Por 11 votos a favor y tres en contra, el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos decidió hacer público un sumario de casi 500 páginas de su investigación sobre los métodos de tortura aplicados a sospechosos de terrorismo.
El comité revisó los métodos de interrogación de la CIA, como, por ejemplo, la práctica del "waterboarding" o ahogamiento simulado, considerado ahora como tortura. Estos programas fueron terminados con la llegada de Obama a la Casa Blanca en 2009.
En una declaración tras la votación, la presidenta del comité, Dianne Feinstein, afirmó que los resultados de la investigación fueron "impactantes".
"El informe expone una brutalidad que contrasta fuertemente con nuestros valores como nación. Documenta una mancha en nuestra historia que no se debe permitir que se repita nunca jamás"
"El informe expone una brutalidad que contrasta fuertemente con nuestros valores como nación. Documenta una mancha en nuestra historia que no se debe permitir que se repita nunca jamás", subrayó la senadora, para quien la desclasificación del documento demuestra, sin embargo, que Estados Unidos "admite sus errores, por muy dolorosos que sean, y trata de aprender de ellos".
SOMETIDOS A BRUTALES INERROGATORIOS
Después del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, EE.UU. detuvo a más de 100 presuntos miembros de la organización Al Qaeda. Los sospechosos fueron sometidos a brutales interrogatorios en centros clandestinos de detención.
El informe será enviado a la Casa Blanca, donde Obama deberá revisarlo antes de que la información sobre las prácticas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), entre septiembre de 2001 y enero de 2009, esté al alcance de todos.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, aseguró que el gobierno de Obama tramitará rápidamente el proceso para que el informe vea la luz. Asimismo, la CIA revisará el proceso de desclasificación y, en caso necesario, podrá eliminar algún nombre o párrafo que pueda comprometer la seguridad nacional.
También el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, había indicado que Obama era el primer interesado en que se conozca el informe. El presidente "cree que los estadounidenses deberían saber todo lo posible sobre esas prácticas", dijo en su rueda de prensa diaria.
FUENTE: DW