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Fundamentar - Artículos https://fundamentar.com Fri, 19 Apr 2024 18:42:12 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es La Ley de Salud Mental y el debate sobre la internación voluntaria: "Lo que tiene que mejorar es el sistema, no la ley” https://fundamentar.com/nacional/item/6639-la-ley-de-salud-mental-y-el-debate-sobre-la-internacion-voluntaria-lo-que-tiene-que-mejorar-es-el-sistema-no-la-ley https://fundamentar.com/nacional/item/6639-la-ley-de-salud-mental-y-el-debate-sobre-la-internacion-voluntaria-lo-que-tiene-que-mejorar-es-el-sistema-no-la-ley Marina Charpentier, madre de "Chano", pide la modificación del artículo 20 en la exposición en el Senado por el 11º aniversario de la Ley Nacional de Salud Mental

El ex Director Nacional de Salud Mental, Hugo Barrionuevo, y el cofundador de la Red de Salud Mental Argentina, Federico Morgade, hablaron acerca de los reclamos por una modificación en el artículo 20, que digita las condiciones para una internación involuntaria.

Una seguidilla de sucesos ocurridos en las últimas semanas reavivaron las discusiones en torno a la Ley de Salud Mental (26.657). Particularmente respecto al artículo 20, que establece que la internación involuntaria de un paciente es un recurso “excepcional” que “solo podrá realizarse cuando a criterio del equipo de salud mediare situación de riesgo cierto e inminente para sí o para terceros”.

El médico psiquiatra y ex Director Nacional de Salud Mental y Adicciones, Hugo Barrionuevo, y el psicólogo y cofundador de la Red de Salud Mental Argentina (RESMA), Federico Morgade, dialogaron con GO Noticias acerca de la necesidad de una atención integral y de las complejidades que años de estigmatización contra las problemáticas de salud mental y el consumo de sustancias implican a la hora de analizar y aplicar la legislación vigente desde 2010.

El incendio en el departamento de Felipe Pettinato (que terminó con la vida de Melchor Rodrigo), una nueva internación del cantante Santiago “Chano” Moreno Charpentier y el aniversario 11º de la Ley, fueron los hitos que volvieron a hacer pública una discusión en particular, que tanto profesionales de la salud como familiares de pacientes sostienen desde hace tiempo: el carácter voluntario de la internación en pacientes psiquiátricos y adictos.

Este lunes, Marina Charpentier, madre de “Chano”, expuso en el Senado con motivo del 11º aniversario de la Ley, junto al senador radical Mario Fiad, la diputada de la Coalición Cívica Marcela Campagnoli y el médico psiquiatra Christian Molina Radio. Allí volvió a hacer explícito su pedido de modificar la legislación actual para que contemple una “mayor escucha” a las familias: “El artículo 20 es una injusticia, una estupidez y una falta de conocimiento terrible”, dijo.

¿Cuándo se considera que el riesgo es cierto e inminente?

El médico psiquiatra y ex Director Nacional de Salud Mental y Adicciones, Hugo Barrionuevo, expresó que “la Ley Nacional de Salud Mental no obstaculiza las internaciones, todo lo contrario: empodera al equipo de salud y lo faculta a decidir internar a una persona contra su voluntad en caso de que exista riesgo a la integridad física propia o de terceros”.

Al respecto, explicó que el riesgo se considera como tal “cuando es cierto e inminente, no potencial, para también proteger la libertad de las personas que no están ni ponen a alguien más en riesgo”. Incluso, explicó que “la Ley exige la creación de un servicio de internación específico en hospitales generales, por lo que debería haber más disponibilidad para internar a una persona y, por ende, facilitar siempre ese proceso”.

"¿Cuál es el criterio para definir si un paciente implica un riesgo cierto e inminente?", se preguntó Federico Morgade, psicólogo y cofundador (junto a María Florencia Casettari) de la Red de Salud Mental Argentina (RESMA), asociación que busca guiar tanto a pacientes como a familiares en la búsqueda de profesionales de la salud. "No puede depender de cada caso, de cada familia o de cada profesional, no deberían existir esos grises”, sostuvo.

La aplicación de la Ley en el sistema de salud mental

Barrionuevo consideró que “lo que tiene que cambiar y mejorar es el sistema de salud mental, no necesariamente la ley”. En esa línea, señaló que esta dificultad de modificación del sistema “tiene que ver con que la salud mental fue un objeto de estigma y discriminación históricamente, por eso la ley implica un cambio que lleva mucho tiempo”.

Agregó que existe una “brecha” entre el sistema de atención y las necesidades o demandas de las familias y los pacientes: “Es un problema histórico y global; reducir esa brecha es incluso una de las propuestas de la Organización Mundial de la Salud, pero no es solo la cantidad de recursos que se tiene para el tema, es la forma en que se distribuyen y planifican”.

Morgade reconoció que la Ley trajo consigo la expansión de la salud mental de un plano meramente biológico a uno "también social y económico", que permitió una ampliación en la cantidad de profesionales que pueden abordar las problemáticas, sin reducirlo únicamente a médicos psiquiatras. Pero hizo énfasis en los “grises” que tiene la legislación de 2010: “Hay un cierto desfasaje entre lo que propone la ley y su aplicación en la vida real”.

En paralelo, Barrionuevo expresó: “La ley busca darle un marco jurídico a la posibilidad de transformarlo en un sistema de salud comunitario, entendiendo esto como uno que esté cerca de las personas, cerca del pueblo en todo sentido y con igualdad en la distribución de recursos, pero también en términos culturales y geográficos”.

Mayor poder de decisión para las familias de los pacientes

En la exposición del lunes, la madre de Chano había señalado: “El artículo 20 hay que cambiarlo, porque una persona adicta tiene su voluntad tomada por la sustancia y no puede decidir con su sano juicio qué es lo bueno y lo malo para él".

Morgade, por su parte, propone la alternativa intermedia: si hay dispositivos que acompañen esas “recaídas”, la persona puede seguir con un estricto seguimiento sin la necesidad de permanecer internada. “Algunos puntos de la ley, como el artículo 20 no son claros porque son justamente temas difíciles de esclarecer y por eso es tan necesario pensar, junto con la ley, su función pragmática, que sea aplicable a la realidad y acorde a la necesidad de los pacientes”, añadió.

Consultado por el reclamo de un grupo de familiares de pacientes psiquiátricos que exigen una “mayor escucha”, Barrionuevo reconoció: “Es muy doloroso ser un familiar de una persona con un padecimiento de salud mental y las personas que acompañan merecen todo el acompañamiento y respeto; es el sistema el que debe adaptarse a la necesidad del paciente y sus allegados, no a la inversa”.

En ese sentido, coincidió con el psicólogo y remarcó la necesidad de “reforzar el acceso a los servicios ambulatorios como centros de día, tratamientos domiciliarios, centros de atención de emergencia” para aquellos casos que no precisan internación, pero sí un seguimiento estricto.

 

Dispositivos intermedios

Al ser consultado por la situación de pacientes en situación de consumo problemático, Barrionuevo explicó: “La Ley contempla el consumo como una problemática de salud mental, pero en este punto hay incluso más discriminación y estigma. El sistema lo tiene que contemplar y para eso es necesario fortalecer los equipos capacitados y especializados en consumo dentro del sistema de salud mental”.

En ese sentido, el cofundador de la RESMA manifestó su preocupación porque muchos centros de atención intermedia actualmente “no son de fácil acceso y no abarcan todo el territorio nacional” y son las “formas posibles de intervenir para disminuir una sintomatología y prevenir la necesidad de internación, que es una situación más privativa y no puede ser la única opción”.

Por ese motivo, señaló la importancia de robustecer los dispositivos de atención telefónica ya existentes para que los pacientes puedan acudir desde que comienzan con los primeros índices de potenciales trastornos psiquiátricos, donde “hemos tenido experiencias muy buenas y completas, pero también hemos recibido reclamos por las demoras y los procedimientos que no siempre se dan en el tiempo que una urgencia precisa”.

Y concluyó con la necesidad de “encontrar opciones que no sean ni tan severas como una internación ni tan laxas, es necesario desarrollar más dispositivos intermedios tanto en el ámbito público como en el privado”. Fundamentalmente, en casos de consumo de sustancias, donde hay “recaídas y mejorías” y esos momentos deben ser acompañados sin necesidad de decisiones radicalizadas.

 

FUENTE: Página 12

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Dana Vazquez

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Argentina Wed, 01 Jun 2022 10:30:00 -0300
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"Las fortalezas son útiles o inútiles, según los tiempos, y si ellas te proporcionan algún beneficio bajo un aspecto te perjudican bajo otro"
(Nicolás Maquiavelo, El Príncipe)

Refiere el autor florentino a la necesidad de que el príncipe posea fortalezas físicas (castillos) que lo protejan, pero bien podríamos aplicar el significado de la palabra fortaleza al sentido que le otorgamos en nuestro tiempo. Tal como describe la Real Academia Española en su primera acepción “fuerza y vigor”, en política lo único seguro es que ello no es inmutable e inmodificable.

La anterior no fue una buena semana para el gobierno nacional. La combinación de las diferencias con los gobernadores de las provincias con más población a partir de las salidas para esparcimiento, la forma en que trascendió la política argentina respecto del Mercosur, el pedido de renuncia de Alejandro Vanoli al frente de la Anses y la movida (fundamentalmente mediática) por la detención domiciliara de presos que derivaron en un cacerolazo que se hizo oír, señalan un momento político que, como en el juego de la Oca, habiendo avanzado algunos casilleros, debió retroceder otros.

Existe una verdad de Perogrullo: el primer mandatario comunica muy bien. Es un factor que la administración Fernández ha utilizado inteligentemente. Podríamos decir más, la efectiva comunicación del ahora presidente no se circunscribe al período político iniciado el 10 de diciembre de 2019 sino que fue una virtud en el desarrollo de toda la campaña presidencial. 

Pero atención. Hay dos cuestiones que merecen señalarse: esa virtud no es extensiva al común del funcionariado gubernamental y, además, no por exitosa una fórmula es eterna. Como señala Nicolás Maquiavelo, la fortaleza es relativa a los tiempos. 

La informalidad en la comunicación acerca y humaniza al portador del mensaje en tanto y en cuanto sea clara y efectiva. Pero si resulta contradictoria con algunos intereses, puede derivar en un problema. Ante esto, resulta necesario revisar si es el presidente quien siempre debe estar en el centro de la escena. Como muestra va un botón. La derecha argentina, siempre genuflexa y ridícula encontró en el tema de las prisiones domiciliarias una punta desde donde cree que construye política. El cacerolazo del último jueves, como siempre acicateado por los grandes medios, así parece confirmarlo. La pregunta es: ¿era políticamente necesario que quien inicialmente saliera a exponer la postura gubernamental fuera el mismísimo presidente y no sus subalternos? Allí hay un costo político que se paga.      

En tiempos de pandemias posmodernas y pese a la cuarentena, la comunicación fluye a un click de distancia del hecho político. El encierro de buena parte de la sociedad mundial supone una sensibilidad definitiva al respecto. Acostumbrados a hacer y deshacer con nuestro tiempo lo que nos venga en gana, nos resulta definitivamente extraño conocer plazos, formas de salida y limitaciones físicas. En estos cuarenta y tantos días hemos aprehendido sobre la mutabilidad de los virus, los testeos rápidos, el desarrollo de curvas de contagio y la necesidad de su aplanamiento, a confeccionar barbijos caseros (cosa que nos parecía impensada hace unas pocas semanas nomás), la importancia de la higienización de los productos y del distanciamiento social. Y todo ello lo hicimos a partir de estar atentos a la comunicación, de la oficial y de la otra. De hecho, hemos conocido conceptos que nos resultan novedosos como la infodemia (sobreabundancia de información), y se ha empezado a poner en discusión cómo limitar el desarrollo de las ya famosas y tristemente célebres fake news.

La política sanitaria del gobierno nacional ha sido exitosa. Sería justo relativizar el concepto, en tanto y en cuanto el país tiene 250 fallecidos. Y no hay que negar la palabra éxito en tanto y en cuanto las diferencias con los ejemplos cercanos (y los no tanto), señalan que Argentina ha logrado lo que parecía imposible allá por mediados del mes de marzo: una situación sanitaria controlada. 

Habrá que tener muy en cuenta en qué medida, la clave del éxito no se vuelve en contra de los propios hacedores del mismo: si la situación no se ha desmadrado, si comparativamente nuestro país se encuentra en otro estadío de la pandemia respecto del desmadre de, por ejemplo, Brasil, Estados Unidos o la mismísima España que ya ha empezado a “soltar amarras”, resulta lógico que buena parte de la sociedad argentina, empiece a exigir otra cosa. Sobre todo, si a ello se agrega el conjunto de presiones que plantean desde el comienzo mismo de la cuarentena los grandes jugadores de la economía nacional (VER). 

Una correcta comunicación política oficial debería tener en cuenta que existe cierta saturación de la comunicación. Parece un juego de palabras, pero no lo es. La incertidumbre sobre el mediano plazo en todos los frentes de nuestra vida social (pero también sobre el día a día de muchos ciudadanos), y el bombardeo sistemático sobre cantidad de infectados, fallecidos, curados, aquí y en el exterior, termina generando una situación de cierto cansancio que debe tenerse muy en cuenta a la hora de la comunicación política. 

Son tiempos que, pese a estar quietos y recluidos, resultan veloces en términos políticos. Lo que puede ser virtuoso en un momento no significa que lo sea semanas después. Esa es otra paradoja de los días que vivimos. Y ese es el desafío: renovar un diálogo que permita mantener el buen clima innegable que el presidente supo lograr y que esta semana que pasó, pareció flaquear. Ser flexibles y lógicos. De eso que nos habla el genial florentino del epígrafe.

(*) Analista político de Fundamentar

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Mon, 04 May 2020 19:03:48 -0300
Cómo superar la huella psicológica del confinamiento https://fundamentar.com/articulos/lecturas-recomendadas/item/6340-como-superar-la-huella-psicologica-del-confinamiento https://fundamentar.com/articulos/lecturas-recomendadas/item/6340-como-superar-la-huella-psicologica-del-confinamiento Cómo superar la huella psicológica del confinamiento

Los confinamientos tan largos marcan nuestra psique. Un equipo de psicólogos del King’s college de Londres ha estudiado cuarentenas anteriores (SARS, gripe A, ébola…) y ha elaborado una guía para superar las emociones vividas.

Cualquier cuarentena deja una huella psicológica, señalan los expertos. Es un hecho que hay que aceptar si queremos retomar nuestras vidas de la manera menos traumática posible cuando acabe el periodo de confinamiento por el coronavirus. Y advierten: la poscuarentena tampoco será fácil.

Un equipo de psicólogos del King’s College de Londres, liderado por Samantha Brooks, ha publicado un estudio en la revista The Lancet en el que se detalla todo lo que sabemos sobre las consecuencias psicológicas de las cuarentenas, basado en experiencias anteriores: desde el síndrome respiratorio agudo (SARS) de 2003 hasta el ébola en 2016, pasando por la gripe A o la influenza equina… Uno de los objetivos de este trabajo es ofrecer pautas para ayudar a que la población se reincorpore a su vida cotidiana sin secuelas.

No es un síndrome posvacacional

«Una cuarentena suele ser una experiencia inquietante. Nuestro estudio ha descubierto que tiene efectos psicológicos negativos. Y estos se pueden detectar meses o incluso años después de haber pasado por el aislamiento. Los gobiernos deben tenerlo en cuenta a la hora de poner en práctica estas políticas de contención sanitaria», advierte Brooks.

Esto no es un síndrome posvacacional. No se trata de restarle importancia, porque entonces no procesaremos las emociones que se han desencadenado con esta emergencia. Y si no le extraemos un sentido, se pueden quedar enquistadas en nuestro estado de ánimo. «La ansiedad, la ira, la frustración, el miedo o el insomnio se pueden prolongar entre cuatro y seis meses después de una cuarentena. Y síntomas de estrés postraumático o un abuso de alcohol o drogas relacionados con el episodio son detectados hasta tres años más tarde», explica la psicóloga.

El confinamiento, incluso el domiciliario, tiene un impacto en nuestro equilibrio. Por algo la privación de libertad se utiliza como castigo en el código penal de cualquier país. «A partir de diez días de encierro, los efectos aumentan significativamente. El estrés, en especial», añade la experta. Las autoridades deben explicar bien los motivos de una cuarentena. Y procurar no alargarla más de lo anunciado en un principio. Porque entonces el estado de ánimo general puede alterarse de manera impredecible y estallar la rabia de los que ya estaban disconformes o al límite de su resistencia. Si da la impresión de que los gobiernos improvisan, la incertidumbre aumenta.

Están siendo días extraños; tanto que a mucha gente le invade una sensación de irrealidad. El tiempo se paraliza en un hogar cuando uno de sus miembros está gravemente enfermo. Pero en este caso todos hemos interrumpido proyectos, planes, trabajos, fiestas… Hemos abandonado nuestras rutinas cotidianas. No ha habido una experiencia colectiva tan universal como esta pandemia desde la Segunda Guerra Mundial. De hecho, el presidente francés, Emmanuel Macron, fue el primero en proclamar. «Estamos en guerra».

La nueva realidad

Como en cualquier conflicto, la pandemia está teniendo un coste en vidas humanas (dramático). Y un coste económico (muy preocupante). Pero también tiene un coste psíquico. Y es necesario asumirlo para seguir adelante.

El confinamiento va en contra de nuestros instintos. Estamos diseñados evolutivamente para la intimidad social, física, emotiva, intelectual… Es cierto que muchas veces pecamos de egoístas, pero no hay nada más humano que compartir. Compartimos nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestros cuerpos. Es algo que da sentido a nuestras vidas. Y, sobre todo, nos ha garantizado la supervivencia como especie.

Así que volver a la normalidad pasa por prepararnos para otro golpe difícil de encajar. La nueva normalidad no va a tener nada que ver con la antigua. Salimos de una situación excepcional para meternos en otra. Despertamos del estado de alarma agotados y expectantes…

¿Qué tenemos que saber para hacer bien la transición? «Lo primero, que queda un largo camino por recorrer. Tras la crisis del SARS, la mitad de quienes pasaron por una cuarentena no se acercaban a personas que tosen o estornudan, una cuarta parte evitaba aglomeraciones y una quinta parte se negaba a visitar espacios públicos», comenta Brooks. Esto les sucede en especial a los trabajadores del personal sanitario, los que han estado en primera línea, y que pueden desarrollar síntomas más severos. Merecen una atención especial. Pero cierta aprensión de volver a mezclarnos con los demás la sentiremos todos. Algunos pueden desarrollar fobias. También hay que extremar las medidas con la población que ya arrastraba problemas psicológicos de base. Y conviene que los padres estén atentos a los cambios de conducta en sus hijos.

Entre los factores más estresantes de la poscuarentena están las finanzas domésticas. «Haber interrumpido el trabajo causa una gran preocupación socioeconómica, y esta angustia puede ser muy duradera», alerta Brooks. «Por otra parte, el altruismo es la gran baza para convertir la experiencia del aislamiento en algo positivo. Al fin y al cabo es un acto solidario para proteger a los demás», concluye. Se trata, en definitiva, de construir una narrativa que nos permita pensar que no hemos perdido el tiempo. Quién sabe, quizá haya un baby boom dentro de nueve meses. No sería mala señal. Si nacen más niños en diciembre, nos acordaremos de 2020 con otra perspectiva.

 

FUENTE: XLSemanal

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hola@fundamentar.com (Pedro Arrospidegaray) Lecturas Recomendadas Mon, 30 Mar 2020 11:29:05 -0300