Unos 80 mil palestinos que residen en Jerusalén Este llevan tres meses sufriendo una severa escasez de agua potable, recurso gestionado por una empresa dependiente del Gobierno israelí.
Desde el mes de marzo los palestinos que viven en el campo de refugiados de Shuafat y en varios barrios de Jerusalén se han visto afectados por los cortes de agua que realiza la empresa israelí Hagihon, responsable de la gestión de los servicios de agua en la zona.
Desde el mes de marzo los palestinos que viven en el campo de refugiados de Shuafat y en varios barrios de Jerusalén se han visto afectados por los cortes de agua que realiza la empresa israelí Hagihon, responsable de la gestión de los servicios de agua en la zona.
Pese a que se han entregado peticiones al Gobierno y se han realizado protestas en defensa de los derechos humanos, esta situación no ha sido resuelta.
La agencia Press TV reseñó que en algunos domicilios hay agua solo una vez a la semana, y la que hay es de mala calidad.
Por su parte, el Gobierno de Israel responde a las acusaciones afirmando que la infraestructura existente tan solo permite suministrar agua suficiente a 15 mil personas.
No obstante, los residentes palestinos de la zona creen que los cortes de agua son un acción de Israel para obligarlos a abandonar Jerusalén.
Según la ONG Asociación por los Derechos Civiles en Israel, el problema del agua es el último ejemplo de la negligencia de las autoridades israelíes en Jerusalén Este, que se suma a la ausencia casi absoluta de servicios de educación, bienestar, transporte, recogida de basura, infraestructura e incluso policía.
En abril de 2013, el Centro de Investigación sobre la Tierra (Land Research Center), una organización no gubernamental palestina, informó que los israelíes residentes en los asentamientos de Yiztar y Baracha también utilizan fuentes de agua de los palestinos en la aldea de Burin, en el norte de la provincia cisjordana de Naplusa, para criar peces.
La falta de recursos hídricos para los palestinos aumentó además, en el año 2013, cuando la construcción de asentamientos ilegales israelíes incrementó 123 por ciento.
La limitación del acceso al agua por Israel a los palestinos contradice un artículo de la Carta de la ONU el cual establece, el 28 de julio de 2010, el Derecho al Agua como un derecho para todos los seres humanos, por encima de cualquier discriminación racial.
FUENTE: TeleSur