Estados Unidos ha anunciado la entrega a Argelia de dos presos del centro de detención estadounidense en la bahía de Guantánamo, en Cuba, dentro de los movimientos previstos por la Administración de Obama para cerrar la polémica prisión.

Con la salida de Nabil Said Hadjarab y Mutia Sadiq Ahmad Sayab, el número de detenidos en la prisión quedará en 164, entre ellos 84 reos cuya liberación se decidió hace años y que aún siguen retenidos.

El presidente estadounidense anunció sus planes de repatriar a los dos presos a Argelia el mes pasado, reanudando la entrega de detenidos por primera vez en casi un año. No está claro cuánto tiempo han estado los dos hombres retenidos por Estados Unidos ni hay detalles personales disponibles del Pentágono o la Casa Blanca.

Desde el Pentágono aseguran que la decisión de poner en libertad a los dos hombres formaba parte de una revisión global de los grupos de trabajo entre organismos. "Como resultado de esa revisión, que examinó una serie de factores, entre ellos aspectos de seguridad, se ha dado la aprobación a que estos hombres sean entregados y se ha hecho por consenso de los seis departamentos y organismos que integran los grupos de trabajo", señaló en un comunicado.

PROMESA INCUMPLIDA

Barack Obama ha prometido desde el inicio de su campaña electoral en 2008 cerrar la prisión, citando el daño que suponía para la reputación de Estados Unidos en todo el mundo, pero no ha podido hacerlo en sus 4 años y medio en el cargo, en parte por la resistencia del Congreso. Guantánamo ha albergado hasta el momento a docenas de prisioneros - la mayoría de ellos sin cargos - durante más de una década.

Aún quedan 164 presos retenidos en Guantánamo, la mayoría sin cargos.

La prisión se creó durante el mandato de George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos para albergar a sospechosos de terrorismo.

Una huelga de hambre llevada a cabo por la mayoría de los reos - y la alimentación diaria a la fuerza de docenas de ellos - ha incrementado las peticiones de cierre de la prisión.

El mes pasado un grupo de legisladores criticó su coste - unos 2,7 millones de dólares por prisionero al año, frente a los 70.000 dólares por reo de las prisiones federales de máxima seguridad.

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Paula Martín

FUENTE: Publico.es