El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negocian desde hace más de dos años en La Habana acuerdos para poner fin a medio siglo de conflicto armado que ha dejado más de 200.000 muertos.
Pero las conversaciones sufrieron un traspié la semana pasada cuando el Gobierno acusó al grupo rebelde de romper el cese al fuego con un ataque en el Cauca colombiano en el que además de los soldados muertos, falleció un guerrillero y quedaron heridos 20 militares.
El próximo ciclo de negociaciones comenzará el 28 de este mes y se extenderá hasta el 8 de mayo.
Al cierre del ciclo 35 de la negociación, el líder de las FARC Iván Márquez pidió la creación de una veeduría que determine los responsables de ataques, del que el grupo rebelde culpa al Gobierno por negarse al cese al fuego bilateral, que pidió sea estudiado "sin dilaciones ni temores".
"Hemos resuelto declarar un cese unilateral al fuego y a las hostilidades por tiempo indefinido que debe transformarse en armisticio", dijo Márquez al leer un comunicado.
"Hay que persistir en las conversaciones. Estas no pueden romperse por ningún motivo", añadió.
Poco después, el jefe de la representación del Gobierno en la mesa, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, respondió al pedido de las FARC argumentando que el grupo rebelde incumplió con su propia palabra y que un cese bilateral ya se está estudiando.
"Estamos discutiendo con presencia de militares activos los elementos de ese cese definitivo. Hemos avanzado. Pero no es bajo la presión de los ataques como vamos a llegar a él. No se trata de pactar treguas imperfectas y frágiles en un momento de desespero. Eso no va a ocurrir", dijo con voz enérgica.
Como reacción al ataque, el presidente Santos ordenó levantar la suspensión de los bombardeos sobre los campamentos de las FARC que había decretado hace un mes.
Las negociaciones tienen lugar en medio de una confrontación armada en las selvas del país y De la Calle consideró que esa "es la senda correcta" en un camino lleno de obstáculos.
Luego de iniciado los diálogos en noviembre de 2012, las partes han llegado a acuerdos parciales para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, facilitar la transformación de la guerrilla en un partido político, combatir el narcotráfico y el desminado.
Quedan pendientes temas sensibles como la reparación a las víctimas y el fin de la confrontación.
El próximo ciclo de negociaciones comenzará el 28 de este mes y se extenderá hasta el 8 de mayo.
RELEVAMIENTO Y EDICION: María Belén Serra
FUENTE: Reuters
