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Fundamentar - Internacional https://fundamentar.com Mon, 29 Apr 2024 15:33:11 -0300 Joomla! - Open Source Content Management es-es Fieles https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6795-fieles https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6795-fieles Fieles

Él es quien romperá las reglas,
él es quien quitara tus vendas,
él es quien lucha contra todo,
él es parte de lo que somos…

A.N.I.M.A.L.

El triunfo de Javier Milei fue contundente, definitivo y no dejó lugar para las dudas. Los doce puntos de diferencia con Sergio Massa así lo indican, trayendo en sus alforjas varias confirmaciones.

La primera, más evidente y tal vez menos importante, ya que se trata de una mera cuestión instrumental, refiere a la confirmación del nivel de desorientación metodológica que padecen los encuestadores en la región. Hay una línea directa entre el nivel de imaginación de algunos que en la previa la “sabían posta” y que insistían en una elección pareja de voto por voto y los problemas metodológicos (cada vez más notorios) para prever la decisión de último momento de los electores. Esto último, que se asoma como una característica de los tiempos que corren, también parecen haberlo padecido en La Libertad Avanza, que ante un hipotético escenario de paridad, pasó la semana previa agitando el fantasma del fraude y que, a poco más de media hora de cerrados los comicios, salió a reconocer de manera oficial la ejemplaridad del proceso electoral.

La segunda confirmación, y ésta sí resulta trascendente, refiere a cómo se construyó ese 55% de votos que alcanzó el ahora presidente electo. Lejos de las explicaciones causales que, sorpresivamente, aparecieron 24 horas después con el formato del diario del lunes a partir del cual todos somos directores técnicos, esta vez el balotaje puede ser comprendido por la aplicación de la matemática pura, fenómeno que muy pocas veces sirve para la política. El triunfo libertario se sustenta en la traslación directa del 23% de los votos que obtuvo Patricia Bullrich en las generales de octubre. Esto se confirma con el bajo nivel de votos en blanco y con el porcentaje de asistencia casi idéntico al de tres semanas atrás. A ello habrá que sumarle un par de puntitos de los votantes de Juan Schiaretti y la cuenta estará cerrada. Milei supo fidelizar el voto amarillo demostrando que el acuerdo de Acassuso fue nodal para su objetivo político de ganar las elecciones.  

Si alguien dudase de las anteriores afirmaciones, le invito a que haga el sencillo ejercicio de sumar los votos de La Libertad Avanza y del PRO en las elecciones de octubre en cada una de las 24 jurisdicciones provinciales, como así también en el total nacional. Si se saca bien la cuenta verá que en la mayoría de los casos, comparados con el 19 de noviembre, el resultado final parece inalterable: tomando el territorio nacional como un todo, Sergio Massa obtuvo más de 2 millones de votos (creciendo en promedio un 20%), mientras que al tándem LLA – PRO sólo le bastó con aumentar su caudal unos 300 mil sufragios.  

https://twitter.com/JMilei/status/1726282149840769232

Por todo ello es que los análisis que se sustentan en el 55% de los votos de Milei parecen partir de un error de concepto inicial ya que, en un balotaje, se da el hecho de un alto porcentaje de votos prestados. Existen un sinnúmero de ejemplos internacionales pero el más cercano refiere a 2015 donde Mauricio Macri alcanzó el 51% de los votos, número que nunca más tuvo en las elecciones siguientes. El 40% de la primera vuelta de aquel año, sí se parece y mucho a la medianía del PRO de 2017, 2019 y 2021.

El presidente electo es el dueño del 30% de agosto y, vaya coincidencia, de octubre. Número que ya tratamos de desentrañar en estas mismas páginas, a partir de las razones que lo sustentan, muy lejos de las explicaciones causales de las últimas 72 horas y a años luz de la soberbia mileista que se regodea en la falaz afirmación de que el libertario es el presidente más votado de los últimos 40 años de la democracia. Habría que recordarle al conjunto de ese espacio que las manzanas no se comparan con las peras, ya que las elecciones que toman como referencia, excepto en el ejemplo Macri, todas sucedieron en primera vuelta.

En todo caso, esa estrategia obedece al famoso “dime de qué presumes y te diré de qué careces”. Milei necesita mostrar una pertenencia de votos que no es tal, dado que posee una debilidad estructural de origen (que no significa que sea definitiva), la cual radica en que no tiene un poder institucionalizado que le sea propio: no cuenta con ningún gobernador ni intendente, en el plano legislativo le siguen 37 diputados sobre 257 y 7 senadores sobre 75. Adolece de interlocutores de la sociedad civil de su lado, amenaza con llevarse puestos a todos y lo único que parecería responderle de manera militante es un conjunto de comunicadores, que ven en el libertario al realizador de sus sueños húmedos de eliminar al peronismo de la faz de la tierra.

Por todo ello el acuerdo con Macri fue tan definitivamente consagratorio. En el 23% de Bullrich anida un profundo antiperonismo de base que prefirió omitir las evidentes inconsistencias de la propuesta libertaria, como así también los insultos (“Juntos por el Cargo”), los enfoques selectivos en lo discursivo contra la casta y los vaivenes declarativos a la hora de hablar sobre los derechos sociales.

https://twitter.com/mauriciomacri/status/1726403134497476958

En el marco del proceso electoral, cada frente planteó una tensión distinta. Mientras desde Unión por la Patria, con una excelente campaña a cuestas, sin errores no forzados a la vista y con una importante interacción militante se articuló Democracia vs. Fascismo. Del otro lado, con el inestimable apoyo del ahora candidato a vicepresidente de Boca Juniors y el compromiso militante de Patricia Bullrich (a riesgo de quedar ridiculizada a partir de las diatribas cruzadas contra y desde el libertario de pocas semanas atrás) se apostó por la díada Cambio vs. Continuidad.

Cuál de aquellas tensiones ganó está a la vista, prevaleciendo un enojo social que el economista supo interpretar muy bien, conteniendo a su electorado pese a que el acuerdo de Acassuso implicaba arriar algunas banderas. La casta pasó a ser propiedad del peronismo, para ser más concreto del kirchnerismo, y pese a que éste resulta un sujeto político con mucha menos preponderancia que antaño, en el inconsciente colectivo de amarillos y libertarios, tiene la suficiente vigencia como para dejar de lado no pocas diferencias de grado.

El libertarismo le fue fiel a su líder, quien, de acuerdo a los resultados, supo cambiar a tiempo conociendo perfectamente sus limitaciones para el desarrollo de la campaña. Y el votante amarillo, ese que supo mantener un piso de 40% en elecciones anteriores y que ahora ha visto reducido su relevancia electoral, mantuvo al liderazgo de Macri como una opción de poder que hoy celebra su retorno a los planos mayores. Fieles. Unos a una figura en ascenso y otros, al líder que supo destruir una institucionalidad que algunos imaginaron más allá de la coyunturas y que ahora se aferra a la extrema derecha, como a una tabla en el medio del océano.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Thu, 23 Nov 2023 19:22:33 -0300
Cambio y renovación https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6794-cambio-y-renovacion https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6794-cambio-y-renovacion Cambio y renovación

Cambia lo superficial,
cambia también lo profundo,
cambia el modo de pensar,
cambia todo en este mundo…

Julio Numhauser - “Todo Cambia”

“Renovación y Cambio” fue la díada radical, allá por finales de los 70’ y comienzos de los 80’, que le permitió al radicalismo en general y al alfonsinismo en particular, convertirse en una opción real de poder. Iba de suyo, que la conducción partidaria, llevada adelante por dirigentes de avanzada edad, definitivamente conservadores, portaban en sus alforjas décadas de historia política que les impedían reinterpretar ese nuevo tiempo. Raúl Alfonsín supo convertirse en el líder que, acompañado por una muy vigorosa fuerza juvenil denominada Franja Morada (entre otros), reinterpretaba ese tiempo político, renovando ideas para fomentar el cambio primero partidario y luego social.

El ejemplo radical -no ahondaremos ni por asomo en una clase de historia argentina reciente- sirve como referencia a cómo un espacio político se construye de un modo más o menos esquemático: un grupo de hombres y mujeres se nuclean en un agrupamiento, proponen ideas, convencen al gran electorado, triunfan y, en el mejor de los casos, logran imponer su plan de gobierno al conjunto. Los ganadores gobiernan y los perdedores, convertidos a partir de ese momento en opositores, suelen comenzar períodos de reconfiguración política. Pero no siempre es así y el procedimiento puede resultar inverso. Este 2023 electoral en la Argentina así parece demostrarlo. Repasemos.

Primero debe decirse algo obvio: las elecciones, en un tipo ideal, deben ser pensadas como un instrumento para el cambio: de las relaciones de poder, de lo que se active en la gestión y por consiguiente, de sus consecuencias.

Por otro lado querido lector, estimada lectora le propongo un ejercicio mental. En la víspera de lo que supone el balotaje presidencial del domingo 19 de noviembre, trate de anclarse en su memoria y recuerde las expectativas políticas con las que comenzábamos el año allá por febrero o marzo. Quiénes “pintaban” para candidatos, qué fuerzas políticas aparecían más consolidadas, qué dirigentes tendrían un peso significativo en el proceso electoral y cuáles aparecían como los ejes sobre los que se plantearía la discusión de fondo. Haga un breve repaso y no dejará de sorprenderse.

En el mientras tanto, revisemos de dónde venimos. Hasta hace unos pocos meses atrás, la centralidad política la ocupaban dos fuerzas: el ya extinto Frente de Todos, hoy Unión por la Patria y Juntos por el Cambio.

El oficialismo cargaba a cuestas con sus problemas de gestión, una economía condicionada por la inflación, una derrota electoral de medio término que había vigorizado a la oposición amarilla y un internismo acuciante que, por momentos, parecía mostrar que todo debía re discutirse. En ese devenir, el electoral 2023 comenzó con el definitivo y trascendente anuncio de Cristina Fernández de Kirchner, en diciembre del año anterior, de que no sería candidata para este turno electoral, aunque no tuviera condena firme en la causa Vialidad.

Superada la discusión por la eliminación o no de las PASO, al oficialismo le costó encontrar un candidato de consenso. Con el presidente y la vice fuera del juego, se construyó de manera muy firme la hipótesis de una interna que serviría para definir, por fin, el cúmulo de desavenencias que a veces por convicción y a veces por capricho, habían “limado” la relación interna al punto de poner en serio riesgo el concepto madre de “unidad en la diversidad”.

De alguna forma, las precandidaturas de Daniel Scioli y Eduardo “Wado” de Pedro, actuaron como fusibles de una unidad que terminó prevaleciendo a partir de la insistencia de parte del aparato institucional vinculado al peronismo y que se sintetizaba en un conjunto de gobernadores, sindicalistas cegetistas y el propio Frente Renovador. La designación de Sergio Massa y su consiguiente centralidad, terminó de configurar una novedad que resultaba impensada pocos meses antes.

Sergio Massa con estudiantes secundarios
Sergio Massa con estudiantes secundarios

Del otro lado, en Juntos por el Cambio, y como ya hemos comentado en distintas ocasiones, cometieron el error de intentar comerse el chancho antes de cazarlo. Envalentonados por el triunfo en las elecciones de medio término de 2021, supusieron (mal), que quien prevaleciera en la interna se convertiría en el próximo presidente de los argentinos.

La voracidad fue tal, que mostró a la luz pública una virulencia política que se llevó puesto a los sectores supuestamente moderados del espacio. Horacio Rodríguez Larreta construyó un monumental aparato de comunicación para mostrarlo presidenciable mientras que Patricia Bullrich, sin tantos recursos, se dedicó a poner el foco en un antiperonismo de manual que la terminó catapultando a un triunfo interno, también impensado en el verano 2022 / 2023.

Mauricio Macri por su parte, mientras intentaba mostrarse prescindente a la luz pública, actuaba en favor de su ex ministra de Seguridad como un reaseguro de una dirigente que sí le podría granjear altas dosis de lealtad. Y el radicalismo, que había amenazado con plantear la disputa interna para cargos presidenciales, abandonó la idea para conformarse con sendas pre candidaturas vicepresidenciales, que nada le aportaron y que, a la luz de los hechos (triunfo territoriales a lo largo y ancho del país), se convirtió en un error estratégico de proporciones.  

Pero la implosión cambiemista de las últimas semanas no puede ser explicada sólo por la derrota electoral de las generales y por los consiguientes movimientos unilaterales de Macri alcanzando un no tan insospechado acuerdo con Javier Milei. En la parafernalia de insultos, gritos, chicanas y operaciones cruzadas, sale a la luz una crisis que había quedado oculta luego de la desastrosa gestión macrista para el período 2015 – 2019 y que la pandemia del Covid, con su prédica de libertad de movimientos a cualquier costo, permitió guardar debajo de la alfombra. Las pruebas están a la mano. Sólo basta verlas.

Pero la gran novedad ha sido el tercero en discordia que nadie supo ver. La Libertad Avanza se convirtió en una sorpresa para el conjunto del sistema político al punto de convertir un modelo bicoalicional (FDT vs. JxC), en un escenario de tercios desconocido para la institucionalidad argentina del siglo XXI. Con muchísimo espacio televisivo a disposición, porque resultaba un personaje que medía, el éxito libertario supuso la necesidad de revisar los libros de la corrección y de la tradición política ya que se construyó sobre dos novedades irrefutables.

La primera es que el libertarismo, como exponente fiel de los aires que soplan también en buena parte del mundo desarrollado, trajo al insulto como un atributo desde donde se podía construir en términos políticos. Más allá de las reivindicaciones a la dictadura, de sus deseos de que todo explote, de dejar a la Argentina sin moneda, etc., el menosprecio por un conjunto de ciudadanos, a partir de sus límites físicos, de la edad o de la actividad laboral con la que se ganan el sustento, es lo que refleja más acabadamente a un conjunto de personas que aparecen “rotas” en ciertas composiciones sociales. No hay colectivo de ningún tipo que reivindique el modelo mileista, sólo personas individuales que, esencialmente, confunden la idea de libertad con que cada uno haga lo que le plazca.

Si Macri había accionado el corrimiento de cierto sentido común cuando afirmó, por ejemplo, sobre el curro de los derechos humanos, el economista supo ir más allá habilitando, directa o indirectamente, una acción política, visual o discursiva, donde la violencia aparece como un instrumento legitimado por cierto enojo social.

La segunda novedad es que ha alcanzado una evidente potencia electoral con un insignificante desarrollo territorial al que ahora le viene a prestar atención tarde y mal. Los 30 puntos de las PASO y de la general (aquí con 600.000 votos más), los alcanzó sin haber recorrido la totalidad de las provincias y sin contar, hasta el acuerdo con Macri, con un nivel de fiscalización importante más allá de los grandes centros urbanos.

El libertario es un producto mediático y de redes hecho y derecho, que supo seducir a ese malestar imperante en buena parte del electorado argentino y que, a fuerza de necesidad, debió reconfigurarse en su crítica al sistema y terminar avalando a buena parte de la supuesta casta que venía a destronar.

Pero en resumen y más allá del resultado que pueda suceder en el día de mañana (escribimos esto el sábado 18) el espacio político argentino ha quedado definitivamente reconfigurado de antemano sin que se necesite poner en práctica las medidas de uno u otro de los contendientes.

A diferencia de otros momentos, donde los cambios ocurren a partir de lo que dicen las urnas, la institucionalidad y la cotidianidad política ya no serán lo que eran. Este 2023 electoral trajo algunas consecuencias insospechadas hasta hace pocos meses atrás, las cuales han renovado (casi sin darnos cuenta), la centralidad de diversos actores políticos. Si bien, por ahora reina la incertidumbre, hay tres conclusiones que sí podemos animarnos a mostrar:

1.      El oficialismo hizo una campaña ejemplar, en extremo profesionalizada, con un candidato que quiso, pudo y supo ocupar la centralidad política, sin errores, que contó con el sano corrimiento de Alberto Fernández y de Cristina Fernández de Kirchner (que nadie piense que una militante 24x7x365 se dé por jubilada), con el apoyo de dirigentes de toda laya, con amplísimas expresiones de la sociedad civil (el espanto que provoca Milei es harto evidente) y con un protagonismo de la militancia orgánica y lo que ahora hemos conocido como “micromilitancia” que resulta digno de mención. No le queda claro a este analista si una derrota sería el paso previo para algún tipo de división a las que el peronismo ha sido afecto en determinados momentos de su historia.

2.      Juntos por el Cambio ha implotado. Muy dependiente del resultado electoral, el dúo Macri – Bullrich sabrá en pocas horas si le sigue un futuro de ostracismo político o una etapa donde terminen aportando a la estabilidad de un gobierno libertario que no cuenta, ni por asomo, con la estructura y el andamiaje necesario para conducir al Estado. El radicalismo, con el conjunto de gobernadores (10) que han prevalecido en las elecciones provinciales, también se preparara para un "restyling" que le otorgue otro protagonismo en el mediano plazo. Y los sectores del PRO derrotados en la interna, en su amplia mayoría, deberán recostarse sobre el conjunto de intendentes bonaerenses que han prevalecido y que deberán barajar y dar de nuevo.

3.      La Libertad Avanza resulta, de alguna manera, una verdadera incógnita para lo que viene, dado los problemas internos que ha enfrentado y a partir de los límites reales que supone no contar con un desarrollo territorial de fuste y por el tipo de acuerdo alcanzado con el macrismo, puesto todo en stand by hasta la noche en que se conozcan los resultados. Si insistimos con el ejercicio de mirar hacia enero o febrero de este año, el salto de LLA no podría dejarlos más que satisfechos, habiendo aumentado por diez la cantidad de diputados y pasando a contar con 7 senadores nacionales. Pero las formas del liderazgo mileista, su excepcional personalismo y cierto entorno circundante terminarán influenciando de manera definitiva para lo que viene. Ganando o perdiendo.

“Cambia, todo cambia” entonaba Mercedes Sosa y todos nos emocionábamos con la postal dolorosa del destierro al que obligó la dictadura a miles de compatriotas. Somos transformación permanente, aunque a veces no sepamos verlo. El sistema político ya cambió y a partir de la noche del domingo se renovará. Pero, como bien nos recordaba la querida tucumana, nuestro amor no cambia. Se mantiene más allá de los triunfos, las derrotas y las consiguientes estrategias políticas que imaginemos. Como siempre, NUNCA MAS (violencia, dolor y muerte).

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 19 Nov 2023 07:51:48 -0300
Preparados, listos... https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6792-preparados-listos https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6792-preparados-listos Preparados, listos...

Una campaña extenuante. Un proceso electoral que no sólo refiere a la lógica nacional sino que incluye a cada una de las veinticuatro provincias que integran el país. Resultados sorprendentes, confirmaciones de todo tipo, la jubilación institucional para unos cuantos y una innegable certeza: más allá del ganador, a partir de la noche del domingo 19 de noviembre el escenario político se reconfigurará y cambiará para siempre. Pero en el mientras tanto van pasando cosas. Bienvenidos y bienvenidas: recorrido por la penúltima de semana de campaña donde los aprontes están a la vista y la bandera a cuadros se visualiza cada vez más nítida.

En esta etapa de la previa del balotaje, la segunda semana de noviembre vino a repetir las intenciones de campaña de cada uno de los candidatos: mientras Sergio Massa recorre aquellos territorios que considera vitales para achicar o agrandar las diferencias según sea el caso (Córdoba, Santa Fe, Misiones), Javier Milei ha elegido no salir mucho más lejos de los límites que impone la General Paz: sets de televisión amigos, pocas repreguntas y definiciones que, cuidado y todo, no dejan de generar ciertos cuestionamientos. Repasemos.

El tigrense, plenamente consciente de que la suma de los votos del 22 de octubre de La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio (53%) lo aleja del triunfo, en la semana que pasó recorrió las provincias de Córdoba y Santa Fe, las cuales se reparten entre ambas, algo así como el 15% del electorado nacional.

Ambas provincias podrán ser similares (en cantidad de electores, tamaño, producto bruto) y complementarias (en actividad productiva), pero enfrentan una realidad política absolutamente distinta.

En Córdoba Massa salió cuarto con el 13% de los votos, detrás de Milei, Juan Schiaretti y Patricia Bullrich. Aspira a crecer hasta un 30% como forma de mejorar su performance electoral, apalancado en una importante diferencia que pueda obtener en la provincia de Buenos Aires. El escenario cordobés no está clarificado ni mucho menos: mientras el actual gobernador declara de manera cada vez más seguida en contra de Massa, acusándolo de kirchnerista (mochila muy pesada en la tierra del fernet), y algunos adelantan en forma de primicia algún tipo de acuerdo con el libertario; del gobernador electo Martín Llaryora, poco se sabe a la hora de las declaraciones.

En el mientras tanto el proceso de convivencia no es sencillo, ya que las segundas líneas, de origen históricamente peronista y con el que Massa construyó lazos a partir del ya extinto Alternativa Federal, se han empezado a mostrar a favor del actual ministro de Economía. Con el “Gringo” ya de salida de la centralidad política cordobesa y con un gobernador por asumir que sabe de los límites que podría enfrentar con un triunfo mileista (eliminación de la coparticipación federal, complicaciones en la comercialización de bienes con destino a Brasil y China), pero con el paralelo que supone una sociedad decidida a votar masivamente al libertario, no resulta extraño el silencio de radio de estos días. ¿Habrá posicionamiento en las horas que vienen? Quien lo sabe. Tal vez el pretendido independentismo cordobés siga haciendo de las suyas.

En Santa Fe la situación es otra. Massa salió segundo en el total provincial pero primero en la ciudad de Rosario y en el departamento homónimo. Con el antecedente de la campaña provincial donde Maximiliano Pullaro adelantó que en un hipotético debate, él elegiría a Milei, por ahora el espacio panradical ha evitado pronunciamiento alguno ya que conviven al interior de Unión para Cambiar Santa Fe, radicales, socialistas y amarillos, quienes han tenido las tres actitudes que se imponen en el período: neutralidad, apoyo a Massa y militancia por el libertario, respectivamente. Por su parte, el silencio del intendente Pablo Javkin y su ladera, la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck por ahora, aturde.

En el peronismo la cosa parece estar más clara. La presencia del candidato encolumnó detrás de sí al conjunto del espacio como tal vez no se había visto, ni siquiera, en la campaña para gobernador. Un dato que no dejó de llamar la atención: Omar Perotti acompañó a Massa en toda su excursión santafesina recibiéndolo en Sunchales, haciéndole de chofer hasta Rafaela y acompañándolo en el acto de Sauce Viejo. Parece que al rafaelino no le había salido ningún viaje de último momento.

Respecto de los números de la general, Massa obtuvo 29,6%, Milei 32,4%, Bullrich 26,9% y Schiaretti, que fue militado por el socialismo santafesino, 9%. Bien vale preguntarse qué sucederá con los 200.000 votos del cordobés y de la izquierda, más alguna fuga de Juntos por el Cambio que no acepta de ninguna manera al libertario y que no representa, en sí mismo, un voto decididamente anti peronista. Cuidado con poner el eje exclusivamente en la “sorpresa” cordobesa.

El hecho político más importante de la semana se centró en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en los estudios del canal de cable de TN, donde los candidatos a vicepresidente Agustín Rossi y Victoria Villarruel llevaron adelante un nuevo debate, que de alguna manera sirvió como prolegómeno del que se desarrollará el día domingo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires entre Massa y Milei.

Si las propuestas políticas de ambos espacios son diametralmente opuestas, la presentación en el debate no le fue en zaga. Los estilos fueron antagónicos. Villarruel abusó de un tono elevado, no exento de unas cuantas chicanas, sin ninguna propuesta concreta (ventajas de ser opositor en un encuentro de a dos), recurrió a la lectura (enumeró una serie de supuestos hechos de corrupción que en nada alcanzan a Massa) y al uso del celular en una muestra más que la habilidad oratoria no es característica de la fórmula presidencial libertaria.

Como contraparte, Rossi apareció medido. A riesgo de quedar opacado por cierta vocinglería de su adversaria, supo realizar dos preguntas que tuvieron un evidente impacto en los días subsiguientes: interpeló a la actual diputada sobre con qué dólares se llevaría adelante la dolarización y, si en caso de ser gobierno, liberarían a los genocidas de la dictadura que han sido juzgados en juicios que han resultado ejemplares para la Argentina y el mundo.

Del primero dijo que generarían la confianza suficiente para que los argentinos, siendo el tercer país en el mundo con dólares ahorrados, lo vuelquen al sistema económico. No deja de ser llamativo, a la vez que coincidente, este argumento con lo que expresaba Mauricio Macri, allá por el 2015, cuando afirmaba que el problema de la inflación se resolvería muy rápidamente ya que la confianza que la gestión de su gobierno daría al conjunto de los argentinos y a todo el concierto internacional, facilitaría quebrar ese viejo problema endémico. La derecha argentina siempre se ha caracterizado por no tener que tratar con sus analistas una autoestima baja.

Del segundo, respondió con tal nivel de vaguedad que no tuvo mejor torpeza que invocar a Juan Amelong, torturador que asoló la región de Rosario, quien tiene cinco condenas firmes por delitos de lesa humanidad, y que, como todos estos estropicios humanos, jamás se arrepintieron de los crímenes cometidos.

A partir de esas respuestas en el debate, ambos temas tomaron tal visibilidad, que en notas periodísticas del día siguiente, la actual diputada debió efectuar algunas declaraciones respecto del sentido de sus dichos. Cada quien podrá interpretar quien ganó o quien perdió ese debate, pero es evidente que si uno de los protagonistas necesita una segunda parte para dar explicaciones, en un canal amigo, con un comunicador (ponele) que emula a la mejor versión de Guillermo Barros Schelotto cuando le tiraba centros goleadores a Martín Palermo en el Boca de Carlos Bianchi, es que la ecuación no resultó del todo beneficiosa en su favor.

Una vez más, el debate dejó en claro que es un instrumento de construcción política previo al mismo, pero también en lo posterior. Debe pensarse como un elemento más de una campaña y no como esa forma que permite decidir en un sentido o en otro, una vez que las cámaras de televisión se apagan.

El encuentro de este domingo 12 aparece como excepcional por múltiples razones: las discusiones previas por su formato, el nivel de audiencia y la expectativa de lo que pueda suceder con las intervenciones de los protagonistas marcan su carácter distintivo. En ese contexto los candidatos eligieron mostrarse de distinta manera.

A lo ya comentado para Massa, Milei ha tenido una menor visibilidad, pero no por ello perdió presencia en el Ágora mediático. Tuvo una alegoría de muy mal gusto cuando comparó al matrimonio igualitario con la relación sexual con un elefante y al igual que en el período post PASO y en la tarde del domingo de las generales (cuestión que rápidamente desactivó la Justicia electoral) denunció fraude sin pruebas de ningún tipo. De esta forma dejó asentado que no está dispuesto a aceptar una derrota que lo prive de acceder al sillón de Rivadavia. Cuesta conseguir un parecido tan cercano al de Donald Trump y Jair Bolsonaro. Pero aquí hay una diferencia de grado: la sociedad argentina no se parece en nada a la norteamericana o a la brasileña en cuanto a su persistente dinamismo y movilización política. Cuidado allí.

Y para el cierre de semana no tuvo mejor idea que reivindicar a las Sociedad Anónimas Deportivas, lo que le ha valido el cuestionamiento de los clubes más ignotos hasta lo más importantes del fútbol argentino. Milei y sus asociados (apliquemos la lógica del mercado para definirlos) no entienden casi nada de cierta idiosincrasia argenta: educación pública, salud pública, la pasión futbolera y ahora, lo que supone una asociación sin fines de lucro que vulgarmente llamamos clubes y que tienen el sentido más cercano a la idea de vida comunitaria. Como construcción de la identidad y como sentido de pertenencia.

En nuestra niñez, el “preparados, listos, ya” era el preanuncio de una carrera o de algún juego que extremaba nuestra atención. Surgía una adrenalina única que era una especie de anticipo de aquello que seguramente disfrutaríamos de manera definitiva, más allá de los resultados. Por estos días, el sistema político comienza a prepararse y enlistarse para, tal vez, la elección presidencial más importante desde 1989 hasta acá. El “ya” está a un abrir y cerrar de ojos. La tensión aumenta. Las definiciones esperan… 

  (*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 12 Nov 2023 10:57:07 -0300
Sobre estallidos e implosiones https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6791-sobre-estallidos-e-implosiones https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6791-sobre-estallidos-e-implosiones Sobre estallidos e implosiones

Con el escenario de tercios que habíamos conocido con los resultados del 13 de Agosto como antecedente, el triunfo de Sergio Massa del domingo 22 de octubre no estuvo exento de un efecto sorpresa para el conjunto del electorado argentino. Los números, que lo dejaron a escasos 3,5% de ganar en primera vuelta, impensados para el análisis previo de unos pocos meses atrás, tuvieron un efecto arrastre que generó un tembladeral político en Juntos por el Cambio, que ahora sí y sin que esto represente algo novedoso, se enfrenta al riesgo de un cisma definitivo; mientras que en el mundo libertario las dudas que se han hecho públicas, demuestran el nivel de desasosiego político generado por los números finales, pero también con algunas decisiones posteriores del líder que supieron conseguir. Días que seguramente resultaron la envidia de la politología nórdica. Pasen y vean. Sean todos bienvenidos.

Argentina tiene muy poco recorrido en la experiencia de los balotajes: uno que no fue porque el candidato con más votos decidió bajarse unos pocos días antes (2003), y el otro que se realizó en 2015 con todas las formalidades del caso. De la experiencia internacional (tal vez el caso francés resulte el más famoso), quienes quedan habilitados para la disputa final, suelen no perder el tiempo y durante la misma noche de los festejos tratan de construir puentes discursivos que los acerquen a los candidatos derrotados y a sus votantes. En los días venideros suelen abrirse instancias de negociación de carácter secreto, pero cuya realización es anunciada públicamente. Tanto si se llegan a acuerdos como si no, los resultados de estas negociaciones suelen comunicarse a pocos días de los comicios definitivos.
 
El caso argentino de este tiempo no estuvo exceptuado de cierta particularidad, ya que las discusiones entre quienes salieron segundos y terceros comenzaron a desarrollarse en la misma mañana del lunes 23. Para el mediodía de ese martes el acuerdo estaba cerrado y se dio a conocer a la sociedad: Patricia Bullrich, representante de Juntos por el Cambio anunció su apoyo a la candidatura de Javier Milei y lo hizo bajo el padrinazgo de Mauricio Macri quien, de esta forma, demostró, una vez más, su jefatura política sobre la ex candidata.
 
Se dejaron de lado las ofensas personales, al punto de desactivar las denuncias penales existentes y el acuerdo alcanzado sobre la madrugada, le quitó sentido a la reunión que debía producirse en el seno del PRO para determinar los pasos a seguir. Con el hecho consumado a partir del acuerdo suscripto solamente entre tres personas, la bronca de radicales y de unos cuantos dirigentes amarillos no dejó de hacerse escuchar.
 
La primera pregunta que surge es el porqué de ese accionar protagonizado por el ex presidente. La más urgente respuesta surge de la necesidad de Macri de seguir siendo una referencia insoslayable, ya no tanto en la partidocracia argenta sino en todo caso del espectro de la derecha. Siendo el dirigente político con peor imagen en el catálogo nacional, su apuro también se ancla en que va de suyo que la Unión Cívica Radical y buena parte del entramado PRO, jamás habrían aceptado un acuerdo con Milei. Su constante recurrencia al insulto con descalificaciones sobre personajes ya históricos (Raúl Alfonsín) y dirigentes de la actualidad; sus cuestionadas propuestas económicas en el marco de la campaña y los arrebatos de una personalidad problemática hacían inviable cualquier tipo de acuerdo. 
Macri, muy a su pesar, se ha convertido en un dirigente más del espacio. Hace rato que ha dejado de ser referencia y guía para sus pares y para el conjunto de la sociedad argentina y trata, de a poco, de ganar la centralidad perdida. Es un juego a todo o nada  sobre el que el ex presidente parte sin tener más que el respaldo incondicional de unos pocos hombres y mujeres que no tienen demasiado pedigree electoralista y que le resultan definitivamente funcionales. 
 
Si Milei resultase triunfador en las elecciones, el hijo de Franco podrá mostrarse como el gran artífice con el cual todos, unos cuantos radicales incluidos, optarían por intentar recomponer una relación política evidentemente desgastada. Si el libertario cayera derrotado, Macri habrá roto el único aporte positivo que hizo a la partidocracia argentina. 
 
Más allá de algunos arrebatos y contra toda lógica mediática amante de los grandes titulares y las letras de molde, este analista se juega un pleno de que, por ahora, Juntos por el Cambio no se rompe. La presencia de un conjunto de gobernadores electos de origen radical en su mayoría y de un sector más dialoguista en el PRO, sirven como instrumento para que nadie actúe como sepulturero ya que, en el peor de los escenarios, ese mote le cabrá al dúo Macri – Bullrich. Por ahora, si bien el estallido interno ha servido para mostrar buena parte de la atomización del sistema de partidos, el espacio sigue con vida, conectado al respirador artificial y con pronóstico reservado. La gran pregunta del proceso deriva en descubrir si, a los fines de ganar, al libertario le sirve tanta visibilidad de Mauricio Macri.
 
Milei llegó al acuerdo en absoluta soledad porque en términos institucionales, nada tiene. Su entorno se ha mantenido cercano, pero algunos referentes de las segundas líneas han pegado el portazo ya que el ex presidente es el límite. Surge así un problema de confianza, ya que nadie sabe del todo cuánto ha quedado de la plataforma electoral original de La Libertad Avanza.

https://twitter.com/JMilei/status/1720890180440097076
 
Para reducir el margen de error, la primera decisión libertaria post 22 de octubre, operó desde la idea de reducir el numero de voceros del espacio. La campaña de las generales estuvo plagada de decidores que aumentaban exponencialmente las contradicciones ideológicas y que no se agotaban en meras cuestiones procedimentales de la acción política. Lila Lemoine, Ramiro Marra y hasta personajes de la talla del economista Carlos Rodríguez fueron llamados a silencio. Emilio Campo y Diana Mondino fueron elegidos como las caras visibles para construir una línea discursiva común y, además, achicar el nivel de exposición del candidato.

Pero no siempre las cosas salen como se piensan de antemano. Mondino no se ha privado en la semana que pasó de efectuar unas series de declaraciones que la ubican en el lugar de alguien desinformada a la vez que llena de prejuicios. Los dichos sobre el mercado de órganos, planteando soluciones que en muchos casos ya existen en la ley vigente (como bien se lo recordara el padre de Justina Lo Cane) o sobre lo que supone la existencia del matrimonio igualitario y su extraña relación con la pediculosis, no estarían ayudando a darle claridad a la comunicación política de campaña. Para colmo de males, a mitad de semana y en una respuesta a comentarios de Sergio Massa, el libertario grabó un video donde no aparece ni televisiva ni oralmente de la mejor manera. 

Pero más allá de estas últimas cuestiones que se parecen más a detalles, el mayor inconveniente en la campaña opositora es que el discurso sigue desarticulado: no son pocos los macristas que apoyan el arreglo con Milei y que afirman que el acuerdo de Acasusso supone que algunas propuestas libertarias deberían ser dejadas de lado si éstos llegaran a la presidencia (Eduardo Amadeo). Del otro lado, la propia ex ministra de Seguridad, en declaraciones a una radio rosarina el día viernes, reconoció que el libertario debería tener todo el derecho a imponer su agenda política de gobierno.

La confusión no es menor para lo que podría definirse como una campaña tradicional, donde un espacio político debe tener un discurso articulado que le dé algunas certezas mínimas al electorado. Como bien mostró el politólogo Marcelo Leiras, en un reciente mensaje en la red X, la propuesta opositora puede ser de una manera, pero también puede incluir a su antónimo: dolarización si, dolarización no.

https://twitter.com/LeirasMarce/status/1720483985862566209

Pero esta campaña no se activa necesariamente desde cierta racionalidad que podríamos llamar tradicional. Aparecen un conjunto de factores que la hacen distintiva: la competitividad de Massa o el ejemplo de propuestas libertarias donde se insultaba a cierto perfil de votantes, son ejemplos de la excepcionalidad que este 2023 nos trajo. Por eso la apuesta del macrimileismo hace cada vez más foco en el factor emocional: ya no importa del todo si las propuestas de campaña resultan carentes de sentido o contradictorias entre sí, sólo queda seguir cuestionando a un kirchnerismo que sería la suma de todo el peronismo y que representa el peor de los males y si, como afirmó Bullrich, explota todo antes del 19 de noviembre, mejor. 

Del otro lado, el oficialismo se sigue mostrando articulado y cohesionado, siendo Sergio Massa el principal referente del espacio que ha comenzado a insistir, cada vez de manera más efectiva, que lo que se juega en las próximas elecciones ya no refiere a la grieta kirchnerismo / antikirchnerismo, sino a la que pueda derivar de una nueva: democracia / antidemocracia.  
En la semana que pasó la fórmula Massa – Rossi sumó apoyos esperables de sectores de la cultura donde no pocos artistas ponen la firma, la cara y el cuerpo para evitar el triunfo mileista y otros definitivamente sorpresivos como el de un conjunto de intelectuales que jamás abrevaron en el peronismo y que ven “que la conducta pública de La Libertad Avanza es contraria a la cultura democrática que propiciamos para fortalecer una comunidad política, pluralista y pacífica”. Desde la partidocracia argentina, la sorpresa vino de la mano del Partido Socialista quien comunicó oficialmente su apoyo al actual ministro de Economía.  

El pre anuncio de un estallido social que sirviera para legitimar el triunfo en primera vuelta del padre de Conan no sucedió. En realidad, si ponemos el foco de atención en las fuerzas opositoras, las idas y venidas en la comunicación política y el desbande en referentes del proceso libertario y de Juntos por el Cambio, el proceso se parece más a las esquirlas que dejó un acuerdo con la casta, que era impensado hasta hace unos pocos meses atrás. Pero nada está decidido de antemano, el escenario sigue abierto, y los argentinos por ahora, vivimos en paz.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 05 Nov 2023 11:15:56 -0300
Barajar y dar de nuevo https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6779-barajar-y-dar-de-nuevo https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/6779-barajar-y-dar-de-nuevo Barajar y dar de nuevo

No me siento bien (no, no, no me siento bien).
Hoy perdí la fe,
la suerte juega con cartas sin marcar,
no se puede cambiar…

Andrés Calamaro

La mano viene cambiada. El triunfo electoral de La Libertad Avanza del último domingo, a lo largo y ancho del país, tuvo un enorme impacto en el sistema político argentino. Si bien ganar por un estrecho margen de tres puntos entre el primero y el tercero, no es lo mismo que “arrasar” (como se apuraron a titular no pocos medios), la novedad de ver a Javier Milei en el primer lugar de la grilla, incluso en provincias muy distantes de la centralidad porteña y conurbana, los cuales se imaginaban como los territorios de mayor fortaleza libertaria; representa una novedad con evidentes consecuencias para el corto (y por lo menos), mediano plazo. Pasen y vean. Recorrido por una semana donde los principales protagonistas de octubre, comenzaron a mostrar algunas cartas. Sean todos y todas bienvenidos.

Como es de rigor, cada uno de los espacios políticos que se han repartido la centralidad del escenario de tercios, tuvo distintas reacciones en la noche del domingo electoral. A la supuesta idea de unidad que se intentó mostrar en Juntos por el Cambio en el comando de campaña montado en Parque Norte, le correspondió un cierre discursivo de Mauricio Macri que, por esa cosa de los espacios reducidos, terminó tapando la presencia física del derrotado Horacio Rodríguez Larreta, situación que comunicadores y analistas no dejaron pasar como un simple detalle simbólico para ese espacio.

Milei no tuvo la caballerosidad de esperar que el ex presidente terminara de hablar y rompiendo cierta norma no escrita que da por hecho que el triunfador aparece en escena en último lugar, se largó con un discurso leído que, al igual que lo realizado por Axel Kicillof en el comando de Unión por la Patria, dice más sobre la necesidad de ser prudentes en un proceso electoral que no tiene un solo capítulo.

Finalmente, en el reducto oficialista, se hizo hincapié en el hecho de que Sergio Massa era el segundo candidato más votado (se esperaba el primero) y se instó a redoblar esfuerzo de cara a lo que viene. En el escenario no estuvieron presentes ni Alberto Fernández (lo cual era algo esperable) ni Cristina Fernández de Kirchner, quien no era candidata y jamás ha sido propensa a exponerse en escenarios donde no es protagonista.

Pero las primeras señales más importantes comenzaron a surgir con el desarrollo de la semana. Como es lógico, los ganadores no tardaron en aparecer en la centralidad de la política argentina. Surgieron definiciones varias que apuran tensiones hipotéticas de futuro. Milei se animó a plantear el cierre del Conicet, un verdadero sinsentido que no permite establecer si habla desde su ignorancia (comparó al instituto argentino con la NASA) o desde la mala fe; demostró que aún no tiene en claro en qué tiempos, ni los modos, ni el modelo de dolarización que implementaría; se enojó con periodistas que tuvieron la osadía de repreguntarle y cometió el sincericidio e infantilismo político de afirmar que rompería relaciones con el Mercosur y con China. Con los primeros por ser parte de una unión aduanera de mala calidad y con los segundos por comunistas. Repasemos cada una de estas circunstancias.

El Conicet es un verdadero ejemplo de producción científica de calidad, con un vasto reconocimiento internacional y con el que no cuentan el común de los países. El proceso para su selección e ingreso se basa definitivamente en el mérito y, vale reconocerlo, sus investigadores, en términos internacionales, no cuentan con los mejores niveles de ingreso.

https://twitter.com/FilmusDaniel/status/1693273787259576484

La dolarización está en veremos en cuanto a sus formas, y resultó incisivo Massa cuando, en la continuidad del programa “A dos voces”, le recordó que esa compleja explicación que brindó respecto de dónde saldrían los fondos para sostenerla, redundaban en un nuevo plan BONEX (aquí un recordatorio) y que, además, le faltaba imputar los 45.000 millones de dólares de deuda con el Fondo Monetario Internacional que Macri nos legó. Detalles.

Los que parecen espantarse ahora son los representantes periodísticos de los comunicadores de la corporación mediática que habrían descubierto (ahora sí) el perfil violento del candidato libertario. Es una verdadera lástima que no se lo hayan hecho notar en su momento a sus productores, quienes invitaban a Milei a cuanto programa en horario central hubiera como un personaje “simpático”, que tenía cosas para decir desde ciertos extremos. Como diría mi abuela, “tarde piaste”.

Respecto de las relaciones con China y Mercosur estamos en presencia de una verdadera novedad de prejuicio ideológico, al que no se atrevió ni la propia dictadura argentina de los 70’, quien dejaba los pruritos del lado y no tenía ningún inconveniente en venderles granos a los “bolcheviques” soviéticos.

En todos estos casos, aplica la incómoda pregunta sobre a quién (o a quienes) le importa esta serie de desvaríos libertarios: el Conicet es una institución reconocida pero que en su funcionamiento, desconocen muchos argentinos; la dolarización actúa en cierto imaginario colectivo sobre la base de una estabilidad monetaria que Argentina adolece desde hace tiempo, y respecto de los comunicadores, basta ver las respuestas en redes al comunicado publicado por la Academia Nacional de Periodismo, para entender que a los profesionales de los medios, también le ha alcanzado cierto desprestigio.

Respecto de China y Mercosur algunas explicaciones sobre las consecuencias de las decisiones libertarias, deberían ser más sencillas. Por ejemplo, tal vez los trabajadores de los frigoríficos beneficiados con la exportación de carnes, o aquellos que, se desempeñan en el rubro automotriz, el cual exporta pick ups al Brasil, a partir de acuerdos de cupo ya históricos, entiendan lo riesgoso de ciertas decisiones.

Por su parte, Juntos por el Cambio, y tal como se dieron los resultados (que nadie previó en el orden final), quedó expuesto a una situación de clara debilidad política. Rápidamente, en la noche del mismo domingo, tanto Bullrich como Macri, se encargaron de enviar señales de reconocimiento al libertario, el cual, inteligentemente, corrió el cuerpo.

https://twitter.com/VickyVillarruel/status/1693027290962153630

Rápidamente se puso en marcha un operativo para seducir a Juan Schiaretti a los fines de que baje su candidatura para fortalecer a la ex ministra de Seguridad, pero el cordobés, viejo zorro en estos asuntos, de manera no menos veloz confirmó que está dispuesto a vender mucho más caro ese 4% de votos obtenidos. Octubre lo puede dejar mejor posicionado de cara a una hipotética negociación para el balotaje. La duda es con quién deberá negociar ante el riesgo de una fuerza amarilla que ocupe el tercer lugar.

Para profundizar la idea de unidad que pretendió construirse desde la noche del mismísimo 13 de agosto, el día martes hubo una reunión entre las dos fórmulas que compitieron en la interna. Más allá de la foto de rigor, de acuerdo a lo no dicho y a los rumores que, en mucho se parecen a operaciones de prensa, nada ha quedado del todo explicitado en cuanto al rol que podría (o debería) jugar el jefe de gobierno porteño, sobre todo en un contexto tan confuso, donde el líder del espacio construye un feedback con la estrella de las PASO que, de alguna manera, termina torpedeando a Juntos por el Cambio.

A esta altura del fin de semana y mientras escribimos esta columna en una tarde de sábado, vale preguntarse en qué medida la disputa Bullrich – Milei con lo semejante de sus ideas, pero fundamentalmente con el arropaje de Macri, no terminan siendo parte de una misma cosa. Es tal la desorientación en las huestes del PRO, que a partir de las declaraciones de los libertarios, la candidata, ahora sí, aparece como moderada. La segunda gran pregunta aquí deviene en conformar si eso era lo que esperaban sus votantes.

Más allá de los discursos de la noche del domingo, en el oficialismo los resultados generaron un evidente impacto. De los dirigentes nacionales, con la sola excepción de Agustín Rossi, quien en la mañana del lunes salió a cuestionar lo que supone la propuesta libertaria, el conjunto del peronismo pareció tomarse un tiempo para procesar el trago amargo.

Durante esa jornada se conoció la devaluación del 22% dispuesta por el gobierno y no fueron pocos los que recordaron el lunes post PASO de 2019 cuando el país también sufrió una devaluación. Pero aquí hubo una diferencia de grado: mientras hace cuatro años, la irresponsabilidad de Macri dejó correr libremente la cotización del dólar, responsabilizando a los argentinos por el voto hacia el dúo Fernández – Fernández, en esta oportunidad, el Banco Central conducido por Miguel Pesce impuso un número (dólar a $350) como forma de reducción de daños y a los fines de tener algo de margen de maniobra en una economía claramente debilitada. Lo contra fáctico no existe, pero las señales que vinieron luego, esas que refieren a nuevos acuerdos que limitan aumentos van en ese sentido. La tercera gran pregunta es en qué medida la corrida se frenó y cuál será el tenor de las acciones que eviten un deterioro de las condiciones de vida del conjunto de los argentinos. La última semana de agosto probablemente traiga novedades al respecto.

https://twitter.com/FlaviaRoyon/status/1692321185587958026

El día miércoles fue el elegido por Massa para hacer su primera aparición pública, en el programa ya comentado, aclarando que no presentaba la renuncia, que la semana venidera viaja a Washington para suscribir el acuerdo con el FMI, que representará un ingreso de 8.000 millones de dólares y que ello servirá para intervenir en el mercado de divisas. En la misma entrevista jugó un doble rol: al comienzo fue el funcionario que debe responder por la gestión de su área y sobre una segunda parte no se privó de cuestionar a sus dos adversarios más importantes.

Para Unión por la Patria, si es que quiere llegar a la segunda vuelta, la campaña exigirá mucho de creatividad pero también de compromiso de un conjunto de gobernadores e intendentes que, habiendo obtenido buenos resultados en las elecciones locales, sufrieron derrotas muy severas en sus territorios en la elección nacional. Nadie puede negar el carácter distintivo entre una elección y otra, como así tampoco, que algunos no estuvieron tan firmemente convencidos del proceso. Vale recordar que Sergio Massa es el candidato por el que presionaron gobernadores y dirigentes sindicales de la CGT. Tal vez sea hora de demostrar de manera mucho más firme ese apoyo.

En el sentido de la creatividad, vale preguntarse por una estrategia que corra del centro de la escena a Javier Milei, esto es, construir una línea discursiva que deje de poner en primer lugar el hecho de responder a los delirios del libertario. Horizonte de futuro que le dicen, aunque la suerte parezca echada, y el pesimismo de esta semana que pasó, parezca confirmar nuestros peores temores. “No nos sentimos bien”, y tal vez, a diferencia de Calamaro, no debamos perder la fe. Más allá de nuestra inteligencia, “optimismo de la voluntad”, decía un tal Antonio, que se apellidaba Gramsci.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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hola@fundamentar.com (Miguel Gómez (*)) Opinión Sun, 20 Aug 2023 09:56:25 -0300
Panorama electoral en Brasil tras la segunda vuelta https://fundamentar.com/internacional/item/6069-panorama-electoral-en-brasil-tras-la-segunda-vuelta https://fundamentar.com/internacional/item/6069-panorama-electoral-en-brasil-tras-la-segunda-vuelta Panorama electoral en Brasil tras la segunda vuelta

El analista internacional Emilio Ordoñez explicó cuáles son las expectativas para el ballotage que se definirá este domingo en Brasil durante el programa "Todas las Voces" emitido por AM 1330. 

Ordoñez señaló que "hoy es el último día de campaña y el domingo es la segunda vuelta. Fueron unas elecciones caracterizadas por la extensa ventaja que ha llevado Jair Bolsonaro sobre Fernando Haddad, una ventaja que en las últimas horas parece haberse disminuido considerablemente y esto ha generado razonable optimismo ante las filas petistas. Estamos hablando de una campaña que promediaba una diferencia de 18 puntos y hoy estamos hablando una diferencia de 12 puntos si consideramos los votos válidos y de 10 puntos si tomamos en cuenta la totalidad de los votos. Pero la diferencia parece haber disminuido por las declaraciones que ha hecho Bolsonaro en los últimos días, no sólo las habituales sobre homofobia y demás, sino sobre dejar preso a Lula Da silva, amenazar con meter presos al grueso de la oposición y aquellos que apoyan al PT sin ser del PT, y amenaza de cárcel al propio Haddad y otros dirigentes del PT. Pero también se evalúa el escándalo de la caja 2,  de donaciones de empresas para propulsar mensajes de Whatsapp favorables a Bolsonaro y contenido “fake news” (noticias falsas) en contra de Haddad y de su candidata a vicepresidenta Manuela D'Avila. Estas revelaciones que las ha hecho el diario Folha de Sao Pablo, de a quien se le puede achacar cualquier cosa menos lulismo, ha generado un aumento de nivel de rechazo a Bolsonaro y una disminución en su caudal de votos en lugares donde había ganado cómodamente, como en la región del sur y el noreste y norte de Brasil, con lo cual hay una expectativa importante en el PT."

Teniendo en cuenta la posibilidad de triunfo de Haddad, el analista internacional advirtió: "el PT depende de algunos factores todavía importantes para llegar a ver la gran sorpresa. Todas las encuestas dan aún así que Bolsonaro será presidente el domingo, hay encuestas inclusive que lo dan con una diferencia de 6 puntos pero son las menos consideradas. Lo que necesita Haddad en este momento es que la mayor parte de los indecisos salga a votar y que lo haga por él y que un gran sector del centro que en la primera vuelta se volcaron masivamente por Bolsonaro o por otros partidos para no votar al PT, como ocurrió con Democracia Brasileña, también voten por él."

Frente a la validez y confiabilidad de las encuestas en Brasil, Ordoñez respondió: "el problema de las encuestas es que no aciertan en general en el mundo, no sólo en Brasil. En la primera vuelta acertaron en la proporción pero no lo han hecho en cuanto a las expectativas de votos en la segunda vuelta.  No hay en este momento ningún tipo de advertencia en torno al grado de confiabilidad de las encuestas. Como decía un famoso ilusionista, “puede fallar” pero no da la sensación de que esto sea así. Acá reside otra de las expectativas de Fernando Haddad que es el voto oculto. Más allá de que parece haber un voto consolidado para cada uno de los candidatos, es cierto que hay un clima de tensión importante y han habido agresiones en contra de manifestantes a favor del PT y esto ha generado que muchos no declaren su intención de votar al Partido de los Trabajadores. Ahí descansa tanto la expectativa de Haddad para dar vuelta las elecciones y si las encuestas pueden acertar. Hasta ahora da la sensación de que son fiables pero no nos olvidemos que las encuestadoras nunca han jugado a favor del lulismo pero están absolutamente asustadas por las declaraciones contra la libre prensa por parte de Bolsonaro. Particularmente Folha de Sao Pablo fue objeto de ataque directo atacada por Bolsonaro como usina de “fake news” al tono de Trump que conocemos."

En cuanto a posicionamiento del actual gobierno argentino, Ordoñez explicó que "ya desde la primera vuelta ha empezado a tomar contacto con emisarios de Jair Bolsonaro. Recordemos que hubo un llamado de teléfono del candidato del PSL a Mauricio Macri en la primera semana luego del triunfo de la primera vuelta felicitándolo por haber derrotado a la "Dilma Kirchner" tratando de hacer un parangón entre la destituida presidenta brasileña y Cristina Fernández de Kirchner. Un poco también dando cuenta de un sesgo que es específicamente englobar a todas las izquierdas y a todo el campo progresista como un mismo enemigo a vencer o en el caso de Bolsonaro, a exterminar, atendiendo a sus últimas palabras."

También agregó que " si bien en la previa de la primera vuelta (Mauricio Macri) había tomado contacto con Haddad y de hecho éste le había dado un giño cuando era intendente de Sao Paulo. Pero Macri prefería un grupo de Bolsonaro para evitar que haya un rebote en el panorama electoral nacional precisamente porque se especula que las posibilidades de que Cristina Fernández de Kirchner,en caso de que se postulara, harían que las encuestas suban. Y porque Macri coincide al conceptualizar a las izquierdas o centro izquierdas como populismos y lo que desea es un freno al ascenso de éstos. Las posiciones económicas e ideológicas de Bolsonaro en términos de neoliberalismo y libre comercio puro y duro son también mucho más favorables que una política económica tradicionalmente petista, redistributiva del estilo que aplicó Lula Da Silva."

(*) Colaboradora Fundamentar.com 

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hola@fundamentar.com (Mariana Vera (*)) Internacional Fri, 26 Oct 2018 16:45:20 -0300
Le Pen Padre Criticó la Campaña de Su Hija: "Debería Haber Sido Como la de Trump" https://fundamentar.com/internacional/item/5741-le-pen-padre-critico-la-campana-de-su-hija-deberia-haber-sido-como-la-de-trump https://fundamentar.com/internacional/item/5741-le-pen-padre-critico-la-campana-de-su-hija-deberia-haber-sido-como-la-de-trump Le Pen Padre Criticó la Campaña de Su Hija: "Debería Haber Sido Como la de Trump"

El veterano político de extrema derecha sostuvo que Marine, que se enfrenta en el balotaje al liberal Emmanuel Macron, debería haber hecho una campaña "más agresiva", siguiendo el ejemplo del presidente estadounidense.

El veterano político francés de extrema derecha, Jean-Marie Le Pen, sostuvo hoy que su hija, Marine, que se enfrenta en el balotaje al liberal Emmanuel Macron, debería haber hecho una campaña "más agresiva", siguiendo el ejemplo de Donald Trump.

"Pienso que su campaña fue muy tranquila. Si yo hubiese estado en su lugar, habría hecho una como la de Trump, más abierta, muy agresiva contra los responsables de la decadencia de nuestro país, ya sean de izquierda o de derecha", dijo Jean-Marie Le Pen, de 88 años, en declaraciones a la radio RTL.

Con 7,5 millones de votos, Marine Le Pen superó el domingo los resultados del Frente Nacional en las anteriores elecciones de Francia, pero no consiguió superar en votos a Macron, un político de centro, liberal e independiente, que acuerda con el proyecto de la Unión Europea.

 
https://www.youtube.com/watch?v=Yt8Bq5QjwvA
 
Le Pen padre criticó la campaña de su hija: "Debería haber sido como la de Trump"


Las declaraciones de Le Pen padre se producen un día después de que la candidata anunciara su renuncia a la presidencia del Frente Nacional, el partido de extrema derecha que fundó su padre, para ampliar su base de apoyo en la segunda vuelta de las elecciones en 2002 en las que perdió ante el conservador Jacques Chirac. 

La disputa entre padre e hija no es nueva. Ambos han estado en desacuerdo desde que Marine Le Pen empezó a tomar medidas para limpiar la imagen del Frente Nacional, asociada a la xenofobia, en la campaña para la presidencia de 2017.

Las diferencias entre padre e hija fueron tan intensas que incluso llegaron a tribunales.

https://twitter.com/RTLFrance/status/856842326563540992

Como resultado, el veterano dirigente filonazi -condenado en varias oportunidades por hacer apología de crímenes de guerra- fue apartado del partido, que él mismo fundó, el 20 de agosto de 2015 por sus comentarios antisemitas y negacionistas. En noviembre, los jueces validaron su exclusión como militante, pero mantuvieron su cargo como presidente honorario. 

Su padre decidió darle apoyo público una semana antes de las elecciones generales. Algo que pudo haberle jugado en contra ya que la propia candidata forjó su campaña al calor de las peleas públicas con su padre y hasta dejó de lado su controversial apellido en su estrategia comunicacional.

 

FUNETE: Télam

 

 

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hola@fundamentar.com (Luciano Herrero) Internacional Tue, 25 Apr 2017 15:52:15 -0300
Sergio Massa Afirmó: "La Argentina Necesita un Cambio" https://fundamentar.com/nacional/item/5224-sergio-massa-afirmo-la-argentina-necesita-un-cambio https://fundamentar.com/nacional/item/5224-sergio-massa-afirmo-la-argentina-necesita-un-cambio Sergio Massa

El Frente UNA no definió si apoya a Mauricio Macri o a Daniel Scioli; "No somos dueños del voto de la gente", dijo el ex candidato presidencial

Finalmente, el ex candidato presidencial Sergio Massa no se pronunció sobre el respaldo del Frente UNA de cara al ballottage entre Daniel Scioli y Mauricio Macri que se celebrará el 22 de noviembre. Sin embargo, clamó: "El 25 de octubre ya ganó el cambio".

El ex candidato presidencial de la oposición había adelantado que comunicaría su decisión a las 19. "No hablé ni con Scioli ni con Macri, sólo con mis dirigentes", dijo más temprano.

Luego participó en un plenario de UNA y finalmente en un acto junto a su ex candidato a vice, Gustavo Sáenz, y el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, Massa enumeró una serie de propuestas políticas, sociales y económicas y pidió a Scioli y a Macri: "Que cumplan con estos compromisos. Les queremos pedir a quienes participan en el ballottage que no nos hablen como dirigentes. Esto se hace cumpliendo con compromisos completos", clamó.

"No somos dueños del voto de la gente"

“Entre el cambio y la continuidad, ganó el cambio y no hay dudas de que esto quedó reflejado el 25 de octubre. Pero tenemos que construir un cambio inteligente para que no implique retrocesos ni desbalances. Sabemos que cada argentino es dueño de su voto", sostuvo.

Un periodista les consultó a los dirigentes opositores si apoyaban a Macri o a Scioli. De la Sota contestó: "El pueblo argentino acaba de votar. Un treinta y pico por ciento consideró conveniente que las cosas continúen como están. Otro 36 votó el cambio. Y un 21 por ciento a nosotros. No queremeos que las cosas sigan como están, ni queremos que cambie todo".

 

FUENTE: La Nación

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hola@fundamentar.com (Esteban Covelli) Argentina Wed, 28 Oct 2015 19:31:57 -0300
Habrá ballotage entre Scioli y Macri https://fundamentar.com/nacional/item/5212-habra-ballotage-entre-scioli-y-macri https://fundamentar.com/nacional/item/5212-habra-ballotage-entre-scioli-y-macri La segunda vuelta definirá si el candidato del Frente para la Victoria o el de Cambiemos será presidente argentino

El escrutinio definitivo de las elecciones nacionales celebradas ayer comenzará mañana de cara al ballotage que se celebrará el 22 de noviembre próximo, en tanto que también vence el plazo de reclamos y protestas de las agrupaciones políticas sobre los comicios.

Según el cronograma electoral, 48 horas después de los comicios vence el plazo de las protestas y comienza el escrutinio definitivo, tal como lo establecen los artículos 110, 111 y 112 del Código Electoral Nacional.

El artículo 112, referido al escrutinio, señala que en el caso de la categoría presidente y vice se "realizará en un plazo no mayor de 10 días corridos" y sobre el resto de los cargos, "en el menor tiempo posible".

Con los datos conocidos hasta esta mañana, ni la fórmula integrada por Scioli y el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia Carlos Zannini, ni la integrada por Macri y la senadora nacional Gabriela Michetti habían logrado conseguir los votos necesarios para poder imponerse en la primera vuelta.

En el escrutinio definitivo, según el Código, se verificará en las actas, entre otras cosas, "si hay indicios de que haya sido adulterada; si no hay defectos sustanciales de forma; si el número de lectores que sufragaron según el acta coincide con el número de sobres remitidos por el presidente de mesa, verificación que sólo se llevará a cabo en caso de que medie denuncia de un partido político actuante en la elección; y si existen votos recurridos los considerará para determinar su validez o nulidad".

Finalmente, el 22 de noviembre se realizará la segunda vuelta electoral, posibilidad que está establecida en el artículo 96 de la Constitución Nacional.

Según el artículo 152 del Código nacional Electoral, "dentro del quinto día de proclamados las dos fórmulas más votadas, éstas deberán ratificar por escrito ante la Junta Electoral Nacional de la Capital Federal su decisión de presentarse a la segunda vuelta.

Con los datos conocidos hasta esta mañana, ni la fórmula integrada por Scioli y el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia Carlos Zannini, ni la integrada por Macri y la senadora nacional Gabriela Michetti habían logrado conseguir los votos necesarios para poder imponerse en la primera vuelta.

Para ser electo presidente en primera vuelta, un candidato precisa obtener un caudal de votos mayor al 40 por ciento del total de los sufragios emitidos y más de 10 puntos de ventaja sobre su competidor inmediato o, directamente, cosechar más del 45 por ciento de los votos.

Detrás de los binomios del FpV y de Cambiemos, el tercer puesto quedaba para la dupla de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), integrada por el diputado nacional Sergio Massa y el gobernador electo de Salta Gustavo Sáenz quienes sumaban 5.208.021 votos, equivalentes al 21,34 por ciento.

 El cuarto binomio más votado era el del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, integrado por el diputado nacional por Mendoza Nicolas del Caño y su candidata a vice Myriam Bregman con 797.591 votos que equivalían 3,27 por ciento del total.

La fórmula presidencial de Progresistas, compuesta por la diputada nacional del GEN Margarita Stolbizer y Miguel Ángel Olaviaga, conseguían el quinto lugar con 618.755 (2,54 por ciento).

El último lugar -dentro de las seis fórmulas que lograron superar las elecciones primarias, abiertas y obligatorias- quedaba para la formula de Compromiso Federal integrada por Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso que obtenía 406.914 votos (1,67 por ciento).

La tendencia de los resultados comenzó a percibirse pasadas las 21.50 cuando el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, subió al escenario de su búnker dispuesto en estadio porteño Luna Park y relanzó su campaña con un discurso orientado a captar los votos de los “indecisos y de los independientes”, entre otros.

Escoltado por su candidato a vice, Zannini, Scioli fue el primero de los candidatos presidenciales en salir a dar un discurso público luego de los comicios. Fue su único discurso en la noche y hoy a las 12 dará una conferencia de prensa en el hotel NH ubicado también en la Ciudad de Buenos Aires.

El jefe de Gobierno porteño, Macri, habló pasadas las 23.15 a los voluntarios y militantes reunidos en su comando de campaña, dispuesto en el complejo Costa Salguero, y afirmó que el próximo presidente se definiría en una segunda vuelta.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner finalizará su mandato el 10 de diciembre de este año cuando entregue el bastón y la banda presidencial al próximo presidente.

 

RELEVAMIENTO Y EDICION: Maria Belen Serra

FUENTE: Telam

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hola@fundamentar.com (Maria Belen Serra) Argentina Mon, 26 Oct 2015 14:48:15 -0300
Elecciones en Santa Fe: Finaliza el Escrutinio, Comienzan las Tensiones https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/4887-elecciones-en-santa-fe-finaliza-el-escrutinio-comienzan-las-tensiones https://fundamentar.com/articulos/opinion/item/4887-elecciones-en-santa-fe-finaliza-el-escrutinio-comienzan-las-tensiones La noche de los comicios, en el Frente Progresista salieron a festejar una victoria que no estaba corroborada.

La provincia de Santa Fe termina de saldar hoy los últimos números de sus elecciones locales para definir todas las autoridades de las cinco categorías que estuvieron en juego: gobernador y vicegobernador, senadores provinciales, diputados provinciales, intendentes municipales y finalmente concejales distritales.

Santa Fe se convirtió en el epicentro de una lucha por el poder político nacional, en donde los principales actores partidarios que disputan llegar a la Casa Rosada, fijaron su atención en los comicios locales. Una victoria provincial de determinado partido político, aportaría más credibilidad a la oferta partidaria en las elecciones nacionales. Sin embargo, el triple empate técnico en la provincia dejó sin “foto” a los principales “presidenciables” y con sabor amargo a los candidatos locales.

El domingo después de las elecciones, nada lograba arrojar un resultado certero sobre el ganador de los comicios en la categoría de gobernador y vice, y el escenario se prestó para todo tipo de oportunismos partidarios, chicanas políticas, shows de la “victoria” y denuncias televisivas de fraude, que deslegitimaban cualquier resultado final que se pudiera conseguir.

Con unas PASO que fueron desordenadas y un escrutinio bajo dudas, el sistema electoral de la provincia impedía proyectar sobre las dos fuerzas arriba en votos (el Frente Progresista y Unión PRO) un eventual escenario de ballotage y salir del conflicto. Incluso, aunque el recuento definitivo de votos pudiera ofrecer un ganador, casi 70% de los santafesinos no había votado por el gobernador electo, lo que en términos políticos se traduce en falta de legitimidad para gestionar la Casa de Gobierno.

La normativa provincial de 1962 busca garantizar la gobernabilidad del partido electo; la técnica electoral de “boleta única” introducida en 2009, busca favorecer la representatividad de los partidos políticos en la lucha electoral. 

La victoria ajustada del candidato por el FPCyS, Miguel Lifschitz, con una ínfima ventaja sobre sus contrincantes de Unión Pro (Miguel Del Sel) y del FjpV (Omar Perotti) abrió interrogantes sobre la gobernabilidad de la provincia y la estabilidad política del Frente Progresista.

El escenario político presenta dos aristas. Por un lado, la falta de credibilidad del escrutinio tras la mala gestión de la Secretaria Electoral, Claudia Catalín. Que provocó tensiones entre los principales partidos políticos y nuevos desequilibrios al interior del Frente Progresista, que bien podrán observarse en el armado del futuro gabinete provincial. Los que “suban” sentirán que les falta reconocimiento; los que “bajen”, que no se merecen el desplante.

Por otro lado, un problema de mayor alcance obligará a las fuerzas políticas a buscar destrabar el sistema electoral de la provincia y lograr consensos para incorporar un ballotage o “segunda vuelta” en la Constitución provincial.

LA CONSTITUCIÓN OLVIDADA

La carta magna santafesina data de 1962 y dispone como tal el marco institucional en el cual se desarrollan las elecciones de autoridades locales. Dicho instrumento resuelve que “gobernador” y “vice” son elegidos en simultáneo por simple mayoría de votos, y le otorga al partido ganador, una mayoría automática de 28 miembros en la Cámara baja. Los otros 22 restantes, son repartidos a las otras fuerzas partidarias por sistema D’Hont. Sin embargo, la introducción de la “boleta única” en 2009, trajo desequilibrios no contemplados para el sistema de partidos provincial. Esto hizo que cada categoría electoral (gobernador y vice, diputados provinciales, etc.) funcionara como una elección en sí misma. Lo que posibilitó escenarios en donde la categoría de diputados no tuvo coherencia con la de gobernador, haciendo que un gobernador electo con amplia adhesión contara con un poder legislativo dominado por la oposición, o escenarios donde la situación podría darse a la inversa.

La importancia del sistema electoral radica en que es el encargado de garantizar las preferencias de la sociedad y traducirlas en una distribución de poder acorde a los cargos públicos en disputa. En el caso santafesino, el sistema electoral no es el único fenómeno histórico-contingente, sino que se encuentra atravesado por distintos mecanismos y acuerdos políticos de distintas contextos político-sociales.

La Constitución del 62’ buscó garantizar la gobernabilidad del partido ganador, en una coyuntura política minada por las amenazas militares que buscaban desplazar a los gobiernos democráticos cuando mostraban algún tipo de debilidad en la toma de decisiones. La “boleta única” introducida en 2009, buscó alimentar mayores niveles de representatividad y superar a la “Ley de Lemas” (acoples) que había arrojado por el piso los niveles de legitimidad del sistema político. Hoy en día, la Constitución y la “boleta única” coexisten con casi 50 años una de otra. Sus coyunturas políticas que les dieron origen, sus acuerdos partidarios y sus técnicas operativas son distintas y permanecen en tensión.

En conclusión, la normativa provincial de 1962 busca garantizar la gobernabilidad del partido electo; la técnica electoral de “boleta única” introducida en 2009, busca favorecer la representatividad de los partidos políticos en la lucha electoral. Ambos procedimientos conviven en un sistema electoral que tiene detractores y defensores de un lado y del otro. Los que defienden la gobernabilidad sostienen la necesidad imperiosa de que las instituciones tengan un control político claro y que se ejecute estable en el tiempo. Los que se inclinan por la representatividad, aseguran que protege a las minorías y contiene a las distintas expresiones políticas que emanan de la sociedad. Para los partidos más chicos, la gobernabilidad presente en la Constitución significa el “autoritarismo” del partido ganador; para los partidos más institucionalizados, la “boleta única” da lugar a que cualquier personaje “famoso” pueda acceder a la estructura del Estado, sin estructura partidaria.

ALGUNAS REFLEXIONES FINALES

Dilatar los lazos sensibles de la representatividad entre representantes y representados, podrá afectar la credibilidad del sistema político dando espacio a que expresiones anti-sistema vayan ganando adhesión entre la ciudadanía.

El escrutinio final trae consigo sabor amargo para “ganadores” y “perdedores”. Terminada las elecciones se abre un debate al interior del Frente Progresista que podrá atentar contra la hegemonía del Partido Socialista en la conducción del espacio. Al exterior del frente, la gobernabilidad de la Casa Gris se verá afectada por la escasa legitimidad política del gobernador electo. Serán necesarios nuevos acuerdos partidarios para corregir el sistema electoral y brindar previsibilidad democrática a la provincia.

La tarea no será sencilla, pero obligará a las fuerzas políticas a debatir sobre la posibilidad de un ballotage en la Constitución, tener creatividad instrumental para hacer de la “boleta única” un instrumento más acorde con la oferta de partidos y no de personas (diferencia sustancial entre “proyecto colectivo” y “aspiración individual”); como también nuevos debates tabú para la administración socialista: la posibilidad de extender de 2 años a 4 los mandatos de las comisiones comunales que están obligadas a vivir en permanente campaña proselitista, al igual que negociar la incorporación de 100 mil nuevos electores jóvenes de 16 y 17 años que pueden votar al presidente de la nación pero que la provincia no les permite elegir a su concejal local.

El desafío no es menor, significa que los tres principales frentes partidarios se sienten a negociar al interior de sus fuerzas y al exterior de las mismas. Pero dilatar los lazos sensibles de la representatividad entre representantes y representados, podrá afectar la credibilidad del sistema político dando espacio a que expresiones anti-sistema vayan ganando adhesión entre la ciudadanía. Las elecciones se cerraron, pero el debate queda abierto. Que empiece la función.  

 

(*) Investigador de la Fundación para lla Integración Federall

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hola@fundamentar.com (NABIH YUSSEF(*)) Opinión Tue, 23 Jun 2015 16:51:48 -0300