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Fundamentar - Provincial https://fundamentar.com Wed, 03 Jul 2024 08:33:54 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Buenos deseos https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6854-buenos-deseos https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6854-buenos-deseos Buenos deseos

Mientras el oficialismo a nivel nacional se apresta a iniciar una semana que podría ser fundamental para sus intereses al darle tratamiento en la Cámara de Diputados a la ley Bases, y en la previa a un nuevo viaje presidencial para recibir premios de dudosa valía y sin reuniones con actores políticos de relevancia (la excepción vendría dada con un breve encuentro sabatino con el Canciller alemán Olaf Scholz); en Rosario se vivió la celebración del Día de la Bandera, con la presencia de las máximas autoridades de los tres niveles del Estado. Como suele suceder en estos casos y más allá de las formalidades de rigor, los discursos de cada uno de los protagonistas, dejaron varios elementos que valen la pena de ser revisados. Pasen y vean. Recorrido por afirmaciones que tienen, en su razón de ser, los buenos deseos de que la realidad política y social no se transforme, pese a los indicadores que lo pre anuncian, en una crisis agravada. Sean bienvenidos y bienvenidas.

La llegada del presidente Javier Milei en un día tan emblemático para rosarinos y rosarinas fue saludada por buena parte del sistema político local y regional. El propio primer mandatario arengó en los días previos a la ciudadanía a concurrir al Monumento a la Bandera (“sacarle el tinte ideológico partidario a las fechas patrias”) para recordar a la figura de Manuel Belgrano. Junto con ello, el conjunto de trolls libertarios que anidan en Casa Rosada, se encargaron de agitar el tema de manera que apareciera una masividad popular que, finalmente, el acto no tuvo.

Tiempos extraños los que vivimos: mientras las movilizaciones populares son ninguneadas desde cierto establishment analítico, al punto de ser desechada por representar algo arcaico, el presidente se jacta de haberle ganado la calle a sus opositores a partir de la represión ejercida hace un par de semanas nada más en la plaza de los Dos Congresos y en simultáneo, convoca a la ciudadanía rosarina que, de alguna manera, le termina sacando el cuerpo al convite. De yapa, a través de las fuerzas de seguridad, se encarga de impedir la llegada al parque nacional de un conjunto de organizaciones que sí tienen mucho para expresarle a Milei.

Al discurso presidencial no le faltaron las contradicciones de siempre. Ponderó la valentía política de Manuel Belgrano cuando hace 212 años desoyó la orden del Triunvirato que le impedía izar lo que luego sería nuestra bandera; se quejó de cierta casta política que no cumplió con el pedido de nuestro prócer de fundar cuatro escuelas públicas (tres en el territorio nacional y una en Bolivia) y convocó al Pacto de Mayo que se celebraría en julio (no es hay error querido lector, estimada lectora), incluyendo en la invitación a figuras tan contrapuestas como Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri.

Los dichos del jueves reflejan una doble contradicción. La primera, de tipo histórica, desconoce al propio Belgrano ya que, si bien nuestro prócer puede ser considerado como un liberal en términos ideológicos, no es menos cierto que en su ideario, toda acción de desarrollo debía pensarse con la presencia del Estado. El caso de la no construcción de las escuelas es un buen ejemplo de ello. La segunda, de estos tiempos, refiere a cuál sería el sentido de firmar un acuerdo con ideas tan antitéticas como la que expresan Milei y Fernández de Kirchner. Si el presidente viene de autodefinirse como un topo que tiene como máxima misión la aniquilación del Estado, no aparece el punto de encuentro con una corriente ideológica y con una dirigente que entiende al Estado como un actor central para el desarrollo humano. La invitación representa más un “fulbito para las tribunas”, antes que una muestra honesta de unidad.

Pero quienes sí recogieron el guante del “diálogo” y el acuerdo, fueron las autoridades locales encarnadas en las figuras de Pablo Javkin y Maximiliano Pullaro quienes, con diferentes tonos y credibilidades a cuestas, supieron matizar un encuentro de poca ciudadanía pero de muchos silbidos.

El intendente de Rosario sobre abundó en el agradecimiento a las autoridades nacionales en general y a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich en particular por la llegada de las fuerzas nacionales que, según el ex dirigente de la FUR, han permitido la reducción abrupta del número de crímenes en los barrios rosarino allende los bulevares.

Con un tono de sobre actuación evidente, abucheado profusamente, insistió con la idea de una Rosario auto suficiente, hecha con el único esfuerzo de sus habitantes, territorio plagado de “gente buena y de laburo”; línea discursiva conceptual que tanto rédito le ha dado a las fuerzas gobernantes de las últimas tres décadas en la región.

En esa actitud “generosa” de Javkin, no hubo tiempo para el reclamo de la eliminación de los fondos para el transporte público de colectivos, lo que incrementó su valor en un 392% en poco menos de seis meses, ni para aquellos ciudadanos y ciudadanas que han dejado de recibir asistencia para enfermos oncológicos, como así tampoco para las obras que el Estado nacional ha dejado de ejecutar para el desarrollo de la ciudad, Monumento a la Bandera incluido. Anida en el intendente una forma de lucha federalista selectiva, que se pone en práctica cuando los tiempos sociales no han virado hacia la derecha. Cosas que pasan.

Aunque el recitado preámbulo nacional le haya quedado algo grande (casi 41 años atrás, en el mismo lugar un tal Raúl Alfonsín emocionaba a unos 400.000 rosarinos cuando lo exponía como decálogo de principios de la democracia que deseaba e imaginaba); Pullaro pareció más relacionado con su recorrido político de los últimos años.

Pese a los silbidos editados en redes por parte del mundo libertario, el gobernador de Santa Fe, que también agradeció por la llegada de las fuerzas de seguridad, referenció el trabajo de la pampa gringa, ser parte del corazón productivo del país, reclamó por obras de infraestructura para el desarrollo de parte del Estado nacional e insistió con la idea de vincular el sector educativo con el mundo del trabajo como forma de crecimiento social. Más allá de los buenos modos de ocasión, nada más alejado del mundo libertario que imagina al problema de la educación como una cuestión de adoctrinamiento y vouchers que permitiría elegir a qué escuela mandar a nuestros hijos y con qué contenidos.

En todo ese entramado se juegan las tensiones de ambos modelos. Más allá de las urgencias, estrategias y tácticas de cada momento, reivindicar al Estado como actor del desarrollo, nada tiene que ver con su eliminación.

Pero más allá de lo ideológico, la realidad regional comienza a marcar ciertos límites que habrá que prestar atención en qué momento ambos jóvenes radicales de antaño, se animan a denunciar. En este tiempo, el campo no liquida porque espera (y desea) una nueva devaluación, la industria todos los meses repite la caída sin que se avizore el piso de la caída más allá de los deseos empresariales. Por poner un par de ejemplos cercanos: Acindar trabajará dos meses sobre seis y General Motors ya casi que no resulta noticia cuando para su producción en el formato habitual.

Pero la contradicción no anida sólo en la coyuntura de una actividad económica que, antes que un rebote en forma de V, parece haber iniciado un proceso en forma L. El modelo libertario, del que el DNU 70/23 y la ley Bases resultan parte de un combo, supone tales niveles de liberalización económica, que ese conglomerado de sectores fabriles que producen mayoritariamente para el mercado interno, y que no cuenta con la potencia suficiente para proyectarse al externo, lo sufrirá rápidamente.

Más allá del interés por mostrarse lejos del peronismo y de la buena imagen de gestión que haya sabido construir el gobernador en estos meses de gobierno y del respaldo político que obtuvo Javkin al ser reelecto, si ambos referentes no entienden más temprano que tarde que los modelos de acumulación apalancados en el neoliberalismo, siempre han afectado de manera determinante a la región, en el mediano plazo poco espacio les quedará para ciertas formas de representación. Es difícil de aceptar, pero de algunos “agradecimientos” resulta difícil volver.

Mientras se ofrece la zanahoria del retorno del impuesto a las ganancias, mientras aparece la auto justificación de las reformas logradas en el Senado y que, según lo anunciado por el gobernador, durante la semana se encargará de que los diputados santafesinos respeten, se cuece la mayor de las contradicciones que impone la reivindicación de un federalismo extremo.

Un ejemplo como al pasar. Para justificar la reforma previsional en la provincia, Pullaro se pregunta y nos pregunta “porqué un kiosquero de Rafaela debe sostener el déficit de la Caja”. Este método dialéctico, tan funcional a cierto neoliberalismo que gusta de ejemplificar fenómenos complejos con casos ordinarios, tal vez podría responderse que con el mismo derecho que al reimponer ganancias (impuesto coparticipable), un trabajador petrolero neuquino estaría sosteniendo el sueldo de un juez santafesino que, por esas cosas del destino argento, no paga el mismo impuesto con ingresos superiores.

El problema que anida en el radicalismo que gobierna la provincia y el municipio, herederos de la construcción de sentido de la que abusó el socialismo vernáculo, radica en la idea de pensar al país desde la comarca. Cuando se suman al debate, números que refieren a lo que aportan los Estados subnacionales a las cuentas públicas y lo que efectivamente el Estado nacional devuelve a esta región, se corre el riesgo de una reivindicación que rompe con la propia idea que subyace en el federalismo.

Algunas preguntas complejas que contiene cualquier biblioteca que se precie: si la ecuación debe medirse en los términos planteados, ¿cómo se lograría el desarrollo armónico del conjunto del país? ¿Hasta dónde tiene sentido hablar de nación? ¿Cómo se mensuran esas obras estructurales que se sostienen en el tiempo como por ejemplo, el Puente Rosario - Victoria o la autopista Rosario - Córdoba que pagó un ciudadano jujeño con sus impuestos y de las cuales, varias décadas después las provincias y municipios que la contienen siguen obteniendo beneficios?

Para el libertarismo, las respuestas vienen dadas por el utópico desarrollo privado, con afán de lucro incluido. En ese sentido su solución discursiva parece sencilla, básica y pre capitalista. En el mediano plazo el problema más grave lo tienen las fuerzas que se dicen democráticas y que ven al Estado como un factor de desarrollo. Más allá de los buenos deseos que implican supuestos diálogos y acuerdos que se desvanecen con el correr de los días y de la potencia que pueda suponer una fotografía de pactos que, en el trasfondo, solo representan un rejunte pasajero.

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 23 Jun 2024 12:44:45 -0300
Puntos de encuentro https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6807-puntos-de-encuentro https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6807-puntos-de-encuentro Puntos de encuentro

Yo soy el error de la sociedad,
soy el plan perfecto que ha salido mal.

Vengo del basurero que este sistema dejó al costado,
las leyes del mercado me convirtieron en funcional.
Soy un montón de mierda brotando de las alcantarillas,
soy una pesadilla de la que no vas a despertar…

“La Violencia” - Agarrate Catalina

Peligrosa y (ahora sí) efectivamente, buena parte de la política argentina se empieza a parecer a una instancia del todo o nada. Si las teorías sistémicas nos enseñaron que las distintas dimensiones de la vida social se retroalimentan entre sí, bien vale preguntarse si existe algún punto de encuentro entre el drama social que vive nuestra querida Rosario, y el dislate político con el que convivimos cotidianamente, desde hace casi tres meses, a partir de la llegada libertaria al poder. No se trata de asignar culpas de problemas estructurales a flamantes autoridades (algunas no tan flamantes), sino de dejar la pregunta planteada, para que cada uno responda para sí lo que le parezca, y a la vez, poder descubrir algunas circunstancias que, vistas de lejos poco tienen que ver entre sí, pero que cuando rascamos el fondo de la olla, aparecen nexos que dicen mucho de este tiempo. Recorrido por una semana de angustia y dolor social, pero con la inestimable esperanza paralela que se vistió de violeta en una tarde de viernes. Pasen y vean. Son todas y todos bienvenidos.

La semana política a nivel nacional había comenzado con los análisis del “día después” de la propuesta mileista en el seno de la Asamblea Legislativa y que realizaba una convocatoria al conjunto de los gobernadores, a los fines de comenzar a diseñar una especie de hoja de ruta que los lleve al Pacto de Córdoba, el cual debería concretarse (el potencial nunca tuvo tanta relevancia) el día 25 de Mayo.

Fiel a su estilo, el oficialismo fue y vino con las  formas que tendría el encuentro: con la presencia del presidente y todos los gobernadores en una mesa común, con un esquema de reuniones por regiones y atendidos por algunos ministros, con las dudas de si efectivamente asistiría el conjunto de los mandatarios provinciales y, la que finalmente terminó prevaleciendo, que fue la de un encuentro común con el Jefe de Gabinete Nicolás Posse y el Ministro del Interior Guillermo Francos. Para confirmar su desprecio hacia esas formas que tanto detesta, el presidente ni siquiera pasó a saludar.

Del encuentro, más allá de los dichos de ocasión, se sabe más o menos lo mismo que la semana anterior cuando Javier Milei hizo el anuncio: si se desea tener una relación relativamente armónica con el Poder Ejecutivo a nivel nacional, los gobernadores deberían garantizar a través de la conducción sobre los legisladores, que éstos aprueben una remozada ley ómnibus que ahora dispondrá “sólo” de 190 artículos y no casi de 700 como en la versión original y que, además, dejen correr el DNU 70/23. A cambio, el oficialismo ofrece la re implementación del impuesto a las ganancias de la 4º categoría, el cual es coparticipable y que plantea no pocas resistencias de parte de los interlocutores de ayer, además de las centrales de trabajadores que ya empiezan a elucubrar la idea de un nuevo paro general.

El escenario es más o menos sencillo: no son pocos los gobernadores que necesitan caja y a partir de esas carencias, veremos posicionamientos inevitablemente cercanos a los proyectos libertarios. El ejemplo del tucumano Osvaldo Jaldo es por demás de representativo: con una de las arcas más escuálidas, ayer se convirtió en el vocero de la reunión, mostrándose muy bien predispuesto a un entendimiento con el oficialismo nacional. Si en el medio es mirado de manera desconfiada por lo que hoy pueda representar el modelo nacional y popular o si las medidas oficialistas son inviables socialmente en el mediano plazo, eso es harina de otro costal. Como nos hemos acostumbrado a escuchar los futboleros en los tiempos que corren: “esto es por plata” y no deben esperarse posicionamientos que no queden circunscriptos a esa lógica.

En el detalle de la plata radica el apuro de reivindicar un superávit fiscal en el mes de enero que, a poco de transitar marzo, supimos que en febrero dejó de ser tal. La licuación de salarios y jubilaciones, más la eliminación de aportes esenciales para la asistencia social, como así también las llamadas trasferencias discrecionales a las provincias, limitaron el festejo de unos pocos días. La realidad no es un dibujo, más allá de los apuros.

Pero si una confirmación dejó el discurso presidencial del 1º de marzo y que, humildemente, comentábamos aquí el fin de semana anterior, es que el llamado al diálogo le permitió ganar tiempo al gobierno. En la semana que termina, mientras nos entretienen con las peleas vedetongas respecto del aumento de la dieta de los legisladores, y cuando el presidente se enfrenta a un nuevo escándalo por haberse auto asignado un aumento de sueldo que intentó ocultar, casi ni abordó la idea que hace apenas diez días había cobrado mucha fuerza, y que refería a que el Senado de la Nación se aprestaba a desaprobar el DNU antes mencionado.

https://twitter.com/CasaRosada/status/1766218231251873838

En el medio, y como para no perder la costumbre, el oficialismo en su conjunto no se privó de realizar unas cuantas provocaciones, las cuales alimentan un malestar social que naturaliza de manera cada vez más firme la idea de que nuestro devenir se reduce a un todo o nada. Tuvimos el efectivo cierre de Télam, con la consecuente presencia de ciudadanos que se identifican como libertarios y se movilizaron hasta el edificio para saludar la medida; al presidente volviendo a la escuela que lo formó, dando un discurso indigno ya no de su envestidura sino de la condición humana, hablando con adolescentes cual encuentro en un asado de amigos y mostrando una inexistente empatía al burlarse de dos alumnos que tuvieron “la mala idea” de desmayarse; y, para completar el cuadro, demostrando la distancia que existe con las luchas de los feminismos, desde el gobierno el día viernes, justamente en el Día Internacional de la Mujer, se anunció que el Salón de las Mujeres en la Casa Rosada, sería cambiado por el de los Próceres, y vaya sorpresa, además de ser todos hombres, aparece reivindicada la figura de Carlos Menen. Una doble provocación que define muchas cosas.

En el relato oficialista nacional la eliminación, lisa y llana del otro, cada vez resulta más celebrada. Incluso, al punto de quedar en el ridículo, como en el ejemplo de hace unos días, cuando la ministra de Seguridad saliera a celebrar la baja de asesinatos en las calles de Rosario para los meses de enero y febrero.

Los oficialismos nacional, provincial y municipal, que representaban la buena noticia de “estar en línea”, en un contexto de depreciación económica, necesitan como el agua imponer otro escenario. Problemas con el transporte, medidas de fuerza de trabajadores estatales y las incipientes señales de conflictividad en el ámbito laboral, son las consecuencias naturales de un modelo de acumulación que, cada vez que se impuso en el país, Rosario y su zona de influencia, siempre resultaron invariablemente afectadas.

https://twitter.com/PatoBullrich/status/1763360327138156950

Para el año 2023 nuestra región mostraba que el mayor problema de sus habitantes residía en que aquella promesa perottista de “Paz y Orden” no se había cumplido. En un nivel de deterioro creciente, buena parte de la campaña electoral se sustanció en la lógica comparación con el período anterior, el cual mostraba una mejor realidad social, habilitando primero el triunfo interno de Maximiliano Pullaro sobre Carolina Losada y luego, con un espectacular 58%, en la general del mes de setiembre.

Desde el día uno de gestión, el hughense trató de dar una señal de fortaleza política. Si, supuestamente, el nudo gordiano de la violencia narco en las calles de Rosario, se fundamentaba en los dispositivos de comunicación que, ilegalmente, se desarrollaban desde las cárceles, el flamante gobierno interpretó, que eso debería cortarse de cuajo. Y para ello, no dudó en imponer un accionar que lejos está del cumplimiento de los protocolos internacionales de tratamiento sobre los reos. Para completar la vuelta, copió el modelo de construcción audiovisual de Nayib Bukele que, según parece, ha sido muy efectivo en la reducción de los índices de criminalidad salvadoreña, pero al costo de imponer un modelo ilegal de control.

El gobierno provincial, cuando hasta hace unos días celebraba la reducción del número de asesinatos en Rosario, confundió las formas con la sustancia. Si el actual presidente centroamericano fue efectivo, con todo su fascismo a cuestas, no lo fue porque mostrara las imágenes del maltrato de los detenidos. Pullaro empoderó a fuerzas de seguridad que están severamente sospechadas y que, vaya casualidad, la propia ministra multipartidaria le acaba de pedir que haga la consecuente depuración. La confirmación de que las muertes de los taxistas fueron realizadas con la misma arma y que las vainas encontradas pertenecen a la policía santafesina, oscurecen más el panorama.

El gobernador y no pocos (y pocas) dirigentes a los que conduce, si uno mira con proyección retrospectiva, resultan una rara avis para cierto recorrido político. Hijos de la generación que vieron en Raúl Alfonsín un ejemplo de lucha política, criados bajo el cobijo de una Franja Morada universitaria que supo enfrentar por igual al vaciamiento menemista y a los recortes que Ricardo López Murphy intentó diez años después, no han dudado en operar políticamente a favor del libertarismo, en reconocer que están dispuestos a negar el cumplimiento de los derechos humanos en las cárceles santafesinas y en aliarse con la derecha más rancia que haya operado, en nombre del liberalismo, por estos confines del mundo.

Si para Alfonsín, Mauricio Macri era el límite, para este renovado radicalismo (y parte del Partido Socialista) no lo es, ya que no duda en declarar al hijo de Franco como huésped de honor de la provincia,  dado que habría sido una pieza fundamental del entramado que le dio vida al frente Unidos para Cambiar Santa Fe. Poco importaron los puestos de trabajo perdidos, el endeudamiento exponencial, el sistema de espionaje construido, el Lawfare desarrollado y los casos de corrupción que han servido para hacer aún más poderoso al propio Macri.

https://twitter.com/maxipullaro/status/1765546076432408801

En la desorientación e impacto que produjeron los hechos de violencia en Rosario, rápidamente los oficialismos salieron a imponer la idea de que son producto de esa dureza contra los jefes narcos detenidos. Pero en honor a la verdad, hay que hacer dos salvedades que relativizan esas afirmaciones: varios de los presos no están encerrados en cárceles provinciales y de lo poco que se sabe hasta ahora, en ninguno de los asesinatos la fiscalía ha informado que se tenga alguna certeza de los móviles de los crímenes. Por eso es fundamental relativizar las afirmaciones oficialistas, que, hasta ahora, sólo se basan en presunciones.

El libertarismo nacional y el oficialismo provincial tienen algunos puntos de encuentro. Las necesidades de caja, una mirada común en algunos aspectos de la cuestión de seguridad, una retrospectiva benevolente sobre la administración 2015 - 2019 y una manera de abordar las discusiones paritarias que exponen a trabajadores de la gestión pública al deterioro de la consideración general.

En el medio, los lazos sociales parecen comenzar a deshilacharse en la lógica del todo o nada. En qué medida Milei es el vehículo que canaliza cierto terraplanismo político y social que ya estaba instalado en la sociedad y en cuanta el presidente aparece como un productor con contenidos propios, es una pregunta que puede servir para intentar salir de este laberinto en el mediano plazo, pero que poco importa en la urgencia del presente.

El riesgo de la ruptura del contrato social se hace cada vez más evidente. La explicación del dirigente rosarino de la UTA Sergio Copello, en la fundamentación del paro por tiempo indeterminado ya ha dejado de ser un llamado de atención para convertirse, insisto, en un drama donde que cada uno apuesta por el sálvese quien pueda.

En las letras de La Catalina, aparece el emergente de un mundo injusto y desigual y que, en el caso rosarino, ningún funcionario con responsabilidades específicas parece darse cuenta que en los barrios, el drama del narcotráfico no se resuelve solamente con formas represivas. Pero no me haga caso querido lector, estimada lectora, en algunas ideas, este analista está a contramano de los tiempos que corren.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sat, 09 Mar 2024 23:39:48 -0300
Récord https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6783-record https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6783-record Récord

"Adelante radicales,
adelante sin cesar.
Viva Hipólito Irigoyen,
y el partido radical…"

Marcha de la Unión Cívica Radical

Histórico. Inapelable. Con evidente proyección nacional. Aún resuenan los ecos de la fiesta en Parque Norte donde la oposición santafesina se dio el enorme gusto de celebrar un retorno al poder que algunos comenzaron a imaginar allá por mediados de 2019, cuando Omar Perotti supo transformarse en el dirigente que reinstalaba al peronismo en la Casa Gris y que da por cerrado, por lo menos por los próximos cuatro años, el escenario de tercios que desde hacía tres elecciones había configurado el mapa político de la provincia.

El récord que supone traspasar el millón de votos ya tiene la suficiente potencia como para llamar la atención del sistema político nacional. Pero además, el triunfo de Maximiliano Pullaro viene acompañado de haber alcanzado la mayoría en ambas cámaras y en las ciudades más importantes de la provincia.

Hay tres retornos. El de la dirigencia socialista, que ve prevalecer aquellos acuerdos de comienzo de año, que propiciaron inicialmente una fractura que aparecía como definitiva y no fue tal; el del protagonismo como cabeza de león de la Unión Cívica Radical, que vuelve al poder provincial luego seis décadas y el de un peronismo derrotado que deberá barajar y dar de nuevo rápidamente, para no comenzar un proceso de atomización siempre factible cuando priman los egoísmos exculpatorios.

Si algunos pretenden suponer que las territorialidades ya no juegan en política, y que todo puede reducirse al conocimiento del candidato, bien viene el ejemplo santafesino para relativizar esa idea. Pullaro conoce la provincia. La recorrió, primero en su rol de funcionario a cargo del ministerio de Seguridad, luego como diputado provincial y finalmente como candidato, condición que fue definida con mucha anticipación. Hay, tal vez, cinco razones que explican su éxito político de las últimas horas.

Validación: el electorado no peronista y anti peronista aceptó de buen grado el acuerdo entre dirigentes que, si uno presta atención a los recorridos personales y a las propuestas ideológicas que las han sostenido, poco tienen que ver entre sí. No deja de ser llamativo que mientras el socialismo ha reivindicado la salud y la educación pública, el acuerdo político haya llegado de la mano de otros dirigentes que ven al mercado como la razón de ser de toda acción social que se precie. Los números son claros y algo pudo verse en las últimas PASO: en las generales de 2019, la suma de votos del Frente Progresista Cívico y Social y el PRO orillaba 1.016.000 votos, número más que suficiente para ganar cualquier disputa electoral que se precie. El escrutinio provisorio del día domingo le otorgó a Unidos Para Cambiar Santa Fe, la friolera de 1.023.000 votos. Más ajustado, imposible.

Gestión meritoria: ante el escenario de violencia vivida en ciudades como Rosario durante la gestión Perotti, el ahora gobernador electo supo mostrar como un mérito lo que había sido su gestión en el área. Poco importaron las denuncias judiciales de antaño, los audios que mostraban una connivencia obscena con ciertas prácticas de dudosa legalidad, su vinculación con funcionarios policiales cercanos al narco (y condenados) y las propias denuncias públicas efectuadas en el marco de la campaña electoral por su adversaria en la interna, Carolina Losada. Si Omar Perotti había anunciado la “Paz y Orden” como slogan de campaña 2019, era porque existía una demanda social en aquel entonces y Pullaro era el máximo referente apuntado.

“Cómo estará la cañada, que la chancha la cruza al trote”. Durante el debate, el ex ministro mostró comparativamente la cantidad muertos en Rosario producto de la violencia, y pareció reflejar una mejor calidad de vida para los habitantes de la región. Siguiente pregunta.

https://twitter.com/maxipullaro/status/1701319796040532225

Gestión peronista deficiente. Luego de casi cuatro años de gestión el actual oficialismo sólo pudo mostrar el cumplimiento de la promesa del Boleto Gratuito y de Billetera Santa Fe como ideas fuerza de campaña. Es inexorablemente cierto que la pandemia condicionó de buen grado a todas las gestiones, pero, de alguna manera, en 2023 el Covid es un mal recuerdo de tiempos idos. Si bien es real que la legislatura con su mayoría opositora en diputados y los vaivenes en la relación con el Senado, condicionaron mucha de la legislación que se proponía (la ley de Seguridad es un buen ejemplo), la sociedad pareció demandar una mayor originalidad a la hora de enfrentar la gestión. No alcanzaba con mostrar si Santa Fe era la provincia que más rápido crecía o si creaba más puestos de trabajo. Hubo una distancia entre la gestión y la población que nunca pareció resolverse positivamente.

Liderazgo ineficaz. Perotti ha sido intendente de Rafaela, ministro de gestiones provinciales y legislador nacional, tanto en el rol de diputado como de senador. Es un hombre de inocultable experiencia que siempre fue acompañado por el voto popular, pero su carrera se cimentó desde un excesivo “perottismo”, que poco tenía que ver con lo que el peronismo de este tiempo demandaba. Equipo que gana no se toca, dice una de las tantas máximas no escritas del fútbol y por lo tanto, el estilo que tanto éxito le reportó no sería modificado porque la realidad, de acuerdo a diversas interpretaciones, así pudiera demandarlo. Siempre privilegió una conducción política donde no había una contención cercana sobre las segundas y terceras líneas, lo cual llegó a su extremo en la campaña electoral donde siempre pareció interesado, vía la mentada boleta única, en cuidar la quintita propia para ganar el primer lugar en la lista de diputados. Optó por una disputa en sordina e inútil con su candidato a gobernador, con quien había sellado un acuerdo y terminó obteniendo 80.000 votos menos que éste, llegando, finalmente, a un lugar de muy dudosa relevancia como diputado provincial.

Clima de época. Esta razón tal vez sea la de mayor necesidad de confirmación en el futuro próximo, pero no deja de ser evidente que el peronismo no las tiene consigo en las distintas elecciones provinciales que se han desarrollado hasta el momento. Yendo un poco más allá en el análisis, la irrupción a nivel nacional de un personaje como Javier Milei, complejiza aún más un escenario donde este electoral 2023 ha confirmado como nunca que las elecciones provinciales y nacionales, poco tienen que ver entre sí.

El triunfo ha sido arrollador. Resuenan las estrofas de la marcha radical cantadas a pulmón, reaparecen las boinas y las banderas rojas y blancas le dan el marco a la fiesta. Es un revival de tiempos antiguos. El vitoreo sobre la figura de Raúl Alfonsín, quien siempre tuvo claro que el límite era la derecha recalcitrante que se había institucionalizado en el PRO, parece remontarnos a la década del 80’ donde la sola invocación de su nombre, suponía la referenciación en un sistema de ideas muy diferentes. Quien levante la mirada sobre el escenario, notará que también lo habitan personajes de la talla de José Luis Espert, Patricia Bullrich o Emilio Monzó, y la distancia parecerá  irreductible. Todo un desafío para el gobernador electo: administrar semejantes diferencias políticas.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Tue, 12 Sep 2023 11:12:54 -0300
Pullaro: "Fue un Arrebato de Matones que Pretendió Cobrarse la Vida de los Detenidos" https://fundamentar.com/provincial/item/5664-pullaro-fue-un-arrebato-de-matones-que-pretendio-cobrarse-la-vida-de-los-detenidos https://fundamentar.com/provincial/item/5664-pullaro-fue-un-arrebato-de-matones-que-pretendio-cobrarse-la-vida-de-los-detenidos Pullaro: "Fue un Arrebato de Matones que Pretendió Cobrarse la Vida de los Detenidos"

El ministro de Seguridad de Santa Fe descartó que el violento tiroteo ocurrido ayer a la tarde en la autopista haya sido un intento de fuga.

El ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, brindó una conferencia de prensa esta mañana donde se refirió al grave episodio ocurrido ayer a la tarde sobre la autopista a Santa Fe cuando el vehículo en el que eran trasladados los acusados por el crimen de Claudio Cantero fue atacado a balazos. "Este fue un arrebato de matones que pretendió, en principio, cobrarse la vida de los detenidos, el cual no tuvo ningún tipo de éxito porque el protocolo que llevó adelante el Servicio Penitenciario (SP) logró detener esta agresión. No fue un intento de fuga".

Pullaro brindó declaraciones esta mañana desde la sede local de la Gobernación. Lo hizo junto al secretario de Asuntos Penitenciarios Pablo Cococcioni y al jefe de la policía de Santa Fe, Luis Amaya. Allí brindó un raconto de lo sucedido ayer sobre la autopista a Santa Fe cuando, alrededor de las 17.30, Luis "Pollo" Bassi, Milton Damario y Facundo "Macaco" Muñoz eran trasladados hacia la cárcel de Corondo luego la jornada de alegatos en el juicio que los tiene imputados directos en la muerte de Claudio Cantero. Al llegar al kilómetro 7 de la autopista, en jurisdicción de Granadero Baigorria, el vehículo donde iban los reclusos y el móvil en el que iban los custodios fueron atacados a balazos en una verdader emboscada.

Al respecto, Pullaron remarcó: "En la provincia de Santa Fe hay muchas personas que por acciones del Estado se encuentran muy nerviosas y preocupadas porque este es un gobierno que avanza sobre las mafias, el crimen organizado y no se detiene", afirmó.

"Este hecho fue de absoluta gravedad, donde el personal del Servicio Penitenciario cumplió plenamente el objetivo que se había establecido. El primero, cuidar la vida de los detenidos. El segundo era que los reclusos no se fugen. Esa misión fue cumplida con absoluto éxito y no tuvimos que lamentar ninguna víctima mayor en un hecho de máxima violencia como el que pudimos ver", expresó Pullaro.

Y en sentido ofreció detalles elocuentes de la violencia del hecho. "El vehículo de traslado de los detenidos tiene al menos siete impactos de bala y el móvil del grupo táctico del SP que lo custodiaba tiene otros siete balazos calibre 9 milímetros. En ese momento, estaban llevando a Luis Bassi, Milton Damario y a Facundo Muñoz hacia Coronda. Del hecho que ocurre en el kilómetro siete de la autopista resultaron heridos dos miembros del SP: Oscar Gómez con un impacto en pie, el cual se encuentra fuera de peligro y fue trasladado a Santa Fe, y Marcos Adriani con dos impactos en la pierna y uno en la cadena, internado fuera de peligro en un sanatorio de Rosario. Ellos iban en el vehículo de custodia del Grupo Táctico del Servicio Penitenciario".

Pullaro agregó que en el vehículo de traslado judiciales resultó con un impacto en el chaleco el efectivo Marcos Paio, cuya vida fue salvada por el chaleco antibala que tenía puesto. "De esta agresión también resultó herido el recluso Facundo Muñoz, quien recibio un impacto en el glúteo que quedó en el abdomen. Fue intervenido quirúrgicamente y el mismo está fuera de peligro, en terapia intensivo, cumpliendo con el tiempo que establecen los protocolos médicos para estos casos."

Pullaro también mencionó el caso del pasajero de un ómnibus que fue alcanzado por una bala, pero que está fuera de peligro asistido en el hospital Alberdi.
"Hay una decisión política del gobernador de la provincia de no detenernos e ir hasta las últimas consecuencias para seguir desmantelando estas mafias y grupos violentos que operaron en algún momento en el territorio rosarino. Seguiremos avanzando junto con la Justicia provinicial y federal para que no haya.
 
 
FUENTE: La Capital

 

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hola@fundamentar.com (Luciano Herrero) Santa Fe Wed, 22 Mar 2017 10:50:26 -0300