Lunes, 06 Abril 2015 09:29

Al Shabab y el Ataque a la Universidad Keniana

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Familiares de las víctimas sin consuelo Familiares de las víctimas sin consuelo

Al menos 148 personas, la mayoría estudiantes, murieron el pasado jueves 2 de abril, en el ataque islamista del comando Al Shabab en la Universidad de Garissa, en el este de Kenia.

Hombres armados atacaron la mañana del jueves la Universidad de Garissa, en Kenia, y tomaron a jóvenes estudiantes como rehenes en una de las residencias del campus, según informó el Ministerio de Interior keniano. El saldo fue de 148 estudiantes muertos y más de 500 rescatados del campus.

El ataque es atribuido a Al Shabab, o “Movimiento de Jóvenes Muyahidines”, el cual es un grupo yihadista islámico somalí.

La operación llevada a cabo por las fuerzas de seguridad kenianas se dio por concluida casi 16 horas después del comienzo del ataque en este pueblo situado a 150 km de la frontera con Somalia. La Universidad de Garissa cuenta con unos 900 estudiantes, en su mayoría procedentes de otras partes de Kenia. La proximidad de Garissa con la frontera somalí, hizo que sea fácil para los atacantes burlar las medidas de seguridad y planificar ataques sin grandes contratiempos.

A raíz de estos sucesos, el gobierno de Kenia decidió tomar medidas en pos de prevenir futuros incidentes. El Ministerio del Interior estableció el toque de queda en 4 condados: Garissa, Wajir, Mandera y Tana, debido a la necesidad de preservar a la población civil de cualquier otro posible incidente, así como mantener el orden en áreas aledañas al ataque. En tanto, el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, declaró tres días de luto nacional y pidió a los ciudadanos que permanezcan unidos.

El ataque es atribuido a Al Shabab, o “Movimiento de Jóvenes Muyahidines”, el cual es un grupo yihadista islámico somalí. Un portavoz de este grupo, citado por la BBC, ha dicho: "hemos matado a mucha gente, los kenianos quedarán espantados cuando vengan dentro".

La mayoría de las víctimas han sido heridas por disparos, ha señalado la Cruz Roja keniana. "Hay muchos cuerpos sin vida de los cristianos en el interior del edificio. También mantenemos muchos cristianos con vida" ha indicado Al Shabab. Los combatientes dejaron salir a todos los estudiantes musulmanes y sólo retuvieron a los cristianos, a los cuales se les prometió una muerte segura. Para ello, les hacían preguntas sobre el Corán y mataban a los que no respondían.

Este grupo terrorista ya ha atacado en otras ocasiones en Garissa y otras zonas fronterizas con Kenia. El ataque pasado más importante realizado por Al Shabab en territorio keniano fue el dirigido al centro comercial Westgate en septiembre de 2013, cuando 67 personas perdieron la vida.

Esta nueva actuación de Al Shabab deja en evidencia la división que existe en Kenia entre cristianos y musulmanes

Siendo un grupo vinculado a Al Qaeda, Al Shabaab, ha prometido castigar a Kenia por el envío de tropas a Somalia junto a las fuerzas de paz de la Unión Africana para luchar contra el grupo. El pasado 25 de marzo se habría mandado un aviso alertando que la Inteligencia keniana indicaba que Al Shabab estaba planificando ataques en represalia. La información se habría puesto a disposición de los organismos gubernamentales y oficiales, con el objetivo de poner en marcha las medidas necesarias para frustrar cualquier intento de ataque.

El grupo yihadista ha amenazado nuevamente al gobierno keniano, en los días posteriores a este suceso, sobre otro posible ataque en el caso de que Kenia continúe manteniendo tropas en Somalia. "Las ciudades kenianas quedarán manchadas en sangre", advirtió la milicia en una nota publicada por varios sitios web vinculados a Al Shabab.

Esta nueva actuación de Al Shabab deja en evidencia la división que existe en Kenia entre cristianos y musulmanes, donde estos últimos se consideran marginados por el gobierno central, y donde la pertenencia étnico-religiosa genera una brecha entre los ciudadanos. Asimismo, da cuenta de la escasa infraestructura de controles fronterizos y cooperación entre los países del norte africano, los cuales deben lidiar con grupos yihadistas que utilizan la violencia como moneda corriente.

 

(*) Investigadora de la Fundación para la Integración Federal

 

FUENTE: El País; Télam 

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