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Fundamentar - Revista Síntesis Mundial Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://fundamentar.com/publicaciones/revista-sintesis-mundial/itemlist/tag/Noem%C3%AD%20Rabbia 2024-05-04T07:29:07-03:00 Joomla! - Open Source Content Management Doña Libia y sus Dos Gobiernos 2015-11-02T11:35:14-03:00 2015-11-02T11:35:14-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5228-dona-libia-y-sus-dos-gobiernos NOEMÍ RABBIA(*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/bc4904f0467dfd130572792722077ab5_S.jpg" alt="Doña Libia y sus Dos Gobiernos" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>A pocos d&iacute;as de haberse cumplido cuatro a&ntilde;os de la muerte del controversial ex l&iacute;der y dictador libio, Muammar Al Gaddafi, Libia contin&uacute;a sumida en el caos y muchos ya comienzan a hablar de su inexorable camino hacia convertirse en estado fallido.<br /> En tanto, mientras las potencias occidentales se deshacen en esfuerzos diplom&aacute;ticos para lograr la restauraci&oacute;n del orden pol&iacute;tico del pa&iacute;s, sus anuncios d&iacute;a a d&iacute;a distan de los datos arrojados por la realidad. &nbsp;</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Luego de la exitosa intervenci&oacute;n occidental que puso fin a cuarenta a&ntilde;os de dictadura, Libia no s&oacute;lo se precia de haber restaurado el orden y el imperio de la ley en su territorio sino que encabeza uno de los periodos de mayor prosperidad y bonanza econ&oacute;mica de su historia, ambos impulsados por la mete&oacute;rica recuperaci&oacute;n de su producci&oacute;n de petr&oacute;leo, incluso por niveles muy superiores a los previos al derrocamiento de Gaddafi.</p> <p> En este sentido, el rol de las Naciones Unidas como interlocutor de las diferentes voces involucradas en el proceso de reconstrucci&oacute;n nacional, ha demostrado la destreza de la comunidad internacional a la hora de canalizar y abalizar el di&aacute;logo en tiempo r&eacute;cord, dando lugar a la participaci&oacute;n de organismos regionales (tales como la Uni&oacute;n Africana) desde el inicio de la crisis.</p> <p> Lejos de las dudosas intenciones que otrora se erigieran como una espada de D&aacute;mocles sobre los guardianes occidentales de la doctrina de Responsabilidad de Proteger y el Principio del Deber de Intervenir, la r&aacute;pida entrada y salida de sus fuerzas, as&iacute; como su efectividad y precisi&oacute;n a la hora de poner coto a una cuesti&oacute;n apremiante en t&eacute;rminos humanitarios, por un lado han reforzado la idea de que el mundo vislumbra el afianzamiento de una nueva era en t&eacute;rminos de protecci&oacute;n de Derechos Humanos.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> casos como el libio muestran que la imposici&oacute;n de la democracia y su &ldquo;transplante&rdquo; en su plena versi&oacute;n occidental tienden a generar situaciones totalmente contrarias, propias de la necesidad de reorganizaci&oacute;n de los procesos pol&iacute;ticos, sociales, culturales e incluso econ&oacute;micos del pa&iacute;s que muchas veces conllevan recurrentes hechos de violencia y se ven agravadas por el forzamiento de las estructuras socio pol&iacute;ticas mediante el &ldquo;copie y pegue&rdquo; del modelo democr&aacute;tico liberal</p> <p> Por otro lado, la intervenci&oacute;n y el escenario de post-intervenci&oacute;n han reforzado la confianza en las Naciones Unidas y en el sistema de seguridad que de su &oacute;rbita legal emerge y que encuentra en el Consejo de Seguridad su principal brazo ejecutor y el principal guardi&aacute;n del esp&iacute;ritu de la democracia universal y la igualdad soberana de los Estados.</p> <p> Atr&aacute;s quedan los d&iacute;as oscuros para el pueblo libio, en que la amenaza del avance del terrorismo isl&aacute;mico creaba la sensaci&oacute;n de necesidad de un liderazgo fuerte con particularidades libias; donde la voracidad por los recursos energ&eacute;ticos por parte de Occidente se esgrim&iacute;a como una amenaza latente a la que hab&iacute;a que resistir, entre otras formas, mediante el fortalecimiento de los foros regionales y subregionales de cooperaci&oacute;n.<br /> Libia es libre. Libia es democr&aacute;tica. Libia es pr&oacute;spera. Pero m&aacute;s importante a&uacute;n, Gaddafi se ha ido.</p> <p> <strong>LA REALIDAD</strong></p> <p> La desaparici&oacute;n f&iacute;sica de Gaddafi de la escena pol&iacute;tica local, regional e internacional signific&oacute; el comienzo de una nueva etapa hist&oacute;rica en el pa&iacute;s &ndash; e incluso la regi&oacute;n &ndash; tanto por las esperanzas y promesas que arroj&oacute; como por sus sinsabores, los cuales no se han desdibujado a m&aacute;s de cuatro a&ntilde;os de la intervenci&oacute;n de la OTAN en el pa&iacute;s. Pero tambi&eacute;n fue en aquel entonces un alivio para aquellos gobernantes y grupos de poder con intereses puntuales all&iacute; y cuya acci&oacute;n externa result&oacute; ser funcional para desviar la atenci&oacute;n de las dificultades dom&eacute;sticas que las principales econom&iacute;as europeas sorteaban y afrontan a&uacute;n hoy.</p> <p> En el contexto de las revueltas &aacute;rabes, Libia fue el claro reflejo de c&oacute;mo los intereses extra-regionales pesan en torno al destino de ciertas regiones del mundo, especialmente aquellas d&oacute;nde se concentran los recursos estrat&eacute;gicos tan necesarios a la &ldquo;seguridad energ&eacute;tica&rdquo; - un t&eacute;rmino que si bien no es nuevo, se ha puesto particularmente en boga en los &uacute;ltimos a&ntilde;os debido a la utilizaci&oacute;n de los recursos energ&eacute;ticos como palancas para ejercer dominio en los juegos de poder internacional. Uno de los ejemplos m&aacute;s esgrimidos en este sentido es el de la Rusia de la era Putin.</p> <p> La intervenci&oacute;n en Libia se realiz&oacute; en medio de fuertes cuestionamientos dom&eacute;sticos a los principales gobiernos occidentales &ndash;Francia, Gran Breta&ntilde;a, Italia y los Estados Unidos - debido a su mala gesti&oacute;n de los efectos de la crisis financiera internacional iniciada en el a&ntilde;o 2007. De este modo, el mundo &aacute;rabe y su &ldquo;primavera&rdquo; emergieron como una oportunidad de re direccionar dichas cr&iacute;ticas internas y, de este modo, buscar capitalizar internamente los &ldquo;&eacute;xitos&rdquo; en materia de pol&iacute;tica exterior, al menos en los planes.</p> <p> A cuatro a&ntilde;os de lo que se anunci&oacute; como un hito en la historia de aquel pa&iacute;s y de la escena pol&iacute;tica internacional, a m&aacute;s de cuatro a&ntilde;os donde las promesas de democracia se abr&iacute;an paso por doquier, Libia parece haber quedado detenida en el tiempo con un panorama poco prometedor. Su larga agon&iacute;a socio-pol&iacute;tica vuelve una y otra vez a las tapas de los principales medios internacionales de comunicaci&oacute;n echando por tierra las declaraciones de voceros de los gobiernos occidentales as&iacute; como de las principales organizaciones internacionales donde se anuncian acuerdos que nunca, por lo menos hasta ahora nunca, han llegado a buen puerto.</p> <p> Tras las elecciones del 25 de junio de 2014 se constituy&oacute; en Tobruk, a 1400 kil&oacute;metros al este de la capital, Tr&iacute;poli, una C&aacute;mara de Representantes para impulsar un nuevo Gobierno, que alcanz&oacute; acuerdos con las milicias rebeldes para reabrir y relanzar la producci&oacute;n de petr&oacute;leo y empezar a poner en orden el pa&iacute;s. No obstante, la Asamblea General saliente -un Parlamento provisional que funcion&oacute; durante 18 meses sin haber obtenido mayores logros- nombr&oacute; por su cuenta otro Gobierno a comienzos de septiembre del mismo a&ntilde;o. Desde entonces, el gobierno electo en las urnas act&uacute;a desde su exilio en Tobruk mientras que un segundo Ejecutivo ejerce funciones desde Tr&iacute;poli.</p> <p> En agosto del a&ntilde;o pasado la ONU nombraba a Bernardino de Le&oacute;n como enviado especial de la organizaci&oacute;n para Libia. En dicha ocasi&oacute;n &eacute;ste se apresur&oacute; a afirmar que &ldquo;la somalizaci&oacute;n de Libia est[aba] muy lejos&rdquo;. Un a&ntilde;o despu&eacute;s de tal afirmaci&oacute;n la inestabilidad del pa&iacute;s se ha corrido como un reguero de p&oacute;lvora siendo uno de sus efectos m&aacute;s resonantes la proliferaci&oacute;n de las actividades il&iacute;citas en la regi&oacute;n de la mano con el vertiginoso aumento del accionar de organizaciones terroristas como Estado Isl&aacute;mico (tambi&eacute;n conocido como ISIS por sus siglas en ingl&eacute;s).</p> <p> A comienzos del mes de octubre de este a&ntilde;o Bernardino Le&oacute;n present&oacute; la propuesta del organismo internacional para la formaci&oacute;n de un gobierno de unidad nacional como resultado de meses de negociaciones con los dos gobiernos libios. Su prisa por anunciar el arribo a un acuerdo -que fue finalmente rechazado por las partes involucradas &ndash; se dio a contrarreloj del aniversario de la muerte de Gaddafi. A los efectos institucionales el anuncio de tal acuerdo (a horas del aniversario) hubiera resultado un logro diplom&aacute;tico cuyo impacto podr&iacute;a haber reivindicado el accionar de la ONU en la reconstrucci&oacute;n del pa&iacute;s y hubiera lavado algo de las culpas de los principales poderes occidentales. Lejos de lo ocurrido, el rechazo de dicha propuesta y las cr&iacute;ticas esgrimidas por las partes involucradas en la negociaci&oacute;n no se acerca seguramente al festejo que Le&oacute;n y algunos funcionarios occidentales habr&aacute;n tenido en mente.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/mural_gaddafi_libia.jpg" style="width: 750px; height: 500px;" /></p> <p> <strong>LOS DESAF&Iacute;OS DE LA &ldquo;LIBIA LIBRE&rdquo;</strong></p> <p> La actual situaci&oacute;n en Libia presenta obst&aacute;culos de los m&aacute;s diversos, pero en resumidas cuentas podr&iacute;amos agruparlos en dos grandes dimensiones: en la dimensi&oacute;n socio-pol&iacute;tica se encuentran la necesidad de integrar las visiones divergentes que luchan por el control del pa&iacute;s y alcanzar un compromiso de paz y gobierno que hasta ahora no ha logrado concretarse. En la dimensi&oacute;n econ&oacute;mica, est&aacute; la necesidad de reconstruir una econom&iacute;a que fue destruida por las mismas fuerzas occidentales que ingresaron al pa&iacute;s con supuestos objetivos de &iacute;ndole humanitaria.</p> <p> Existe una err&oacute;nea tendencia a considerar las nuevas democracias (o nuevos gobiernos no autocr&aacute;ticos si se quiere) &ndash;tal es el caso de Libia- como pizarras en blanco, ignor&aacute;ndose la profunda incumbencia de sus propias din&aacute;micas internas, las cuales han sido heredadas m&aacute;s que elegidas de los reg&iacute;menes anteriores. Tambi&eacute;n suele considerarse que luego del fin de las reglas autocr&aacute;ticas, la tendencia ser&aacute; el camino un&iacute;voco, lineal y sin retorno hacia la paz. Y m&aacute;s a&uacute;n, se sigue esgrimiendo la idea de que las intervenciones y el uso de la fuerza pueden apalancar dichos procesos de transici&oacute;n. Por el contrario, casos como el libio muestran que la imposici&oacute;n de la democracia y su &ldquo;transplante&rdquo; en su plena versi&oacute;n occidental tienden a generar situaciones totalmente contrarias, propias de la necesidad de reorganizaci&oacute;n de los procesos pol&iacute;ticos, sociales, culturales e incluso econ&oacute;micos del pa&iacute;s que muchas veces conllevan recurrentes hechos de violencia y se ven agravadas por el forzamiento de las estructuras socio pol&iacute;ticas mediante el &ldquo;copie y pegue&rdquo; del modelo democr&aacute;tico liberal.</p> <p> Es por ello que podemos afirmar que fue siempre apresurado pensar que la democracia libia comenz&oacute; un camino directo al &eacute;xito el d&iacute;a que Gaddafi fue derrocado. Existen m&uacute;ltiples factores que lo explican, como por ejemplo la ausencia de una identidad nacional que permita asumir metas comunes y aglutinar intereses dom&eacute;sticos divergentes que tambi&eacute;n se entrecruzan con intereses extra regionales.</p> <p> Cualquier sistema que se conciba para este particular pa&iacute;s, deber&aacute; partir desde una base de cero-estado, de la inexistencia de instituciones del Estado, porque en el gobierno jamahir&iacute; Gaddafi mismo encarnaba el Estado y la Justicia. La democracia liberal, as&iacute; como cualquier forma de gobierno elegida en forma libre, requiere m&aacute;s que la mera formalidad del cambio de gobierno, es decir, requiere un cambio profundo en todas las esferas de la sociedad que resguardan los patrones negativos propios de los gobiernos precedentes.</p> <p> La seguridad es el otro tema de relevancia: con la desaparici&oacute;n f&iacute;sica del l&iacute;der de la Revoluci&oacute;n, miles de armas han quedado esparcidas por el territorio libio, en manos de personajes tan dis&iacute;miles entre s&iacute; como en sus ideas. Hablamos de un escenario dominado por decenas de milicias que se niegan al desarme y a&uacute;n ti&ntilde;en el espacio libio de muertes y enfrentamientos armados.</p> <p> Uno de los hechos m&aacute;s trascendentes tuvo lugar en el mes de septiembre de 2012, cuando el Embajador norteamericano en Libia, Christopher Stevens &ndash; quien hab&iacute;a adem&aacute;s actuado como representante durante la guerra civil ante el Consejo de Transici&oacute;n &ndash; fue muerto en el consulado de los Estados Unidos en la ciudad de Benghazi, durante un asalto armado de milicianos islamistas radicales. M&aacute;s a&uacute;n, el Canciller franc&eacute;s, Laurent Fabius manifest&oacute; entonces a las autoridades libias que la democracia no podr&iacute;a existir sin seguridad, prometiendo ayudar a restaurar el control estatal. Tales promesas no se han podido cumplir a&uacute;n.</p> <p> Por otra parte, el nuevo gobierno deber&aacute; enfrentarse a un pa&iacute;s con divisiones internas y regionalismos muy marcados (hablamos de la historia divisi&oacute;n entre el Fezzan, Cirenaica y la Tripolitania). &iquest;C&oacute;mo se canalizar&aacute;n las expectativas de los m&aacute;s de 150 clanes y/o tribus que predominan en la idiosincrasia libia? &iquest;C&oacute;mo se legitima un gobierno cuando disputa su poder con las lealtades regionales y sus usos y costumbres?</p> <p> La democracia como cifra y compendio de la modernidad podr&iacute;a una vez m&aacute;s acarrear como resultado el forzamiento de estructuras pol&iacute;ticas para las cuales Libia, dadas sus particularidades culturales, &eacute;tnicas e hist&oacute;ricas &ndash; es decir, sus condiciones estructurales &ndash; quiz&aacute; no est&eacute; preparada. El futuro pol&iacute;tico libio deber&aacute; encontrar su propia f&oacute;rmula nacional y africana en materia pol&iacute;tica, ya que la imposici&oacute;n de esquemas que le son ajenos culturalmente es una pr&aacute;ctica bastamente aplicada y fallida en muchas naciones del continente africano.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> El futuro pol&iacute;tico libio deber&aacute; encontrar su propia f&oacute;rmula nacional y africana en materia pol&iacute;tica, ya que la imposici&oacute;n de esquemas que le son ajenos culturalmente es una pr&aacute;ctica bastamente aplicada y fallida en muchas naciones del continente africano.</p> <p> Finalmente, cabe destacar que el PBI per c&aacute;pita de Libia se encuentra hoy en d&iacute;a en los 6000 d&oacute;lares (era de 11933 en 2010) y el PBI del pa&iacute;s ronda los 41 mil millones de d&oacute;lares (la mitad que hace 4 a&ntilde;os atr&aacute;s). Esta situaci&oacute;n se debe a diferentes cuestiones donde se destacan dos: los problemas de seguridad que hacen casi imposible la operaci&oacute;n normal de la econom&iacute;a - de acuerdo a la empresa BP Libia produjo en 2014 500mil barriles de petr&oacute;leo (200 mil menos que Argentina), una cuarta parte de lo que produc&iacute;a en 2010, habi&eacute;ndose reducido su producci&oacute;n un tercio desde el a&ntilde;o 2014.</p> <p> La segunda raz&oacute;n se vincula a la destrucci&oacute;n de infraestructura vital durante los bombardeos de la OTAN en el a&ntilde;o 2011. El caso m&aacute;s emblem&aacute;tico es la destrucci&oacute;n de gran parte del acueducto &ldquo;Great Man Made River&rdquo;, una obra colosal que llevaba agua desde el sur de las monta&ntilde;as libias hacia el norte, irrigando gran parte de las &aacute;reas des&eacute;rticas del pa&iacute;s que superan el 65% del territorio.</p> <p> <strong>CONSIDERACIONES FINALES</strong></p> <p> Luego de la dudosa intervenci&oacute;n occidental que puso fin a cuarenta a&ntilde;os de dictadura, Libia contin&uacute;a sin vislumbrar un camino hacia la reconciliaci&oacute;n pol&iacute;tica y social y su econom&iacute;a contin&uacute;a sin mostrar mayores signos de recuperaci&oacute;n, en un contexto econ&oacute;mico poco favorable para una econom&iacute;a altamente dependiente de las regal&iacute;as provenientes de la explotaci&oacute;n de recursos energ&eacute;ticos.</p> <p> En este sentido, el rol de las Naciones Unidas como interlocutor de las diferentes voces involucradas en el proceso de reconstrucci&oacute;n nacional, ha profundizado las cr&iacute;ticas de la comunidad internacional a la hora de canalizar y abalizar el di&aacute;logo donde una vez m&aacute;s, como en muchos otros casos africanos, su rol ha quedado supeditado a recomponer el desastre dejado por las injerencias de ciertas potencias dominantes.</p> <p> M&aacute;s a&uacute;n, otro de sus legados ha sido el recrudecimiento de la rivalidad con Rusia en torno a situaciones como la de Siria y el accionar de ISIS en la regi&oacute;n. Como ya tantas veces se ha dicho, mientras la doctrina de Responsabilidad de Proteger y el Principio del Deber de Intervenir &ldquo;nacieron&rdquo; en Libia, fueron sepultadas en Siria, arrojando una vez m&aacute;s la sensaci&oacute;n de que el sistema de seguridad representado en el marco de la ONU se sigue dirimiendo en una mesas chica con intereses pol&iacute;ticos y geoestrat&eacute;gicos puntuales y ajenos a los de ciertas naciones como las africanas.</p> <p> A cuatro a&ntilde;os de la muerte de Gaddafi, a m&aacute;s de cuatro a&ntilde;os de la intervenci&oacute;n de la OTAN bajo la Doctrina de Responsabilidad de Proteger, donde se esgrim&iacute;a que el Estado Libio hab&iacute;a fallado en la protecci&oacute;n b&aacute;sica de sus ciudadanos, Libia no es libre. Libia no es democr&aacute;tica. Libia no es pr&oacute;spera. Pero a fin de cuentas lo importante es que Gaddafi se ha ido.&nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*)&nbsp;Lic. en Relaciones internacionales &ndash; UNR. Mg. en Diplomacia y Asuntos Internacionales - ADA University, Azerbaiy&aacute;n. Miembro del CEPI (FUNIF) y PEALA (UNR)</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/bc4904f0467dfd130572792722077ab5_S.jpg" alt="Doña Libia y sus Dos Gobiernos" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>A pocos d&iacute;as de haberse cumplido cuatro a&ntilde;os de la muerte del controversial ex l&iacute;der y dictador libio, Muammar Al Gaddafi, Libia contin&uacute;a sumida en el caos y muchos ya comienzan a hablar de su inexorable camino hacia convertirse en estado fallido.<br /> En tanto, mientras las potencias occidentales se deshacen en esfuerzos diplom&aacute;ticos para lograr la restauraci&oacute;n del orden pol&iacute;tico del pa&iacute;s, sus anuncios d&iacute;a a d&iacute;a distan de los datos arrojados por la realidad. &nbsp;</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Luego de la exitosa intervenci&oacute;n occidental que puso fin a cuarenta a&ntilde;os de dictadura, Libia no s&oacute;lo se precia de haber restaurado el orden y el imperio de la ley en su territorio sino que encabeza uno de los periodos de mayor prosperidad y bonanza econ&oacute;mica de su historia, ambos impulsados por la mete&oacute;rica recuperaci&oacute;n de su producci&oacute;n de petr&oacute;leo, incluso por niveles muy superiores a los previos al derrocamiento de Gaddafi.</p> <p> En este sentido, el rol de las Naciones Unidas como interlocutor de las diferentes voces involucradas en el proceso de reconstrucci&oacute;n nacional, ha demostrado la destreza de la comunidad internacional a la hora de canalizar y abalizar el di&aacute;logo en tiempo r&eacute;cord, dando lugar a la participaci&oacute;n de organismos regionales (tales como la Uni&oacute;n Africana) desde el inicio de la crisis.</p> <p> Lejos de las dudosas intenciones que otrora se erigieran como una espada de D&aacute;mocles sobre los guardianes occidentales de la doctrina de Responsabilidad de Proteger y el Principio del Deber de Intervenir, la r&aacute;pida entrada y salida de sus fuerzas, as&iacute; como su efectividad y precisi&oacute;n a la hora de poner coto a una cuesti&oacute;n apremiante en t&eacute;rminos humanitarios, por un lado han reforzado la idea de que el mundo vislumbra el afianzamiento de una nueva era en t&eacute;rminos de protecci&oacute;n de Derechos Humanos.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> casos como el libio muestran que la imposici&oacute;n de la democracia y su &ldquo;transplante&rdquo; en su plena versi&oacute;n occidental tienden a generar situaciones totalmente contrarias, propias de la necesidad de reorganizaci&oacute;n de los procesos pol&iacute;ticos, sociales, culturales e incluso econ&oacute;micos del pa&iacute;s que muchas veces conllevan recurrentes hechos de violencia y se ven agravadas por el forzamiento de las estructuras socio pol&iacute;ticas mediante el &ldquo;copie y pegue&rdquo; del modelo democr&aacute;tico liberal</p> <p> Por otro lado, la intervenci&oacute;n y el escenario de post-intervenci&oacute;n han reforzado la confianza en las Naciones Unidas y en el sistema de seguridad que de su &oacute;rbita legal emerge y que encuentra en el Consejo de Seguridad su principal brazo ejecutor y el principal guardi&aacute;n del esp&iacute;ritu de la democracia universal y la igualdad soberana de los Estados.</p> <p> Atr&aacute;s quedan los d&iacute;as oscuros para el pueblo libio, en que la amenaza del avance del terrorismo isl&aacute;mico creaba la sensaci&oacute;n de necesidad de un liderazgo fuerte con particularidades libias; donde la voracidad por los recursos energ&eacute;ticos por parte de Occidente se esgrim&iacute;a como una amenaza latente a la que hab&iacute;a que resistir, entre otras formas, mediante el fortalecimiento de los foros regionales y subregionales de cooperaci&oacute;n.<br /> Libia es libre. Libia es democr&aacute;tica. Libia es pr&oacute;spera. Pero m&aacute;s importante a&uacute;n, Gaddafi se ha ido.</p> <p> <strong>LA REALIDAD</strong></p> <p> La desaparici&oacute;n f&iacute;sica de Gaddafi de la escena pol&iacute;tica local, regional e internacional signific&oacute; el comienzo de una nueva etapa hist&oacute;rica en el pa&iacute;s &ndash; e incluso la regi&oacute;n &ndash; tanto por las esperanzas y promesas que arroj&oacute; como por sus sinsabores, los cuales no se han desdibujado a m&aacute;s de cuatro a&ntilde;os de la intervenci&oacute;n de la OTAN en el pa&iacute;s. Pero tambi&eacute;n fue en aquel entonces un alivio para aquellos gobernantes y grupos de poder con intereses puntuales all&iacute; y cuya acci&oacute;n externa result&oacute; ser funcional para desviar la atenci&oacute;n de las dificultades dom&eacute;sticas que las principales econom&iacute;as europeas sorteaban y afrontan a&uacute;n hoy.</p> <p> En el contexto de las revueltas &aacute;rabes, Libia fue el claro reflejo de c&oacute;mo los intereses extra-regionales pesan en torno al destino de ciertas regiones del mundo, especialmente aquellas d&oacute;nde se concentran los recursos estrat&eacute;gicos tan necesarios a la &ldquo;seguridad energ&eacute;tica&rdquo; - un t&eacute;rmino que si bien no es nuevo, se ha puesto particularmente en boga en los &uacute;ltimos a&ntilde;os debido a la utilizaci&oacute;n de los recursos energ&eacute;ticos como palancas para ejercer dominio en los juegos de poder internacional. Uno de los ejemplos m&aacute;s esgrimidos en este sentido es el de la Rusia de la era Putin.</p> <p> La intervenci&oacute;n en Libia se realiz&oacute; en medio de fuertes cuestionamientos dom&eacute;sticos a los principales gobiernos occidentales &ndash;Francia, Gran Breta&ntilde;a, Italia y los Estados Unidos - debido a su mala gesti&oacute;n de los efectos de la crisis financiera internacional iniciada en el a&ntilde;o 2007. De este modo, el mundo &aacute;rabe y su &ldquo;primavera&rdquo; emergieron como una oportunidad de re direccionar dichas cr&iacute;ticas internas y, de este modo, buscar capitalizar internamente los &ldquo;&eacute;xitos&rdquo; en materia de pol&iacute;tica exterior, al menos en los planes.</p> <p> A cuatro a&ntilde;os de lo que se anunci&oacute; como un hito en la historia de aquel pa&iacute;s y de la escena pol&iacute;tica internacional, a m&aacute;s de cuatro a&ntilde;os donde las promesas de democracia se abr&iacute;an paso por doquier, Libia parece haber quedado detenida en el tiempo con un panorama poco prometedor. Su larga agon&iacute;a socio-pol&iacute;tica vuelve una y otra vez a las tapas de los principales medios internacionales de comunicaci&oacute;n echando por tierra las declaraciones de voceros de los gobiernos occidentales as&iacute; como de las principales organizaciones internacionales donde se anuncian acuerdos que nunca, por lo menos hasta ahora nunca, han llegado a buen puerto.</p> <p> Tras las elecciones del 25 de junio de 2014 se constituy&oacute; en Tobruk, a 1400 kil&oacute;metros al este de la capital, Tr&iacute;poli, una C&aacute;mara de Representantes para impulsar un nuevo Gobierno, que alcanz&oacute; acuerdos con las milicias rebeldes para reabrir y relanzar la producci&oacute;n de petr&oacute;leo y empezar a poner en orden el pa&iacute;s. No obstante, la Asamblea General saliente -un Parlamento provisional que funcion&oacute; durante 18 meses sin haber obtenido mayores logros- nombr&oacute; por su cuenta otro Gobierno a comienzos de septiembre del mismo a&ntilde;o. Desde entonces, el gobierno electo en las urnas act&uacute;a desde su exilio en Tobruk mientras que un segundo Ejecutivo ejerce funciones desde Tr&iacute;poli.</p> <p> En agosto del a&ntilde;o pasado la ONU nombraba a Bernardino de Le&oacute;n como enviado especial de la organizaci&oacute;n para Libia. En dicha ocasi&oacute;n &eacute;ste se apresur&oacute; a afirmar que &ldquo;la somalizaci&oacute;n de Libia est[aba] muy lejos&rdquo;. Un a&ntilde;o despu&eacute;s de tal afirmaci&oacute;n la inestabilidad del pa&iacute;s se ha corrido como un reguero de p&oacute;lvora siendo uno de sus efectos m&aacute;s resonantes la proliferaci&oacute;n de las actividades il&iacute;citas en la regi&oacute;n de la mano con el vertiginoso aumento del accionar de organizaciones terroristas como Estado Isl&aacute;mico (tambi&eacute;n conocido como ISIS por sus siglas en ingl&eacute;s).</p> <p> A comienzos del mes de octubre de este a&ntilde;o Bernardino Le&oacute;n present&oacute; la propuesta del organismo internacional para la formaci&oacute;n de un gobierno de unidad nacional como resultado de meses de negociaciones con los dos gobiernos libios. Su prisa por anunciar el arribo a un acuerdo -que fue finalmente rechazado por las partes involucradas &ndash; se dio a contrarreloj del aniversario de la muerte de Gaddafi. A los efectos institucionales el anuncio de tal acuerdo (a horas del aniversario) hubiera resultado un logro diplom&aacute;tico cuyo impacto podr&iacute;a haber reivindicado el accionar de la ONU en la reconstrucci&oacute;n del pa&iacute;s y hubiera lavado algo de las culpas de los principales poderes occidentales. Lejos de lo ocurrido, el rechazo de dicha propuesta y las cr&iacute;ticas esgrimidas por las partes involucradas en la negociaci&oacute;n no se acerca seguramente al festejo que Le&oacute;n y algunos funcionarios occidentales habr&aacute;n tenido en mente.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/mural_gaddafi_libia.jpg" style="width: 750px; height: 500px;" /></p> <p> <strong>LOS DESAF&Iacute;OS DE LA &ldquo;LIBIA LIBRE&rdquo;</strong></p> <p> La actual situaci&oacute;n en Libia presenta obst&aacute;culos de los m&aacute;s diversos, pero en resumidas cuentas podr&iacute;amos agruparlos en dos grandes dimensiones: en la dimensi&oacute;n socio-pol&iacute;tica se encuentran la necesidad de integrar las visiones divergentes que luchan por el control del pa&iacute;s y alcanzar un compromiso de paz y gobierno que hasta ahora no ha logrado concretarse. En la dimensi&oacute;n econ&oacute;mica, est&aacute; la necesidad de reconstruir una econom&iacute;a que fue destruida por las mismas fuerzas occidentales que ingresaron al pa&iacute;s con supuestos objetivos de &iacute;ndole humanitaria.</p> <p> Existe una err&oacute;nea tendencia a considerar las nuevas democracias (o nuevos gobiernos no autocr&aacute;ticos si se quiere) &ndash;tal es el caso de Libia- como pizarras en blanco, ignor&aacute;ndose la profunda incumbencia de sus propias din&aacute;micas internas, las cuales han sido heredadas m&aacute;s que elegidas de los reg&iacute;menes anteriores. Tambi&eacute;n suele considerarse que luego del fin de las reglas autocr&aacute;ticas, la tendencia ser&aacute; el camino un&iacute;voco, lineal y sin retorno hacia la paz. Y m&aacute;s a&uacute;n, se sigue esgrimiendo la idea de que las intervenciones y el uso de la fuerza pueden apalancar dichos procesos de transici&oacute;n. Por el contrario, casos como el libio muestran que la imposici&oacute;n de la democracia y su &ldquo;transplante&rdquo; en su plena versi&oacute;n occidental tienden a generar situaciones totalmente contrarias, propias de la necesidad de reorganizaci&oacute;n de los procesos pol&iacute;ticos, sociales, culturales e incluso econ&oacute;micos del pa&iacute;s que muchas veces conllevan recurrentes hechos de violencia y se ven agravadas por el forzamiento de las estructuras socio pol&iacute;ticas mediante el &ldquo;copie y pegue&rdquo; del modelo democr&aacute;tico liberal.</p> <p> Es por ello que podemos afirmar que fue siempre apresurado pensar que la democracia libia comenz&oacute; un camino directo al &eacute;xito el d&iacute;a que Gaddafi fue derrocado. Existen m&uacute;ltiples factores que lo explican, como por ejemplo la ausencia de una identidad nacional que permita asumir metas comunes y aglutinar intereses dom&eacute;sticos divergentes que tambi&eacute;n se entrecruzan con intereses extra regionales.</p> <p> Cualquier sistema que se conciba para este particular pa&iacute;s, deber&aacute; partir desde una base de cero-estado, de la inexistencia de instituciones del Estado, porque en el gobierno jamahir&iacute; Gaddafi mismo encarnaba el Estado y la Justicia. La democracia liberal, as&iacute; como cualquier forma de gobierno elegida en forma libre, requiere m&aacute;s que la mera formalidad del cambio de gobierno, es decir, requiere un cambio profundo en todas las esferas de la sociedad que resguardan los patrones negativos propios de los gobiernos precedentes.</p> <p> La seguridad es el otro tema de relevancia: con la desaparici&oacute;n f&iacute;sica del l&iacute;der de la Revoluci&oacute;n, miles de armas han quedado esparcidas por el territorio libio, en manos de personajes tan dis&iacute;miles entre s&iacute; como en sus ideas. Hablamos de un escenario dominado por decenas de milicias que se niegan al desarme y a&uacute;n ti&ntilde;en el espacio libio de muertes y enfrentamientos armados.</p> <p> Uno de los hechos m&aacute;s trascendentes tuvo lugar en el mes de septiembre de 2012, cuando el Embajador norteamericano en Libia, Christopher Stevens &ndash; quien hab&iacute;a adem&aacute;s actuado como representante durante la guerra civil ante el Consejo de Transici&oacute;n &ndash; fue muerto en el consulado de los Estados Unidos en la ciudad de Benghazi, durante un asalto armado de milicianos islamistas radicales. M&aacute;s a&uacute;n, el Canciller franc&eacute;s, Laurent Fabius manifest&oacute; entonces a las autoridades libias que la democracia no podr&iacute;a existir sin seguridad, prometiendo ayudar a restaurar el control estatal. Tales promesas no se han podido cumplir a&uacute;n.</p> <p> Por otra parte, el nuevo gobierno deber&aacute; enfrentarse a un pa&iacute;s con divisiones internas y regionalismos muy marcados (hablamos de la historia divisi&oacute;n entre el Fezzan, Cirenaica y la Tripolitania). &iquest;C&oacute;mo se canalizar&aacute;n las expectativas de los m&aacute;s de 150 clanes y/o tribus que predominan en la idiosincrasia libia? &iquest;C&oacute;mo se legitima un gobierno cuando disputa su poder con las lealtades regionales y sus usos y costumbres?</p> <p> La democracia como cifra y compendio de la modernidad podr&iacute;a una vez m&aacute;s acarrear como resultado el forzamiento de estructuras pol&iacute;ticas para las cuales Libia, dadas sus particularidades culturales, &eacute;tnicas e hist&oacute;ricas &ndash; es decir, sus condiciones estructurales &ndash; quiz&aacute; no est&eacute; preparada. El futuro pol&iacute;tico libio deber&aacute; encontrar su propia f&oacute;rmula nacional y africana en materia pol&iacute;tica, ya que la imposici&oacute;n de esquemas que le son ajenos culturalmente es una pr&aacute;ctica bastamente aplicada y fallida en muchas naciones del continente africano.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> El futuro pol&iacute;tico libio deber&aacute; encontrar su propia f&oacute;rmula nacional y africana en materia pol&iacute;tica, ya que la imposici&oacute;n de esquemas que le son ajenos culturalmente es una pr&aacute;ctica bastamente aplicada y fallida en muchas naciones del continente africano.</p> <p> Finalmente, cabe destacar que el PBI per c&aacute;pita de Libia se encuentra hoy en d&iacute;a en los 6000 d&oacute;lares (era de 11933 en 2010) y el PBI del pa&iacute;s ronda los 41 mil millones de d&oacute;lares (la mitad que hace 4 a&ntilde;os atr&aacute;s). Esta situaci&oacute;n se debe a diferentes cuestiones donde se destacan dos: los problemas de seguridad que hacen casi imposible la operaci&oacute;n normal de la econom&iacute;a - de acuerdo a la empresa BP Libia produjo en 2014 500mil barriles de petr&oacute;leo (200 mil menos que Argentina), una cuarta parte de lo que produc&iacute;a en 2010, habi&eacute;ndose reducido su producci&oacute;n un tercio desde el a&ntilde;o 2014.</p> <p> La segunda raz&oacute;n se vincula a la destrucci&oacute;n de infraestructura vital durante los bombardeos de la OTAN en el a&ntilde;o 2011. El caso m&aacute;s emblem&aacute;tico es la destrucci&oacute;n de gran parte del acueducto &ldquo;Great Man Made River&rdquo;, una obra colosal que llevaba agua desde el sur de las monta&ntilde;as libias hacia el norte, irrigando gran parte de las &aacute;reas des&eacute;rticas del pa&iacute;s que superan el 65% del territorio.</p> <p> <strong>CONSIDERACIONES FINALES</strong></p> <p> Luego de la dudosa intervenci&oacute;n occidental que puso fin a cuarenta a&ntilde;os de dictadura, Libia contin&uacute;a sin vislumbrar un camino hacia la reconciliaci&oacute;n pol&iacute;tica y social y su econom&iacute;a contin&uacute;a sin mostrar mayores signos de recuperaci&oacute;n, en un contexto econ&oacute;mico poco favorable para una econom&iacute;a altamente dependiente de las regal&iacute;as provenientes de la explotaci&oacute;n de recursos energ&eacute;ticos.</p> <p> En este sentido, el rol de las Naciones Unidas como interlocutor de las diferentes voces involucradas en el proceso de reconstrucci&oacute;n nacional, ha profundizado las cr&iacute;ticas de la comunidad internacional a la hora de canalizar y abalizar el di&aacute;logo donde una vez m&aacute;s, como en muchos otros casos africanos, su rol ha quedado supeditado a recomponer el desastre dejado por las injerencias de ciertas potencias dominantes.</p> <p> M&aacute;s a&uacute;n, otro de sus legados ha sido el recrudecimiento de la rivalidad con Rusia en torno a situaciones como la de Siria y el accionar de ISIS en la regi&oacute;n. Como ya tantas veces se ha dicho, mientras la doctrina de Responsabilidad de Proteger y el Principio del Deber de Intervenir &ldquo;nacieron&rdquo; en Libia, fueron sepultadas en Siria, arrojando una vez m&aacute;s la sensaci&oacute;n de que el sistema de seguridad representado en el marco de la ONU se sigue dirimiendo en una mesas chica con intereses pol&iacute;ticos y geoestrat&eacute;gicos puntuales y ajenos a los de ciertas naciones como las africanas.</p> <p> A cuatro a&ntilde;os de la muerte de Gaddafi, a m&aacute;s de cuatro a&ntilde;os de la intervenci&oacute;n de la OTAN bajo la Doctrina de Responsabilidad de Proteger, donde se esgrim&iacute;a que el Estado Libio hab&iacute;a fallado en la protecci&oacute;n b&aacute;sica de sus ciudadanos, Libia no es libre. Libia no es democr&aacute;tica. Libia no es pr&oacute;spera. Pero a fin de cuentas lo importante es que Gaddafi se ha ido.&nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*)&nbsp;Lic. en Relaciones internacionales &ndash; UNR. Mg. en Diplomacia y Asuntos Internacionales - ADA University, Azerbaiy&aacute;n. Miembro del CEPI (FUNIF) y PEALA (UNR)</p></div> Leer la Realidad Más Allá de la Derecha y la Izquierda (II) 2015-08-24T16:55:35-03:00 2015-08-24T16:55:35-03:00 https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/5063-leer-la-realidad-mas-alla-de-la-derecha-y-la-izquierda-ii NOEMÍ S. RABBIA hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/388e00cea7b04a25bc8bc7fb61cbe2af_S.jpg" alt="Leer la Realidad Más Allá de la Derecha y la Izquierda (II)" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Hoy en d&iacute;a las palabras &ldquo;izquierda&rdquo; e &ldquo;izquierdista&rdquo; vienen frecuentemente acompa&ntilde;ando gran parte de las conversaciones pol&iacute;ticas cotidianas e inexorablemente volvemos al tan trillado debate acerca de la existencia de la derecha y la izquierda en los tiempos de la post modernidad, que ser&iacute;a ahora. La discusi&oacute;n es clave cuando se refiere a Am&eacute;rica Latina, donde en los &uacute;ltimos diez a&ntilde;os y m&aacute;s ha habido un corrimiento hacia la izquierda de los gobiernos de la regi&oacute;n en contraposici&oacute;n a la d&eacute;cada de los noventa en que imperaron las pol&iacute;ticas y gobiernos de corte neoliberal.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Hace algunos a&ntilde;os en un art&iacute;culo similar a este me encomendaba a la tarea, para nada simple, de intentar ser elocuente y simple en el an&aacute;lisis de si a&uacute;n podemos hablar de izquierda y derecha en la forma tajante que se hablara d&eacute;cadas atr&aacute;s, e incluso siglos. En numerosas ocasiones, sobre todo en la pol&iacute;tica latinoamericana actual, muchos analistas consumen su tiempo en el debate de esta cuesti&oacute;n, concentrando sus esfuerzos en una b&uacute;squeda incansable de etiquetas que, a mi criterio, ya no pueden ser tan determinantes y tajantes como anta&ntilde;o.</p> <p> Como sabemos, la pol&iacute;tica es una arena, un campo de batalla, donde distintos actores se juegan todo por el todo en pos de alcanzar un lugar en dicho universo. Como en toda lucha, los escenarios se modifican, lo hacen continuamente y no necesariamente siguiendo patrones iguales. Luego est&aacute;n las ideolog&iacute;as, los principios rectores en los cuales nos ubicamos o ubicamos a qui&eacute;nes nos representan. Y pese a la diversidad de fuerzas pol&iacute;ticas que puedan llegar a encontrarse en el espectro pol&iacute;tico, sus extremos son dos: como ya imaginar&aacute;n, hablamos de la izquierda y de la derecha.</p> <p> La primera pregunta que nace entonces es a qu&eacute; nos referimos cuando hablamos de izquierda y derecha. En retrospectiva, la historia de los t&eacute;rminos &ldquo;derecha&rdquo; e &ldquo;izquierda&rdquo; se remonta a los a&ntilde;os de la Revoluci&oacute;n Francesa. En aquellos tiempos en que la Asamblea Constituyente debat&iacute;a sobre el futuro de Francia, los diferentes grupos que estaban a favor o en contra de la monarqu&iacute;a se ubicaban en distintos lugares. Desde la perspectiva de alguien que entrara a la c&aacute;mara los revolucionarios, es decir, quienes se opon&iacute;an a la monarqu&iacute;a (los jacobinos) estaban ubicados en el extremo izquierdo de dicho lugar; por su parte, los funcionarios que ocupaban la mayor&iacute;a de los ministerios de gobierno (los girondinos), se sentaban en las bancas inferiores, m&aacute;s pr&oacute;ximas a los estrados y se reun&iacute;an a discutir entre s&iacute; en el rinc&oacute;n derecho del recinto.</p> <p> La Revoluci&oacute;n Francesa, como sabemos, sent&oacute; las bases de muchas nociones b&aacute;sicas de la vida pol&iacute;tica y social actual. La dicotom&iacute;a entre derecha e izquierda no parece ser la excepci&oacute;n a la regla. Es as&iacute; que a&uacute;n hoy, salvando las obvias diferencias, solemos considerar &ldquo;izquierda&rdquo; a aquellos actores que, como los jacobinos, buscan transformar de forma radical y profunda la disposici&oacute;n de las cosas y las reglas de juego de la vida socio &ndash; pol&iacute;tica e identificamos con la &ldquo;derecha&rdquo; a otros que, como los girondinos, defienden el status quo o regresar al orden &ldquo;alterado&rdquo; por las transformaciones radicales. Con el tiempo, a dichas definiciones se han sumado condimentos de otro tipo, como la asociaci&oacute;n de la derecha tendiente a defender los derechos individuales y a la izquierda m&aacute;s cercana a la idea de bien com&uacute;n o social.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> La amenaza &ldquo;izquierdista&rdquo; en Am&eacute;rica Latina es un clich&eacute; utilizado por actores con intereses opuestos a las pol&iacute;ticas de alto contenido social llevadas a cabo por gran parte de los gobiernos de la regi&oacute;n en los &uacute;ltimos a&ntilde;os.</p> <p> M&aacute;s all&aacute; de la derecha y la izquierda en su acepci&oacute;n m&aacute;s pura, la segunda pregunta que surge es cu&aacute;l es la vigencia que tales absolutos poseen en el juego pol&iacute;tico actual. Lo cierto es que vivimos en un mundo con un mercado predominantemente guiado por la l&oacute;gica liberal, que prioriza las libertades individuales por encima del bien com&uacute;n. &iquest;Significa ello que el Estado deba seguir la misma l&oacute;gica? &iquest;Es posible la existencia de un Estado que conjugue principios de transformaci&oacute;n profunda en un contexto internacional dominado por las variables econ&oacute;micas y la especulaci&oacute;n?</p> <p> Pues bien, si consideramos que la ideolog&iacute;a es la forma en que los diferentes actores leen la realidad, entonces podr&iacute;amos decir que un Estado que lea su realidad alejada del polo de la derecha, -incluso en un contexto econ&oacute;mico internacional &ldquo;derechizado&rdquo;- es totalmente posible. No significa por ello que necesariamente hablemos de un Estado de izquierda. Las sociedades son organismos vivos que desde sus comienzos se han caracterizado por su dinamismo y en consecuencia por su creciente diversificaci&oacute;n. Cuando la sociedad se diversifica es razonable que el Estado lo haga tambi&eacute;n.</p> <p> Como sabemos, los medios de comunicaci&oacute;n cumplen en ciertas ocasiones el rol de mediadores entre la sociedad y la pol&iacute;tica, ya que no s&oacute;lo son formadores de opini&oacute;n, sino tambi&eacute;n de perfiles e im&aacute;genes. Su rol en el juego pol&iacute;tico en numerosas oportunidades se encuentra atravesado por intereses espec&iacute;ficos que, por tanto, terminan de definir la interpretaci&oacute;n altamente subjetiva de las cuestiones pol&iacute;ticas. Tambi&eacute;n esto explica por qu&eacute; algunos grupos exponen la dicotom&iacute;a derecha-izquierda como &uacute;ltima explicaci&oacute;n de la realidad pol&iacute;tica.</p> <p> Como ya se dijo, los conceptos de izquierda y derecha nacieron con la Revoluci&oacute;n Francesa, pero muchos polit&oacute;logos consideran que han perdido gran parte de su fuerza como expresiones t&aacute;citas de posici&oacute;n pol&iacute;tica. No obstante, incluso en la actualidad se suele seguir invitando a la opini&oacute;n p&uacute;blica a pensar la realidad en t&eacute;rminos de izquierda y derecha utilizando dichos conceptos de manera inmutable sin otro prop&oacute;sito m&aacute;s que crear etiquetas pol&iacute;ticas negativas sobre ciertos gobiernos. La amenaza &ldquo;izquierdista&rdquo; en Am&eacute;rica Latina es un clich&eacute; utilizado por actores con intereses opuestos a las pol&iacute;ticas de alto contenido social llevadas a cabo por gran parte de los gobiernos de la regi&oacute;n en los &uacute;ltimos a&ntilde;os.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/Nestor_y_Cristina_saludando.jpg" style="width: 750px; height: 563px;" /></p> <p> En el caso de Argentina, a m&aacute;s de una d&eacute;cada de la llegada de N&eacute;stor Kirchner al poder, se sigue escuchando esta discusi&oacute;n entre izquierda y derecha. Existen enconados debates sobre si las pol&iacute;ticas llevadas a cabo desde entonces pertenecen puramente a un lado u otro del gran espectro pol&iacute;tico. Lo que se pierde de vista &ndash;voluntaria y/o involuntariamente- es que quiz&aacute; lo que importa no es la etiqueta que deber&iacute;a adjudic&aacute;rsele a un gobierno como el kirchnerista sino aceptar que la pol&iacute;tica argentina vive uno de los per&iacute;odos pol&iacute;ticos m&aacute;s efervescentes de las &uacute;ltimas d&eacute;cadas y que ello no debe considerarse necesariamente como algo negativo. Lejos parecen haber quedado los tiempos de una reinante indiferencia social y el autismo frente a lo que pasa en el mundo de la pol&iacute;tica. Como consecuencia de ello, las divergencias y la diversidad de opiniones tambi&eacute;n se han multiplicado.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> La oposici&oacute;n comienza a darse cuenta que existen l&iacute;mites a los retrocesos que la sociedad argentina actual est&aacute; dispuesta a negociar.&nbsp;</p> <p> M&aacute;s all&aacute; del debate entre izquierda y derecha, el Kirchnerismo ha tenido la habilidad de crear un &ldquo;punto de referencia&rdquo; habi&eacute;ndolo elevado por encima de niveles hist&oacute;ricos que se resumen en la frase &ldquo;nunca menos&rdquo;. Ese punto de referencia es lo que cada argentino espera, o deber&iacute;a esperar, de los gobiernos venideros m&aacute;s all&aacute; del lugar en el espectro pol&iacute;tico donde queramos colocarlo. El m&aacute;gico cambio en el discurso electoral de Mauricio Macri en los &uacute;ltimos tiempos es un claro ejemplo de ello. La oposici&oacute;n comienza a darse cuenta que existen l&iacute;mites a los retrocesos que la sociedad argentina actual est&aacute; dispuesta a negociar.</p> <p> El Estado ha dejado de ser ant&oacute;nimo de eficiencia. La &uacute;ltima d&eacute;cada ha visto de la mano del Kirchnerismo una revalorizaci&oacute;n de la idea de obra p&uacute;blica, de lo estatal e incluso del pago de impuestos como una forma de construir bienestar mediante sistemas solidarios en pos de bienes colectivos. Es cierto, quiz&aacute; estemos m&aacute;s cerca de la izquierda que anta&ntilde;o, no como un absoluto pol&iacute;tico, sino m&aacute;s bien como un recordatorio de la necesidad de conservar el instinto transformador.</p> <p> En un mundo donde priman los principios econ&oacute;micos liberales, tenemos que obligarnos a pensar (en palabras del Pepe Mujica) &ldquo;qu&eacute; ser&iacute;a del mundo si no existiera una actitud de izquierda, que a&uacute;n en el fracaso obliga a repartir, tiene un grito solidario, se acuerda de los que van quedando al costado del camino&hellip; &iexcl;qu&eacute; desastre ser&iacute;a el hombre&rdquo;.&nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*) Licenciada en Relaciones Internacionales de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>-Nota del editor:</strong> Este art&iacute;culo fue recepcionado el 01 de Agosto de 2015</p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/388e00cea7b04a25bc8bc7fb61cbe2af_S.jpg" alt="Leer la Realidad Más Allá de la Derecha y la Izquierda (II)" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Hoy en d&iacute;a las palabras &ldquo;izquierda&rdquo; e &ldquo;izquierdista&rdquo; vienen frecuentemente acompa&ntilde;ando gran parte de las conversaciones pol&iacute;ticas cotidianas e inexorablemente volvemos al tan trillado debate acerca de la existencia de la derecha y la izquierda en los tiempos de la post modernidad, que ser&iacute;a ahora. La discusi&oacute;n es clave cuando se refiere a Am&eacute;rica Latina, donde en los &uacute;ltimos diez a&ntilde;os y m&aacute;s ha habido un corrimiento hacia la izquierda de los gobiernos de la regi&oacute;n en contraposici&oacute;n a la d&eacute;cada de los noventa en que imperaron las pol&iacute;ticas y gobiernos de corte neoliberal.</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> Hace algunos a&ntilde;os en un art&iacute;culo similar a este me encomendaba a la tarea, para nada simple, de intentar ser elocuente y simple en el an&aacute;lisis de si a&uacute;n podemos hablar de izquierda y derecha en la forma tajante que se hablara d&eacute;cadas atr&aacute;s, e incluso siglos. En numerosas ocasiones, sobre todo en la pol&iacute;tica latinoamericana actual, muchos analistas consumen su tiempo en el debate de esta cuesti&oacute;n, concentrando sus esfuerzos en una b&uacute;squeda incansable de etiquetas que, a mi criterio, ya no pueden ser tan determinantes y tajantes como anta&ntilde;o.</p> <p> Como sabemos, la pol&iacute;tica es una arena, un campo de batalla, donde distintos actores se juegan todo por el todo en pos de alcanzar un lugar en dicho universo. Como en toda lucha, los escenarios se modifican, lo hacen continuamente y no necesariamente siguiendo patrones iguales. Luego est&aacute;n las ideolog&iacute;as, los principios rectores en los cuales nos ubicamos o ubicamos a qui&eacute;nes nos representan. Y pese a la diversidad de fuerzas pol&iacute;ticas que puedan llegar a encontrarse en el espectro pol&iacute;tico, sus extremos son dos: como ya imaginar&aacute;n, hablamos de la izquierda y de la derecha.</p> <p> La primera pregunta que nace entonces es a qu&eacute; nos referimos cuando hablamos de izquierda y derecha. En retrospectiva, la historia de los t&eacute;rminos &ldquo;derecha&rdquo; e &ldquo;izquierda&rdquo; se remonta a los a&ntilde;os de la Revoluci&oacute;n Francesa. En aquellos tiempos en que la Asamblea Constituyente debat&iacute;a sobre el futuro de Francia, los diferentes grupos que estaban a favor o en contra de la monarqu&iacute;a se ubicaban en distintos lugares. Desde la perspectiva de alguien que entrara a la c&aacute;mara los revolucionarios, es decir, quienes se opon&iacute;an a la monarqu&iacute;a (los jacobinos) estaban ubicados en el extremo izquierdo de dicho lugar; por su parte, los funcionarios que ocupaban la mayor&iacute;a de los ministerios de gobierno (los girondinos), se sentaban en las bancas inferiores, m&aacute;s pr&oacute;ximas a los estrados y se reun&iacute;an a discutir entre s&iacute; en el rinc&oacute;n derecho del recinto.</p> <p> La Revoluci&oacute;n Francesa, como sabemos, sent&oacute; las bases de muchas nociones b&aacute;sicas de la vida pol&iacute;tica y social actual. La dicotom&iacute;a entre derecha e izquierda no parece ser la excepci&oacute;n a la regla. Es as&iacute; que a&uacute;n hoy, salvando las obvias diferencias, solemos considerar &ldquo;izquierda&rdquo; a aquellos actores que, como los jacobinos, buscan transformar de forma radical y profunda la disposici&oacute;n de las cosas y las reglas de juego de la vida socio &ndash; pol&iacute;tica e identificamos con la &ldquo;derecha&rdquo; a otros que, como los girondinos, defienden el status quo o regresar al orden &ldquo;alterado&rdquo; por las transformaciones radicales. Con el tiempo, a dichas definiciones se han sumado condimentos de otro tipo, como la asociaci&oacute;n de la derecha tendiente a defender los derechos individuales y a la izquierda m&aacute;s cercana a la idea de bien com&uacute;n o social.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> La amenaza &ldquo;izquierdista&rdquo; en Am&eacute;rica Latina es un clich&eacute; utilizado por actores con intereses opuestos a las pol&iacute;ticas de alto contenido social llevadas a cabo por gran parte de los gobiernos de la regi&oacute;n en los &uacute;ltimos a&ntilde;os.</p> <p> M&aacute;s all&aacute; de la derecha y la izquierda en su acepci&oacute;n m&aacute;s pura, la segunda pregunta que surge es cu&aacute;l es la vigencia que tales absolutos poseen en el juego pol&iacute;tico actual. Lo cierto es que vivimos en un mundo con un mercado predominantemente guiado por la l&oacute;gica liberal, que prioriza las libertades individuales por encima del bien com&uacute;n. &iquest;Significa ello que el Estado deba seguir la misma l&oacute;gica? &iquest;Es posible la existencia de un Estado que conjugue principios de transformaci&oacute;n profunda en un contexto internacional dominado por las variables econ&oacute;micas y la especulaci&oacute;n?</p> <p> Pues bien, si consideramos que la ideolog&iacute;a es la forma en que los diferentes actores leen la realidad, entonces podr&iacute;amos decir que un Estado que lea su realidad alejada del polo de la derecha, -incluso en un contexto econ&oacute;mico internacional &ldquo;derechizado&rdquo;- es totalmente posible. No significa por ello que necesariamente hablemos de un Estado de izquierda. Las sociedades son organismos vivos que desde sus comienzos se han caracterizado por su dinamismo y en consecuencia por su creciente diversificaci&oacute;n. Cuando la sociedad se diversifica es razonable que el Estado lo haga tambi&eacute;n.</p> <p> Como sabemos, los medios de comunicaci&oacute;n cumplen en ciertas ocasiones el rol de mediadores entre la sociedad y la pol&iacute;tica, ya que no s&oacute;lo son formadores de opini&oacute;n, sino tambi&eacute;n de perfiles e im&aacute;genes. Su rol en el juego pol&iacute;tico en numerosas oportunidades se encuentra atravesado por intereses espec&iacute;ficos que, por tanto, terminan de definir la interpretaci&oacute;n altamente subjetiva de las cuestiones pol&iacute;ticas. Tambi&eacute;n esto explica por qu&eacute; algunos grupos exponen la dicotom&iacute;a derecha-izquierda como &uacute;ltima explicaci&oacute;n de la realidad pol&iacute;tica.</p> <p> Como ya se dijo, los conceptos de izquierda y derecha nacieron con la Revoluci&oacute;n Francesa, pero muchos polit&oacute;logos consideran que han perdido gran parte de su fuerza como expresiones t&aacute;citas de posici&oacute;n pol&iacute;tica. No obstante, incluso en la actualidad se suele seguir invitando a la opini&oacute;n p&uacute;blica a pensar la realidad en t&eacute;rminos de izquierda y derecha utilizando dichos conceptos de manera inmutable sin otro prop&oacute;sito m&aacute;s que crear etiquetas pol&iacute;ticas negativas sobre ciertos gobiernos. La amenaza &ldquo;izquierdista&rdquo; en Am&eacute;rica Latina es un clich&eacute; utilizado por actores con intereses opuestos a las pol&iacute;ticas de alto contenido social llevadas a cabo por gran parte de los gobiernos de la regi&oacute;n en los &uacute;ltimos a&ntilde;os.</p> <p style="text-align: center;"> <img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/articulos/articulos/imagen/Nestor_y_Cristina_saludando.jpg" style="width: 750px; height: 563px;" /></p> <p> En el caso de Argentina, a m&aacute;s de una d&eacute;cada de la llegada de N&eacute;stor Kirchner al poder, se sigue escuchando esta discusi&oacute;n entre izquierda y derecha. Existen enconados debates sobre si las pol&iacute;ticas llevadas a cabo desde entonces pertenecen puramente a un lado u otro del gran espectro pol&iacute;tico. Lo que se pierde de vista &ndash;voluntaria y/o involuntariamente- es que quiz&aacute; lo que importa no es la etiqueta que deber&iacute;a adjudic&aacute;rsele a un gobierno como el kirchnerista sino aceptar que la pol&iacute;tica argentina vive uno de los per&iacute;odos pol&iacute;ticos m&aacute;s efervescentes de las &uacute;ltimas d&eacute;cadas y que ello no debe considerarse necesariamente como algo negativo. Lejos parecen haber quedado los tiempos de una reinante indiferencia social y el autismo frente a lo que pasa en el mundo de la pol&iacute;tica. Como consecuencia de ello, las divergencias y la diversidad de opiniones tambi&eacute;n se han multiplicado.</p> <p class="blubox-jck" style="text-align: center;"> La oposici&oacute;n comienza a darse cuenta que existen l&iacute;mites a los retrocesos que la sociedad argentina actual est&aacute; dispuesta a negociar.&nbsp;</p> <p> M&aacute;s all&aacute; del debate entre izquierda y derecha, el Kirchnerismo ha tenido la habilidad de crear un &ldquo;punto de referencia&rdquo; habi&eacute;ndolo elevado por encima de niveles hist&oacute;ricos que se resumen en la frase &ldquo;nunca menos&rdquo;. Ese punto de referencia es lo que cada argentino espera, o deber&iacute;a esperar, de los gobiernos venideros m&aacute;s all&aacute; del lugar en el espectro pol&iacute;tico donde queramos colocarlo. El m&aacute;gico cambio en el discurso electoral de Mauricio Macri en los &uacute;ltimos tiempos es un claro ejemplo de ello. La oposici&oacute;n comienza a darse cuenta que existen l&iacute;mites a los retrocesos que la sociedad argentina actual est&aacute; dispuesta a negociar.</p> <p> El Estado ha dejado de ser ant&oacute;nimo de eficiencia. La &uacute;ltima d&eacute;cada ha visto de la mano del Kirchnerismo una revalorizaci&oacute;n de la idea de obra p&uacute;blica, de lo estatal e incluso del pago de impuestos como una forma de construir bienestar mediante sistemas solidarios en pos de bienes colectivos. Es cierto, quiz&aacute; estemos m&aacute;s cerca de la izquierda que anta&ntilde;o, no como un absoluto pol&iacute;tico, sino m&aacute;s bien como un recordatorio de la necesidad de conservar el instinto transformador.</p> <p> En un mundo donde priman los principios econ&oacute;micos liberales, tenemos que obligarnos a pensar (en palabras del Pepe Mujica) &ldquo;qu&eacute; ser&iacute;a del mundo si no existiera una actitud de izquierda, que a&uacute;n en el fracaso obliga a repartir, tiene un grito solidario, se acuerda de los que van quedando al costado del camino&hellip; &iexcl;qu&eacute; desastre ser&iacute;a el hombre&rdquo;.&nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p> (*) Licenciada en Relaciones Internacionales de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</p> <p> &nbsp;</p> <p> <strong>-Nota del editor:</strong> Este art&iacute;culo fue recepcionado el 01 de Agosto de 2015</p></div> Síntesis Mundial Septiembre 2013 2013-10-20T23:28:07-03:00 2013-10-20T23:28:07-03:00 https://fundamentar.com/publicaciones/revista-sintesis-mundial/item/2967-sintesis-mundial-septiembre-2013 Dana Valdano hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/e77c42b294824a0fd96615ce3f0632e4_S.jpg" alt="Síntesis Mundial Septiembre 2013" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Resumen mensual de los acontecimientos internacionales del Centro de Estudios Pol&iacute;ticos e Internacionales de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> <em>Resumen mensual de los acontecimientos internacionales del Centro de Estudios Pol&iacute;ticos e Internacionales de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</em></p> <p> &nbsp;</p> <div> &nbsp;</div> <div> <span style="font-size: 21px; font-weight: bold;">SUMARIO:<img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/imagen/sintesis mundial septiembre 2013.jpg" style="width: 300px; height: 424px; margin-left: 10px; margin-right: 10px; float: right;" /></span></div> <div> &nbsp;</div> <div> <strong>EDITORIAL&nbsp;</strong><em>/ Por Ana Lucia Mucci&nbsp;</em>(<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/Editorial.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</div> <div> &nbsp;</div> <p> La Geopol&iacute;tica como Explicaci&oacute;n de la Crisis Siria /&nbsp;<em>Por Pedro Arrospidegaray </em>(<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/1.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</p> <p> La Crisis Siria en el Marco del G-20 /<em> Imanol Barrang&uacute;</em> (<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/2.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</p> <p> La Crisis Siria Presente en la Agenda Latinoamericana / <em>Por Carolina Mart&iacute;nez</em> (<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/3.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</p> <p> Crisis Siria: &iquest;C&oacute;mo Repercute en la Regi&oacute;n? /&nbsp;<em>Por M. Roc&iacute;o Novello </em>(<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/4.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</p> <p> &iquest;De la Primavera al Invierno &Aacute;rabe? / <em>Por Noem&iacute; S. Rabbia</em> (<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/5.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</p> <p> Tensi&oacute;n entre Estados Unidos y Rusia por Siria /<em> Por Priscila Pretzel</em> (<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/6.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)&nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p class="pdf-jck"> <a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/revista%20completa.pdf" target="_blank">Descargar Revista Completa</a></p> <p> <strong>Haga click en el centro de la revista para leerla en pantalla completa</strong></p> <p> &nbsp;</p> <div class="issuuembed" data-configid="6440878/5304116" style="width: 400px; height: 300px;"> &nbsp;</div> <script type="text/javascript" src="//e.issuu.com/embed.js" async="true"></script></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://fundamentar.com/media/k2/items/cache/e77c42b294824a0fd96615ce3f0632e4_S.jpg" alt="Síntesis Mundial Septiembre 2013" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p> <em>Resumen mensual de los acontecimientos internacionales del Centro de Estudios Pol&iacute;ticos e Internacionales de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</em></p></div><div class="K2FeedFullText"><p> <em>Resumen mensual de los acontecimientos internacionales del Centro de Estudios Pol&iacute;ticos e Internacionales de la Fundaci&oacute;n para la Integraci&oacute;n Federal</em></p> <p> &nbsp;</p> <div> &nbsp;</div> <div> <span style="font-size: 21px; font-weight: bold;">SUMARIO:<img alt="" src="https://fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/imagen/sintesis mundial septiembre 2013.jpg" style="width: 300px; height: 424px; margin-left: 10px; margin-right: 10px; float: right;" /></span></div> <div> &nbsp;</div> <div> <strong>EDITORIAL&nbsp;</strong><em>/ Por Ana Lucia Mucci&nbsp;</em>(<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/Editorial.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</div> <div> &nbsp;</div> <p> La Geopol&iacute;tica como Explicaci&oacute;n de la Crisis Siria /&nbsp;<em>Por Pedro Arrospidegaray </em>(<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/1.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</p> <p> La Crisis Siria en el Marco del G-20 /<em> Imanol Barrang&uacute;</em> (<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/2.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</p> <p> La Crisis Siria Presente en la Agenda Latinoamericana / <em>Por Carolina Mart&iacute;nez</em> (<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/3.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</p> <p> Crisis Siria: &iquest;C&oacute;mo Repercute en la Regi&oacute;n? /&nbsp;<em>Por M. Roc&iacute;o Novello </em>(<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/4.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</p> <p> &iquest;De la Primavera al Invierno &Aacute;rabe? / <em>Por Noem&iacute; S. Rabbia</em> (<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/5.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)</p> <p> Tensi&oacute;n entre Estados Unidos y Rusia por Siria /<em> Por Priscila Pretzel</em> (<a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/6.pdf" target="_blank">descargar PDF</a>)&nbsp;</p> <p> &nbsp;</p> <p class="pdf-jck"> <a href="http://www.fundamentar.com/archivos/publicaciones/sintesis_mundial/pdf/septiembre%202013/revista%20completa.pdf" target="_blank">Descargar Revista Completa</a></p> <p> <strong>Haga click en el centro de la revista para leerla en pantalla completa</strong></p> <p> &nbsp;</p> <div class="issuuembed" data-configid="6440878/5304116" style="width: 400px; height: 300px;"> &nbsp;</div> <script type="text/javascript" src="//e.issuu.com/embed.js" async="true"></script></div>