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Fundamentar - Artículos https://fundamentar.com Thu, 25 Apr 2024 17:09:47 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es La bebida estaba fuerte y no era vodka https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6413-la-bebida-estaba-fuerte-y-no-era-vodka https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6413-la-bebida-estaba-fuerte-y-no-era-vodka Occidente acusa al Gobierno de Putin de envenenar a referente opositor

¡Buen domingo! El lugar donde este artículo fue escrito acaba de retroceder de fase, en lo que restricciones pandémicas se refiere. Por lo tanto, por los que vayan a leerlo y por la persona que lo escribió, tratará de ser lo más entretenido posible como para enfrentar la situación. Para eso, vamos a hablar de un posible envenenamiento en Rusia que vuelve a tensionar el lazo con la Unión Europea y volvemos a Venezuela, donde la oposición parece fragmentarse otra vez. Y como siempre, muchas cosas para ver y leer en el bonus.

El veneno viene en frasco chico o en una taza de té.

La semana pasada, Alexei Navalny estaba en el aeropuerto de la ciudad siberiana de Omsk. Su viaje hasta allí formaba parte de una campaña que desplegaba a lo largo de Rusia, intentando convencer a los sectores opositores a Vladimir Putin de formar una gran coalición que compita contra el oficialismo en las elecciones legislativas del año que viene. Pidió un té, se lo tomó y se subió al avión. Horas más tarde, entraba en un coma inducido debido a una descompensación que sufrió en pleno vuelo hacia Moscú.

Las personas cercanas a Navalny acusaron al gobierno ruso de envenenarlo, explicando que lo único que ingirió fue el té del aeropuerto. Francia y Alemania se apuraron en ofrecer asilo y un avión sanitario se llevó al paciente a Berlín, donde se recupera paulatinamente a pesar de estar grave.

Alexei Navalny en una marcha opositora en Moscú

Alexei Navalny, además de ser la versión rubia del jefe de los espartanos en ‘300’, ha sido catalogado como el enemigo más peligroso del Presidente de Rusia, Vladimir Putin. Siempre que intentó ser candidato a Presidente, se lo prohibieron. También estuvo preso en varias oportunidades. Su popularidad existe gracias a su actividad en internet denunciando casos de corrupción y violaciones a los derechos humanos supuestamente cometidos por el gobierno de su país. Un poco de su historia, acá (ver)

Las sospechas de Occidente sobre el gobierno ruso no responden solamente a esas cosas de la política. Los antecedentes no lo ayudan, diría un amigo. Ya hubo un caso donde un doble agente ruso que trabajaba para el MI6 británico, Sergei Skripal, fue envenenado en Salisbury, zafando con lo justo. Todos le apuntaron a Putin y a los servicios rusos. (ver)

Alemania, donde Navalny cumple la doble condición de asilado y paciente, pidió explicaciones. Dijeron que hubo un envenenamiento con Novichok (¿what?), una sustancia que fue utilizada también en el caso que nombramos arriba. Rusia niega toda responsabilidad por el hecho y pidió que este acontecimiento no influya en la relación con Occidente.

El caso es de película, pero me interesa más pensar en las derivaciones políticas. Es un punto de tensión más entre Rusia y la Unión Europea. El capítulo 2020 de esta difícil relación estaba escrito con el tono de la crisis bielorrusa. Con el caso Navalny vuelve a haber discrepancias entre los 27 y un Putin que vuelve a ser señalado como un oscuro personaje que envenena adversarios.

Pero la voz cantante de la UE en este asunto no la tiene cualquiera; la tiene Alemania. La oposición doméstica al Gobierno de Merkel (ver) sostienen que el gasoducto Nord Stream 2, que conectará el gas ruso con Europa por el Mar Báltico, debe ser reconsiderado tras las acciones rusas, que andarían un poco flojas de moral. 

Como para empiojar un poco más el panorama, el presidente bielorruso Lukashenko, del cual hablamos hace unas semanas (acá podes leerlo) y que afronta la crisis más seria en sus 26 años de gobierno, dijo que toda la causa Navalny esta armada, justamente para no concretar el proyecto del gasoducto. (ver acá)

 “No podemos seguir jugando a ser gobierno de internet”

La frase corona una fragmentación más en la oposición venezolana. Su autor es Henrique Capriles. Candidato a Presidente en dos oportunidades y ex gobernador del Estado de Miranda, Capriles se bajó del barco de Guaidó, quien ve su liderazgo en las filas anti chavistas cada vez más comprometido.

Semana movida en Venezuela, que tiene elecciones legislativas el 6 de diciembre. A comienzos de la semana, Nicolás Maduro anunció un indulto a más de 100 dirigentes opositores que estaban presos y los dejaba en libertad. Una medida que fue bien recibida por la Unión Europea, que fue formalmente invitada por Maduro (posta) para observar los comicios de diciembre junto con la ONU. 

Mientras el chavismo jugaba la carta de una relativa apertura, Capriles comenzaba la rebelión contra el liderazgo de Guaidó. Primero, se anotaba una victoria en la liberación de opositores, dando a entender que se logró gracias a sus gestiones personales.

https://twitter.com/hcapriles/status/1300976138265735169

Pero después sacudió el tablero anunciando su participación en las elecciones legislativas, diferenciándose de Guaidó que llama a no votar y a boicotear unos comicios que, en su opinión, serán fraudulentos. Capriles sostiene su decisión en base a dos argumentos. Número uno: no participar es regalarle la Asamblea Nacional al chavismo y perder la única institución del Estado que controla la oposición. Número dos: el liderazgo de Guaidó no va más. “Basta de gobierno de internet. Se agotó lo que había”. (ver nota)

https://www.youtube.com/watch?v=L9tR0E6Nh1Y

Lo que dicen (ver) Guaidó y su padre político, Leopoldo López , es que a Capriles le serviría perder las elecciones pero asegurarse ser la voz de mando de una eventual bancada opositora minoritaria, a costa de regalarle la Asamblea Nacional al chavismo y poniendo en riesgo los logros (relativos y pequeños, pero logros al fin), que han logrado desde enero de 2019: las sanciones económicas a la cúpula del Gobierno, el reconocimiento de varias decenas de países a Guaidó como el gobernante legítimo de Venezuela, el asiento en la OEA, y algunas más.  

Antes amigos, ahora adversarios.

Mientras, Nicolás Maduro se frota las manos. Hay versiones que apuntan que la estrategia de Capriles estaría bien vista desde la Unión Europea, que quiere comenzar a encontrar soluciones a la crisis venezolana. Una crisis que se ha dilatado mucho en el tiempo y que podría sufrir modificaciones con estos movimientos y con algunos otros hechos que sucederán en las próximas semanas, como las elecciones en los Estados Unidos.

Ping Pong

  • Marchas anti cuarentena, también en Europa. (click aquí)
  • Los Fiscales del Lava Jato presentan sus renuncias luego del alejamiento de Deltan Dallagnol. (ver acá)
  • Muere uno de los principales criminales del genocidio en Camboya (ver acá) 
  • Grecia y Turquía negocian en el seno de la OTAN (ver acá)
  • Comienza el juicio por complicidad con el atentado contra la revista francesa Charlie Hebdo (ver acá)

Bonus track

Donald Trump se apoya en la política exterior de cara a la parte final de la campaña. Mientras las tensiones raciales y la mala gestión de la pandemia le complican sus chances, el Presidente estadounidense recibió en la Casa Blanca al Presidente de Serbia, Aleksandar Vučić y al Primer Ministro de Kosovo, Avdullah Hoti.

Dos semanas después de la mediación entre Emiratos Árabes Unidos e Israel, Estados Unidos vuelve a jugar el rol del tercero que acerca a dos partes en disputa. Kosovo se declaró independiente en 2008 y fue reconocida por varios países, incluido Estados Unidos. Serbia, aliado histórico de Rusia, no reconoce a Kosovo como Estado independiente.

Mientras Kosovo busca “el reconocimiento mutuo”, Serbia pone el freno ahí y se limita a firmar acuerdos económicos, que fue lo que efectivamente se acordó en la Casa Blanca. De hecho, Vučić dijo que no firmara ningún papel que diga que Serbia reconoce a Kosovo

Pero todo este evento tiene un solo objetivo: la campaña de reelección de Trump. En una conferencia de prensa conjunta, Trump y sus colaboradores se la pasaron a hablando de “dos países”, dos “presidentes” y los trata como iguales. Vučić se veía extremadamente incomodo con el tono de la declaración, y aprovechó a poner en claro que “los conflictos económicos están solucionándose, pero no los políticos”. De poco sirvió en una puesta en escena pomposa para darle una victoria a Trump. Si no me creen que el Presidente serbio estaba deseando estar en Belgrado tomando una birra en lugar de estar en el Salón Oval, mírenlo ustedes mismos.

https://www.youtube.com/watch?v=KBOflvUtpQs

El que ligó de rebote con todo esto fue Israel. Serbia anunció que moverá su Embajada de Tel Aviv a Jerusalén, siendo el primer país europeo en hacerlo y configurando un gesto inequívoco en favor del Estado judío. Israel sigue siendo beneficiario de las aventuras diplomáticas de Trump en pos de ganar las elecciones. No obstante, parece que el presidente serbio se enteró de esto al momento de la Conferencia y recién cuando Trump lo menciona.

https://twitter.com/iehutin/status/1302282191095894018

El sábado que viene, si se junta el quorum, son las elecciones en el BID. Hay dos candidatos: Gustavo Béliz, actual secretario de Asuntos Estratégicos del gobierno de Alberto Fernández y Mauricio Claver – Carone, asesor de Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos, descendiente de cubanos y operador anticastrista de la derecha republicana de Florida. Este articulo con las claves de esta elección está muy bueno por dos razones: primero porque explica los por qué sería una derrota para Latinoamérica que un norteamericano dirija el banco, y segundo porque lo escribí yo. Bueno che, un poquito de autobombo no viene mal. (leer aca)

Para terminar de graficar este tema, les dejo una entrevista al propio Claver – Carone, donde otorga algunas definiciones y algo que bien podría ser tomado como un chiste: se reivindica latinoamericano mientras da la entrevista en los jardines de la Casa Blanca. (ver entrevista)

Eso fue todo por hoy.

Hasta la semana que viene.

(*) Analista Internacional de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Santiago Toffoli (*)) Opinión Sat, 05 Sep 2020 19:24:53 -0300
Que te quiero verde https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6394-que-te-quiero-verde https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6394-que-te-quiero-verde Que te quiero verde

¡Buen finde! Arranco bien arriba los resúmenes porque tengo una obsesión con que el mismo sea directamente relacionado al inicio del fin de semana. El que persevera, triunfa. Eso lo aprendí estudiando en la universidad pública. Hoy vamos a hablar de Europa, donde los partidos ecologistas dieron el batacazo en las elecciones municipales francesas. Pasaremos por Polonia, que tuvo elecciones presidenciales. Y volvemos a Venezuela, donde Guaidó ganó un partido después de mucho tiempo.

Bleu, blanc, rouge. ¿Vert?

El domingo se llevó a cabo la segunda vuelta en las elecciones municipales en Francia. Primero, vamos con los hechos y después con lo que significan.

El partido Europa Ecológica – Los Verdes (EELV) ganó en la mayoría de las ciudades importantes del país: Estrasburgo, Lyon, Burdeos, Marsella, Poitiers, Tours. Retuvieron Grenoble, la única ciudad que gobernaban antes de este año. Además serán parte de la coalición de gobierno en otras dos ciudades: Paris, donde reeligió la socialista Anne Hidalgo, y Lille.

El otro dato es que la abstención fue casi del 60%. Un record para la sociedad más politizada de Europa. Eso no es moco de pavo, como dicen los uruguayos. Si bien el coronavirus jugo su partido, también es producto de un cambio reciente en un país donde la irrupción de los chalecos amarillos el año pasado todavía pesa y muestra un descontento bastante extendido de la sociedad frente a la clase política.

De esto se desprenden varias cosas. Francia es un país donde los partidos de izquierda (sobre todo el Socialista) siempre fueron muy fuertes. En 2017, en la segunda vuelta de las presidenciales, los franceses eligieron a un Emmanuel Macron que se identifica con la derecha liberal, moderada y europeísta frente a la extrema derecha liderada por Marine Le Pen y su partido, Reagrupamiento Nacional. El miedo a un triunfo de los ultras configuró una coalición amplísima que llevo al actual mandatario al Palacio del Eliseo.

La irrupción de Los Verdes en estas municipales muestra un cambio en la articulación de la izquierda y la socialdemocracia francesa. Cuando los ecologistas se presentaron en coalición, lo hicieron con la izquierda o la centroizquierda, como pasó en Paris y en Marsella, las dos ciudades más importantes. Esto muestra que aquel retroceso de la izquierda tras la cuestionada gestión del ex presidente socialista, François Hollande, es contrarrestado en el camino hacia 2021 estableciendo una alianza con Los Verdes, que forzarán la incorporación inmediata de la agenda ambiental a los programas de la socialdemocracia. Olivier Faure, secretario general del PS, ya anunció su intención de apuntalar un bloque “social – ecologista”

Lo segundo que arroja esta elección es la derrota del actual Presidente. El partido de Macron, La Republica en Marcha, que es una formación relativamente nueva, no ganó en ninguna ciudad con más de 100.000 habitantes. Si bien hacia afuera ha sido un gran defensor del Acuerdo de Paris sobre el cambio climático y ha sermoneado a Bolsonaro frente a los incendios en la Amazonia, los movimientos ecologistas le reclaman un mayor y real compromiso al presidente en los temas ambientales.

Por otra parte, hay que destacar que la gestión de Macron contentó más a la centroderecha liberal que al progresismo que lo votó para evitar un triunfo de la ultraderecha de Le Pen. Los conflictos con los trabajadores, la reforma laboral al inicio de su mandato, y la falta de respuestas a los problemas sociales de Francia tuvieron su corolario en esta falta de apoyo a su formación política.

La misma noche del domingo, Macron salió a anunciar un giro ecologista en su gestión. Esto muestra también la maleabilidad del ecologismo en Europa. Hoy, en Francia, están aliados con la centro izquierda. Pero nada impide que formen coaliciones en otros países con la centroderecha. Evidencias de algo que ya sabíamos, pero que ahora reconfirmamos: el clivaje izquierda – derecha ya no sirve más para explicar por sí solo la política del siglo XXI.

Un ejemplo más de esto que decíamos: el domingo asumió como Primer Ministro de Irlanda Micheál Martin. Hace unos meses, las elecciones habían sido ganadas por el partido Sinn Fein, el brazo político del Ejército Republicano de Irlanda, o IRA, por sus siglas en inglés. Ese cambio en la política irlandesa fue neutralizado por los dos partidos tradicionales, que impusieron a Martin como Primer Ministro. ¿Saben quiénes pusieron los votos para mantener el statu quo? Los Verdes irlandeses. 

Traduciendo: los ecologistas no son progres en todas partes. Son pragmáticos. Dejo una entrevista a Daniel Cohn – Bendit, un ex eurodiputado y asesor de Macron, donde analiza las elecciones del domingo-->VER

El límite de Occidente

Polonia se suele tomar como la primera línea de contención de Europa Occidental frente a Rusia y sus aliados. La OTAN tiene allí un despliegue importante de su sistema defensivo. Además, Polonia es uno de los países de la Unión Europea que, junto con Hungría, ha mostrado algunos atisbos de fascismo que preocupan a Bruselas y a los líderes de los grandes países.

El domingo hubo elecciones presidenciales. Si bien en Polonia rige un sistema parlamentario como en la mayoría de los países de Europa, el Presidente es una figura importante en este país porque puede vetar las Leyes que envíe el Parlamento. Una prerrogativa que no tienen la mayoría de los presidentes europeos.

El actual Presidente, Andrzej Duda, es aliado del partido conservador gobernante Ley y Justicia. La semana pasada, en las puertas de la elección, hizo una de las pocas visitas de Estado durante la pandemia: fue a Washington a ver a Donald Trump. Eso lo pinta un poco, ¿no? Por si no es suficiente, también advierte que la “ideología” LGBT es ‘más destructiva que el comunismo’

Duda garantiza que la Presidencia no va a jugar en contra de las Leyes que impulse el gobierno. Pero esto cambiaria si el Presidente fuese alguien de la oposición. Y eso es lo que puede suceder a partir del 12 de julio.

El domingo, el Presidente obtuvo el 43.7% de los votos, una cifra que no le alcanza para evitar la segunda vuelta. Su contrincante será Rafal Trzaskowski, el alcalde capitalino de Varsovia, que sacó el 30.3%. Trzaskowski representa a la centroderecha. Su partido se llama Coalición Cívica. Si, a mi también me hizo acordar a Lila.

Bueno, lo cierto es que Polonia va a elegir entre la derecha y otra derecha. Las expresiones progresistas, en general, no tienen mucho lugar en los países de Europa central. Reiteramos la importancia de esta elección: si gana la oposición, puede vetar leyes en un país que es experimento de la ultraderecha europea y mundial, sumado a que constituye el límite de la alianza transatlántica frente a Rusia y sus aliados.

Un pequeño triunfo

El 2020 viene siendo duro para la mayoría de nosotros. Pero es particularmente adverso para Juan Guaidó. El líder de la oposición venezolana, que contaba con todas las herramientas para correr a Nicolás Maduro del poder y tomar las riendas del país, viene muy debilitado. Fracasaron todas sus operaciones al interior de Venezuela, como la incursión marítima de principios de mayo en el marco de la llamada Operación Gedeón, o los llamados al levantamiento militar hacia sectores disidentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. 

Además de esto, su propio prestigio inicial fuera de las fronteras de Venezuela se vio comprometido. Las fotos con grupos paramilitares colombianos, los vínculos con asesores que operan desde Miami con mucho dinero pero sin logros para mostrar, y los desplantes de la elite política estadounidense, minan el principal activo que tiene: el apoyo internacional.

En los inicios de la pandemia, los decisores norteamericanos abarajaban la idea de realizar una transición en Venezuela sin la participación de Maduro, pero tampoco la de Guaidó. Y esto tuvo un componente adicional la semana pasada, a través la publicación del libro de John Bolton, el ex asesor de Trump, donde dice que el Presidente norteamericano siempre vio al diputado venezolano como un dirigente débil.

La pandemia no hizo más que correr a Guaidó aún más a los márgenes, habida cuenta de la centralidad que tienen los Poderes Ejecutivos a nivel mundial en lo referido a la gestión sanitaria para contener al virus.

Sin embargo, una corte británica le dio ayer a Guaidó una pequeña victoria que le da oxígeno para seguir en su titánica tarea de derrocar al chavismo. Venezuela tiene reservas de oro en el Banco de Inglaterra. Hace algunos meses, surgió la polémica sobre quien tiene potestad sobre esos activos: si Nicolás Maduro o Juan Guaidó. El Tribunal Superior de Justicia fallo a favor de la oposición, sosteniendo que el Reino Unido reconfirma su reconocimiento a Guaidó como presidente interino.

Después podemos discutir la fuerza argumental del fallo. Es decir, hay un país que tiene una crisis endémica, problemas socio económicos acuciantes, y un virus al cual contener. Sus reservas de oro, ante el bajo precio del petróleo y las sanciones internacionales, son un bien importantísimo. No obstante, un juez británico decide que ese oro será gestionado por una persona que no tiene gobernabilidad sobre ni un metro cuadrado de Venezuela y sobre ningún ciudadano de ese país. Inédito.

Qué va a hacer el diputado opositor con ese oro, es una incógnita. Lo que efectivamente se sabe es qué hará el sector de la oposición que él representa en las elecciones legislativas que el Gobierno acaba de convocar para el 6 de diciembre: boicotearlas. Lo inquietante, es que pasará cuando, tras la negativa de la oposición radical de participar en las elecciones, haya que renovar las bancas en la Asamblea Nacional, único órgano controlado por el anti chavismo.

Ping Pong y bonus

-Juan Domingo Perdón: el rey de Bélgica admite los abusos coloniales en el Congo tras las protestas contra el racismo-->VER

-India prohíbe Tik Tok y otras 59 aplicaciones de origen chino-->VER

-Al final, no era tan fácil: Netanyahu prorroga la anexión de Cisjordania-->VER

-¿Vladimir eterno? Amplio triunfo del Sí en el referéndum constitucional ruso-->VER 

-Hablando de elecciones, hay comicios presidenciales en República Dominicana este domingo. Cuatro candidatos, de los cuales uno fue presidente y dos son empresarios competirán en un escenario signado por el coronavirus y la incertidumbre electoral. Quienes son los candidatos, en esta nota de Telesur-->VER

En Portugal están evaluando nacionalizar TAP, la aerolínea de bandera, ya que el Estado debe salir al rescate de la misma debido a la situación que todas y todos conocemos. ¡Cómo está la internacional bolivariana, viejo! Me imagino a un troll libertario leyendo la noticia así:

Cuando pensábamos que el gobierno de Bolsonaro no podía ser más impresentable, pasan cosas como esta: tras la renuncia del ex Ministro de Educación, Abraham Wientraub, el Presidente anuncio a Carlos Decotelli como nuevo responsable de la cartera. En su curriculum, apuntalado por el Presidente, figuraban una maestría en la Fundación Getulio Vargas, un doctorado de nuestra Universidad de Rosario y un postdoctorado en la universidad de Wuppertal, en Alemania.

El Rector de la UNR, Franco Bartolacci, tuvo que aclarar que Decotelli no obtuvo ningún doctorado en nuestra casa de estudios.

https://twitter.com/fbartolacci/status/1276563236834467841

La universidad alemana también explicó que Decotelli cursó unas materias en Wuppertal, pero aclaró que no se trataba de estudios de postgrado y que tampoco tenía un título de esa institución. Por si no era suficiente, la Fundación Getulio Vargas anunció que abrieron una investigación sobre un posible plagio en la tesis de maestría presentada por este personaje. Decotelli renunció antes de jurar. Terrible papelón.

Cuando pienses que pasaste una situación vergonzosa, acordate del gobierno de Bolsonaro y se te pasa al toque.

Nos escribimos la semana que viene.

(*) Analista internacional de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Santiago Toffoli (*)) Opinión Sat, 04 Jul 2020 08:53:08 -0300
La sombra del TIAR se posa sobre Venezuela https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6300-la-sombra-del-tiar-se-posa-sobre-venezuela https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6300-la-sombra-del-tiar-se-posa-sobre-venezuela La Asamblea Nacional de Venezuela presidida por Juan Guaidó vota el retorno del país al TIAR.

La iniciativa para la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) constituye un eslabón más en la cadena de hechos para desalojar a Nicolás Maduro del poder en la República Bolivariana de Venezuela. Pero además, es un instrumento de una naturaleza distinta a los que ya han sido puestos en juego, visto y considerando que por ahora, ninguna de las acciones realizadas logró su cometido de derrocar al chavismo.

El presidente de la AN, Juan Guaidó / GETTY

Cambio de táctica, misma estrategia

La oposición venezolana y varios países de la región han decidido que la única solución para la crisis en Venezuela es la destitución de Nicolás Maduro de la presidencia del país caribeño, y en pos de ello, desde hace más de 2 años, han desplegado un complejo y heterogéneo conjunto de iniciativas: la creación del Grupo de Lima; el no reconocimiento al proceso electoral venezolano en 2018, así como a la posterior asunción de Maduro a un nuevo mandato; el juramento de Juan Guaidó como presidente encargado; el reconocimiento de varios países de la región a Guaidó como autoridad máxima del país; el intento de ingreso de ayuda humanitaria, con concierto musical incluido; la instigación a sectores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a realizar un levantamiento contra el gobierno chavista; la liberación del opositor Leopoldo López; la amenaza de intervención de los Estados Unidos; la mediación de Noruega en el diálogo entre el Gobierno y la oposición; y las sanciones económicas direccionadas tanto hacia los activos de Venezuela en el exterior como a personas físicas ligadas al gabinete de Maduro, entre otras.

A esta larga lista, hay que agregarle una última medida: el intento de aplicar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), contra la República Bolivariana de Venezuela.

Ante el fracaso que cada uno de los hechos mencionados en la lista anterior supuso para lograr el objetivo final, que es lograr un cambio de gobierno en Venezuela, la activación del TIAR supone un paso más, que materializa la necesidad de otorgarle a esta estrategia un marco jurídico e institucional, además de poner sobre la mesa una serie de posibles medidas y extenderlas a terceros Estados que no son parte del continente americano.

Tratamiento de la reactivacion del TIAR en OEA / Twitter @Almagro_OEA2015

¿’Letra muerta’ o instrumento válido?

El TIAR es un pacto de defensa mutua interamericana firmado en el año 1947 y pensado por los Estados Unidos de América, en su rol de potencia hemisférica, como un instrumento de seguridad para el escenario bipolar que caracterizó la segunda posguerra.

En su artículo 3°, el TIAR afirma que “en caso de un ataque armado por cualquier Estado contra un Estado americano será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de las Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inmanente de la legitima defensa (…)”.

Se comprende que, ante la coyuntura geopolítica reinante en esos años, un esquema de seguridad semejante fue ungido para institucionalizar la defensa del continente frente a posibles ofensivas militares provenientes de países extra hemisféricos.

No obstante, muchos de los detractores de este Tratado han señalado que constituye ‘letra muerta’, fundamentalmente en América Latina. Ejemplo de esto es que su aplicación brilló por su ausencia en la caso de la Guerra de Malvinas, donde una potencia extra hemisférica protagonizó una conflagración bélica con la república Argentina.

De todas maneras, el TIAR ha sido invocado una veintena de veces, siendo la última en el año 2001, luego del atentado en Nueva York, el 11 de septiembre. Sin embargo, en la mayoría de estas ocasiones, y a razón de conflictos en América Central, los mecanismos que resolvieron estas crisis respondieron mayormente a esquemas ad hoc, como el Grupo Contadora, y no a las medidas contempladas en el TIAR.

Desde su firma en la década del 40 hasta nuestros días, varios países de los 24 originales que suscribieron el TIAR lo han abandonado: México, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba y Venezuela. Pero desde la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente encargado y su posterior reconocimiento por parte de la Secretaría General de la OEA, el presidente de la Asamblea Nacional tramitó la reincorporación de Venezuela al TIAR, y ha pedido su activación contra su propio país.

Para esto, los cancilleres que votaron a favor de iniciar la activación del TIAR contra Venezuela se apoyaron en el artículo 6°, que no define con precisión qué constituye una amenaza a la paz y seguridad regionales. Solamente establece que el Órgano de Consulta debe reunirse inmediatamente si la soberanía de un Estado americano se pone en riesgo por tres supuestos: una agresión, un conflicto intracontinental o extracontinental, o cualquier situación o hecho que pueda poner en peligro la paz de América. Este último supuesto es el que resulta problemático al ofrecer una interpretación muy amplia y ambigua de lo que podría constituir un peligro a la paz.

Los Estados que pidieron la invocación del Tratado, y más concretamente Colombia, argumentaron que Maduro apoya a los grupos considerados “narcoterroristas” como el Ejército de Liberación Nacional o las FARC. A raíz de esto, Venezuela pondría en peligro la paz de América y por consiguiente, el Tratado podría ser aplicado por lo expuesto en el artículo 6°.

Por todas estas cuestiones, 12 países, incluido el representante de Guaidó en el TIAR, votaron a favor de la convocatoria al Órgano de Consulta, que evaluará las medidas a tomar, y que están especificadas en el artículo 8°. Estas medidas van desde la ruptura de relaciones diplomáticas hasta el uso de la fuerza militar.

Paraguas jurídico y advertencia a terceros

La convocatoria al Órgano de Consulta, que el 23 de septiembre resolvió empezar a estudiar las posibles aplicaciones del TIAR, constituye un marco jurídico para lograr la intervención, ya sea económica, política o militar, en Venezuela. Y esto supone una cuestión inédita en el tratamiento de la crisis, ya que las iniciativas mencionadas en el primer apartado que no concluyeron en el derrocamiento de Maduro carecían de un esquema institucional en el cual ampararse, sino que se sustentaron en tácticas ad hoc sin obligaciones para los países que participaron en ellas.

Por otro lado, y ante las acusaciones de los Estados Unidos a Rusia y a China de sostener al gobierno chavista, el TIAR también supone un instrumento a través del cual los Estados americanos pueden actuar en conjunto en el caso que una potencia extranjera intervenga en las cuestiones regionales. Si bien esto parece improbable, ya que las acciones rusa y china han sido fluctuantes y no han ido más allá de apoyo logístico o comercio armamentístico, es un factor a tener en cuenta dada la importancia geopolítica que tiene Venezuela y la interdependencia que caracteriza las relaciones entre las potencias mundiales.

Maduro tomando de posesión en enero del 2019 / REUTERS

Conclusiones

La iniciativa para activar el TIAR puede suponer otra medida insuficiente para la oposición venezolana y sus aliados en su objetivo de forzar la salida de Nicolás Maduro de la presidencia de Venezuela, o bien puede significar un paso más hacia una posible ofensiva militar.
Resulta preocupante esto último, ya que el sistema interamericano tiene herramientas que contemplan la solución pacifica de las controversias y que no han sido tenidas en cuenta, como el Pacto de Bogotá, que también nació a la luz de la OEA en la misma década del 40. También es necesario recalcar que la crisis humanitaria o las acusaciones de violaciones de los derechos humanos en Venezuela, no constituyen motivos para la instrumentación de un esquema de seguridad colectiva, como lo es el TIAR. De hecho, a lo largo del siglo XX hubo interrupciones al orden democrático, derrocamientos de gobiernos constitucionales, violaciones de derechos humanos y genocidios, y en ninguno de estos casos se contempló la posibilidad de activar el TIAR.

Incluso si las acusaciones del presidente Duque fueran ciertas, y Venezuela estuviese apoyando a los grupos insurrectos en Colombia, la aplicación del TIAR supondría desconocer los instrumentos para resolver pacíficamente las controversias entre dos o más Estados del continente.

Ya sea para contemplar una posible ofensiva militar o para sumar un elemento de tensión con potencias extra hemisféricas, la activación del TIAR es algo preocupante y no parece ser el procedimiento idóneo para resolver la crisis política, económica, social y humanitaria que vive actualmente la República Bolivariana de Venezuela. Sencillamente porque, en la historia de América Latina, este instrumento de seguridad no fue parte de ninguna solución viable y duradera.

(*) Santiago Toffoli es integrante del Centro de Estudios Políticos Internacionales (CEPI)

FUENTE: Síntesis Mundial

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hola@fundamentar.com (Santiago Toffoli (*)) Opinión Tue, 05 Nov 2019 15:37:15 -0300
Venezuela: ¿ganará la diplomacia? https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6145-venezuela-ganara-la-diplomacia https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6145-venezuela-ganara-la-diplomacia Venezuela: ¿ganará la diplomacia?

La comunidad internacional está enfocada en resolver la situación venezolana, pero desde distintas perspectivas. Están quienes reconocen a Maduro como presidente legítimo, mientras que del otro lado se reconoce a Guaidó. Están quienes optan por la negociación, mientras otros apuestan por un gobierno de transición. Es así como el tablero no está nada sencillo, pero se destacan los avances diplomáticos como vía para la resolución de la crisis en Venezuela.

El día lunes 20 Nicolás Maduro reconoció los contactos entre el “gobierno oficial” y la “oposición” a través de la mediación internacional y declaró que “La primera jornada con la mediación del Gobierno de Noruega ha sido muy positiva”. De esta forma, la esperanza para una solución madura, pacífica y que responda a las necesidades de la sociedad, está con la vista puesta en Noruega.

En el mismo acto, y con la frase de “vamos para buscar una solución pacífica, democrática y electoral”, propuso adelantar las elecciones parlamentarias que tendrían lugar durante 2020 para este año, pero aún sin fecha cierta. Las elecciones serían para los miembros de la Asamblea Nacional, única institución que es controlada por la oposición. En parte responde a la solicitud de la comunidad internacional de realizar elecciones libres y transparentes en el país, lo irónico que sean para el único espacio que controla la oposición, no así las presidenciales.

Protestas contra el gobierno de Maduro / REUTERS

No es la primera vez que se propone, como parte de su estrategia de disminuir la legitimidad de la oposición. Pero el interrogante siempre es el mismo, cómo se mantendrán las garantías para un proceso electoral formal. Esto fue discutido por Juan Guaidó quien catalogó a Maduro como ‘cínico’ al “insinuar que está dispuesto a someterse a unas elecciones cuando se las robó en el 2018”.

¿Cuál es la situación actual en Venezuela?

En medio de una crisis político-social, por la disputa de poder entre Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, cargo obtenido en las últimas elecciones en 2018, pero no reconocidas por gran parte de la comunidad internacional, y Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, autoproclamado presidente interino del país y reconocido en este rol por cerca de 50 países. En medio de esta disputa se encuentra una población en situación de desesperación.

El líder opositor Juan Guaidó en un acto con sus seguidores / AP

Algunas de las cifras realmente asustan sobre la situación venezolana, pero demuestran cómo es la vida cotidiana en el país caribeño. Cerca de 3 millones de personas abandonaron Venezuela desde 2015 año en que comenzó a complicarse la situación política y social según indica el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), casi un tercio está en Colombia en calidad de refugiados, seguido por Perú, Chile y Ecuador, a través de visas humanitarias o de trabajo y condición de asilo. Sólo por dar un ejemplo, según datos oficiales del gobierno argentino, el país recibió 180.000 venezolanos, y se espera que en los próximos meses lleguen 100.000 más, lo cual constituye la principal ola migratoria de los últimos tiempos.

El desempleo que alcanzo a poco menos de la mitad de la población, y el salario mínimo promedio es de 5 dólares al mes. En lo que va del 2019 se registraron más de 6000 manifestaciones según el Observatorio de Conflictividad Social de Venezuela, en los cuales, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) existen casos de detenciones arbitrarias e incluso de muertes en ejecuciones extrajudiciales, datos que muestran violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos.
Según el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, casi 7 millones de personas requieren asistencia humanitaria, es decir, un cuarto de la población nacional. Desde asistencia nutricional, asistencia médica para enfermedades prevenibles y acceso a agua potable.

En el ámbito económico-financiero, los números no mejoran. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PBI de Venezuela cayó un 18% en 2018 y los números de este año llevan a una caída de casi el 25%, acompañado de una inflación proyectada de 10.000.000%. Además, la producción petrolera de la cual el país es dependiente, cayó a 732.000 barriles diarios en 2019 mientras que en 2017 representaba 1.911.000 barriles diarios según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

¿Qué está haciendo la Comunidad Internacional?

El pasado lunes se oficializaron los contactos entre el oficialismo y la oposición venezolana en Oslo como intento de mediación noruega entre ambas partes. Noruega es un país con amplia trayectoria en diplomacia, mediaciones y arbitrajes internacionales, como, por ejemplo, la firma de los acuerdos entre Palestina e Israel, o su participación en el proceso de paz colombiano. La importancia de que sea este país quien realice los contactos es porque sigue reconociendo a Maduro como jefe de Estado de Venezuela, además de formar parte en la OTAN y, por lo tanto, ser aliado de Estados Unidos, y paradójicamente, tener buenos vínculos con Cuba con quienes fueron co-mediadores en el proceso de paz colombiano, por lo que puede instar a este país a colaborar en esta situación.

Estos contactos se dan en un marco de fase preliminar, lo que significa que se tantean cuáles son los objetivos de las partes y cuáles son las líneas rojas. El problema central radica en la falta de flexibilidad de los involucrados.

Canciller de Noruega, Ine Eriksen Søreide / AFP

Por el lado del gobierno oficialista se sostiene ser los representantes legítimos del pueblo, mientras que desde la oposición Guaidó sostiene que no va a negociar, que sólo se trata de un proceso de buenas intenciones por parte del gobierno de Noruega, pero que no caerán en la estrategia de manipulación de Maduro, e impone 3 exigencias: “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”. Mientras, en declaraciones públicas habla de enviados y no de mediadores. De esta forma, si no hay un mutuo reconocimiento entre las partes y cierta flexibilidad de posiciones la negociación no llegará a ningún punto.

Paralelamente, la Unión Europea (UE) en octubre del año pasado fundó el denominado Grupo de Contacto Internacional (GCI) en el que se encuentran Uruguay, México, Bolivia, Costa Rica, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Suecia y Unión Europea, con el objetivo de llegar a una solución democrática, pacífica y mancomunada respetuosa de la Constitución venezolana. Se promovieron varias reuniones, una de ellas en Cuba, donde se realizó el primer contacto oficialismo-oposición y se determinó que el diálogo sería coordinado por Noruega. El 16 y 17 de mayo el GCI envió funcionarios a Caracas para estrechar vínculos y lograr una salida electoral negociada.

Los representantes en estas negociaciones son por parte del gobierno oficialista, el ministro de Comunicación Jorge Rodríguez y el gobernador del estado de Miranda, Héctor Rodríguez; mientras que por parte del gobierno opositor se encuentran el exdiputado Gerardo Blyde, el exministro Fernando Martínez Mottola y el vicepresidente de la Asamblea Nacional Stalin González.

Este procesos de negociar y mediar fue bien recibido por la Organización de Naciones Unidas (ONU), pero recibieron críticas de la Organización de Estados Americanos (OEA). Su secretario general Luis Almagro declaró que la posición europea es equivocada porque “esto no es un conflicto, esto es una dictadura y se trata de cómo se sale de una dictadura, no de cómo se media en un conflicto”. Añadiendo, además, la necesidad de una salida latinoamericana, para los asuntos venezolanos.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera; el presidente de Colombia, Iván Duque; el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó; el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benitez / EFE

Desde el lado latinoamericano, en estas semanas se evidenció un quiebre en la posición. Ante los hechos que demuestran una secuencia de victorias para Maduro, el Grupo de Lima (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú) cambió de posición, y optó por una estrategia mucho más realista y pragmática. Abandonó la obsesión de obligar a Maduro a abandonar la presidencia, posición alineada a la OEA y a Estados Unidos, y se inclinó por la salida negociada a la par de la UE, con el énfasis especial de llamar a Cuba a ser quien pueda acercar los vínculos entre ambas partes.

Cuba aparece como el país clave para acercar posiciones. Durante el chavismo fue el aliado estratégico, y logró avances sociales dentro de Venezuela, además de tener fuertes vínculos con el gobierno, y de tener trayectoria en mediación. Por lo que, si se quiere lograr una salida negociada, es necesario lograr vínculos con Maduro, y para eso es imperativa la participación cubana.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro. Cuba aparece como el país clave para acercar posiciones / Bloomberg

De esta forma, todo parece encaminado para comenzar a profundizar las negociaciones entre las partes, incluso el primer ministro canadiense Justin Trudeau conversó con Guaidó y le propuso optar por las negociaciones.

El gobierno de Estados Unidos en una posición distinta ofreció ayudar a la oposición venezolana a través del Comando Sur, la fuerza estadounidense que se encarga de las operaciones en toda América Latina y el Caribe. Lo cual puede representar la posibilidad de alguna acción militar.

Donald Trump reconoció en enero a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela / REUTERS

Sin embargo, todo quedará entre las partes. Para avanzar en una salida electoral y negociada, será necesario el compromiso de Maduro de aceptar elecciones libres y sus resultados, mientras que Guaidó resalta que están evaluando las distintas vías de solución y no están enamorados de ninguna.

(*) Analista del Centro de Estudios Políticos Internacionales (CEPI)

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hola@fundamentar.com (Jonatán Carné (*)) Opinión Mon, 27 May 2019 11:45:39 -0300
Golpe a golpe, verso a verso https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6119-golpe-a-golpe-verso-a-verso https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6119-golpe-a-golpe-verso-a-verso Juan Guaidó junto a Leopoldo López, luego de ayudarlo a escapar de su prisión domiciliaria.

El 23 de enero se inició en Venezuela el proceso actual mediante el cual la oposición venezolana, con Juan Guaidó a la cabeza, intenta despojar del poder al Presidente Nicolás Maduro. Siguiendo la concatenación de los hechos, es posible afirmar que a medida se suceden los intentos de golpe, la trama discursiva del bloque opositor va mostrando fisuras, que colisiona con una voluntad inquebrantable del chavismo, sus militantes en la calle y la lealtad, al menos hasta ahora, de sus cuadros militares.

Durante la semana pasada, y en los albores del Día Internacional del Trabajador, el Presidente de la Asamblea Nacional impulsó una nueva ofensiva contra el Gobierno de Maduro. Denominada por él mismo como “la fase final de la Operación Libertad”, el auto proclamado Presidente Encargado compartió en sus redes sociales algunas fotos donde se mostraba en las cercanías de la base militar caraqueña de La Carlota, con varios miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). A su lado, tras haber sido liberado por un grupo de militares insurrectos, se encontraba Leopoldo López, el dirigente del partido Voluntad Popular (el mismo partido de Guaidó), que cumplía prisión domiciliaria desde hace 5 años, tras haber sido acusado de ser el autor intelectual de las ‘guarimbas’, aquellas protestas violentas que sacudieron al país desde 2014 y que dejaron un saldo de centenares de muertos, producto del brutal choque entre manifestantes armados y las fuerzas de seguridad gubernamentales. Luego del llamado opositor a marchar a La Carlota, y a partir del impacto mediático desatado por la publicación de las fotos, se sucedieron varios enfrentamientos en las calles de Caracas y una infinidad de rumores acerca del posicionamiento político de la FANB. Los rumores terminaron el jueves pasado, cuando Maduro marchó por la capital venezolana junto a los altos mandos militares y su Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, reafirmando que la FANB se encuentra unida, cohesionada, y leal al Gobierno chavista.

En la misma sintonía que el “Venezuela Aid Live”, aquel concierto musical organizado en febrero en la frontera entre Colombia y Venezuela para publicitar el ingreso de la ‘ayuda humanitaria’, el intento de Guaidó de producir un levantamiento militar tuvo efectos publicitarios y mediáticos considerables, pero la realidad parece haber distado, al menos en parte, de ese escenario: cinco días después, Maduro sigue en Miraflores, apoyado por un importante sector de la población venezolana, y con la FANB respondiendo a sus directrices. Los movimientos de la oposición se suceden rápidamente, encuentran apoyo externo y antenas propagadoras para ser mostrados al mundo. Pero golpe tras golpe, el resultado sigue siendo el mismo: el chavismo continúa gobernando Venezuela y gran parte del relato de los medios de comunicación, suena a verso.

Por otra parte, el resto de la región hace uso de la voz, pero no del voto. La ofensiva de la mayoría de los Gobiernos sudamericanos contra UNASUR, implicó que el esquema de concertación política, que había sido muy exitoso en el manejo de crisis internas como las de Bolivia en 2008 y la de Ecuador en 2010, hoy se encuentre al borde de su extinción. La situación del país bolivariano fue abordada por los países vecinos a través del Grupo de Lima, un organismo ad hoc, sin institucionalidad, cuyo principal objetivo es, en palabras de sus integrantes, “contribuir a la restauración de la democracia en Venezuela”. Con el Grupo de Lima apoyando todos y cada uno de los movimientos de Guaidó, la oposición venezolana encuentra en sus aliados regionales los salvoconductos para los jugadores que va sacrificando en la partida. Leopoldo López terminó asilado junto a su familia en la embajada chilena (luego fue trasladado a la embajada española), mientras que el gobierno brasileño de Jair Messias Bolsonaro, ofreció asilo en su embajada a una treintena de militares insurrectos. El Grupo de Lima se mantiene en esta posición de expectativa y apoyo operativo, pero no mucho más. Incluso se muestra más moderado que el propio Guaidó, sosteniendo hace ya varias semanas que el objetivo es correr a Maduro del poder, pero sin apoyar explícitamente una intervención extranjera.

Sorpresivamente, en la misma línea se mostró el mandatario estadounidense, Donald Trump, dando un giro retórico luego de la última semana y tras conversar con su homólogo ruso, Vladimir Putin. Tras la conversación telefónica, Trump afirmó que Putin piensa en no intervenir en Venezuela, y que él siente lo mismo. Luego de semanas de sostener que “todas las opciones están sobre la mesa, incluida la intervención militar”, el Presidente norteamericano mostró cautela, denotando un cierto grado de mesura y prudencia tras las sucesivas intentonas erráticas de derrocar a Maduro y desautorizando a las posturas más radicalizadas, personificadas en el propio Juan Guaidó, el senador republicano Marco Rubio, el Consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, y el Secretario de Estado, Mike Pompeo. Este último se ha reunido en estos días con su par ruso, Serguéi Lavrov, para discutir la situación de la nación caribeña. Hoy, con la parálisis de los organismos latinoamericanos, las potencias extranjeras se reúnen para discutir el futuro de nuestros países, como en los tiempos de la Guerra Fría.

El andar errático de la oposición venezolana parece sembrar dudas sobre el camino a seguir. Desde el 23 de enero, el líder opositor tuvo éxito en dos aspectos; en primer lugar, puso nuevamente en agenda la crisis venezolana frente al resto del mundo, y cosechó importantes apoyos fuera de Venezuela. En segundo lugar, se mostró a la cabeza de una oposición fragmentada desde hace años, unificando su accionar y estableciendo un bloque de poder unido que polariza políticamente con el gobierno chavista. Son triunfos relativos, a sabiendas de que el objetivo concreto es eliminar, exiliar, o encarcelar a Nicolás Maduro y remover al chavismo del poder. Ante cada intento fallido de Guaidó, Maduro mantiene su base de apoyo y le muestra al mundo que no es tan fácil echarlo de Miraflores, a pesar de las posturas de las potencias y la mayoría de la región en su contra. Estos tropiezos empiezan a mostrar consecuencias con el resto de la oposición y de algunos aliados externos. Así lo demuestra el cambio de postura de Trump, o las acusaciones contra López, por parte de otros sectores de la oposición venezolana, por no lograr el avance definitivo contra el Gobierno y por haber confiado en informaciones falsas sobre el cambio de postura de los militares. El pase de facturas suele darse siempre tras una derrota táctica, y en este caso, no es descabellado imaginar un cambio de estrategia para vencer al chavismo.

Por lo que resta, el laberinto venezolano no muestra salidas viables en estos momentos. La situación económica y social sigue siendo preocupante, donde la escasez de alimentos golpea a la población, fundamentalmente a los sectores populares. Tal crisis requiere responsabilidad de todos los sectores y el diálogo para trabajar conjuntamente en algún tipo de respuesta. Aunque está claro que por ahora, este diálogo es un anhelo que parece inimaginable. Guaidó y López, que encabezan a la oposición en este proceso, pertenecen a los sectores más radicalizados y antidemocráticos de Venezuela. Si la democracia venezolana está en crisis, es responsabilidad de ambos bandos: el Gobierno de Maduro entró en un espiral autoritario y represivo tras anular el poder de la Asamblea Nacional, además de otorgarle libertad de acción a las Fuerzas de Seguridad que se manejan a su antojo en los barrios venezolanos, ahí donde residió históricamente el apoyo al chavismo. Pero también es responsabilidad de la oposición antidemocrática, y más concretamente del partido Voluntad Popular, que hace años que intenta producir un cambio de Gobierno por fuera de las reglas de juego de la democracia. La salida de ese laberinto será difícil de encontrar si no hay interlocutores de la oposición que se muestren más propensos a la negociación y la racionalidad, en lugar del pedido explícito de intervención armada y los posicionamientos radicalizados frente a un gobierno que no puede dar ni un paso atrás, ya que su férrea postura es la que posibilita su resistencia y la que, por ahora, le está dando resultado.

Observando las redes sociales, los portales de noticias internacionales, y la usina mediática funcionando a toda máquina, la disputa se desarrolla en gran parte en términos mediáticos. El concierto de la ayuda humanitaria, los videos de Guaidó trepado a los camiones, las fotos subidas al Twitter… todas estas maniobras publicitarias tienen un efecto notable, pero también esconden una trampa para los enemigos del chavismo: transmiten la impresión de que el Gobierno de Maduro caerá solo por el accionar de un pueblo venezolano oprimido que vencerá al ‘dictador’ en cuanto tenga la oportunidad, y llevará al Presidente de la Asamblea Nacional en andas al Palacio de Miraflores. Hay un error fundamental de los estrategas de la Casa Blanca y sus gobernantes aliados de América Latina: no aceptaron, o no vieron que el chavismo cuenta aún con un apoyo popular importantísimo y mantiene a sus bases alertas y movilizadas ante cualquier movimiento que intente desestabilizar al Gobierno. Y esto es un problema para Guaidó. Aunque logre que sectores de la FANB se levanten contra Maduro, persiste el problema de cómo sacarlo del poder sin desatar una guerra civil.

A cada golpe, le sigue un verso, pero en la cancha los jugadores siguen ocupando las mismas posiciones: Nicolás Maduro en Miraflores; las bases del chavismo en la calle; Leopoldo López encerrado, ahora en la Embajada de España; y Juan Guaidó pensando en su próximo movimiento, tras fracasar una vez más en el quiebre de la alianza político–militar que mantiene al sucesor de Chávez en el poder. El chavismo sigue resistiendo frente una campaña mediática global que sirve de caja de resonancia para las acciones ineficaces de sus adversarios.

(*) Colaborador en Fundamentar.com

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hola@fundamentar.com (Santiago Toffoli (*)) Opinión Mon, 06 May 2019 22:22:16 -0300
Fuerte apoyo de las FF.AA. venezolanas a Maduro https://fundamentar.com/internacional/item/6116-fuerte-apoyo-de-las-ff-aa-venezolanas-a-maduro https://fundamentar.com/internacional/item/6116-fuerte-apoyo-de-las-ff-aa-venezolanas-a-maduro Nicolás Maduro, junto a altos mandos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

En un acto en el Fuerte Tiuna, una de las principales instalaciones militares del país, compartió escenario con el general Padrino López.

Uno de los epicentros de las noticias, análisis y especulaciones gira desde el mes de enero alrededor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Las imágenes del 30 de abril en la madrugada, con un pequeño grupo de integrantes de la Guardia Nacional Bolivariana pasándose de bando, pusieron ese tema en el centro de todas las hipótesis. Algunos afirmaron que el quiebre era inminente, otros minimizaron los hechos del 30 por su dimensión reducida sin efecto de encadenamiento en cuarteles y altos mandos. 

En ese contexto, el presidente Maduro apareció el jueves por la mañana en un acto en el Fuerte Tiuna, una de las principales instalaciones militares del país, situada en Caracas. A su lado estuvieron los altos mandos de la FANB y 4500 militares de todos los componentes. 

Allí se refirió al escenario, los enemigos y los retos: “Estamos dando un combate contra el imperialismo, los traidores y golpistas, un combate en todo el frente, toda la línea, por la defensa de nuestra dignidad, nuestro honor, el derecho a existir de nuestra República, y de nuestra identidad nacional, la FANB tiene que mostrarse ante el pueblo unida, cohesionada, cada vez más disciplinada, subordinada al mando constitucional, cada vez más obediente a los principios y valores, tiene que mostrarse como una fuerza nacional de paz, democrática, constitucionalista, bolivariana”.

La presencia del general en jefe Vladimir Padrino López tuvo particular importancia, en vista de las declaraciones que habían sido dadas en días anteriores por el secretario de defensa norteamericano, John Bolton, y el encargado especial para la cuestión venezolana, Elliot Abrams. Ambos habían afirmado que Padrino López, así como otros altos mandos, había estado involucrado en un acuerdo para desconocer a Maduro y alinearse con Juan Guaidó, para poner en pie un gobierno compartido. Abrams afirmó que existían quince puntos acordados y que, a última hora, quienes se habían comprometido no habían pasado al acto. 

Las declaraciones de Bolton y Abrams tuvieron varias lecturas: que Padrino López era parte del plan golpista, que había dado una falsa palabra para engañar y crear un salto al vacío, o que se trataba de una operación norteamericana para sembrar dudas, crisis y sospechas en el seno de la dirección del chavismo. El general en jefe, que ayer y anteayer ya había demostrado su apego a la constitucionalidad, hizo una demostración clara para zanjar las dudas que todavía circulaban. 

“Están buscando la manera de ponernos a enfrentarnos a plomo limpio y no estamos aquí para destruirnos nosotros mismos, estamos aquí para defender la Patria, así como nos mostramos ante el pueblo, unidos, cohesionados, conscientes del momento histórico que estamos viviendo, tenemos que seguir por ese camino, luchando por nuestra independencia, que es lo más sagrado”, afirmó Padrino López, al lado de Maduro y otros altos mandos como el comandante estratégico operacional de la FANB, Remigio Ceballos, frente a tropas y oficiales. 

La imagen fue de contundencia, en particular en contraste con el pequeño grupo militar que encabezó la acción el 30 por la mañana, acompañado por civiles armados, como se ha visto en imágenes. Varios de esos hombres de la Guardia Nacional Bolivariana están escondidos en la embajada de Brasil. El presidente Jair Bolsonaro, quien se ha mostrado desde el inicio firme en el respaldo a Guaidó, afirmó que la acción del 30 no tenía “ningún aspecto de una rebelión seria o de una posibilidad real de que eso acabase resultando en una caída del gobierno”. Hamilton Mourão, vicepresidente brasileño, afirmó: “Hubo precipitación, pero no hay vuelta atrás”.

El acto del jueves del presidente con la FANB tuvo un efecto de cierre de las 48 horas más complejas atravesadas desde que Guaidó fue nombrado presidente por Donald Trump. El presidente norteamericano, quien afirmó seguir de cerca los acontecimientos en Venezuela, brindó una entrevista en la noche del miércoles para referirse a la situación y las posibles soluciones que preparan desde EE.UU. 

“Hay muchas opciones abiertas (…) algunas no quiero mencionarlas porque son muy duras”, sostuvo en primer lugar. Luego agregó: “Hacemos todo lo que podemos hacer, con excepción del recurso extremo (…) hay gente que quiere que apeláramos al recurso extremo, pero tenemos muchas opciones abiertas”, afirmó, en una postura que mantiene desde septiembre del 2017 cuando comenzó a plantear la posibilidad de una salida militar que, a partir de allí, utilizó como mecanismo de presión sin nunca dar un paso mayor en una posible activación real. Trump subrayó su apoyo a Guaidó, acusó a los gobiernos de Cuba y Rusia de ser quienes permiten que el gobierno todavía siga en pie, y afirmó que Maduro “está perdiendo mucho control”. Anunció que “muchas cosas van a suceder la próxima semana, y acaso antes.”

Las imágenes de Maduro proyectaron unidad y solidez.

 

FUENTE: Página 12

EDICIÓN Y RELEVAMIENTO: Santiago Toffoli

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Internacional Fri, 03 May 2019 11:29:21 -0300