El presidente de Rusia, Vladímir Putin, exhortó a su colega, el presidente de China, Xi Jinping a concentrarse en el desarrollo de las relaciones comerciales y económicas entre los dos países. El viernes, en el Kremlin, ambos dirigentes firmaron una declaración conjunta para profundizar sus vínculos bilaterales y asistieron a la firma de más de una treintena de acuerdos y documentos que afectan especialmente al sector de la energía.
Para Xi Jinping, el viaje a Moscú era el primer desplazamiento internacional desde su designación como presidente y también la primera etapa de una gira que le llevará a Tanzania, África del Sur y la República del Congo. En la localidad surafricana de Durban, el 26 y 27 de marzo, se darán cita los líderes del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y ahí volverán a reunirse los dos dirigentes vecinos en el continente euroasiático, que se profesaron amistad el viernes en el Kremlin.
El volumen comercial entre Rusia y China fue de 88.000 millones de dólares en 2012, lo que está muy por debajo del volumen comercial entre Rusia y la UE (más de 400.000 millones de dólares) , pero se caracteriza por un ritmo de crecimiento más dinámico. Putin estimó que las relaciones comerciales entre China y Rusia podrán alcanzar un volumen de 100.000 millones de dólares en 2015.
Los acuerdos firmados entre las empresas energéticas rusas y compañías chinas fijan fases más o menos avanzadas en el desarrollo de proyectos conjuntos con una historia de largas y arduas negociaciones. Así por ejemplo, Gazprom se propone comenzar a suministrar gas ruso a China en 2018 a razón de un volumen de 38.000 millones de metros cúbicos anuales, que pueden incrementarse a 60.000 millones de metros cúbicos, por un gaseoducto que aún está por construir desde Yakutia. El jefe del Consejo de Administración de Gazprom, Alexéi Miller, manifestó que China podría hacer un pago por adelantado a cuenta de futuros suministros de gas. Para el contrato, previsto para un plazo de 30 años, está por concertar todavía la fórmula del precio del combustible. Los chinos no aceptan la vinculación del precio del gas al petróleo formulada por los rusos y proponen otro modelo de cálculo que se traduce en precios inferiores.
Miller estimó que el contrato de suministro de gas a China será firmado a fines de año, previa concertación de un documento jurídico en el verano. China es el mayor consumidor mundial de energía y Rusia, uno de los líderes mundiales de producción, se ve afectada por la crisis en la Unión Europea, su principal cliente. La falta de una infraestructura de transporte desarrollada en la parte oriental del país no permite al Kremlin diversificar de forma rápida su mercado energético. El presidente de Rosneft, Igor Sechin, que acaba de cerrar en Londres la absorción de la petrolera internacional TNK-BP, se propone incrementar el suministro de crudo a China de 800.000 toneladas a 31 millones de toneladas. El Banco de Desarrollo de China dará a Rosneft una línea de crédito de 2000 millones de dólares para el plazo de 25 años.
FUENTE: El País