Sectores fuertes dentro de las potencias occidentales valoran abiertamente una operación militar contra el régimen de Al Asad incluso sin la autorización del Consejo de Seguridad y sin esperar al informe de los inspectores de Naciones Unidas en el terreno. Sin embargo, Barak Obama advirtió el viernes pasado que "una acción inmediata" puede terminar "en situaciones en las que nos empantanamos en intervenciones muy costosas", alejando la posibilidad de una intervención militar. Mientras tanto, Damasco y sus aliados hablan de un montaje y advierten de graves consecuencias de una eventual operación de este tipo.
El ataque químico del pasado miércoles, que parece el más grave en el mundo desde hace 25 años, ha elevado la tensión a niveles inéditos desde que estalló el conflicto en Siria en 2011. Un equipo de la ONU se dirigía este lunes hacia la zona tras varios días de negociaciones con Damasco.
Hague también ha dicho este lunes que contempla una "respuesta" a Damasco incluso sin el consenso de la ONU aunque "en concordancia con la legislación internacional".
Sin embargo, para varios países occidentales esta autorización ha llegado demasiado tarde. El ministro de Exteriores británico, William Hague, ha dicho que pasados cinco días del ataque, las pruebas “pueden haber sido alteradas”. “Si el régimen quería demostrar que no fue resposable del ataque, habría dejado de bombardear la zona y habría permitido el acceso inmediato de los inspectores de la ONU”, han dicho también desde la Secretaría de Estado de EE.UU.
Además, según estas fuentes, el jefe de la diplomacia estadounidense, Jonh Kerry, ha telefoneado en las últimas horas a sus homólogos británico, francés, canadiense y ruso, así como al secretario general de la ONU, para decirles que tiene “muy pocas dudas” de que el ataque fue obra del régimen.
Y el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, ha dicho que el Pentágono "está preparado" por si el presidente, Barack Obama, opta por una intervención militar en Siria. Varios buques de la Marina de EE.UU. han tomado posiciones en el Mediterráneo, cerca de las costas de Israel, con alcance para disparar a zonas controladas por el régimen sirio.
Hace ya un año que Obama evocó una posible respuesta militar si se producía un ataque químico, una enventualidad que calificó entonces como una "línea roja".
CHINA PIDE EVITAR INJERENCIA
Hague también ha dicho este lunes que contempla una "respuesta" a Damasco incluso sin el consenso de la ONU aunque "en concordancia con la legislación internacional".
Ese mismo mensaje ya lo lanzó su colega francés Laurent Fabius solo un día después del ataque y después de que en el Consejo de Seguridad tratara de forma urgente el ataque sin tomar medidas al respecto. Por su parte, Turquía, que ha apoyado a los rebeldes durante el conflicto, ha dicho que se sumaría a una coalición internacional de este tipo.
Según Moscú, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Seguéi Lavrov, ha expresado a Kerry su "profunda alarma" por esta disposición de las Fuerzas Armadas estadounidenses a intervenir en Siria, donde Rusia tiene una base militar. Y ha añadido que una intervención sin la autorización de la ONU constituiría una "grave violación" del derecho internacional.
Y al contrario que EE.UU., Rusia dice que hay "numerosas pruebas de que el incidente en Guta Oriental (la zona de la periferia de Damasco donde se produjo el ataque químico) fue un montaje de la oposición intransigente para culpar de todo al Gobierno” de Al Asad. Por su parte, el general Masud Jazayeri, miembro del Estado Mayor del Ejército iraní, también ha advertido de "graves consecuencias" si EE.UU. lleva a cabo una intervención contra Al Asad, su aliado chií.
Mientras, Pekín ha pedido "prudencia y evitar toda injerencia". "Solo una solución política puede resolver la crisis siria", ha dicho en un comunicado el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, que junto a Rusia, EE.UU., Francia y Reino Unido dispone de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
CUMBRE MILITAR EN AMMÁN
Mientras, este lunes se reunían en Ammán los jefes militares de EE.UU., Jordania, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí y Catar para hablar sobre la seguridad en la zona, incluida Siria, aunque oficialmente no se contemplaba la operación.
El encuentro se desarrolla a puerta cerrada, en un lugar que no ha trascendido a los medios de comunicación y está dirigido por el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, general Martin Dempsey, y su homólogo de Jordania, general Mishal al Zaben, según han informado a Efe fuentes gubernamentales jordanas.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Rafael Pansa
FUENTE: RTVE