El repudio general a la política económica impulsada por Horacio Cartes constituyó el “renacimiento” de la unidad sindical en Paraguay, por un lado; de la presencia estudiantil en las calles, por otro.
La “existosa” huelga general, como bien calificaron los huelguistas y que culminó ayer por la tarde, también marcó la vuelta de la unidad del campo popular: campesinos, obreros y estudiantes elevando sus reivindicaciones contra la ley de Alianza Público Privada (APP), el modelo agroexportador (que prioriza el uso de transgénicos y agrotóxicos), por un reajuste salarial del 25%, entre otros.
Luego de 20 años, tras la huelga general de 1994, miles de campesinos, obreros y estudiantes demostraron a Cartes lo que podría ser de aquí en más la participación activa de las organizaciones populares respecto al “rumbo” que debe tomar su gobierno.
Luego de 20 años, tras la huelga general de 1994, miles de campesinos, obreros y estudiantes demostraron a Cartes lo que podría ser de aquí en más la participación activa de las organizaciones populares respecto al “rumbo” que debe tomar su gobierno.
A pesar de los pronósticos sobre posibles conatos de violencia en los piquetes que desde las 00:00 del MIércoles se desplegaron en varios puntos de acceso a la capital, la marcha de los sectores populares se desarrolló de manera pacífica, sin mayores incidentes.
El ministro del Interior, Francisco De Vargas, había alertado sobre la presencia de infiltrados entre los huelguistas -que fue considerado como una intención de infundir temor a la ciudadanía-, no hubo muertos ni heridos.
JORNADA "HISTÓRICA"
De acuerdo con las siete centrales sindicales convocantes, la huelga tuvo un seguimiento del 90% en todo el país, mientras que el Gobierno no ha aportado datos al respecto.
En una declaración por escrito, Cartes pidió respeto para las personas que no participan en la huelga general, pero al mismo tiempo tendió la mano a los manifestantes.
Esta huelga, para los sindicatos, ha sido masivo en las principales ciudades y al mismo se han sumado trabajadores de todos los gremios, además de estudiantes universitarios y de secundaria.
Uno de los termómetros de la huelga era la incidencia del transporte, que respondió casi en su totalidad al llamado, según indicó a Efe Víctor Ferreira, secretario general del Sindicato Central Unitario de Trabajadores-Auténtica (CUT-A).
"Podemos decir que solo funcionó el 10 % del transporte público y que paró la totalidad de los autobuses de línea, incluidos los que viajan a los países vecinos", dijo Ferreira.
El Puente de la Amistad, el paso fronterizo que une a Ciudad del Este con Brasil, fue bloqueado durante varias horas por los manifestantes.
DIÁLOGO CON EL GOBIERNO
Para los sindicatos, ahora la pelota está en el tejado de Cartes, que les invitó a participar en una mesa de diálogo que estará encabezada por el vicepresidente Juan Afara.
Los sindicatos, que han aceptado el envite, plantearán a Afara los mismos puntos que han motivado la huelga general, haciendo incidencia en la derogación de la ley de APP y en el reajuste salarial.
Las centrales sindicales piden la subida de un 15 % del salario mínimo, ya que consideran insuficiente el 10 % decretado por el gobierno en febrero, una medida que, según los sindicatos, fue aprobada para frenar la huelga.
Con el aumento del 10 %, el salario mínimo se sitúa en 1,82 millones de guaraníes al mes (405 dólares).
Ferreira explicó que concederán un plazo de cuatro meses al Gobierno para que demuestre su voluntad de negociación, pero que en caso contrario convocarán otra huelga general tras ese periodo.
"Esperamos que el Gobierno entienda que somos actores sociales y como tales debemos ser respetados y escuchados", dijo Ferreira.
FUENTE: Paraguay