La presidenta de Brasil y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, acusó al derechista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de divulgar noticias falsas en el marco de una campaña orientada a desacreditar a la petrolera mixta Petrobras, según publicó Tiempo Argentino. La reacción de la jefa de Estado se produjo tras un pedido del candidato opositor, Aécio Neves, para que se abra una investigación "a fin de conocer el alcance de los hechos de corrupción" en la emblemática petrolera. "Si hay algo que debemos preservar, porque implica el interés del Estado, es la idea de no mezclar las elecciones con la mayor empresa del país", dijo Rousseff.
"Creo fundamental que en las elecciones, proceso en el que estamos actualmente, haya la más libre discusión. Ahora, no creo válido utilizar cualquier factoide (información de alto impacto pero sin sustento) para comprometer a una gran empresa y a su dirección. Eso es muy peligroso", agregó Rousseff. La candidata a la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT) mantuvo un diálogo con periodistas en la noche del domingo y dedicó la mayor parte de su tiempo a cuestionar sin nombrarlo al senador Neves.
Rousseff: "Estamos ante una campaña de acusaciones sin sustento que lanza la oposición para desgastar al gobierno y a Petrobras", dijo.
El modelo de exploración y explotación petrolera de Brasil, un país dotado de cuantiosas reservas descubiertas siete años atrás, es el resultado de un conjunto de medidas adoptadas en los últimos tiempos. La característica del caso brasileño es el régimen de reparto, establecido a través de dos leyes sancionadas en 2010, cuando Rousseff era ministra de Minas y Energía durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Ese régimen garantiza la participación del sector privado en la exploración de hidrocarburos. "Dios es brasileño", exclamó el metalúrgico en 2007, al confirmarse que Petrobras había hallado esas reservas en el área del presal atlántico, un subsuelo debajo de una capa de sal en el océano.
Aquel hallazgo de yacimientos con entre 50 y 70 mil millones de barriles marcó un antes y un después en la compañía brasileña con mayor valor de mercado, cuyas acciones se valorizaron el 23% en lo que va del año. Neves respondió a Rousseff y exigió una investigación "profunda" sobre presuntos casos de corrupción de los que se acusa a ex ejecutivos de Petrobras. "Las denuncias deben ser investigadas, vamos a aguardar que esto ocurra, nos deja perplejos ver lo que pasa estos días", cuando se retomaron las denuncias sobre un ex director de Petrobras que tendría una cuenta millonaria en Suiza, dijo Neves.
"Creo fundamental que en las elecciones, proceso en el que estamos actualmente, haya la más libre discusión. Ahora, no creo válido utilizar cualquier factoide (información de alto impacto pero sin sustento) para comprometer a una gran empresa y a su dirección. Eso es muy peligroso", agregó Rousseff.
La semana pasada las denuncias de los medios de la derecha instalaron a la petrolera como un tema prioritario de la campaña hacia los presidenciales del 5 de octubre. La oposición reclamó que se investigue si hubo manipulación en la Comisión Parlamentaria de Investigaciones (CPI) de Petrobras, luego de que la revista Veja denunciara que los empresarios de Petrobras que declararon ante la CPI recibieron las preguntas armadas por los congresistas.
El domingo, la Policía Federal (PF) anunció que indagará si la presidenta de la compañía estatal, María da Graça Foster, omitió información al declarar ante esa comisión. En ese marco, Rui Falcão, titular del PT, se sumó ayer a Rousseff: "Estamos ante una campaña de acusaciones sin sustento que lanza la oposición para desgastar al gobierno y a Petrobras", dijo.
FUENTE: Infonews