Las cifras exactas aún son desconocidas. De acuerdo a algunos reportes fueron seis ataques con vehículos bomba, más un ataque en un funeral en la ciudad de Baquba, los que han dejado un saldo de 59 personas muertas y 87 heridas. Otros reportes indican que hubo 40 víctimas mortales.
La violencia que se ha vivido este miércoles viene después de una serie de incidentes mortales ocurridos un día antes.
En Shatub, al sur de Baquba, una bomba hizo explosión en un pabellón en el que se llevaba a cabo una ceremonia funeral. El número de personas muertas fueron 18 y 16 resultaron heridas. El funeral era el de un militar sunita que se oponía a Al Qaeda y que había muerto días antes debido a causas naturales.
La violencia ha alcanzado niveles que no habían sido vistos desde los conflictos entre sunitas y chiítas en el 2006 y 2007, donde miles de personas murieron.
PRIMER MINISTRO IRAQUÍ PIDE APOYO INTERNACIONAL
Nadie aclamó ser responsable de las explosiones de este miércoles. Este tipo de ataques suicidas es común en Irak desde hace dos años, cuando las tropas del Gobierno estadounidense abandonaron el territorio. La violencia ha alcanzado niveles que no habían sido vistos desde los conflictos entre sunitas y chiítas en el 2006 y 2007, donde miles de personas murieron.
Este miércoles el primer ministro Iraquí Nuri al-Maliki ha pedido apoyo internacional frente a la ola de violencia. “La batalla será larga y continuará”, dijo Maliki en televisión. “El permanecer callados significará la creación de un pequeño estado del mal que debilitará la seguridad de la región y del mundo.”
Mientras tanto, un grupo de militantes en la provincia de Anbar ha logrado arrebatar territorio a las fuerzas de seguridad del Gobierno. Esto marca el segundo día consecutivo en que las fuerzas de seguridad han cedido territorio a militantes ligados a Al Qaeda.
FUENTE: DW