Uno es el que las armas nucleares dan a los l&iacute;deres pol&iacute;ticos el equivalente a una bola de cristal que les muestra c&oacute;mo quedar&iacute;a el mundo tras una escalada. Qui&eacute;n sabe que si el Emperador, el K&aacute;iser y el Zar hubieran podido ver en 1918 la destrucci&oacute;n de sus imperios y la p&eacute;rdida de sus tronos habr&iacute;an sido m&aacute;s prudentes en 1914. No hay duda de que este efecto de &ldquo;vista previa&rdquo; influy&oacute; fuertemente sobre los dirigentes estadounidenses y sovi&eacute;ticos durante la crisis de los misiles de Cuba. Es probable que hoy tendr&iacute;a una influencia similar sobre Estados Unidos y China.</p> <p> Otra diferencia es que la ideolog&iacute;a de la guerra hoy es mucho m&aacute;s d&eacute;bil. En 1924 se pensaba de verdad que la guerra era inevitable, en una visi&oacute;n fatalista reforzada por el argumento del darwinismo social de que &ldquo;limpiar&iacute;a el aire&rdquo; como una buena tormenta de verano. Como escribiera Winston Churchill en La crisis mundial:</p> <p> &ldquo;Hab&iacute;a una atm&oacute;sfera extra&ntilde;a. No satisfechas con la prosperidad material, las naciones se volvieron con fiereza hacia las luchas, fueran estas internas o externas. Las pasiones naturales, que hab&iacute;an sido exaltadas indebidamente en momentos de declive de la religi&oacute;n, ard&iacute;an bajo la superficie de casi cada pa&iacute;s con llamas intensas aunque oscuras. Casi se podr&iacute;a pensar que el mundo deseaba sufrir, y no hay duda de que los hombres estaban ansiosos por tentar su suerte.&rdquo;</p> <p> No hay duda de que el nacionalismo est&aacute; aumentando en China, al tiempo que Estados Unidos ha iniciado dos guerras despu&eacute;s de los ataques del 11 de septiembre, pero ninguno de estos pa&iacute;ses tiene una actitud belicosa o complaciente acerca de una guerra limitada. China aspira a tener mayor peso en la regi&oacute;n y Estados Unidos tiene aliados regionales a cuya defensa se ha comprometido. Siempre es posible que haya errores de c&aacute;lculo, pero el riesgo se puede reducir mediante las opciones de pol&iacute;ticas adecuadas. De hecho, ambas potencias tienen fuertes incentivos para cooperar en varios &aacute;mbitos, como el energ&eacute;tico, el cambio clim&aacute;tico y la estabilidad financiera.</p> <p> M&aacute;s a&uacute;n, si bien la Alemania de 1914 estaba pisando los talones a Gran Breta&ntilde;a (y ya la hab&iacute;a superado en t&eacute;rminos de potencia industrial), Estados Unidos sigue estando a d&eacute;cadas de distancia de China en recursos generales en los &aacute;mbitos militar, econ&oacute;mico y de poder blando. Si se embarcara en una aventura pol&iacute;tica demasiado arriesgada, China podr&iacute;a poner en riesgo lo que lleva ganado interna y externamente.</p> <p> En otras palabras, Estados Unidos tiene m&aacute;s tiempo para manejar sus relaciones con una potencia en ascenso que el que tuvo Gran Breta&ntilde;a hace un siglo. Una actitud demasiado temerosa puede resultar siendo una profec&iacute;a autocumplida. Otro asunto es si Estados Unidos y China manejar&aacute;n bien su relaci&oacute;n, pero el modo como lo hagan ser&aacute; el dictado de las decisiones humanas, no de alguna ley hist&oacute;rica ineludible.</p> <p> Una de las lecciones que podemos aprender de los sucesos de 1914 es desconfiar de los analistas que plantean analog&iacute;as hist&oacute;ricas, especialmente si tienen un aire de inevitabilidad. La guerra nunca es inevitable, aunque la creencia en su inevitabilidad sea una de sus causas.</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*) <em>Ex subsecratario de Defensa de Estados Unidos, profesor en la Universidad de Harvard y autor de &quot;The Future of Power&quot;</em>.</p> <div> &nbsp;</div> <p> <strong>FUENTE: </strong><a href="http://www.project-syndicate.org/commentary/joseph-s--nye-asks-whether-war-between-china-and-the-us-is-as-inevitable-as-many-believe-world-war-i-to-have-been/spanish" target="_blank">Project Syndicate</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/e194bc2b752ce10f9bc3ab028b7c6fad_S.jpg" alt="Soldados británicos en acción con ametralladora usando mascaras de gas" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Se cumplen un siglo de un acontecimiento que transform&oacute; la historia moderna. En la Primera Guerra Mundial perecieron cerca de 20 millones de personas, destruy&eacute;ndose una generaci&oacute;n de j&oacute;venes europeos. Tambi&eacute;n cambi&oacute; de manera fundamental el orden internacional en Europa y el resto del mundo.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Este a&ntilde;o se cumple un siglo de un acontecimiento que transform&oacute; la historia moderna. En la Primera Guerra Mundial perecieron cerca de 20 millones de personas, destruy&eacute;ndose una generaci&oacute;n de j&oacute;venes europeos. Tambi&eacute;n cambi&oacute; de manera fundamental el orden internacional en Europa y el resto del mundo.</p> <p> De hecho, la Gran Guerra destruy&oacute; no solo vidas, sino tres imperios europeos: el alem&aacute;n, el austroh&uacute;ngaro y el ruso, y con el colapso del r&eacute;gimen otomano pr&aacute;cticamente un cuarto. Hasta antes de su inicio, el equilibrio de poder mundial estaba centrado en Europa; tras ella, Estados Unidos y Jap&oacute;n emergieron como grandes potencias. La guerra adem&aacute;s abri&oacute; las puertas a la Revoluci&oacute;n Bolchevique de 1917, prepar&oacute; el camino para el fascismo e intensific&oacute; y ampli&oacute; las batallas ideol&oacute;gicas que caracterizaron el siglo veinte.</p> <p> &iquest;C&oacute;mo pudo ocurrir una cat&aacute;strofe de semejantes dimensiones? Poco despu&eacute;s de su estallido, cuando se le pidi&oacute; una explicaci&oacute;n al entonces Canciller alem&aacute;n Theobald von Bethmann-Hollweg sobre qu&eacute; ocurri&oacute;, respondi&oacute;: &ldquo;&iexcl;Ah, si solo lo supiera!&rdquo; Quiz&aacute;s con &aacute;nimo autoexculpatorio, lleg&oacute; a ver la guerra como algo inevitable. De manera similar, el ministro brit&aacute;nico de Asuntos Exteriores, Sir Edward Grey, plante&oacute; que hab&iacute;a &ldquo;acabado por pensar que ning&uacute;n ser humano en particular hubiera podido evitarla.&rdquo;</p> <p> La pregunta a la que nos enfrentamos hoy es si puede ocurrir de nuevo. Margaret MacMillan, autora del interesante libro 1914. De la paz a la guerra, de reciente publicaci&oacute;n, plantea que &ldquo;resulta tentador (y da que pensar) comparar las relaciones actuales entre China y Estados Unidos con las de Alemania e Inglaterra hace un siglo&rdquo;. Tras hacer una comparaci&oacute;n similar, el semanario The Economist concluye que &ldquo;la similitud m&aacute;s inquietante entre 1914 y el momento actual es la complacencia&rdquo;. Y algunos polit&oacute;logos, como John Mearsheimer de la Universidad de Chicago, han argumentado que &ldquo;para decirlo sin rodeos: China no puede ascender como potencia pac&iacute;ficamente.&rdquo;</p> <p> Pero las analog&iacute;as hist&oacute;ricas, si bien a veces son &uacute;tiles como prevenci&oacute;n, resultan peligrosas cuando conllevan una sensaci&oacute;n de inevitabilidad. La Primera Guerra Mundial no lo fue, sino que se volvi&oacute; m&aacute;s probable por el ascenso de Alemania y los recelos que ello cre&oacute; en Gran Breta&ntilde;a, y tambi&eacute;n por la respuesta atemorizada de Alemania al ascenso de Rusia, adem&aacute;s de multitud de otros factores, entre ellos errores humanos. Sin embargo, hoy en d&iacute;a la brecha entre Estados Unidos y China es mayor que la que exist&iacute;a entre Alemania y Gran Breta&ntilde;a en 1914.</p> <p> Para sacar lecciones de 1914 que resulten &uacute;tiles para el momento actual es necesario disipar los muchos mitos que se han creado sobre la Gran Guerra. Por ejemplo, la acusaci&oacute;n de que se trat&oacute; de una guerra preventiva iniciada deliberadamente por Alemania se ve desmentida por la evidencia de que las elites m&aacute;s importantes no lo cre&iacute;an as&iacute;. Tampoco fue una guerra puramente accidental, como sostienen otros: Austria particip&oacute; de manera deliberada para repeler la amenaza de un nacionalismo eslavo en ascenso. Hubo errores de c&aacute;lculo sobre la duraci&oacute;n y el alcance de la guerra, pero eso no equivale a que haya sido accidental.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> <span style="color: rgb(68, 68, 68); font-family: Georgia, serif; font-size: 15px; font-style: italic; background-color: rgb(250, 250, 250);">La pregunta a la que nos enfrentamos hoy es si puede ocurrir de nuevo. Margaret MacMillan, plantea que &ldquo;resulta tentador comparar las relaciones actuales entre China y Estados Unidos con las de Alemania e Inglaterra hace un siglo&quot;. Tras hacer una comparaci&oacute;n similar, el semanario The Economist concluye que &ldquo;la similitud m&aacute;s inquietante entre 1914 y el momento actual es la complacencia&rdquo;. Y algunos polit&oacute;logos, como John Mearsheimer han argumentado que &ldquo;para decirlo sin rodeos: China no puede ascender como potencia pac&iacute;ficamente.&rdquo;</span></p> <p> Tambi&eacute;n se dice que la causa de la guerra fue una carrera armamentista desenfrenada en Europa, pero esta ya hab&iacute;a acabado en 1912 y Gran Breta&ntilde;a la hab&iacute;a ganado. Si bien exist&iacute;a inquietud por el creciente poder&iacute;o de los ej&eacute;rcitos, esta resulta una visi&oacute;n m&aacute;s bien simplista.</p> <p> El mundo de hoy es diferente al de 1914 en muchos e importantes sentidos. Uno es el que las armas nucleares dan a los l&iacute;deres pol&iacute;ticos el equivalente a una bola de cristal que les muestra c&oacute;mo quedar&iacute;a el mundo tras una escalada. Qui&eacute;n sabe que si el Emperador, el K&aacute;iser y el Zar hubieran podido ver en 1918 la destrucci&oacute;n de sus imperios y la p&eacute;rdida de sus tronos habr&iacute;an sido m&aacute;s prudentes en 1914. No hay duda de que este efecto de &ldquo;vista previa&rdquo; influy&oacute; fuertemente sobre los dirigentes estadounidenses y sovi&eacute;ticos durante la crisis de los misiles de Cuba. Es probable que hoy tendr&iacute;a una influencia similar sobre Estados Unidos y China.</p> <p> Otra diferencia es que la ideolog&iacute;a de la guerra hoy es mucho m&aacute;s d&eacute;bil. En 1924 se pensaba de verdad que la guerra era inevitable, en una visi&oacute;n fatalista reforzada por el argumento del darwinismo social de que &ldquo;limpiar&iacute;a el aire&rdquo; como una buena tormenta de verano. Como escribiera Winston Churchill en La crisis mundial:</p> <p> &ldquo;Hab&iacute;a una atm&oacute;sfera extra&ntilde;a. No satisfechas con la prosperidad material, las naciones se volvieron con fiereza hacia las luchas, fueran estas internas o externas. Las pasiones naturales, que hab&iacute;an sido exaltadas indebidamente en momentos de declive de la religi&oacute;n, ard&iacute;an bajo la superficie de casi cada pa&iacute;s con llamas intensas aunque oscuras. Casi se podr&iacute;a pensar que el mundo deseaba sufrir, y no hay duda de que los hombres estaban ansiosos por tentar su suerte.&rdquo;</p> <p> No hay duda de que el nacionalismo est&aacute; aumentando en China, al tiempo que Estados Unidos ha iniciado dos guerras despu&eacute;s de los ataques del 11 de septiembre, pero ninguno de estos pa&iacute;ses tiene una actitud belicosa o complaciente acerca de una guerra limitada. China aspira a tener mayor peso en la regi&oacute;n y Estados Unidos tiene aliados regionales a cuya defensa se ha comprometido. Siempre es posible que haya errores de c&aacute;lculo, pero el riesgo se puede reducir mediante las opciones de pol&iacute;ticas adecuadas. De hecho, ambas potencias tienen fuertes incentivos para cooperar en varios &aacute;mbitos, como el energ&eacute;tico, el cambio clim&aacute;tico y la estabilidad financiera.</p> <p> M&aacute;s a&uacute;n, si bien la Alemania de 1914 estaba pisando los talones a Gran Breta&ntilde;a (y ya la hab&iacute;a superado en t&eacute;rminos de potencia industrial), Estados Unidos sigue estando a d&eacute;cadas de distancia de China en recursos generales en los &aacute;mbitos militar, econ&oacute;mico y de poder blando. Si se embarcara en una aventura pol&iacute;tica demasiado arriesgada, China podr&iacute;a poner en riesgo lo que lleva ganado interna y externamente.</p> <p> En otras palabras, Estados Unidos tiene m&aacute;s tiempo para manejar sus relaciones con una potencia en ascenso que el que tuvo Gran Breta&ntilde;a hace un siglo. Una actitud demasiado temerosa puede resultar siendo una profec&iacute;a autocumplida. Otro asunto es si Estados Unidos y China manejar&aacute;n bien su relaci&oacute;n, pero el modo como lo hagan ser&aacute; el dictado de las decisiones humanas, no de alguna ley hist&oacute;rica ineludible.</p> <p> Una de las lecciones que podemos aprender de los sucesos de 1914 es desconfiar de los analistas que plantean analog&iacute;as hist&oacute;ricas, especialmente si tienen un aire de inevitabilidad. La guerra nunca es inevitable, aunque la creencia en su inevitabilidad sea una de sus causas.</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*) <em>Ex subsecratario de Defensa de Estados Unidos, profesor en la Universidad de Harvard y autor de &quot;The Future of Power&quot;</em>.</p> <div> &nbsp;</div> <p> <strong>FUENTE: </strong><a href="http://www.project-syndicate.org/commentary/joseph-s--nye-asks-whether-war-between-china-and-the-us-is-as-inevitable-as-many-believe-world-war-i-to-have-been/spanish" target="_blank">Project Syndicate</a></p></div>