Mursi ha respondido en el último momento. El presidente de Egipto ha emitido un comunicado instantes antes de que expirara el ultimátum del Ejército para ofrecer un Gobierno de unidad nacional como solución a la crisis del país.
El mandatario ha insistido en que su legitimidad, "que construyeron juntos los egipcios" y que "responde a las demandas del pueblo", "es la única garantía para la estabilidad y contra la violencia". Mursi, que también ha responsabilizado las fuerzas de la oposición de boicotear en los últimos meses los intentos de diálogo lanzados desde la Presidencia, pretende que un primer ministro de consenso guíe al país hasta la convocatoria de nuevas elecciones.
Sin embargo, su respuesta ha podido llegar tarde. Un asesor presidencial no ha dudado en declarar que el golpe militar ya está en marcha. Según The New York Times, el Ejército habría prohibido a Mursi y a altos cargos de los Hermanos Musulmanes salir del país. Blindados militares y soldados han cerrado todos los accesos a la plaza de Rabea al Adauiya, en el este de El Cairo, junto a la Universidad, donde se congregan decenas de miles de islamistas seguidores de Mursi.
El jefe de las Fuerzas Armadas, Abdel Fatah al Sisi, ha mantenido durante el día varias reuniones con la oposición, entre ellos el representante opositor y premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, y distintos "símbolos religiosos, nacionales, políticos y juveniles". Al Sisi pretendía analizar con todos ellos la hoja de ruta que el Ejército pensaba implementar si Mursi no atendía su ultimátum.
Los militares, según Reuters, también han erigido alambradas y barreras alrededor del cuartel donde se encuentra el presidente. Una fuente militar ha asegurado que la medida fue adoptada "para preservar la vida de las personas y evitar enfrentamientos". Las fuerzas armadas han asegurado que están asegurando la zona y negaron presuntos informaciones de que estaban atacando a los partidarios del presidente. "El Ejército de Egipto pertenece a todos los egipcios", afirman.
Por su lado, la agencia oficial Mena, que cita a otra fuente militar, aseguró que la jefatura de la Zona Militar Central de Egipto ha ordenado un fuerte despliegue en Tahrir y junto al Palacio Presidencial de Itihadiya, donde se congregan los opositores. Según esa fuente, el objetivo de los militares es "cumplir con el máximo grado de protección a los manifestantes en esta etapa crítica de la historia de Egipto". Mientras, cientos de miles de personas aguardan en la plaza en un ambiente de euforia un comunicado de las Fuerzas Armadas que se espera que se emita en breve.
La cúpula castrense había dado un plazo de 48 horas, que ha terminado hoy a las 17 horas, para que Gobierno y partidos llegaran a un acuerdo político. Los militares habían amenazado con poner en marcha una hoja de ruta que pasaba por disolver el Parlamento, crear un consejo presidencial para imponer un gobierno neutral interino dirigido por un militar e iniciar un proceso de transición de entre nueve y doce meses durante el cual se redactará una nueva Constitución que será sometida a referéndum antes de la celebración de unos nuevos comicios.
A dos horas de que concluyera el ultimátum, el Ejército había empezado a desplegarse por las calles de El Cairo, incluidos los alrededores de las embajadas y la plaza Tahrir, e incluso habían llegado a ocupar el edificio de la televisión estatal. Según el corresponsal de la NBC y la agencia Reuters, los militares habrían pedido a los trabajadores que abandonen el inmueble del canal, que ha interrumpido sus emisiones en directo.
El jefe de las Fuerzas Armadas, Abdel Fatah al Sisi, ha mantenido durante el día varias reuniones con la oposición, entre ellos el representante opositor y premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, y distintos "símbolos religiosos, nacionales, políticos y juveniles". Al Sisi pretendía analizar con todos ellos la hoja de ruta que el Ejército pensaba implementar si Mursi no atendía su ultimátum.
El presidente, que ya rechazó el ultimátum militar, defendió anoche su legitimidad y pidió la retirada de la amenaza de la cúpula castrense. En un mensaje televisado, urgió a los egipcios a alejarse de los remanentes del anterior régimen de Hosni Mubarak y evitar el derramamiento de sangre entre ellos, al tiempo que dijo estar dispuesto a sacrificar su vida por el país. Siguiendo con esa retórica, el jefe de las Fuerzas Armadas egipcias indicó después a través de un mensaje en una página semioficial en Facebook que para los militares "es más honorable morir que ver al pueblo egipcio sentirse aterrorizado o amenazado".
En las últimas horas, 18 personas han muerto y otras 619 han resultado heridas en choques entre partidarios y opositores de Mursi en distintas provincias del país, según el ministerio de Salud. Al Arabiya eleva las cifras a 37 fallecidos y 1.600 heridos. En un comunicado, el Ministerio señala que los fallecimientos se registraron en los alrededores de la Universidad de El Cairo, donde los islamistas protagonizaron una manifestación en apoyo del presidente.
La nota detalla que 201 heridos reciben todavía tratamiento médico, mientras un total de 418 lesionados abandonaron ya los hospitales después de la mejora de su estado. Asimismo, añadió que hubo 431 heridos en El Cairo, 47 en la ciudad mediterránea de Alejandría, 25 en la localidad de Beni Suef (al sur de El Cairo), 21 en la de Al Fayum (al sur de El Cairo) y 18 en Luxor (sur).
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: Público